De señorito a exseñorita (1)

Primera parte de como pierdo mi virginidad y descubro que al dejar de ser "señorito" no pasare a ser señor.

Hola, me llamo Desiree, pero todos me dicen Debi , soy una chica transgenero y mido 1,71 mts, blanca, cabello castaño, senos pequeños y un trasero y unas piernas q llaman bastante la atención. Vivo en Valencia, Venezuela.

Relatar mi primera expertiencia sexual no es tan facil como parece, ya que no fue exactamente como la hubiese querido, aunque no creo que nadie haya tenido una primera vez como la deseó o imaginó.

A pesar de vivir actualmente en Valencia, soy de un pueblito al norte de Barquisimeto llamado El Eneal. Es en Barquisimeto donde pierdo al fin y gustozamente mi virginidad.

En aquella epoca yo tenia una camioneta Sport Wagoneer de la marca jeep, en ella al salir del trabajo, los días jueves, le daba la cola a un compañero hasta pudiera tomar una camionetica hasta su casa . Un jueves lo lleve hasta su casa porque ya era tarde y no conseguiria transporte público, despues de dejarlo, tomé rumbo a mi casa por la carrera 21 de Barquisimeto y al llegar cerca de la Av 42, la del terminal vi varias chicas paradas en una esquina, eran prostitutas, pero no cualquier clase de prostitutas, sino chicas trans prostituyendose!

No lo pude evitar y me pase de mi cruce, la Av. 42 y pase cerca de donde estavan paradas para observarlas mejor.

Para esa epoca, yo aún no habia asumido mi verdadera identidad de genero, solo sabias que sentia gran atracción y exitación por el mundo trans.

Ya los jueves se me hizo costumbre llevar a mi compañero hasta su casa y así poder pasar por esa bendita esquina.

Una noche, con mucho morbo pase más despacio y di la vuelta para pasar de nuevo por la esquina, iba tan lento q una de las chicas se acerco hacia la camioneta y me ofrecio sus servicios por la ventanilla. Se subio a la camioneta "sin compromiso" mientras me iba relatando los servicios que prestaba y los costos de cada uno. Durante este tiempo yo no perdia oportunidad de acariciar la suave piel de sus piernas hasta que ya hipnotizada accedi a que me realizara una mamada,

Me inico conducir hasta unas urbanizaciones cerca del aeropuerto, donde buscamos una calle poco transitada y sin mucha iluminación.

Es allí donde desabrocho mi jeans y lo bajo al igual que el "interior" que traia puesto abriendo camino para que la chica comenzara su faena. Mientras ella me mamaba mi pequeño "pirulin", crecia mi exitación a medida que deslizaba mi mano por su cabello, bajando despacio a sus senos, su espalda y llegar a su culo, ¡es ahí donde todo cambio! Empece a meter mi mano entre sus nalgas, jugando, acariciando, ¡buscando! pude delinear su hilo a medida que mi mano curiosa y habida de nuevas sensaciones se introducia cada vez más entre sus piernas. Un pequeño bulto en su entrepierna aprisionado por su panty tipo hilo era el objeto de mi deseo y de mi busqueda, su guevo fue una gran atrayente para mi, del cual no pude escapar.

No les dire que el semen es la hambrosia de los dioses, pero tampoco dire que es repugnante, de un sabor algo amargo y caliente, se vuelve delicioso tan solo con recordar de donde proviene.

Como todo vampiro neonato debe ser apartado de la sangre de su creador, así mi "amiga" tuvo que apartarme de su miembro, ya que a pesar de haber acabado en mi boca y haber degustado y tragado toda su lechita caliente, seguía mamando su guevo con desesperación por más.

luego de apartarse, recompone sus ropas al igual que hago yo con las mias, para llevarla de nuevo a su esquina y yo tomar rumbo a mi casa, con una nueva experiencia en mi haber, pero con una nueva convicción, ¡lograr perder mi virginidad en un nuevo encuentro! el cual no deberia de tardar mucho.

Espero que les haya gustado esta primera parte y que valoren y comenten el relato y así animarme a continuar esta historia, de como pase de señorito a EX SEÑORITA.

Mientras ella me lo mamabayo acariciaba su guevo sobre su hilo, ya vuelta loca de deseo y curiosidad le planteo que dejara de chuparmela para ahora si tener sexo anal. Ambas exitadas nos pasamos al asiento trasero, donde ella en cuatro patitas asume la posición de "perrito", topma mi pirulin y lo lleva hasta la entrada de su culito, donde con una presión firme pero suave logro introducirme dentro de ella. Empezamos el bombeo con mucho deseo y lujuria, peroa pesar de la estimulación no siento que me sea plenamente satisfactorio, así que haciendo un poco de contorcionismo logro descender mi mano por todo su cuerpo hacia su guevo. Esta vez libre de toda prisión, puedo tener contacto con la delicada y exquisita piel de su "amiguito", siendo todo un deleite para mi masturbarla mientras la penetraba. Este cambio hizo que desitiera por completa en cojerla, hacercandome a su oido y decidiendome en dar un paso más, le propongo: "Cambiemos de posición", pero ella sin entender bien mi deseo, me pregunta algo confundida a que me referia con ese cambio. Solo le dije que queria estar yo abajo y que fuera ella la que me cojiera a mi, pero que era virgen y nunca me habian penetrado.

Cambiamos de posiciones y ella escupiendo en la boca de mi culo apoya su cabeza contra mi, mientras yo enpinando mis nalgas las separo con mis manos dando la bienvenida a ese tan esperado visitante.

Empieza a presionar, mientras yo ansiosa trato de relajarme y aguantar el dolor que sabia seria el inicial. Pude sentir varias veces como me desgarraba mientras mi nueva amiga trataba de entrar en mí, el dolor era incalculable y hacia que instintivamente me flaquearan las piernas, y llevandome hacia alante hasta hacer tpe mi cabeza contra la portezuela de la camioneta. Quisiera decir que fue indoloro, que solo fue placer y que rapidamente me convirtio en mujer, pero no fue así. En realidad luego de varios intentos infructuosos por debilidad de mi parte, mi "amiga2 se quita sentandose en el apoya brazos del asiento delantero, al ver su guevo aún parado, pero ya un poco flacido me dejo llevar y dar un paso más, abalanzandome sobre el y metiendolo a mi boca torpemente y con desesperación. Comenzando así mi primera mamada de guevo.

Ella muy pacientemente me iba guiando en el arte de la felación, indicandome mis errores a medida que los iba cometiendo, aumque modestia aparte creo que me converti rapidamente en una alumna destacada y premiandome con un buen chorro de su leche por mi sobresaliente comportamiento.