Débil es la carne, por suerte.... (3 )

¿ Aquella en verdad era la hermana seria, responsable que conocía?, Quien hubiera pensado de su hermana semejante ardor, era ella quien lo follaba desenfrenadamente, cabalgando cual amazona sobre sus testículos mas y mas hinchados . Si en verdad deseaba tener criaturas , confiaba continuar....

Aldara hundió el trozo de lienzo en el agua fría , la tela empapada templo la frente acalorada de su hermana pequeña, con cuidado retiro el plato de gachas intacto, dedicando un ultimo vistazo por encima del hombro.

El aspecto rosado de las mejillas de sancia confería un aspecto engañoso al fatigado cuerpo, la complexión delgada de la que un día fuera niña hacia tiempo había dado paso al de una mujer magníficamente desarrollada .

Todos los polluelos abandonaban las plumas infantiles con demasiada urgencia, suspiro lamentando cuanto quedaba enterrado en el tiempo.

  • Duerme cuanto quieras,-- murmuro en un susurro-- Marcho mas tranquila, si luego te encuentras con mas fuerzas probaremos con algo de caldo claro, Humm? . – se levanto del lecho procurando no hacer ruido.

Abandono la habitación compartida suspirando, todos había sufrido grandes privaciones, la maldita pestilencia les había arrebatado demasiado. Ella era el mejor de los ejemplos , el triste recordatorio de donde acababan los sueños de tener esposo, hijos, un hogar fuera del molino, se encontraba enterrado bajo el suelo del cementerio.

El pesar la entristeció , ensombreciendo el rostro , descendió por la escalera con paso firme. ¿ No habría un futuro para ella? , a caso no lo habría para ninguno de ellos? – se lamento junto al lavadero.

La triste respuesta sobresalía sobre la cesta de mimbre en forma de ropa sucia, apilándose de forma desordenada. Resoplo fastidiada, se había librado de la trilla a cambio de romperse el espinazo en la ribera del arroyo . Enjabonar, golpear sobre la piedra y escurrir, una y otra vez hasta convertir sus manos en dos pedazos rojizos de carne magullada.

Su animo no era el mejor, las pesadillas habían dominado sus sueños hasta hacerla despertar con lagrimas bañando su rostro , en su cabeza resonando el eco de los llantos infantiles de un vientre seco.

Esa angustia descarnada volvió a golpearla, ensombreciendo el rostro. Su cuerpo se secaba , sus brazos se marchitaban sin el peso de criaturas, solo el de ropa sucia.

El ardor de su cuerpo se templaria con el agua del rio, arrodillada sobre las piedras mientras su mente vagaba hacia el lugar donde rodeada de sus pequeños esperaría la vuelta de su esposo tras una largar jornada de trabajo.

Era su manera de escapar al dolor, fantaseando. Podía convencerse si lo deseaba con todas sus fuerzas , dejo volar la imaginación durante el trayecto entre los cantos rodados del rio, sus ensoñaciones contaban de la fachada de una pequeña choza junto al bosque. Aquella que una vez soñó como suya, con el tejado de paja, el suelo de tierra barrida, una amplio hogar donde cocinar, y por su puesto, el lecho donde engendraría a su siete hijos – trastabillo hasta casi caer, volvió a equilibrar la cesta sobre la redondeada cadera sofocando el sonrojo al darse cuenta lo lejos que sus fantasías la habían conducido , se encontraba a las puertas del bosque. Si Cástulo no hubiese fallecido... se repetía maldiciendo entre dientes, a saber lo que hubiera llegado a suceder!

Nunca antes llego tan lejos del recorrido original, se mordió el labio ante la majestuosa barrera boscosa . El sonido de las claras aguas a sus pies acabo con los últimos recelos, recogió el vuelo de su falda buscando el lugar adecuado para colocar su cesta e iniciar la monótona tarea.

Se arrodillo frente a un ancho saliente , arremangando sus faldas con el habitual desparpajo de alguien acostumbrado a ello. Sumergió la primera de las prendas en el arroyo enjabonando con brío , a penas se molesto cuando el agua salpico sus ropajes al golpear la piedra y fantaseo embobada.

Cerca de allí...

