Débil es la carne; Por suerte...(1)

Nuevo curso, nueva saga... Espero que disfrutéis tanto como yo escribiéndola.

Año del señor de 1348

Liiiibreeee...,!!! , – Estallo de alegría Azalel formulando una perfecta parábola en el aire , libre para recorrer el mundo.-- ahhhh que alivio, poder estirar brazos y piernas, surcar el cielo despues de tanto tiempo.... ! la gruesa trenza enroscada a su cintura se soltó al realizar la primera de las piruetas , salvo por el brusco tirón , todo era como antes.

La ánfora por fin había sido descubierta , que mas daba si se trataba de un torpe humano o de un duende del bosque, no tendría que permanecer mas tiempo en el olvido, tomo velocidad cielo arriba repitiendo el giro con el dejo de moverse . El mismo tirón se repitió impidiendo propulsarse hacia las capas mas altas de nubes. --- Maldijo entre dientes--

  • Estiraras sus atrofiadas alas las sentía batir sosteniéndola, nada mas... no podía desplazarse...! – Estaba lista para volver a realizar sus maldades, y allí estaba... atrapada por un grillete mágico...! - porque eso era el fino aro atrapado alrededor de su tobillo . .-- suspiro dichosa batiendo sus fibrosas alas-- Ella... el súcubo con mas almas apoderadas en su haber...aun cuando transcurrieran cuanto?.... 60 o 200 años desde la ultima vez.

En medio de la oscuridad creciente fijo sus ojos bajo sus pies, sobrevolaba un pequeño refugio de piedra medio derruido, posándose sobre uno de los muros caídos , olisqueo el lugar reconociendo el inconfundible olor a humano , otro ligero rastro animal y el inconfundible aroma a plaga mortal esparciéndose sobre todo cuanto le rodeaba.

Ya era bastante malo despertar en medio de la nada, alejada de civilización de la que alimentarse pero..., maldición, el grillete dorado de su tobillo , sosteniendo un finísimo hilo transparente e irrompible.

  • Magia blanca a esas alturas! Renegó contrariada, no podía alejarse del maldito objeto ni 500 metros.

Descendió estirando la cadena de finísimo hilo , los malditos duendes se tomaban su clara venganza...! – estiro y estiro gruñendo por el esfuerzo pero sin éxito.

Bufo enfurecida, ella era uno de los demonios mas poderosos de las huestes infernales, capaz de tentar al mas puro sacerdote, de enloquecer con pensamientos impuros a todo macho u hembra en un radio de 5000 millas..... estaba atrapada!.

Descendió entrando por la techumbre derruida, podía deshacerse del burdo chamizo con un chasqueo , pero no librarse de la atadura y menos del encierro.,, claramente aquello no era las catacumbas del palacio donde esperaba despertar, por su puesto no era ningún reino mágico.

Suspiro recordando a su ultima huésped, Mesalina, que gran mujer..., la de almas que había reclutado para la causa, en fin.... se poso sobre lo que parecían una pirámide de sacos de pienso.-- Atrapada de nuevo, observo la jarra parcialmente empotrada sobre una de las resquebrajadas paredes, la rotura del sello del cuello se debía a uno de los pesados sacos pésimamente colocados, al menos … estaba fuera...!-- se consoló lamiendo el tobillo preso. - aunque el grillete la ataba firmemente aprisionándola en el interior..., al menos podía salir , observar y esperar la oportunidad...., – se retorció dolorida ante el siseo de la piel al entrar en contacto con la superficie de la tosca vasija. – Queeemabaaa..., abrasaba.... – llamearon sus fauces ante su primer intento de romperla.-- Ni si quiera podía tocarla... como liberarse?--

Transcurrió toda la penumbra dando vueltas a cientos de posibilidades, en cada una de ellas entraba el factor externo: Un humano..., maldito duende entrometido...-- tironeo incomoda recorriendo el perímetro externo del chamizo.-- Si hubiera sabido lo que sabia en ese momento no habría tratado de colarse en el reino de las hadas..., menos aun... verter ciertas ideas picantes en las candorosas ninfas del bosque.--

Por eso, estaba en el sitio que estaba... , con una cadena mágica atada al tobillo encerrada hasta quien sabe... , – refunfuño encogiéndose tras una nube de azufre al escuchar el traqueteo de un carro aproximarse.

El primer humano en siglos descendió del desastroso carromato de mimbre con la pesadez de un robusto campesino, Azalel arrugo la nariz al percibir el maloliente tufo a estiércol manando con horrenda claridad.

Cubierto por arpillera marrón toscamente tejida y peor remendada escondía su cabeza bajo un ancho sombrero de burda paja entrelazada, las sandalias a penas unas tiras de cuero sobre una suela dejaban entrever piernas robustas cubiertas de espeso vello castaño, las piernas de un labriego cansado, pensó Azalel .

El borrico mas esmirriado jamas visto rebuzno unas cuantas veces incapaz de atraer la atención de su amo, del interior del carromato las otras voces de surgieron con suficiente claridad para reconocer a 5 jóvenes hembras y 5 jóvenes voces de varones.

  • Padre... , hoy sera mejor preparar el campo junto a la cañada..., podemos terminar antes del mediodía sin empezamos cuanto antes...-- Le parece si con mis hermanos desbrozamos mientras usted prepara la semilla ?-- pregunto ansioso una desgarbada y flaca versión joven del maduro labriego. .
  • Esta bien hijo, .. avanzad todo lo que podáis, pero por el amor de Dios deteneos si las fuerzas os fallan, bien sabe aun no pudiendo alimentaros lo bien que debería , aun tenemos el molino y pan.
  • Si padre,--- fue repitiéndose una y otra vez.

Sospechaba bien..., estaban desesperados, tanto que …. podía ser!....--- se froto las manos Azalel.-- despues de todo las desgracias de uno pueden ser alegrías para otro... – Su oportunidad... si sabia jugar bien sus cartas...!

