Decisiones 1
Si tu primo te chantajea a cambio de favores sexuales, si te invade el miedo y si un sentimiento de amor comienza a nacer en ti... ¿qué DECISIONES tomarías?
Felipe penetraba con fuerza, casi violentamente, a Mauricio, quien yacía en el piso sobre sus rodillas y manos, con un semblante frio y desganado, mientras se oían los gritos y las palabras de su amante resonando por toda la habitación.
-sí, así… perra, siente lo que es un hombre… dime que te gusta.
Mauricio solo escuchaba y se aguantaba las ganas de parar y echar a Felipe de su departamento
-dime que te gusta!!!- gritó Felipe dándole a Mauricio una fuerte nalgada
-me… gusta- respondió el pasivo casi susurrando
Felipe siguió penetrando con fuerza y cada vez más rápido hasta que se eyaculó dentro de Mauricio, al tiempo que decía
-te voy a preñar zorra, te voy a preñar!!- y finalmente terminó con un gemido profundo
Inmediatamente después de terminar de vaciar sus testículos, se levanto ordenando a Mauricio que se pusiera de rodillas.
-ahora límpiamela… anda muévete que no me queda mucho tiempo!!- ordenó casi gritando
Mauricio casi ya sin ganas acató la orden de su primo. Empezó a lamer la polla de Felipe sin ganas y motivado más por qué no se enfureciera con él y lo golpeara como ya había pasado en anteriores ocasiones.
-esmérate más porque no estoy sintiendo nada- dijo Felipe tomando la cabeza de su primo y moviéndola violentamente.
La escena estuvo así por algunos segundos. En un momento Felipe retiro con fuerza la boca de Mauricio de su pene.
-ya no sirves ni para mamar- le dijo fríamente y dándose vuela para coger su ropa y empezar a vestirse.
-¿te vas ya?- pregunto Mauricio con un hilo de tristeza
-¿no estás viendo? Claro que me voy, ya no tengo nada más que hacer aquí- contestó el chico más alto terminando de abrocharse la camisa y tomando su chaqueta –Andrea me espera y no la voy a hacer esperar por tu culpa- concluyó caminando hacia la puerta de la habitación, dejando a Mauricio sentado en el piso, desnudo y recargando su espalda contra la pared.
Unos segundos después se escucho que la puerta del departamento se cerró.
Mauricio permaneció ahí sentado, sin moverse, estaba con una mirada triste viendo al piso alfombrado de su habitación, después de unos minutos solo una lágrima resbaló por su mejilla izquierda.
Se sentía mal por todo, por lo que ocurría con su vida, por el incesto que estaba viviendo, hace tiempo el solo escuchar esa palabra, incesto, le ocasionaba gran repulsión y ahora él vivía eso.
Mientras esto ocurría con Mauricio, en otro punto de la gran Ciudad de México estaba un chico alto, fibrado, piel blanca, pelo negro azabache, y unas facciones muy atractivas, su nombre; Saúl.
-Ya vamos a entrar, ¿qué tanto haces con ese teléfono?- preguntó Patricio a su novio, estaban a punto de entrar en una discoteca (hetero) que recién era inaugurada. Saúl había detenido su entrada debido a un mensaje de celular que le había llegado.
-es mi hermana, dice que si puedo recogerla, parece que tuvo una discusión con su novio… Pato, lo siento, es mi hermana- dijo mirando algo triste a su novio.
-no te preocupes, yo entiendo, ve con ella, mañana hablamos ¿sí?
-Gracias eres un sol- fue todo lo que respondió Saúl, acompañado de una sonrisa tierna, antes de darse vuelta en dirección a su auto.
Patricio un poco desganado entró al antro dispuesto a divertirse, aunque fuera solo, pero pronto se le vino una idea a la mente.
Regresando con Mauricio, éste ya se había vestido con pijama y estaba a punto de meterse a la cama cuando un pitido lo impidió.
-hola Pato ¿qué pasa?
-Tienes que venir a hacerme compañía, Mau, no te puedes negar.
-lo siento Patricio, pero no estoy con ganas de salir, ahora lo único que quiero es dormirme, tuve un día súper mal.
-anda, Mau, es para que te distraigas de ese estrés que tienes, yo invito todo, anda ¿qué dices?
-es que…
-es que nada, hace meses que no nos vemos, 10 para ser exactos, ya se te extraña amigo, anda ven, te vas a divertir.
Mauricio se quedó pensando un momento y después contestó a su amigo.
-está bien.
