De todo un poco

Inmoral he sido. Lesbiana también, con amor filial, orgía, soy de lo último. Mis secretos de forma corta y violenta.

Soy Madre, soy mujer, he sido hija, he sido amiga, he sido hermana y nieta, y soy una profesional de altura, etc. Pero no he sido hombre, me hubiera gustado hacer ese papel de macho no más para ver como carrizo se siente un hombre cogiéndose a una mujer. He tenido relaciones incestuosas con dos de mis hermanos (hoy lo recordé de niña con mi hermano mayor y de grande con mi hermano menor), con mujeres también, con muchachos y con hombres que son mi predilección. A veces soñaba con tener relaciones con algún puto animal que se me atravesara y jugaba en mi imaginación a tenerlas con un perro inmenso que tenía. En muchas oportunidades le veía la pinga al perro de la familia, cuando andaba excitado y me imaginaba como sería sentirse atravesada con semejante espectro. Ahhh me excitaba de solo pensarlo.

Me he masturbado con muchas cosas: Pepinos, desodorante (no saben lo riquito que es pasarse el rolón de un desodorante por el clítoris, que rico panas, rico, mientras te metes los dedos o consolador en la cuchara?, zanahorias, plátanos, con mangueras de agua, con chorritos de agua, con el palo de los cepillos de cabello, con los dedos y nojodas hasta con velas. He cogido con viejos, tuve uno que hizo un intento sobrehumano para satisfacerme siendo yo una joven, que más daba, él quería, yo quería, joder, queríamos los dos, nos unimos a signar y signar, hice para sorpresa del viejecito unos tres orgasmos y él pensó que sería de él para toda vida que le faltaba y que aún estaba en plena virilidad, le hice entender que era solo un sueño y que ya pasó a otra etapa. Al menos tenía una pinga grandecita el viejecito que me costó parar a punta de chupa y chupa. El viejo gozó una bola a punta de mi lengua restregarse en su verga.

Luego me acosté a tirar con un señor de unos 65 años y con una verga pequeñita, el pobre. De vaina no lloré cuando vi semejante hilo que se le colgaba de entre las piernas, pero pa´lante, el señor me brindó una soberana chupada de cuca que aún recuerdo, agradezco y añoro, que joder, quien sabe si se murió. He tirado con muchos hombres y he conocido pingas de todos tamaños. Algunas incluso las he rehusado, claro está que luego de gozarlas. Porque les diré una cosa de los pequeños detalles nacen grandes acciones, con esto lo que quiero decir es que, con pingas pequeñas también he gozado un mundo y viceversa. Nadie me va a mentir con esos de las pingas y que las chicas o que las grandes, la verdad es que todas son pingas y lo divino de la cosa es como ejerces tú esa influencia en cualquier pinga, sea la pinga de un Pato o la pinga de un burro Jejejeje. Bueno, una a veces se equivoca también, con un tabú medio coñoèmae, ese que dice que si tiene mamarra de pinga lo hace bien bueno, sigo pensando que una chupada de cuchara deja un recuerdo inerme, recuerdo que nunca muere. Fíjense que he participado de orgías, excitación al general, he consumido drogas y me he emborrachado y he amanecido cogida por todos los lados, soy una cagada de tipa, me he burlado de hombres y le he sido infiel a mi esposo cuando estaba con él. Y pues soy de lo último, bueno hasta hace poco, ya me he mejorado, pero para que? No se pero ha cambiado mi vida.

Aún tengo 37 años. Tengo hijos. He vivido la vida. La vida es como un juego, quien apuesta es el que gana. He ganado mucho, porque también he apostado a ganar y a veces he perdido sin apostar, son vainas claro. Al carajo me desvié de lo que quería decir.

He tenido una vida sexual muy activa, he sido independiente. Porque? Pues porque tenía un marido joderdocito él, quería someterme y me invadió una tristeza infernal, tiraba solo en la cama y me quería para vestirme de santa cuando muriera, y yo por mi parte quería coger y coger, ser su puta en la cama, en el piso, en el techo donde me dieran ganar de tirar y lo mandé al carajo. Ah coño, se fue el tipo. Me quedé sola echándole una bola y media para continuar con mi vida y criar a mis hijitos, ahora me tocó tener responsabilidades de hombre, sin tener un pene con que cogerme a unas cuantas mujeres que de vez en cuando me excitan y que no puedo cogerme porque coño, soy una madre ejemplar.

