De regreso a mi pueblo

El regreso a mi pueblo fue lo más excitante que me pudo suceder, comencé a culiar desde que me subí al bus. Son los días más lujuriosos de mi vida...

Respondiendo al pedido de mi hermana, voy al pueblo donde pasé mi infancia y juventud, jamás pensé que serían los días más lujuriosos de mi vida, le di rienda suelta a mis deseos sexuales, de poseer a cuanto hombre se me apareciera proponiéndome culiar.

Tomo el primer bus para la ciudad que está cerca del pueblo de mi mamá, llego y tengo que esperar una hora para que salga el bus hacia el pueblo. Voy a un restaurante a comer algo antes del largo viaje, cuando regreso encuentro un bus destartalado esperando que lo aborde, estaba lleno y tuve que irme hasta el fondo del pasillo en un pequeño compartimiento para carga tuve que acomodarme, al fondo de el estaba un hombre de unos treinta y cinco años, el pasillo se llenó mas de gente y tuve que acercarme más al hombre dejando todo mi culo colocado sobre su verga. Comienza el bus su marcha, mientras salimos de la ciudad todo iba bien, a los dos kilómetros hay que desviarse por un camino en muy mal estado, con el vaivén del bus mis nalgas van rozando la verga del hombre y siento que esta poco a poco va ganando buen tamaño, siento que me toma de la cintura y se aprieta más a mi afirmándose más sobre mis nalgas. Lo dejo pegado contra mi, me está excitando sentir su miembro bien erecto sobre mi trasero, comienza a oscurecer y siento una mano sobre mis tetas, lo dejo acariciármelas, me mete su mano bajo la blusa, siento que estoy llegando a un orgasmo, comienzo a convulsionarme pegada a el. Me arrastra más al fondo del compartimiento y me sube la blusa para mamarme las tetas, me afloja mi pantalón y mete su mano para acariciar mi clítoris y mi vagina, me está poniendo a mil. Se saca su verga y logro observar que es de un buen tamaño, me la coloca en la entrada de mi veterana vagina y comienza a penetrarme poco a poco, me viaja tres veces cuando encienden la luz del interior del bus para recoger los tiquetes del pasaje, me tiene conectada pero para prevenir que nos vean me la saca poco a poco y me acomodo el pantalón y el se acomoda su hermosa verga.

Le pregunto

-Hasta donde viaja usted.

-Al último pueblo del recorrido del bus.

-Yo también voy para allá, terminemos esto cuando lleguemos, para que lo disfrutemos.

-Está bien, mi nombre es Carlos.

-Me llamo Haydee, voy a cuidar la casa de mi madre, la tienen que llevar al hospital y me tengo que hacer cargo de todo en su ausencia.

-Yo voy de visita donde unas amistades, hace tiempo me pidieron que los visitara.

Terminan de recoger los tiquetes y apagan de nuevo la luz del autobús. Me acaricia las nalgas con sus manos poderosas, me atrae hacia el y me besa la boca, el cuello, me come las tetas, me tiene bien mojada la vagina, esperando con ansias que me meta su hermosa verga.

Llegamos al pueblo cerca de las ocho de la noche, pregunta donde viven sus amigos, le dan la dirección. Decide acompañarme primero hasta la casa de mi madre.

-Haydee, déjeme acompañarla hasta su casa, ya es muy noche para que se vaya sola.

-Está bien, está como a diez minutos a pie del centro del pueblo.

Iniciamos el viaje, cuando vamos como a mitad del camino encontramos una casa abandonada y me lleva hasta ahí.

-Quiero que culiemos aquí, puede ser que en su casa no se pueda, y la verdad es que ya esperamos mucho desde que nos vimos en el bus.

-Está bien, Carlos, pero nos hacemos al lado del fondo de la casa, para que no nos vean desde la calle.

Me lleva a la parte trasera de la casa, me aprieta con fuerzas contra el, siento que ya tiene bien erecta su verga, le hago movimientos como si ya me la tuviera metida, lo excito más.

-Déjeme bajarle el pantalón para que culiemos cómodos.

Me los quita y se queda de una vez prendido de mi vagina dando inicio a una buena mamada de clítoris.

-Uuuuuuuuhhhhhh, Caarrrloooossss, quuueeee riiiiiccccooooo.

Me mete su lengua dentro de mi vagina, me tiene bien excitada y me vengo en su boca, dando pequeñas convulsiones mi cuerpo de semejante sensación.

Se incorpora con su verga bien erecta apuntando al cielo, me recuesta a la pared de la casa y con su mano me saca la tanga y acomoda la verga en la entrada de mi veterana vagina.

-Sienta lo que tiene bien excitada, de sentir su hermoso cuerpo desnudo.

Me la va hundiendo poco a poco hasta llenarme toda la vagina, siento que se separan por completo los pliegues, me tiene bien ocupada mi cavidad sexual.

-Disfrutémoslo, Carlos, cógame despacio para que me haga subir al cielo.