-wiiii yupi- fue la respuesta que se escuchó del otro lado
-pero no tomaré.
-ay tu siempre tan ñoño, pero está bien… ¿sabes del antro que inauguran hoy en Polanco?
-sí, escuché de él, creo saber exactamente dónde está.
-bueno, pues aquí estoy ya esperándote.
Colgaron el teléfono y Mauricio, sin muchas ganas, empezó a quitarse la ropa de dormir y buscó algo para ponerse y salir en busca de su amigo Patricio, quien no veía desde que salieron del bachillerato, ahora ambos estudiaban en universidades diferentes, Patricio en la UNAM estudiaba Ciencias de la Comunicación y Mauricio en UVM estudiaba Medicina.
En cuestión de 15 minutos, Mau estaba listo, salió de su departamento con pocas ganas pero dispuesto a divertirse si la oportunidad se daba.
Cuando llegó a la discoteca, entro (no sin antes pagar un buen dinero al cadenero) y empezó a buscar entre toda la gente a su amigo, al no encontrarlo fue hacia los baños, en busca de un poco menos de ruido para poder llamar a Patricio.
Iba entrando cuando vio en los lavabos una figura conocida, era su amigo, rápidamente caminó hacía él y le abrazó por detrás, al estar Patricio distraído lavándose, se sobresaltó y pegó un pequeño salto.
-jajajajaja no te asustes Patito- dijo Mauricio riéndose por la reacción de su amigo
-MAU!!! Que gusto- contestó Patricio respondiendo a Mauricio con un fuerte abrazo, después del cual continuó hablando –cuanto tiempo sin vernos, te extrañaba un chingo canijo.
-jajaja yo igual a ti, te he echado mucho de menos.
-no sabes, te tengo que contar tantas cosas… pero vamos a divertirnos primero, acabo de ver a unas dos o tres chavas buenísimas!!!! Jajaja vamos y te muestro- dijo Patricio tomando a Mauricio del hombro y sacándolo del baño
Patricio, le había confesado a Mauricio que era bisexual, pero Mauricio no se atrevió a contarle a su mejor amigo que él era gay, por lo que, al ser muy varonil, Patricio nunca había siquiera sospechado de la condición de Mau.
Cuando llegaron a una mesa, rápidamente capturaron, al ser guapos los dos, las miradas de varias chicas. Unas de esas chicas se acercó a la mesa donde los dos platicaban amenamente pero casi gritando para que se pudieran entender debido al alto volumen de la música.
-hola, ¿por qué tan solos?- pregunto la chica, rubia, son muy buen cuerpo, un con una sonrisa de calentura -¿esperan a alguien?
-no, si quieres puedes sentarte con nosotros linda- respondió Patricio sonriente
-¿puedo llamar a una amiga? es que como acabamos de llegar y todo esta súper lleno ya no encontramos mesa.
Patricio asintió y la chica desapareció en busca de su amiga, a los pocos minutos regresó son una chica con un cuerpo de diosa, pelo negro, ondulado y largo casi hasta la cintura, ojos marrones con una mirada congelante, la rubia tomo la palabra.
-bueno ahora sí, me presento, hola yo me llamo Paula jeje mucho gusto- dijo la rubia muy sonriente
-mucho gusto Paula- contestaron Mauricio y Patricio al unísono
-bueno- dijo Patricio –él es Mauricio, pero lo pueden llamar Mau- dijo señalando a su amigo, -y yo soy Patricio pero casi todo mundo me llama Pato.
-bueno Pato, Mau, ella es mi amiga Vanesa- dijo Paula mientras Vanesa sonreía y levantaba una mano en señal de saludo.
Los chicos rápidamente ofrecieron asiento a las dos guapas que acababan de conocer, Paula se sentó al lado de Patricio y Vanesa junto a Mauricio, así se formaron las parejas para el resto de la noche, en la cual se la pasaron bailando y bebiendo, bueno bebiendo solo Paula y Patricio.
Al llegar las 3:00am Mauricio dejo que tenía que retirarse y Patricio decidió hacer lo mismo, las chicas por su parte decidieron quedarse, no sin antes intercambiar teléfonos con sus nuevos amigos.
Mauricio, al ver el estado de ebriedad de su amigo, se ofreció a llevarlo a su casa. Llegaron a casa de Patricio, Mauricio lo ayudó a recostarse, luego salió de ahí y tomó rumbo a su casa.
En otro punto de la ciudad afuera de un restaurante, en un coche estacionado estaban Saúl y su hermana, ésta casi llorando por el pleito que había tenido horas antes con su novio.
