Decía que no, pero su deseo la traicionó...(VIII)

Y por fin, tras el camino recorrido por Pandora en su propio conocimiento, acaba siendo follada por amo... Pero como lo importante es saber cómo sucedió todo, en este capítulo lo tenéis bien detallado...

Como siempre, lo primero es mi agradecimiento para todas aquellas mujeres que os habéis visto reflejadas en Pandora y excitadas por lo que le sucede y cómo le sucede… Muchas gracias por vuestros comentarios y correos.

Para todas aquellas que os hayáis sentido excitadas o curiosas ante la situación pero no creéis que podáis llegar a realizarlo, animaros, porque mi experiencia es que, si algo se desea, se puede llegar a disfrutar. Ante cualquier duda, ya sabéis donde encontrarme. Para todo lo demás, MasterCard, jeje.

Retomando la historia de Pandora, teníamos a esa deliciosa zorrita donde todos estábamos deseando tenerla ya hace mucho… En la cama, desnuda, atada, indefensa, dispuesta a dejarse llevar sin pensar en nada más que en disfrutar…

Pandora, por fin follada por su amo…

S: Estás cómoda?

P: Sí, por qué?

S: No se… como te meneas y pareces alterada…

P: jaja, eres malo… sabes lo que me pasa perfectamente, amo…

S: No tienes miedo a la oscuridad, no…?

P: jaja, está la luz dada…

S: Sí, doy fe. Me permite admirar y disfrutar de tu precioso cuerpo… Pero tu no la ves…

P: Bueno, un poquito de claridad si se cuela por debajo de los ojos

S: Hummm, perfecto. No te importa que te deje aquí entonces y me vaya a ver la tele, no? -dije evidentemente con afán de putearla un poquito ahora que estaba atada…

P: jajaja, serías capaz de irte y dejar aquí a tu zorrita empapada castigada…? si he sido buena…

S: Hum… Lo cierto es que no… Voy a dejarte un segundo pero para desvalijarte la casa. Al final te he engañado y te he atado de manera que no puedas soltarte…

P: Si claro… Se que no valoras lo material sino el placer…

S: jaja, vale, me has pillado. Confías en mí entonces?

P: Ya te he dicho antes que sí y aún no me he soltado no…?

S: Ciertamente… Lástima que no puedas ver lo preciosa que estás así…

P: No, pero veo lo malo que eres haciéndome desear aquí como si nada, dejando que el tiempo pase y yo me muera de excitación…

S: Vaya, que zorrita más lista me ha salido… jeje

P: Tengo muy buen maestro y aprendo rápido…

S: Muy bien zorrita. Así me gusta. Y vás a seguir aprendiendo…

P: Lo se… y lo deseo, amo…

S: Mmm, perfecto… Entonces quédate ahí y  no te muevas…

P: No…

S: Voy un segundo a por una cosa, no te preocupes, que ya vengo

P: Ufff, q miedito… Se bueno eh…

S: No lo soy siempre zorrita…?

P: Sí…

S: Pues eso, confía en tu amo…

Dicho lo cual, me fui hacia la cocina directo, mientras escuchaba que decía algo como “de acuerdo amo” o algo así. Era gracioso que no supiera que le había contestado a la nada… Porque yo, tenía una misión ya en mi mente, que no era otra que descubrir si en el congelador había hielos… Y sí los había! Y también fui capaz de encontrar un pequeño cuenco para meter tres. Estaba a punto de volver hacia la habitación con Pandora, cuando ví un cestillo con pinzas de la ropa y, de repente, mi lado más perverso echó a volar y decidí coger un par y retornar a la habitación.

Volví sigilosamente y me quedé mirándola unos segundos, sin que ella se percatara que ya estaba allí. Estaba preciosa así, atada por las muñecas, tumbada boca arriba, estirada pero nerviosa… Se notaba que pretendía estar tranquila y quieta pero su excitación y su deseo eran palpables a los ojos… Toda la estancia olía a deseo ya y su respiración, lejos de haberse calmado, estaba más acelerada que cuando la había dejado así… Entonces, carraspeé para que no se asustara y le pegara un infarto si me acercaba y la tocaba. Aún así, dio un gracioso brinquito…

P: Ya estás de vuelta, amo?

