Débil es la carne, Por suerte... (2)

Telmo y Graciana.

Las paredes de su prisión temblaron sin resquebrajarse , seguía sin la mayoría de sus mayores poderes, encerrada y la merced del labriego , humillante o no estaba obligada a cumplir sus deseos, aunque no por ello manipulara el resultado de los mismos.

El traqueteo comenzaba a irritarla , y no precisamente un angelito cuando conseguían enfurecerla. Azalel respiro profundamente el viciado aire del interior de la vasija. ¿ En verdad su sangre concentrada quemaba las bajas pasiones de esos campesinos? , Por supuesto.

Decidida a comprobar personalmente las consecuencias de la imprudente credulidad de Cleto, se convirtió en bruma difuminándose por el cuello de la botella con suma facilidad. Seguía en la carreta, la espalda de Cleto delante de ella inclinada guiando el carromato hacia las primeras luces del alba.

Con sumo cuidado se elevo sobre su espalda, el inconfundible olor a sexo enseguida broto bajo sus narices. Primera maldad cumplida, repaso su lengua sobre el tatuaje punzante de su antebrazo, solo cuando se volviese totalmente distinguible todos las almas de la familia le pertenecerían.

Pese a no ver el rostro percibía cierto abatimiento en el pesado caminar del labriego. ¿Quien de sus hijas ?, se pregunto la diabla retrocediendo y posándose sobre el borde de la vasija. No podía recorrer distancias largas, el grillete mágico la apresaba , pero nada le impedía utilizar los ojos de cualquier ser inferior.

Ordeno a la lechuza posada sobre una rama próxima volver hacia el molino, debía tener una buena perspectiva de quienes se convertirían en los siguientes instrumentos de diversión. Los ojos de la lechuza hablaron de campos de trigo sin segar, innumerables horas de trabajo alejados del verdadero propósito ; Poseer sus almas.

La ociosidad era el mejor de los ingredientes para provocar el deseo latente en cada uno de ellos, fiebre, deseo, todos esos ingredientes burbujeando en la sangre de los hijos de Cleto, dispuestos a explotar a la mínima presión . Desde luego, se encargaría que así fuera.

La orden mental enderezo las guadañas caídas segando con firmeza cuanto tallo se interpusiera en su camino, tan pronto el tallo tocaba el suelo se enroscaba en un torbellino oscuro separando grano de paja, pronto los fardos de paja se repartieron por todo el el inmenso sembrado.

La magia diabólica se detuvo y las guadañas cayeron muertas sobre el suelo , todo el trabajo había sido realizado.

Perfecto para sus planes , frunció el labio una satisfecha Azalel.

En esos mismos instantes en el molino...

Telmo espero impaciente a pie de escalera, sus enloquecedores y ruidosos hermanitos volvían a rebelarse ante la ausencia de Cleto. Por segunda vez en la mañana el punzante

dolor de cabeza acuchillaba sus sesos , volvían a pelearse . ¿ Otra vez? , ¿ Que demonios sucedería ahora? .-- procuro serenarse ante los gritos del piso superior.

Allí estaba él, perdiendo su precioso tiempo en arrear a la escandalosa cuadrilla hacia los campos del norte, detestaba todo lo relacionado con el molino, el grano y cuanto se relacionase con el regateo en el mercado, aun así, todos y cada uno de los miembros de su familia colaboraban en la siembra, recolección y venta. Lejos quedaba la época donde contrataban a mozos de la aldea para esas tareas , la mayoría de estos ahora yacían enterrados en el camposanto junto al monasterio . El resto , habían huido mas allá de tierras infectadas.

Su familia seguía siendo una de las pocas reacias en abandonar , dejar el feudo significaba renunciar a el único privilegio en tiempos de vasallaje; la propiedad del molino y del producto final ; La harina.

Seria él , el primogénito quien recibiría el molino a la muerte de Cleto, aunque todo ello se le daba mejor a Yago. Así había sucedido en el pasado y continuaría cumpliéndose con el primero de su hijos varones.

Todos necesitaban del tesoro blanco , desde el mas humilde campesino al poderoso Conde y cuyo rostro picado por la temida enfermad permanecía confinado en la torre mas alta de su fortaleza de invierno.

La peste diezmaba poblaciones como una guadaña bien afilada, matando sin distinciones. Nobles, labriegos, sacerdotes, la enfermedad había reducido el valle a 2 o 3 familias sanas, el resto, contaba con algún fallecido o enfermo en sus casas. Sin mozos para trabajar y sin población a la que gobernar, ¿ Quien trabajaría las tierras? -- Solo los locos.

O al menos quisieron creer los nobles en su huida . Aunque no todos escogieron esa salida. Su familia ,una de las pocas en quedarse prefirió pelear por las tierras sin amo que desatendidas morían irremediablemente. La propiedad de la tierra seguía siendo del conde, pero el grano... , el valioso grano...., pertenecía a quien lo trabajase..., a pesar de la considerable cantidad pagada al conde, seguía siendo rentable poseer algo para intercambiar en días de mercado .

Cada uno de estos pensamientos cruzaron la distraída expresión de Telmo .

  • Telmo..., hermano... , marchamos a por algo de caza!-- chasqueo los dedos Pelayo huyendo delante de sus narices con Yago a la zaga – Nos llevamos los arcos largos..., – fueron apagándose las voces según salían al exterior del recinto.

Sus labios no se despegaron ante la rápida maniobra de evasión, típico en sus dos hermanos, antes de poder reaccionar gritándoles , ya habían salido a la carrera. Golpeo el costado de su pierna frustrado, demasiado tarde..., aunque odiara trabajar de sol a sol , despejarían el campo junto al bosque, aunque para ello debieran permanecer 3 tardes completas – Maldijo siseando – le seria imposible terminar el tarareo de su ultimo trabajo; El arcón de olmo . A pesar del refuerzo, quizá necesitara de madera oscura para contrachapar las juntas. Que mas daba! – frunció el ceño – Nada se podía hacer con manos agrietadas y luz de fanal , aquello lo retrasaría otras dos jornadas mas.

