De zorritas a putas.
Dos chicas se meten en problemas y acuden a mi, me hacen una mamada espectacular y como solución a su problema las propongo que se conviertan en mis putas.
Me llamo Álvaro, me considero una persona afortunada, aunque creo que la suerte es algo que muchas veces tienes que forzar, no sirve de nada tener suerte si no sabes aprovechar tus oportunidades.
Soy propietario de una discoteca en Madrid esta situada en la zona centro y se llena todos los fines de semana, a pesar de sus altos precios, no es raro ver por ella a gente famosilla, rodeada de los típicos niños de papa fundiendo en una noche cantidades indecentes de dinero, la discoteca me ha proporcionado una pequeña fortuna, a pesar de mi condición económica no llevo toda una vida de trabajo para conseguir lo que tengo, apenas tengo 30 años, la discoteca la conseguí vendiendo unos locales que tenia mi padre y rentaban mas bien poco.
Aquel sábado me encontraba en mi discoteca, en un reservado, estaba viendo una película sentado en un sofá mientras me tomaba una copa cuando Jorge, uno de los seguratas que tengo, llamo a mi puerta, entro sin apenas esperar a que le autorizase la entrada.
- ¿Qué pasa?.- Le pregunte
- Hay dos tías que quieren hablar contigo.
- Que las jodan, estoy harto de tías que intentan entrar aquí para beberse mi mueble bar por la cara, que se queden fuera y que paguen como todo el mundo.
- Están buenísimas y una dice que te conoce.
- Bueno, dilas que pasen, ¿Que querrán estas tías?
Al rato pasaron las dos, a una de ellas la reconocí, era la hermana de un amigo mio de cuando estudiaba, había estado tonteando con ella pero al final no llegamos a nada pues por aquel entonces era una cría, se llamaba Sandra.
Sandra era morena y bajita, tenia un cuerpo de escandalo aunque no tenia mucho pecho, pero su cintura y su culo eran espectaculares, tenia cara de niña buena, ojos rasgados que la daban un toque oriental, en el instituto la llamaban la china. Tenia un pelo negro espectacular le llegaba hasta la cintura y era totalmente liso, tenia puesta una camiseta de manga corta que aunque le cubría los hombros dejaba al descubierto su precioso cuello, tenia unos jeans y unas zapatillas de deporte. Por otro lado su amiga (Que mas tarde supe que se llamaba Raquel) era algo mas alta, de estatura media, ojos claros y unos labios carnosos sin exceso, parecía que en su cara estaba escrita la palabra vicio. Tenia el pelo rubio recogido en una especie de moño, y también un cuerpo de escandalo, era mas exuberante que el de Sandra, tenia unas tetas que apostaría que eran operadas, perfectamente redondas, era delgada y con un culo de escandalo, llevaba una camiseta de tirantes, blanca y tenia dibujadas unas estrellas grises, aunque no tenia escote se contorneaban perfectamente sus tetas, también llevaba unos Jeans como su amiga.
A pesar de que su vestimenta era normal y no muy sugerente, seguramente habían hecho girar la cabeza de muchos tipos antes de entrar en mi despacho, pues las dos eran dos chicas de escandalo.
Comencé yo la conversación.
- ¿Qué Quieres Sandra?
- Estoy en un problema y solo tu puedes ayudarme.
- Dime que quieres de mi.
- Necesito que me busques un asesino.
En ese momento me quede blanco, juro que pensé que era una especie de broma pero tras un rato de silencio en el que tanto yo como ellas estábamos callados, me percate de que no bromeaba, a si que seguí la conversación con cara de asombro.
- ¿Qué coño te hace pensar que yo puede contactar con un asesino? Además ¿Para que coño quieres un asesino? Has visto demasiadas películas y creo que tu y tu amiguita os estáis volviendo un poco locas. ¿A quien vas a matar?......
En ese momento reconozco que estaba nerviosísimo no paraba de hablar hasta que Sandra me interrumpió
- Déjame que te explique.
- Venga explícate.
Tuvimos una larga conversación en la que me conto que ella y su amiga habían decidido ponerse a pasar drogas, pero las muy idiotas no se limitaron a empezar con unos gramillos por aquí y unos gramillos por allá, habían pillado a un tío nada mas que diez kilos de coca, el cual les había dado dos meses para pagar, el caso es que a los dos días de tener la droga en su casa entraron unos tíos con pistolas y se la quitaron, no podían devolverle al tío ni la pasta ni la droga, si no pagaban el tío seguramente se las cargaría, a si que habían pensado la feliz idea de contratar a alguien para que se cargara al tío que les paso la cocaína (Que seguramente fue el mismo que se la robo), para que no se las cargara a ellas. Al terminar su historia añadí.
