De vuelta a la facultad (final)
El trabajo deseado
El exámen fue bastante complejo, no habían respuestas erróneas o correctas, como la vida misma. Fue como elaborar una tesis en una hora. Pero ahí estaba, en el despacho del director de la empresa. La última prueba. El director tenía mi trabajo final en sus manos y lo releía con pausa. Yo me removía en mi silla, Sabía que Elena estaría sufriendo los mismos nervios en el despacho de al lado. Nos habiamos encontrado el la sala de espera y casi no habíamos intercambiado palabra. Demasiado de qué hablar para saber por donde empezar....
Este hombre me miraba entre apenado y asombrado y no sabía qué me daba mas rabia. Me comenta que mi profesor me ha hecho pasar la prueba y que, según él, la he pasado con nota pero él no se lo cree (empiezo a sospechar que se refiere al exámen que me hizo en el baño y no en el aula), no me ve capaz ni con la aptitud necesaria... Al fin de al cabo, tengo una discapacidad que me imposibilitaría llevar a cabo mis tareas extras.... Ahí mi cara empieza a arder de pura furia. No pienso perder mi trabajo soñado por unos prejuicios estúpidos, intento calmarme y le reto lo mas educadamente posible que me ponga a prueba. Sonríe con lástima y mi instinto asesino se dispara. Parece ser que me ve incapaz de tener ciertas habilidades. Intento sonreir y digo “¿quien dijo aquello de demme un punto de apoyo y moveré el mundo? Con un punto de apoyo puedo realizar cualquier tarea? Quizás he confiado demasiado en su intelencia con ese comentario después de mostrar esos prejuicios, pero la caña ya está echada..... Contesta lentamente, “si es cuestión de puntos de apoyos, iniciaremos la prueba. ¿Puedes pasarte al sofá?” Empiezo a temblar ligerameente, algo de miedo y algo de excitación. Realmente, ese hombre me repugna un poco pero eso no deja de hacerlo mas excitante y más el hecho de enseñarle a un cabernicola lo que puede hacer una mujer con discapacidad ¿Te puedes desnudar? Otra vez ese tonito condescendiente... Me desnudo a una velocidad pasmosa hasta para mí por la rabia que me innunda. Es una situación bastante complicada tener que soportar la cercania de alguien que me repele tanto.... Estoy desnuda sentada en el sofá, él completamente vestido aunque su polla empieza a desear liberarse . Aun no ha hecho nada, no sé qué diablos quiere que haga y me empiezo a poner nerviosa. Al fin, decida liberar su polla y acercarla a mi boca. Si ese va a ser el exámen, lo voy a tener chupado.... (perdón por la licencia humorística) Decido no andarme con jueguecitos y meterme toda su polla en mi boca del tirón, rodearla con mi lengua y succionarla... le oigo gemir y empieza a mover las caderas para follarme la boca. Quizas ya me vea capaz de hacer ciertos trabajos.... Siento su polla hasta la campanilla y me empiezo a excitar. Sus manos busca mis pezones y tira de ellos. Me hace daño pero también me excita. Mi coño se humedece automáticamente peroo me sigue follando la boca de una manera bastante brusca, intento que mi lengua siga el ritmo. De repente entra en el despacho otro socio y simplemente, se queda mirando como si fuera una escena habitual. Empiezo a hacerme una idea de mi día a día en esta empresa.... Mi entrevistador le sugiere que le ayude a decidir si soy la candidata idónea. Rápidamente, el colaborador se desnuda de cintura para abajo y acerca su polla semi erecta a mi boca. Automáticamente, le dedico la misma atención que a la de su jefe sin dejar de estimilar con mi mano la polla del jefe. Tener dos pollas delante de mi cara hace que me corra y gima descaradamente. Esto parece gustarles. Por fin dedicen dedicarle atención a mi cuerpo. Mientras el colaborador manosea y muerde mis pechos, el jefe va directo a mi coño con su boca. Hasta para esto hay jerarquia. Parece que mis abundantes fluidos es lo que espereba y los chupa con ansia. Lo que me hace explotar en un orgasmo. Mi coño palpitante me lleva a perder el control de nuevo y más cuando tres dedos lo follan comodamnente en medio de tanta humedad. Deseo mas, ya no me importa de quien... Me tumban en el sofá y el colaborador me sujeta las piernas abiertas por los tobillos para que su jefe meta su polla hasta el fondo de mi coño. Dejan car mis piernas temblando por el nuevo orgasmo alrededor del cuerpo del jefe mientras su pene me taladra sin piedad. El colaborador mete su polla en mi boca sin miramientos y me la folla con impetu. Siento que mi coño pronto va a sentir abundante leche, el ritmo de la follada se acelera y vuelvo a tener otro orgasmo. Imposible gritar con la boca llena. De repente, siento leche en mi boca y en mi coño y me siento completamente satisfecha. Me dejan sola. Cuando intento recomponerme un poco, entra Elena y me ayuda a vestirme. Está muy callada y cariñosa. Le pregunto por su entrevista. Me sonrie, “en la mía no habia pollas”. Me comenta que su jefa es una tía estupenda y ha utilizado el mismo protocolo de entrevista que conmigo. Vamos, que ha tenido que comerle el coño como si no hubiera un mañana..... Salimos juntas a la sala de espera a esperar el veredicto. Ninguna pensamos en renunciar al puesto pese a la entrevista tan singular.
Sale una señorita y nos felicita. Ambas hemos sido admitidas por cumplir las cualidades y conocimientos requeridos, el protocolo dado en estas entrevistas sera valorado como horas extras voluntarias, remuneradas y nunca nos eximirá de las obligaciones de nuestros puestos de trabajo. Contentas, salimos a celebrarlo.