DE VACACIONES EN FLORIANOPOLIS (dia 1)

Antes de ser mama, con Martin decidimos viajar a algún lugar cerca del sur de Brasil para poder ir en auto, así que decidimos ir a Florianopolis, y así comienza una crónica de lo que pasó día a día...

Relato 50% real 50% fantasia

Queridos lectores, soy Mily y les voy a contar de nuestro viaje a Florianopolis:

Antes de ser mama, con Martin decidimos viajar a Brasil a algún lugar cerca del sur para poder ir en auto, asi que decidimos ir a Florianopolis, nuestro hospedaje era en unas cabañas en Praia Mole, elegimos ese lugar por que no habían comentado que hay una playa para hacer nudismo y coincidia con una de nuestras fantasias que era exhibir nuestros cuerpos y provocar a terceros para luego en la intimidad imaginarnos situaciones y ratonearnos.

El primer dia fuimos a la playa de Galheta, un lugar muy lindo pero lleno de gente, nos quedamos unas horitas tirados en la playa, cada tanto se acercaban vendedores ambulantes ofreciendo bebidas, pareos, gorras,  etc., uno de los vendedores  de bebidas que se acercó nos ofrecio excursiones a la isla de Xavier, nos dijo que era un lugar poco concurrido y que ahí podríamos estar solos haciendo lo que querramos y nos guiño un ojo de manera complice, yo no entendí al principio, pero luego de que mi marido se largara a reir y le dijera que era lo que buscábamos entendí todo, entonces nos pregunto por que no íbamos mas al norte, que ahí había una playa donde podríamos hacer nudismo y hasta recorrer por los caminos que había en las plantas del monte al lado de la playa y tener intimidad, yo enseguida me puse colorada con la conversación, y trate de cambiar de tema pero el vendedor al ver a mi marido que le daba charla se sento y  preparo 3 caipirinhas, nos ofrecio de regalo y asi quedamos tomando en la playa un buen rato, y charlando de todo, llegada la tardecita dejamos la playa y nos fuimos a las cabañas a ducharnos…

A la noche decidimos salir a cenar algo liviano y tomar unos tragos a Bar do Deca, un lugar muy lindo que abre hasta pasada la medianoche, allí cenamos y tomamos varias cerveza, bastante mas de lo que acostumbro pero estaban tan frias y ricas que era imposible tomar menos, ya medio mareados decidimos ir a caminar por la playa, caminamos hacia la parte donde se hacia nudismo, por suerte no había nadie asi que nos sentamos arriba de una gran piedra y allí nos besamos, nos tocamos, entre las cervezas y el franeleo me trajo recuerdos de cuando salíamos a los boliches a bailar, estaba muy caliente, asi que le baje el cierre del pantalón a Martin y le agarre la verga, ya la tenia parada y no dude en metérmela en la boca, le pasaba la lengua por la cabeza y luego desde el tronco a las bolas, le hice una mamada fantástica, Martin no daba mas y me pidió que levante la mini que traía puesta, corrió el tanga y metio un dedo, yo estaba empapada, quería que me coja como sea y ahí mismo, metio otro dedo y mientras me besaba el cuello seguía con el mete y saca, tiene una habilidad con esos dedos que es envidiable, mientras venia el primer orgasmo bajo rápido a comerme el clítoris mientras seguía el juego con los dedos, asi estuvimos  minutos hasta que no aguante mas y explote en un orgasmo incontrolable, lance un gemido que no pude contener y mojandolo todo, Martin enseguida me saco la tanga y me coloco en cuatro patas, se preparo para cojerme de atrás y la metio de a poco, comenzó un bombeo largo, recorriendo todas las paredes de mi concha, entraba y salía despacio, yo sentía todo su pedazo, caliente, mojado, quería acabarme otra vez, comencé a acariciarme el clítoris con una mano y con la otra me tocaba la cola, meti un dedo en mi ano, estaba super caliente, gemia con la mano de Martin tapándome la boca,  mi marido acelero el ritmo, fuerte, mas fuerte, ya con incontrolables movimientos me golpeaba las nalgas con su pubis, me cogia con fuerza anunciando su orgasmo, yo le pedia que no se acabe, que estaba muy caliente y que quería mas, mientras continuábamos con la cogida, alcance a ver una cabeza que se asomaba por encima de una roca a mi derecha, no me importo que algún voyeur me mire, me sentí observada y me gusto, entonces empece a tocarme las tetas dándole mas para que vea, gemia y le pedia mas a mi marido, que me coja mas fuerte, estaba sacada, Martin se dio cuenta que estaba fingiendo de mas, y me pregunto que me pasaba al oído, entonces le conte que nos estaban mirando y seguramente se estaban pajeando con nosotros, Martin se acostó y me coloc encima suyo, dándole una vista privilegiada a nuestro visitante, que al parecer entendio nuestra imagen como un ofrecimiento y se acerco despacio y con la verga super dura, se coloco a nuestro lado y continuo con su paja, Martin le pregunto el nombre y le dijo en un portugués cerrado que se llamaba Rubinho o algo asi, que su mama lo había mandado a buscar la cena al restaurante y que nos había visto de casualidad ya que se habia desviado de la calle para caminar por la playa, o algo asi le entendio Martin…

Yo estaba re caliente, super mojada, clavada por mi marido y a escasos centímetros con un pibe que no debería tener mas de 18 años al lado y con una verga durísima en sus manos, entonces le pregunte a Martin si lo dejábamos mirar mientras terminábamos con nuestra sesión, Martin siguió tocándome las tetas y el culo mientras yo cabalgaba la verga de mi marido, y con ganas de pajear al pibe que tenia una verga gorda, cabezona, venuda y sin ningún pelo, entonces estire la mano y se la agarre, la recorri con toda mi mano y la acerque a mi boca, le empece a dar una mamada y Rubinho cerrando los ojos se dejaba hacer, tan morbosa era la situación que mi marido me pregunto si me animaba a cojerme al pendejo, y yo ni loca iba a desperdiciar la oportunidad, asi que me puse en cuatro y ofreciéndome le dije. –cojeme pendejo!!! No ves como estoy? Dame esa verga dura que tenes en las manos!! Y me hizo caso, me penetro de una y sin pudor comenzó una cojida descontrolada, se ve que era nuevo por que se movia sin control, rápido, fuerte, duro, parecía un animal, la pija esa era grande, por que me sentía llena, me sentía mojada, al punto del orgasmo, cuando siento las contracciones del pendejo que se estaba acabando, y no era una acabada normal, era un mar de leche el pibe, me lleno toda, entonces mi marido al notar la inexperiencia del pibe le dijo que debería haber esperado a que yo me acabe, entonces se coloco detrás mio y puso su pija en mi concha ya toda rebalsada y empezó a cojerme como antes, despacio y con un recorrido largo, asi sentía toda la extensión de su verga, luego acelero el ritmo sacándome gemidos que acallaba con mi mano, mientras me tocaba el clítoris le pedi a Rubinho que se coloque abajo mio y que quería que me chupe la concha mientras mi marido me cojia, y asi fue que se le puso dura nuevamente, esta vez esa verga la disfrute a mi antojo, y comencé a sentir un placer que solo lo conocen quienes hayan experimentado la penetración y una lengua al mismo tiempo,  no tarde en llegar al orgasmo que mi marido anunciaba su acabada, y llenandome nuevamente la concha de leche me sentí la mujer mas caliente y descontrolada que podría existir... luego el pendejo se levanto y le hice una paja, que termino acabándome todas las tetas, nos vestimos y nos despedimos con un beso…

Mañana les cuento el dia 2