De Voyeur a Ginecologo (2)

Después de la gran experiencia como espectador en acción de mi cuñada, se me presenta la oportunidad de obtener más de ella con un aparente engaño de conocimientos de una carrera trunca, que ella descubre y sin embargo también aprovecha para satisfacer sus necesidades.

Después de la situación que conté en la primer parte, no volví a tener algo similar, eran escasos nuestros encuentros y solo en ocasiones especiales veía a Jessica. Mucho tiempo después me case con Julieta y hubo un distanciamiento aún mayor, tanto ellos como nosotros cambiamos de residencia natal, hasta que un día por razones laborales tuve que estar una semana precisamente en la ciudad donde ella vivía. Ella y Ricardo nos habían dado la noticia de que serían padres, unos 3 o cuatro meses atrás, por lo que yo encontraría a mi cuñadita embarazada. Julieta me encargó que no dejara de visitar a su hermanita, ya que se sentía muy sola debido a que su esposo llevaba casi un mes en el extranjero por capacitación que le pagó la empresa donde trabaja. De momento la idea no me gusto nada, si salgo de viaje me gusta tener libertad y disponer del tiempo que me sobra después del trabajo a mi antojo.

Sin embargo Julieta me insistió muchísimo y el primer día por la tarde Jessica me marcaba a mi teléfono celular, para saber cuando iría a visitarla, le comenté que ese día no podía, que sería hasta el siguiente, lo cual me agradeció y me avisó que me esperaría a cenar, que prepararía algo para mi, se lo agradecí. Llegué al siguiente día, me esperaba muy hermosa, con la cena lista y muy alegre. Le di un tremendo beso en su mejilla y la abrace fuerte, pero precavido de no forzar su vientre. Platicamos de trivialidades, trabajo, casa, familia, hasta que toco el tema de su estado físico, me comentó que la ausencia de Ricardo y por su escaso dinero, no había podido asistir a su consulta ginecológica mensual y que se sentía preocupada por saber si todo iba bien. Yo la escuché y le ofrecí mi ayuda, le dije que le podía prestar dinero si lo necesitaba, a lo cual se negó, argumentando que Ricardo estaba en proceso de conseguir otro especialista, por que él que la venía atendiendo, no les inspiraba confianza, y que mejor lo esperaría.

Entonces solo sobró preguntarle, si se sentía bien; vacilo un poco y enseguida argumentó que sí, pero que se sentía algo nerviosa y abochornada a veces. Le contesté que debía ser normal, y que con su marido lejos, tal vez más, así que comentamos:

Probablemente, bueno, es mi primer hijo, debe ser así. (Rió un poco)

Sabes, mi tío es ginecólogo y de los más reconocidos en el ramo, lamentablemente vive en otra ciudad, pero yo te puedo contactar con él, ¿quieres?

No te preocupes, tal vez con algo de información que me enviara sería suficiente, como no tengo computadora, ni internet, no puedo buscar de momento algo sobre eso.

Ah, muy bien, claro que sí, yo le solicitare información sobre el embarazo, en el momento que estás, yo creo sabrá bien que mandar.

Y bueno ese día me retiré temprano, prometiéndole hacerle llegar lo anterior a la brevedad. Cuando estuve a solas en el hotel, no pude evitar pensar como serían esos nervios o bochornos en Jessica. Sé que las mujeres embarazadas necesitan atención sexual, cariño y mucha comprensión, y podría ser que lo extrañara de parte de Ricardo. Así que al día siguiente contacté a mi ocupado tío, y en vez de enviarme información, me indicó donde buscar. La bajé de Internet en formato editable y entonces se me ocurrió una idea descabellada: colocar recomendaciones "incomodas", que dieran rienda suelta a sus presuntas necesidades, lo más sutiles posibles, pero eso si muy claras y si no creía tales recomendaciones, sería muy difícil que contactara y corroborara eso con mi tío. Me haría indispensable en alguna de esas recomendaciones y tal vez podría sacar algo de provecho. Me acordé de esa famosa frase, "el que no arriesga, no gana", así que puse manos a la obra. Si bien el documento mencionaba estados anímicos del cuarto mes de gestación (que era lo que ella me confirmó llevaba), no se explayaba tanto. Las necesidades sexuales las mencionaba escuetamente, entonces tuve que analizar y sacar mi nulo talento de doctor ese mismo día en la tarde; tenía que trabajar sobre argumentos creíbles, que le indicaran que diera rienda suelta a sus necesidades, que se autoexplorara y que hiciera ejercicios que le pudieran ayudar a mantenerse tranquila y sobre todo ágil y con toda la capacidad para que sucediera un alumbramiento natural.

Por la noche me dirigí a su casa sin avisarle, la encontré algo desalineada y triste. La abrace, la traté de animar y le entregué el documentó que según mi tío había enviado, al final su firma electrónica, avalaban las recomendaciones. Le dije que no me había dado tiempo de leerlo, pero que mi tío se lo recomendaba ampliamente y que tales situaciones eran lo último de su congreso de investigación. Se animó un poco, hojeo y nos despedimos. Me fui pensando en lo que seguiría, tal vez echaría todo al bote de la basura, tal vez me llamaría enojada, exigiéndome respeto y … bueno, estaba hecho, tenía que mantenerme. No recibí ninguna señal esa noche, al día siguiente estaba seguro de que lo había leído, ella es una persona que le gusta leer, realmente me sentía un poco ansioso de su respuesta, de su pensar. Me tranquilice y al final de mi estancia en el trabajo recibí su llamada:

Manuel, el artículo de tu tío es raro, ¿funcionará lo que dice?, creo que algunas cosas son extremas, ¿no lo leíste?

No tuve oportunidad, apenas lo imprimí ayer cuando me marchaba a tu casa. ¿Pero como es, acaso son cosas fuera de lugar?

