De reunión a trio

Ana y Aitor follan y se termina uniendo Maria

DE REUNIÓN A TRIO

La vida a veces nos depara sorpresas que si nos las contaran nos quedaríamos tan sorprendidos que seríamos incapaces de reaccionar. Esto le pasó a Aitor. Era un hombre en la mediana edad sin mucha facilidad para ligar y por tanto para intimar con chicas.

El viernes tuvieron una reunión de la asociación a la que solía acudir. Había mujeres muy atractivas pero nunca había pensado en ellas desde un punto de vista libidinoso. Terminada la reunión bajaba absorto en sus pensamientos y con unas ganas de orinar tremendas. Se había quedado con Ana a terminar de recoger todo y ella se había entretenido a mirar unos temas en el ordenador mientras él bajaba al servicio.

El baño estaba en la primera planta y no tenía puerta exterior sino que luego se abría a la izquierda una puerta para el de las mujeres, a la derecha para personas con problemas de movilidad y al fondo el de los hombres pero la puerta de éste estaba estropeada y se quedaba abierta con lo que si un hombre estaba orinando en los mingitorios de pies se le veía de espaldas.

Aitor estaba distraído orinando cuando bajó Ana. Le llamó sin saber dónde estaba y cuando pasaba al lado del baño le vió de espaldas. Interesante culito le pareció. Los jeans que le quedaban algo justos le hacían un culo que parecía duro y bien redondeado. Sabía que estaban solos en el edificio y con la puerta de la calle cerrada. Hacía tiempo que no había tenido sexo. Era une mujer responsable pero andaba con las hormonas revolucionadas y aquella imagen no hacía nada por calmar su apetito sexual.

Sigilosamente entró y antes que Aitor pudiera escucharla le dio una palmada en las nalgas acompañada de un buen apretón y un mordisco en la oreja a la vez que le susurró.

Ese culito no me había fijado antes.

A Aitor le pilló de improviso y solo pudo apoyar los brazos en la pared antes que la chica siguiera con un beso en el cuello. Entonces él se giró y la vió. Se miraron. Los ojos ardían en deseo, sus bocas entreabiertas buscaban calmar su sed y así lo hicieron en un largo y apasionado beso. Aitor aprovechó para sujetándola de las nalgas ponerla de espaldas a la pared. Los dos mirándose con deseo, con ardiente lujuria. El abrió la blusa de ella de un solo golpe. Ella soltó los botones de los pantalones de Aitor bajándoselos hasta los muslos y luego con el pie se los empujó hasta los tobillos y él se los quitó. Ahora él la soltó el cinturón e hizo lo mismo con los pantalones de ella. Enfrente uno del otro, él en bóxer, ella solo con la camisa entreabierta.

Se miraban con creciente deseo. Ella alargó su mano hasta tocar la polla del chico que ya estaba dura. El tanga de ella había bajado con sus pantalones. Su sexo palpitaba y ella cogió con sus palmas la cara del chico para volver a besarle en la boca, sus labios alternaban dulzura con una gran picardía y deseo. El cogió las nalgas de ella y la levantó hasta al dejarla caer para apoyarla contra el mingitorio, por la forma de éste ella quedó semisentada. El entre sus piernas la penetró sin miramientos y comenzó a penetrarla y a follarla.

Cada embestida era distinta, alternaba las rápidas y duras con las lentas y profundas. Cada cierto tiempo la atraía hacia si para poder lamer y morder sus pezones. Ana estaba sumamente excitada y estaba claro que el polvo no iba a durar mucho por el calentón que había surgido entre los dos y que había convertido sus cuerpos en una danza del fuego que consumía sus entrañas y les iba a conducir inexorablemente al orgasmo.

Pero no contaban con que María les fuera a sorprender. Ese día no había ido a la reunión pero formaba parte de la junta directiva y tenía llaves con las que abrió y comenzó a subir a la sala de reuniones y al llegar a la zona de los baños escuchó los gemidos de Ana y miró y vió la escena Aitor follandose contra la pared a Ana. Se quedó sorprendida y algo escandalizada pero excitada. No era ninguna mojigata y en el sexo había experimentado muchas cosas y tenía una mente muy abierta.

