Decision donde te busco... 6
6º Cap.
Me desperté pensando en todo lo que estaba pasando, en todo lo que “me estaba” pasando. Me parecía muy surrealista que de repente, después de haber pasado de cama en cama a mi antojo sin llevarme nada, viniera como caído del cielo un ángel que me hacía sentir más que todas las demás juntas. Tenía miedo de volver a involucrarme y perder….pero no sabía, si no me arriesgaba, si perdería o no. De momento me estaba dejando llevar pero…debía seguir haciéndolo? Decisión, donde te busco…..
El timbre me sacó de mis cavilaciones. Abrí y ahí estaba Marina, con su desparpajo habitual.
Marina – Buenos días señorita! Venga, ya me lo estas contando todo pero ya!
Yo – si ya te lo conté todo ayer por teléfono! Que mas quieres? – fuimos a la cocina – café?
Marina –of course nena! Sin café no soy persona….bueno, entonces Paula no? Y que piensas hacer? En febrero o en marzo?
Yo – 0.o eh? En febrero o en marzo qué?
Marina – La boda idiota! Jajajaja
Yo – tu no cambias….- casi siempre estaba de broma esta tía!
Marina – joder, para una vez que te veo bien deja que te tire alguna sugerencia para hacer….jajajaja
Desayunamos entre bromas y risas. Le volví a contar todo y no salía de su asombro, la verdad es que ni yo me reconocía. Pasó el tiempo y casi era medio día.
Marina – mira Ta, sabes que yo te voy a apoyar en lo que hagas pero yo de ti me tiraba a la piscina sin pensármelo. Llevas demasiado tiempo sola y ahora qué crees haber encontrado a quien te complementa otra vez porque no probar? Quien no arriesga no gana!
Yo – Es que es fácil decirlo pero un poco más complicado cuando te pones a hacerlo sabes! En fin, ya veremos qué pasa, yo no tengo prisa y ella tampoco asique no sé porque me complico tanto…
Marina – pues porque somos unos inconformistas de mierda que no nos vale nada y por eso le tenemos que dar 20 vueltas a las cosas……y cambiando un poco de tema, que vas a hacer hoy?
Yo – pues cuando se vaya una pesada que tengo en casa voy a ir a por Paula, me la voy a llevar a comer al Torreón y después al cine….pero es que no se va!
Marina – tus indirectas las tiras con buena puntería! Me han dado en toooda la frente! - Jajajaja - bueno, si es así me voy pero no creas que te escapas! Quiero conocer a esa tía que te está poniendo todo patas arriba asique mañana me paso por el restaurante antes de que cierres.
Yo – bueno, vente antes de las 11 porque ella se va a esa hora – la acompañe hasta la puerta y le di un beso en la mejilla – si puedo esta noche te llamo y te cuento que tal me fue el día
Marina – como que si puedes?
Yo – Porque si Paula está aquí olvídate de la llamada.
Marina – Siempre me abandonas por una mujer!!!! – dijo haciendo pucheros – eres una de mis peores amigas!
Yo – ya, dices eso porque solo tienes una jajajaja
Marina – yo también te quiero! – y se metió en el ascensor haciendo tonterías, siempre estaba igual, que suerte tenía al tenerla.
Me alegó la mañana hablar con Marina, mi cabeza ya no estaba tan saturada con todo esto. Me arreglé y mientras sacaba el coche del garaje llamé a Paula.
Yo – Buenos días, salgo ya para tu casa, calcula 10 minutos más o menos.
Paula – Hola! 10 minutos? Si estas en la otra punta!
Yo – Ya, pero entre mi coche y las ganas que tengo de verte me hacen ir rápido – ni yo sabía de dónde sacaba esas frases tan tontas que le decía cuando hablaba con ella.
Paula – jajajaja vale, voy bajando entonces, hasta ahora! – colgó, subí el volumen de la música metalera que siempre me acompañaba y aceleré por las calles de la ciudad medio desierta por ser domingo. Entré a su calle unos 9 minutos después y la vi de lejos sentada en los escalones de la entrada a su casa. Estaba guapísima! Conforme me iba acercando empecé de nuevo a sentir ese nerviosismo que ya era costumbre en mí cada vez que la tenía cerca. Baje la ventanilla parando al lado suyo y le dije:
Yo – Hola, mira, estoy buscando a alguna chica guapa para que se venga conmigo a comer pero es que no encuentro a ninguna!