Pues algunas francamente creo que sí, ¿Por qué no abres el documento y te indico algunos ejemplos?

A ver… dime, lo estoy abriendo de mi correo

En la página 8, ejercicio 6, "abra sus labios vaginales con sus dos manos, en repeticiones de 5 veces, 4 series, por la mañana al despertar y en la noche antes de dormir"… "el beneficio de dicho ejercicio es para que usted sienta como se expande la entrada de su vagina y empiece a controlar dichos músculos para el alumbramiento", ¿qué recomendación es esa?

Sentí que sudaba frió, así que argumenté:

Bueno Jessica, como te comenté ayer, es lo que mi tío está trabajando en su congreso de investigación, todos esos argumentos son nuevos, probablemente no estén ni comprobados, solo toma lo que te sirve, ¿quieres que te visite el día de hoy y platicamos?

Si, aquí te espero y por hay le das una verificada a todo el artículo, cuando vengas me das ti opinión, ¿de acuerdo?, Yo creo que si esto no está probado no deberían aún de mandarlo como recomendación, sin embargo agradezco que lo hayas traído, probablemente yo soy la atrasada.

Era verdad lo que Jessica argumentaba, en eso no había sido cuidadoso y el plan podía caer. La visité nuevamente en su casa, le comenté que había contactado a mi tío por teléfono y que me había dicho que todos los ejercicios habían sido probados con tres mujeres, obteniendo resultados exitosos, pero que aún eran difíciles de manejar por la cultura en la que vivíamos. La vi un poco más convencida y cambio el tema por trivialidades, hasta que nuevamente la regrese yo.

Entonces que, ¿vas a poner en practica las recomendaciones de mi tío?

No sé, me dan cosa, además no está Ricardo.

Sí, que lastima, y algunos los recomiendan justo en éste mes de embarazo y Ricardo tardará veinte días más y tu cumples otro mes, la semana que entra.

Así es, no sé que deba hacer. Precisamente también eso que comentas me llamó la atención, indican ejercicios para cada mes, argumentando que es debido a los cambios que la mujer va adoptando. Señalan que no importa si no se tomaron los primeros ejercicios en los primeros tres meses del embarazo, ya que los primeros son muy sencillos y empiezan a tomar una mejor forma a partir del tercer mes, lo cual es una ventaja para mí. Aconsejan hacer los ejercicios al mes que corresponde tu gestación y no salirse de lo estipulado por mes.

Ah que bien, ¿entonces podrás hacer los que te corresponden al cuarto mes?

Solo he iniciado uno… (le vi un poco de pena en su cara al esperar que me contara)… el que te comenté por teléfono (asentí con la cabeza y espere)… pero siento como si me estuviera masturbando, de hecho hay cierta incomodidad y obviamente tengo mucha pena de comentártelo

No, no sientas pena, yo estoy aquí para apoyarte y entiendo todo lo que me expones… entiendo que es algo a lo que no estas acostumbrada, es lógico, pero te vuelvo a repetir tales cosas son recomendaciones de gente que está investigando, por algo lo recomiendan.

Lo sabía, ella se estaba calentando con los ejercicios extremos y lo que había probado la dejo intranquila, de hecho casi podía asegurar que su "incomodidad", más bien era su conciencia diciéndole que tales tocamientos le generaban inmenso placer y ganas de seguir abriéndose la vulva, frotar su clítoris y tal vez hasta sentirse penetrada por algo o alguien. Realmente tuve que mantener la calma, mientras todos estos pensamientos giraban a mil en mi cabeza, el plan iba marchando bien, había que conservar esa astucia para llegar a un poco más o hasta donde ella lo permitiera.

Hay otros que ni siquiera te puedo comentar, cómo el de la prueba del PH o el dimensionamiento del canal vaginal longitudinal y radial, esos son… relaciones sexuales explicitas… ¿cómo pueden recomendar algo así en éste estado?… ¿cómo pueden decir que tales cosas ayudan a entender más sobre nuestro embarazo?

Bueno Jessy, me sorprende que no sepas que es recomendable que las mujeres sigan manteniendo relaciones por su estabilidad emocional. Ahora lo que me comentas no lo he leído, por favor muéstramelo. (Por supuesto que sabía a que se referían tales recomendaciones, solo quise ganar tiempo para pensar y tranquilizarme un poco, ya que me sentía bastante excitado).

Definitivamente para está sección de ejercicios en tu cuarto mes de embarazo necesitas ayuda. Yo creo que por todo lo que comentan sobre los beneficios que obtienes y la necesidad de realizarlos para continuar el resto de los ejercicios los meses siguientes, es necesario. ¿No tienes una amiga que te ayude o alguien con quien tengas mucha confianza para que te apoye? (Sabía que es antisocial y que no contaba con nadie más, pero tuve que disimular.)

No, no cuento con alguien así, pero de todos modos, no pediría ayuda, que pena.

Jessy, es por tu bebé, ¿no te gustaría saber que clase de respiración tendrás que realizar en el alumbramiento, si conoces tus dimensiones vaginales? ¿no te gustaría saber tu PH, para poder evitar la comida que no te ayuda a tener una acidez adecuada, aunque aparentemente sea sana? (Obviamente no sabía de lo que estaba hablando, fueron textos que yo mismo distorsione y que a ella le costaban trabajo creer, pero ya avanzado tal cuento, no tenía más remedio que mantenerme firme).

Si por supuesto, pero… de esa forma no.

No hay ningún pero, por lo visto yo soy la única persona con la que cuentas en estos momentos,… si quieres te puedo apoyar a lo que tu me indiques.

¿Cómo crees?, jamás. Prefiero seguir ignorando todo eso. Aunque me puedes ayudar solo a los ejercicios de elasticidad y flexibilidad, mañana te espero, solo te quedan dos días aquí.