Ordeno a sus hermanas disponer lo necesario para salir hacia el campo, procurando disimular su amargura. Cada ver era mas duro fingir indiferencia, la ira asomada a sus ojos. Él era artesano, se le daba bien moldear, tallar , doblegar la madera en figuras y tallas exquisitas . Le gustaba permanecer en la soledad de su taller, con los instrumentos alineados en perfecto orden a su espalda y el olor a virutas de serrín rodeándolo confortablemente .

En cambio, debía doblar el espinazo sobre un vasto campo de trigo, separar el tallo del grano, segar, cribar, permanecer encadenado a la hoz y a la guadaña hasta el ultimo rayo de sol.

Frustrado frunció el ceño , sus hermanas se retrasaban, al menos dos de ellas parecían no entender sus gritos desde la escalera, pronto una cabeza morena asomo por el hueco con expresión enfurruñada.

  • Ya te he oído... animal, – respondió malhumorada Casilda – , A caso no puedes entender que Sancia parece no encontrarse bien ! -- No consigo arrancarla del lecho-- gruño a pleno pulmón-- ¡ Ni a volcando un cubo de agua fría! .
  • Seras bruta...!-- gruño subiendo los escalones a pasos agigantados-- A este paso no saldremos nunca, no antes de que el sol abrase nuestras espaldas-- entro con brusquedad al dormitorio de las chicas.
  • No tiene fiebre …-- murmuro Aldara volviéndose hacia él-- pero me asusta llevarla y que se desmaye cuando empiece a segar...-- murmuro lanzando una mirada compasiva.
  • Esta bien..., puede quedarse...-- sentencio Telmo sobrepasado-- pero solo por hoy...!-- alzo el dedo sentenciando-- ¡Pongámonos en marcha.!..-- guio a sus cuatro hermanas restantes.
  • No puedo irme dejándola así...-- sentencio Aldara-- al menos hasta que despierte y coma algo.

Tensando los nudillos , elevo los hombros derrotado, no saldrían nunca del molino? . – cerro los ojos concentrado en no perder los estribos-- . Se apañaría con los gemelos y las chicas, aunque tuviera que arrastrarlos de las orejas.

La precaria posición de mando se iba al carajo cuando su padre atravesaba la puerta, total, ¿ Para que? – a él le daba igual .

Arrastrándose derrotado salio al exterior con la hoz prendida del cinturón, el resto de sus hermanos se le unieron caminando por la vereda lo suficientemente alejados para no provocar otro arranque de ira, sus volátiles cambios de humor nunca sabia sobre cual de ellos explotaría.

Dos pasos por delante Balbina bailoteaba al ritmo del flautín de Odon, sin importarle la extenuante jornada, Casilda peleaba con Rufo en otra de sus habituales pataletas, , provocadas por un insignificante saltamontes colocada en el interior del cuello de su vestido.

Verlos en otra de sus innumerables trifulcas le provocaba alejarse del bullicioso espectáculo , en verdad... eran agotadores..., pronto se detuvieron justo al comienzo de la senda , allí donde los sembrados comenzaban . En esa ocasión, fue el estremecedor grito de Graciana quien provoco un aceleramiento del corazón al salir a la carrera.

  • El campo... murmuro Graciana señalando a su espalda-- Esta segado y trillado...-- se detuvo volviéndose para observar los haces de heno descansando bajo el primer sol de la mañana.-- Pero quien,....? – dejo en suspenso.

Telmo avanzo atónito hasta el montón de grano separado. Por fin sucedía algo bueno, y no seria él precisamente quien pusiera peros al asunto, ¿ Qué demonios daba ?,

  • Llenad los sacos, si nos apuramos terminaremos en un par de horas-- ¡ Si algún pobre imbécil se ha deslomado peor para el ! . – se apresuro a rellenar el primer saco de grano . – Venga …, no me digáis que tener el resto de la tarde libre no os gustaría un poquito! – animo a unirse al resto de su asombrados hermanos.

Trabajaron duramente llenando los sacos, cosiendo las apretadas costuras hasta por fin arrastrarlos hasta el interior del chamizo donde unos días mas tarde serian cargados y llevados a moler , despues era cuestión de esperar al día de mercado, allí donde el prácticamente se lo arrancarían de las manos. Todo el intensivo esfuerzo a penas les llevo 3 horas, acabado al fin ,cada uno dispondría de su tiempo como buenamente quisieran. ¿ Y que hacer con toda una tarde libre?

Telmo supo en que lo emplearía ; acabar el arcón, para ello marcharía hacia las profundidades del bosque en busca de madera oscura, quizás castaño..., . Cada uno de estos pensamientos cruzaron por su mente al salir por ultima vez del interior del chamizo. Casilda y Balbina habían desaparecido cuando aun no había atrancado la portezuela del chamizo, sin esperar permiso o algún tipo de instrucción. ¿A quien pretendía engañar?

Odon y Rufo parecieron bailotear de alegría cuando les ordeno acudir a la aldea para intercambiar uno de los sacos , así eran los gemelos..., siempre en busca de aventuras. Graciana era la única sin tarea asignada y estando Aldara en casa con Sancia , no quedaba mas remedio que llevársela a su pequeña expedición al corazón del bosque.

