De regreso volver a creer 10

De regreso

Evité la sonrisa al escuchar lo que Melissa me acababa de decir, me causaba mucha felicidad y tranquilidad saber que por fin de ese tipo que tanto le había dañado la vida aunque la tristeza que reflejaba en sus ojos era demasiada que no aguanté mas y la abracé y ella no pudo evitar llorar.

Daniela puso su mano en mi hombro mientras yo seguía consolando a Melissa y me dijo que me fuera con ella y eso hice, pasé mi brazo por los hombros de Melissa y me la llave a mi coche.

Al subir al coche sus lágrimas solo corrían por sus mejillas en un llanto silencioso y me miraba fijamente.

–Fabiola.. no es necesario que estés aquí consolándome debes ir a festejar esto es algo muy importante para ti –Dijo limpiando sus lágrimas

–Nada es mas importante que tu —Dije tomando su mano y dandole un suave beso

Soltó lentamente mi mano y miró por la ventana del coche, sentí una leve punzada al sentir su rechazo y traté de arreglar lo que había dicho.

–Quiero decir.. eres mi amiga y debo estar contigo en momentos así –dije con una sonrisa triste –para eso somos las amigas no?

–Claro.. gracias Fabiola eres una excelente amiga –dijo mas tranquila

–Me lo han dicho algunas veces –Sonreímos –Quieres ir a mi departamento para hablar?

–Si vamos.

Maneje en silencio y ella solo iba perdida en sus pensamientos sin decir ninguna palabra y yo decidí no molestarla con mis tonterías.

Al llegar a mi departamento entramos y ella veía todo con mucha curiosidad nunca había entrado solo habíamos salido a restaurantes y a bares por lo que nunca había visto mi hogar.

–Me encanta tu departamento tienes buenos gustos–Dijo sentándose en el sofá

–Si bueno todo se lo debo a mi mamá ya sabes como pueden llegar a ser las madres –Dije con fastidio fingido

–Es genial –Sonrió y de un momento a otro la tristeza de hace unos minutos atrás regresó a sus ojos y los opacó de una manera alarmante.

–Que ha pasado Melissa –Pregunté sentándome a su lado y tomando sus manos

–Ya no soy suficiente y desde que ella regresó a la ciudad y a la empresa su comportamiento empeoró conmigo –Dijo cubriendo su rostro

–Ella quien?? – Pregunté confundida

–Mi ex mejor amiga –hizo un silencio –Su ex novia

Un silencio inundó el lugar y ella suspiró audiblemente..

–Ella era mi mejor amiga hasta que yo caí en el juego se Arturo y me enamoré como una idiota y fuimos unos malditos con ella, es una chica increíble y yo le fallé de la peor manera –Dijo llorando –No te imaginas cuanto me arrepiento ni cuanto la extraño.

Se abrazó a mi y yo solo pude corresponder a su abrazo y procesar lo que me acababa de decir.

–Tranquila, ahora yo estoy aquí contigo y no te dejaré sola te lo prometo.

El abrazo duró unos minutos y cuando estuvo tranquila regresó a su lugar.

–Hace días me di cuenta que le estaba robando a la empresa de mi padre y ya estoy cansada Fabiola, no se cansa de humillarme y de decir que no valgo nada para el... de que sirve estar con alguien que no te ama?

–Bueno.. si esa es tu decisión final cuenta con mi ayuda y mi apoyo en todo lo que sea necesario.

–Gracias Faby sabia que no me dejarías sola en esto –Dijo sonriendo mas tranquila

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Los días pasaron y comenzamos con el divorcio de Melissa desde Madrid porque ella sabía que no estaba lista para regresar a Mexico y aceptó mi condición de llevar el caso desde acá.

No teníamos idea de que era lo que tenía en mente Arturo porque las condiciones del divorcio solo fueron discreción y un mes para conseguir un lugar donde vivir.