- Vuestra idea es una idiotez
- ¿Por qué? – Pregunto Sandra, Raquel no había participado de la conversación parecía que el tema no iba con ella.
- Ese tío trabaja para otra gente si os lo cargáis daros por muertas, no va haber rincón en las calles en las que estéis seguras, si no pagáis al traficante os van a matar hagáis lo que hagáis.
- Pero no podemos pagarle, son 100.000€ lo que le debemos, se necesita toda una vida trabajando para pagar esa cantidad.
- Lo primero es retrasar el pago, me voy a enterar para quien trabaja, y le voy a pedir que retrase el pago, a él no le interesa no cobrar, creo que con su jefe puedo llegar a un acuerdo, ya se me ocurrirá como podéis conseguir la pasta en esos dos meses.
- ¿Harías eso por nosotras?
Me quede un rato pensando, y me di cuenta de mi error. Si yo conseguía que el tío retrasara el pago y ellas no pagaban seguramente querría que yo le diera la pasta, no estaba dispuesto a perder tal cantidad de dinero por unas niñas estúpidas.
- Lo he pensado mejor, iros de aquí, si retraso el pago y vosotras no pagáis la deuda también será mía, si no pagáis vosotras os mataran, y luego vendrán por mi, dejarme en paz y buscaros la vida. Este rollo no va conmigo.
Raquel se me quedo mirando, al rato la zorrita que había dentro de ella surgió de la desesperación, se acercó a mi, me puso la mano en el paquete.
- Si tú te portas bien con nosotras, nosotras podemos portarnos bien contigo.
- Y, ¿Que podéis hacer exactamente por mi?
Empezó a frotarme el paquete a la vez que se juntaba a mi apretando sus tetas contra mi pecho, hizo un gesto con la cabeza y Raquel también se acercó a mi poniendo su mano sobre mi polla a la vez que me mordisqueaba el cuello.
- Valla par de zorras que estáis echas. Queréis quitaros el marrón a base de comer pollas. – Dije mientras cogía del culo a las dos, que quedaban una a cada lado.
- ¿Crees que va a funcionar?- me pregunto Sandra a la oreja en voz baja y con un tono muy meloso.
- Estáis en un lio muy gordo y vais a tener que comer muchas pollas para salir, pero si yo fuera tu me pondría de rodillas y empezaría a comerme la polla, mientras sobo a tu amiga.
Poco a poco Sandra fue bajando, mientras yo me puse a morrearme con su amiga, al tiempo que le metía las dos manos por debajo de la camiseta sobándola las tetas. Al poco tiempo note que Sandra me estaba desabrochando la cremallera y había sacado mi polla, note como mi polla estaba dentro de su boca, en ese instante deje de morrearme con su amiga para mirar como Sandra me comía la polla, en ningún momento saque las manos de las tetas de su amiga, cuando mire Sandra estaba con los ojos cerrados con mi prepucio en la boca, al tiempo que me pajeaba con la mano.
- Sandra quiero que abras los ojos y que nos mires a tu amiga y a mi como nos estamos sobando. - Acto seguido Sandra abrió los ojos y miro hacia arriba de tal forma que podía vernos. Pocas cosas he visto en la vida que sean tan excitantes como esa zorrita comiéndome la polla mientras miraba con cara de vicio como me entretenía con las tetas de su amiga.
- Quiero que pongas las manos a tu espalda y continúes solo con la boca.
No pensé que fuera a hacerme caso pero mis palabras fueron ordenes para Sandra, que retiro las manos poniéndolas en la espalda, mientras seguía comiéndome la polla, recule para atrás para sacarle la polla de la boca, y hacia intentos desesperados con la boca para volver a meterse mi polla dentro.
- - Quiero que mires a Sandra. – Le dije a su amiga que estaba absorta comiéndome el cuello mientras que le sobaba las tetas.
- - ¿Has visto la cara de puta que tiene con una polla en la boca mientras mira como te meto mano? – Raquel no contestaba.
- - ¿No dices nada e putita?, Pues hoy antes de que acabe el día me pienso correr en tu boca, seguro que tu también tienes cara de zorra con la boca llena de leche.
- - Te lo vuelvo a preguntar, ¿Tu amiga Sandra tiene cara de puta mientras me come la polla?¿Si o no?
- - Si - Por fin se atrevió a responder
- Y ¿No crees que tú también eres una zorra dejándote sobar las tetas mientras tu amiga me come la polla?