S: Sí, no quería que mi zorrita se quedara fría aquí tanto tiempo solita…

P: Ufff, no se si eso es posible…

S: Mejor, porque no quiero que te constipes… Q lo mismo estás muy mojada… Quizás debería haberte secado para que no te pusieras malita…

P: Mmm, creo que ha sido ponerme malita lo que ha hecho que me moje…

S: Es posible… Acaso estar así de expuesta para mi y no saber qué va a pasar te excita, zorrita…? -le dije mientras comencé a acariciar suavemente los dedos de uno de sus pies y fui subiendo rozando con mis yemas su empeine, su espinilla, su muslo, su vientre, el lateral de su pecho y su cuello, hasta terminar en una caricia en su preciosa carita.

P: Pffff…. No sabes cuánto amo… -dijo mientras exhalaba un pequeño gemido y su cuerpo se tensaba…

S: Sí lo sé zorrita, y me encanta… -le susurré al oído mientras dejaba sin que se enterara el bol con los hielos y las pinzas encima de la mesilla de noche. Todo su cuerpo se contrajo en ese instante y su piel se puso de gallina, hasta con el último vello de su precioso cuerpo erizado y sus pezones, duros como la roca, casi pareciendo que iban a rezumar leche en cualquier momento…

P: Ufffff, me vas a matar… -acertó a decir… o casi... porque era incapaz de vocalizar…

S: Te he dado permiso para correrte, no para dejarme sin mi preciosa putita sumisa… Ni se te ocurra morirte, ni aunque sea de placer!

P: Mmmm, lo intentaré, amo…

A estas alturas, su cuerpo era un barco a la deriva, empujado por la corriente del deseo que emanaba de su entrepierna… En la cama se adivinaba una mancha de humedad y su coñito brillaba apetecible y jugoso… Tenía decidido que iba a hacer que se corriera con mi boca, pero iba a hacérselo desear como en la vida nadie le había hecho desear tanto nada…Yo estaba sentado a su lado, en la parte izquierda de la cama, a su derecha, mirando a su carita de desear volver a explotar… De necesitar ser follada… Pero aún debía esperar…

Mientras con mi mano derecha acariciaba otra vez su carita e iba bajando por los laterales de su pecho izquierdo a jugar con los huesos de su cadera, acerqué mi boca a su pecho derecho y comencé a lamer, sorber y chupar completamente su pezón, su aureola y todo lo que iba abarcando de su pecho… Ella solo emitía sonidos de excitación, placer y aprobación… Entonces, comencé a mordisquear su pezoncito suavemente mientras mi mano volvía hacia su pecho libre, con el fin de masajearlo por completo, notar cada ganglio, el tacto de su pezón duro y pellizcarlo y retorcerlo suavemente poco a poco… Ella, como seguramente os imaginareis ya a estas alturas, estaba cada vez más excitada y notaba su corazón completamente desbocado… Y no sabía aún lo que le quedaba… pobre…

Aprovechando el placer sobre su pecho izquierdo con mi mano, estiré mi mano izquierda para coger un hielo y llevármelo a la boca sin que se percatara. Lo mantuve unos segundos ahí para enfriar bien mi lengua y mis labios y lo dejé en su sitio, mientras volvía a succionar y apretar con mis labios y mi lengua su pezón y su pecho… Casi se vuelve loca...jiji

P: DIOS! Q sensación! Q malo eres amo!

S: Vaya… no te ha gustado zorrita...? Yo que te lo he hecho con todo mi cariño… jiji

P: Uff, sí! Me ha encantado! Pero no me lo esperaba! Que sensación del calor al frío! Uffff

S: Mmmm, esa era la idea… Te dije que estando atada y vendada, indefensa, no sabrías lo que voy a hacer después…

P: Ya… ni me lo imaginaba! Así que por eso me habías dejado sola…

S: En parte…

P: En parte!! Qué más has traído??

