Decision donde te busco...8

8º Cap

Paula – si cocinas tan bien porque tienes que contratar a un chef?

Yo – pues porque no puedo estar en todo, si quiero dar la cara en mi negocio no puedo estar dentro de la cocina, o si?

Paula – tienes razón, además, si no lo necesitaras no estaría aquí – dijo esto rodeando la mesa y sentándose encima de mí

Yo – sabes que te sienta bien esa ropa?

Paula – que ropa? Si estoy desnuda!

Yo – pues esa misma – dije mientras la besaba, no me cansaba de hacerlo. Estaba en la postura perfecta para hacer un camino desde su cuello hasta la parte más baja de su espalda con mis manos.  Notaba como se le erizaba la piel y daba razón de ello mordiéndome los labios. Empezaba otra vez el juego cuando mi móvil empezó a sonar.

Yo – qué hora es? – Miré el reloj de la cocina – las 3? Quien coño me llama a las 3 de la mañana! – el móvil estaba en mis pantalones y mis pantalones estaban en algún sitio del  salón, donde? Donde habían caído cuando los tiré….seguí el sonido hasta que di con ellos. Saque el escandaloso aparato del bolsillo y miré la pantalla. Número desconocido?

Yo – Hola?.....si soy yo….-mi cara cambio, la felicidad por el momento vivido se esfumó, no daba crédito a lo que me estaba contando aquel hombre – salgo ya, ciao.

Paula – que pasa? Estas blanca!

Yo – era la policía, algo ha pasado en el restaurante –“te acompaño” me dijo.

A la media hora de la llamada aparqué a media calle del restaurante….o de lo que había sido. No podía creer lo que veían mis ojos! Solo había llamas y humo por todas partes, me quise acercar pero un policía me paró

Policía – Señorita no puede estar aquí

Yo – si que puedo, lo que ahora es el infierno antes era mi restaurante…..-y las lagrimas inundaron mis ojos. Solo sentía que aquel local, aquel que ahora estaba destrozado fue una vez lo que soñé tener con la mujer que mas amaba en el mundo y ahora….ahora no quedaba nada.

Otro policía – Señorita Nevalle? Soy el inspector Pérez, necesito hablar con usted

Yo - Dígame quien hizo esto! – no podía contener la rabia. No lloraba por pena sino por la impotencia de no poder hacer nada

Pérez – tranquilícese , le tengo que hacer unas preguntas muy importantes para saber que pasó aquí. Cuando fue la última vez que estuvo dentro?

Yo  - ayer, ósea, el sábado a la 1 de la mañana cerré más o menos-tenía la sensación de que conocía a aquel hombre, pero no sabía de que…

Pérez – y hoy? No se abría?

Yo – no, los domingos cerramos…cerrábamos

Pérez – entonces hoy no había nadie trabajando ni haciendo nada dentro?

Yo – ya le he dicho que cerramos

Pérez – pues debo decirle algo sumamente desagradable….los bomberos encontraron un cuerpo sin vida en el patio trasero que solo tiene acceso desde dentro…

Yo – como? Quien va a estar dentro un domingo? Es imposible! – miré a Paula que me agarraba de la mano fuertemente

Pérez – según el forense que examinó el cadáver hace unos minutos confirmó que era una mujer de 25 a 30 años, morena, estatura media y  hasta que no la lleven al laboratorio no se podrá confirmar su identidad. Me gustaría, si está de acuerdo, pedirle que intente hacer un reconocimiento de esta persona..

Lo miré horrorizada, ver a alguien quemado? Estaba loco? se ve que captó mi repulsión a aquel acto y continuo diciendo

Pérez -  tranquila, murió por inhalación de humo, no por quemaduras. Me acompaña?

Le hice un gesto con la cabeza y emprendió el camino al furgón forense. Un policía abrió la parte de atrás y saco una especie de camilla con una bolsa blanca abultada encima. Estaba manchada por el tizne negro del incendio.

