Debonaire 2

El hombre misterioso es buscado por la policia, y ahora tambien por la mafia de los DeRossi. Pero al parecer eso no bastara para detener su empresa...

ATENCION

-Los hechos aquí descritos o narrados contienen actos de abuso y agresión penada por las leyes de todos los países (hasta donde se). Solo fueron escritos y publicados con el fin de entretener.

-Dichos hechos pertenecen a la ficción, cualquier parecido con la realidad se tratara de pura, mera y llana coincidencia.

-El autor de esta historia

CONDENA

cualquier acto de violencia en contra de cualquier ser humano.

-No seas cabron,

PRACTICA EL SEXO SANO, SEGURO Y CONSENSUADO.

Y si es posible, con amor.

-Este relato es solo para mayores de 21 años, que no sean débiles mentales.

Se recomienda leer la primera parte de la saga:

Debonaire http://www.todorelatos.com/relato/72973/

Debonaire 2

Ha pasado 1 semana desde el acontecimiento de los DeRossi. Paolo DeRossi enfrenta cargos de violación, secuestro, prostitución, chantaje, posesión ilícita de drogas y pare usted de contar. Sus mejores abogados no podrán librarlo muy fácil de la cárcel. Así como tampoco lo logran los "tratos por debajo de la mesa" ni sus contactos en el sistema judicial del país. Un sistema corrupto donde los haya. La población enardecida no toleraría este tipo de impunidades.

Aun así, Paolo ordena a sus secuaces más allegados buscar al misterioso hombre que oso cometer semejante acto temerario en su contra. Quería recuperar a su esposa Ángela y además darle su merecido al hombre que lo humillo en público.

Johnathan "John" Vasconcelos, de 35 años de edad, la mano derecha de Paolo, llega a su gran casa, situada en una comunidad donde la mayoría de las personas que allí viven son gente bastante adinerada. Dicha comunidad queda en los alrededores de la gran ciudad. Pero a diferencia de muchas de las familias que allí viven, John obtuvo esa casa gracias a actos delictivos, principalmente lavado de dinero, además de su participación en el grupo de los DeRossi. Entro en su gran casa, se percato de la ausencia de su mujer, Natalia "Naty" DeRossi De Vasconcelos, hermana de su amigo Paolo. No le causo extrañeza, dado que "Naty" solía salir a trotar al parque de la comunidad. Subió a su habitación, pensando en la tarea que tenía por delante, de encontrar al "loco suicida hijo de puta" que cometió el gran error de hacerle lo que hizo a Paolo y a su mujer. Se tiro en la cama y prendió su televisor, el cual estaba sintonizado en el canal de noticias, donde se veía a una hermosa mujer de cabellos dorados y lisos y hermosos ojos verdes claros dando la noticia del caso DeRossi.

Acto seguido se quito toda la ropa, quedando desnudo, con su verga medio erecta, aun brillante gracias a las babas de una de sus vecinas que le acababa de propinar una buena mamada en casa de esta misma, la cual era chantajeada desde hacía unos meses por él. Por un momento pensó en esa vecina, en lo estúpida que había sido al ponerle los cuernos a su marido con otro hombre al aire libre, en un sitio frecuentado por John, quien aprovecho la tórrida cita de su vecina con su amante para filmarla y fotografiarla. Había sacado bastante provecho de esa situación.

Pasaron unos 15 minutos y bajo a la cocina a servirse un vaso de agua, no se explicaba el porqué de repente le dio bastante sed. Abrió la nevera, se sirvió un vaso con agua fría y se lo tomo todo de un trago. Se sirvió otro vaso y se lo tomo. Mientras se servía un tercer vaso con agua, sintió como los parpados le pesaban de repente, y su visión se ponía borrosa. Le costaba mantenerse en pie y comenzó a tambalearse. Poco a poco su pensamiento se fue apagando, se aferro como pudo a la puerta de la nevera, pero su cuerpo se inclino hacia atrás, haciendo que soltara la puerta de la nevera y cayó al piso boca arriba. Lo último que logro ver antes de perder el conocimiento fue la puerta de la nevera cerrándose lentamente, y como dejaba al descubierto la silueta de un hombre bastante alto, de cabello negro y largo poco más arriba de los hombros, con lentes de sol puestos, vistiendo una camisa manga larga gris y unos pantalones negros. Dicho hombre estaba de pie, observando como John, invadido por el miedo, pasaba a cerrar los ojos lentamente, quedando inmóvil.