A una sola cosecha de caer en el desastre, uno hace lo que sea por sobrevivir, lo que sea....,

Espero a ver desaparecer a todo cuantos pudieran entorpecer su negociaciones y dispuso su aparición con algo digno de ser recordado por esa pobre alma que pronto seria de su propiedad. , no era cuestión de aterrorizar al pobre labriego.

Sus cuernos se disimularon bajo la abundante cabellera de rojo fuego , cada curva de su espectacular cuerpo cubierta de una sencilla túnica romana tan a la moda cuando ella era soberana de Roma... Bueno ella no...! Mesalina....! – por suerte su llamativa piel rojiza volvía a ser de la aburrida tonalidad de la pálida leche.

Emergió de una nube de vaporosa de vaho blanco , nada de azufre..., posando sus pies sobre el pajizo suelo como si de una diosa terrenal del bosque se tratase.

  • Buen diooooos... pronuncio el labriego-- Eres el hada del bosque... cierto?, la de veces que llegue a buscarte cuando era un zagal sin barba... – de verdad eres tu,-- atropello las palabras en una cháchara interminable. – Y me concederás tres deseos, a que si..., se arrodillo sacándose el espantoso sombrero de paja.
  • El sortilegio de un demonio me encadeno a una ánfora enclaustrada en la pared, – susurro con dulzura ante el robusto labriego-- me esta prohibido tocar la sucia magia negra que me ligo en tan penosa situación-- dramatizo cubriéndose la cara convincentemente.
  • Yo te liberare... buena dama, se puso en marcha el fornido labriego--

Azalel sonrió a traves de las palmas de sus manos, su objetivo pronto estaría a punto de cumplirse al sacar la ánfora del encierro . Luego era cuestión de emplear sus artes... convencerlo entre polvo y polvo de romper la tosca vasija . Y una vez machacada........ seria libre.

La argamasa se resquebrajo al ser retirada por las toscas manos , la ánfora pronto se rompería... miro ansiosa los gestos del campesino.

No lo hizo, la tosca jarra de barro permaneció acunada entre sus manos.

  • Si la rompo seras libre de nuevo, a que si?-- se rasco la gruesa melena de rizos castaños-- Te macharas a tu reino en el bosque..., con las demás hadas...,?--
  • Siiiii..., con el resto de mis pobres hermanas , por favor... liberame... lánzala sobre el suelo..., rompe tu el hechizo...-- suplico ansiosa.
  • El caso es que... aun tienes poderes verdad, podrías concederme lo que te pidiera? – No te apures , te liberare..., no quiero a una hada del bosque en mi contra..., no señor!-- Pero..., podrías – dejo en suspenso.

Algo parecido a fuego liquido a punto estuvo de fluir por la fosas nasales y achicharrarlo, el muy lerdo negociaba con ella?, que se creía? Ella no negociaba con nadie..., arrasaba pueblos, mermaba ciudades..., negociar....-- el tintineo de la jarra en sus manos le llego hasta el tobillo por donde seguía firmemente unida. – Quería negociar con una experta, pues ella le iba a dar motivos para no querer haberla visto nunca!

Recompuso su aura divina disimulando, la sonrisa con la que cabeceo consintiendo escondió el pequeño gesto de astucia.

  • Esta bien, tres deseos..., -- murmuro extendiendo la mano en señal de acuerdo.-
  • Cleto..., mi nombre es Cleto del Cerro ….. – murmuro sonriendo al extender su mano y tendérsela a el hada del bosque – enmudeció al percibir el calor desprendido en el apretón-- el rostro se le descompuso al percibir un calor extraño brotando en su interior , recorriendo todo su ser poco a poco.
  • Bien...--- murmuro Azalel sonriendo al soltar la mano-- Que deseas de esta pobre hada?
  • Yo..., yooo... , yoooooooo.... – Deseo ver a mis hijos como antes de la llegada de la peste negra, saludables y bien alimentados..., hemos pasado tantas penurias desde que la maldita plaga llego al valle, mi pobre esposa falleció de las primeras , mis tres hijos menores les siguieron despues, solo... solooo... me restan mis 10 hijos mayores..., y temo por ellos,-- retorció el ala de su horrendo sombrero-- Las cosechas se pudren sin jornaleros que las recojan, … los pozos se se secan, el ganado muere.... , toda la aldea es un nido de pestilencia negra..., – se le quebró la voz.
  • Esta noche cuando todos os vayáis a dormir darás a cada uno de tus hijos, recuerda ..., una gota de este elixir – entreabrió los pliegues sacando un pequeño frasco rojizo.-- Contiene el jugo milenario de las bayas de luna, sanaran el cuerpo de todo aquel enfermo o debilitado.-- Aunque te advierto... se detuvo conteniendo la mueca, a cada uno les afectara de manera distinta....!-- pronuncio enigmáticamente torciendo una sonrisa socarrona--
  • No morirán.... y eso es lo único importante , no puedo perderloooos.... – sentencio en tono desesperado-- Si somos una familia fuerte sobreviviremos !-- lo demás .., no importa! .-- hablo deteniéndose a considerar sus siguientes palabras rascándose la coronilla.-- Bueno, tambieen.... deseo no tener que pasar penurias con las próximas cosechas..... el pedrisco destrozo todas las cosechas, la gente muere de hambre o de enfermedad.... y yo no quiero volver a pasar por ello , jamas..., ! -- volvió a hablar atropelladamente-- tener las mejores tierras de cultivo, eso es todo lo que pido... ..., – pronuncio convencido. .
  • Segundo deseo concedido, – cabececeo la hada sonriendo.--

A media tarde y solo con tu azada, acércate junto al olmo golpeado por el rayo, cava profundamente en sus raíces y de él brotara el manantial que ha de regar por siempre tus tierra, jamas se secara, y producirá las mejores cosechas de todo el territorio .-- canturreo la voz de Azalel-- Tu y tus hijos bebed de él el segundo día fortaleceréis vuestra unión con esta tierra y jamas pasareis apuro alguno en ellas. –canturreo el demonio .-- Solo resta un ultimo deseo... * Señora... el caso es que..., no se me ocurre nada mas ahora mismo...., así que..., si …., siii … ,entras en la ánfora te llevaría a mi hogar, una vez allí podría pedirte el ultimo regalo con solo llamarte.... – Consentirías Señora mía?-- * Por su puesto, modulo la voz ante el rugido de furia que proponía escapar de su garganta...-- Tonto despues de todo no lo era, si no daba el tercer deseo no rompería la jarra..., – Bien, bien... --pensó difuminándose e introduciéndose en el interior de la jarra.