Me puse a la altura de lo que se suponía sería la cabeza de la muerta, Pérez empezó a abrir la cremallera y…..

Yo – Lucia? Pe…..pero es Lucia! – me gire, no quería seguir mirándola…Paula se me acercó, me abrazó y no pude hacer otra cosa que llorar. Mi restaurante estaba destruido, no quedaba nada de lo que Cristina había diseñado y encima una chica había muerto en ese incendio….pero que hacía en el patio de atrás?

Le confirme la identidad al inspector. No sabía que apellido tenia pero si en que empresa trabajaba.,…hasta una semana antes me surtía del material de limpieza en el restaurante…pero que hacía allí? No lo podía creer aun.

Ya amanecía cuando los bomberos pasaron el reporte de que todo estaba apagado. Paula no me dejó ni un momento sola, no decía nada, solo me acompañaba y eso en ese momento fue muy importante para mí. Sentir su apoyo me consoló muchísimo. Llamé a Marina, seguro que querría estar aquí cuando entrara a ver lo que quedaba de mi vida….de la vida que alguna vez compartí con Cristina.

Marina – joder, te caíste de la cama?

Yo – más o menos…tienes que venir al restaurante

Marina – para que quieres que vaya allí? Son las 6!

Yo – se ha incendiado

Marina – QUE! Estas allí no? Salgo en 5 minutos

Colgué y me abracé a Paula. La calle estaba impregnada de ese olor a madera y plástico quemado, no podía creer aun lo que  estaba pasando. Mi cabeza giraba y giraba, el restaurante, el fuego, Lucía, Cristina, Paula…Paula me miraba con esos ojos verdes que me enloquecían esta vez con la expresión de comprensión en ellos.

Paula – todo se va a arreglar, ya veras, lo volveremos a construir…

Yo – Era lo único que me quedaba de Cristina…no espero que lo entiendas, solo te digo que ahora eres tú la que está en mi vida y quien quiero en ella pero el restaurante es…era mucho para mi.

Paula – lo sé – y me abrazó otra vez.

Justo llegó Marina y la expresión de asombro la desfiguró la cara, se acercó a nosotras con los ojos vidriosos

Marina – no me lo puedo creer – ya las lagrimas asomaban por ellos – qué coño ha pasado? Estando hoy cerrado porque se prendió fuego? Si siempre cierras el gas cuando te vas! No me digas que lo dejaste abierto que te m…

Yo – No Marina, nada que ver!  Aun no me han dicho nada, estoy esperando al perito policial ye le los bomberos a ver qué dicen. Pero hay algo más…

Marina – que? Que mas? No me digas por dios que había alguien dentro! – me vio la cara, le afirme con la mirada y solo pudo gritar – QUIEN!!!

Yo – Lucia….

Marina – Lucia? Que Lucia?.....Lucia!!!!!! la de los sanitarios? Pero qué coño hacia dentro! No me jodas que estás jugando a dos bandas que te doy de ostias aquí mismo! Lucia! Y como está? Donde se la han llevado?

Yo – que dos bandas ni que dos nada! No sé porque estaba dentro! Llevo todo el día con Paula desde que desayunamos! Qué te pasa!

Paula – Chicas, vale ya no? Que bastante es toda esta mierda como para que os peleéis!...

Desconocido – Señoritas, quien de ustedes es Tania Nevalle?

Yo – quien es usted?

Desconocido – Soy Alejo Soto, perito de la aseguradora, me gustaría que me acompañara dentro para que pueda describirme como era y me corrobore según el plano que tengo.