Escupió la brizna de hierba fresca aburrido, permanecer alerta agazapado a la siguiente presa equivalía a largas jornadas de esa inmovilidad contemplativa. Allí, en la quietud permanecía en el improvisado refugio boscoso , alerta a la aparición de una nueva pieza , las respiraciones se mitigaban a la tensión de una flecha tensada. El arco yaciendo sobre sus rodillas, dispuesto a atravesar el corazón de cada nueva captura.

En el cinto un gordo pichón como única presa del día. Los tensos músculos de Yago aflojaron la tensión del cordaje al escuchar el ruido de pasos aproximándose, no se trataba de una presa … al menos no a la usanza, advirtió divisando la figura de una lavandera .

La tonta mujer espantaría las presas del abrevadero natural , se enfureció saliendo del interior de su escondite con paso sigiloso, maldita fueran todas las hembras!-- mascullo entre dientes frustrado.

Siguió sus pasos concentrado en cada uno de los movimientos torpes, las salpicaduras al depositar la cesta con la colada y arrodillarse sobre el mas amplio saliente. Su espalda apareció solo a unos pocos metros desde donde él permanecía oculto. La muy idiota ni cuenta se daba de su presencia, en cambio él, olisqueo el aroma a jabón de madreselva surgido entre las ropas de la moza. Desde donde estaba distinguió una pañoleta blanca sobre pelo oscuro.

Desde su escondite diviso las contorneadas piernas arrodillándose dispuesta a sumergir la primera de las prendas de su cargada cesta.

El grito de advertencia se seco en su garganta al distinguir el redondeado trasero ajustando la tosca tela .

Un rojo velo cubrió nublo su ya exaltada lujuria, si la imprudente se atrevía a realizar su trabajo tan cerca de un lugar sumamente peligroso, debería apechugar con las consecuencias, – Argumento Yago manoseando con rapidez la apertura de las calzas.

  • Estúpida Hembra...., gruño sacando su endurecida polla con premura-- Deberías hacer caso a las advertencias...-- boqueo al deshacerse del guantelete e iniciando el manoseo arriba y abajo. la cabeza de Yago se ladeo observando detenidamente el apetecible trasero zarandeado por los movimientos en el interior del rio. – Mordió su labio apretando su puño alrededor del congestionado glande. – Sonrió admirando el hipnótico balanceo acelerando sus pasos hasta situarse en el linde donde los arboles daban paso a la corriente. Solo debía estirar el brazo atrapar a la insensata contra un recio pino y enseñarle como se las gastaban los cazadores.

Plantado e inmóvil inhalo el cálido aroma del jabón y la madreselva de la muchacha, observo la perezosa gota de sudor descendiendo tras la oreja perdiéndose en el esplendido escote . El nudo en su garganta se deshizo ante la gloriosa estampa de esa anónima hembra a la que pensaba aleccionar cuantas veces fuera necesario.

Demasiado tiempo sin hembra acababan pasando factura , demasiadoooo.... asomo su brazo entre la espesura y tiro a la muchacha contra el arbol mas cercano.

Las ensoñaciones de Aldara vagaban perdidos en su mundo imaginario habitual , allí en el claro del bosque donde alguna vez pensó instalarse. Una choza humilde con tejado de paja , ampliada según los hijos fueran llegando , con una despensa repleta de provisiones para todo un crudo invierto, el rudo rostro cada día mas borroso del carbonero desaparecido, yacería junto a ella, en el lecho, capaz de enardecerla con el roce de su callosa mano. Si... esa mano, fuerte , callosa , capaz de rozarla entre las piernas , mejor incluso al triste asalto en la fiesta de la cosecha, mejor aun a lo experimentado cada noche por su propia mano. No podia abandonarse al imposible , al menos no, cuando la noche anterior había despertado empapada en el sudor frio de la soledad y de sus patéticos recuerdos. , lloro de frustración al sentirse asaltada por la traicionera humedad entre sus piernas.

Apartaría las pecaminosas ilusiones enfriandolas con el agua del rio, se castigo hundiendo las bochornosas calzas en el curso del rio. Hombres sanos? Ya no quedaban ninguno de ellos – suspiro inclinada en la tarea de enjuagar la prenda entre sus manos.