S: Eso lo comprobarás si te sigues portando así de bien y excitando y gozando de todo lo que te hace tu amo…

P: Mmm, como para no gozarlo…

S: Pues eso quiero que sigas haciendo zorrita mía…

Le dije eso mientras la besaba jugosamente y pellizcaba y retorcía un poquito más fuerte sus pezoncitos duros. Cogí entonces el hielo de nuevo y me lo volví a meter en la boca, para darle un beso otra vez tras sacarlo. La sensación era maravillosa… Notar su calor sobre mi frescor… casi quemándome… A ella también parecía encantarle, a juzgar por la respuesta de su cuerpo… Seguí besándola, dejando que calentara mi boca, mientras yo comenzaba a dejar gotear el hielo sobre su cuello… su clavícula… su pecho… Ella se tensaba de placer, sabedora de que, en cualquier momento, ese frío estaría de nuevo en sus pezones… Así que no esperé más y recorrí directamente sus pezones y sus aureolas con el hielo… Para, acto seguido, lanzarme sobre ellos con mi boca ahora caliente… Pasando esta vez del frío al calor…

No sabría decir cuál de los dos cambios la gustaba más, pero era evidente que todo la encantaba. Seguí bajando con el hielo por sus costillas y su vientre y lo deje sobre su ombligo… Su tripa se metía inconscientemente, lo que hacía que se quedara ahí el hielo más aún, en lugar de caerse… Me desplacé yo, entonces, hasta la parte alejada de la cama, separando sus piernas con delicadeza y quedando de rodillas al lado de su entrepierna…

P: Ufff, hay condones en el primer cajón de la mesilla…

S: No necesito condones aún zorrita…

P: Jo, no entres sin condón por favor, que luego me rallo, amo…

S: Me encanta que me ruegues putita, pero no los necesito porque no voy a follarte aún…

P: Mmmm, me vas a hacer sufrir más aún…?

S: Vaya, te estoy haciendo sufrir…? Lo siento… nada más lejos de mi intención…  -dije con sarcasmo, sabiendo que necesitaba correrse de nuevo como el respirar y que deseaba sentir ya por fin a su amo dentro de sí… Pero iba a tener que esperar todavía…

P: Pufff, pero como puedes ser tan malo…

S: Soy muy bueno siendo muy malo…

P: Mmm, muchísimo… Buenísimo.. Malísimo… Uffff

S: No sabes lo deliciosa que estás así y lo que me encanta tenerte atada e indefensa y así de excitada para mi…

P: Tu me pones así amo… Mi cuerpo es tuyo…

S: Lo es zorrita, y voy a tomar posesión de él con todo mi ser… De momento, voy a saborearlo bien y deleitarme…

Le dije eso mientras mis manos estaban jugando con su vientre… los pliegues de la línea de las braguitas en las piernas, su pubis, la parte cercana a sus labios mayores… Entonces, fui acercando mi cara hasta estar frente a su coñito pero sin llegar a tocarlo… Su excitación era palpable. Casi pensé que se correría de un momento a otro sin tocarla por tanto deseo contenido. Pero no fue así, aguantó estoica mientras yo empezaba a soplar sobre su humedad, frente a su coñito aún sin abrir. La sensación la estaba volviendo loca…

P: Mmm, pero que me haces amo… Me estás volviendo loca…

S: Jiji, te dije que sería muy malo y te haría desear antes de permitirte correrte…

P: No me vas a dejar correrme amo..?

S: A su debido tiempo, zorrita… Antes tienes que desearlo de verdad…

P: De verdad??? No se si nadie en el mundo puede desear correrse tanto como lo deseo yo en este momento!!

S: Sí… Tú… Porque aún vas a aguantar más hasta que te permita correrte zorrita… -le dije con maldad y una sonrisa de tremenda satisfacción en mi rostro

P: Ufff, de esta me muero de verdad!!!

S: Aguanta perrita mía… Verás como merecerá la pena…

P: Mmmm, lo intento con todas mis fuerzas amo… Te creo.. Pero estoy excitada como en mi vida!