Yo – vamos entonces

Paula y Marina no querían venir pero mi mirada y mi cara de suplica ganaron a su reticencia. Conforme me iba acercando a la entrada un nudo en la garganta se hacía fuerte en mi, toda esta situación me estaba creando un estado de estrés que me agobiaba sobremanera…miré los cristales, todos negros, algunos reventados por el fuego, vi las cenizas de mis 20 mesas y sillas, manteles quemados a medias, copas negras y rotas, todo mojado por el agua de los bomberos. El olor a quemado abrasaba mis fosas nasales, aun había algún que otro montón de “vete tú a saber que fue” humeando, la barra estaba destrozada, las paredes que una vez fueron azules ahora eran negras, el techo se había caído en parte. Cables quemados y partes del falso techo colgaban en el otro extremo del local. La puerta de la cocina ya no existía, era un colgajo negro humeante saliendo de la pared. Las botellas de la barra estaban medio derretidas algunas, otras negras y las que quedaban solo eran manojos de cristal roto y negro.

Empecé a ver escenas del pasado, flashbacks de cuando vimos el local construido, de cuando, con Cristina y su padre, visitamos esto por primera vez, de cómo elegimos los colores, de cómo lo pintamos, mas a nosotras que a las paredes, de cuando faltaban dos semanas para inaugurar y pasó el atropello…el dolor iba en aumento junto con la cantidad de cosas quemadas que veían mis ojos, no podría soportar mucho mas ver todo así…

Perito – según el plano aquí está la barra, esa es la puerta de la cocina y ahí los baños no? – Asentí sin decir palabra – bien, según el informe de los bomberos encontraron un bidón con algo de gasolina en el patio trasero junto con el cadáver…

Marina – cadáver? Que cadáver? Lucia? No me jodas Tania que está muerta!-Paula se la llevó fuera, estaba al borde del ataque de nervios.

Perito – Le decía lo del bidón de gasolina y aparte hay signos que indican aquí en la barra que el fuego se inició en ella, según los planos no había ninguna fuente que por fallo eléctrico prendiera fuego a la barra asique todo indica que fue intencionado, solo falta la inspección del perito policial.

Yo – intencionado? Pero porque? Y de dónde demonios salió el bidón de gasolina? Y Lucia? No me lo puedo creer…

Perito – Eso ya lo tiene que confirmar la policía, yo simplemente vengo a rellenar este informe para poder aprobar la indemnización una vez que la policía esclarezca que usted no tenía nada que ver en esto.

Yo – indemnización? Si se supone que el seguro no cubría incendios? Solo daños menores!

Perito – No, según la póliza cubre el 100% de los desperfectos, sean cuales sean, mientras que no se descubra que fueron provocados por el dueño, ya sabe como son estas cosas, la gente se aprovecha mucho.

Yo – está bien, necesita algo más? – me dijo que echaría unas fotos y ya me llamaría. Lo dejé con eso y me encaminé pensativa hasta la puerta. El seguro lo cubría todo? Desde cuándo? Él seguro que yo estaba pagando todos los meses cubría solo rotura de cristales por vandalismo y cosas de esas, no un incendio a gran escala! Solo podía hacer una cosa….llamar al padre de Cristina.

Padre – Hola?

Yo – Hola, soy Tania…como está?

Padre – Tania! No me lo creo! Cuanto tiempo!

Yo –si, la verdad es que mucho tiempo…-y después de  las preguntas de rigor de “que tal estas” y todo eso, le conté todo…se quedó muy apenado pero lo intentaba disimular…

Padre – una lástima hija, y lo de la chica esa….madre mía que desgracia….

Yo – ya, aun no soy muy consciente de todo. Le quiero hacer una pregunta que a lo mejor suena extraña pero no tengo a nadie más que me pueda decir…mi seguro, bueno, el del local creía que la cobertura era la básica y me estoy encontrando que no, que lo cubre todo sea lo que sea….sabe algo de eso?

Padre – si hija, mira….antes de que Cristina muriera me pidió permiso para pagar un seguro a todo riesgo, por así llamarlo y que quedaras tu como beneficiaria por si pasaba algo.

Yo – se que ella quería hacer eso y yo me negaba rotundamente….al final lo hizo…gracias por decirme todo esto.

Nos despedimos, colgué y cuando me iba a ir afuera el inspector Pérez me llamó desde la cocina, o lo que fue ayer la cocina…

Pérez- señorita, tenemos el primer informe de los peritos policiales. Supongo que el del seguro le habrá dicho que sospechábamos que fue provocado y así parece que ha sido.

