Decision donde te busco... 3

3er Capitulo

Hacia 3 noches que llegó Paula  y la voz se corrió como la pólvora, tuvimos completo todo! A este paso tendré que contratar a otro camarero! Pero ese no era ni mucho menos el problema

2º Día

Entré a la cocina a pasar una comanda, me acerqué a la mesa, la pinché y cuando me di la vuelta ahí estaba Paula mirándome, demasiado cerca para ser coincidencia, demasiado cerca para no ponerme nerviosa, demasiado cerca para estar imaginándome las cosas….zafé como pude y salí de la cocina como alma que lleva el diablo...a la 4ª comanda que me hizo lo mismo terminé por dejar a Diego que las llevara...porque hacia eso? Justo ahora que no quiero meterme en nada con nadie! El resto del día pasó entre miradas por su parte y nerviosismo por la mía, sin cruzar una palabra que no fuera “ que tenemos?”

Hoy

Ya no entraba a la cocina, solo al principio de cada servicio para preguntar que había y que no,  por lo menos esos malos tragos me los ahorraba aunque no podía parar de pensar en ella, cada vez que miraba a través de la puerta me correspondía la mirada con una sonrisa que me iba a costar todos los vasos y platos del restaurante, me estaba cansando su descaro y mi tontería. Siempre que podía  salía de la cocina  para acercarse a la barra o a cualquier sitio donde estuviera yo. En un momento de esos de relax, donde la cocina estaba en paro vi como salía y disimulando me fui al baño, al final, me iba a terminar dando un infarto con tanta taquicardia por tenerla cerca, no había sido capaz de cruzar dos palabras seguidas con ella después de la noche en que la contraté…aunque si contaran las miradas como palabras habríamos tenido muchas conversaciones

Entré y me refresqué un poco la cara, pensé en que esa noche llamaría a Marina para contarle todo lo que me estaba pasando con ella, me estaba volviendo loca, yo jamás me he achantado con nadie y menos con una mujer, parecía la típica cría que le gusta alguien de su clase y no es capaz ni de decirle hola. Tenía que solucionar este problema, no es muy común que la jefa no se atreva a hablar con alguien de la cocina y más si es el chef!

Y justo cuando estaba por irme apareció, con su descaro, mirándome, cerrando la puerta y apoyándose en ella.

Paula – Tania, me podrías explicar que es lo que estoy haciendo mal?

Yo – Como?

Paula – Tu veras, no me hablas, me esquivas las miradas, me huyes, que he hecho mal? Llevo 3 días aquí y lo que menos quiero es que me despidas.

Yo – No, no has hecho nada, soy  yo que ando algo nerviosa últimamente y  - se me acerco tan pero tannn cerca que no pude hacer otra cosa que dejar de hablar, de respirar!

Paula – Es esto lo que te pone nerviosa? – y sí, me perdí mirándola a los ojos, a su boca, esos labios que eran mi manzana, porque yo me sentía Eva. Sentí su aliento mezclarse con el mío un segundo antes de que su boca se juntara con la mía, un toque sutil, un roce, un beso que hizo que me recorriera un escalofrío por toda la espalda, que se me ablandaran las piernas, que me sudaran las manos. Se separó para mirarme, la miré sin siquiera respirar, (me olvidé de cómo hacerlo)   se acerco para volverme a besar, atrapando mis labios entre los suyos subiéndome con ello la presión,  me acercó más a ella tomándome de la cintura y ahí ya no pensé,  me adueñé de ese beso que me estaba haciendo delirar y lo intensifiqué, empezamos una lucha de boca con boca, lengua con lengua para ver  quien ganaba, la agarre del cuello, cambié la posición para apoyarla en el lavamanos y…..se abrió la puerta, nos separamos bastante agitadas mirando quien había entrado….

Belén – ahí! Ya empiezo a entender muchas cosas! – Belén, que era como la matriarca del negocio, una señora encantadora de 58 años encargada del tren de lavado, Belén, que las mataba callando, Belén, si,  la que me había pillado en el momento en el que mi cabeza dejó de funcionar por darse cuenta que por primera vez en mucho tiempo había sentido 1000 millones de cosas con ese beso. Salí y la deje con una sonrisa de “te pillé!” y a Paula agarrada aun al lavamanos mirándome con cara de “porque te vas?”.