Melissa era muy confiada y pensaba que el solo lo hacía por necesidad pero yo sabía que algo se traía en mente porque no puso ningún pero cuando se le dijo que no recibiría ni un solo centavo de los Alvarez.

Melissa no estaba feliz se veía sumamente triste pero mientras ella seguía en Madrid trataba de hacer que se le olvidara un poco el tema del divorcio.

Mandé el documento a México para que fuera firmado por Arturo que dos días después lo regresó con su firma en el, no había puesto ningún pero y lo mas raro de todo fue que nos pidió muchas veces que no dijéramos nada del divorcio hasta que el consiguiera donde vivir.

Melissa aceptó de mala manera pero ella regresó a México a casa de sus padres a esperar a que se cumpliera el plazo que le había dado a Arturo de un mes.

Melissa estaba demasiado afectada después de firmar el divorcio que cuando se fue ni siquiera me contestaba los mensajes ni las llamadas y eso me ponía muy triste pero decidí respetar su espacio y no volví a insistir mas.

En mi vida todo estaba muy en calma, había decidido tomar un tiempo de descanso antes de ponerme a trabajar al igual que Dany

3 semanas pasaron sumamente rápido y yo me sentía muy nerviosa y no tenía idea del porqué algo en mi pecho me decía que algo no andaba bien hasta que un día mientras yo dormía recibí la llamada del numero de mi madre y contesté rápidamente y me llevé tremenda sorpresa al escuchar a Estela en la otra linea.

–Es necesario que regreses a Mexico.. han herido a tu madre y está muy grave.

No me moleste en colgar la llamada y lancé el teléfono no se a donde lo que hizo un terrible ruido lo cual no me importó tome la primera maleta que vi en mi closet y metí toda la ropa que podia, las lágrimas complicaban todo el trabajo hasta que Daniela llegó a mi lado y me tomó por los hombros a la fuerza.

–Fabiola tranquilízate por Dios que pasa? –Dijo completamente asustada.

–Tengo que ir a México mi madre esta muy grave –Dije llorando

–Respira Fabiola por favor  hagamos todo bien, haz tus maletas y yo haré las mías compraré los boletos

–Absolutamente no, no irás –Dije seria, sabía que si Daniela ponía un pie en México se iba a enterar de mi pasado y no quería perderla.

–No está en discusión Fabiola y me importa una mierda lo que haya en tu pasado yo iré y nunca te dejaré sola.

Se fue azotando la puerta de mi cuarto y me quedé completamente sorprendida de lo bien que me conocía y leía mis pensamientos.

Seguí metiendo mi ropa a la maleta muy rápido, tome mi pasaporte dinero y todo lo necesario. Cuando terminé salí a la sala y Daniela me esperaba junto con Pedro en la puerta con todo y sus maletas.

–Nos vamos? –Preguntó Pedro

Sonreí y me lancé a los brazos de aquellos dos chicos que amaba tanto, rápidamente. Nos fuimos al aeropuerto y tuvimos la fortuna de que el vuelo salía a las 5 am y faltaba solo una hora para eso.

Subimos al avión y las lágrimas me volvieron a invadir no podía imaginarme sin mi madre no otra vez, solo de pensarlo mi pecho dolía demasiado y no podía dejar de llorar al imaginarme lo que pasaría en estas horas de viaje.

Daniela sostenía mi mano y lloraba silenciosamente al verme tan mal, pero nadie tenía idea de lo que estaba sintiendo en ese momento, ya había perdido a mi madre Elizabeth y el dolor fue insoportable y ahora no quería que pasara lo mismo, no quería perder a la persona que mas amaba en el mundo.

Sentía demasiado coraje por haberla dejado sola, sentía que todo esto había sido mi culpa por haberla abandonado y solo pensar en mi.

Pasé la mayor parte del viaje llorando y pensando en el miedo que me daba que al llegar a aquel lugar me dieran una mala noticia.

