De viaje con mi novia y su hermana (parte 2)

Relato de la primera noche en que pude disfrutar a solas de mi sexy cuñada.

Como os conté en el relato anterior, me encontraba de vacaciones con mi novia y su hermana, a la que su novio había dejado hacía unos meses. Durante nuestra primera semana tuvimos un increíble trío, aunque entre ellas no pasó nada, las tuve a la vez a mi disposición y disfruté muchísimo. Adriana, mi novia, me había dado permiso para follar con su hermana Carmen durante lo que quedaba de vacaciones, pero solo por la noche y una vez se hubiera acostado ella.

La noche siguiente al trío Adriana me dejó seco, no paramos hasta las 2 de la mañana, yo me había corrido dos veces y lo había disfrutado mucho, pero me quedaban 7 días de vacaciones y no quería desaprovechar ninguna oportunidad de hacerlo con Carmen. Así que cuando Adriana, satisfecha, se durmió, me fui a la habitación de mi cuñada.

Me la encontré desnuda tumbada en la cama, se había quedado dormida esperándome... Me subí sigilosamente a la cama, me recosté entre sus piernas y comencé a lamerle suavemente el coño. Empecé despacio y apenas rozando sus labios, aunque seguía dormida su cuerpo reaccionaba al placer. Fui subiendo la intensidad, metiendo la lengua en su agujero y estimulando su clítoris. Llegado este punto abrió los ojos, miró hacia abajo y sin mediar palabra me agarró la cabeza para dirigirla donde más le gustaba y apretarla contra su coño cuando quería más intensidad.

Cuando Carmen alcanzó el orgasmo mi miembro estaba ya completamente recuperado del esfuerzo previo con mi novia, así que me coloqué sobre ella y se la metí hasta el fondo. Soltó un fuerte gemido que hundí con un beso, a su vez sobaba sus grandes y perfectas tetas y la empotraba con fuerza. Tras un rato me subí sobre su tripa y como hiciera el día anterior, me follé sus pechos. Mi polla se deslizaba perfectamente entre sus tetas gracias a sus fluidos vaginales y golpeaba en su boca al empujar. Al principio estaba fuera de mi, mi mente recordaba los años que había pasado fantaseando con hacerla mía sabiendo que sería imposible... Y sin embargo, ahí estaba follándome a mi cuñada a mi gusto.

Cuando me centré en lo que estaba haciendo empecé a ponerme más y más cachondo, sentí que me iba a correr... Así que paré. No quería acabar tan pronto, me tumbé a su lado y le dije:

-No sabes cuanto tiempo he soñado con tus tetas y con follarte.

-Yo también tenía ganas de hacerlo contigo, incluso cuando estaba con Antonio... Pero no podía sin el permiso de Adri.

-Tendremos que aprovechar esta semana.

Y nos fundimos en un largo y húmedo beso. Llevábamos unos minutos tumbados, abrazados y besándonos cuando bajó su mano a mi polla y empezó a masturbarme. Nunca había imaginado que se podía disfrutar tanto de una paja, qué manera de jugar con la mano tenía la putita de mi cuñada. Me encontraba muy excitado, me levanté y me dirigí a los pies de la cama, ella se giró hacia mi, la tumbé boca arriba y tirando un poco de ella dejé su cabeza al borde del colchón. Le puse mi polla en la boca y ella empezó a chuparla tranquilamente, pero en esa posición yo tenía el control, así que agarré sus grandes tetas y me follé su boca con fuerza, se la metía entera en cada embestida y aunque se atragantaba no me pidió parar. Estaba a punto de correrme, me incorporé un poco y se la saqué de la boca justo en el momento en que empezaba a eyacular, apunté hacia sus tetas y se las bañé con mi leche.

Me dejé caer en la cama, exhausto tras el sexo que había tenido con mi novia y después con mi cuñada. Carmen me miraba con una penetrante y viciosa mirada mientras recogía mi semen de sus pechos para llevárselo a la boca. Me levanté para irme a dormir con Adriana.

-Hasta mañana cuñada, espero que hayas disfrutado tanto como yo.

-No lo sabes tú bien... Que ganas tenía de disfrutar a solas contigo. Descansa, que mañana volvemos a la carga.

Me fui a la cama pensando en cómo aprovechar al máximo las 7 noches que me quedaban antes de volvernos a casa. El viaje acabó de la mejor forma posible, os lo contaré en el siguiente relato.