John poco a poco fue recuperando el conocimiento. Abrió los ojos, oyendo un fuerte zumbido que se fue apagando poco a poco. Estaba bastante atontado. Poco a poco fue recuperando su capacidad mental, para darse cuenta de que estaba en su comedor, sentado en una silla, con las manos atadas a los posa brazos, sus piernas estaban abiertas, inmovilizadas gracias a sus tobillos atados a las patas traseras de la silla. Aun seguía totalmente desnudo y además estaba amordazado. El salón del comedor estaba iluminado por una luz bastante tenue, gracias a la lámpara que cuenta con graduación de intensidad de brillo. Miro por la ventana, era de noche ya.

De repente sintió un extraño cosquilleo en su verga. Bajo la mirada y vio a "Muso" su perro San Bernardo, lamiéndole incesantemente su parte intima, la cual se encontraba erecta. Sus ojos se pusieron como platos, se horrorizo bastante al ver eso, y de los nervios comenzó a intentar zafarse de sus ataduras. Una voz gruesa retumbo en el sitio.

- Si peleas por liberarte, creo que a tu perro no le gustara…y podría reaccionar mordiendo su caramelo -John levanta su cabeza hacia la entrada al salón del comedor. Allí ve al mismo hombre que vio por última vez en la cocina, pero ahora llevaba a Naty, su esposa, de 27 años, tomada por un brazo. Al igual que él, estaba totalmente desnuda. Con las manos detrás de su espalda, en todo el centro de esta, ya que los brazos estaban flexionados. Las muñecas las tenía atadas entre ellas, y dicha atadura a su vez estaba unida por otra cuerda a su cuello. Sus tobillos llevaban arrastrando pesados grilletes, de manera que no podía hacer ningún movimiento brusco con sus piernas, ni siquiera lograr levantarlas.

John intento zafarse con mayor brusquedad al ver el panorama completo. Pero tal como dijo el misterioso captor, Muso comenzó a morder, aunque de manera suave, la verga de su dueño. Al experimentar el dolor de las suaves mordidas de su perro, John se calmo, aunque comenzó a sudar, a sentir nervios. Esto provoco que el perro pasara a morder un poco más fuerte, provocando que John pegue fuertes alaridos ahogados por la mordaza.

El hombre misterioso, tomándose su tiempo, sentó a Naty en una silla, de frente a John, y se dirigió lentamente a tomar al perro por la correa, para quitárselo a John de encima. Le abrocho una cadena a la correa, y lo llevo afuera de la casa, al patio principal. John y Naty se miraron a los ojos, el terror se les notaba a ambos. Natalia empezó a soltar lagrimas al ver a como su marido comenzaba a llorar como una nena desconsolada por el gran terror que sentía al estar en esta situación. El sabía muy bien quién era el hombre que les tenía en esa situación, y no es nada más ni nada menos que el mismo que le hizo a su amigo Paolo aquellas aberrantes cosas. Lloraba por lo que sufrirá, y por el destino, desconocido para él, que sufrirá su amada esposa.

En eso volvió a entrar el hombre misterioso. – Tienen un perro realmente bello. ¡Y como le gusta el jarabe meloso para perro! Si, imbécil, ese que te eche en la verguita que tienes para que tu perro se lo lamiera . –les dijo, esto último dirigiéndose a John. – Supongo que ya sacaron la cuenta de quien soy yo. Ya me lleve por los cachos a Paolo DeRossi y a su esposa, ahora les toca a ustedes. Sé que se lo preguntaran, pero les diré, no me han hecho nada a mí en especial. Pero admítanlo, están muy lejos de ser unos santos, y esto es algo que merecen -continuo diciendo el hombre misterioso, al tiempo que se colocaba al lado de Naty, y tomando sus cabellos le jalo la cabeza hacia atrás, haciendo que esta le vea fijamente a los lentes. – Uy putita…lo que te espera** -le dijo con cierta sorna.