Después de muchas horas de pensar me quedé dormida profundamente y desperté cuando acabábamos de aterrizar y yo prácticamente corrí junto a los chicos, fuimos por nuestra maleta y subimos a un taxi rumbo al hospital donde según estaba mi madre.

Al entrar la sala estaba llena de personas cuidando el lugar obviamente trabajadores de mi madre pero eso nadie lo sabía solo yo y los que conocían a mi madre, llegué hasta donde estaba lucía quien se veía completamente agotada y al verme corrió a abrazarme y lloró en mis brazos.

–No quiero perderla Fabiola lleva mucho tiempo adentro en cirugía y nadie sale a decirnos nada!!–Dijo llorando de una manera que comprendía perfectamente porque yo estaba igual que ella.

–Todo estará bien Lu, todo estará bien –decía tratando de convencerme yo misma.

En ese momento llegó mi padre mi hermano y mis amigos quienes se habían enterado por Estela.

–Hija Fabiola –Dijo mi padre abrazándome fuertemente después de cuatro años.

–Papá No quiero perder a mi mamá no otra vez –Dije llorando como una niña chiquita.

–No mi amor no pasará nada tranquila todo estará bien.

Todos mis amigos me veían desde una distancia prudente porque sabían perfectamente como me sentía yo y no quería agobiarme mas.

Después de muchos minutos el doctor salió a decirnos la situación de mi madre

–La señora Sandra está muy mal, no lo voy a negar, toda la noche estuvimos haciendo todo lo que esta en nuestras manos pero si sobrevive para mañana sería un milagro, esta muy mal y si los medicamentos no la ayudan creo que nada lo hará.

De un momento a otro mi llanto se fue y mi mirada de tristeza cambió a una mirada completamente de furia y frialdad.

A lo lejos pude ver a Gonzalo y a Estela platicando, caminé hacia ellos ante la mirada de todos al ver mi cambio de animo de un momento a otro.

Me paré justo enfrente de los dos y ellos me miraban sorprendidos por mi cara ellos me conocían perfectamente y sabían que tenía en mente.

–Tenemos al que nos traicionó no te preocupes –Dijo Gonzalo dándome un abrazo del cual me solté

–Donde está quiero verlo –dije viéndolo fijamente.

–Fabiola tranquila déjaselo a ellos –Dijo Estela –Ellos se pueden encargar..

–Como Mierdas quieres que me tranquilice Estela es mi madre la que está ahí –Dije gritando haciendo que todos me vieran lo que no me importó –Quiero que ahora mismo me digas donde tienen a ese hijo de puta para poder matarlo con mis propias manos.

–Fabiola ya! –Dijo mi padre que llegó a mi lado – Estás en un Hospital y hay gente y los estás asustando por favor.

Miré a mi alrededor y me topé con la mirada de Daniela a lo lejos que me miraba con los ojos totalmente abiertos al verme de esa manera, no soporté su mirada sabía que la iba a perder y salí de ahí sin escuchar que a mis espaldas me llamaban.

Corrí hasta el lugar mas solo y alejado y grité con todas mis fuerzas, el dolor que estaba sintiendo era demasiado, el miedo me estaba cegando y no sabía que era capaz de hacer.

–No me la quites Dios –me puse de rodillas y hablé al cielo –por favor no me hagas esto.. no otra vez, si me la quitas no se que que voy a hacer o hasta donde voy a llegar.. o eso es lo que quieres? Que siga por este camino de mierda del que tanto me que ha costado salir? Eso quieres – Grité con coraje sin parar de llorar –No es justo yo eh intentado ser mejor y no lastimar a nadie y a pesar de eso nunca he podido ser feliz.. no te la lleves llévame a mi pero no a ella...

Mi llanto se intensificó y no pude seguir hablando hasta que sentí que alguien se arrodillaba a mi lado y me abrazaba con fuerza.

–Cariño todo estará bien, me mata verte así Fabiola –Dijo Daniela llorando.

–No deberías estar aquí Daniela –Dije separándome de ella y levantándome del piso.