¿Cómo que mañana?, si aún es muy temprano y mañana no es seguro que pueda venir, a ver enséñame que clase de ejercicios vienen de elasticidad. (Estos casi los había dejado intactos, rápidamente pensé tomar el que tenía más ventaja de contacto, sin embargo escogí otro sencillo para ir abriendo terreno).

Hicimos un ejercicio que realmente no necesitaba mucho de mi ayuda, de hecho ninguno necesitaba, pero en mi edición yo coloqué que era necesario el apoyo. El ejercicio consistía en hacer movimientos con los brazos, ella estando sentada en flor de loto, los abría y los cerraba y yo solo le sostenía un poco los codos. Después pasamos a otro, también con pocas posibilidades de contacto, yo le sostenía los brazos y estando ella acostada boca arriba, levantaba sus piernas para fortalecer su abdomen, apoyándose de mis brazos, mientras yo permanecía sentado con las piernas abiertas.

Después de estos dos ejercicios, con sus debidas repeticiones, y de haberle dado cierta confianza, decidí recomendar algo más emocionante. Le indiqué otro ejercicio, lo pensó un momento y accedió, me comentó que era algo raro, pero que prosiguiéramos. El ejercicio consistía en que ella se colocaría en cuclillas y yo le ayudaría a estabilizar su peso sosteniendo con mis manos sus ingles, de tal modo que mis manos quedarían muy cerca de su vulva, ella se balancearía un poco y trataría de abrir sus piernas con sus brazos. Se puso en dicha posición y sin pensarlo mucho, para no generar desconfianza, deslice mis manos por debajo de sus piernas y la sostuve, apoyándome de sus ingles, por detrás de ella, hincado, ella solo se apoyaba en sus pies separados y su espalda recta. Apenas percibía un poco más de calor proveniente quizás de su vulva y me imaginaba que rozaba algunos de sus vellos púbicos. Por supuesto que tome ventaja de la situación y al sostenerla, jale un poco hacía afuera, de tal modo que su vulva sintiera que mis manos la abrieran indirectamente; no me moví y espere probablemente su reclamo, su respiración se hizo un poco más acentuada y después de su primera serie de 12 repeticiones, me pidió descanso, se veía un poco ruborizada, lo cual no era para tanto, ya que el ejercicio no demandaba tanto esfuerzo. Seguro había producido cierto morbo, por que por mi parte la verga se me empezaba a despertar, pese a mi control.

Le comenté que el pantalón que traía no ayudaba mucho para sus ejercicios y le sugerí cambiarlo por un corto que fuera cómodo, no comentó nada, solo se dirigió a su recamara. En unos momentos regresó con un pantalón corto algo holgado, en mis adentros pensé que esto mejoraría más nuestro contacto. Le dije que continuaríamos con el ejercicio que no habíamos acabado, no le agrado la idea, probablemente pensó que con tales tocamientos que le di, era suficiente, por lo que rápidamente me puse en posición de una forma muy normal, esperando que se incorporara, tardó un poco, hasta que finalmente me dio la espalda y empezó a tomar la posición nuevamente en cuclillas; ahora yo la tomé completamente por debajo de su pantalón corto, sentí que su piel se erizaba al contacto desnudo de sus ingles con mis manos. Pensé que me limitaría, pero no pronunció palabra alguna, por lo que mis manos procedieron a jalar nuevamente y sutilmente hacia fuera, la parte que tocaban, nuevamente tratando de abrir indirectamente su vulva, trataba de sentir alguno de sus vellos púbicos sin éxito, hasta que yo inconscientemente, ya con mi verga parada y su respiración algo más exaltada, empecé muy suavemente a subirla y bajarla como si estuviera sentada en mi verga… muy lentamente, hasta que se hizo más descarado y se detuvo, argumentando que era suficiente y que ya nos habíamos pasado de repeticiones. Me bajó de mi nube de golpe, por lo que tuve que actuar normal y solo confirmar que era verdad y que pasáramos al siguiente.

No sabía con que más seguir, necesitaba continuar con algo como lo anterior, así que se me ocurrió decirle que si sus piernas podían haber quedado un poco adoloridas y que me permitiera ayudarla a relajarlas, me confirmo con un movimiento de cabeza. Le pedí se recostara sobre su espalda, entonces tome sus pies y se los levanté en línea recta para moverlos de un lado a otro y hacia arriba y hacia abajo de tal forma que sintiera relajación. De momento y por forma instintiva le quité sus zapatos sin preguntarle, argumentando que me permitiera darle un poco de masaje a la planta de sus pies, ella trato de retirarse, diciéndome que no era necesario, la sostuve fuertemente y le respondí que no tuviera pena, que solamente se relajara y que cerrara sus ojos, mientras retiraba sus calcetas y me centraba en las plantas de sus pies, se le veían tan deliciosos que deseaba besarlos, pero me contuve y solo me dedique a acariciarlos y a olerlos cada que los pasaba cerca de mi nariz, se relajo y cerró sus ojos, situación que aproveché para verle sus piernas y entrepierna.

Estando ya muy caliente, mi mente trabajaba a mil, sobre el paso siguiente, por lo que le comenté a modo de sugerencia y conservando la tranquilidad que habíamos ganado, en voz baja:

¿Te parece si hacemos un último ejercicio de flexibilidad y terminamos?

Sí, está bien, ¿cuál?

Permanece en esa posición, separa un poco tus piernas (para ese momento yo ya estaba sentado frente a ella, deslice mis piernas por debajo de las suyas y mi sexo quedo muy próximo al suyo, sentía la verga a reventar).

