De viaje a las Bahamas (3ro y último)

Ya le conseguí un trío, ahora viene la otra sorpresa: Una verga supergrande.

Areli lucia radiante, después de dos días de descansar su coño, de holgazanear en la playa, se había recuperado de la cojidota que le dieron Andy y Freddy. Ahora viene lo bueno, pensé, cuando nos disponíamos a abordar el barco de regreso a Daytona. Areli vestía otra vez su minifalda muy corta, su blusa muy finita, y sin ropa interior. Algo en ella había cambiado desde aquella noche que Andy y Freddy realizaron su fantasía de un trío. Areli estaba más desenvuelta, más extrovertida. Bien, pues a ver que pasará de ahora en adelante, digo, después de ver a Jack.

Otra vez en tierra firme, Andy y Freddy nos estaban esperando como lo habíamos planeado. Nos llevaron a comer a un restauran en Daytona y luego dijeron que nos llevarían a conocer a un amigo de ellos. Areli hubo protestado un poco antes de ir a comer, diciendo que íbamos a perder el autobús a Orlando, pero Andy de inmediato la calmó ofreciéndose para llevarnos. Llegamos a una playa de Daytona algo exclusiva con varios edificios de condominios, no muy altos, con todas las viviendas con vista al mar.

Andy y Freddy jugueteaban con Areli en el coche, en el elevador hacia al quinto piso del edificio, y casi cada que hubiera oportunidad. La tomaban por la cintura, le palpaban el culo, la tocaban en las piernas. Ella permitía todo esto y en ocasión, se volvía con uno para besarlo, y después el otro fingía descontento, para que ella lo besara también. Entre risitas y jueguitos llegamos a la puerta de Jack, no sabia que esperar de este tipo, pero Andy y Freddy me aseguraron que era una persona bastante amigable y que era además muy favorecido por las chicas. Jack estaba ya avisado, y se prestó para que mi esposa experimentara con su verga grande, como diez u once pulgadas, algo así como 26 o 27 cms. Además de tenerla larga, esta bastante gruesa. Me informó Freddy.

Jack nos recibió a la puerta vistiendo solo un arete en la oreja izquierda. Alto, como de seis pies tres, casi 1.95 m., con cuerpo de atleta, calculé unas 200, quizás 205 libras, casi 90kilos sin nada de grasa. Bastante apuesto y con una sonrisa permanente. Areli se quedo muda frente a él, Andy y Freddy nos presentaron, y luego los dejamos solos en medio de la sala. Areli seguía sin decir nada, el le tomó las manos y guió una de ellas a su pene. Tenía un pene un poco mas grande que el mío, cuando estoy excitado.

Pero el de el estaba flácido. La cosa aquella era para rendirle un saludo militar y aplaudirle después. Areli todavía sin decir nada, se puso de rodillas ante Jack y comenzó a lamerle la tranca como si fuera helado. Jack le pasaba los dedos por su melena negra, disfrutando de los labios y la boca de mi esposa. La verga se le estaba poniendo dura, y al poco tiempo mi mujer tuvo problemas metiéndose el pedazote de carne. Sus manos se veían diminutas y no podía tocarse la punta de sus dedos de lo gruesa que estaba. Una vez que estaba ya excitado completamente, solo podía meterse la cabezota de la polla en la boca. Jack la levantó y la besó en los labios y se la llevó a su habitación, dejando la puerta abierta, para dejarnos ver el espectáculo.

Otra vez, mi mujer estaba de espaldas en la cama, con las piernas abiertas frente a un extraño. Jack se puso entre sus piernas y apuntó su verga hacia la raja de mi mujer. Pero antes de meterla, le restregó el clítoris con la cabezota de su polla, de arriba abajo, en círculos. Le metió un dedo lleno de saliva, pero vió que no era necesario, pues Areli estaba ya bien mojada anticipando la tranca que le iban a meter. Así, metió primero la cabeza despacio, luego la sacó y la volvió a hundir. Areli estaba jadeante y decía que la iba a partir en dos. Jack se hundía poco a poco con cada arremetida hasta que después de unos 10 minutos mi mujer le dijo que por favor le estaba doliendo, había llegado al fondo. Jack, todo un caballero, puso su mano a la base de su polla para usarla como tope. Le sacaba las siete u ocho pulgadas casi por completo, y luego se la volvía a meter hasta que topaba en su mano.

Lo que me dijo mi mujer después, es que lo que la volvía loca era el grosor. Casi tan gruesa como una lata de coca cola, y combinando su largura…. Jack estaba llegando a lugares que nadie había tocado. Se puso al pie de la cama y colocó a mi esposa con los pies en el suelo también, pero doblada sobre la cama. Parado detrás de ella, tomó otra vez su polla por la base y volvió a penetrarla, esta vez desde atrás, metiéndosela hasta donde su mano topaba con las nalgas de Areli, evitando hacerle daño. La embistió duro y rápido, y cuando sentía que Areli se iba a chorrear, se detenía y se la metía suave y lento. Luego otra vez, cuando Areli se recuperaba, volvía a darle fuerte. Así la mantuvo al borde del orgasmo casi media hora, hasta que el no pudo contenerse y le lleno la concha de leche caliente. Pero en vez de que se la verga se hiciera chica, permaneció dura y grande.