  • Te vienes conmigo! – sentencio colocando la hachuela en el cinturón de su túnica-- ¿O tienes algo mejor que hacer...?, así me ayudaras a transportar la madera hasta el linde –
  • Es que..., – se estiro el borde de la camisola demasiado pequeña-- Sancia me ha pedido que …, bueno , que echase un vistazo a las colmenas..., como ella no podía y eso...-- Vamos de camino , verdad?
  • Se me había olvidado – contesto claramente decepcionado ante ese retraso-- Mas retrasos..., – murmuro entre dientes.-- En fin , en marcha ! o puede que los osos lleguen antes que nosotros.--

Encabezando la marcha se adentraron en las sendas trazadas por los animales, recogiendo cuanta baya o fruto maduro encontraron , sintiendo como las espesas copas se multiplicaban según se adentraban en el bosque , finalmente llegaron al circulo de castaños, las colmenas colgaban en varias ramas rodeadas de un zumbido aletargado .

  • Humedece la pinaza, cuando prenda hará mas humo ,..-- indico Graciana preparando la primera de las cuatro pequeñas fogatas-- Cuando se espanten , se apresuro a pisotear las pequeñas llamas-- deberás trepar por el tronco … se atrevió a sugerir sin mirarlo claramente-- Yooo, no se trepar como Sancia-- se excuso mirando distraídamente el suelo.
  • Si claro... – Refunfuño Telmo soltando la hachuela y entreabriendo la portezuela de sus calzas -- No pienso desperdiciar mi vino...- alivio la vejiga sin inmutarse hasta que al levantar los ojos encontró la expresión desconcertada de su hermana prendida en su polla. – el escalofrió recorriendo su piel se convirtió en un latigazo inquietante. – ¡ Venga retrocedamos antes de que se nos vengan encima!-- se apresuro a cubrirse nervioso.

La temida nube de abejas apareció sobre sus ojos al asomar el oscuro humo, atóntandolas , zumbando desorientadas fuera del panal. Esperar dio la oportunidad a Telmo de observar a su hermana detenidamente de cerca, sus hábiles manos vendaban las suyas con trapos aceitados. El rostro decididamente concentrado en no dejar un palmo de piel sin cubrir, encasqueto el sombrero de ala ancha, sin darse cuenta que al hacerlo una de sus magnificas tetas rozo la piel de su brazo.

Un intenso calambrazo recorrió la piel de Telmo , cerro los ojos percibiendo el tenue aroma a grosellas y mujer volcándose sobre él. El impulso de su entrepierna levantando su verga lo tomo por sorpresa, disimulo poniendo rodilla a tierra fingiendo estudiar el avance.

Telmo frunció los labios , debía pensar en cualquier idiotez, tenia que hacerlo, o de lo contrario..., sus ojos irían irremediablemente a esa delantera deliciosamente generosa, ladeo la cabeza apreciando los movimientos de Graciana cubriendo los antebrazos dejando el peso de la teta reposando sobre la escasa linea de piel libre.

El endurecimiento de su verga despertando las pulsaciones de sus testículos provoco un enérgico tirón dentro de las calzas, trago saliva sin alejarse ni atreverse a despegar los labios.

La áspera tela del vestido le provoco encajar las mandíbulas al entrar en contacto , no espero mas, debía salir de allí o acabaría mal, puede que atreviéndose a....

Saliendo del escondite a toda prisa, recorrió el trecho hacia el primer castaño en un par de zancadas. En su nublado entendimiento trepo haciendo oídos sordos de los murmullos a su espalda, poco importaba, debía acabar cuanto antes, agujerear, colocar con cuidado el cestillo y esperar . Mil imágenes cruzaron en su cabeza, calenturientas, alocadas , imprudentes e imposibles se colaron a traición endureciendo hasta limites imposibles su patética verga.

Aquello era una locura, sacudió la cabeza alejando las imágenes. La voz femenina causante del aturdimiento bajo el tronco lo llamo y hubo que recuperar la cordura.

  • Telmo, telmo....-- susurro apurada – Algo se acerca entre la maleza..., hazme sitio para subir. – apremio intentando escalar el nudoso tronco.
  • Noo, nooooo...., si es alguna bestia , podría tenernos aquí arriba una jornada entera, déjame bajar, – se apresuro a descender por la madera-- . Con la sangre golpeando las sienes apuro un descabellado ultimo recurso, sosteniendo la cestilla despedazo el trozo de panal entre sus dedos y esparció la pegajosa miel sobre la base de varios arboles -- Están demasiado cerca...,-- murmuro estirando el cuello hacia los sonidos cada vez mas cercanos . – Esos matorrales de romero ocultaran nuestro olor, ¡ Hacía allí , venga … !– maldijo arrastrándose y llevándose a Graciana bajo el frondoso arbusto. – Shhhhhhhhhhhhh...., obligo a Graciana a echarse cuerpo a tierra sin miramientos.

Telmo oteo entre las ramas las dos esplendidas moles de pelo negro, una pareja de osos adultos de mas de dos metros de envergadura alcanzaba el lugar donde habían estado . – Mala situación-- se atrevió a encogerse sobre el cuerpo tembloroso de su hermana.

  • Son dos osos ..., – siseo al oído – parecen hambrientos se interrumpió consciente del perfecto culito acunando su incomodo paquete. – sera mejor esperar a verlos atracarse , no podemos salir sin descubrirnos-- se lleno las fosas nasales con el enloquecedor aroma a grosellas.
  • Tu crees que...-- se callo notando algo duro recostado sobre su culo-- Quee bueno..., tardaran mucho?-- se le enrojecieron las mejillas al darse cuenta de cierta parte se agrandaba mas y mas alargándose sobe su trasero. Pero que...,? – respiro con dificultad mortificada .

Permanecieron sobre el matorral callados, cada uno inmersos en las dos amenazas latentes. Una, a escasos 20 metros capaz de arrancarles la cabeza o abrirles las tripas. La otra , en la calentura de sus apretadas partes rozándose desvergonzadamente en la quietud del claro de castaños. Incapaces de salir sin atraer la atención de las bestias peludas, los dos hermanos luchaban en diferentes frentes. Telmo apretando los puños con dureza ante el inconsciente impulso de sus caderas frotándose en contoneos enloquecedores, , su voluntad doblegada tomaba el control de su cuerpo al imprudentemente restregarse sobre las faldas de su hermana.