- Si, supongo que si.
- Lo supones ¿o lo eres?
- Lo soy.
- Pues quiero que me lo digas, quiero que me digas que eres una puta.
- Soy una puta.
- Eso esta mejor, pero quiero que me digas que las dos sois unas zorras y que me vais a comer la polla.
- Las dos somos unas zorras y te vamos a comer la polla.
- Pues solo veo a Sandra comerme la polla, a si que ponte de rodillas como la zorra que eres y comienza a lamerme los huevos.
Raquel la amiga de Sandra se puso de rodillas mientras yo sacaba las manos de su camiseta y se puso a lamerme los huevos, tanto ella como Sandra me miraban a la cara mientras me dedicaban la mamada, Sandra no paraba de menear la cabeza atrás y adelante con mi polla dentro de su boca. No paso más de un minuto cuando me volví a dirigir a ellas.
- Sandra bonita, no seas tan puta y deja que tu amiga se meta mi polla en la boca, mientras tu me chupas un poco los huevos.
Sandra obediente se retiro, mientras que Raquel se metió mi polla en la boca, eso si ayudándose de las manos cosa que pase por alto, pues nada mas metérsela en la boca retiro sus manos a la espalda. Apoye mis manos sobre sus dos cabezas.
Me dirigí otra vez a ellas.
- Quiero que intercaléis las mamadas, me voy a correr y no me he decidido en la boca de cual de las dos lo voy a hacer, a si que me correré en la boca de la que tenga en ese momento mi polla. Además quiero que os desabrochéis los pantalones y que con una mano os toquéis el coño y con la otra las tetas.
Como autómatas se pusieron a obedecer mis ordenes, ahora tenia a Sandra comiéndome la polla, mientras Raquel, me comía los huevos, ahora era el turno de Raquel, ahora el de Sandra, ahora era el de Raquel.
- Puta estoy a punto de correrme. Lo voy a hacer dentro de tu boca, no quiero que te lo tragues ni que lo escupas, déjatelo dentro de la boca.
Otra vez estas zorras me volvían a dejar asombrado, estaba flipando con como se estaban comportando esas dos zorritas, sabia que estaban desesperadas por que alguien las ayudase con su problema, pero no supuse que llegarían tan lejos, tenia la impresión de que en cualquier momento me mandarían a la mierda, pero mientras tanto yo seguía ordenándolas todo lo que se me pasaba por la cabeza y me ponía a mil verlas obedecer todas mis degeneraciones.
Me retire por un momento y lance una primera descarga sobre la boca de Raquel, mas tarde una segunda y una tercera descarga, parte del esperma se había escapado por la comisura de sus labios, y parte se había quedado en el interior de la boca que permanecía abierta, con todo mi esperma en su interior. Mientras Sandra no había parado de lamerme los huevos. Me percate de que Raquel había dejado de sobarse, a si que me dirigí a ella.
- Aunque me he corrido en tu boca, no creo que te halla dicho que dejes de tocarte el coño.
Rápidamente volvió su mano al coño y siguió tocándose. Retire la cabeza de Raquel con mi mano de tal forma que las dos se quedaron mirándome a la cara con mi polla chorreante frente a ellas y con la boca de una rebosando de esperma, con el dedo índice limpie el esperma sobrante de la boca de Raquel, y acerque el dedo a la boca de Sandra que rápidamente entendió lo que quería, metiéndose mi dedo en la boca y degustando el poco esperma que en él había. Agarre de la barbilla a Sandra y la hice levantarse, a la vez que la giraba para que mirara a su amiga con la boca llena de esperma.
- Tu amiga es una buena zorra, mírala con la boca llena de leche.
Puse mis manos sobre sus tetas y acerque mi cara a la suya, tenia la respiración acelerada. Miraba a su amiga con los ojos bien abiertos.
- La voy a dejar con la boca llena de semen, mientras tú me la chupas, para que así podáis tragaros mi esperma las dos a la vez ¿Qué te parece puta?
- Me parece que con una mamada por un par de llamadas tienes más que suficiente.
Su respuesta me dejo planchado. Sabia que me estaba pasando, pero como ellas accedían a todo y no ponían limites pensé que podía jugar con ellas todo lo que me viniera en gana, pero Sandra me había puesto los pies en la tierra, dándome cuenta de mi error. Me dirigí a Raquel.
- Trágatelo Todo.
Raquel mucho mas obediente que Sandra echo la cabeza hacia atrás mientras cerraba la boca, acto seguido volvió a abrirla mostrándome su boca vacía, era una autentica zorra, que me había echo empalmar de nuevo con ese espectáculo de apenas unos segundos.
