De resfrío en casa

Historia de cómo el sexo virtual puede dar mucha satisfacción

Cómo ya he contado me gusta darme placer. Muchas veces mirando o leyendo a dos mujeres. Pero también me gusta hablar y tener sexo virtual.

Era una mañana que había faltado al trabajo porque no me sentía nada bien. El médico vino y me prescribió 72hs. de reposo. Pasado un día ya me encontraba mucho mejor así que decidí hacerme un perfil en las apps para conocer gente. Definí no poner ninguna fotografía que expusiera mi rostro así que no contaba con que mucha gente me diera el ansiado crush. Estuve un rato por la mañana mirando perfiles no había mucho interesante hasta que llego él.

Empezamos a hablar con total honestidad. Tenías unos años más que yo y estaba separado. En ese momento yo estaba en pareja pero algo pasaba ahí porque a los 20 minutos estábamos hablando de libros y contándonos cosas como si nos conociéramos.

Muchas veces había ido en busca de sexo virtual por otros medios  pero nunca había pegado tanta onda con alguien. Paso que al final del día seguíamos hablando y no cruzábamos una conversación subida de tono. Intercambiamos mails Termine el día totalmente en una nube. A la noche tuve que tocarme porque tenía los ratones con aquel muchacho que me masticaban la cabeza. Al día siguiente temprano le hablé. El estaba trabajando, todo muy cordial y estimulante intelectualmente hasta que le pregunté cuando había tenido sexo por última vez. Me empezó a contar sus últimas experiencias hasta que le dije que me estaba mojando un poco y me daban envidia esas mujeres a las que me contaba tanto placer les había dado. La verdad es que mi tanguita estaba completamente mojada (eso me lo guarde). Me pidió el celular y se lo pase sin pensar en ningún tipo de consecuencia. Seguimos hablando por WhatsApp y sin darme cuenta en algún momento yo estaba sacándome fotos con lencería erotica. Sin que me lo pidiera se las pase. Le gustaron, me contó que estaba con una ereccion. Pufff más me ponía y yo no paraba de pasarle más y más . Estuvimos hablando y jugando con fotos de los dos lados hasta que se fue a la casa. Era temprano aún y yo tenía tiempo. Fue ahí cuando empezamos el jueguito virtual .

Que vos que me harías y que te haría yo…

Hasta que se corto y me hizo imaginar que estábamos en el cine a oscuras con poca gente. Me llamo y empezamos a vernos. Yo tenía unas calzas y una camiseta. Puse la cámara enfrente mío y obedecí todo lo que siguió. Hablamos en voz baja que la película era aburrida y me pregunto si quería entretenerme mientras. Entonces me dijo tu mano es mi mano te voy a tocar hasta que me pidas que pare . Empeza tocándote las tetas por abajo de esa camiseta acarícialas con una mano en círculos, no te toques los pezones. Redondea las aureolas y solo presiónalas un poquito. Literalmente hervía y estaba amando que me vea en ese estado. Me hizo subir la camiseta para verme y me pregunto si podía ponerse cómodo también. Se quitó el pantalón y lo vi totalmente parado por encima de sus boxers. Me pidió que me tocara ahora si los pezones que me pasara la palma de mi mano y que con la otra me empezara a masajear mi sexo. Que esa mano era la de él en ese cine y nadie nos veía ni se daba cuenta. Sacó su pene y empezó a masajearlo mientras yo me tocaba con la mitad de mi ropa . Me excitaba verlo así de duro y le dije que iba a meterme la mano . La idea le pareció fantástica. Jugaba con mi mano ya sobre mi concha totalmente mojada. Y el me decía que seguíamos en el cine y mi mano era la suya . Pronto vi que su mano iba mucho más rápido y más me exite. Me pedía que no me metiera ningún dedo solo que me masajeará y yo me sentía, lo miraba y más y más me ponía. Seguimos jugueteando así hasta que me cambio el escenario de pronto. Y ya no estábamos en el cine estábamos en casa y había vuelto de su trabajo con ganas así que llego me saco la ropa y en la cocina me empezó a tocar. Me pidió que me pusiera en cuatro y que me acaricie despacito sobre donde me iba a entrar su pene. Que me metiera un dedo, después dos … no llego a decirme tres porque comencé a meterme los cuatro y mi cuerpo se movía desenfrenadamente. Lo vi a el que volvió a subir su velocidad de masturbacion. Me estaba enloqueciendo y empecé a gritar de placer . Me pedía que le de todo y que siga haciendo lo mismo, sentía como mis tetas se movían duras al ritmo de esa mano que no me pertenecía. Finalmente le pedí que parara que no podía más , necesitaba acabar pero me lo nego, y me dijo: dos palmaditas en ese culo redondo. Cuando me las di fue peor . Empecé a rogarle y me sugirió que pusiera presión sobre el agujerito del culo mientras me tocaba con las manos . Cómo hacerlo en esa pose? Imposible pero me di vueltas se quedo observando mi espalda, mi pelo que caía y mi destreza con las manos. Apoye fuerte un dedo sin meterlo dentro del culo y seguía con la otra mano en la concha. Fue solo empezar a hacerlo y mi cuerpo comenzó a temblar de placer, era incontrolable . Entonces me dispuse apuntando mi culo y mi vagina  a la pantalla directamente extasiada de placer con que me vieran y me pudieran hacer todo esto y seguí con una mano que me revolvía toda la concha y metiendo presión sobre el ano con un dedo y fue tan enorme el placer que hasta hice entrar un dedo de cómo se lubricó ese culo. Me extasiaba tanto que me esté mirando que le pedía que me contara todo lo que le causaba en su pene mi reacción tan desenfrenada. Estuvimos hablando mientras el seguía diciéndome que esa mano y ese dedo eran los suyos y realmente pude sentirlo. Creo qué al tercer orgasmo el se derramó y yo lamí la pantalla con las piernas temblorosas ya.

Ese iba a ser el primer encuentro virtual que tuviéramos.