De visita al cine: 3x1
Mis visitas al cine jamás habían sido tan placenteras.
Hace algún tiempo era frecuente visitante de un popular cine porno de mi ciudad, iba al menos dos veces por semana, ya que además de disfrutar de las películas porno también disfrutaba viendo el montón de tipos masturbándose y algunos más teniendo sexo.
En una de esas visitas me ubiqué en la parte más alta del cine, en el primer asiento de la última fila justo donde terminaban las escaleras y había un muro de lo que era la cabina de proyección. Estaba yo ahí, disfrutando del sexo en la pantalla mientras de manera disimulada frotaba mi verga por encima de los pantalones, el cine estaba medianamente vacío, al menos en esa parte donde yo me encontraba no había tanta gente como en el resto. Un momento después una silueta se situó cerca de mí, de pie en el pasillo de las escaleras recargándose en el muro, le alcancé a ver bien, era un tipo alto de aproximadamente 1.80 m, de complexión robusta y algo maduro, tal vez unos 40 años. El tipo se quedó ahí de pie y comenzó a frotarse también mientras veía la película, poco a poco se acercó un poco más a donde yo estaba hasta que se quedó de pie justo a un lado de mí, en este momento ya había un poco más de gente en ese lado de la sala.
Yo lo miraba de vez en cuando, y de repente ya tenía la verga por fuera de sus pantalones, se veía de buen tamaño, algo gruesa, la verdad es que en cuanto la vi se me antojó y creo que él lo notó ya que de repente se acercó más y más hasta quedar pegadito a mí, poniendo su verga junto a mi cara, a lo cual enseguida la busqué con mi mano y la acerqué a mi boca para comenzar a mamarla. Ya en mi boca alcanzó su erección total y no me había equivocado, tenía muy buen tamaño y grosor, además de tener un sabor y aroma a limpio, venía recién bañado y eso sin duda se agradecerá siempre. Así estuvimos un buen rato, el de pie y yo saboreando su verga, la metía toda a mi boca, saboreaba su glande con mi lengua y todo el tronco, me estaba dando vida comiéndome ese rico falo cuando de repente noté que varios más nos observaban de cerca. Al poco tiempo otro tipo se acercó a nosotros, del mismo corte maduro, delgado y más bajo de estatura que a quien se la mamaba en ese momento, se sacó su verga y se veía bastante rica también, tomó mi mano y la puso en su verga a lo que enseguida comencé a masturbarlo sin dejar de mamar al primero, tenía una verga en mi boca y otra en mi mano, nada mal para comenzar la tarde. Después de masturbar un rato a mi segundo chico, me dispuse a probarlo también, mientras ahora masturbaba al primero y me comía al segundo, la verdad es que ambos estaban muy ricos y no quería dejar de saborearlos por lo que intercambiaba las vergas en mi boca, cosa que a ninguno le molestó ya que ambos lo estaban disfrutando.
Estaba muy entretenido en mi faena oral, cuando de repente sentía una mano que me tocaba el pecho y me frotaba por encima de los pantalones, era un tercer chico que se encontraba sentado junto a mí, levantó mi camiseta y comenzó a lamer mis pezones mientras yo seguía saboreando de los penes a mi disposición. Con la mano que tenía libre comencé a buscar la verga de mi tercer chico, él enseguida entendió el mensaje y lo puso a mi disposición sacándolo y dejándome tocarlo, ahora los tres estaban de pie frente a mí y boca alternaba entre 3 vergas deliciosas. El último chico al poco tiempo de mamarle, me preguntó al oído que si lo dejaba comerme el culo y yo acepté enseguida, a lo que me pidió ponerme en cuatro sobre las butacas, me quité los pantalones y tomé posición, él se ubicó detrás de mí sentado en una de las butacas y comenzó a comerme el culo de manera deliciosa mientras yo seguía dando placer oral a los otros dos. Después de un rato, el chico que me comía el culo sacó un condón, se lo puso y comenzó a frotarme la verga en el culo para después penetrarme y cogerme de lo más rico, yo estaba tan caliente que no me importaba que fuéramos el centro de atención de todos los que estaban cerca, y mientras me cogía yo seguía dando sexo oral a los otros dos, hubo quienes se quisieron acercar y participar pero mis amantes no los dejaban, me querían solo para ellos y debo decir que yo tampoco quería más, solo a ellos 3. Al tiempo de estarme cogiendo, sentí como quien me penetraba aumentaba el ritmo y se escuchaban sus gemidos, sin duda estaba a punto de acabar, me dio las ultimas embestidas y acabó dentro de mí, una vez que salió de mi culo, el segundo chico que se había acercado sacó también un condón de su bolsillo, se lo puso frente a mí y fue hacia mi culo y aprovechando la dilatación que aún tenía me penetro con fuerza y comenzó a cogerme de igual manera, yo solo alcanzaba a gemir mientras aún tenía una verga en mi boca. Yo no quería que el momento terminara, me sentía como toda una puta siendo cogida y mamando frente a todos pero no me importaba, el placer era demasiado. Después de un rato de estarme cogiendo, mi segundo amante no aguantó más, se salió de mi culo y descargó toda su leche en mis nalgas y sobre mi ano, yo sentía riquísimo como se escurría la leche tibia sobre mí pero más rico sentí cuando de repente el chico que me había cogido primero comenzó a limpiarme la leche con su lengua, recogió todo el semen de mi culo dejándolo limpio, al mismo tiempo que primero que se había acercado a mi descargaba toda su leche en mi boca, salpicando mi cara.
Aún con semen escurriendo en mi boca, comencé a vestirme mientras todo volvía a la normalidad en ese rincón de la sala, los dos que me habían cogido se despidieron y se alejaron del lugar mientras el maduro que se había acercado primero se sentó a mi lado y confesó haberse quedado con las ganas de sentir mi culo, y la verdad es que yo también me quedé con las ganas, ya que su verga era la de mayores dimensiones. Me pidió mi número telefónico y se lo di, él también me dio el suyo y unos minutos después se despidió y se fue, yo me quedé un momento más pero solo para recuperar fuerzas, minutos después también abandoné el lugar.