Las manos volvían a salir de la fría corriente cuando algo la sujeto tirando de ella , aterrada imagino la zarpa de un oso arrastrándola al interior del bosque, chillo al entender que su espalda golpeaba la madera de un tronco. Cerro los ojos esperando el desgarrón y el temido dolor de la garra cortando su vientre en la soledad del bosque .

Pero no fue el gruñido del oso lo que escucho , ni el temido dolor lacerante de unas fauces, solo un breve y frustrado sonido sonó con una claridad aterradora. – Tuuuu...., pero …, que...- grito la voz terriblemente familiar.

Aliviada al no ser la comida de una bestia del bosque se atrevió a entreabrir los ojos , enfocando la visión hacia el lugar donde la voz seguía despotricando de mala manera. Los gritos del individuo lo tenían enfurecido paseando arriba y abajo, y fue solo cuando reconoció el rostro que la figura se volvió reconocible.

Su boca se abrió hasta casi llegar al suelo. – Yaaaaagoooo...-- murmuro aliviada sin poder desviar sus ojos de la portañuela de sus calzas visiblemente abierta. .

Enseguida desvió los ojos , sonrojándose aparatosamente. A caso era posible tenerla así de grande? , bajo los ojos intentando pensar en otra cosa, imposible. La tiesa polla de su hermano apuntaba al cielo , desafiando la gravedad .

  • Pero como se te ocurre acercarte por aquí... , es un abrevadero de animales... idiota...,!-- golpeo con el dorso de la mano la frente de la avergonzada aldara. – Aqui es donde se les da caza, te han olisqueado! . Todo un día de a la mierda! -- acabo resoplando contrariado.
  • Valladee..., no me di cuenta..., susurro con los ojos atentos al suelo-- Tomare la ropa y... me, me marchare mas abajo-- se aturullo enrojeciendo aun mas.
  • Y ahora que... por que cojones no te atreves a mirarme..., eh? – le grito con la cara pegada a un centimetro. Ehhhh... ?
  • Es que llevas , eso, al aire . Ladeo la cabeza mordiéndose el labio al señalar la monumental estaca .
  • Joder, se apresuro a observar la facha que debía ofrecer gritando a pleno pulmón con la verga asomando fuera , maldiciendo fajo con las calzas ante la imposible tarea de guardarla en semejante estado .
  • Te duele mucho?-- susurro Aldara adelantando la mano titubeante posandola sobre la brillante cabeza rojiza
  • Uufff..., si..-- encajo las mandíbulas ante el atrevimiento de Aldara-- No te lo imaginas...-- siseo obsevando como la pequeña mano amarraba su polla decidida.-- cuando esta tan tiesa solo se alivia con un masaje.-- abordo en tono casual.
  • Yaaa ! .-- enmudecio concentradisima en la tarea imposibe de sujetarla -- Esta muy dura, se apresuro a cambiar de tema al recorrer el largo trecho hasta la base y retornar hacia la cabeza rojiza-- la puedo notar vibra creciendo..., es grandiosa !- enfrento los ojos por primera vez.

La ira de su hermano habia quedado olvidada, transformando su rostro en una mascara relajada y tranquila. El masaje debia ser sumamente placentero penso Aldara incapaz de abrir los labios, porque no continuar frotando el enorme trozo de carne mas rapido? . No podia ser mas dificil que ordeñar a Bessy o las cabras , penso aguantando la carcajada .

La ocurrencia parecio complacer a yago , quien inconscientemente adelanto las caderas y acompaño los acelerones de la mano subiendo y bajando, ella no podia dejar de notar la viscosidad brotando a cada pasada, la rigidez con la que crecia y crecia cual tronco de arbol. Pronto los jadeos de su hermano la asombraron al tensarse y dejar escapar una serie de finos chorros blanquecinos.

Estos empaparon la manga de su vestido, incluso llegando a salpicar la blonda del escote del vestido de diario, boquiabierta soltó el vergajo escupidor retrocediendo asombrada, cuanta cantidad de leche varonil podía albergar aquel pedazo de carne? . tras lo que pareció una eternidad, la polla yacía como un badajo goteante.

La imagen se colo en su imaginación irremediablemente , volviendo a arrancarle una sonora risa. Procuro taparse la boca ante la estrafalaria comparación, no quería ofender a su irascible hermanito, no fuera a atizarle un guantazo en toda regla. Se tapo la cara apoyada en el tronco sin presentir como la sombra se aproximaba y ponía ambos brazos alrededor de su cara.