S: A cada instante conmigo has estado excitada como en tu vida… Desde el primer día que hablamos… Y sigues pudiendo excitarte más aún…

P: Eso es cierto, jiji. Confío en la sabiduría y el buen hacer de mi amo…

S: Y tu amo recompensa tu entrega, putita… -le dije mientras mi lengua por fin comenzó a tocar con la punta los bordes de sus labios mayores… con toques sutiles… abriendo un poco los menores también… pero sin llegar a penetrar su coñito ni tocar su clítoris

Mientras tanto, el agua fría derretida y acumulada en su ombligo, hacía de las suyas de cuando en cuando, derramándose a veces por su tripa y sus caderas con sus movimientos al sentir placer en su entrepierna… Esa sensación la estaba torturando más aún, con una sensación fría de repente pero que, a la vez, la encantaba por contraste. No podía culparla de estar excitada porque, yo mismo, me había recuperado y tenía la polla terriblemente dura y mi deseo, a punto de hacerla explotar… Era increíblemente difícil contener mis propias ganas de follármela y correrme ya, pero saber que ella estaba sufriendo y deseándolo aún más me mantenía firme… Bueno, firme y decidido a aguantar, jaja.

Tampoco era plan de que me odiara, así que decidí comenzar a lamer ya de verdad entre sus labios menores, cada pliegue de su coñito, sorbiendo y mordisqueando toda su piel, mientras mis manos acariciaban sus piernas, los laterales de su vientre, sus pechos… Me encantaba su sabor. El sabor de la excitación. El sabor del deseo. El sabor de la victoria: mi victoria... Realmente no me había mentido el otro día cuando me dijo que se había probado por orden mía y sabía muy rica.

Saboree entonces la entrada de su coñito y lo penetré un poquito con mi lengua para, acto seguido, subir lamiendo lentamente hasta su clítoris. Una vez allí, separé bien la piel de sus labios y el glande de su clítoris con mis manos, para poder acariciarlo bien con la punta de mi lengua, sutilmente… casi sin tocarlo… Estuve así unos segundos haciendo que me odiara…

P: Mmmmm. Por favor… AMO….

S: Mmmmm, no puedo atenderte ahora zorrita… Estoy ocupado…

P: Dios! No seas malo amo… Deja que me corra…

S: No te lo has ganado aún…

P: Te lo estoy rogando amo, por favor, haz que tu putita se corra…

S: No… Aún no… Aguanta putita mía… -le dije mientras, para ponérselo más difícil, apretaba ahora sí su clítoris con mi lengua pero sin moverla más que un poco y muy lentamente…

P: Dios… Joder… Que así no puedo aguantar amo…

S: Que sí, ya verás… Yo te ayudo... -contesté maliciosamente mientras volvía a separarme. Si quería que aguantara no podía tocar su clítoris porque era evidente que se iba a correr aunque fuera porque empezaba a dar palmadas de castigo en su coñito.. jeje

P: Malooooooo!!! -entonces, me baje de la cama, la rodeé y me volví a sentar a su lado

S: Ves? A que así es más fácil aguantar?

P: Puff, no por favor amo, no me dejes así… Tu putita no puede aguantar más… Fóllame ya, por favor, amo!

S: Te diré lo que vamos a hacer zorrita: ahora voy a volver a apretar tus pezoncitos duros cada vez un poquito más fuerte, para ver si puedes aguantarlo. Tranquila, no será muy fuerte… Pero no puedes correrte eh?

P: Mmmm, lo que desees amo, pero fóllame…

S: No… Después, voy a ponerme un condón en mi polla… Tú no puedes verla, pero no te imaginas lo dura que está… Bueno, a lo mejor sí porque acaba de estarlo hace poco en tu boquita, pero ya me entiendes… -dije mientras abría el cajón que me había dicho y localizaba los condones

P: Mmmm, sí! Por fín…

S: Que va.. No me has entendido zorrita… Eso es porque voy a permitir que te corras con mi lengua, mi boca y mis dedos ahora… Te vas a correr para mí así, indefensa, atada... Pero después, en cuanto termines de estremecerte por el orgasmo que tanto deseas, voy a soltarte y ponerte a cuatro patas, para follarte como realmente te mereces… Como la auténtica perra en celo que eres para tu amo… Y como voy a estar tan deseoso de follarte salvajemente, no voy a poder atinar a ponerme el condón… Por eso me lo pongo ahora… Para poder reventar luego a pollazos el encharcado coño de mi putita sin tener que preocuparnos por nada…

P: Ummmm, uffff, sí… quiero!!!