-Andrea, vámonos ya, te llevo a casa para que descanses.
-no, no quiero, necesito hablar con él, hoy me pareció tan extraña la actitud que tenía… ¿podrías hacerme un… otro favor?
-claro que si, a ver dime- preguntó Saúl motivado por ayudar a su hermana menor
-necesito que me lleves a casa de un amigo, es compañero mío de la facultad, él conoce muy bien a mi novio, quizá el sepa que tenía Felipe… de hecho por medio de ese amigo lo conocí, conocí a Felipe- dijo mientras sonreía con algo de melancolía
-claro que te llevo, pero ¿serán horas de visita?
-no lo son pero Mau siempre está cuando yo lo necesito, anda ya enciende el auto que yo te digo por donde.
Saúl comenzó a moverse por las calles de la ciudad siguiendo las órdenes de su hermana, hasta detenerse frente a un edificio muy alto.
-es aquí… gracias por todo Saúl- dijo Andrea dando un beso a su hermano en la mejilla
-ya sabes Andy, lo que se te ofrezca.
La chica despidió a su hermano, y le dijo que esa noche dormiría en casa de su amigo Mauricio. Mientras Andrea entraba en el edificio, el auto gris de su hermano desaparecía por la avenida.
Mauricio que ya se había quedado dormido, despertó algo molesto por el incesante ruido del timbre
-¿quién diablos puede molestar así a esta hora?- pregunto para él mismo
Con desgana fue hacia la puerta de su departamento y, con la misma actitud, abrió la puerta.
Lo primero que vio fue a su amiga (y novia de su amante) Andrea con los ojos hinchados y mostrándole una sonrisa entristecida.
-Andy ¿qué pasa?
-Felipe- dijo entrando al departamento
Ambos se sentaron en un sofá y siguieron hablando
-estaba muy molesto desde que llegó, ni siquiera supe por qué, luego de repente de una manera muy… grotesca, me dijo que quería que tuviéramos relaciones sexuales.
-¿de una manera grotesca?- preguntó un atento Mauricio a su amiga que le contaba con los ojos llorosos
-no quiero ni acordarme de las palabras que uso.
-pues no sé por qué se porta así, mi primo es a veces tan raro, no sé qué decirte… mira, quédate a dormir aquí ya mañana será otro día.
-gracias Mau, sabía que iba a contar con tu apoyo.
Esa noche (madrugada) la chica ocupó la cama de Mauricio, mientras él se pasó todo el tiempo despierto, sentado en el sofá meditando sobre su situación.
Se preguntaba en qué momento había terminado aceptando el chantaje de su primo, en qué momento decidió acostarse con él, en qué momento y por qué se enamoró de su propio primo, en qué momento se convirtió en su… esclavo sexual.
Se sentía en un laberinto sin salida, no sabía qué hacer, estaba aterrorizado de que su primo contara a todo mundo que él era gay, y si se oponía a someterse a sus deseos no dudaba en que lo haría.
Se sentía frustrado por lo cobarde que era al no aceptar públicamente su homosexualidad, se sentía triste y se sentía admirado de Patricio porque él si aceptaba sin problema alguno su condición, hasta le había contado en el antro, antes de que llegaran las chicas, que estaba saliendo con un chico y que estaban muy felices.
Mauricio se sentía terrible porque estaba enamorado de Felipe, y Felipe solo lo usaba como objeto sexual, y sus encuentros íntimos estaban enmarcados por una completa ausencia de cariño, solo era sexo y nada más, sexo violento y nunca había ni siquiera un beso o una caricia.
Cuando el sol hizo su aparición, Mauricio entro en su habitación silenciosamente en la habitación tratando de no despertar a Andrea, era domingo, cogió un ropa y se dirigió al baño a ducharse, salió ya cambiado y se encontró con la cama ya hecha y un papel sobre ella que decía:
“ muchas gracias por todo, perdón por irme así de rápido pero quedé con mi mamá de desayunar muy temprano. Te quiero amigo, hablamos luego… Andrea”
Mauricio procedió concluir con su arreglo personal, ese día a pesar de ser domingo tenía que presentarse a una cita de trabajo, le habían ofrecido trabajar medio tiempo atendiendo una caja de un supermercado, el accedió ya que el dinero no le caería mal y menos ahora que le pedían mucho material en su carrera.
Estaba a punto de salir de su departamento, cuando abrió la puerta estaba parado frente a ella Felipe, se veía alcoholizado.
