De timido a golfo 10- Crazy Night
La prima de fernando es muy guarra
Después de la sorpresa inicial de ver a Sasha en la puerta de casa sonreí mientras ella se tiraba a mis brazos fuertemente, pudiendo notar su cuerpo contra el mío y una confortable sensación me invadió
- ¿pero tu… no …es decir –pare para coger aire
- Cálmate tonto que te desmayaras tanto hiperventilar –dijo con una risilla al final
- Ja, siento estar sorprendido de que mi prima, que se supone esta en América, aparezca en la puerta de mi casa como si nada- dije algo avergonzado
- Bueno creo que deberíamos ir todos al salón y aclarar esto con una rica merienda –dijo cariñosamente mi madre
- Pues procura que no haya nada liquido porque este se nos ahoga – dijo papa en burla
- Jajaja como eres papa –dijo Amelia detrás de nuestros padres
- Toma lleva esto primito –dijo señalando detrás de ella mientras seguía el camino hacia el salón, me permití admirar el movimiento del trasero de Sasha en esos pantalones ceñidos que llevaba
Entonces recobrando la compostura recordé que señaló que llevara, eran maletas de viaje dos exactamente, ¿había venido a vernos o a quedarse? Fuera como fuera era genial volver a verla en persona después de todo este tiempo 3 años para ser exactos.
Cuando llegue al salón, la imagen era idílica: papa hacia burradas como siempre en realidad sigue pareciendo un crio, mama lo regañaba pero en sus ojos vi mucho amor, sonreí y yo apunto de joderlo todo menudo idiota que era, Amelia y Sasha murmurándose cosas que parecían graciosas por sus expresiones, mi prima empezó a contar el porqué de su visita ya que era el único que no sabía nada
- Resulta que mi padre será enviado a aquí a trabajar y es definitivo –sonrió de oreja a oreja
- Vaya ¿enserio? Es genial –dije emocionado- pero… ¿y tus padres?
- Como tengo que empezar la universidad y mis padres no vienen hasta navidad…-dijo dándole un sorbo al vaso- así que me quedare unos días aquí
- Así que iremos juntos a la uni –ella asintió
- Es un alivio –dijo mama- porque con lo despreocupado que eres…
- Gracias mama –dije con sarcasmo
La tarde siguió tranquilamente, bromas de papa, risas de mama con Amelia y miraditas de reojo al ligero escote de Sasha que parecía enterada de ello ya que se movía para apretarlos aún más, cosa que me dio morbo, de golpe me miro y escusado se en que le ayudara a subir las cosas. Entramos a la habitación de invitados, yo ciertamente en aquel momento creí que tendríamos una charla. Sin embargo, ella tenía otra cosa en mente, pues en cuanto cerré la puerta, se abalanzó sobre mí, besándome apasionadamente. No me malinterpretéis, no es que no deseara a mi prima, es que en ese momento estaba absolutamente sorprendido, así que me separé bruscamente de ella.
¿Qué te pasa? – inquirí aun sorprendido.
¿crees que soy tonta?-dijo colgándose de mi cuello- me mirabas con deseo
Bu-bueno, es que estas muy guapa –dije mirando sus pechos mee golpee mentalmente- pero porque de repente estas así
Es que te has vuelto muy atractivo, y con tus miraditas me has puesto burra –dijo pegando su boca a la mía en un beso desesperado como intentando que perdiera el control y lo consiguió, me había derrotado. Se incorporó abalanzándose sobre mí me besó con furia. Enseguida nuestras lenguas se entrelazaron, ella se apretaba contra mí, de forma que mi erección se estrujaba contra muslo, porque ¿alguien dudaba de si a esas alturas estaría ya trempado? Enseguida pensé bien, vale todo era muy morboso pero abajo estaban mis padres y Amelia, así que puse fin a tan lujurioso morreo.
-Vamos, Sasha, que nos van a pillar-dije más para mí que para ella
-¿Quién va a pillarnos? Aquí no va a venir nadie-dijo acercándose con voz sexy
-¿Cómo qué no? - insistía yo - Seguro que suben todos como escuchen ruidos... Además, estoy muy cansado –no mentí del todo Laura me canso pero tampoco tanto
-¿Cansado? –Dijo levantando las cejas- ¿de qué?