Raquel se levanto y Sandra se separo de mi lado, las dos se abrocharon el pantalón y se acomodaron la ropa, las indique donde tenían el mueble bar con copas y bebidas y se sirvieron, se quedaron conmigo hablando un par de horas y se largaron. Por la conversación me entere que el tipo que se la había jugado era un tal Robert, aunque no había oído hablar de él, estaba seguro de que entre mis clientes alguno lo conocería. Ellas por su parte se dieron cuenta de que el tal Robert, las había engañado, nadie da tal cantidad de droga a unas niñatas a crédito si no espera recuperarla, seguramente Robert pensaría que ellas le pedirían el dinero a sus padres para salir de la situación, y le pagarían quedándose con la pasta y con la droga. También me entere de que Raquel no tenia forma de pagar el dinero, su padre la había echado de casa y estaba alojada en casa de unas amigas a las que de vez en cuando les pagaba dinero cuando le surgía un trapicheo, por su parte Sandra también tenia un serio problema para que pagaran sus padres, pues su padre llevaba meses en el paro, y ningún banco le daría un préstamo, por lo que tendrían que vender la casa donde vivían y tanto ella como su familia se quedarían en la calle. Estaban las dos metidas en un buen lio.
Yo por mi parte tenia el dinero para pagar al tal Robert, y me había puesto cachondisimo la escenita de las dos zorritas accediendo a mis caprichos, no paraba de pensar en lo que me hubiera gustado llegar mas lejos, me hubiera encantado hacer que se besaran, me quede con ganas de correrme en la boca de Sandra, en fin que no paraba de pensar en zorrear a las dos putitas. A los dos días, las llame quede con ellas en mi casa.
Vinieron a mi casa, vestían de forma bastante común camiseta y vaqueros, no estaban vestidas de forma especialmente sugerente, las invite e entrar y las serví un par de copas mientras se sentaron en el sofá.
- Se me a ocurrido una solución a vuestros problemas. – Comencé la conversación que estaba un poco tensa.
- ¿En serio? ¿Cuál?- Dijeron las dos a la vez ilusionadas.
- Podría pagar yo, y vosotras trabajáis para mi, para pagar el dinero que debéis.
- Acepto, sea lo que sea - Dijo Raquel.
- ¿Cuál es el Trabajo? – Pregunto Sandra que desconfiaba de mi propuesta.
- Os explico el tema. No me creo que me cueste llegar a un acuerdo con el tío ese para que yo le pague diez mil por mes, en diez meses la deuda estará saldada, cada mes que trabajáis para mi el tío recibe 10000, en cambio si por algún motivo abandonáis el trabajo o yo decido echaros le deberéis a Robert todo el dinero, y si no le pagáis no tendrá escrúpulos en ir a por vosotras o a por vuestra familia. Diez meses trabajando para mi, y volvéis a vuestras vidas.
- ¿Pero cual es el trabajo? – Volvió a preguntar Sandra que no se fiaba de mi ni un pelo.
- Quiero que seáis mis putas personales, mas que putas quiero que seáis mis esclavas, que hagáis todo lo me apetezca, si os ordeno algo lo hacéis con una sonrisa en la boca y sin rechistar.
- ¿Estás loco? No pienso ser tu esclava. –Dijo Sandra aterrorizada.
- Yo acepto. – Dijo Raquel para mi asombro.
- El tío ese no va aceptar la mitad de la pasta, o sois las dos o ninguna. – Increpe yo metiendo un poco de presión. Para ser sincero hubiera pagado toda la pasta por una de las dos.
- Vamos a hablar.- le dijo Raquel a Sandra llevándosela al pasillo.
Estuvieron un buen rato hablando las dos, por momentos la conversación subía de tono y se convertía en una discusión, que luego bajaba el tono y volvía a ser una conversación tranquila, al rato se acercaron a mi y fue Sandra la que me comunico su decisión.
- Aceptamos.
- Pues si aceptáis vais a tener que mudaros a un piso que tengo, es pequeño pero bastara para las dos, quedamos el jueves y llevaros las maletas por que os vais a quedar a vivir allí, y por cierto el jueves os quiero vestidas mas provocativas de lo que vais hoy.
Les di la dirección y se marcharon dentro de tres días vendrían a mi antiguo piso para quedarse allí y hacer todo aquello que siempre soñé con hacer a unas tías.
Ese día no pude dormir pensando en los diez meses de diversión que me esperaban con esas zorras a mi disposición.