  • Que tiene tanta gracia, uhmm..., cuéntame, a ver si me hace a mi tanta!-- poso la mano en la cintura atrapándola sin posibilidad de huida.
  • No, nada... se atraganto de nuevo – nada, te lo juro... – bramo con una risa histérica.
  • Ya veo, ya..., te hace muchísima gracia, eh?-- se apresuro a colar la mano bajo las faldas subiendo por las enaguas hasta dar con estrecha portezuela de sus calzones histérica hermana.-- Déjame ver... , cubrió con la palma abierta la áspera tela entre los muslos.-- Chica malaa..., esto esta muy húmedo, acaricio con la palma abierta la hendidura calada. – Ya se te pasa la risa?
  • Mmmmm.. , si... para... hablo entrecortadamente, - sin entenderlo la voluntad la abandonaba bajo la laboriosa mano entre sus piernas. Va..., lo digo en serio!-- pronuncio sin demasiada convicción . Respiro con dificultad, nerviosa al darse cuenta del descaro con el que la mano había apartado el engorroso lino y comenzaba a recorrer la raja de su coño.

El escalofrió la pillo por sopesa, en verdad aquella mano iba a ponerla en un aprieto, sin fuerza para resistirse noto tres de aquellos dedos punteando y rodeando el sensible bastoncillo, llevándose tanta crema en su movimientos que pronto se enterraron en su excitada vagina. Esta vez, fue ella quien grito asustada, la enloquecedora manera de clavar sus dedos pronto la pusieron al borde de algo desconocido, algo creciente en ella según los dedos aceleraban entrando y saliendo, escuchaba la respiración de Yago sobre su cuello , las suyas estaban a punto de revelarla sin remedio.

Y de golpe, sin llegar a finalizar el increíble placer, todo se detuvo. El latido de su corazón parecía querer escapar por su garganta, Acaso era posible tanto gusto? , atontada abrió los ojos para descubrir la sonrisa de suficiencia de Yago lamiendo sus dedos complacido.

  • No hace tanta gracia cuando te dejan a medias, a que no? – guiño el ojo con arrogancia.
  • Seras... bruto, se lanzo atizarle un sopapo interceptado-- Suelta..., como te atreves... , soy tu hermana...-- se vio de nuevo lanzada contra el árbol.-- Que clase de animal te crees que soy?
  • Uno que se muere por una polla..., verdad hermanita? – se restregó bregando por liberar su polla renacida. – Ya me contaron lo de tu folleteo con el viejo Cástulo , el carbonero, verdad?– Tan desesperada por una polla estabas? – Jodeer , murmuro arremangando las faldas y apuntalandola contra el tronco.
  • Son mentiras de envidiosas...,me prometió matrimonio, sabes? respondió consciente del sonido del trasiego de ropa que dejaba las pieles en contacto.-- El quería una esposa , me lo pidió la misma noche en que...-- callo aterrada sintiendo el calor acuoso de algo caliente apoyado a las puertas de su coño.
  • Si.. la misma noche que follasteis, verdad? – gruño arremetiendo la punta y detenido al apreciar las estrecheces rodeándolo. – Que coño mas caliente..! mmm rico..., vas a ver que bien lo vamos a pasar ! – embistió hundiéndose hasta la empuñadura.

Yago jadeo al moverse con lenta parsimonia, el coño apenas abierto aun se estaba amoldando a su verga. Su hermana era sumamente estrecha , prieta y caliente. Con abandono inclino la cabeza sobre el cuello lamiendo y succionando . Esta levanto el rostro abrumada, incapaz de realizar un solo movimiento al notar el mordisco sobre su cuello, momento en el cual la silencio acallándola con la boca . Sus pupilas se dilataron al distinguir el repaso de la lengua sobre sus labios, mordiéndolos hasta abrirlos . Ahogando el creciente enojo de sentir la lengua intentando colarse entre los dientes.

Atacada desde todos los flancos, Aldara cedió , sus fuerzas no eran suficientes para resistir mas esa placentera incomodidad .