La verdad es que Ana estaba bien y la idea de follarla en el baño le puso así que entró y cuando llego donde ellos Ana abrió los ojos como platos al verla y cuando María la besó en la boca se quedó sorprendida pero con lo caliente que estaba con el polvo la devolvió el beso. Aitor entonces se la sacó a Ana y dejó que las dos chicas allí de pies se besaran. Ana ayudó a la recién llegada a bajarse los pantalones mientras Aitor se rozaba con su culo y la cogía de los pechos para apretárselos y jugar con ellos.

Aitor hizo agachar a María para que lamiera el sexo de Ana y empezase a jugar con su lengua en su coño. Aitor al ver el culo de María allí delante se excitó todavía más. Ese culo lo había admirado muchas veces ya que era de los más duros y bien puestos que había. Cuando lo tuvo en esa posición con solo el tanga y en esa postura, lo arrancó el tanga y sujetándola de las caderas la embistió y penetró lento pero de un solo golpe y sin parar.

María se sorprendió y empezó a decir:

Qué haceeeeesssss?..mmm ajahbd dame mássss jejjsjjjsjs.Siguue.

La empezó a follar fuerte y daba pequeños azotes con la mano en las nalgas que en lugar de molestar a María la excitaba más y más. Ana sujetaba con las dos manos la cabeza de María en su coño, la cual movía con su lengua por sus muslos para luego centrarse en su clítoris. Esos movimientos hicieron que Ana no pudiera aguantar mucho y tuviera un gran orgasmo que casi hace que se deslice hasta sentarse en el suelo.

Aitor esos gemidos y jadeos en el momento de correrse Ana hizo que se corriera y casi solo le dio tiempo a sacarla del culo de la mujer y correrse sobre su espalda. María se levantó y protestó:

Cabrones, os habéis corrido vosotros y ahora me toca a mi.

Ana entonces, después de levantarse, se abrazó a la otra mujer y se besaron y acariciaron dando lugar a una imagen mezcla de ternura y picardía. Ana fue haciendo que la chica se tumbase en el suelo boca arriba. Era el suelo del baño, aunque limpio, era el suelo del baño y estaba frio pero María lo hizo.

Ahora Ana se puso tumbada ella encima con la cabeza sobre el coño de María y con los dedos la penetró y jugó con su lengua en su pubis, sus muslos y su coño. Aitor se arrodilló frente al coño de María. Tenía rastros de semen en su polla y la metió de una sola vez en la boca de Ana que comenzó a mamársela y a lamerla hasta que estuvo dura de nuevo.

Entonces penetró vaginalmente a María  a la vez que Ana lamía el clítoris de María y cuando Aitor sacaba la polla del coño también la polla. Aitor follaba el coño de María cada vez más fuerte, jugaba con los pechos de la chica y a veces jugaba con el culo de Ana. Aitor no aguantaba más y las avisó y ellas se arrodillaron y cada una por un lado lamió la polla y se introdujeron los huevos del hombre hasta que él estalló en un gran chorro que mojó sus caras.

Ahora los tres quedaron satisfechos. Se lavaron los tres y vistieron y subieron al despacho para descansar un poco.

María tomó la palabra.

Joder chicos, no esperaba que fuerais tan fogosos ni que estuvierais liados y que tú Ana te gustaran también las mujeres.

Respondió Ana:

La verdad es que no estamos juntos, lo de hoy ha sido la primera vez pero le he visto ahí orinando y con ese culito me ha pillado cachonda y he tomado lo que me ha apetecido. Sobre lo de las mujeres, no me esperaba que nos pillases y menos que entrases así. Nunca había pensado en hacerlo con una mujer pero estaba a mil y cuando me has besado me he dejado llevar. Y joder Aitor como embestías el culo de María pero con ese culo no me extraña.

Es el mejor culo que he visto en mucho tiempo y si me ha sorprendido que María entrase y te besase Ana pero me ha encantado.----- respondió Aitor.

Ahora os desvelaré porque he besado a Ana, aparte porque me resulta atractiva y morbosa es que porque para el sexo también me gustan las mujeres, me introdujo mi ex y ahora con el chico que estoy también le gusta hacer tríos etc. Así que si os animáis nos juntamos los cuatro pero tengo que advertir una cosa y es que él te querrá penetrar así que no sé.--- dijo María.

Si es por repetir con vosotras ningún problema---- Respondió Aitor.

Pues repetiremos, un día os invito a casa y jugamos los 4--- prometió María.

Quedaron en repetir y se marcharon divertidos a casa.

Este relato es imaginario pero si queréis podéis escribirme, de hecho lo deseo a :

Picante100@hotmail.com