Le indiqué que lentamente tratara de incorporarse, mientras yo la sujetaba con mis piernas y mi sexo pegado al suyo, le comenté que estaba muy lejos e hice mi cadera hacia delante y por fin mi sexo quedó embarrado al suyo, el falo lo tenía completamente parado, por lo que ella seguramente lo notó, la vi a los ojos para conocer su reacción. Este ejercicio no venía en el documento, me lo saqué de la manga y como no puso objeción, procedí naturalmente.

Muy bien ahora sí, trata de levantarte unos 30° y vuelves a recargar tu espalda, así vamos a hacer 20 repeticiones de 2 series y listo.

Observé su cara un poco asombrada, pero hizo lo que le indique. De momento yo movía un poco mi cadera, queriéndome enterrar en ella, mientras la animaba a continuar con el supuesto ejercicio. Terminamos esa serie, me comentó estar cansada, nos quedamos en esa misma posición listos para empezar la segunda serie, la cual fue menos emotiva que la primera. Terminamos y entonces como vi que se me estaba yendo la oportunidad, se me ocurrió lanzar la última carta de mi artículo y persuadirla con el supuesto beneficio, para ver si podía obtener provecho.

Probablemente no hayas leído en las últimas partes del artículo, que indica el color interno de tus labios vaginales y el primer tercio de tu vagina, que normalmente en tu estado una mujer debe tener y además vigilar.

No, no lo leí. Perdóname Manuel pero eso se me hace igual de absurdo como las otras cosas que ya hemos comentado…, entonces ¿el color por la raza, no podría distorsionar éste dato?, ¿Qué pasa con una persona de color y una rubia?

Pues ahí maneja que por lo menos la tonalidad y ciertos aspectos muy peculiares pueden ser notados, los cuales pueden ser comentados directamente por mi tío.

Sinceramente y como ya te lo he dicho a mi me daría mucha pena hablar algo tan intimo con tu tío.

No tiene nada de malo, es doctor. (Esto me dio pauta para sugerir lo siguiente.)

Yo puedo hablarle y preguntarle por esos aspectos particulares para que tu misma hagas la revisión.

Yo no podría hacerla Manuel, la panza me estorba, tengo que ir a una revisión en ese caso para confirmarlo.

Mira, sin el afán de ofenderte… yo podría coordinar la revisión con mi tío, el me podría indicar como hacerlo y yo retroalimentar su visión. Alguna vez yo mismo hice una revisión a mi hermana, en una necesidad con su asistencia… por que bueno yo quería ser ginecólogo como él y estuve dos años en el tronco común de la carrera. (Obviamente todo lo anterior era mentira, como las tantas que ya había dicho toda esa tarde, se me ocurrió y decidí echar de una vez por todas la carne al asador).

Se quedó observándome, buscando en mi cara la falsedad u otra cosa que le indicara que era exactamente lo que quería. Yo también la vi a los ojos serenamente y seguro; me tuve que mantener congruente y solo encogí los hombros, en señal de opción.

No sabía esa parte de ti… pero haber, tu carrera actual no tiene nada que ver con la medicina, tu perfil no es ese y el tronco común es diferente, ¿entonces?

Manteniéndome muy natural respondí:

Bueno, eso no sería problema para mi tío, si es que yo decidía esa carrera, el me ayudaría a revalidar ciertas materias con algunos de sus amigos. Esto fue cuando estaba escogiendo que hacer profesionalmente y realmente lo que no me gusto de esto fue definitivamente la sangre. El cuerpo es una máquina que yo admiro mucho desde siempre y el cuerpo femenino es perfecto y es un campo muy amplio.

Huy… pues realmente estoy muy sorprendida, esto lo sabe mi hermana Julieta, ¿verdad?

Por supuesto, yo le he hecho algunas recomendaciones también a ella. Mira te propongo que me dejes contactar a mi tío y que me diga que nos sugiere, ¿estas de acuerdo?

Un poco dudando asintió:

Humm… si claro, … bien.

Así que fingí hablar con mi tío por mi teléfono celular un par de minutos para indicarme supuestamente lo que podíamos hacer, me aleje un poco de ella, argumentando débil señal y acercándome a la ventana, confirmé lo que me indicaba y hasta anoté algunas cosas, demostrando seriedad y prometí hablarle después, si encontraba algo inusual. Por supuesto que todo esto dejaba abierta una puerta de exploración completa para Jessy, que explotaría al máximo. Colgué mi celular y me acerqué a ella de la forma más normal posible y así le dije:

Mira, me recomienda que veamos tres puntos rápidamente, que le indicaran a él de forma inmediata tu estado, por supuesto el me comenta que si tu no te sientes a gusto, no lo realicemos. Sin embargo el recomienda que entonces hagas una cita lo antes posible, por que el tiempo de gestión que tienes es crucial para inclusive tomar decisiones en beneficio o prejuicio del bebé. (Ella me observó atenta y consternada).

¿Cuáles serían esos puntos?

Tu elasticidad, la pigmentación de la piel en la zona vulvar y entrada de la vagina y el color de las aureolas de los pechos.

¿Con eso le damos una buena idea a tu tío de mi estado? (Ella levantó las cejas en señal de asombro, pero dudando menos que las veces anteriores).

Así es Jessy, la elasticidad ya la hemos trabajado, pero aún falta revisarla de acuerdo a lo que mi tío indica, pero solo si estas de acuerdo.

La inspección "vulvar" (hizo una seña con sus dedos en forma de comillas), sería obviamente lo más difícil para mí (se rió un poco desviando la mirada); es tan raro todo esto… eres casi como mi hermano y ahora resulta que podrías ser mi ginecólogo. Yo nunca he tenido problemas con las revisiones, Ricardo me lleva con un doctor, y no he sentido vergüenza o dudas

No sientas presión, ni compromiso, estas en tu derecho de dudar y esperar como se debe la revisión, es tu decisión.

