De rodillas
En esta versión erótica de las "Redondillas", Sor Juana, transformada en Fray Juan, arremete duro y contra ellas y las aconseja para un mejor desempeño de sus aptitudes amatorias.
DE RODILLAS
Hembras reacias, que no dáis
de cogeros la ocasión,
y no os bajáis el calzón,
si antes no nos cobráis.
Siendo vuestro goce igual,
si nos acoplamos bien,
¿porqué en varios de a cien
fijáis el precio carnal?
Ponéis cara de inocencia,
alegando castidad,
y vuestra virginidad
brilla ha tiempo por su ausencia.
Al enterraros el dedo
en el coño, poco a poco,
tan sólo le hacéis al loco,
pues de coger es remedo.
Me parece que es muy necia
vuestra actitud, si negáis,
que hace mucho practicáis
la inclinación de Lucrecia.
Y para que quede claro
que no soy ningún pendejo,
gratis os doy mi consejo,
luminoso como un faro.
Si alguien os coge bien,
aunque os vista de percal,
si lo dejáis, hacéis mal,
pues como esos, no hay cien.
Dinero casi no gana
la que su culo remata,
pues sólo se lo maltrata
al andar de casquivana.
Si en esas danzas andáis,
estamos a igual nivel:
¿se os puede, acaso, ser fiel
si infieles os comportáis?
¿Porqué pedís más templada
la verga que os atiende,
si la vagina se extiende
al paso de la estocada?
Si, tener la boca llena,
el vuestro gusto prefiere,
a cada quien lo que quiere,
¡y hartaos enhorabuena!
Sed siempre unas buenas nenas
si, en la casa de hembras malas,
debéis hacer antesalas,
para ganar vuestras cenas.
Y, ¿quién es el más jodido
que queda, sin gozar nada?,
¿la que coge ya pagada,
o el que paga y no ha cogido?
Pues lleva las de ganar
la que antes pide la paga
y no se baja la braga
para dejarse culear.
Y, ¿porqué os espantáis
si una verga grande véis?
¿No es así como queréis
la que con gusto mamáis?
Por favor, dejad de usar
tan ceñido el pantalón,
para que así, de un tirón,
os lo podamos bajar.
Mujeres de todo el mundo,
ya no os déis tanta importancia,
y coged con elegancia,
si en vuestros culos me hundo.