-pues… este calor me atonta mucho –me excuse saliendo de allí rapidísimo hasta el salón intentando no dejar rastro de mi enrolle con Sasha y lo conseguí
En la cena Sasha insistió en sentarse a mi lado acepte ella se pegó la silla a la mía quedando muy no entendí porque nadie se daba cuenta del comportamiento de mi prima, que no paraba de mirarme lujuriosamente, yo ya no pillaba su cambio de prima y amiga confiable a zorita que si no fuera porque había más gente me devoraría, cuando terminamos Amelia propuso ir a su habitación para recordar anécdotas y divertirnos como en los viejos tiempos
- Hermanito, ¿me escuchas? –dijo mi hermana algo desquiciada
- ¿Qué decías? –
- Que como mañana se terminan las vacaciones… -los tres pusimos cara de asco- podríamos quedar con las chicas y hacemos un picnic
- Genial yo encantada –dijo Sasha emocionada
- Buff, no creo que Claudia quiera verme –dije intentando emplear un tono normal pero la voz se me quebró,
- Hermano estoy harta de decirte que Claudia te adora –dijo Amelia- además ahora sabes que le gustas, es momento de que le digas lo que sientes
- Amelia si Fer no quiere, déjalo, si tanto amor tiene la estúpida pelirroja ¿porque le ignora? –dijo sasha algo enfadada, cosa que no entendí, fue ella quien propuso que hablara con Claudia porque ahora decía eso
- Ella tiene razón Sasha, por una vez seré valiente – ella me miro ¿decepcionada?
Todo terminó allí, acompañe a Sasha a su cuarto esta vez no entre cosa que no gusto mucho a mi prima que querría seguir con su juego morboso y lujurioso. Costo dormirme pensando en que mañana estaría con Claudia porque a estas alturas no negare lo obvio, la pelirroja me gustaba y mucho, cerré los ojos imaginando su cabellera rojiza, sus verdes ojos su piel blanca adornada con juguetonas pecas, era una preciosa chica que si bien era a veces un poco cabezona luego era un amor, empecé incluso a imaginar sus manos bajándome los calzoncillos notando su aliento recorriendo mi abultado… un momento porque sentía humedad en… cuando tire la sabana vi lo más excitante hasta aquel momento me incorporé para descubrir a mi prima con toda mi miembro en la boca vestida con un camiseta y en bragas . Os juro que tardé en reaccionar porque me parecía inconcebible que esa guarrilla que tenía por prima tuviera la caradura de presentarse así en mi cuarto y más cuando a mi lado dormía sus tíos.
Molesto, le dije en voz baja qué hacía. La muchacha se sacó mi pene, me soltó que venía a divertirse.
- ¿qué?- respondí intentando pensar con claridad.
- Ya lo has oído- me respondió tranquilamente mientras su mano se posaba en mi entrepierna.
- ¡No te entiendo!
- Como no estaba segura de que quisieras acostarte conmigo, me he guardado una baza- y descojonada mientras acercaba su boca a la mía, prosiguió diciendo: -O nos divertimos esta noche y nadie se entera, o empiezo a gritar y los despierto. ¿No querrás que crea que me estás violando?
Me quedé helado al oír su chantaje y sin poder evitarlo, Sasha posó sus labios en los míos mientras sin esperar mi respuesta se subía sobre mis piernas. Dándome por vencido, decidí cerrar los ojos y concentrarme en no sentir nada y que ella al ver mi falta de pasión, comprendiera la inutilidad de sus actos.
- Aunque lo intentes no vas a poder ponerme bruto- le solté creyendo que iba a cejar en su empeño.
- Por lo que siento aquí bajo: ¡Estás mintiendo! –dijo poniendo voz dulce, mientras se restregaba contra mi cuerpo
Lo malo es que Sasha tenía toda la razón. Al sentir la suavidad de su trasero contra mi pene, este se irguió bajo mi pijama, descubriendo de antemano mi excitación. Cómo si me hubiese apaleado, humillado, intenté sepárame de ella mientras su risa confirmaba mi derrota.
“¡Será puta!” pensé excitado y hundido con su carcajada retumbando en mis oídos y mi deseo acumulándose en las venas.
Debía haberle contestado otra impertinencia pero las palabras quedaron atascadas en mi garganta al ver su rosado pezón a escasos centímetros de mi cara. Sé que hubiera podido alargar la lengua y lamer esa maravilla pero tratando de mantener un resto de cordura, retiré cerré nuevamente los ojos deseando cesara esa tortura. Ella envalentonada por mi supuesta indiferencia, se empezó a restregar contra mi miembro.
Esperando que no culminara el acto, me quedé quieto mientras ella se frotaba con sensualidad el clítoris contra mi polla. Contagiado por su lujuria, terminó de derrotarme y cogiéndola entre mis brazos, busqué su boca con la mía. Mis manos no tardaron en recorrer su cuerpo y su culo mientras ella no dejaba de frotar su sexo contra mi pene. Poseído por la lujuria, hundí mi rostro como tanto había deseado entre sus pechos. Mi prima aulló con placer al sentir mi lengua recorriendo sus pezones luego metí la aureola en mi boca mientras pellizcaba el otro con fuerza. Mi ruda caricia le hizo morderse los labios para no gritar mientras su trasero se rozaba contra mi verga sin parar. Al oír su calentura, me volví loco me importaba un carajo que fuera mi prima. Necesitaba follarme a esa preciosidad y sin ser capaz de esperar más, cogí mi pene entre las manos.