Esta, asustada no lograba apartar su atención de lo desplegado frente a sus narices, de lo otro, prefería ignorarlo.

El sonrojo y el calor de sus mejillas crecía ante las bruscas fricciones , se mordió el labio acobardada , la sarga de su falda se deslizaba con demasiada facilidad sobre sus caderas ,el calzón de lino blanco arranco un gruñido a Telmo . Una de las bestias debió escucharlo pues abandonando la subida al tronco, husmeando, se aproximo alrededor del resto de castaños. Graciana quiso gritar aterrorizada, a solo diez o doce pasos, el olfateo del animal se aproximaba peligrosamente, los descubriría-- pensó – , giro la cabeza con los ojos desorbitados. La mano de Telmo voló hacia su boca cubriéndola y aplastandola con el peso del cuerpo . Enmudecida, aterrorizada , cerro los ojos esperando la dentellada del animal de un momento a otro.

Todo alrededor pareció detenerse en ese instante paralizando el ritmo de sus corazones . Y entonces sucedió, los pasos de la bestia se detuvieron girando ante la llamada del otro ejemplar , algo pegajoso prendía de la zarpa.

Los dos respiraron aliviados, al menos por un breve momento . Graciana abrió los puños llenando sus pulmones de nuevo, fue entonces cuando le llego el frio tacto de algo abriéndose paso entre sus calzones, el nudo en su garganta volvió a cerrarse impidiendo respirar, los movimientos imprecisos de dos largos dedos iniciaron una lenta y clara exploración hasta dar con la apertura cubierta de pelo.

Los músculos de sus piernas se crisparon , obligando a cerrar sus piernas, nada en comparación a la ejercida por un Telmo decidido a dar con su coño de una u otra forma.

  • Para...., – quiso gritarle – Pero que haces..., detente...? – se removió intentando detenerlo-- Estas loco?--
  • Deja de hacer ruido … – siseo con un tono desconocido al oído-- O volverá..., vamos..., déjame jugar un poco, lamió el oído de su hermana-- Hace mucho …, te gustara... ummm...?--
  • Nooooo, pero que te has creído? – chispearon enfurecidos sus ojos-- Suéltame...-- torció el gesto al darse cuenta como los dedos acariciaban y arremetían entre sus piernas.-- Dejaaaa....-- apretó las mandíbulas.

Sin detenerse ante las suplicas, dos de sus dedos profundizaron entre la grieta de los calzones hasta percibir el generoso montículo , los labios vaginales se abrieron bajo la primera caricia, tensando a su hermana a impedirle cualquier avance mas, la prensa sobre su muñeca no le impidió colar ese juguetón dedo sobre el pequeño botoncillo. Toqueteo con cuidado, acariciando con la yema, sin descanso acaricio sin tregua hasta notar la prensa sobre su mano aflojarse.

Sonrió complacido, por fin su hermana entendía las ventajas de un buen entretenimiento.-- acelero los movimientos incorporando otro dedo mas.

Los jugos olorosos y brillantes brotaron bajo su mágico masaje, dotándolo de la perfecta lubricación para penetrarla tímidamente con la mitad de falange, hundirlo confiado dos, tres, cuatro veces.

Una extraña flojera se adueño de ella, abandonada al impensable placer de tolerar aquello sin resistirse, no lograba entenderlo, aquello estaba mal, condenadamente mal. Y aun así, podía apreciar ese algo prohibido creciendo poco a poco, hasta que de golpe , sin mediar palabra esos dedos pararon y se detuvieron.

Consciente de ello, abrió los ojos, el peso del cuerpo de su hermano la dejaba escapar , o al menos le pareció a ella.

Podría posar las manos sobre el suelo elevarse y salir de allí cuanto antes, apenas elevo los brazo cuando capto el aliento cálido sobre su trasero, sus puños volvieron a llenarse de pinaza al percibir el húmedo toque de la lengua repitiendo el recorrido de los dedos , chupando hambriento cuanto jugo pudiese.

El impacto la derrumbo en el suelo, ¿ Estaba lamiéndola?, un impensable escalofrió la sacudió estremeciéndola, el rubor la hizo boquear tiñendo de rojo el rostro ya de por si avergonzado. De nuevo , la lengua lenta e incansable se abría paso lamiendo , penetrando , adentrándose sin impedimento alguno. Mordió el labio consciente del sucio acto que sin palabras la obligaba a entreabrir sus piernas y facilitarle el libre acceso. Cada chasquido de lengua la estaba matando, algo realmente extraño la recorría de arriba a abajo haciéndola respirar mas y mas rápido.

El dulce sabor de Graciana era mejor que la miel de mil colmenas, paladeo Telmo extasiado. Incluso su lengua lamentaba separarse un solo segundo de la hinchada vagina. Con suma delicadeza desprendió su cara de tan apetecible encierro, la rosada piel emanaba abundante esencia dulce y picante, hundió la boca devorándola ansioso. El deseo tenia a Graciana paralizada con el puño firmemente apretado en la boca, ¿ reprimiendo la sarta de insultos o los gemidos de placer?. Sonrió, soplando sobre la melosa vaina, propinando una serie de rápidos lametones que estremecieron el cuerpo de su hermanita, le gustaba-- continuo chupando con redoblado esfuerzo. Pero, quería mas..., mucho mas.

