De vuelta a mamar

Mis inicios del sexo

Esta historia comienza cuando era más joven y prácticamente no tenía ninguna experiencia en el ámbito sexual.

En esos años yo iba a clase y de vez en cuando me ganaba algún que otro castigo, como el de quedarme a séptima, lo cual justo ocurrió esta vez. Tras sonar el fin de la sexta hora recogí mis cosas y me dirigí hacia el aula de castigo. Nada más llegar, me la encontré casi llena por lo qué busqué un sitio para sentarme. Enseguida el profesor de guardia nos mandó sacar alguna materia para que aprovecháramos el tiempo, y yo me decanté por historia, mi asignatura favorita y la que mejor se me daba.

Estando yo con mis cosas, de repente un pequeño y mal doblado/arrugado papelito aterrizó justo en la parte izquierda de la pata trasera de mi mesa. Yo dejé caer un boli para fingir que iba a recogerlo y aproveché para agarrar el papelito. Tras recolocarme en mi sitio abrí la nota y la leí. El mensaje ponía que si seguía mamando, (antes había hecho alguna que otra mamada a este chico, al que llamarremos J) y le escribí un -Si- y se lo envié de vuelta. Ya no hubo ningún mensaje más, y terminamos por esperar a que pasara la hora de castigo. Una vez que terminó, recogimos nuestras cosas y cada quien se fue por su sitio. Yo iba con música a unos metros detrás de J y de un colega que iba con él hasta que se despidieron y entonces, yo me adelanté a J para que me viera y empezó a seguirme. Nos dirigimos a un portal que estaba cerca y nos metimos al ascensor.

Justo en el momento en el que dio al 9, se bajó la parte delantera del pantalón y boxer justo para sacar su polla y huevos. No estaba dura pero era bonita. Pequeña al estar desempalmada, con el grande cubierto por la piel y sólo dejando ver la punta roja y brillante. Sus huevos eran colganderoa, grandes y redondos. Yo me incliné para poder admirar y oler su esencia, ese olor de polla y huevos sumados por el día mezclado con pis....me puso como todo un cerdo. Asique sin pensarlo demasiado se la cogí por la base y lamí desde su base hasta la punta. Repitiendo ese gesto por todas las partes libres a las que podía alcanzar sintiendo como iba endureciendose hasta que J me pidió que me la metiera en la boca. Y yo, ni corto ni perezoso abrí mi boca y me la metí. Empezando a mover mi lengua todo lo que podía con su polla dentro de mi boca, seccionado y lamiendo mientras escuchaba sus suspiros y gemidos de placer, sentí como su polla terminaba de crecer hasta un punto en el que las arcadas se volvieron constantes. El agarró mi cabeza y empezó a moverse de forma continua y fuerte sin parar, haciendo que sintiera unas profundas arcadas pero sin llegar a ser demasiado.

Esa forma tan demoledora de moverse, con junto sus manos impidiendo que me sacara su polla de la boca, lograron que me excitara tanto que mi polla me dolía muchísimo, por lo que al tiempo que el seguía fallando mi boca yo liberé mi elección y empecé a pasearme rápidamente. Así estuvimos varios minutos hasta que sentí como empezó a soltar trallazos de un líquido, el cual pronto reconocí como su lefa, degustando su sabor salado y algo agrio. Según el se corría yo iba tragando su lefa, y al terminar estuve unos minutos terminando de recoger todo posible resto hasta dejar su polla brillante. Cuando todo finalizó, el se subió los boxer y pantalón y yo los míos (no me había corrido, pero estaba seguro que nada más llegar a casa me iba a pajear hasta soltar todo lo que estaba conteniendo) y cada quién se fue por su lado.


Se que no es muy bueno, pero es el primero y quería compartirlo. Espero que os gustara tanto como a mi escribirlo y hasta la próxima.