S: Se que quieres perra… Y lo vas a tener… Pero pobre de tí como no vuelvas a correrte de nuevo conmigo cuando yo explote bombeando tu coñito hasta el fondo, chocando mis huevos contra tu cuerpo y golpeando tu culo con mi vientre…

P: Dios, hazmelo ya amo! Hazme todo eso y más! Lo que quieras, soy tu puta! Voy a gozar como nunca!

Así que, tal y como le había prometido, me puse el condón y comencé a lamer, mordisquear y pellizcar sus pezoncitos duros… Lo que ella no sabía es que tenía, además, dos pinzas de madera de la ropa… Perfectas para ponerlas sobre esos deliciosos pezones y apretarlos sin que el daño fuera excesivo, gracias a tener bastante superficie y un muelle no muy duro. Así que, tal y como había imaginado cuando las ví, las abrí y fui dejando que se cerraran poquito a poco, controlando la intensidad mientras la observaba… No parecía que la sensación fuera insoportable para ella sino que, al contrario, la aguantaba y la excitaba, así que las dejé puestas por completo, una en cada pezón, apuntando al techo.

P: Ummm, no se te puede dejar solo amo…

S: Ah sí, se me olvidó decirte que te había cogido un par de pinzas… jiji

P: Ya veo ya…

S: Pensé que no veías…

P: Pues ya siento…

S: Y te gusta?

P: Sí…

S: Si no lo aguantas las quito eh?

P: No… es raro pero me gusta…

S: Mmmm, de acuerdo… Me encantas así… Ahora sí te prometo que voy a dejar que te corras como te he dicho por tu buen comportamiento..

P: Mmm, gracias amo…

Como soy un hombre de palabra, no me quedó otra que bajar de nuevo a colocarme entre sus piernas y comenzar a lamer su coñito y su clítoris de nuevo… Evidentemente, con harto disgusto por mi parte, como imaginareis… jiji. Me encantaba verla así! Era una puta maravillosa… Era increíble todo lo que estábamos avanzando y logrando en nuestro primer encuentro y su primera vez dominada… En aquella situación, por supuesto, no aguantó mucho tiempo hasta que su orgasmo comenzó a invadir cada célula de su cuerpo y a rebosar después por cada hueco que encontraba, mientras mi lengua daba cuenta de su inflamado y sensible clítoris, ahora sí, con presión y ritmo avezados. Por su parte, mis dedos hurgaban sabiamente en su coñito, presionando en dirección a su vientre para estimular su zona más sensible. A estas alturas, seguro que os preguntaréis qué coño había pasado con el hielo… La verdad que no se si se había fundido por completo sobre su ardiente cuerpo o había saltado a tomar por culo en uno de los espasmos que le entraron. Tampoco me preocupaba mucho, el parquet era suyo… Aunque a jurar por sus gritos y gemidos, no era lo que ocupaba su mente en ese momento…

P: AHHH!!! AHHH!!! AHHH!! DIOS!!! DIOSSSS!!! JODERRR! ME CORRO!!! JODER!!! ME CORRO AMO!!! QUE PLACER POR DIOS!!! ME CORRO COMO TU PUTA!!!!

S: MMMM -lamida fuerte y sorbeteo de clítoris- Córrete puta! -más presión y ritmo- Córrete para tu amo, puta! -lamida, presión, ovación y vuelta al ruedo

P: SIIII!!! AHHHH!! AHHHHH!!! SI!!!!

Pues eso, lo que viene siendo un orgasmo muy intenso y largo… Con unos espasmos y todo su cuerpo arqueándose, tirando con tanta fuerza de sus muñecas que, por suerte, la había atado suave y se soltó sin darse cuenta, porque si no se habría acordado después de haberse movimo tanto… jeje. Terminado su orgasmo y cuando empezaba a relajarse, tal y como la había prometido, la agarré de la cintura y la la volteé para ponerla a cuatro patas. Iba a follarla como la auténtica perra en celo que era para mí, su amo. Bastante que había conseguido contenerme y no correrme al verla gozar de esa manera… Ella, entendió mi petición sin mediar palabra y se colocó bien, de rodillas, levantando el culito para que pudiera penetrarla sin problemas.