Has sido tan amable y atento conmigo, ¿Cómo podría desconfiar o dudar?; tenme calma, deja voy a ponerme una bata y revisamos rápidamente lo que tu tío indica.

Y entonces se alejo a su habitación rápidamente. Sus últimas palabras fueron como música a mis oídos y entonces traté de no verme nervioso y borrar la sonrisa de satisfacción de mi cara para no ser descubierto. Tuve que pensar en problemas del trabajo para bajar la euforia de satisfacción a lo que vería, pues uno no ve la desnudes de una hermosa mujer y en ese estado a menudo y hasta me arrepentí de no haber sido ginecólogo realmente, pensaba en como me gusta revisar esa parte grandiosa de las damas, cuando mi bella cuñada apareció súbitamente, mientras mi mirada estaba clavada al piso, sentado en el sillón de su cómoda sala.

Lista, ¿aquí en la sala lo hacemos?

Se veía hermosa, su rostro era encantador, sus ojos dos chispas de felicidad y su cuerpo adornado por ese adorable vientre que encerraba el milagro de la vida. La bata le quedaba como minifalda, se ajustaba cruzada y un pequeño cinturón arriba de su barriga sostenía el atuendo. Se había amarrado su lacio cabello en cola de caballo, lo cual la hacia verse más juvenil y sensual a mis ojos. Después de la mirada rápida que le lance, le contesté:

Bueno sería más cómodo en una camilla, con los soportes especiales, pero bueno si en donde sea está bien.

Como será rápido, creo que aquí es buena opción, ¿tú me indicas como empezamos Manuel?

Mira vamos a revisar las aureolas y el tamaño de tus senos, por favor toma asiento de frente a mi y muéstrame tus senos para revisarlos.

En silencio se sentó frente a mí en el sillón y desajusto la bata por su lado superior. Entonces aparecieron dos melones morenos claros frente a mí, completamente rígidos y una aureola grande y oscura, que no quise hacer otra cosa más que mamarla. Los pezones los tenía descaradamente parados. De una manera seria trate de observar todos los ángulos de sus senos, sin tocar, hasta que su voz me saco de mi aparente análisis:

¿Hay algo anormal?

No… para nada, voy a proceder a hacer el tacto, para saber todos los detalles.

Entonces procedí a tocar primero el que estaba a mi derecha, que delicia, lo tomé por los extremos y luego lo apreté un poco, buscando aparentemente algo, lo sopese y luego hice lo mismo para el otro seno y luego los dos. Luego hice unas anotaciones en una hoja previamente preparada y sin hacer comentarios me puse a inspeccionar y a observar sus aureolas. Asentí y enseguida le pregunté si le dolían los pezones si los apretaba un poco, me respondió muy normal que no y entonces me dedique a pellizcarlos ambos, hasta que vi su cara un poco ruborizada. Ahora le pregunté si había sentido algún malestar en general en alguno de sus senos, mientras los volvía a amasar lentamente. Dudo un poco y me dijo que a veces le dolían y que los sentía hinchados y pesados.

Es normal por que están creciendo. Para disminuir éste malestar se recomiendan masajes periódicos y constantes, regularmente los esposos pueden apoyar a sus parejas en ésta situación.

Ricardo nunca lo ha hecho, bueno nadie nos lo había recomendado.

Si quieres te puedo mostrar como hacerlo, para que en su ausencia tu misma te apoyes.

Ok.

Entonces con ese permiso procedí a darle una masajeada de tetas, lo mejor que pude, se las apretaba, se las soltaba, le pasaba mis dedos por las aureolas y le pellizcaba los pezones delicadamente. Ella solo volteaba la cara y su respiración se hacia un poco más acentuada y sus pezones se paraban al máximo. Sus aureolas se volvieron más oscuras.

¿Entendiste como debe hacerse? (asintió con la cabeza); bueno ahora pasemos a la siguiente etapa, ya hice mis anotaciones de esto, vamos a lo que sigue; recuéstate por favor y abre las piernas.

Hizo lo que le indiqué y esa primera impresión me perturbo tanto que tarde en reaccionar y pensar, me paralicé un momento. A pesar de que yo conocía esa vulva de lejos, me seguía pareciendo encantadora. Se veía peluda, cerrada y muy abultada, así que no tuve más que decirle:

Jessy, ¿tienes unas seis almohadas en tu dormitorio? (me confirmo que sí). Bien, sabes la luz de aquí es tenue, ¿podemos pasar a tu cuarto, improvisar el apoyo de las almohadas para tus piernas y mejorar la luz? Este es un espacio grande y la luz se dispersa fácilmente, ¿tu cuarto tiene mejor luz, cierto?

Si, vamos para allá.

Se tapo su cuerpo con la bata y me dirigí detrás de ella hacia una deliciosa inspección y probablemente algo más, si sabía como manejarlo, por lo que fui maquinando los argumentos y replanteando que lo que estábamos haciendo parecía no desagradarle a ella; podría tal vez ella saber cuales eran mis intenciones, sin embargo era todavía un terreno neutro, no había que dar nada por hecho. Entramos y argumenté que efectivamente ahí había mejor iluminación, mientras procedía a acomodar tres almohadas de un lado y ella sacaba de otro compartimiento otras 4. Me dije para mí, que era perfecto y coloqué las otras 3 del otro lado, mientras la séptima la coloqué en medio, al verme dudó de la última, le comenté que era para levantar más su cadera y ella solo hizo un gesto de comprensión.

Mientras se colocaba y su bata me dejaba ver el cielo, miró a mi entrepierna y mi amigo me empezaba a delatar, con un bulto que era imposible de esconder. Me volteó a ver con su cara burlona y desconcertada.

¿Qué pasó mi pasante de ginecólogo?, ¿donde está el control profesional?