- ¡por atrás! –dijo sensualmente
-Tranquila, te voy a dar lo que has venido a buscar -le susurre mis palabras la hicieron sonreír
-¡A qué esperas!
Tuve que contenerme para no metérselo a lo bestia, al verla morder con fuerza la almohada decidí que aunque me lo hubiera dicho solo con el ánimo de molestar, esa cría iba a amanecer al día siguiente sin poderse ni sentar y por eso, la obligué a levantarse y a colocarse arrodillada, dándome la espalda y separando sus nalgas, unté su esfínter con su propio fluido.
-¡Ten cuidado!- chilló al sentir que uno de mis dedos se abría paso y reptando por la cama, apoyó su cabeza en la almohada mientras levantaba su trasero.
La nueva posición me permitió observar con tranquilidad que los muslos de Sasha temblaban cada vez que introducía mi falange en su interior y ya más seguro de mí mismo, decidí dar otro paso, metí las yemas de dos dedos dentro de su orificio.
-Ahhhh- gritó mordiéndose los labios.
Su gemido fue un aviso de que tenía que tener cuidado no fuera a despertar al resto de la casa y por eso volví a lubricar su ano mientras esperaba a que se relajase.
-Dime cuando estés lista- le pedí
Mi prima moviendo sus caderas me informó que estaba dispuesta. Esta vez, tuve cuidado y moviendo mis falanges alrededor de su cerrado músculo, fui dilatándolo mientras que con la otra mano, la empezaba a masturbar.
-¡Me encanta!- ronroneo al sentir sus dos entradas siendo objeto de mi caricias.
Mi querida y zorra primita se llevó las manos a sus pechos y pellizcando sus pezones, buscó agrandar su excitación. Increíblemente al terminar de meter los dos dedos, se corrió sonoramente mientras su cuerpo convulsionaba sobre las sábanas. Poniéndome detrás de ella, coloqué mi glande en su ojete:
- ¿Estás lista?- pregunté mientras jugueteaba con él.
Ni siquiera esperó a que terminara de hablar, llevando su cuerpo hacia atrás lentamente fue metiéndoselo, sin gritar pero con un rictus de dolor en su cara, prosiguió con su labor hasta que sintió mi cuerpo chocando con su culo y entonces y solo entonces, se permitió quejarse del sufrimiento que había experimentado.
- ¡Cómo duele!- exclamó cayendo rendida sobre el colchón.
Esperé que fuera ella quien decidiera el momento, en medio minuto, se había relajado y levantando su cara de la almohada me rogó que comenzara a cabalgarla.
Su expresión me terminó de convencer dando inicio a un juego por el cual yo intentaba recuperarlo y ella lo volvía a embutir. Poco a poco, el compás con el que nos meneábamos se fue acelerando, convirtiendo nuestro tranquilo trotar en un desbocado galope, donde ella no dejaba de gemir (aclaro que los gemidos y diálogos eran más bien susurros para no despertar a nadie y yo tuve que afianzarme cogiéndome de sus pechos para no caer.
-¡Sigue!- me ordenó cuando, para tomar aire, disminuí el ritmo de mis acometidas.
-¡Serás puta!- le contesté molesto por su tono le di un fuerte azote.
-¡Que gusto!- dijo comportándose como una puta, me imploró que quería más.
Mi prima empezó a estremecerse al sentir los síntomas de un orgasmo brutal. Fue impresionante ver a esa putita, temblando de lujuria.
Su actitud fue el acicate que me faltaba y cogiendo sus pezones entre mis dedos, los pellizqué con dureza mientras usaba su precioso culo. Perdió el control y de su sexo brotó un enorme caudal de flujo síntoma de su orgasmo.
Mi orgasmo fue total, todo mi cuerpo compartió su gozo mientras me vertía en el interior de sus intestinos. Agotado y exhausto, me tumbé al lado de Sasha, la cual me recibió con los brazos abiertos y en esa posición, intentó quedarse dormida.
Satisfecho, la dejé descansar pero sabiendo que no podía quedarse en mi cama, la cogí entre mis brazos y la llevé a su habitación.
- Fer…-dijo suavemente-
- Dime –dije mientras me sentaba en su cama
- Siento haberte amenazado, estaba muy caliente –dijo sonrojada
- No te preocupes -dije saliendo de allí-
Continuara…