Yo – Pero cómo? Y que hacia Lucia aquí?

Pérez – mire, le voy a ser sincero….creo que de alguna manera la chica esta...Lucia, entró aquí con la intención de prenderle fuego a su restaurante pero la jugada le salió mal. Solo hay una salida y según los peritos el fuego que empezó encima de la barra seguía un camino hasta la puerta, asique tenia la única salida bloqueada, se fue al patio pero al ser tan pequeño el humo empezó a salir y lo lleno, asfixiándola. Sinceramente hay que ser muy tonto para echar gasolina al suelo y prenderla al final en vez de al principio cuando sabes que tienes que volver…

Yo – Prenderle fuego al local? Porque! Si era la chica que me servía sanitarios por dios! Porque iba a querer eso!

Pérez – la relación era simplemente laboral?

Yo – si, no, si…osea….tuvimos un rollo de una noche, pero ya está, que importa eso!

Pérez – pues mucho, tome – me dijo entregándome una nota, en ella ponía cuanto me odiaba por estar con la cocinera, que ella por lo menos no dejaría que profanara donde nos conocimos con otra persona….lo firmaba Lucia.

Me quedé helada, si esto era un sueño quería que por favor alguien me despertara. Ahora que estaba en lo mejor con el restaurante, con Paula! Siempre algo tenía que salir mal cuando mejor estaba….joder, maldita mala suerte la mía!

Pérez – tenia la nota en la mano cuando la encontraron los bomberos, no pudo salir, ella sola se encerró dentro. Ya le pasé el reporte al seguro y aquí tiene otra copia para usted. No se preocupe que este mal trago se pasa…- se me quedó mirando y recordé. Recordé que él fue el inspector que me atendió con el atropello de Cristina. Se portó estupendamente conmigo, igual que ahora.

Yo – ya lo recuerdo, gracias otra vez inspector – me estrechó la mano y salió con todo el personal.

Me dirigí hasta la puerta notando como bajo mis pies crujía el carbón que antes eran los muebles que allí había. La nostalgia de todo lo perdido empezaba a calar hondo en mí, no quería seguir allí ni por un segundo más. Salí y me encontré con la mirada de Paula que lo decía todo. Marina estaba sentada en la acera y al verme se levanto y me abrazó.

Marina – que te ha dicho el policía?

Se lo conté todo sin aun creer nada. Lucía había muerto por cometer una locura. Acabó su vida junto con parte de la mía y porque? No lo podía entender, era algo ilógico todo aquello. Necesitaba salir de allí, quitarme el olor a humo de la ropa, de la mente. Agarré de la mano a Paula y cogiendo mi coche nos fuimos las 3 a casa.

Todo el camino fue en silencio. Al llegar Marina se ofreció a hacer el desayuno aunque ninguna teníamos hambre. Yo necesitaba quitarme esas prendas que olían al infierno que fue mi restaurante y me fui a la ducha. Tiré todo bien lejos de mí y me metí debajo del agua caliente. Poco a poco fui relajándome, descargando todo lo malo que sentía y después de una eternidad salí. Al llegar a la habitación Paula me esperaba sentada en la cama. Me acerqué y me abrazo por la cintura.

Paula – todo va a salir bien, ya lo veras – me dijo mirándome desde abajo, sus ojos me transmitían una seguridad halagadora.

Yo – y Marina?

Paula – Estaba demasiado nerviosa para estar encerrada asique se fue a ver a su psiquiatra o psicoanalista, no sé lo que me ha dicho….hablaba muy desquiciada! Vaya momento más bueno para conocernos no? – dijo con ironía

Yo – es que es muy…como decirlo…sensible? Afectable? Si alguna situación a ti te duele a ella le crea una depresión…pero es muy buena, no se lo tengas en cuenta – entrelacé mis manos en su pelo y me agaché a besarla. Me hacia olvidar todo con sus besos.