Me turbo su comentario, pero de inmediato supe que debía tomar el control:

Jessy, recuerda que no me dedico a esto, y que además no soy de palo y menos con una mujer tan bella como tú.

Pero si estoy embarazada, ¿que de bello podría tener con ésta barriga?

Mucho, por favor, una mujer como tú, nunca pierde su belleza, aún en éste estado… siguen siendo hermosas, capaz de arrancar a muchos hombres suspiros

Bueno…gracias, pues Ricardo no piensa así, de hecho hace mucho que no me toca, desde el momento que supo que estaba embarazada, dejo de tener intimidad conmigo.

Para ese momento ya estaba en la posición que le indiqué y alternaba mi visión entre su cara y su vulva, así que le dije: es normal, sin embargo tiene que hacerlo para que tú y tu bebé estén relajados. Colocó sus piernas sobre las almohadas, haciendo una especie de "V" y sus nalgas quedaron encima de la almohada central. Me hinque en la orilla de su cama y lejos de su vista me dedique a observar su vulva primero cerrada. Luego empecé a hacer tacto en los alrededores, como reconociendo que todo estuviera normal y entonces procedí a abrir sus labios exteriores, enseguida se acentúo el olor a sexo femenino delicioso, acerque mi nariz lo más que pude para captar lo más posible, aparentando el acercamiento para observar, la verga me iba a romper del pantalón, a veces tenía que hacerla a un lado, por que me estorbaba. Me separé un poco para anotar en mi supuesta hoja de revisión, era el pretexto para repetir mi acercamiento una vez más y abrir sus pétalos nuevamente.

Mi tío me encargó revisar varias cuestiones de ésta área, no te desesperes Jessy, ¿ok?

Adelante, ustedes saben lo que hacen, ya vamos muy adelantados, como para que me empiece a desesperar ¿no? (y rió un poco).

Enseguida abrí sus rosados labios menores, la entrada a su intimidad se veía gloriosa, con los típicos pliegues del interior de la vagina y un poco de humedad que se pegaba entre los pliegues de los labios menores y dejaba un hilo al aire de su fluido suspendido de un pliegue a otro, mientras el aroma me embriagaba, tanto que sentía que ya no pensaba bien y que podía de un momento a otro perder la cabeza. Así que tenía que llevarla a mi nivel, para que accediera a lo siguiente, de lo contrario no pasaríamos de ahí. Por lo que me puse a revisar más detalladamente la entrada de su vagina, humedecí un poco mi dedo con sus mismos fluidos y lo gire a través de la entrada de ese paraíso, como palpando sus pliegues. Lo deje y mantuve abriendo y cerrando sus labios menores, para ver aparecer y desaparecer la entrada de su vagina e indirectamente tocando un poco y muy ligeramente su clítoris con alguno de mis dedos, le pregunté si sentía algún malestar, contestándome que todo era normal. Guardamos silencio y ahora me puse a verificar el interior de sus labios mayores, que entre tanto toqueteo se veían un poco más hinchados y sus labios menores se abrían como una rosa al retoñar con un poco más de humedad:

Creo que he revisado muy bien todos los puntos de mi tío, para comprobar la elasticidad me pidió que tu misma tomaras el interior de sus piernas, o sea detrás de tus rodillas y tiraras hacia atrás y los lados lo más posible.

Tomó sus piernas como le indiqué y tiró de ellas para darme una visión muy excitante, un regalo total para mí, una vulva hinchada completamente expuesta y lista para comerse, con una rajada enorme que la hacia verse misteriosa, contemplé cuanto pude, le comenté que era suficiente y entonces le dije que en la entrada de su vagina me faltaba revisar un pequeño detalle, pero que desde esa posición no era posible, por lo que le dije que se levantara, se volteara y se agachara lo más que pudiera. Me obedeció y nuevamente me regalo otro hermoso espectáculo, en la posición de perrito, que poco falto para sacarme la verga y enterrársela sin contemplación. La bata hace rato era estorbo y yacía abultada a la orilla de la cama. Le abrí nuevamente la vulva, ahora un poco más salvaje, vi su estrecho orificio vaginal y la lubricación hacia más acto de presencia. Algunas partes de ese fluido ya se habían secado, sobre todo en donde terminaban sus labios mayores y comenzaba su apretado ano y ahí solo quedaba un rastro blanquecino. Ahora le pedí y como pude me di a entender que en esa misma posición colocara su culo en vilo a la orilla de la cama, solo sus rodillas se apoyaban y sus codos, esto ya era una sesión close up de revista para caballeros, pero no dijo nada, al contrario me preguntaba si era correcto como lo hacía, ahora estaba hincado en el suelo con ese culo dispuesto para mi, sin que ella me viera.

En ésta última posición quedó correcta, con todo el culo al aire al filo de la cama, aquí se decidirían varias cosas. Me dediqué a olfatear un poco más descarado sus intimidades, mientras mi dedo dudaba por entrar en aquel orificio cálido, así que con una voz casi entrecortada le pedí permiso para revisar el canal vaginal:

Perdón Jessy, el tacto es lo último que falta. A falta del instrumento que usan normalmente los ginecólogos, usaré mis dos dedos centrales, ¿estás de acuerdo?

