De viaje a las Bahamas (2)

Ahora la segunda fantasía de mi mujer la hacemos realidad.

Ahora les relato lo que sucedió después de ver a Andy y a mi mujer follar la primera noche que llegamos a las Bahamas. Durmieron juntos y a mi me hicieron a un lado. No sé por que, no pregunten, pero no le di importancia. Dormí en el sofá y me desperté para echar una meada a eso de las cinco de la mañana. Al pasar por la habitación, escuche murmullos y al asomarme vi a mi mujer sobre Andy en una 69 espectacular. Lo dije antes y lo digo otra vez, mi mujer se ve fenomenal con una tranca en la boca.

Y esta vez no fue la excepción. Luego de tan buen espectáculo, Andy batalló, pero logró quitarse a mi mujer de encima, y casi la obliga a tirarse de espaldas en la cama. Ella abre bien las piernas y de nuevo Andy se la mete. Esta vez, a la vez que la besa con mucha efusión, mete sus manos debajo del culo de mi mujer y le aprieta las nalgas mientras le clava su tranca con fuerte rapidez. Los dejé solos otra vez, y me regresé al sofá pero no pude conciliar el sueño por estar escuchando los gemidos de Andy y los gritos de pasión de mi mujer.

A eso de las diez, Andy salio de la habitación dejando a mi mujer durmiendo. Esta cansada. Dijo, me reí, y luego salimos a desayunar juntos.

Los días siguientes, hicimos lo que todo mundo hace en vacaciones, holgazanear en la playa, luego unas clases de buceo, algo de ‘paragliding’, alguna excursión en algún bote por ahí a alguna isla. Ella me confió que le gusto mucho lo ocurrido y que le gustaría continuar con la ‘experimentación’. ¿Te gustarían dos pollas bien duras? Se rió, ¿Cuatro manos por todo tu cuerpo? Y solo me dio un largo ‘mmmmmm’ con una sonrisa por contestación.

Andy y Freddy se me habían perdido, pero después de unos días, los encontré en la barra de nuestro hotel, tomando unas cervezas. Freddy me contó que la chica que le gustaba terminó siendo muy religiosa y ni siquiera pudo darle un beso. Luego de unas cervezas con los dos, Andy pregunto si Areli se sentía bien. Le dije que si y que nuestro plan continuaba. Freddy ya estaba enterado y me dijo que estaba listo. Areli piensa que Andy regresa solo, le expliqué, y que entre Andy y yo le vamos a dar el trío. Ahora la pregunta es como hacerle para que cuando aparezcas, ella no se eche atrás. A lo que Andy dijo que sería bueno ir a cenar, luego a una disco y que cuando regresemos al hotel, Freddy nos estuviera esperando. Buen plan, excepto que Freddy tendría entonces que esperar hasta que regresáramos los tres, aburrido en el hotel. Sabiendo lo que me espera, no me importa esperar, dijo Freddy. Además, Andy interpuso, no creo que nos tardemos mucho en la disco si la hacemos sentir bien con vino durante la cena.

Pero las cosas no sucedieron así: Mi esposa y yo bajamos al restauran del hotel a eso de las siete esa misma tarde. Nos adelantamos y sorprendimos a Andy y a Freddy juntos. Cenamos y los chicos le compraron varias copas de vino. Freddy dijo que conocía una buena disco para ir a bailar y sin más, nos marchamos. Mientras caminábamos hasta la disco, la tensión sexual era incontenible. Andy iba adelantando las cosas un poco. La abrazaba y de vez en cuando la besaba. Areli iba vestida, otra vez, según nuestro acuerdo: minifalda, blusa y sandalias, no bragas, no sostén. Y eso quiere decir que cualquier movimiento en extremo, como agacharse sin doblar las rodillas, enseñaría su culo al que estuviera observando. Las tetas se le dibujaban en la blusa y se veía bien la ausencia del sostén. Su cabello largo y ondulado, que casi siempre lo trae suelto, se lo había recogido.

En la disco, Freddy se llevo a mi mujer a la pista y bailaron buen rato hasta que Andy se cansó de esperar y se unió a ellos. Había tanta gente que estaban todos pegados, cosa que aprovecharon para pasar sus manos por las piernas y culo de mi esposa. No pude ver bien que estaba pasando, pero al poco rato de unirse Andy con ellos, salieron de la pista y se dirigieron a mí. Vamos a salir para tomar aire fresco, dijo Andy. Los seguí, nos metimos a una calle chica y oscura. Andy la tomó en sus brazos y la besó con mucha pasión. Freddy estaba detrás de ella y le estaba corriendo las manos por las piernas de arriba abajo hasta meterlas debajo de la falda. Será mejor ir al hotel, ¿No? Pregunté. Los tres se rieron y nos fuimos al hotel. De regreso en la habitación, Freddy empujó a mi esposa a la cama.

La acostó de espaldas y la abrió las piernas. Andy se subió a la cama por la cabeza de Areli y la besaba con efusión, metiendo su lengua hasta donde podía. Freddy mientras se ocupaba de lamer bien la concha de Areli haciendo lo mismo con su lengua. Andy, a la cabeza de Areli continuaba besándola mientras sus manos masajeaban sus tetas. Estando de rodillas cerca de la cabeza de Areli, Dejó poco a poco los labios de mi esposa y fue recorriendo el cuello, mordisqueando y besándola, hasta ser impedido por la blusa. Para no batallar, estiró la blusa hacia el dejándole las tetas al descubierto. Pero le era un poco difícil quitarle bien la blusa. Areli estaba concentrada en Freddy, quien seguía chupándole el coño, y al parecer estaba haciendo muy buen trabajo.