Los riesgos de permanecer escondidos con dos osos a unos metros le parecía cada vez mas remoto, era otro tipo de peligro el que había desatado aquel frenesí , desprendiendo la boca de su sabroso tentempié , observaba a la entretenida pareja de osos. Estos, ajenos a todo se atracaban de miel sin importarles nada que no fuese empacharse de ese rico néctar. justo igual que él-- . Se dedico a desenrollar una de las tiras aceitadas de su antebrazo confiando en ser lo suficientemente rápido para amarrarle las muñecas tras la espalda-- compenso con sus dedos el abandono momentáneo-- sujetando con celeridad las manos a la espalda – Un tenso rifi-rafe de nada asomo en sus expresivos ojos, nada en comparación con lo que llegaría cuando empezara a joderla . Goteaba miel de hembra, sabrosos caldos para facilitar el furtivo polvo.

Peleo con la cinturilla de sus calzas, la dura mole ya tiesa goteaba una diminuta gota de semen en la punta, aparto cuanta tela estorbase a su paso, soportando la engorrosa estaca sobre su estomago. Acometió dos breves talladas embadurnado la gruesa barra de carne, el aliento se atascaba, el corazón amenazaba con explotar cuando en equilibrio precario se arrodillo sobre el indefenso cuerpo de Graciana , de nuevo , su cuerpo la comprima deliciosamente . Algo parecido a un amortiguado lamento surgió de ella, volteo la cabeza contemplándolo con los enormes ojos anegados en lagrimas, – Paraaaa....-- dibujaron con claridad sus labios-- Telmoooo... no lo hagas....-- derramo una lagrima – .

Suspendido en el tiempo Telmo la observo concentrado, el brazo estirado, quien sabe si arrepentido , la mano acuno la mejilla llevándose esa única lagrima , descendiendo concentrado en posar el pulgar sobre la boca recorriendo el contorno del labio inferior y deteniéndose cuando la palma de la mano la tapo decidido a silenciarla ante lo que habría por venir.

El chillido histérico acallado por su hermano la aterrorizo, lo haría..., la extraña languidez despareció de los músculos de Graciana, aplastada sobre el lecho boscoso pataleo a ciegas, poco le importaba ser festín de oso, mejor así que no acabar violada por su hermano mayor. – se detuvo al percibir las rodillas de Telmo presionando sus muslos forzando a sentir algo caliente y duro apoyado sobre su espalda. El siguiente tirón llego de sus malogrados calzones, rasgados sin remedio .

Con una determinación nacida de la lujuria irrefrenable, Telmo acaricio con ternura los rotundos cachetes de Graciana, su tierna e ingenua hermanita estaba colorada , asfixiada por las lagrimas que corrían sin contención alguna.

Su coño seguía rebosante de fluidos y saliva cuando uno de sus dedos volvió a meterse con fluidez en la terca chica, los movimientos tuvieron el efecto contrario al introducirle otro dedo humedecido, dos de estos afortunados dedos comenzaron a clavarse con asombrosa facilidad, hasta ese punto en que las respiraciones de esta se aceleraron .

Pronto el ritmo alocado termino, suficiente-- respiro Telmo sacando la mano de tan prieto agujero-- . La lluvia de caldos se derramo sobre la laboriosa mano. Pensaría que aquello se terminaba allí? – eran tanto lo que deseaba decir, ¿ Como intentar explicarlo?--

De nuevo, se agacho sobre el hermoso trasero retomando la lamida del coño durante unos minutos, los ricitos castaños mojados de tantos fluidos facilitaron poder erguirse a medias sobre su espaldas, locura o no todo se precipitaba hacia ese momento. Nada podía detenerlo ya, nada importaba salvo embadurnar de arriba a abajo la dura tranca dejando a los fluidos facilitarlo todo. Tras menearla por los mofletudos cachetes su hermana peleo de nuevo escapar , el azote sobre la nalga redonda calmo la pelea imposible. Con cuidado descendió hasta colocar su cara a una exhalación de la traviesa vagina , clavo su lengua entre la húmeda apertura, moviéndose con rapidez aliviando la rigidez del tieso clítoris según la lengua picaba sin tregua. Aguanto la sonrisa ante el pequeño suspiro y continuo mamando mientras sus dedos ensanchaban la encharcada grieta.

Graciana parecía no entender las reacciones de su cuerpo, deseaba pegarle , chillar mil insultos y aun así, allí estaba sin comprender como la boca de Telmo conseguía hacerle sentir así , jamas reconocería que si su hermano dejaba de lamer su coño dejaría de respirar con normalidad. Una agradable debilidad recorrió su entumecido cuerpo , las voces de su adormecida conciencia gritaban sin que le importara, toda ella vibraba bajo las atenciones de la lengua de Telmo. Los brazos atados a la espalda se aflojaron sin remedio , mordió el labio inferior asustada liberando un minúsculo suspiro.

Esa Boca de lengua perversa martilleaba su coño como si el futuro no existiese, entrando y saliendo, debilitando hasta el limite sus embotados sentidos, cuando al fin se separo de ella , las respiraciones eran mas y mas rápidas.

Telmo bufo dos veces , observando el precioso tono rojizo de los labios vaginales , estaba suficientemente mojada para sus propósitos, aun así , respiro profundamente varias veces , arrodillado tras ella se sujeto a las quietas caderas, la excitación recorría la sangre agolpada en la punta de su polla, cerro los ojos guiándose por el sugerente aroma a hembra.

No duraría mucho, lo sabia. Agarro su polla por la base tallando unas breve pasada, la abundante lubricacion consiguió tensar cada uno de los músculos al colocar el grueso glande en el apretado portal, empujao sobre su mojada rajilla , apenas pudo aguantar la necesidad de clavarse hasta el mango, era demasiado estrecha, apretada . Inclinado sobre ella, dejo que fuera el peso de su cuerpo quien atravesara la ceñida barrera y se hundiera parcialmente en el apretado coño.

Graciana sofoco el grito mordiendo el labio con dolor, algo tremendamente duro se abría paso dentro de ella empujando hasta detenerse , el doloroso suspiro broto de sus labios al percibir el grueso cabezón palpitando dentro de ella, quiso deshacer el brusco avance cimbreando las caderas tanto como pudo.