Sin saber como un lamento escapo de sus labios ofreciendo la oportunidad a su hermano para colar la lengua en su boca, sintió que se ahogaba ante la exigente boca. A penas tomaba aire mientras Yago punteaba enredando ambas lenguas una, dos, tres veces. El gemido mutuo atrapando el tórrido aire , dejándolos sin aliento en medio del bosque aun apoyados sobre la madera de roble roble.

El juego lubrico consiguió relajar la apretada presión sobre su polla , poco a poco las jugosas paredes comenzaron a engrasarse compensando a Yago la estupenda manera de introducirse hasta quedarse a las puertas del esponjoso tope. Pudo evidenciar sus gruesos testículos magníficamente acomodados en la sonrosada hendidura.

Aldara se agito empalada por algo verdaderamente largo, un estremecimiento la sacudió ante las vibraciones de aquel inmenso trozo clavado en sus entrañas. Las mejillas se colorearon ante la certeza de gozar con la polla de su hermano, porque, al comprenderlo, sus miradas se encontraron rendidas a la intensa follada.

Aplastada como estaba su espalda a la madera, no supo en que momento sus rodillas alzadas consiguieron flexionarse hasta encerrarse sobre la espalda de Yago, atenazando sus riñones, mientras este la apretaba con firmeza por las caderas.

Yago acomodo el leve masaje aceitado de las partes intimas, estaba bien húmeda. Estaba como loco ante el sutil empellón de fuego liquido sobre sus testículos, su coño se estaba derritiendo sobre su polla, empujándole a una eyaculan de la que pronto seria testigo sino conseguía hacerla desistir en la magnifica compresión.

Apoyo su frente en la de Aldara, jadeando al presenciar los estómagos pegados .

  • Espera... , ohhh diooos..., deja que …, siseo ante una nueva oleada glutinosa.-- Jooodeeer.-- se lanzo a comer de su boca sin detenerse ni un solo instante mas.

La boca la dejo sin aire, apreciando el empuje del largo trozo saliendo y entrando con una urgencia bestial. La rara sensación la acaloro mas y mas, presionando a su vagina soltar mas cálidos apretones según el ritmo se incrementaba hasta volverse una locura caldosa y desconocida.

La esplendida compresión había transformado sus voces en gruñidos y bufidos, cada enérgica riñonada acompañaba a las caderas de Aldara a unirse en el ritmo incansable, ambos se movían a un compás coordinado con los brutales gemidos de las lenguas enredadas lascivamente, pronto la potencia de los envites se volvieron mas duros y profundos, la urgencia extrema de llegar a un final explosivo en el que los jadeos competían con los sonoros chapoteos de carne entrechocando.

Aldara levanto la cara al cielo, incapaz de soportar tanto placer , sentía arder cada centímetro de piel, cada empujón al borde de algo digno de ser atesorado, el inmenso gusto palpitando al explotar en una, dos , tres largas avalanchas desbocadas de fuego liquido derramándose en su interior con cada el bramido final de Yago empujando.

El golpeteo de los testículos sobre la caladísima raja rebotaban en un soniquete frenético, consiguiendo en el roce de los vellos la perfecta y viscosa palanca para tensarse cuando atrapo las caderas.

Yago logro aullar ante la presión de sus testículos soltando cuatros largos caños de semen, evidenciando la perfecta moldura a la que se aferraba y con la que vació meses de pura frustración . Sacudido por los últimos espasmos satisfechos se abandono encantado cayendo sobre el cuerpo de su hermana.

  • Aldara... dioos que placeeer .., apoyo su frente sobre la de la exhausta hermana.-- resoplo sin poder creerse el estupendo agarre al apretado coño. – Tengo que... salirme.., se apresuro a descubrir su embadurnada verga. – Me he corrido un montón, – le salio la voz entrecortada., lo siento, no se en que demonios pensaba, la próxima vez me correré fuera..-- se echo hacia un lado aturdido.
  • De eso nada, carraspeo Aldara atrapando la pechera de Yago , pobre de ti si lo sueltas fuera...-- lo aturdió atravesando la increíble mueca de sorpresa y besándolo-- Me vas a preñar..., entendido hermanito?

La confusión en el rostro de Yago apenas duro una milésima de segundo, ¿ Aquella en verdad era la hermana seria, responsable que conocía?,

Su lengua y sus pecaminosos mordiscos desde luego no parecían pertenecer a la lasciva mujer a la que besaba sin descanso.