Conocía perfectamente la naturaleza humana , al menos eso creyó al percibir el ancho tapón obturando el cuello del ánfora, por lo pronto volvía a estar confinada, aunque su esplendido plan seguía su curso.

El frasco no contenía la esencia de una baya, al contrario! En él se encerraban gotas de su sangre, en la que corría la lujuria y la lascivia aquella que el pobre labriego esparciría entre su propia prole, regadas con las aguas de la procreación , la mezcla explosiva seria digna de ser observada.

Seria divertido verlos joder unos con otros, si … , porque sellado en el apretón de manos el trato era firme; Cada una de sus almas... y cuanta semilla brotara de Cleto y de sus hijos varones, prendería en los úteros de sus hijas, de sus nietas e incluso de sus biznietas.

Para ello le había descubierto el manantial de las aguas eternas, para ver esparcir su simiente bendecida por todo el planeta, carne de su carne, sangre de demonio,.

Sonrió divertida percibiendo el traqueteo al ser depositada en el interior del carro y el conocido rugido de la voz llamando al descanso.

Con los años se volvía mas recurrente!-- se estiro atenta a su alrededor.

El negocio de su vida, pensó satisfecho Cleto , en su bolsillo el frasco con la poción hormigueaba ante la afortunada suerte al despuntar ese nuevo día, sus 10 hijos serian salvados, suspiro aliviado viéndolos acercarse al carro y tomar las 3 hogazas resecas con la que alimentar hasta llegar de nuevo al molino.

  • Aldara, reparte el pan antes de que tus hermanos se maten..., yo he de cavar un pozo …, regresare a casa antes de haberse escondido el ultimo rayo de sol
  • Si padre..., repartió los mendrugos a pesar de gritos y protesta viendo alejarse a padre.-- Verdaderamente se comportaba de forma extraña.

Dio con el árbol derruido cuando las luces aun calentaban a su espalda , clavo la pala bajo la cuarteada tierra sus pies , cavo el hoyo con esfuerzo agrandándolo hasta media cintura, un boquete considerable apenas profundizado.

Sudor, tierra y cansancio se acumulaban en su pobres músculos agotados mientras las luces se difuminaban y golpeaba la maraña de raíces retorcidas, el candil apenas iluminaba un palmo cuando noto la humedad en la planta de los pies, apurando un grito de jubilo ensancho la brecha tanteando las tierras fangosas bajo las que se escondía el manantial.

Aulló de puro jubilo , brotaba bajo sus pies con mas y mas fuerza. deseo concedido... siiiii.... , en medio de la nada un manantial de agua regaría sus tierras secas. Empujándose con la pala salio al exterior y brinco sobre la yerba seca, chillo a la luna, feliz y aliviado.... Se salvarían.

Su suerte cambiaba....!

Tomando la pala sobre el hombro, silbo una tonada fantaseando con el magnifico huerto de frutales, los cereales y las magnificas dotes de sus numerosas hijas. Pronto habría que buscarles jóvenes mozos para desposarlas , se dijo dirigiéndose hacia la sombra del gran molino inmóvil.

Entro por la doble puerta contemplando la actividad incansable de su prole, el ruido le llego inconfundible, otra vez....!

Allí en medio de su humilde salita brazos y piernas se enredaban en otra pelea de cachorrros, al igual que siempre un par de buenos gritos conseguían persuadiros de un varazo en medio de la cabeza. Estos hijos suyos eran un poco salvajes, se detuvo levantando el banco volcado junto a la larga mesa de la cocina, la de energía que generaban a pesar del trabajo realizado... , un rascazo, un labio agrietado era lo habitual todos los días, pero como buenos hermanos Yago y Pelayo, todo se perdonaba al grito del padre. Suerte la suya, maldijo Cleto! – , era esa una edad difícil, aquella en la que la sangre bulle si no hay una moza dispuesta a sofocar los fuegos..., Y claro estaba que la plaga no había ayudado a salvar a ninguna joven o mujer en todo el valle, apenas almas moribundas a las que no había que acercarse.

Soltó aire esperanzado!, si tal como presentía todo se acababa con los deseos, empezarían con las fuerzas de un jovenzuelo , tal como hiciera con su adorada Beltrana , cuya alma y a de sus pequeños descansaba junto a dios tras el huerto de los castaños. Los ojos se le empañaron al recordar a la que fuera su esposa desde hacia mas de 18 años, una de las primeras victimas fallecida por las fiebres de la pestilencia.

Cuanto tiempo podía retener a sus hijos varones? – Eran mayores... y tal como estaba todo, poco futuro les quedaba si permanecían a su lado, aunque gracias a la hada del bosque podía marcharse de este mundo sabiéndolos sanos y salvos.

Se volvió contemplando a sus hijas restregando los platos de la cena en la gran tina de agua jabonosa .

Balbina y Casilda eran tan sumamente hermosas, increíblemente bellas a pesar de las mejillas hundidas por la falta de alimento, ladeo la cabeza admirándolas.

El cabello negro de su madre enmarcaba unos rostros hermosos de grandes ojos verdes, naricillas ligeramente respingonas y labios llenos tan parecidos a los de su esposa fallecida.

El tesoro de un padre orgulloso, se volvió sacudiendo los terrones húmedos de sus sandalias sentándose a la mesa , delante , el pobre caldo de gallo servido por su ingeniosa Graciana, todo un prodigio de la economía familiar... capaz de obrar maravillas con una col y unas raíces de huerto.