  • No te muevas..., no aguantare mucho mas si..., siiiii..., haces eso-- gimió Telmo con dificultad.

Este, retrocedió algo sudoroso, excitado como nunca antes lo estuviera. La mandíbula tensa, las venas del cuello tirantes lo hacieron resollar ante el placer de gozar de las estrechas y húmedas paredes vaginales por primera vez, estaba a la mitad y ya la sentia derritiéndose alrededor de su polla .

Graciana entendió las palabras deteniendo la inútil lucha. La verga de su hermano era gigantesca , tanto que si se movía la reventaría desgarrandola. Graciana resoplo sudorosa ante el apretado agarre , el escozor incomodo remitió siendo sustituido por un hormigueo diferente, podía notar los labios humedecidos de su coño distendidos ante el tremendo tamaño de aquella columna de carne hincándose poco a poco . El diente mordió el labio otra vez , resoplando al notar el movimiento y empujando la mitad del tronco , ensanchando cualquier estorbo .

Esta , jadeo apretando los dientes , al menos tres palmos de rígida verga descansaba en su maltrecho coño, traspasando el útero hasta alcanzar el vientre , incluso creyó sentir crespo vello de su hermano apretándose sobre el castigado coño y quedar por completo clavado . Pronto la arremetida de las caderas cobro fluidez, envistiendo con furia . Las piernas de Graciana brincaban bajo el empuje de la polla de Telmo sin que pudiera remediarlo, todo se volvió borroso...

Telmo empalo al apretado coño en un siseo inteligible, cien, mil , un millón de veces, empujo sus caderas olvidando todo salvo el impulso de acelerar machacando al desmayado cuerpo, pronto el compás de sus caderas se torno cadencioso , arriesgándose a ser visto por las bestias , machaco las caderas cuatro , cinco contundentes riñonadas. Nunca hasta ese instante había necesitado algo con esa urgencia, aunque se tratara de una aberración moriría si no la follaba sin descanso una y otra vez .

Se balanceo atrás y adelante penetrando la vagina de su hermana, golpeando plenamente desatado, consciente del creciente temblor de las prietas paredes vaginales rodeándolo. Contemplar los cachetes agitándose bajo sus ojos era mas de lo que un hombre podría aguantar sin correrse, el sonido del golpeteo de carne contra carne amenazaba con descubrirlos y aun así, siguió machacando una y otra vez, dentro , fuera, dentro , fuera , dejándose ir mientras su cuerpo se corría desplomándose sobre la desmayada espalda de Graciana .

Su maldita consciencia sabia cuan peligrosa podía resultar bombear toda la asombrosa cantidad de semen en las entrañas de su hermanita, pero, ¿ podía detenerse?. Ni un temblor de tierras lo hubiera movido del cómodo refugio en el que tanto le había costado entrar y que seguía bañado con su semilla, la tarea de repetirlo seria mucho mas fácil con los fluidos rodeándolos.

Respiro el fragante aroma a sexo entremezclado con el del romero , ni rastro quedaban de las bestias peludas .

Atontada, Graciana respiro llenando sus pulmones, notaba perfectamente algo cálido y viscoso manando en sus entrañas sin descanso , el peso del cuerpo de Telmo encima suyo parecía incapaz de dejar de escupir los viscosos chorros sujeto a la cintura. El aliento sobre su oreja se torno lento , pausado, sin que movimiento alguno lograra desempotrarse de su maltratado coño.

  • Lo siento, de veras...., yo no quería... , te juro que no ...-- justifico sus actos sin quitarse de encima--
  • Suueltame..., – quiso aullar enfurecida tirando de las ligaduras .-- Queee me sueeeltes..., Salte de encimaa!-- pronuncio temblorosa .

Telmo se apresuro a desatar el nudo de las muñecas , si en verdad deseaba matarlo se lo tendría merecido. Tras unos instantes de forcejeo la descomunal tranca tiesa salio con pena de su interior pegoteada con sangre y semen. ¿ Había desvirgado a su hermana?, trago saliva aturdido. Quedo de costado asaltado por la barbaridad consumada claramente sobre su verga, el leve rastro de sangre era suficiente prueba . El gigantesco sentimiento de culpabilidad creció ahogándolo , podía escuchar el desgarrador llanto de su hermanita sacudiendo todos sus huesos.

Con sumo cuidado, volteo su cuerpo procurando levantar la cabeza de una Graciana inconsolable, su enrojecidas mejillas cubiertas de lagrimas remordieron su conciencia, no le dolió recibir los golpes ciegos, se lo merecía. no la detuvo permaneciendo impasible, abrazándola mientras esta descargaba la furia contenida . Abrazados el uno en el otro permanecieron inmóviles concentrados cada uno en sus pensamientos.

Poco a poco los murmullos se acallaron, Graciana levanto la vista parpadeando sin poder enfrentar la mirada de un mudo Telmo. Casi sin darse cuenta la angustiada cara de este se sitúo a un aliento de su boca, despacio casi con temor las palabras brotaron de sus labios.

  • Lo lamento tanto, tanto... no puedo explicar que me a llevado a....-- se detuvo exhalando el aliento de Graciana – Dime que algún día lograras perdonarme. – se le rompió la voz ladeando la boca y dejando un ligero beso sobre el labio inferior de esta.

Graciana ensancho las fosas nasales ante la liviana caricia sobre su boca, instintivamente abrió sus labios recibiendo otro leve beso . El peso de Telmo envolviendo su cuerpo acelero los latidos de su corazón , casi de inmediato la boca de este descendió repitiendo y alargando el cálido beso , despacio la punta de la lengua recorrió la comisura del labio incitándola a imitarle y dejarle libre acceso al interior de su boca. El gemido de sorpresa le coloreo las mejillas ante el primer roce de lenguas. Algo realmente perverso la llevo a rodear su lengua sin temor, el sabor de uno en la boca del otro a punto estuvo de ahogar el rugido, la mano abierta de Telmo tanteaba el contorno de su teta sobandola delicadamente.