El beso empezó tierno, lento, para convertirse en algo más intenso, más salvaje, toda esta situación no nos había quitado aun las ganas de acabar con todo lo que queríamos la una de la otra. Me senté encima suya y la única prenda que cubría mi cuerpo, una pequeña toalla, voló hasta caer bien lejos de nosotras…

“Bienaventurados, bienaventurados…”

Yo – Mierda, que oportuna es la gente para llamar! – y la volví a besar mientras que el teléfono seguía sonando.

Paula – atiende, puede ser importante – de mala gana me levanté de su regazo y busque mis pantalones, esos que apestaban a humo.

Era otra vez un número desconocido, ya empezaban a temblarme las piernas…

Yo – hola?

Yo – si, le recuerdo

Yo – si

Yo – aham

Yo - …..

Yo – si, sigo aquí, me puede repetir lo último?

Yo – vale, en cual?

Yo – si lo conozco, allí lo veo a las 12, gracias

Colgué y mi cara de asombro era tremenda. Paula me miraba extrañada esperando el momento en el que le dijera quien era y qué me había dicho.

Paula – si me sigues dejando con la intriga me tiro por el balcón! Qué pasa? Quien era?

Yo – era del seguro, el perito….

Paula – y? que!!!!

Yo – me quiere ver en el banco Santander a las 12

Paula – para qué?

Yo – para abrirme una cuenta…

Paula – pero me vas a decir para que! – Paula estaba que se tiraba de los pelos y yo estaba alucinando.

Yo – Para ingresar el dinero del seguro, la indemnización por el incendio

Paula – como? Ya? Así de rápido? Pero si esos son unos cabrones que tardan 3 años en pagarte un cristal roto!!

Yo – ya, pero el seguro del restaurante tenía una clausula personal que en caso de siniestro se indemnizaría a las 24 horas por eso me hacen abrirme la cuenta hoy, para empezar el papeleo y que mañana disponga del dinero.

Paula – y porque esa cara de “me quedo loca”? cuanto es la indemnización?

Yo – 600….

Paula – 600 euros? Pero si eso es lo que vale 1 mesa! – me acerqué a ella sentándome otra vez encima, la miré a los ojos y con lagrimas en ellos le corregí su error…

Yo – 600 mil euros Paula, Cristina pagó para que en caso de siniestro tuviera para montar 12 restaurantes y con clausula de pronto-pago…..

Y estallé en llanto. No sabía si lloraba por que podía reconstruir el restaurante a imagen y semejanza del quemado, si lloraba por que podría montar un restaurante en otro sitio dejando definitivamente el pasado fuera de mi vida o si lloraba porque la mujer que un día fue mi vida y me la arrebataron en un segundo aun seguía haciendo acto de presencia con esto. Solo quería desahogarme, llorar hasta que todo lo vivido esa noche y esa mañana se ahogara en mis lágrimas.

Después de más de una hora de llanto y de que Paula estuviera a mi lado el sopor del sueño nos invadió y nos quedamos dormidas. Me desperté justo para la cita en el banco. Hicimos todos los papeleos y al salir del banco llamé a Marina para vernos en lo de Espe.

Llegue y aun no había llegado ella…

Espe – Tania, Marina me llamó esta mañana y me conto todo, estaba histérica perdida. Tu como estas?

Yo – Intentando asimilar toda esta mierda que se me ha venido encima.

Espe – Y que vas a hacer ahora?

Yo – no lo sé, creo que me voy a ir de vacaciones. No quiero saber nada de restaurantes, de ninguna ex sicópata ni de nada, quiero desconectar de todo por un tiempo.

Espe – pues aprovecha ahora que puedes y…perdona la pregunta pero tengo curiosidad….vas a ir al entierro de la tía esa? – refiriéndose a Lucia, claro está-

Yo – si claro, después de incendiar mi restaurante y ser tan estúpida como para morir haciéndolo voy a ir a recochineárselo a los padres “joderse que vuestra hija murió por intentar joderme”….quevaa! para nada, habrá sido una hija de puta al hacer eso pero no me olvido de que murió….- el estomago se me estaba empezando a revolver, como podía ser! Joder, aun era muy sub real ! Espe notó mi turbación y no preguntó más.