Pellizco el contorno ovalado de su carita de duende, cuyo guiño lo lleno de satisfacción. Las muñecas se le veían bajo el vestido heredado de sus hermanas mayores, sin duda la mitad de sus hijas había heredado los rasgos de su madre y la otra mitad los suyos, tal como era el caso con Graciana , con sus hermosos aunque apagados rizos castaño , los claros ojos azules y la inmensa robustez de una fuerza de la naturaleza.

Los muchachos que las domaran deberían tener la misma fuerza para no sentirse en inferioridad de condiciones, semejantes amazonas acabarían con muchachos flojos.

Termino la cena sorbiendo el trozo de pan humedecido de caldo, esta seria la ultima noche en marchar a la cama con hambre, se levanto y estiro en su rincón al lado del fuego, las manos sobre su estomago le sirvieron para enmarcar la visión de Sancia remendando sus gastada túnica de ir a misa.

Su pequeña no era muy buena en lo que aguja se refería, aunque se esforzaba ante sus ojos y por ello aguantaba el gesto divertido al verle asomar la lengua por encima de su pequeña boca. Los ojos azules concentrados en enhebrar la aguja por cuarta vez mientras la cabeza maldecía haciendo volar sus gruesas trenzas oscuras.

A pesar de no coser del todo bien que debiera , tenia un increíble don con los animales puestos a su cuidado, ya fuera en los corrales o en el profundo bosque, ese había sido el don que les había impedido morir de hambre, sus habilidades para encontrar nidos , madrigueras, zonas del rio con abundante pesca.

Estiro los pies sobre la banqueta tallada, cuyo trabajo era el perfeccionamiento de otro de sus hijos; el taciturno Telmo; su primogénito. Un muchacho de cerca de 2 metros incapaz de despegar los labios salvo para lo indispensable, fornido y fuerte como un toro, tallaba la madera con la gracia del mejor de los artesanos, sin duda se encontraría en el taller tras el almacén de grano, a pesar de las horas de campo, nadie le escatimaba el tiempo con sus adoradas creaciones.

Aun cuando en el piso superior el bullicioso jaleo de los gemelos podría afectarle seriamente el odio, sus largos arcos colgaban de los respectivos ganchos y sin que ninguna presa desplumada o descuartizada se secara en el ahumad ero.

La discusiones de los lugares donde cazar eran las voces que le llegaban desde su cómodo descanso, levantándose estiro su osamenta pronunciando la esperada llamada. – Hijos míos bajad ahora mismo aquí!-- aulló atrayendo a su extensa prole hacia las ultimas brasas de la chimenea.

Aldara, Balbina, Casilda, Graciana y Sancia, acudieron a su llamada mirándose una a otra, los muchachos fueron los siguientes en aparecer y pronto se unieron los alborotadores Yago , Pelayo , Telmo .

Sus dos jóvenes hijos menores seguramente estaban en el lugar mas inaccesible del hogar; el tejado, o puede que colgados de las aspas del molino, o quizás saltando desde las vigas del almacén de grano, cada locura parecía añadirle mechón blanco a su ya de por si encanecida cabellera.

Serrín, eso era lo que llenaba sus cabecitas alocadas, esos dos mequetrefes con barba de dos dias y los primeros pelillos en los huevos se desafiaban constantemente a realizar estupideces que podían costarles la vida o mas habitualmente algún que otro hueso roto.

Odón y Rufo eran todo un caso de paciencia infinita.

Solo cuando los diez estuvieron frente a el alineados frente a él, se atrevió a desvelar parte del plan, no pensaba hablar de cierta preciosa hada de aspecto encantador, no al menos si quería ser tomado en serio.

  • Hijos... como cabeza de familia es mi deber procuraros un futuro mejor … lejos del hambre, de la enfermedad, – se detuvo sosteniendo el frasco entre sus manos-- Vosotros como buenos hijos …,tomareis este beneficioso elixir...-- destapo el corcho colocándose delante de su hija y vertiendo una gruesa gota roja en el interior de su boca.

Uno a uno tomaron el salado brebaje sin que ningún cambio evidente los transformase ante sus ojos, mirándose unos a otros recorrieron el camino hacia sus respectivos cuartos rezongando en su habitual cháchara de antes de dormir, dejando a su padre plantado ante los rescoldos del hogar y con el frasco aun sujeto en sus manos,.

No lo entendía, no sucedía nada? Acaso la poción era una farsa, porque el manantial si broto donde el hada había indicado , mirando el frasco apuro las cuatro ultimas gotas y lanzo el contenido al fuego. El regusto salado le provoco una picazón incomodo en la entrepierna, hasta el punto de producirle una ligera incomodidad al recorrer el camino hacia el catre donde dormía cada noche.

Con cuidado de no despertar a ninguno de sus hijos camino por el pasillo hasta llegar junto a la gran cama , deshaciéndose de la túnica casi a zarpazos gateo hacia el lecho donde ahora descansaba solo desde la muerte de su esposa, la erección traicionera levantaba los lomos de sus calzas y pronto le estorbaron al descender por sus caderas . La gruesa polla enrojecida apuntaba dolorosamente tiesa y tirante por encima de su ombligo, los tirones le estaban produciendo un dolor de huevos desagradable y eso solo significaba una cosa; cascársela unas cuantas veces.

Escupió sobre la palma de su mano untándola con saliva e intentando abarcar el pesado tronco, rebosaba su mano al llegar a la inmensa seta purpura, una gruesa gota transparente asomo tímidamente bajos sus narices haciéndolo jadear insatisfecho ante la primera tallada, el rico placer lo inundo al sacudir mano furiosamente arriba y abajo, las venas tensas se marcaban sobre la palma de su mano sin que sintiera la explosión de semen fluyendo como una catarata. Tenia los huevos demasiados llenos para no soltar la lechada cuanto antes, entonces?, que cojones sucedía, tallo hasta sentir el brazo cansado diez, quizás quince minutos , logrando embadurnar todo el inmenso talle de un brillo lustroso, resbaladizo que agudizo la saturación en sus cojones.