No lograba separarse de su boca ni de los roncos sonidos al ser asaltada de nuevo por esa insistente mano , jadeo queriendo retroceder.

El intenso rubor cubrió su cara al separarse de la insaciable boca de su hermano, le faltaba el aliento, veía perfectamente a donde volvería a conducirlos si no se detenían. Estirando las manos sobre el ancho pecho aparto sus ojos tomando la iniciativa para empujarlo hacia atrás . Telmo se le adelanto tumbándola sobre su peso, la boca de este lamiendo y mordiendo la suya descendiendo por el cuello dejando un rastro de besos y caricias . Intento alejarse , pero una extraña debilidad se apodero de ella. Rechazo su boca volteando la cara , nada la previno para el escalofrió de su boca descendiendo por el escote de su túnica dispuesto a liberar y quedarse prendido a su pezón , punteando, sorbiendo y lamiendo hambriento, reduciéndola a un amasijo de extrañas emociones.

El sonido del gemido brotado de su garganta escapo sin poder ahogarlo, aquello le gustaba mucho, se mordió el labio al darse cuenta como Telmo besaba y lamia sus tetas descaradamente observándola de vez en cuando, repartió un sendero de besos hasta colocarse de nuevo sobre ella , las bocas enredándose en ruidosos besos , de nuevo la chispa diabólica ardía en su sangre..

En ese punto, dejándose llevar por una extrema calentura, se acomodo sobre su hermanita sin dejar de besarla su mano tanteo la cintura de esta, descendiendo hasta detenerse en el dobladillo , apurado levanto la tela izándola , el calzón de lino blanco asomo áspero al tacto bajo mano. Las caderas de Telmo se animaron a propinar un leve impulso, mientras su boca asaltaba la golosa lengua de Graciana e incitaba a acompañarlo en sus movimientos. El suspiro lo enardeció animando a colar uno de sus dedos en la hendidura pegajosa, de inmediato los muslos de esta se tensaron percibiendo los toqueteos, con paciencia sus muslos cedieron el espacio con el que colándose con mayor fluidez se enterró palmo a palmo . Acallando cualquier inútil quejido con un largo y tórrido beso.

  • Ohhh hermanita, mmmmm prieto y caliente... – susurro al oído Telmo, Gruñendo e impulsando las caderas como si no hubiera un mañana. – Ahora me perteneces, ¿Entiendes?, mía para reclamar esto.-- adelanto las caderas sometiendo el feroz impulso y clavándose profundamente.

Las lagrimas se agolparon sin remedio , la monstruosa polla la llenaba dolorosamente , se la había clavado hasta el fondo, sin detenerse ante nada , aporreaba su dolorido coño con el peso de sus gruesas pelotas golpeando con dureza, pronto empezó a resbalar dentro de ella envistiendo con dureza. El frenesí de los chapoteos firmes y constantes parecía no acabar nunca, Golpeando con fuerza dentro , fuera, dentro fuera. no estaba segura de poder soportar todo aquello , se daba cuenta como la polla se endurecía y caldeaba dentro de su vientre , un tenue sofoco la invadió lentamente al hincarse mas y mas , enterrándose hasta las pelotas . Se aferro a su espalda atrapada en un torbellino de sensaciones, dolor , placer, culpa... un sinfín de pensamientos a los que renuncio cuando la lengua de Telmo comió su boca en gruñidos excitantes.

Pronto en el claro del bosque solo se oyeron las furiosas zambullidas sobre las pobres matas de romero y los jadeos de ambos .

Telmo empujaba encantado sin dejar de observar la resistencia vencida de Graciana , los suspiros, las mejillas encendidas, la deliciosa cadencia de su lengua lo enorgullecieron al despegarse de su boca y verla entregada a la deliciosa manera en que la empalaba con su polla. A pesar de todo, de las suplicas, de los insultos, de la rabia destilada unos momentos atrás , era ella quien temblaba de pasión bajo él. Aquello excito sus caldeados pensamientos, acuno la cabeza de esta entre sus manos aliviando la boca con una larga sucesión de húmedos besos , sus caderas embaladas por la calentura empujaron de manera brutal.

Se levanto sobre sus brazos observando la pasión en los brillantes ojos castaños . Ninguna otra mujer seria tan bella, jamas. La certeza lo golpeo cual rayo , dotando a su verga firmemente apretada en la dilatada vagina la fluidez para empujar con sus miradas prendida , los labios buscándose en temblorosos besos.

Poco importaba encontrarse rodeados de vegetación, en mitad del bosque, los dos hermanos escondidos entre los matorrales gozaban de los chasquidos secos y profundos de la fornicación prohibida.

Graciana no lograba saber lo que sucedía a su cuerpo, atrás quedaba la agonía del bestial asalto anterior , todo se desvanecía casi por completo en una neblina de sensaciones intensas, su boca , incluso su gigantesca polla le provocaban una oleada candentes sensaciones, no supo en que instante los gemidos y jadeos se confundieron con los de Telmo.

Su manos inmóviles volaron sobre la cintura de su hermano aceptándolo , algo crecía quemando, amenazando con abrasarla. Cerro los ojos asustada, los chasquidos dentro de ella entrando y saliendo competían con el resuello de Telmo penetrándola con en embates largos y profundos. Se aferro a la nuca de este, explotando en mil pedazos y derritiéndose con el gruñido de su hermano tieso e inmóvil.

