De uniforme en el Bus
Ella disfrutó en el Autobús, yo en la plaza.
La sensación de ser descubierto, la excitación de estar en un lugar publico, el placer de lo prohibido.
Lo que les voy a contar es totalmente real, pasó en la ciudad de Buenos Aires, yo vivo ahí. Después de esta experiencia puedo decir que aunque digan que no, disfrutan mas las mujeres del manoseo en lugares públicos.
Salí de mi trabajo en el centro y me dirigí hacia la parada del colectivo que me lleva a mi casa, como todos los días a esa hora viene lleno, no entra ni un alfiler mas, como puedo subo y quedo apretado entre un mar de gente, detrás mío sube una morocha de unos 28 años, que trabaja en un banco y va con su uniforme, pollera y saco de color verde.
El colectivo arranca y siento rápidamente que ella esta muy incomoda, pues me empuja y trata de quitarse del lugar en donde está, me doy vuelta para ver que pasa, y veo que detrás de ella hay un viejo de unos 60 años vestido de traje que trata desesperadamente de apoyarla, el tipo sin ninguna vergüenza, un descarado, ella me mira con cara de ¿A vos te parece?, y yo le contesto con la mirada, ella me pide permiso y pasa delante mío, el viejo obviamente trata tan también de pasar pero se lo impido poniéndome en el medio.
El tipo se queda insultando en vos baja, y en seguida busca su próxima víctima, yo sigo en lo mío cuando siento que el culo de la morocha toca mi bulto, yo al estar con pantalones de tela lo siento perfectamente, entonces al saber cual es la reacción de ella a estas situaciones trato de hacer lugar y despegarme, cuando lo consigo veo que ella también se va para atrás, apoyando nuevamente su culito, a esta altura mi erección ya es notable, y es imposible que ella no se de cuenta, me quedo ahí por unos instantes, hasta que comprendo la situación, ella lo disfruta!!!.
Bajo una de mis manos, y con la palma de la mano abierta hago contacto con su cola, ella primero se queda quieta, y luego se mueve un poco hacia su izquierda para que mi mano quede justo en medio de sus cachetes, ahora ya estaba muy claro, a ella le gustaba eso, no le gustaba el viejo, pero obviamente le gusta que la toquen. Así que me dispongo a hacerla disfrutar del viaje.
Bajo aún más mi mano hasta llegar al final de su falda, tomo el borde y empiezo a subir, levantando la falda, tocando sus piernas, hasta llegar al comienzo de su culito, ella como si nada pasara, mira por la ventanilla y se deja hacer. Intento llevar mi mano mas arriba pero si falda se traba y no sube, en eso el colectivo frena violentamente y aprovecho para dar un fuerte tirón destrabando la falda, ahora meto mi mano ya por debajo de la falda y toco su colita desnuda, sus cachetes están fríos, duritos, siento que frunce y endurece su cola aún mas, se esta excitando, acaricio cada rincón y pongo mi dedo mayor en el canal que forman los dos cachetes, siento la telita de la tanga bien metida dentro del culo y subiendo y bajando mi dedo por ese canal se la meto mas adentro.
Ella da un pequeño salto, casi imperceptible para todos menos para mi, ya que tengo mi mano acariciando por completo su colita, con mi dedo llego hasta la parte de arriba de la tanga meto mi dedo y lo empiezo a bajar sacando la tela de adentro de su culo, llego hasta su entrepierna y corro la tanga a un costado, quedando todo su culo a mi disposición, meto dos dedos en su entrepierna y alcanzo su conchita, esta muy húmeda, muy caliente, ella abre un poco las piernas para facilitarme el acceso y empiezo a sobarle la conchita, mojo mis dedos con sus jugos, y cuando están bien mojados vuelvo al ataque de su ano, pongo mi dedo mayor en su agujero y hago un poco de presión, ella frunce mas su culo y lo cierra.
Entonces con mi otra mano la agarro de la cintura y la empujo hacia mi, mi dedo mayor se mete hasta el primer nudillo en su culo, ella respira profundo, y cierra los ojos, sigo empujando mi dedo y se va perdiendo en ese apretado y hermoso culo, hasta que queda por completo dentro de ella, nos quedamos así un instante, ella relaja su esfínter, y ahora mi dedo tiene libertad para moverse, comienzo un movimiento muy lento sacando un poquito el dedo y volviendo a meterlo, entramos en ritmo, ahora me la estoy cogiendo por el culo con el dedo!!!!!!.
Acerco mi dedo índice al juego, lo coloco a la par del que ya esta adentro y empujo muy fuerte, ella se agarra con fuerza del caño, y tensiona todo su cuerpo, muerde sus labios muy fuerte para no gritar y se le escapa un imperceptible gemido, una señora que esta al lado de ella al escucharla cree que la han pisado y le pregunta, ¿Te pisaron?, ella casi sin habla le contesta que si, y la señora sigue su viaje.
Con mis dos dedos dentro de ese hermoso culo, vuelvo al movimiento de mete y saca, a esta altura yo estoy que exploto literalmente, le clavo los dedos lo mas adentro que puedo haciendo mucha fuerza y ella descarga por sus piernas todos sus líquidos internos, esta teniendo un orgasmo que apenas puede disimular, relaja por completo su cuerpo hasta casi perder el equilibrio, yo la sostengo del culo y voy retirando poco a poco mis dedos de su culo.
Le acomodo la bombachita y la pollera, cuando termino ella se voltea y me sonríe, yo le devuelvo la mirada y también le sonrió, mi mano soba muy suavemente su hermoso culo y piernas, ella me toma de la mano y sin decir palabra me tironea hasta la puerta, nos bajamos y ella espera a que el colectivo arranque para estar segura de que nadie nos ve, y me dice.
-¿Te gusto?-
-Si, mucho, tenes una cola preciosa-
-Me parece que yo lo disfrute más que vos, ahora te toca disfrutar a vos-
-Es verdad, yo me quede re caliente, jejejeje-
Ella me toma de la mano y vamos a una plaza, nos escondemos detrás de un árbol y sin siquiera decirme nada, se agacha, me baja el cierre del pantalón, saca mi poronga que seguía muy dura y se la mete completa en la boca, POR DIOS!!!!!, que manera de succionar, con tanta dedicación, con tanta pasión, sin dejar ni un solo centímetro sin chupar, no tardo mucho en descargar una gran cantidad de leche en su garganta, ella sigue succionando tratando de secarme, es increíble, se toma toda mi leche, me la deja bien limpita, la guarda me acomoda el pantalón, y me dice.
-¿Ahora estamos a mano?-
Yo sin poder creer lo que pasa le digo que si.
Ella se ríe me da un beso y se va.
Nunca mas la volví a ver, todavía recuerdo ese maravilloso momento y la sigo buscando en el colectivo, pero ya no aparece.
Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.