No parecía enfadada, al menos no cuando sus manos lo tumbaron sobre el suelo de pinaza y se abalanzo sobre el. Desde donde estaba tumbado, la contemplo excitada, contoneando las caderas sobre cierta parte pegajosa y sumamente dispuesta, lo estaba empalmando otra vez, de una manera increíblemente deliciosa se restregaba con las manos apoyadas sobre su pecho. Un nudo nervioso se acomodo en su garganta al tantear los botones y hundir la cara entre el bello de su torso.

Se estremeció al mordisco de su boca sobre su pezón, en verdad lo estaba mordiendo?, un encantador gruñido surgía de su garganta, al acompasar la emplastada ranura al avance de cada masaje enloquecedor. Estaba a punto, podía notar la congestionada cabeza de la polla sudando semen al colocarse en el portal del apretado agujero . Que buena estaba su hermana!, erguida sobre su cintura, cimbreándose a un compás desaforado, sus rodillas acomodadas sobre la pinaza se preparaban para iniciar la cabalgada.

Se moría por probar aquellas tetas, esas con las que secretamente desde siempre y que despertaba su polla erecciones de caballo , el maldito quebradero de cabeza que lo obligaba a salir al bosque al amanecer y regresar entrada la noche. La razón por la que las putas del pueblo lo agotaban hasta secarle las perturbadoras ganas de entrar en la habitación de las chicas y arrastrarla contra el suelo en una cópula salvaje.

El dique secreto había sido roto, en ese momento, con sus manos tanteando sobre la tosca camisola , liberando ante sus ojos la magnificas ubres que prácticamente saltaron a su boca.

Chupo y mamo, sorbió regodeándose al morder estirando los pezones excitados, obstinado en comerle primero una y despues la otra.

Escuchar el armonioso jadeo lo rindió sin reparos al increíble efecto de las caderas de esta recolocandose para la monta incestuosa. Soltó la ubre apenado, disfrutando de la magnifica visión de esta . Aldara peleaba por clavarse la dispuesta verga en un equilibrio precario, intentando frenética y sin mucha traza clavarse a la polla .

  • Espera, déjame a mi … jadeo apresando el tronco y restregándolo hasta dar con la aceitosa hendidura- Ya..., puedes-- tenso las mandíbulas apreciando el humeante coño apretándose alrededor de su verga.
  • Si , oohhh , ohhhhhhhhh.... que grandeee..., lo siento casi en la barriga...-- se quejo adaptándose como buenamente podía. –

Yago levanto las caderas estimulando al primer empuje lascivo, atrapando sus caderas la animo a repetir la operación, confiando la iniciativa para subir y bajar con una pausa excitante, cada conteneo un estupendo agarre con el que su polla parecía golpear las profundidades del fértil coño olvidado.

Casi con seguridad, nunca mas seria ignorado por su polla-- admiro los estupendos brincos de ese par de tetas de otro mundo.

Quien hubiera pensado de su hermana semejante ardor, era ella quien lo follaba desenfrenadamente, cabalgando cual amazona sobre sus testículos mas y mas hinchados . Si en verdad deseaba tener criaturas , confiaba continuar follandola hasta lograr su objetivo.

Y al paso que iban, no tardaria en llenar su vientre...-- bufo soltando otra andanada de esperma.

Los cuerpos agotados se relajaron hasta quedar desencajados, ambos aun algo tímidos ante los nutridos fluidos escabullendo de sus partes. Recuperando la cordura , los dos se cubrieron en silencio sin saber que decir.

Fue Aldara la que pronuncio las palabras .

  • Vamos para casa, venga..., tengo que recoger la cesta y hacer la comida...-- lo miro de soslayo cerrando el corpiño. – No habras cazado algo, por casualidad!.
  • Un pichón, – siguió su juego-- , tendremos algo de carne …. mmmm, se atrevió a pegarse a la espalda de esta y pegarse a su oído.-- Sigue en pie lo de antes?
  • Si..., claro..., – contesto con suficiencia-- o no te ves con fuerza para hacerlo?-- acompaño sus palabras con un breve refriega.
  • Cuantos quieras..., entiendes... voy a hacerte tantos críos como desees, hermanita?-- aparto la trenza mordisqueando el cuello de Aladra.
  • Eso esta por ver, rio con voz ronca apartándose de la figura – Ayúdame con la cesta, bahh?
  • Como desees...-- repitio con socarronería.