Al comprender el efecto de los húmedos caldos escurriendo sobre su dura polla , dio carta blanca a volver a descender sobre su sonrojado rostro ensartando su rabo hasta el pegajoso vello de Graciana y comer de su boca mientras sus huevos palpitaban lanzando chorros de pastoso semen . Nunca antes un orgasmo exploto de manera tan abundante, la excitación, el lugar, su hermana, todo se unió para bombear el flujo viscoso durante lo que le pareció una eternidad.

Las lenguas de los dos enredadas mientras que cada potente caño llenaba las fecundas entrañas.

Yacieron entre respiraciones lentas, acostumbrándose a calmar sus acelerados corazones. El incomodo silencio invadiendo de nuevo el espacio entre los dos.

  • Salte de encima mio-- pronuncio resuelta esquivando la candente mirada-- Es muy tarde...-- tartamudeo confusa sintiendo la polla aun algo firme saliendo de su interior--
  • Si , deberíamos ponernos en marcha – Hablo tumbado sobre el suelo consciente de la barbaridad sucedida entre el romero y sintiendose incapaz de racionalizar una normalidad que ya no sentia. Callado, espero la lluvia de acusaciones .
  • Anochecerá en unas horas , y preocuparemos a los demás – se levanto dándole la espalda sacudiendo las briznas de romero de su vestido.-- Sera mejor ponernos en marcha.-- murmuro Graciana ante la embarazosa situación.
  • Si bueno,-- siseo en silencio mientras encerraba su polla en el interior de las calzas y simulaba una falsa compostura .

A simple vista, nada fuera de lo habitual tenia a estos dos hermanos abandonando el claro en las ultimas luces de la tarde , al igual que a su llegada Graciana abría camino por el sendero en un paso irregular e impreciso, no quería reconocer ante Telmo la incomodad , los pinchazos dolorosos de la entrepierna a cada paso, la sensación de algo pegajoso fluyendo bajo sus faldas . Dolorida o no, llegarían a casa , podría librarse de él y aplicarse los ungüentos necesarios para sanar su maltrecho coño. Al infierno si le importaba donde acababa el malnacido, – pensó tropezando con una raíz oculta.

Los brazos de Telmo se lanzaron con suficiente rapidez atrapando el tambaleante cuerpo y levantándolo con preocupación, los tensos puñetazos no lograron mas que redoblar sus remordimientos.

  • Quieta..., por favor Graciana...,-- soporto estoicamente los golpes-- Se que, que..., debes temerme !.-- suspiro con los ojos apesadumbrados.-- Te he echo algo terrible, y merezco tu odio.-- respiro profundamente al percibir el relajamiento del cuerpo entre sus brazos.--
  • Me has despojado de...-- se arrellano sobre su hombro llorando de manera conmovedora-- Te pedí que te detuvieras..., que dejaras de.... me hiciste daño. – lo acuso levantando la desafiante barbilla--
  • Lo se..., no tengo disculpa , ni quiero excusarme con pobres argumentos. La miro fijamente concentrado en los líquidos ojos color chocolate. – Te deseaba..., de una manera urgente, brutal, nooo see como sucedió..., ni cuando el fuego prendió en mis entrañas-- pero incluso ahora despues de los sucedido..., Te sigo deseando con mas fuerza.-- confeso en un susurro – poso la boca sobre los labios y con suavidad acaricio el labio inferior de esta hasta lamer levemente la sorprendida boca.

Sus labios se unieron sin timidez, el jadeo mutuo fulmino la ultima barrera . Finalmente , sus labios se entregaron a la tarea de despedazar el limite de lo prohibido, aceptando los besos con la misma intensidad con la que sus lenguas se entrelazaban. Suspiraron a la vez , los alientos enredados, el sabor a lagrimas y deseo vertiéndose en cada uno.

Uniendo sus destinos en esas ultimas horas de la tarde.

Como hermano y hermana recorrieron el resto del trecho hacia la salida del bosque con sus lenguas entrelazadas en breves besos y jadeos entrecortados. De esta pecaminosa manera la noche los alcanzo a los limites de sus tierras, con la figura del molino atisbando entre los enardecidos hermanos .

Fue al llegar junto a las puertas de su taller cuando fueron conscientes de sus manos vacías. el cesto de miel seguiría a buen recaudo entre los matorrales de romero, el árbol por talar esperaría un día mas si fuera necesario.

Eran ellos los que separándose a duras penas despegaron sus bocas en un pobre intento de recuperar la normalidad de antes de los sucedido en el bosque.

  • Diré que..., – se despego a duras penas de la lengua de Telmo-- Que..., mañana he de volver a buscar miel..., mmm-- acuno la lengua de su hermano en el interior de su boca.-
  • No he dado con el árbol que me gustara, así que mañana volveré a insistir en ello...-- relamió succionando con ansias-- Mmmm...no se si aguantare tanto..., me vas a hacer explotar.
  • Exagerado...!-- se separo con los ojos chispeantes por la visión del tremendo bulto sobresaliendo claramente por encima de las calzas.-- He de entrar y aplicarme algo de ungüento..., mañana no se si...!-- se detuvo al ser arrastrada al interior del taller y empotrada contra la pared de madera.
  • No me hagas suplicar...,¿ uhmm? – se dedico la lamer y chupar su lengua incansablemente-- Mañana... – se separo posando su frente sobre la de ella-- Prometerlo.

El ruido del exterior les hizo envararse, alguien se movía entre las sombras del granero . Dando la oportunidad a Graciana para escapar de los brazos de su hermano. El corazón latiendo a mil no lograba serenar su agitado espíritu, nadie vería el cambio operada en ella durante esas horas, porque jamas sospecharían que el grumoso liquido saliendo de su vagina era el esperma de su hermano.

Un culpable sonrojo invadió todo su cuerpo,¿ Y si ? … poso la palma sobre su plano vientre. Negando con fuerza se preparo a entrar en el interior del hogar, no sucedería..., no podía suceder..., se adentro negando otro nuevo temor.