Estaba muy cachondo, no había manera de correrse cuando la puerta de su habitación se entreabrió...,

Cleto temió lo peor , cubriéndose con la tosca sabana espero y espero rogando por no ser descubierto con una erección de caballo, se haría el dormido... eso era..., o al menos lo intentaría, el sudor y el almizcle olor a prohibido era inconfundible.

Espero y espero, hasta escuchar la familiar voz de Sancia .

  • Padre.., paaaaapaaa...., paaapaaaaaa... – se aproximo hasta detenerse a cinco pasos del lecho-- Creo..., creooo que..., dioooos--- se subió a la cama llorando aterrorizada--- Creo que tengo la peste...., toco tímidamente el hombro desnudo del padre y retrocediendo al palpar la piel desnuda.

Cleto reacciono sobresaltado, tomando los hombros de su hija y apresándola en la oscuridad con la mirada desencajada.

  • No puede ser..., La peste ...dices?-- nooo..., nooooo – nego con la cabeza aterrorizado-- su mano se poso sobre la empapada frente de Sancia. – el incandescente calor le estrujo todos los sentidos-- ardiaaa.... bañada en sudor....-- Acaso era pasaría lo mismo que a su madre?--
  • Tengo los síntomas..., cuando me acosté esta noche... empece a sentir el calor..., fluyendo por dentro... abrasándome … – lloro y lloro la chica-- seguro que las bubas negras me han aparecido ya.... moqueo con los ojos anegados en lagrimas.-- Mee....meee ,.... estoy murieeendooooo....-- sollozo hipando.

Cleto prendió la vela de sebo junto a la cama , si tal como su hija predecía las bubas hacían aparición, estaba sentenciada..., ya fuera en las axilas, o en alguna parte de su precioso cuerpo la enfermedad se extendería debilitandola y matándola en cuestión de días.

La claridad de la llama le mostró la cara llorosa de una Sancia totalmente enrojecida, trago saliva asustado , los sollozos eran descorazonadores.

Con rapidez poso los labios sobre la frente cubierta de sudor, parte de su pelo apelmazado por el sudor lo hacia parecer brea oscura y densa, ardía en calentura, los primeros estremecimientos le arrancaron un leve temblor al rozar el cuello libre de bubas, despacio pero sin detenerse soltó la cinta de la camisa de dormir respirando profundamente al dejar asomando las cremosas y esplendidas tetas cuyos pezones muy tiesos ya lo apuntaban poderosamente, Cleto resolló consciente del poderoso tirón en el que la primera gota de semen sudo de la cabeza de su rabo y escurrió tronco abajo.

El corazón le latía como un tambor antes del toque a batalla, los carnosos y tiesos pezones parecían a punto de caramelo para ser deliciosamente lamidos tan escasamente como estaban a su alcance. No miraría …., por el amor.... era su hija pequeña la que se retoca presa de convulsiones, la fiebre... acabaría friendo su cerebro si el calor seguía subiendo de manera tan peligrosa. Su objetivo era comprobar si en verdad había bubas infecciosas...., se repetía con los ojos desencajados y manos temblorosas .

Volvió a tomar aire , casi con dificultad, peleando por no acariciar esas esplendidas tetas, con cuidado miro hacia abajo, a la unión donde esas piernas se entrecruzaban con firmeza.

  • Dejamee ver cariño..., por favor...., si las bubas están aquí... habrá que sajarlas... abre las piernas...--- pronuncio Cleto enronquecido .
  • Meee quemaaa..., me quemaaa muchooo padre..., meee estoy muriendooo, lo se..., igual que madre...., – estallo en un largo llanto .

Cleto consiguió ponerse a horcajadas con cada rodilla a cada lado del cuerpo sudoroso, consciente del peligroso péndulo de su polla balanceándose sobre la tosca camisa de dormir de su hija, sin detenerse subió los faldones sobre la cintura , sujetando las caderas descruzar la pinza de sus piernas una sobre otra, el olor almizcleño lo golpeo de inmediato, sus ojos parpadearon nervioso observando los jóvenes muslos bajando uno encima del otro, enseñándole la peludilla rajilla a solo unos palmos . No parecía tener bubas, ni bultos, al menos a simple vista..., cerrando los ojos con sumo cuidado de no apoyar su oolla sobre piel alguna.

La verga seguía supurando semen igual que una vela demasiado tiempo prendida, aun así... adelanto la mano temblorosa hasta posarla sobre la ingle , recorrió la candente piel con los ojos cerrados sin dar con las temidas pústulas sus ojos se abrieron al empaparse de una pegajosa baba brillante.

El largo suspiro de Sancia arqueándose lo sorprendió abriéndole la boca, aquello era....?

Con mucho cuidado sus dedos recorrieron el velloso camino de pelillos calados , la humedad le empapaba la mano y dos de sus dedos tantearon la unión entre los muslos, la crema jugosa manaba al minimo roce dotando de un irresistible para sus torpes dedos.

Cleto apenas creía respirar cuando el rabo tironeo hasta soltar una pequeño hilillo de semen , el dolor le produjo un espasmo que pareció agrandar al máximo su polla estirándola dolorosamente . La punta de su dedo rozo el endurecido botoncillo al clavarse a medias , ek candente coñito enseguida le roció el pegajoso jugo con el que hundió su dedo hasta el nudillo.

El gemido brotando de la garganta de Sancia lo distrajo momentáneamente, su hija se sacudió contra su mano ,empalandose hasta en dos lentos movimientos a punto de perder el sentido. Que hacer? Que hacer?...

Cleto reunió el poco coraje que le quedaba sacando la mano de entre los muslos de su hija pequeña, estaba mal … era pecaminoso..., resolló sin apenas fuerza de voluntad. La fragante esencia nublaba sus ya aturdidas sensaciones , le costaba respirar, mas de lo humanamente posible , no la tocaría , por que si lo hacia..., si lo hacia... se esta mareandoooo.

No lograba saber como proceder, su hija sufría retorciéndose , el rostro enrojecido , el sudor empapando cada centímetro de sedosa piel rosada, el pequeño cuerpo tirito sacándolo de su perplejidad, reacciono sentándose sobre la cintura de esta y atrapando sus hombros con celeridad, para darse cuenta del temible error demasiado tarde.