El hombre misterioso bajo su mano libre hasta la teta derecha de Naty. Comenzó a besarla por los cachetes, al tiempo que estrujaba fuertemente el seno en su mano. Dirigiéndola por medio de los cabellos, hizo que Naty vea directamente a su marido, ambos se vieron, cruzaron sus miradas. La de ella diciendo "amor, perdóname" la de su marido diciendo "maldito, quítale las manos de encima, déjala en paz". En tanto el hombre misterioso seguía posando sus labios sobre el rostro de la indefensa chica sin inmutarse siquiera, así como también continuaba el magreo de sus tetas, de 82 centímetros, naturales. El captor pellizco suavemente los pezones de su indefensa presa, provocándole dolor, y que estos se pongan erectos.

El misterioso captor la soltó, caminó hacia la sala contigua, donde se recibían a los invitados en la casa, y en un equipo de música de gran tamaño, coloco un disco. Después de un par de segundos, durante los cuales el misterioso hombre programo el aparato para que tuviera repetición de pista, comenzó a sonar una canción, que no era otra que misma que paso oyendo todo el tiempo mientras abusaba de los DeRossi, "Debonaire". Moviendo la cabeza ligeramente al ritmo de la música, la cual tenía un volumen moderado, se dirigió al lado de John. Este lo vio con profundo odio. – No esperes que te dé el mismo trato que le acabo de dar a ella brother…no soy gay -Le dijo el captor a su víctima, para acto seguido tomar un maletín grande que estaba detrás de la silla de John, y colocarlo sobre la mesa del comedor. De allí saco una bandeja envuelta en un pequeño pañuelo negro con un diseño de dibujos en color blanco el cual al quitarlo, y dejar al descubierto lo que en ella había, provoco que sus víctimas comenzaran a gritar ahogadamente y a llorar más aun. El hombre misterioso no pudo evitar sonreír al notar la angustia de sus presas. – No se asusten, solo dolerá un poquito jejeje -les dijo, mientras de la bandeja tomaba una de las tantas agujas que habían dispuestas a lo largo de esta, junto con una gran variedad de anillos y adornos.

Cuidadosamente, tomo de su maletín un poco de algodón y lo mojo con alcohol, para pasarlo por el pezón izquierdo de John, quien trato de resistirse pero le fue inútil. El hombre misterioso tomo la aguja que ya había seleccionado y la puso a un lado del pezón de su víctima. – Brother si te mueves, me puedo equivocar y habrá un gran desastre…no quieres eso… ¿o sí? Te lo digo por tu bien, el que sufrirá serás tu, no yo -le dijo. John se quedo inmóvil, cerró los ojos al sentir la aguja tocar su piel, y no pudo evitar dar un gran sobresalto al sentir como esta atravesaba su pezón de lado a lado. El captor dejo la aguja allí, atrapada en su pezón, tomo otra junto con otro poco de algodón y la botellita de alcohol y se dirigió hacia Naty. Repitió la operación en su esposa, en el seno derecho, para luego volver a John, y atravesarle el otro. Así fue haciendo, dejándolos atravesados por las agujas. A ella le atravesó los pezones, la nariz y el clítoris, a él le atravesó los pezones, la nariz, las orejas y las cejas, todo eso mientras tarareaba la canción que sonaba repetidamente por los altavoces del equipo.