Areli gritaba que quería mas mientras Jack le daba la vuelta y la tumbó sobre la cama boca arriba, se subió sobre mi mujer, que estaba perdida en el éxtasis, y otra vez le metió ese pedazote de verga, pero con la mano de mi mujer en su polla. Desde la silla donde estaba yo, veía sin obstáculos la vergota entrar y salir del dilatado coño de mi esposa, la leche que le había dado antes estaba escurriéndose y mezclada con los líquidos de Areli, cubrían la verga de Jack, quien también estaba cubierto con sudor. Jack seguía bombeando mientras besaba a mi esposa, pero ella solo abría la boca sin poder concentrarse en el beso. Este se aprovechaba y le metía la lengua hasta donde podía, mientras le agarraba las tetas. No se cuando pero me di cuanta que la piernas de Areli estaban sobre el culo de el, mientras este seguía follándosela, y la mano de Areli ya no estaba ahí, estaban sobre la nuca de Jack y su musculosa espalda. O sea, que se había acostumbrado ya al tamaño y Jack se la estaba metiendo toda hasta que los huevos le golpeaban el agujero del culo con cada embestida.

Casi otra media hora así, y después cambiaron, ella se puso arriba y nos quedamos sin respirar viendo como desaparecía tremendo pedazo de verga en el coño. Se acostó sobre el y comenzó a moverse sobre su pecho. La verga empezó otra vez a entrar y salir y mas leche seguía escurriéndose. Areli, estaba loca gritando que le gustaba mucho, estaba jadeante y daba gritos y gruñidos, enloquecida, como un animal salvaje. La tremenda tranca seguía entrando y saliendo de la raja de mi mujer. Jack sujetaba bien a Areli para que no se moviera tanto mientras la follaba. Finalmente, Areli dio un grito y continuó jadeando hasta que Jack se detuvo y la volvió a poner debajo de el.

Continuo follándola hasta que empezó a gruñir, y al mismo tiempo que Areli se acercaba a su segundo orgasmo del día. Con una final embestida, Jack se hundió hasta los huevos otra vez y se chorreó por segunda vez dentro de mi mujer. Areli estalló también casi casi al mismo tiempo que el. Los dos se mantuvieron quietos, el seguía sobre ella pero sin moverse, ella debajo jadeante y con un pedazote de tranca que se rehusaba a ceder. Al menos eso parecía, pero después de sacársela, el tremendo rifle parecía comenzar a perder su dureza. Me levante a inspeccionar el daño. Puta madre, el coño de mi mujer jamás fue el mismo desde ese día. Areli se levantó para ir al baño y limpiar su raja que estaba llena de lefa. Nos regresamos a la sala, Jack seguía desnudo, y su verga parecía estar mas grande que cuando llegamos aun después de haber disparado dos veces. Se le vía impresionante el tamaño del pene, aun así flácido. Mi mujer se vistió con sus únicas dos prendas, blusa y falda, y luego nos despedimos de Jack, yo con un fuerte apretón de manos, ella con un beso muy apasionado, y el agarrándole el culo por debajo de la minifalda.

¿Te gusto? Le preguntó Freddy. O si, dijo ella con una sonrisa muy diabólica. ¿Cómo estaba la tremenda verga? Insistió Freddy. Mmmmmm, Areli sonrió y cerró los ojos recordando lo sucedido con Jack. Le pregunté si le gustaría que Jack se la volviera a meter, a lo que dijo que una vez fue más que suficiente, ahora que ya sabe lo que se siente. Además dijo que sentía que la raja le iba a doler por una semana.

Fue casi una semana después de regresar, que no hicimos nada, me tuve que jalar mientras ella se recuperaba. Fuimos de vacaciones, se suponía, para los dos, y ni una sola vez hicimos nada, en cambio si folló y chupó con tres tipos diferentes.

De esto hace ya dos años, desde entonces que no hemos repetido la aventura, al menos eso dice ella. Pero les aseguro que desde entonces el sexo con mi mujer ha aumentado en frecuencia y en calidad. Anteriormente, al decir verdad, se estaba volviendo lago rutinario. Hoy día solo le tengo que recordar como se la metieron Freddy, Andy y Jack, y follamos como conejos, y mas de una vez por noche. Ahora hace cosas que antes no hacía, como chupármela hasta venirme en su boca, y esta tratando de aprender como tragarse una polla entera. Esto me causa sospecha: ¿Estará practicando por ahí con otro? Si es así, le voy a pedir detalles para publicarlos.

mrclonedcat@yahoo.com