El glande chorreante de semen se reclinaba precariamente sobre el viscoso pelillo , Cleto intento moverse levantando las caderas en precario equilibrio , mala idea... los tensos pezones rosados se aplastaron bajo su pecho, en seguida los noto rozándose encantadoramente, el gemido esta vez broto de la boca de ambos.

Moverse, eso era lo que debía hacer cuanto antes....-- se autoconvenció el campesino sin retroceder en ningún momento.

Por un instante todo se redujo a la suavidad de la piel juvenil bajo el áspero bello de su pecho, de pronto los dedos de su hija subieron por la cintura deteniéndose irremediablemente entre sus riñones y su culo.

  • Por faaavooooor paaaapaaa... ayuuudameee...-- lloriqueo con lo ojos firmemente cerrados-- Ardeeeee...., Ardeeee... Calmaaaaaaaa este dooooolooorrr... – susurro Sancia entreabriendo los muslos dejando eso duro y empapado descansando a la entrada de su coño.
  • Noooo te mueeevaaaaas... Sanciaaa..., nooooo... – se callo notando como el tronco de su tranca soltaba otra andanda liquida , descargando a las puertas del estrecho orificio . Apreto las mandibulas .-- si llegaba a....-- cerro a su vez los ojos respirando entrecortadamente.

No , noooooo.... no podía ser..., se repetía .. ,se meció procurando separarse y consiguiendo frotarse las pegajosas partes increíblemente enganchadas, -- con un tembleque cada vez mas acusado estrujo las manos alrededor de la almohada, , toda ella desprendía fuego, calor...,

Era de ambos el olor que lo impregnaba todo, allí bajo él , con las piernas rendidamente abiertas al apoyo de todo el peso de su rabo contra la húmeda rajilla hincándose en la dulce manteca fundida de su coño.

Cleto echo el cuello hacia atrás, incapaz de detenerse o seguir, la tortura de algo increíblemente bueno lo invadió ? Aquello lo mandaría de cabeza al infierno, pero... ooooohhhhh que coño tan jodidamente prieto …, apenas consiguió avanzar penetrándola poco a poco, con la derrota y el placer escapando en un quejido. Toda su corpulenta osamenta descansaba sobre el vientre dando a sus caderas , deteniéndose al ensanchar el camino entre los enrojecidos labios de su apretado coñito.

El jadeo de derrota de Cleto retirándose parcialmente compitió con la protesta de Sancia, momento elegido para empujar sus caderas hasta enterrarse por completo , rompiendo y llevándose por delante la firme membrana.

  • Aaaaaaaaaaaaahhhhhh..., que grandeeeeeeeee padreeee. Me esta abriendo por dentro....! se retorció Sancia acoplando sus tierna vagina -- Ohhhhhhhhhh...., uuuummmmmmm.-- soltó un gemido suave.
  • Quédate quietaaaa … tieeeenes el coño tan cerrado... joooodeeer... se clavo hasta descansar su polla clavada , bufo imprimiendo a sus caderas la cadencia con la que al final envisitio arrasando con todo y quedarse acogedoramente enterrado.

El aullido asusto a Cleto al punto que sin pensarlo acallo la boca de la única manera conocida, arrasándola con la suya en un beso para nada fraternal, pronto su lengua rodeo la de su hija callándola, mostrando como imitarlo, enseñándola a succionar mientras las jadeos de los dos se mezclaban en la boca del otro, hasta quedar totalmente metido en el pequeño vientre.

A punto estuvo de caer fulminado al notar el calor sedoso y ardiente abrigándole la polla, dando a sus caderas la potencia para envestir dos cortas veces y soltar una abundante carga de semen.

El poco aguante no sorprendió a un Cleto abrasado, era consciente del torrente de semen inundando la castigada vagina, fundiéndose con los jugos manados de desvirgar a su hija.

Permaneció quieto, siendo consciente de dos dolorosas verdades, su polla yacía ricamente clavada dentro de su pequeña, aplastandola con su peso en la cama donde había venido al mundo y para mayor infamia ….volvía a percibir el empalme de su verga endureciéndose asombrosa mente tiesa en el lubricado interior de su coño.

  • Papa...., creo que... , estas , estaaas.. – apretó los músculos de su vagina inconscientemente-- Ohhhhh , oooooohhhhhhhhhh... siseo sujetándose al cuello de Cleto.--

El tono tranquilo de Sancia y los instintivos apretones levantaron su polla tiesa en el interior de su cálido encierro, que le estaba pasando? – agacho la cabeza entre el hueco del cuello y su cabecita envistiendo con todas sus fueras, quizá era demasiado pronto para su pequeña..., a penas le había abierto el coño y volvía a estar mas que dispuesto a follársela. No podía parar, no podía...

Agradecía al cielo la gran cantidad de esperma soltada en la pequeña barriguilla , le facilitaba los movimientos con los que empezó a clavarse una y otra ver, gozo ante la palpable saturación de jugos sobresaliendo de su polla según sus huevos golpeaban una y otra vez la deliciosa raja.

Hasta que casi de inmediato los ruiditos succionadores de sus partes intimas chasquearon compitiendo con los arrancados a Sancia .

Los minutos parecían convertirse en horas, en días, en meses... pero por nada del mundo hubiera dejado de bombear su rabo sin tregua, apreciando al increíble coñito contrayéndose y cerrándose sobre su polla, los bracitos de su hija pronto se aferraron a su nuca, jadeando ante la deliciosa manera de llenarla.

Era demasiado para ella, con la boca abierta en un mueca de la que ya solo salia un ruido sordo, casi inhumano se apretó aun mas, apresando el rabo de su padre hasta escucharlo gemir contra su oído en unos claros sollozos hundiéndose hasta querer traspasarle el vientre . Luego el el calor fluyo dentro de ella llenándola en furiosa lluvia. El derrumbe del peso de padre sobre ella de nuevo la impedía mover un musculo.

Sancia respiro una, dos , tres profundas bocanadas, consciente del calor caldoso fundiéndose en su interior, mitigando la insoportable calentura poco a poco.