Acto seguido, tomo todos los anillos que tenia, para reemplazar las agujas con ellos. Cada vez que sacaba una aguja, limpiaba el orificio con alcohol, en especial los de la chica, ya que, según le dijo a ella – Tu me interesas lo más sana posible perrita** - una vez reemplazadas las agujas con los anillos, del maletín saco un largo rollo de una cadena bastante delgada, aunque se notaba resistente. Con ella unió la oreja izquierda de Naty con el pezón izquierdo de John, luego la oreja derecha con la nariz de este. Consiguientemente unió el pezón izquierdo de ella con el derecho de él, el pezón derecho de ella lo conecto a la ceja derecha de su marido, la nariz la unió con la ceja izquierda de este y para finalizar, la coloco de pie y la llevo a un lado de John, de manera que nada se interpusiera entre ellos y así poder unir el clítoris de Natalia con dos cadenas a las orejas de su marido. El resultado final parecía una especie de telaraña. Alejo un poco a Naty de su marido hasta que las cadenas quedaran bastante tensadas, y paso una cuerda alrededor del cuello, para atar el otro extremo a una argolla de la cual se guindaba una lámpara de pared, de manera que la chica no pudiera acercarse a su marido y sus anillos quedaran tensados aunque sin provocar dolor. Por si acaso, con otras cuerdas, se aseguro de que la silla donde estaba sentado John quedara inmóvil y no pudiera acercarse o caerse.

- Bueno gente, listos los preparativos, hora de la diversión. –dijo el hombre, tomando una botella de vino que estaba en la mesa adornando el comedor y, agarrando por los pelos a John le hizo levantarse de la silla un poco, para acto seguido colocar la botella de vino en el asiento de manera que el pico de la botella quedara en toda la entrada del ano de este. Lo dejo en esa posición, sin clavársela, John estaba bastante incomodo, haciendo fuerza en sus piernas para no ceder y no clavarse la botella de vino en el culo. El hombre misterioso salió afuera un momento, y regreso, con el perro nuevamente. Lo ato a una pata de la silla de John, tomo de su maletín el frasco con el jarabe de perro, y con una paleta, lo fue untando en su pene. Luego permitió que el perro pasara a lamérselo de nuevo. Allí lo dejo, en esa posición, y paso a ponerse detrás de Natalia, se bajo el cierre del pantalón y saco su enorme verga ya erecta y sin miramiento alguno se la clavo en el culo a la chica, quien dio un fuerte salto de sorpresa y dolor, lo cual hizo que se afectaran las partes anilladas tanto de ella como de su marido, al estar las cadenas bastante tensadas. Los ojos de la chica se pusieron blancos y quedo privada por unos largos segundos dado el dolor que sintió. – Vaya, a diferencia de Ángela, tú no eres virgen del culo, dudo que lo seas del toto también -dijo el captor en voz alta, para que John escuchara, pero este ultimo estaba tan concentrado en mantener su extremadamente incómoda posición, que no lo oyó. Luchaba por mantener la incómoda postura, si hacia algún movimiento brusco, sentiría dolor en las zonas que tenía anilladas, si se medio relajaba, la botella de vino le rompería el culo, y encima, su perro estaba lamiéndole la polla, de vez en cuando le pasaba los dientes aunque no de manera "mortal".

El captor se quedo enculando a Natalia un buen rato. Esta lloraba ahogadamente, no solo de miedo, sino de rabia hacia sí misma, ya que el misterioso hombre mientras la sodomizaba, le acariciaba el anillado clítoris, con tanta maestría que la chica sentía excitación. No tanto como para desear a aquel extraño hombre, que lejos de verse como el típico violador repugnante, era un hombre con un muy buen parecido, incluso cuando lo vio por primera vez, esa mañana, sentado en una de las bancas del parque al cual ella iba a trotar, no pudo evitar fijarse en su porte. Si bien es cierto que no era el típico hombre musculoso, el típico "cachas", no pudo evitar sonreírle al adivinar que a través de sus lentes oscuros el la miraba fijamente. Tampoco pudo evitar n ese momento sentirse feliz al ver como este misterioso hombre le devolvía la sonrisa, con otra muy hermosa. Sin duda, su rostro era bastante guapo, y su cuerpo, si bien se adivinaba bajo su ropa que era delgado, no estaba mal. Además de todo eso, un aire misterioso que lo envolvía, aumentaba su interés en el.