Paula – Si veo alguna te la mando, quieres? – me dijo con una gran sonrisa que dejaba ver su dentadura perfecta. Llevaba el pelo suelto y acostumbrada a verla siempre con él recogido me pareció más hermosa que nunca, con una camisa medio informal y unos vaqueros ajustados me parecía la mujer más guapa del mundo. Subió y se acercó para besarme tiernamente. Olía tan bien…
Paula – Hola jefa, como estas?
Yo – Ahora mejor que nunca – mi sonrisa me delataba, me encantaba esa chica – tienes hambre?
Paula – La verdad es que si
Yo – pues entonces vámonos a comer – y enfilé la calle para dirigirme a mi restaurante favorito, por un día que me sirvieran a mi no?
Comimos tranquilas, hablando, conociéndonos un poco más. Me contó que hasta hace poco vivía con su padre pero se independizó y por eso necesitaba trabajar. Le encantaba la cocina, como a su madre que murió el día que ella nació. Me contó que nunca había tenido ningún gran amor ni una gran relación, solo parejas pasajeras. Que el día que la conocí llegó tarde por pinchar una rueda en el barrio más malo de la ciudad, no podía dejar el coche allí asique tuvo que esperar a la grúa y ante mi cara de “que hacías allí” me dijo que a veces visitaba a la hermana de su madre, su tía, pero ella no la llamaba así, solo Esther, no sabía porqué pero desde pequeña era así. Yo también le conté de mi vida. Me había quedado sin mis padres por un accidente de avión a los 19. Por aquel entonces solo tenía a 2 amigas, Marina y Cristina. Desde que me di cuenta que las mujeres eran lo mío Marina era mi paño de lagrimas por todas las que me rompían el corazón. Cosas de crías. Cristina en aquella época, yo sin saber porque, siempre que estaba con alguna en mente se cabreaba y no volvía a aparecer hasta unos días después con la escusa de que había estado mala o cualquier historia que yo me creía sin saber que en realidad se había quedado en su casa, jodidisima, porque yo estaba con otra y seguía sin fijarme en ella.
Cuando pasó lo del accidente me quedé muy mal, no dejaba que nadie se acercara a mí porque solo quería estar sola. No salía ni comía, me estaba destruyendo poco a poco y ninguna de las dos sabia que hacer hasta que un día, casi tirándome la puerta abajo, Cristina vino y me obligó a poner algo de orden en mi vida. Después de llorarle un mar me obligó a ducharme, yo estaba inerte, obsoleta, en vida sin vida. Me cocinó y por fin después de muchos días comí. Pasó conmigo día y noche. Me secaba las lagrimas, me acompañaba hora tras hora sin decir nada….hasta que empecé a salir del pozo en el que estaba metida y después de una situación un poco rara me di cuenta de que estaba enamorada de ella…
FLASBACK
Yo - Cris, sin ti no se que hubiera sido de mí, me has aguantado como una campeona y no te he oído quejarte ni una vez. En estos dos meses que hace ya desde el accidente aparte de Marina eres quien más me ha ayudado, nunca me cansaré de darte las gracias
Cris – ná, no te preocupes, para eso están las amigas. Lo importante es que ya estas mejor y tienes que seguir así.
Yo – Gracias de verdad – le di un abrazo – me voy ya.
Cris – donde? Si se puede saber claro
Yo – si claro, me voy a ver a Vero que me llamó ayer para decirme que hoy no había nadie en su casa y – no me dejo terminar, me dio tal ostia que los ojos me dieron vueltas como una máquina tragaperras. Se fue tan rápido que no pude reaccionar, no sabía si aquello era una imaginación mía o no…más bien no era imaginación porque la cara me dolía un disparate por el jetazo. Le mandé un mensaje a Marina para que viniera y así lo hizo, cuando le conté no me esperaba lo que me dijo:
Marina – tu adrede eres tonta o solo te lo haces? Como se te ocurre decirle a Cristina que te vas a ver a Vero?
Yo – que tiene de malo? No entiendo una mierda! Porque me ha pegado??!?!?!!
Marina – Mira Ta, te voy a ser muy clara porque veo que para ciertas cosas eres muy lista y para otras te pasas de tonta….Cristina está coladísima por ti desde antes de Cristo! Dime de verdad que no te dabas cuenta como se sentía ella siempre que venias con alguna nueva! Un día te vio en la parada del bus enganchada a una y me costó una semana que saliera de su casa. De verdad, estas mas ciega….