Me confirmo que estaba bien, por lo que me agaché y empecé a hundir mi dedo medio en su intimidad, cuando estuvo todo adentro, soltó un pequeño suspiro, mientras lo movía lentamente en su interior, como buscando algo, se sentía tan apretada que me era suficiente un solo dedo para sentir la presión de sus paredes, ya me imaginaba como apretaría el tronco de la verga. Saqué mi dedo y lo lamí, sabía delicioso, era un manjar, un sabor agridulce, con consistencia densa y lechosa, abrí nuevamente toda su pepa y seguí aspirando todos sus rincones, entonces simulando que era mi dedo lo acerque junto con mi lengua y toqué muy sutilmente el interior de su vulva, sobre sus labios interiores, cuidando no ser descubierto. Estaba a reventar, pero no podía actuar tan animal, si ella me podía dar algo más, tenía que pedirlo sutilmente. Me acomodé la verga, saqué cordura de mi interior y con un gesto le indique que era suficiente, mientras le comentaba lo siguiente:

Jessy, creo que todo está en orden, turnaré los datos que obtuve a mi tío, sin embargo por lo que he revisado, hay algo extraño en tu fluido vaginal, no es como una infección ni nada por el estilo, por que no huele mal, sin embargo mi tío me encargo verificar su consistencia, no me ha quedado clara y es muy importante para el estudio, por lo que tomaré un poco con los dedos y lo estudiaré un poco más, debes de entender que necesito una buena cantidad, así que coloca nuevamente las piernas en las almohadas y déjame verificarlo.

Al ver su cara un poco más encendida, hizo un ligero gesto de resistencia, tal vez solo para disimular, pero no le pregunté si quería hacerlo, se lo ordene con seguridad, por eso respondió casi enseguida, colocándose como le indique.

Ahora no observé tanto, sino que abrí nuevamente sus labios y me dispuse a obtener aquel fluido tan deseado introduciendo mi dedo nuevamente y entonces me detuvo en seco su solicitud… levantando un poco el tronco de sus cuerpo con sus codos.

Bueno si se trata de obtener una buena cantidad de fluido, tal vez no tenga ahora mucho, pero si me ayudaría un poco con tu barba sobre mi área, a lo mejor lleguemos a obtener otro tanto, ¿te parece?

Yo tenía un poco de barba de dos días, pero era suficiente para hacer cosquillas, me vanaglorie por mi adelanto y solo asentí riéndome sin contestarle. Puse mi barbilla en su clítoris y alrededor de su raja e hice círculos, le pregunte si estaba bien y apenas me confirmo que sí, ella también se movía, los pelos de mi barbilla se mezclaban con la abundante vellosidad de su pepa. Me apoyaba de la parte interna de sus rodillas empujándola levemente en mis vaivenes. Veía su cara y su mirada era encendida, su lengua se movía ligeramente en sus labios.

Todo sea por enviarle los datos a tu tío Manuel… verás como obtenemos suficiente líquido

Me separe un poco y palpé su vulva con dos de mis dedos, había ya más líquido, sin embargo dije:

Aún no es suficiente, creo que ésta técnica no funciona mucho, creo que esto podría servir más

Y entonces me aventuré a querer comerle la pepa con la lengua, pero ella me aventó con sus dos manos:

No así no, por que si avanzamos no habrá marcha atrás… es peligroso

Me separé un poco, ya había esperado ésta reacción, sabía que era débil su resistencia, eran los restos de su poca conciencia, lo que realmente quería es que siguiera, ya no había otra opción a estas alturas, su embarazo no importaba y pasaba a segundo termino, lo importante era apagar esa comezón interna que tenía ella y el calor de mi verga, así que le dije

Está bien… pero el estudio quedará a medias y yo no lo puedo permitir, así que le llevaré a mi tío santo y seña de lo que me falta, sin que lo tomes a mal, no pasará de esto que voy a ser, será solo un poco.

Como me encontraba a un lado de sus piernas que aún yacían en los cojines y la otra mitad de ella ligeramente levantada, con mi brazo derecho empuje sus piernas hacia atrás y por un lado y perpendicularmente mi lengua con respecto a su pepa, la clavé rápidamente como cuchillo en pastel, como tren sobre su vía y empecé un movimiento largo de arriba a abajo, desde su clítoris hasta la entrada de su vagina, sintiendo algunos de sus pliegues y sus labios muy cerrados por la acción de tener sus piernas levantadas y cerradas. Ella se dejo caer hacia atrás sobre su espalda, lamentando su calentura y al mismo tiempo disfrutando de la lengua de su cuñado, que la había envuelto y calentado con todas sus mentiras. Jadeo ligeramente y apretó con sus manos las sábanas que tenía a su alcance.

Luego me puse nuevamente de frente entre sus piernas, se las separe y por fin di rienda suelta a mi lengua, aquí ya no pudo más y tomó mi cabeza para restregarla en su vulva al compás que mejor le resultara. Sabía a gloria, simplemente el sabor era tan deleitante para mi que no me podía despegar, le metía la lengua a la vagina, le daba tremendas lamidas de arriba hacia abajo con toda mi lengua a su vulva, le hacía círculos en el clítoris, metía uno de mis dedos… le picaba el clítoris con la punta de mi lengua y tragaba todos sus fluidos. Sus vellos los enroscaba con mi lengua y se los empapaba con mi saliva.

Luego le comenté que me había cansado un poco y que mejor me recostaría en la cama boca arriba, de esa forma le pedí que se sentara en mi cara de frente a mí. Empezó un vaivén de atrás hacia delante sobre mi boca, mientras yo alcanzaba con mis manos sus nalgas y sus senos, apretándolos y alternando las caricias, de vez en cuando tomaba un poco de aire, por que quedaba muy encerrado por sus piernas y su vulva; ella gemía ahora más libre, sin retenerse como antes. Luego le indiqué que se volteará y quedamos como un 69, pero solo yo comiéndome su almeja, aquí descaradamente metía la lengua en su intimidad y lamía por fuera a mi antojo, también me atreví a darle ligeros piquetitos a su ano con la punta de mi nariz y mi lengua. Mi verga pedía a gritos atención, así que sin dejar de darle lengua, me quité como pude el pantalón y calzón, para quedar mi verga erguida frente a los ojos de Jessy. Ella entendió el mensaje y la sostuvo con sus manos y la masajeo ligeramente.