–Eres mi mejor amiga Fabiola y tengo que estar contigo en lo que sea –habló con mucha seguridad.

–No estas segura a mi lado Daniela entiéndelo –le grité

–Crees que no se tu pasado? –Dijo Daniela y la miré –Lo se todo desde el principio y eh estado contigo dándote mi amistad porque se que clase de persona eres Fabiola –dijo soltando unas lágrimas –Eres esa clase de persona que no lo acepta pero siempre se preocupa y da todo por los demás y nunca piensas en ti.. primero ayudas a los demás antes de ayudarte a ti misma

–No.. yo soy una asesina tu no me conoces

–No me importa eso es tu pasado, se que te arrepientes –Me abrazó a la fuerza –No dejes que esa Fabiola opaque a la Fabiola que eres ahora por favor.

–Dany.. –Me aferré a ella y lloré saqué todo lo que estaba sintiendo en ese momento, no había nadie mas en el mundo que me entendiera como ella lo hacía.

Regresé al hospital entre los brazos de Daniela, en esos momentos no tenía las fuerzas par discutir con alguien y solo me senté Con Dany quien me abrazaba como si me estuviera protegiendo de alguien.

Sin querer me quedé dormida y desperté cuando sentí la mano de alguien en mi mejilla, abrí los ojos y aún me encontraba en brazos de Dany pero quien acariciaba mi mejilla era Melissa que me miraba de manera triste al verme en ese estado.

–Melissa que haces aquí –Dije acomodándome en mi asiento

–Yo la llamé –Dijo Daniela con una sonrisa

–Si Dany me contó –Caminó y se sentó en la silla a mi lado. –Como te sientes?

–Me Duele demasiado la cabeza –Dije cubriendo mi rostro –y tengo miedo

–Todo estará bien Faby y pronto conoceré a tu madre –Dijo riendo

–Tan pronto quieres formalizar? –Dije bromeando un poco –ni una cita ni nada tu vas directa.

–Así soy yo. –Dijo guiñándome un ojo y sonriendo ante el logro de haberme hecho sonreír un poco

–Gracias por venir –Dije mirándola fijamente

–No agradezcas nada –Tomó mi mano – para eso somos las amigas no?

–Claro – Sonreí ante la mención de mis propias palabras semanas atrás.

Miré a Daniela quien me miraba con una sonrisa y un brillo en los ojos que siempre veía al verme feliz.

Tomé su mano y le agradecí silenciosamente por haber llamado a Melissa.

A lo lejos vi como Brenda se acercaba poco a poco, se veía con dudas no quería acercarse pero su mirada en Daniela la delató.

Me giré a ver a Dany nuevamente y también veía a Brenda y luego enfocó su mirada en mi y yo solo levanté una ceja esperando una explicación y su cara de terror fue suficiente para dejar de hacerla sufrir.

–Anda Fiera ve por tu presa –Golpe su hombro suavemente – yo estoy bien aquí tengo excelente compañía

–Segura? –preguntó con dudas

–Dale campeona tu puedes ve con ella

Se fue sonriendo a donde estaba Brenda que al ver que Dany se acercaba a ella sonrió ampliamente.

–Lamento no haber respondido tus llamadas Faby –Dijo viendo a todos lados menos a mi.

–No te preocupes yo entiendo

–Aún no estoy bien y me preocupa no poder estarlo nunca –Dijo limpiando una lágrima – Pero bueno no estamos aquí para hablar de mi..

Sonreí y miré el pasillo que seguía lleno de gente, mis amigos y mi familia seguían esperando noticias de mi madre, lucía estaba destrozada no había dejado de llorar ni un solo momento y Estela estaba a su lado tratando de calmarla.

–Tengo mucho miedo de perder a mi madre –Ya lo sufrí una vez.. no quiero que vuelva a pasar Melissa

–Tranquila todo estará bien.. ven acá

Me abrazó y yo me dejé consolar, sus abrazos eran muy reconfortantes y podía sentir al menos un poco de tranquilidad y ella lo notó y se aferró mas a mi y se acomodó para que yo pudiera descansar en sus brazos.