La sorpresa vino cuando en el estacionamiento, por donde ella siempre pasaba tanto para ir al parque como para regresar a su casa después de la acostumbrada jornada de ejercicios, el misterioso hombre salió de detrás del único automóvil allí estacionado, un Shelby Cobra del año 67, plateado oscuro con dos rayas negras en el centro, y le tapo el rostro con un pañuelo, el cual tenía una especie de somnífero. Lo siguiente que paso a medio recordar fue que era llevada cargada y puesta en el maletero de dicho automóvil, para luego no recordar mas nada, solo cuando desperto totalmente desnuda, atada, y amordazada fuertemente, metida en su amplio closet, con el misterioso hombre, que espiaba a su marido por la puerta entreabierta, al tiempo que este dejaba escapar un gas a la habitación, con una diminuta manguera y una bombona bastante pequeña, parecida a un extintor. Acto seguido, noto a su marido salir de la habitación, totalmente desnudo. En ese momento el captor salió del closet, tapándose el rostro con un pañuelo, y noto como recogía una manguerilla bastante delgada, que estaba conectada a la pequeña bombonita, y que iba desde el closet hasta la mesa de noche de la cama. Luego el bajo, y a los pocos minutos oyó un ruido de algo pesado cayendo al piso.

Tuvo la fuerte esperanza de que haya sido este hombre extraño, que había caído vencido por John, pero la sorpresa fue grande al descubrir un par de horas más tarde que no era así, ya que el captor subió a la habitación de nuevo, la ato de la manera en que se encontraba ahora atada, y le coloco los grilletes, la bajo al comedor y vio a su marido, desmayado, atado a la silla del comedor. El captor durante todo ese tiempo no hizo nada, solo vio la televisión un buen rato, incluso se sirvió un poco de algunos dulces que la pareja tenía en su nevera, hasta que su marido recobro la conciencia. De ahí en adelante, el tormento había empezado, y ella no sabía cuando terminaría.

-Uffff Aaaahhh que divino y apretado tienes el culo...mmmm aahhh si, rayos, que rico…para no ser virgen de este hueco lo tienes bastante cerrado….aahhh siiiiiihhh -decía el hombre misterioso entre jadeos y gemidos, con la respiración algo agitada, mientras no dejaba de gozar del culo de Naty. Las embestidas eran fuertes, lo que provocaba que la tensión entre los anillos de los cuerpos de la pareja disminuyera y aumentara con cada una de las sacudidas, lo que les dolía a la pareja. John no paraba de llorar, de intentar gritar. La chica también lloraba, sentir esa verga grande, mas grande que la de su marido incluso, invadiendo su gruta anal y sus dedos acariciando su clítoris, como si fuera un experto en la materia, la hacían pelear con ella misma en su mente, su parte salvaje y sexual no deseaba que el hombre se detuviera, quería mas, y mas, estaba cerca del orgasmo, pero su parte racional deseaba que el hombre tomara lo que quisiera y se largara, los dejara en paz, ya vería como su marido se vengaría por semejante ultraje, al ser miembro de la banda delictiva de su hermano, esto de seguro no se quedaría impune.

El hombre de repente paro las embestidas, saco su enrome miembro del culo de la chica, se agacho, y tomo ambas nalgas con sus dos manos, separándolas lo mas que pudo, para ver el enrojecido ano de esta, dibujando una circunferencia casi perfecta y bastante amplia. La chica podía sentir el aire entrando por su abierto hoyo, además de sentir el ardor en la zona invadida. – Jajajaja perfecto, sin duda alguna tu culo es uno de tus puntos fuertes - le dijo. Acto seguido el captor soltó las nalgas, y le dio una fuerte y sonora nalgada en la derecha. La chica dio un saltito, sorprendida por recibir la palmada.