Ayúdame con tu boca Jessy… sabes hacerlo

Está más gorda que la de Ricardo… ( y engulló mi verga lo más que pudo, aprobando mi lujuria y nuestra futura unión intima)

Ahora salía gran cantidad de sus fluidos hacia mi boca, sentía un inmenso placer por ser devorado por la boquita de mi cuñada, haciendo caso omiso a sus liberales comentarios, no mencioné nada para no arruinarlo, la detuve y prácticamente la cargué a la punta de mi verga, estando volteada hacia mi, sabía lo que vendría y no dijo nada, ella misma centró mi falo en su entrada, la restregó dos o tres veces a lo largo de vulva, hasta que la posicionó y empezó el descenso, estaba haciendo una sentadilla sobre de mi y yo la apoyaba soportando sus nalgas con mis manos; del inmenso placer que empecé a sentir al fundirme en ella y su pepa peluda desde atrás devorándome le dije:

Con esto voy a probar que tan profunda eres y cuanto te puedes abrir

Bien, checalo y tomas nota

Jessy, estás deliciosamente estrecha… apriétame la verga

Estando completamente adentro de ella, inició unos deliciosos sentones, veía mi glande casi salir de ella y volvía a desaparecer mi verga completa, tres o cuatro sentones y descansaba empalada y haciendo círculos. Después descendió las piernas hacia los costados y como poseída, empezó hábilmente a echarse hacia delante y hacia atrás, apretándome deliciosamente y saliendo y entrando completamente en ella, me volteo a ver y me dijo:

Mira como te cojes a tu cuñada… no te voy a dejar ir… ahora me vas a tener que seguir revisando cuando quiera

Por supuesto mi reina, yo te voy a atender cuando quieras, de eso pido mi limosna.

Cuando se mecía hacia atrás y hacia delante, sentía como me picaban los pelos de su vulva mis huevos y me hacía ver estrellas. Luego se sentó de frente a mí, observé su bella cara, sudada y encendida, nos vimos a los ojos, mientras ella misma se paseaba mi verga por lo largo de su raja y sin perdernos de vista se empezó a sentar nuevamente en ella, hasta que estuve nuevamente dentro de ella. Aquí la tomé de las nalgas y le di con todo lo que tenía, me salía y me metía por completo, le metía la lengua en su boca, la besaba despiadadamente, nuestras lenguas se entrelazaban, nuestros labios de succionaban, le amasaba los pechos, le acariciaba la espalda. Le dije al oído y bajito, mientras bajaba la velocidad de mis arremetidas, que mi tío me había encargado mamarle los senos para bajarle lo hinchado, cosa que aceptó con gusto, entonces sin perder el ritmo de mis estocadas tome sus tetas y las empecé a succionar como becerro, mientras ella jadeaba más rápido y me decía: así Manuel, así, mamalas.

La levanté y la puse en cuatro, verle la pepa tan peluda y empezarse a tragar mi verga, desde atrás fue orgásmico, los pliegues rosas de sus labios mayores se salían por todo el diámetro de mi verga, era fantástico, no perdía detalle. Ella mencionó que me movía delicioso y que el grosor de mi verga le frotaba espacios desconocidos y que se sentía llena completamente. No quise desperdiciar la posición del misionero, le coloqué una almohada bajo su cadera, nos volvimos a ver a los ojos y nuevamente nos dimos lengua, mientras seguían mis arremetidas, voltee a ver el espejo de su cómoda y verme entre sus piernas, con sus talones en alto, era muy morboso.

Finalmente la puse de lado y alzándole una pierna arremetí su vagina nuevamente y le comenté que estaba cerca mi orgasmo, ella me respondió que también sentía su venida muy próxima, entonces me concentré en su clítoris con mi mano y en breve una sacudida tremenda le llegó, con una docena de palabras sucias de su dulce boca, mientras también yo explotaba en su interior. Sin sacarle mi verga, la seguí bombeando un poco, mientras mi leche se escurría entre los dos y mi erección se apagaba.

Jessy… ha sido delicioso

Suspiro a modo de relajación, mientras nos desconectábamos y se recostaba sobre su espalda.

Nunca pensé que me calentaras tanto. Esto ha sido tan extremo… tus argumentos fueron tan envolventes… yo siempre supe que mentías… pero quise saber hasta donde podías llegar y eso fue lo que me volvió loca, subiste el tono de mi calentura al máximo y lo resolviste muy ingeniosamente. Estoy al mismo tiempo algo espantada, asombrada de todo lo que sentí que

Yo creo que lo tienes que digerir; si te ha gustado, conmigo puedes contar siempre, por que me encantas y por eso me atreví a hacerlo. Somos adultos y por lo tanto, podemos decidir como disfrutar nuestra sexualidad. Yo nunca trataría de comprometerte con algo que pusiera en peligro tu matrimonio, tengo bien claro quienes somos y esto es solo sexo

Así es… sencillo… sería más fácil si la mayoría lo tomáramos así, pero siempre involucramos tantos prejuicios y lo hacemos tan complicado… ahora lo entiendo… y… bueno definitivamente me gustaría que nos viéramos más seguido, claro prudentemente y planeado, ¿qué dices?

Claro que sí, verás que lo disfrutaremos mucho

Solo te aclaro que no podríamos vernos tan seguido y que no quiero ningún involucramiento sentimental; yo sé que tú lo controlarás perfectamente, pero quiero que lo sepas. Ahora, quiero que regreses a tu casa y que por medio del correo electrónico nos comuniquemos.

Sí, pero antes me despido de beso en tus sabrosos labios vaginales.

Y entonces me agaché entre sus piernas y le di lengua a su raja otro buen rato, para calentarla y terminar haciendo un rico 69 de despedida y otros piquetitos con mi verga más en su flor, para culminar más suavemente ambos. Nos despedimos.

Continuará