No podía mover ni brazos, ni piernas sin darse cuenta de que ese inmenso trozo de carne aun seguía palpitando y escupiendo jugos dentro de ella. Estaba dolorida, escocida y terriblemente cansada, aun así... callo incomoda al darse cuenta de que el impresionante manubrio de padre parecía no tener intención de salir de su interior, latia dentro de sus partes.

Parpadeo consciente de la piel sudorosa, del sudor y de la amplia palma de su padre sosteniéndole el mentón y abriéndole la boca, cualquier pensamiento racional voló por encantamiento de su lengua.

Despegarse de su boca la dejo sin aire, no entendía, pero sentía..., y lo hizo al notar la cabeza de padre descendiendo entre su cuello en delicados besos, la boca se le volvió a abrir igual que un pez fuera del agua, aquello era delicioso...

Cleto recorrió con leves besitos la suave piel del cuello escuchando los suaves gemidos de Sancia escapando de su garganta, no sabia de que manera era posible pero así era, el útero de su hija se estrechaba sobre su rabo de nuevo poniéndolo de nuevo tieso y dispuesto. Los dos polvos sin desalojar ya era de por si un verdadero milagro, pero tres? .

Con dificultad salido de la prensa en la que es coñito sujetaba su polla, la pobre iluminación de la vela de sebo a punto de consumirse le mostró el glande amoratado estirado sobre la barriguilla de Sancia, era el momento para detener aquella locura, al menos quiso creerlo, podía echarse a un lado y dejarla marchar.

El dorso de su mano acaricio la piel de la clavícula, llegando hasta el contundente latido de su joven corazón, beso con suavidad el retumbar rápido, exhalando el olor y llevando a su lengua hacia al traicionero reguero de sudor sobre la pesada teta. Con lentitud lamió el salado rastro hasta rodear los duros pezones.

Noto la espalda de esta arquearse ante su boca, chupo rodeándolos, comiéndolos con ansiedad, repitiendo el tratamiento con la otra magnifica teta juvenil.

Los pequeños grititos lo enloquecieron , de tal manera que sin darle mas tiempo volvió a subir su cabeza y le comió la boca, rápidamente los ruidos se acallaron , su glande reclinado sobre el emplasto pegadizo entro con facilidad pasmosa, engullida palmo a palmo por la dilatada vagina hasta tenerla claramente clavada a las puertas de su joven y fértil útero.

  • Separa las piernas bien hija..., ! Agárrame el culo... – suplico Cleto sujetándose a las caderas ahondando la maravillosa penetración.

Sancia obedeció de inmediato, el rostro enrojecido por el arrebato con el que su padre se la había metido de un hondo empujón. Con torpeza sus manos se posaron sobre las duras nalgas cubiertas de pelo , duras e inmóviles. Tenia las piernas separadas cuando padre la agarro con fiereza por debajo de los muslos , incomoda o no enseguida la boca de padre dentro de la suya le quito cualquier pensamiento coherente.

No podía dejar de moverse con su lengua, chupándola e imitándolo , gimiendo cuando apretó agarrando los cachetes del culo de Cleto.

El empellón seco y duro la arranco un chillido, Aaaaahhhhhhhhhhggggggggggggg...., estiro cuello esperando el siguiente topetazo, el placer la estaba matando....

Cleto empujo hacia adelante y hacia atrás comenzando a a agitar las nalgas con rapidez furiosa, estaba en el séptimo cielo de la lascivia, como detenerse? - Cada empellón salpicado con jugos y gemidos le daba alas a ensartarse hasta el fondo y así lo hacia . No era posible , pero sucedía..., cada Ploooop, ploooop, ploooop, ploooop, los acercaba a el punto de la corrida , lo notaba en el encantador coñito contrayéndose alrededor de cada riñonada, gozando de los ruiditos con los que sus cuerpos se acercaban mas y mas al final.

Los cachetes de Cleto se aceleraban bajo las palmas de las manos de Sancia , cimbreándose cada vez mas fuerte, los gruñidos roncos volvieron a sonar junto a su oído al aullar eyaculando con la oleada de jugos bajando por el tronco de su rabo, fue arrebatador.

Hasta el punto de tener que morder la almohada al soltar cada cálido chorro de semilla , acabando la exploración del interior de la vagina de su pequeña hija. Seis, siete , ocho fueron los incesantes caños derramados en las tiernas entrañas , dejándolo traspuesto de nuevo sobre ella, jadeando , tomando consciencia del que ese fluido podía hinchar su barriga nueve meses despues.

El pensamiento se abrió paso en su entumecida conciencia logrando lo inimaginable desacoplarse con la verga pringada, cayendo a un lado hasta sentir su espalda sobre la rugosa tela, las vigas del techo nunca le atrajeron tanto como esa vez, que hacer... peor aun, que decir...

Mil sensaciones pugnaban en el interior de Sancia , todas ellas confusas, respiraba sin el peso de su padre, las piernas abiertas seguían sin poder moverse, algo viscoso se deslizaba fuera de su coño a cada respiración, demasiado para ser solo suyo. Cada honda bocanada calmando el desbocado latir dentro de su pecho. Asombrosoo...., no... , no encontraba palabras para describirlo, a lo mejor padre, sabia como... llamarlo.

Con sumo cuidado se giro ,no decía nada..., no reaccionaba... de repente se sintió turbada y se giro dándole la espalda.

Vio la vela a punto de consumirse junto a ella, tan cerca que sintió ganas de soplarla y oscurecerlo todo, dormir, eso era …, dormir hasta el día siguiente, eso era...

  • Apago la luz ? – pregunto girando la cabeza sobre su hombro cohibida.

El rostro fatigado de Cleto la miraba atormentado, despegando los labios para pronunciar lo que parecía una queja,

un robusto brazo ciño su cintura, la cabeza de él sobre su oído susurrando – Lo siento tanto...., tantoooo... esto no estaaa bieeenn , entiendes?...-- No puede volver a suceder!-- Se entrecorto la voz .