-¡zorrita, vamos a coger!- le dijo arrastrando las palabras por la borrachera
Mauricio sólo atinó a darle un empujón para poder salir, cerró rápidamente la puerta y se dispuso a entrar en el elevador que quedaba justo frente a la entrada de su departamento.
-¿a dónde crees que vas?- preguntó Felipe tomando a Mauricio del brazo –te he dicho que quiero follarte.
-vete, ¿no ves que voy a salir?
-a mi me importa un carajo que vayas a salir, si no te metes ahora mismo a tu casa, voy y cuento todo mariconcito… imagínate que va a decir mi tío cuando sepa que su hijo es un puto de mierda que le encanta que le metan la verga.
-cállate!!!- dijo Mauricio casi gritando
-¿qué, no es verdad?
-tú me obligas.
-pero bien que te gusta… anda metete o ya sabes.
Mauricio se quedó parado un momento en la entrada del elevador viendo a los ojos a Felipe, quien solo mostraba una risa de triunfo, sabiendo que Mauricio aceptaría.
-tienes tu novia, ¿por qué no vas con ella?- preguntó Mauricio deseando en el fondo que le dijera que era porque no la quería y que a quien realmente amaba era a él.
-eso a ti te vale madres mariconcete, metete ya porque me estás haciendo perder la paciencia- respondió Felipe tomando a Mauricio por la nuca y empujándolo hacia la puerta del departamento.
Mauricio caminó hacia la puerta, sacó las llaves y entraron. Deseaba poder agarrar a golpes a Felipe, pero sabía que éste tenía más fuerzas, a demás estaba ese infinito miedo que tenía a ser descubierto.
Cuando cerraron la puerta Felipe colocó a Mauricio de espaldas a él, lo tomo de la cintura y comenzó a restregar su paquete sobre el trasero del estudiante de medicina.
No tardó mucho, Felipe, en obtener una gran erección, presurosamente se aparto de las nalgas de Mauricio y se bajó el pantalón y los bóxers hasta las rodillas, ordenando a Mauricio a que hiciera lo mismo.
Mauricio con una cara de frustración por no poder oponerse, acató las ordenes de su victimario, quien cuando Mauricio termino de bajarse pantalón y bóxers le colocó una mano en la espalda y lo empujó dándole a entender que debía agacharse. Mauricio lo hizo sin protestar y en cuestión de segundos sintió como la gruesa polla de su primo entro rápido y sin compasión en su culo. Sintió mucho dolor al momento de que entró pero rápido se fue ese dolor físico que fue sustituido por dolor emocional, sentía como entraba y salía de él la verga de Felipe, con unas embestidas sin piedad mientras, el activo, gritaba del placer.
El rostro de Mauricio no mostraba expresión alguna, parecía un maniquí incapaz de realizar un solo gesto. Minutos después sintió como un líquido espeso y caliente llenaba sus entrañas.
Luego volvió a pasar lo mismo, Felipe se subió pantalón y bóxers y se fue rápido, sin dejar un beso o una caricia en el cuerpo de Mauricio, quien se quedó ahí como ido, desorientado y con la mirada perdida sin hacer nada.
Afuera de la casa de Mauricio, ya un poco más sobrio, Felipe salía del edificio con una sonrisa de triunfo mientras recordaba a su primo.
-jajaja que pendejo que es mi primito jajaja- dijo para él mismo riendo divertido.
Mientras tanto Patricio, quien al igual que Mauricio vivía solo, se despertaba con un terrible dolor de cabeza, escuchaba sonar el timbre y escuchaba también que alguien gritaba su nombre desde afuera, enseguida supo que era su novio, Saúl, y con algo de flojera decidió ir a abrir.
Estaba punto de ponerse de pie cuando sintió que algo, o mejor dicho, que alguien se movió a su lado, giró la cabeza y se quedó sorprendido y sin entender nada cuando vio a Paula acostada a su lado, levantó lentamente las sabanas y ambos estaban completamente desnudos.
-mierda, mierda, mierda… ¿qué demonios pasó?
-Patricioooooo!!- Seguía gritando Saúl afuera de su casa.
Bueno, este fue el comienzo de la historia, ésta, a diferencia de la anterior (un chico con mucho que contar) es ficticia.
Espero sus comentarios para que me den su opinión y sugerencias. Si desean agregarme al MSN lo pueden hacer (pero si solo lo hacen por sexo o algo así mejor no lo hagan).
Un saludo. J.M.