Tomando el largo camino hacia el hogar, atravesaron el riachuelo en un inquietante silencio, en ambas mentes cocían a fuego lento el deseo largamente pospuesto. Palabras atascadas que no habían sido jamas pronunciadas salvo cuando distinguieron el relieve de la casa paterna.

  • A papa...., ni pio, entendido?-- deposito la cesta con la ropa sobre el suelo del cobertizo-- Si se entera me arranca la polla y se la da a los cuervos?-- la arrastro al interior del establo a toda prisa.
  • Claro..., al menos hasta que me salga barriga, eso no se puede esconder!-- susurro excitada ante las hábiles manos bajos sus faldas.
  • Eso también,-- rio levantándola sobre su cintura trasteando para soltar la colgadura de su bragueta.-- Debemos irnos con cuidado, se apretujo al clavar el empujón y quedar enterrado en la vagina.-- Tendremos que joder muy a menudo..., para estar del todo seguros y eso...-- empezó a moverse fluidamente.
  • Mmmmm, mmmm..., mmmm..., follámeee , ooohhh siii..., maas durooo, maaas durooo, se entrego al entrechocar de piel contra piel. –

El trasiego de ropas, suspiros y brincos acabo con un jadeo callado con el que las frentes apoyadas respiraron al descargar las frustraciones y deseos tanto tiempo calladas.

Aldara sacudió sus faldas, dispuesta a alejarse del implacable sátiro en el que Yago se había convertido, escapándose por la puerta cuando los brazos de este volvían a estrecharla dispuesto a un nuevo asalto .

Ya fuera, en el frescor de la brisa nocturna, sintió templar su exagerado calor interno, avergonzada al regresar al interior de su confortable hogar con la semilla de Yago prendida entre sus piernas . Se las apaño recorriendo el trecho a sus habitaciones con el paso habitual, comprobar el estado de Sancia y disponiendo una nueva muda con la que sustituir la apelmazada por los jugos seminales de su hermano.

Era una locura, una autentica perversion, pecado mortal por el que pagaría su alma para toda la eternidad, pero a caso no lo era marchitarse sin remedio entre la muerte y la desesperación ? – acaricio su estomago plano.

A solo unos metros, un Yago exhausto se preparaba para aparecer en el interior de la casa, su deseos mas oculto había sido cumplido, de hecho, a penas un atisbo de los placeres por llegar.

Su oscura y retorcida fantasía era una realidad, de hecho continuaría cumpliéndose cuantas veces deseara, bajo el techo en el que ambos habían venido al mundo ; la familia renacería con la esencia de su fértil semilla fluyendo en sus entrañas, quizás ya con un hijo suyo prendido en su interior.

Entro en el interior de la casa gritando con su acostumbrada alegría. Esa jornada había traído consigo la mejor de las presas cazada por sus manos ; Aldara.

Semejante alusion elevo las comisuras de su boca al calentar sus manos frente al gran fuego , enfrascándose en las pervertidas posiciones con las que pensaba fecundar a su hermana.

  • Tengo hambre..., aulló con su acostumbrado tono – Vamos..., encima que traigo un pichón.

Se apresuro a depositario junto a una sobresaltada Aldara. * Déjalo sobre la fuente, o desplumado …, me ahorraras algo de trabajo, – murmuro con una voz extremadamente tímida.-- * A tus ordenes, se atrevió a mirar el salón desierto y aproximándose hasta pegarse a la espalda de esta-- Desplumado... y a cambio..-- La volteo y comió de su boca con hambre. * Mmmmmmm.... se despego agarrando una cuchara de palo e interponiendo entre los dos-- Fuera..., se atraganto sonrojada y culpable. – Vete..., vete...-- le urgió.

Este se alejo con el pichón en mano y una astuta sonrisa de suficiencia, – Si... en verdad, gozaría llenando el vientre de Aladra cuantas veces quisiera...-- comenzó a desplumar el ave con parsimonia.

Cuantas veces quisiera..., – silbo en voz baja.