Debora y yo camino a la perversión (9)

Débora y yo camino a la perversión 9

Me desperté cerca del mediodía, había dormido bastante poco, la excitación no me dejaba, a mi lado Débora dormía de costado sus tetas sobre el sujetador y el culito con semen reseco que había salido de él, sentí una erección al instante. Me fui a la cocina y prepare el almuerzo, al rato apareció Débora desnuda diciéndome que se iba a bañar que quería estar linda para que Juan Carlos la cogiera.

Veni al baño así me fregas bien…, vamos… movete…, me agarro de la pija que estaba dura y riendo burlona me llevo al baño. Camine pajerito… putito… cornudo

Ya bajo el agua fregué todo su cuerpo con placer sus hermosas tetas se bamboleaban,

Están lindas mis tetas… lastima que las estén saboreando tantos extraños últimamente… quiero que me arregles el depilado de la conchita también… busca la maquina de afeitar y emprolijame… -así lo hice- muy bien… -me mando a terminar con el almuerzo.

Después de almorzar, me ordeno vestirme e ir para el cuarto. Me ato a la cama y me dejo esperando, la miraba vestirse, se puso el conjuntito rojo que le encanta.

Me compre uno igual a este con la mariposa… pero blanco… lo voy a estrenar con Ricardo… estoy linda…? Quiero que Juan Carlos me de mucha lechita… que pajero cornudo que tengo de marido. –hablaba sola mientras se arreglaba.

Al rato sonó el timbre el muchacho de seguridad abrió abajo y Juan Carlos subió directo al departamento, Débora fue a abrirle y escuche a Juan Carlos exclamando sorprendido.

Esto es increíble… que pedazo de hembra… cuando te vi en la fiesta me enamore de vos… como te casaste con ese boludo… -en seguida escuche el ruido de sus magreos y sobadas

Cuando entraron al cuarto los dos estaban totalmente desnudos, Débora cayó en la cama abriendo sus piernas, Juan Carlos se excito viéndome atado. Se acomodo sobre Débora y la penetro en la pose del misionero. Estuvo bombeándola un rato enorme siempre en la misma posición, pero además la besaba como un enamorado.

Me encantaría casarme con vos… hacerte una docena de hijos… que perra preciosa… si puta divina si… que estrechita que sos… es un culito

Pero estoy casada… y vos también… no te alcanza con cogerme…?

Quiero que seas mía… mi puta solo mía… - se ponía cada vez mas caliente y la bombeaba con fuerza mientras empezaba a mordisquearle los pezones.-

Esta mi maridito acá al lado… no hables así… todos los cuernos son para el… lléname de leche dale… bien llena… dale por favor… así… más duro… dame dame… dame que al cornudo le gusta

Sentía como se movía la cama, sentía el cuerpo de Débora junto al mió. En ese momento Juan Carlos la beso profundamente mientras acababa tensándose sobre ella.

Se quedo un rato sobre Débora y se levanto para ir al baño.

Estas caliente cornudito…, te gustaría que te alivie…?

Por favor mi señora… no aguanto más

Vamos a ver… -dijo y se acomodo en cuclillas sobre mi cara con una rodilla a cada lado de mis orejas. Sentía el olor de su concha. Me puso su clítoris en la boca.- Cómemelo… limpialo vamos… - yo intente echar mi cabeza para atrás pero la posición no me lo permitía- vamos… chupame mi botoncito por lo menos… dale… -chupe un poco pero trataba de no meter la lengua, Débora estaba cada vez más caliente, limpiame bien… dale… mete la lengua vamos… - y apretó ambas rodillas contra mi cabeza- no te voy a aliviar sino… vamos… que esperas… -metí mi lengua dentro de su concha, sentí el sabor del semen de Juan y me empecé a excitar todavía más, Débora lo sintió, al instante su sonrisa perversa se dibujo a pleno- así … muy bien… así toma la lechita de Juan… - empezó a tener un orgasmo sobre mi, sus tetas se sacudían intente restregarme para acabar y no pude. Ella restregaba cada vez mas su concha sobre mi cara, se frotaba sin ninguna consideración por mi, estaba pendiente de su placer únicamente. Se restregaba cada vez más violentamente.

Mete bien la lengua… vamos limpiame bien… así… te esta gustando ya… putita lechera… .-volvió a entrar en una serie de orgasmos profundos.

Juan Carlos junto a la puerta del cuarto estaba vestido ya, saco su pija de nuevo dura y la beso a Débora y le dijo que se tenia que ir a buscar a Ana, había contemplado la escena junto a la puerta y se acariciaba su pija, la tomo a Débora del brazo, la bajo al suelo y poniéndola de rodillas le dio su pija para que se la chupara. La apretaba entre sus tetas, y la chupaba.

-Quiero que me salpiques bien las tetas… por favor… si… me las vas a embarrar bien…, que lindo me cojiste

Empezó a pajearlo aceleradamente y dirigió su corrida toda sobre sus pechos.

• Así papi… así… cuanta leche… muy bien… dámela toda si

Se puso de pie y lo beso. Juan Carlos le devolvió el beso apretándole el culo y le hablo algo al oído, salio del dormitorio y luego del departamento, Débora me bajo el pantalón y ahora si me dejo desnudo.

Como esta mi cerdito… que calentito estas… te gustaría acabar…?

Si mi señora por favor…!!

Y… yo tengo las tetas todas sucias… si te animas

Pero amor

Ella se acomodo sobre mí, sus tetas a la altura de mi boca.

Que lindo seria acabar… después de tantos días… Tanta lechita tomaste… un poco más… si sabes que vas a tomar cada vez más

Me estire hacia sus tetas empezando a chuparlas, las chupaba como un desesperado, Débora tenia una sonrisa perversa en el rostro.

Muy bien mi puerquito… cada vez mejor… hoy mamita te va a aliviar un poco… seguí así

Ella volvió a tener otro orgasmo mientras le chupaba las tetas. Después se giro me dio la espalda y apoyo la raja de su culo apretando mi pija contra mi vientre, movió un poco mi pija frotando su culo y acabe como nunca, ella apretaba mi pija con su culo contra mi vientre y yo sentí hasta una puntada en el culo de lo tremendo del orgasmo. Débora se reía burlona.

Muy bien mi cerdito… cuanta leche… lastima que se quede en su pancita

Se levanto y busco algo en un cajón. Era un culote viejo de ella que ya no usaba. Empezó a ponérmelo a mi. Sentí la tela del culote sobre mi pelvis llena de leche y lo sentí como entraba en mi culo también.

• Que linda estas… vas a empezar a usar mi ropita… se ensucio toda la cerdita… dormí un ratito… después te llamo.

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