El captor se puso de pie, por detrás de ella, y paso a meterle la verga en el coño, al igual que en su culo, de un solo golpe, sin ninguna piedad. A diferencia del agujero anal, esta invasión si pudo soportarla, aunque no es que no le doliera, pero el dolor fue menor que en su culo. Aquí lo que fue muy grande y sorpresivo tanto para ella, como para su violador, era el gran orgasmo que ella experimento al sentirse empalada. Los dos quedaron atónitos, aunque el captor, con una gran sonrisa. – Veo que te gusta este trato perrita...te gusta lo duro jajajajajajaja –no pudo evitar carcajearse. El hombre comenzó a embestir su cuca con cierta brusquedad, y le continuaba masajeando con los dedos el clítoris.

John se mantenía viendo la escena, aunque no era consciente de que delante de él, su esposa era usada sexualmente por aquel extraño hombre. Su mente únicamente estaba centrada en aguantar su propio suplicio. Poco podía aguantar su cuerpo, bajaba cada vez más, muy lentamente. Su perro continuaba lamiéndole la verga, la cual a pesar del asco y de la horrible situación que pasaban en ese momento él y Natalia, estaba erecta, enrojecida, con algunas marcas rojas, producto del roce de los colmillos del perro con su piel ya que de vez en cuando mordía aunque muy suavemente su parte intima. Sentía como las cadenas jalaban los anillos que ahora decoraban su piel. No paraba de pensar en lo que le haría a este miserable hombre cuando se librara de esta. Este tipo de actos no iba a quedarse así, el tenia muy buenos contactos que se encargarían de él. Le daría su buen merecido. Solo podía pensar en eso. No oía nada, ni siquiera la música que estaba en su equipo de sonido. Solo podía oír su respiración, y su corazón latir y sentir como sus piernas flaqueaban cada vez más, y el pico de la botella de vino en toda la entrada de su ano. Sentía el dolor de sus perforaciones, y sentía la lengua de su perro jugueteando con su verga, y sus colmillos de vez en cuando.

No noto cuando el violador saco su verga del agujero vaginal de la chica, masturbando su verga de manera incesante. Tampoco noto como se corría en un vaso con agua, y no noto como abría un pequeño hueco en la mordaza de su esposa, le colocaba un pequeño embudo y se la daba de tomar. No noto cuando sirvió otro poco de agua, echaba un poco de un polvillo en ella, y se la daba a tomar a su esposa, como el anterior vaso. A pesar de estar viéndolo todo, su mente no estaba allí.

El captor se coloco al lado de John, no sin antes guardarse la polla en el pantalón. Natalia cerraba sus ojos poco a poco, víctima de la extraña droga que le había suministrado el hombre misterioso para dormirla. Antes de quedar totalmente inconsciente, ella vio como el extraño hombre colocaba su mano derecha sobre el hombro izquierdo de su marido, y como sin ninguna contemplación ni esfuerzo, lo empujaba hacia abajo, clavándose este la botella en el culo. Los ojos de John se abrieron bastante parecía que se iban a salir de sus orbitas. Natalia se durmió por completo. John también perdió el conocimiento, pero en lugar de haber sido por una droga suministrada, fue por el dolor de culo que le llego como un fuerte corrientazo al cerebro.

Poco a poco John fue abriendo los ojos, recuperando sus sentidos lentamente. Olía fuertemente a quemado y se oían sirenas por todos lados. Sentía bastante frio, continuaba totalmente desnudo. Aun era de noche. Veía a 4 bomberos intentando soltarle las gruesas cadenas que lo mantenían cautivo, unido a un poste de luz, ubicado en todo el frente de su casa, la cual estaba en ruinas, había sido incendiada. Sintió como le sacaban algo del culo, al girar su cabeza vio a uno de los bomberos con la botella de vino en la mano, depositándola en una bolsa plástica para seguidamente entregársela a un oficial de policía. Entre la multitud de curiosos, vio a su vecina, a la que chantajeaba, junto con su marido. Su rostro demarcaba sorpresa, y en cierto modo, felicidad

....

Al día siguiente.