Un rato después llegó Marina. Hablamos de todo, me pidió perdón por su histerismo aunque yo ya la conocí con el así que no había nada que perdonar…

Marina – y que piensas hacer con el dinero?

Yo – ese es el problema, no sé lo que quiero hacer, no sé si reconstruir o irme a otro sitio, así dejo el pasado atrás de una puta vez…

Marina – bueno, pégate unas vacaciones que ya tendrás tiempo de decidir donde malgastar tanto dinero jajajaja mira nuestra Cristina, hasta el último momento aparece, que jodida que era eh!

Yo – si, por eso no sé si reconstruir o no…siento que si reconstruyo la tendré siempre presente y no podré avanzar con Paula pero por otro lado no quiero irme a otro sitio porque quiero conservarla en mi vida aunque ya no esté…no se qué coño hacer!

Marina – Ta, tu quieres estar con Paula?

Yo – tengo claro que si

Marina – pues ahí tienes la respuesta a tus indecisiones….

2 meses después

Llegamos ayer de Tarifa, si, “llegamos” porque secuestré a Paula y me la llevé conmigo de vacaciones obligadas, ya no tenía nada en la ciudad y necesitaba aire puro, playa, sol, mar, relax, todo lo que no tenia en esa estresante ciudad y como ya no tenía el negocio no me importaba irme un día o dos meses.

Pasé junto a ella los dos meses más bonitos de mi vida.  Confirmé todas mis dudas…estaba tremendamente enamorada de ella desde la primera vez que la vi y ella, afortunadamente para mi, sentía lo mismo.

Alquilamos una pequeña casa a 10 metros de la arena de una playa de más de 1 km de larga donde la mayoría de personas que iban eran surfistas y se podían contar con los dedos de la mano. Por suerte  casi siempre estábamos solas.

La playa, el mar, la casa, todo aquello dio mucho pie a conocernos a fondo en todos los sentidos que se le puedan dar a esa palabra….

Flashback

Paula – que cenamos? Tengo un hambre después de estar todo el día en la playa que me comería un cordero entero!

Era tan hermosa, con su piel bronceada con ese tono dorado que solo se consigue gracias a la sal del mar sus ojos verdes y sus dientes resaltaban de una forma sumamente seductora, me volvía loca!

Yo – pues puedo darte ideas de que comer… - le dije acercándome lentamente. Cuando llegué hasta ella quedándome a unos centímetros de su cara le agarré una mano y la llevé hasta mi nalga – En el menú puedes poner pechuga

Paula – jajajajaja esas cosas solo se te ocurren a ti jajajaja- me encantaba verla sonreír, era inevitable hacer cualquier cosa con tal de provocar su risa.

Yo –me encanta verte sonreír-  puse mis brazos alrededor de su cuello para aproximarme más a ella y cubrirle la boca con mis besos. Ella ya era dueña de mis nalgas, subía y bajaba por mi espalda y empezó a jugar con el nudo de mi bikini.

Yo no soltaba su boca, sentía que ella me daba el aire. Jugué con su lengua a mi antojo hasta provocar que su respiración aumentara la velocidad y con ella la mía. Aun seguía entretenida con el nudo…hasta que lo desató y separándose un poco hizo desaparecer la parte de arriba, ya quedaba menos….

