Debora y yo camino a la perversión (4)
Ricardo toma el mando de la situación.
Débora y yo camino a la perversión 4
Al día siguiente fui a la dirección de Ricardo, me recibió cordialmente y me explico lo que quería hacer, me hizo pasar a tomar medidas del lugar y luego me despidió en la puerta diciéndome que le diera mi celular y el me llamaba a la tarde por el presupuesto. Igual no había problema por la plata me dio dinero para que comprara lo que necesitara y me esperaba el día siguiente a las 9 de la mañana. Cuando le conté en casa a Débora pareció sorprendida, esa noche no hicimos el amor. A la mañana siguiente fui a trabajar a la casa de Ricardo me abrió la puerta y me hizo pasar se fue al rato y me dijo que me sintiera cómodo que el volvía cerca de las 16 horas. Pase el día trabajando y la llame a Débora para comentarle lo sucedido. Cerca de las 16 llego Ricardo y me dijo que me esperaba en la sala en diez minutos para saborear una picada y una rica cerveza. Me llamaba la atención tanta amabilidad. Cuando fui a la sala estaba sentado delante del televisor, me dijo que me sentara a su lado sirvió la cerveza y brindo por nosotros. Me dijo que me iba a mostrar un video de una amante que tuvo... que el marido muy celoso se la había llevado a vivir a otro país y que el nunca había podido olvidarla. Levanto su vaso de cerveza y brindamos. Puso play a la película y apareció en escena una chica que debía tener unos 25 años. Sensualmente se empezó a desnudar... el cuerpo era igual que el de Débora a su edad... que pedazo de hembra... no podía respirar... no sabía que decir... que esperaba este hombre de mi, quede duro en mi asiento. Ricardo hablo:
- Que linda puerquita que era... como me calentaba... pero bueno la vida a veces te quita y otras veces te da... -se sacó su pija del pantalón, no pude evitar mirarla, era algo más larga que la mía pero su cabeza era realmente gruesa, se empezó a pajear despacio. Mañana vas a venir con tu mujer... yo se que estás esperando que me la coja... te voy a dar el gusto... mira la película, acostúmbrate a ver... tu mujer va a ser la próxima... se te nota el bulto en el pantalón... te vi mirándonos en la fiesta y supe que además de haber encontrado la hembra perfecta... encontré al cornudo perfecto... -me tomo la mano y me la llevo sobre su miembro... lo pajie sin decir nada, me sentía raro nunca había hecho algo así. Acabo abundantemente y me dijo que me podía ir, que me esperaba al día siguiente. Salí de la casa y me sentía mal, sentía que el cuerpo me temblaba, una cosa era tener fantasías y otra cosa era esto. Distinto lo del portero porque sentía que podía manejarlo, a la vez mi pija estaba dura como un garrote. Me fui el resto de la tarde a pasear junto al río, lo miraba y no veía nada. Finalmente decidí que era hora de ir a casa. Cuando Débora me vio notó mi palidez. Le conté lo sucedido y la vi preocupada. Me dijo: Mira mi amor una cosa es un juego y otra cosa esto... me parece que tenemos que parar acá... sino no se que pueda pasar. Trate de dormir algo en la noche pero me costaba un montón, me levante y fui al balcón. Volví al cuarto y la mire a Débora que dormía, fui al baño y me hice una paja, pensé que menos caliente de lo que estaba podría dormir un poco y así fue.
Débora me trajo el desayuno a la cama, estaba muy seria. Sin mirarla le dije que se arreglara que me tenía que acompañar a trabajar. Salió de la habitación sin hablarme, pero empezó a arreglarse. Me vestí rápido y le dije que la esperaba en el auto. Se vistió con el vestido negro de la boda. Se sentó junto a mí y en todo el trayecto fuimos sin decir palabra. En ese momento sonó mi celular, era Ricardo me dijo que quería asegurarse que estuviéramos en camino, sentí mi pija dar un brinco en el pantalón. Débora bajo primero pero yo toque el timbre, me abrió Ricardo con una sonrisa, me dijo que fuera a trabajar y le tendió la mano a Débora y tomando la de ella la beso. Después te llamo me dijo y se quedaron en la sala. Luego de unos veinte minutos escuche que Ricardo me llamaba. Cuando entre a la sala quede paralizado, Débora estaba totalmente desnuda clavada sobre la pija de Ricardo en el sillón del comedor, estaba a horcajadas sobre el que tenia su cabeza enterrada entre sus tetas y las chupaba como un desesperado. Débora tenía los zapatos de taco alto puestos únicamente. Quede paralizado en el lugar. Ricardo se separo de sus tetas y me dijo que me acercara y me sentara a su lado en el sillón. La cara de Débora estaba toda colorada. Se la veía caliente como nunca. Ricardo le dijo que me mirara a mí. Me miro con esa cara de puta que tenía en ese momento. Ricardo la tomo con ambas manos del culo y empezó a subirla y bajarla bien duro sobre su pija. Dijo:
A partir de ahora en nuestra intimidad de tres vos sos mi puerca... mi cerda y así te voy a llamar... entendes? -Débora solo gemía fuerte como respuesta. La clavo fuertemente varias veces más. No escuche tu respuesta cerda... quiero que lo digas mirando en la cara a tu marido... que lo escuche además de verlo... de tu boca que sos una cerda puta...
Soy una cerda puta... dijo gimiendo y entrando en un orgasmo muy profundo -Ricardo le escupió la cara.
Cerda asquerosa... mira como acabas delante del pobre cornudo... -Débora solo gemía cada vez más fuerte mientras seguía un orgasmo prolongado, su cabeza cayo sobre el hombro de Ricardo y se quedo descansando. Ricardo sonreía. La saco de encima de el y se fue hacia el baño. Su pija estaba bien dura y no había acabado. Cuando volvió al salón me dijo que la vistiera y la llevara a casa. Que a partir de ahora era su cerda y que tratáramos de tener el sexo más convencional posible. Que me acostumbrara a tratarla como una señora recatada. Se volvió a acercar a ella y la puso de rodillas en el suelo con las tetas sobre el sillón y volvió a clavarla.
Vos te vas a volver cada día mas puta y viciosa... yo me voy a encargar decía y le empujaba la cabeza contra el respaldo del sillón...Débora gemía nuevamente. el olor de una verga te va a volver loca... te vas a comer un montón de pijas... no soy celoso pero tu marido tiene que ir acostumbrándose mas que nada a ver... le va a encantar... ver todo lo que haces conmigo o con otros y que a el se lo vas negando cada día más. Se salio de ella que estaba acabando de nuevo y quedo medio cortada.
Me dio una llave y me dijo que el se iba a trabajar que el viernes iba a ir a cenar a casa que trabajara tranquilo en la semana. Si necesito algo de la puerca te llamo a tu celular me dijo.
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