¡Que joder! Hago fuerza de hombre y soy delicada, soy ruda y frágil, soy audaz y pendejisisima como toda mujer, así es que tengo un contraste de mujer delicada y hombre responsable que me arrecha coño. A veces soñaba que era hombre y, en una de esas tomaditas de cervecitas friítas con la mujer de servicio que tenía, le chupé la cuchara, coño, uno no puede hacer una vaina bien, porque lo quieren para luego y para luego y después y luego se le guindan a uno con sangriuelas y le quieren sacar a uno hasta la sangre, que joder. Quién coños enseñó a este mundo a ser tan estúpido. La tuve que sacar de la casa, decirle que se fuera, pero tenía unas inmensas tetas, divinas y que chupe con gusto y ganas, quien carajo la mandó a estarme calentando con conversaciones a sabiendas que no tenía pareja en ese momento? Creo que aprendió bien la lección, como que se metió a lesbiana del tiro.

Hoy por hoy tengo un novio, de 34 años, está en una vida activa, me coge sin parar, como que estaba frustrado y me coge por todos los lados y en todo lugar, es romántico que obstina y ya creo que él es la mujer. Le he dado unas chupadas de culo aunque se ha resistido y le digo, papi esto se queda entre nosotros, será nuestro secreto. Mi próxima vez, será desvirgarle el culo, y quien sabe si ya no lo está, porque los hombres hoy en día están liberados y coño la vaina es que se acostumbre y luego me deje por un macho jejejeje. Le he dicho que tampoco lo voy a obligar, que llegará el día en que el mismo me diga cógeme por el culo, y yo no vacilaré en meterle dos o tres dedos mientras le chupo la verga, a ver si le llego a la próstata y hago que experimente el orgasmo más fabuloso de su puta historia de vida.

Pero en realidad no será para satisfacerlo a él, sino a esas impetuosas ganas de saber que siente mi macho con mis dedos o algún instrumento es su culito, porque ya a otros le he dado el mismo tratamiento, Jiijijiji. He hecho strepper para una pareja, estaba joven y hermosísima, con algo de drogas y licor encima, me les desnudé y comencé a tocarme frente a ellos y al rato ya estaban tirando como locos, se olvidaron que yo existía, no me quedó otra que darme dedo y mirarlos, se veía tan rico todo. Me he orinado en la boca a los hombres que se creen arrechísimos cogiendo, no más para verlos dominado en mis morbos. Luego quieren más y más. Después te lo piden. También he sido mirona, me excita mirar, he pagado a unos amigos pa´que se cojan a una mujer que le hacía falta verga, sólo para yo mirar y darme dedos.

Parece sarcástico, pero quiero creer en el amor. Me he enamorado, claro! Pero de unos idiotas que cónchale. Entonces, cuando me enamoro, me entrego y siempre me joden. Preparo a mi corazón para que no lo sienta, muy dentro se que, sin amor de nada sirve la convivencia. El tipo se quiere casar conmigo, a veces creo que estoy enamorada y a veces quiero ser un macho pa´cogermelo y hacerlo entender que la vida no es para tanta fragilidad. Me coge por todos los lados, me gusta, me fascina, pero complicado, como nada es perfecto, tampoco yo, él señor tiene rollos y rollos, que joder. Quiero tirar a conciencia, rico y sabroso, con dos o tres tipos (uno, que sea mi novio, me gusta la morbosidad) que me revienten la cuchara mientras otro apriete mis pezones y otro que me rasguee el clítoris, que rico es tener sexo sin tabúes, si hay quien deje de gozarse un pene riquito y una cuchara divina, para irse a rezar. No soy una de ellas.

He cogido con jovencitos. Hice sexo con uno de 16 años, tenía la menstruación en ese momento y el muy desgraciado pensó que cada vez que tuviera la menstruación, iba a cogerme. Le dije que solo era cosa de oportunidad. En una época me gustaba solo los muchachitos, me dejé de esa vaina, porque no me gusta ser la maestra, a mi lo que me gusta, es que mi hombre sepa bien donde debe y como cogerme, que me entiendan en la cama. A veces estoy floja, abro las piernas y pa´ dentro, ni pienso en la otra parte, sino en mi, como a veces, ¡carajo! me quiero comer a pedacitos a mi hombre. Que será eso que tiene la vida que nos coloca en este juego? O somos nosotros mismos quienes nos adentramos en un mundo desconocido para jugar a la inconciencia y la lujuria?

Más allá de lo que todos vemos y escuchamos, hay algo importante que nos conlleva a sentirlo. Porque no?

Lo mejor que crearon en Internet, fue la posibilidad de una falsa identificación. Aquí me llamo

Clandestina.