Poco a poco la fui llevando hasta la habitación y entre beso y beso la recosté en la cama, no sin antes hacer lo propio con la parte de arriba de su bikini y dejando la puerta abierta a mi vista, mi imaginación voló para convertir en hechos lo que ya rondaba mi mente. Me acerqué a su pecho mientras miraba sus ojos, llenos de ese sentimiento que rondaba en el ambiente. Me centré en sus pezones simultáneamente con la boca y con las manos para conseguir que salieran de su garganta pequeños gemidos y que empezara a arañar mi espalda lo cual aumentaba mi excitación y con ella mis caricias. Cuando ya creí que el resto de su cuerpo se sentiría celoso por las atenciones a su pecho subí de nuevo a su boca para besarla con más pasión si cabía sin dejar de acariciar sus senos. Ella gemía y suspiraba cada vez más fuerte…y quise jugar un poco. Le agarré la mano de manera que la mía quedaba debajo de la suya y mirándola a los ojos le dije “dirígeme”.

Al principio me miró sin hacer nada, pensando o más bien asimilando lo que le acababa de decir para, de repente, besarme fuertemente mordiéndome cada centímetro de mis labios mientras empezaba a dirigir mi mano por su cuerpo.

Siguió con el seno que había abandonado para empezar a bajar por su vientre, despacio, hasta llegar por el costado al hueso de su cadera, me dirigía acariciando esa zona con lentitud para seguir su recorrido hasta su entrepierna de la cual una cascada de humedad fluía por todas partes. Acaricié por ella su ingle, sus labios y llegado al momento de que sus gemidos ya eran medio gritos  me obligó a centrarme en su clítoris, ese punto ya hinchado que transformo sus medio gritos en verdaderos gritos de placer. Estaba muy húmeda y excitada y yo iba a la par solo con oírla.

Con su otra mano me arañaba la espalda, me apretaba, se enredaba en mi pelo y eso me ponía aun peor. Me miró durante un segundo y supo lo que quería que hiciera. Mientras que ella con su mano dirigía la mina por su intimidad bajo la que le quedaba libre hasta la mía dándome todo el placer que callada, le pedía a gritos.

A las dos nos faltaba muy poco para llegar porque nos delataban nuestros gemidos. Cambió de posición su mano hasta que llevo a la mía a la entrada de su cuerpo y eligiendo dos dedos  apretó hasta que sentí como penetraba dentro de ella. Marcó el ritmo y después noté como se empezaba a estimular mientras con su otra mano lo hacía conmigo. Los gritos que vaticinaban el estallido no los podían acallar los besos salvajes que nos estábamos dando.

Entre todo aquel placer que nos estábamos dando me espetó un “me voy” apresurando la respiración y yo la respondí con un “y yo contigo”….  y ahí un segundo de quietud de los cuerpos, no de las manos, y estallamos las dos en sendos orgasmos que nos subieron al cielo hasta quedar sin aliento. Sentía como sus espasmos me apretaban los dedos. Nuestras respiraciones estaban al borde de producir mareo. De hecho yo lo estaba.

La miré, me miró e igual de bien que nos sincronizábamos para llegar juntas, juntas nos salió un “te amo” que nos dejo primero sorprendidas y luego divertidas, besándonos, hasta empezar todo de nuevo…

Fin del flashback

Y ahora volvíamos porque yo ya sabía que quería hacer con todo…

Nos encontramos con Marina en el bar de siempre. Tomamos café y charlamos de lo bien que nos había ido en aquella playa. Marina me contó que el local ya estaba limpio. Cuando me fui la dejé encargada de mandar una empresa de limpieza mientras que decidía que hacer…y llegó la pregunta….

Marina – bueno Ta, encontraste donde buscar las decisiones en aquella playa?

Yo – si…

Marina – yyyy???

Yo – siempre llevaré a Cristina en mi corazón, pero ahora la mayor parte de él la tiene Paula…voy a montar otro restaurante distinto en otra parte -agarré a Paula de la mano – y ya tengo cheff!

THE END

Espero que esta parte final sea merecedora de comentarios tan buenos como han tenido los otros capítulos. Se que fui un poco cabrona con el final del ultimo pero esa es la mejor manera de enganchar al que lee, o no? Jajaja

Gracias a todos, volveré pronto.

Minara

Pd1: deja de llamarme “parqui” !!!!!!!!!! ^,^

Pd2: te espero debajo del sauce tomando mate jajajaja