Yo – Diego, toma – y le di las llaves del restaurante – cierra tu esta noche quieres?

Diego – Si claro, pasa algo?

Yo – No, tengo que hacer unas cosas, mañana paso por tu casa a por las llaves por la mañana

Diego – Seguro que estas bien? Estas pálida.

Yo - Chauuuu

Necesitaba aire, respirar, o mejor volver a recordar cómo se hace.  3 días, en 3 días había conseguido que mi vida fuera un completo caos! Ese beso no me dejó dormir, terminé viendo el amanecer desde mi casa porque no había nada que consiguiera quitarme el recuerdo de todas las cosas que sentí en esos 2 minutos que duró…Belén, no sé si me alegro de que apareciera o no, no me gusta perder el control de las cosas y en ese momento era de todo menos yo.

Le mandé un Sms a Diego para que abriera el, yo pasaría a cerrar más tarde, sinceramente no tenía ganas de aparecer por allí, de verla, de no controlar las cosas, de no saber controlarme a mí misma, de volver a perder la cabeza. Quería despejarme asique decidí llamar a Marina

Un tono, dos, tres, cuatro

Marina -  hombre! Desaparecida! Que desde el Domingo ni un triste mensaje!

Yo –ya! Es que he estado muy liada con el restaurante, no me eches la bronca que esta no es mi mejor semana

Marina – pero que te pasa?

Yo – te acuerdas de que tenía que contratar a alguien de chef?

Marina – si

Yo – Pues ya encontré chef y se llama Paula

Marina – am….y que pasa con ella?

Yo – Pues ella me pasa!


Una hora después Marina me miraba con los ojos más abiertos que podía

Marina – No me jodas Tania!!

Yo – pues sí, me beso, o la bese, que se yo! El caso es que volví a sentir, Marina, sabes que desde Cristina no me había pasado nada parecido, estoy algo confundida

Marina – de confundida nada! Deja de hacer la gilipollas, te gusta no? Pues ale, al toro por los cuernos coño! Que llevas 6 años perdiendo el tiempo, buscando a alguna mujer que te haga sentir otra vez y te llene en vez de dejarte vacía!

Yo – ¬¬

Marina – que? No me mires así, Tania, lo que te estoy diciendo no lo digo para herirte pero ya está bien de tanto golferío, te vendría bien volver a enamorarte, ya hace 6 años  y si, seguirías con ella si no llega a ser por el hijo de puta ese! Pero deberías pasar página de una vez, lo único que conseguirás cerrándote es seguir igual de vacía ahora.

Yo – Marina, no es que no quiera, es que no puedo – se me saltaban las lagrimas- la quise tanto que para mí es imposible que alguien ocupe su lugar

Marina – Nadie ocupa el lugar de nadie, ella seguirá teniendo su sitio en tu corazón, solo ábrelo para que entre alguien más que te haga feliz

Pasé el día con Marina en casa, convenciéndome de que no tenía nada que perder porque ya lo había perdido hace mucho. Por la noche llamé al restaurante para ver cómo iban y le dije que en un rato iría a cerrar. Me duché, me arregle “casual” como siempre y me fui.

Yo – Que tal el día Die?

Diego – bien jefa, como los 3 últimos días, lleno pero sin agobios.

Yo – Perfecto, que queda?

Diego – Esa mesa de 4 de allí pero ya están cobrados, falta que se vayan, están todas las meas montadas para mañana.

Yo – Am, pues si quieres irse tu y Pablo que ya termino yo, de la cocina están?

Diego – No ya se fueron

Yo – ok, pues lo dicho, mañana nos vemos, cuidarse

Pablo y Diego – Hasta mañana Tania

Me quedé revisando la caja, como hacía cada noche. La gente de la mesa se levanto y despidiéndose se fueron, apagué las luces de fuera, me serví una cerveza, puse música  y empecé a revisar para hacer pedidos. Estaba en la barra sentada, entretenida entre los papeles y la música cuando sentí que tenia a alguien detrás, no pegado, sino que alguien me estaba mirando, me giré y…..

Yo – Lucia?