Cerré los ojos disfrutando de la sensación tan cálida, Melissa no tenía ni la mínima idea de lo que había causado en mi en un tiempo record.

El tiempo pasó muy rápido y cuando menos esperé ya estaba amaneciendo, desperté totalmente desorientada y me reincorporé y vi a Melissa dormida en su lugar, revisé la hora y estaban apunto de dar las 7 am. Y había dormido prácticamente toda la noche.

–Mely –Dije acariciando su rostro – Ve a casa por favor ya está amaneciendo y necesitas descansar en un lugar decente –Reí

–Aunque no creas dormí mejor que en mi cama –Sonrió –no me iré hasta tener noticias de tu madre

–No es necesario tu espalda debe de estar matándote después de pasar la noche en esta incomoda banca –Dije apenas.

–Tranquila estoy bien no te preocupes..

Iba a responder cuando el doctor salió de un pasillo y se dirigió directamente a mi.

–Es familiar de la señora Sandra? – me preguntó con seriedad y sentía mis piernas temblar

–Soy su hija doctor...

Inmediatamente sonrió y puso su mano en mi hombro.

–Su madre es fuerte señorita, y acaba de pasar el peligro está evolucionando maravillosamente rápido –Dijo muy feliz

Lo abracé y el solo pudo reír para ese entonces me di cuenta que todos nos estaban rodeando y se abrazaban unos a otros festejando la noticia de que mi madre estaba fuera de peligro y yo a la única que quería abrazar era Melissa que me miraba con lágrimas en los ojos, caminé rápidamente hasta ella y me aferré a ella como si mi vida dependiera de ello.

–Te dije que todo estaría bien guapa –Habló y después dejó varios besos en mi mejilla

–Gracias por estar aquí es muy importante para mi esto de verdad –Me separé un poco de ella y la miré fijamente

–No agradezcas.. tu prometiste no dejarme sola y yo estoy haciendo lo mismo Faby –Me volvió a abrazar. – Ve a descansar ahora que ya sabes que tu madre está bien, lleva a Dany a un hotel y duerman y coman algo..

–Eso haré gracias por preocuparte.. anda ve a tu casa y descansa un poco vale?

–Vale.. nos vemos mas tarde.

Se fue del hospital y me acerqué a Dany que tenía muy mala cara por el sueño que tenía pero seguía sonriendo como solo ella lo sabía hacer. La abracé a mi y besé su frente sabia que amaba cuando hacía eso.

–Vamos a dormir si? –Dije dandole palmadas en la espalda

Salimos de ahí no sin antes hablar con lucía quien no parecía dispuesta a moverse de ahí hasta que la dejaran ver a mi madre. Tomé un taxi a pesar que Gonzalo se ofreció a llevarnos a las dos ya que Pedro se había ido en la madrugada a conseguir un hotel según Daniela.

Pasamos casi toda la mañana descansando y solo despertamos para comer algo y después irnos al hospital de nuevo para poder ver a mi madre.

Mientras íbamos en el taxi rumbo al hospital Dany habló algo seria

–Piensas quedarte en México??

–No lo se Dany no lo he pensado pero supongo que un tiempo –Dije pensando en la posibilidad de quedarme aquí.

–Sabes que no me pienso separar de ti verdad? –Dijo riendo –Si tu te quedas yo me quedaré aquí..

–No tienes que hacer eso Dany se cuanto amas vivir en Madrid y yo no quiero que vengas a México solo por seguirme..

–Y eso lo se Faby pero vivir en Madrid solo es divertido si tu estás ahí –Dijo sonriendo ampliamente –y vivir en México será divertido porque estaremos las dos!!

–Hay que penarlo bien –contesté riendo

–Será genial!

Los quiere fer:)