Y, en ese momento, por fin me la follé… Podría engañaros y deciros que fui lento y cuidadoso por si la hacía daño al ser la primera vez… Pero mentiría… Yo estaba sobreexcitado.. fuera de mi… necesitaba follarla ya.. hasta el fondo… hasta el final… Y sabía que ella también. Estaba encharcada y mis dedos ya habían dado buena cuenta de su coñito, por lo que sabía que no la haría daño y me recibiría deliciosamente bien. Y así fue. De un solo golpe, enterré mi durísima polla por completo hasta el fondo de su chorreante y ardiente vagina… La agarré de las caderas y apreté tan fuerte contra ella que parecía que, por momentos, quería traspasarla… Mis huevos y mi vientre estaban contra su piel… Y, entonces, tras un par de azotes en los laterales de sus glúteos, estando completamente metido hasta sentir con mi polla el final de su vagina y el comienzo de su útero, agarré su pelo, tirando de su cabeza hacia mí y comencé a entrar y salir de su coñito… Acelerando el ritmo enseguida...Entraba y salía de su coño por completo… Notaba como se abría como la mantequilla ante un cuchillo… Y parecía que no era a mi al único que eso le estaba volviendo loco… Los dos estábamos fuera de sí, yo a punto de correrme y ella, creía que también. Pero aún le esperaba una última sorpresa que su amo le tenía preparada…

S: Joder perra, me encanta tu coño! Cómo estás de empapada y caliente! Mira que sensación… Cómo entro y salgo de ti sin problemas…

P: Uff, sí! Qué ganas tenía ya amo!! Me encanta!

S: Así me gusta, porque estoy a punto de correrme y quiero que te vuelvas a correr conmigo…

P: MMMM, sí amo… Voy a volver a correrme para ti!

S: No lo dudes… ya verás que sensación zorra… -y dicho esto, cogí las pinzas que tenía en sus pezones aún y las quité, liberando sus pezones que se habían quedado medio dormidos y haciendo que, al volver a la vida, la sensación fuera increible, lo que desencadenó que se comenzara a correr de manera irremediable…

P: Ahhh, joder… me encanta!!! -decía mientras yo seguía bombeando cada vez más rápido y fuerte su coño y, con mis manos, masajeaba sus pechos y sus pezoncitos para aumentar la sensación y poder tirar bien de ella hacia mi

S: Mmmm, sí perra… Y a mí! Me encantas así! Me encanta follarme a mi perra! Córrete para tu amo ya!

P: AHHH, SIII!, AHÍ VIENE AMO!!!! -gemía y gritaba mientras su coñito comenzó a palpitar, apretando mi polla terriblemente dura y sintiendo una sensación y una presión mayor aún a la ya de por si sensación que estaba teniendo… Eso provocó que yo también me corriera

S: AHHH! JODER!! ME CORRO PUTA!!! COMO ME GUSTA MI PERRA!! ME ENCANTA!!! AHHHHHH!

No se deciros el tiempo que seguimos así, follando a un ritmo vertiginoso hasta caer rendidos… Probablemente no fuera mucho más de un minuto pero el orgasmo fue larguísimo y super intenso. Entonces a ella le fallaron los brazos y se dejó caer exhausta hacia adelante… Yo, con parecidas fuerzas en ese momento, me tumbé por completo sobre ella, mientras aún seguía sintiendo su calor y su coñito, al hacer palpitar mi polla dentro de ella por mi propio deseo, no ya por el orgasmo…

P: Bufff, gracias amo… Nunca me había corrido así…

S: Gracias a ti, zorrita… Me vuelve loco que lo hagas por y para mí…

Y así termina este capítulo contando la primera vez que me follé a Pandora. Por supuesto vinieron muchas más cosa después, pero eso será ya para otro capítulo, ya me conocéis… jeje

Reitero mi agradecimiento a todas las fans de la historia y, sobre todo, a aquellas que se ponen en contacto conmigo para transmitirme su gusto por ella y las sensaciones que les generan. Ya sabéis, sólo tenéis que escribir al correo que viene en mi perfil.