De costado con él detrás de ella es consciente de la gruesa viga acunada sobre su espalda, de nuevo dura y preparada moviéndose libremente entre la hendidura de su culo.

Calla, no pronuncia palabra su cuerpo es el que acoge los meneos de la gigantesca viga meciéndose hasta apoyarse encima de los enrojecidos labios del coño dejando la caricia del tronco sobre las corridas anteriores.

Suspirando al compás, en un coro bajo y excitante, la madura polla volvía a empinarse de lo mas dispuesta cuando pringada con su ultimo semen su oído siseo con claridad : – No debería...., nooooo deberiaaa...--- soltó en una suplica imposible de respetar , sus caderas con vida propia torcieron la hinchada seta de su cipote a la machacada vagina .

Innato o no , El glande guiado por el calor, los jugos y la calentura apunto entre los cachetes hasta dar con el estrecho aguerillo apenas ensanchado. De nuevo la barra de carne se hundió hasta las entrañas de un fluido y seco movimiento . El pequeño temblor lo hizo boquear ante el salpiconazo, tragando saliva al sentir su estomago descansando sobre los tiernos cachetes juveniles, una lluvia pegajosa le anego los testículos consciente de el arrebato con el que Sancia se había corrido a la primera de cambio, Cleto pudo deslizar la mano entre sus piernas a sabiendas que el prieto botoncillo se endurecía bajo la yema de sus dedos a cada toqueteo, los suspiros de ella lo animaron a acrecentar el ritmo del manoseo con el que empezó a moverse bajo su polla.

En ese momento, sujetando la cadera, Cleto empezó a follarse con rabia a su hija, con los cojones calladamente enterrados ente los labios coñiles inicio un cadencioso mete-saca que parecía dejarle sin aliento, hundiéndose acelerando y deteniéndose, profundizando cada riñonada según los cachetes restallaban sobre su estomago y el ceñido coño se aferraba a su polla como una lapa , marcar ese coño estaba convirtiéndose propósito en la vida.

Sancia se cocía en tan riquísimo jugo, los empujones del tremendo trozo de padre dentro de su húmeda rajita la arrancaron un pequeño jadeo , el gustazo de algo buenísimo la recorría de arriba a abajo hasta el punto de nublarle la vista cuando algo viscoso broto de ella a borbotones.

Aquello fue demasiado para Cleto , aun cuando la espesa y cálida emanación sudo sobre su polla , perforo sus entrañas con lujuria de nuevo recobrada golpeando sin tregua sin importar el presente, el futuro .

Abandonándose al bombeo de los sonoros chasquidos. Sancia seguía traspuesta los ojos cerrados , la boca abierta en una mueca de disfrute sin poder acallar los hipidos que escapaban según aceleraba y se detenía, dejando a Cleto empujar con las fuerzas intactas de un hombre dedicado a trabajos duros.

Sancia no pudo evitar soltar un largo suspiro ante el potente orgasmo con el que volvió a bañar la incansable verga paterna, no dominaba su cuerpo, menos aun cuando el envaramiento de su padre a su espalda solo significaba otra explosión viscosa y cálida manando en sus entrañas, retrocediendo al recibirlo por cuarta vez.

Cleto la soltó de inmediato, igual que la mordedura de una serpiente venenosa, con los claros jugos entremezclados derramándose sobre el suelo de su estancia, retrocedió para alejarse cuanto fuera posible, alejándose hasta llegar junto a la palangana con agua y volacarla sobre su aturdida cabeza.

El frio contraste pareció templar sus nervios, no sus cuerpo, sus manos. Sus vidriosos ojos no apartaron la mirada del lecho, asomaban las primeras luces del alba , colándose entre los postigos y mostrando el cuerpo desmadejado , casi muerto.

Temió lo peor, aun cuando cubrió su cuerpo con la túnica y enfundo su incansable polla dentro de las calzas.

Las lagrimas asomaban al aproximarse tembloroso al lecho , aparto un mechón de la húmeda cabellera de Sancia, el calor había desaparecido dejando unicamente un sonrosado tono a la piel, a penas un aleteo de parpados y los ojos se abrieron inocentes.

  • Sancia..., has de lavarte entendido?, volver a la habitación con tus hermanas...., antes que estas se levanten-- No debes apurarte..., no padeces la peste... – se le torció el gesto apesadumbrado viendo la clara mancha de sangre y semen entre las ropas de cama.
  • Pero padre... – murmuro dispuesta a contestarle.
  • Shhhhh..., silencio..., no has de contar lo sucedido a nadie..., jamas ...., – No ha sucedido nada, porque no estas enferma... entendido?-- Que sentido tiene alarmar al resto de tus hermanos?--
  • Esta bien...-- callo levantando su cuerpo de la cama cubriéndose de nuevo con la camisa de dormir y abandonando la estancia con paso lento.

Cleto respiro aliviado, atormentado y confuso. Esa no era su naturaleza – se convenció bajando a la planta baja y recogiendo sus aperos para agrandar el pozo.

  • Padre...-- reconoció a Telmo sentado a la mesa tendiéndole las gachas aguadas-- parece cansado...-- murmuro tragando el insulso desayuno.
  • Mala noche...-- se restregó la cara con pesar-- He de comenzar a agrandar el pozo... estaré todo el día fuera..., seguramente... volveré al anochecer-- Te encargaras de repartir las tareas?
  • Por supuesto, marche tranquilo...-- se le agrio el humor- viéndolo desaparecer casi escapando del molino.

Cleto ensillo al borrico con urgencia, la vasija seguía bajo en el interior de la cesta , respiro tranquilo consciente de cuanto mas se alejaba de su hogar mas intranquilos eran sus pensamientos. Sancia estaría bien, dentro de lo que cabe... si el fruto de su semilla no anidaba ya en su interior, maldición! – que extraño embrujo le había llevado a follarse salvajemente a su inocente hijita.

Cabeceo alejando las calenturientas imágenes de su mente, no volvería a suceder, cuando confesara sus pecados seria perdonado, eso si no lo fulminaba una rayo divino.