Finalmente Andy pudo levantar la cabeza y hombros de mi mujer, para quitarle bien la blusa, y reanudó su tarea, concentrándose en los pezones. Alternaba de un al otro, y mientras chupaba uno, pellizcaba suavemente el otro. Jamás vi a mi mujer tan caliente como ahora, y vaya que se calienta bien cuando ella y yo nos echamos polvos. Pues parece que Freddy estaba haciendo un trabajo magnifico comiéndose el coño, y Andy no se quedaba atrás chupándole las tetas. Poco a poco, Freddy dejo la concha y empezó a besar el vientre, el ombligo, continuando hacia arriba. Estando acostado sobre ella, le quitó un seno a Andy, y entre los dos se dedicaron a chuparle las tetas. Esto siempre fue una de las fantasías de mi mujer, tener dos bocas a su disposición. Areli estaba jadeante y llevo su mano derecha hacia su coño, Freddy levanto un poco su cuerpo, para dejarla meterse los dedos en la concha. El otro brazo lo tenía a la nuca de Andy y quería besarle el pecho. Andy se levanto repentinamente y se quitó la camisa. Reanudó su tarea pero ahora Areli le besaba el pecho, porque seguía con las rodillas a la cabeza de ella. Siguieron largo rato chupándole las tetas.

Luego Freddy se levanto también para quitarse la ropa, pero, aprovechando que Freddy se había levantado, Andy siguió hacia abajo hasta llegar al coño, quedando el frente de sus pantalones sobre la cara de Areli. Ella buscaba su polla con la boca, y le pidió se quitara ya todo. Andy se levantó y perdió su lugar en el coño, Pues Freddy se puso de inmediato entre las piernas, y de rodillas comenzó a penetrarla. Otro igual que Andy y yo, tenía la polla de tamaño normal, 15 o 16 CMS. Pero algo mas gruesa, no mucho, pero lo suficiente para satisfacer a Areli. Andy sacó su tranca y mi esposa la tomó de inmediato estirándola hacia su boca. Pues ahí esta, otra de sus fantasías hecha realidad, una tranca follándole el coño, y otra follándole la boca. Luego de un rato, se cambiaron, Andy ahora entre las piernas y Freddy a la cabeza.

Esto duró casi media hora, cambiando de orificio constantemente. Freddy después la puso de rodillas frente a Andy, ella se agachó para chupársela mientras Freddy aprovecho para metérsela desde atrás.

Con ese espectáculo, me habían puesto duro y hasta dolía. Areli estaba disfrutando como una loca, con sus fantasías haciéndose realidad. Se suponía que tenía que estar yo ahí, pero este pequeño detalle no la detuvo y continuaba gozando de la doble dosis de polla que recibía. Otra vez me preocupé, pues era evidente que Areli estaba al borde del orgasmo, Pero como Freddy no menguaba en sus embestidas pronto Areli perdió el control, sin poder concentrase en la polla de Andy, y segundos después dio gritos inconfundibles, aun así, Freddy seguía metiéndosela hasta que el perdió el control y le lleno el coño de lefa. Areli se tumbó bocabajo, pero Andy seguía sin terminar, así que se puso entre las piernas y comenzó a darle otra brutal follada. Areli había agarrado las sábanas en puño y hundido su cara en la cama. Andy continuó metiéndosela duro y fuerte, se escuchaban ruidos líquidos con la entrada y salida de su polla en el coño lleno de lefa de mi mujer. Pensé que había hecho una pausa, pero en realidad ya se había chorreado, depositando mas leche caliente dentro de Areli.

Otra vez, nos pusimos a platicar y a tomar cerveza mientras Areli continuaba tirada en la cama con satisfacción en su cara. Andy fue al aseo y de regreso se tumbó con Areli, y le cubrió de besos la nuca, la espalda y las nalgas. Pero Freddy ya estaba listo otra vez y le pidió a Andy que lo dejara, que quería metérsela a Areli. Areli se dio vuelta sobre su espalda y abrió las piernas exponiendo su depilada concha, invitando a Freddy, quien en verdad no necesitaba que lo alentaran. Freddy se la metió otra vez, besándola y agarrándole las tetas. Luego Andy, media hora mas tarde, Freddy otra vez. Y así, se la follaba uno, mientras descansaba el otro.

Hasta las cuatro o cinco de la mañana cuando por fin los agotó a los dos. Yo tuve que volver a jalármela, dos veces, por que de verdad no pude contenerme viendo escenas tan eróticas. Mi mujer estaba fuera de si. Follada tras follada y pedía aun mas después de que cada chico terminara dentro de ella. Cada uno termino tres o cuatro veces y lo demás fue repetición de lo que paso días antes, los dos terminaron y se tumbaron con ella a dormir. Al día siguiente, se la metieron una vez cada quien y durmieron hasta casi las dos de la tarde.

Andy y Freddy se regresaban a Florida ese día, Areli y yo dos días después. Antes de irse les pregunte si conocían a alguien con una verga grande. Los dos se vieron y dijeron al unísono: ¡Jack!

El plan fue sencillo y fácil de concebir: Ellos nos recogerían al muelle, con las excusa de querernos ver, y ellos nos llevarían a Orlando, pero haríamos una parada antes, en el condominio de Jack, al que ya habrían de haber avisado.

Y lo que paso entonces, se los cuento en la siguiente.

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