La detective Sonia Durani y su compañera Jimena Villanueva caminan por las instalaciones del cuartel general del CEIP. Ambas van observando una carpeta sostenida por la detective Sonia. En ella se ven fotos de la pareja Vasconcelos ultrajando a mujeres y hombres también, y consumiendo drogas. También van revisando una hoja con los estados de cuentas bancarias de la pareja, en la cual se reflejaban innumerables irregularidades. En el camino se topan con Carlos Fonseca, director adjunto del CEIP y supervisor directo del grupo 3 de agentes especiales, grupo al cual pertenecen Sonia y Jimena.

-Muy bien chicas, ¿que tenemos? –les pregunta el capitán.

- Todo indica que es el mismo criminal del caso DeRossi .* –le va diciendo Sonia a su superior. – Según la víctima, el criminal no paraba de oír la misma canción una y otra vez desde el momento en que comenzó a torturarlos y ultrajarlos. Un vecino que se encontraba entre la multitud mientras los bomberos hacían su trabajo hizo un comentario acerca de ese detalle, pienso que deberíamos buscarlo e interrogarlo.***

- Si lo que quieres es saber cuál es la canción, no te preocupes, que aquí ya tenemos el nombre –le dijo Fonseca a sus subordinadas, entregándoles una copia del periódico "Testigo Ocular" cuya primera plana pone una noticia "El violador Debonaire ataca de nuevo". La detective Villanueva toma el ejemplar del periódico y lee la noticia, en voz alta.

-(...) Según un testigo, la canción que sonaba repetidas veces a un volumen no muy alto se titula "Debonaire" de una banda llamada "Dope", del genero del rock pesado. (…) fuentes internas del CEIP afirman que el mismo hombre que cometió este crimen es el mismo que hace una semana ultrajo a la pareja conformada por Paolo DeRossi y Angela DeRossi, quedando esta ultima desaparecida desde entonces. El móvil que más cobra fuerza en el de ajustes de cuentas, al ser los DeRossi cabecillas de una peligrosa banda de trata de blancas que además trafican drogas y armas, a la cual está unida la pareja atacada la noche de ayer, siendo, en efecto, Natalia "Naty" DeRossi, esposa de Johnathan "John" Vasconcelos, hermana del anteriormente mencionado Paolo DeRossi. (…) Actualmente "john" Vasconcelos se encuentra recluido en la clínica donde su colega Paolo DeRossi se encuentra, y el paradero de Natalia DeRossi es hasta ahora desconocido.

-¿Quién filtro la información? –Pregunto con un tono que denotaba cierta molestia la detective Durani

- Fue Vicente, sin duda -le contesto Jimena. – debería suspenderlo jefe…Desde que conoció a la reportera de este periódico, no ha parado de filtrar información importante a los medios. –Continuó diciéndole a su jefe con tono de molestia.

- Ustedes saben que no puedo hacer eso, estamos cortos de personal…sigan trabajando, hablare con él para que deje de hacer estas estupideces** –Le respondió Carlos a sus dos agentes.

El trío de detectives se separa, tomando Carlos Fonseca un camino distinto al de las dos chicas, volteando a ver el culo de su detective Jimena Villanueva, y recordando las deliciosas veces que pudo poner sus manos sobre esas dos nalgas respingonas y apetitosas, las veces que Jimena intentaba demostrarle que sus "habilidades orales y físicas" serian de gran ayuda para el CEIP. En los distintos periódicos se leen noticias de todo tipo sobre el caso, con titulares tales como "Cae segundo al mando en red de trata de blancas" "Le pasan factura a líderes de grupo criminal" entre otros.

Continuara

Espero les haya gustado esta segunda parte de la historia. Quiero darle un agradecimiento especial a todos aquellos que me dejaron mails y comentarios en la página, gracias por el apoyo y por leerme y escribirme, espero no defraudarlos con el resto de la serie. Siéntanse libres de hacer cualquier sugerencia dejando un comentario en la página, o un mail a la dirección: universo_x16@yahoo.es

Un saludo.