Yo – no me lo puedo creer…
Marina – pues créetelo. Ahora eso sí, lo de la ostia no lo entiendo muy bien, supongo que estará cansada de tu ceguera….voy a ver si la encuentro en su casa.
Se fue y me quedó una sensación muy extraña. Toda esa información se filtraba como por goteo en mi cerebro y no me dejaba pensar claramente. Solo sentía que la tenía que ir a buscar, no sabía porque, pero tenía que hacerlo. Salí corriendo y alcancé a Marina, le dije que la llamara pero no contestaba. Nos presentamos las dos en su casa. Su madre nos dijo que estaba arriba y le dije a Marina que me dejara hablar con ella. Subí y toqué su puerta pero nadie contestaba.
Las manos me sudaban cuando giré el pomo y entré. Estaba con los ojos cerrados sentada en la cama con la espalda apoyada en la pared. Tenía el ipod puesto y no escucho que yo estaba allí. Me acerque y me senté lentamente enfrente de ella pero no tan lentamente como para que no lo notara. Abrió los ojos y al verme, con cara de asombro, hizo el amago de quitarse los cascos pero no la dejé, la agarré de las manos y sin saber porque un impulso irremediable me llevo a besarla….ahí empezó todo...
Después le conté sin mucho detalle el accidente que le arrancó la vida con 23 años. Que mi vida había sido un desastre los siguientes 3 años hasta que decidí abrir el restaurante, ese que Cris había diseñado y construido con la ayuda de su padre para nosotras dos.
Paula - tu historia es para escribirla, lo sabes no?
Yo – jajaja, tampoco es para tanto! Por lo menos ahora la puedo contar – ya estábamos tomando café – te apetece ir al cine?
Paula – Claro! Que quieres ver?
Yo – No sé lo que está en cartelera, hace 1000 años que no voy al cine – pagué y nos fuimos a un centro comercial que tenia salas grandes. Elegimos película y nos metimos en la sala. No había mucha gente por la hora asique nos sentamos bien arriba y bien pegaditas a la pared.
La película empezó y ahí estábamos las dos, ella me agarraba del brazo y apoyaba su cabeza en mi hombro mientras que con la otra mano agarraba la mía. Sabía que estando tan cerca de ella poca película (por no decir nada de nada) iba a ver. Los cines incitan a eso, a meterse mano! Pero eran más las ganas (o no?) de estar así de a gusto con ella. No llevábamos ni diez minutos de película y sentí que su mano dejaba la mía para posarse encima de mi pierna por un leve cambio de postura. Ese contacto me turbo más de lo que yo esperaba y ella lo notó.
Paula – si te molesta dímelo y la quito…- dijo susurrándome al oído erizándome la piel. Me beso el cuello y se giró para seguir viendo la película. Yo no dije nada, no podía articular palabra ni hacer ningún movimiento. Ese beso me excitó muchísimo! Mis ojos no se apartaban de la pantalla aun sin ver nada. Solo era consciente de su presencia, de su mano en mi brazo, de su cara en mi hombro, de su otra mano en mi pierna. En esas estaba yo cuando ella empezó a mover la mano acariciándome la pierna. Mi pecho estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para contener a mi corazón que ya andaba más deprisa de lo normal y mi respiración empezaba a agitarse aunque yo intentaba disimular lo mejor que podía.
Paula – Estas bien? - dijo volviéndome a susurrar en el oído, sabía perfectamente lo que estaba haciendo porque sentía como sonreía, lo que no sabía era hasta que punto estaba alterada con esas ínfimas caricias. Si con eso provocaba que mi corazón se saliera del pecho cuando hiciera algo mas no sabía cómo iba a reaccionar…volvimos a la película, ella más que yo obviamente porque yo seguía a punto de subirme por las paredes. No conseguía prestar atención a la película, solo era capaz de mirar como su mano subía y bajaba desde mi rodilla hasta casi mi cintura. Paró y…
Paula – voy al baño, no tardo – se levantó y bajando las escaleras desapareció por el pasillo. Mi corazón seguía igual de alterado, mi cabeza igual de nublada y las piernas me empezaban a temblar..... pero eso no me impidió reaccionar, levantarme e irme detrás de ella al baño…