Me bombea fuerte y vigoroso, sus penetraciones son bien profundas, me hala de mis nalgas, me las aprieta fuertemente, me esta haciendo llegar a otro orgasmo.

-Sabe que no he preguntado, Haydee.

-Dígame, Carlos. ¿Qué no me ha preguntado?

-¿Es usted casada?

-Si, Carlos, soy casada, pero lo que me importa en este momento es que usted me siga culiando. Lo estoy disfrutando.

-¿Su marido no la satisface?

-No, el no se preocupa por mi, anda con otra mujer con la que tiene una hija.

Me sigue viajando en mi vagina.

-¿Usted tiene hijos? No parece que los tuviera, tiene un cuerpo lindo y hermoso, esas tetas son bien ricas.

-Tengo cuatro hijos. Hago ejercicios para mantenerme en forma, mis tetas les hago unos especiales para que siempre se mantengan firmes.

Me las mama de nuevo, le han gustado.

-Que tetas más hermosas, me encantan.

Dirige su mirada alrededor y encuentra una carreta vieja abandonada, me lleva hasta ahí y saca de su maleta una sábana y la coloca en el piso y me acuesta. Yo le abro bien mis piernas para que el se coloque en medio de ellas y me conecte con su rica verga.

La coloca y me la hunde toda de un solo envión.

-Aaaaaahhhhhhhhh, quuuueeeee deeeeeeliiiiiciiiioooooossssoooooo.

-Siéntala toda adentro.

Me embiste fuertemente, haciendo que mis hermosas tetas reboten, nada mas se escucha.

-Aaaaaaahhhhhh, aaaaahhhhhh, siiiiigggaaaaaa,oooooohhhhhhhhhhh, uuuuuuuhhhhhhhh, no paaareeeeee.

Me tiene bien penetrada, es una nueva verga para mi vagina, siento que comienza a tensar su cuerpo y a hundir más su verga.

-Miiiiii aaaaaamooooooorrrrrr, laaaaa puuuueeedooooo heeeechaaaarrrr deeeeeennntrooooooo?

-Si, démelo todo adeeeeeeennnnntrooooooooooooo.

Siento que su líquido caliente recorre las entrañas de mi vagina.

-Oooooooooooooooooooooohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, aaaaaaahhhhhhhhhhh, que riiicooooooo, Caaarrrrloooossssss.

Me la inunda toda y lo que sobra se resbala por los lados donde me tiene bien metida la verga, mojando sus sábanas.

Cuando me desconecta la vagina, le digo.

-Ay, Carlos, mojamos la sábana.

-No se preocupe, Haydee, así siento ese rico olor de su vagina cuando esté durmiendo esta noche.

Me limpia con ella, mojándola más. Nos ponemos la ropa y continuamos el viaje hacia la casa de mi mamá.

Llegamos y me está esperando mi hermana.

-Estaba preocupada por usted, Haydee, el bus tuvo que haber llegado hace más de hora y media y usted no aparecía.

-Si, me retrasé. El se ofreció a acompañarme por que el camino está muy oscuro y solo, tuvimos que pasar donde unos amigos de el primero para llegar acá. Ese fue mi retraso.

Mi hermana había llamado un taxi, a los pocos minutos llega, Carlos se regresa al pueblo con ella, aprovechando el viaje.

-Hasta mañana, Haydee, gusto en conocerla.

-Hasta mañana, Carlos.

Me quedo sola viendo como se marcha ese hombre que acababa de conocer en el bus y ya había culiado con el. Que buena cogida me dio, es todo un experto, controla bien sus eyaculaciones y logra tener más tiempo en las relaciones sexuales.

Mi hermana me había dicho que habían contratado un muchacho del pueblo hijo de unos amigos para que me ayudara con las cosas del campo. Duermo placenteramente toda la noche.

Por la mañana me levanto solo con una bata sin nada por dentro, estoy sola en la casa y creo que no hay ningún problema andando así, siempre lo hago en mi casa.

Llega cerca de las siete de la mañana un joven buen mozo, bien parecido de cuerpo atlético, siento una extraña sensación en mi vagina al verlo.

-Buenos días, señora. Su hermana me contrató para hacer las labores del campo. Disculpe, me llamo Edgar.

-Hola, me llamo Haydee, mucho gusto.

Le pongo mi mejilla para que me de un beso. El joven se queda titubeante, tembloroso, y me extiende su mano. Se la agarro y lo jalo hacia mi y le beso la mejilla.

-No tenga pena, en la ciudad uno se saluda de beso en la mejilla, veo que aquí no lo hacen.

-No, disculpe, doña Haydee.

-No te preocupes, llámame solo Haydee.

El se marcha para el campo a cuidar los animales y los cultivos que tiene mi mamá.

Me quedo pensando en el joven, me excité al verlo. Estoy pensando en como hago para que el sea mío, pruebe mi vagina, se coma mis tetas. Lo busco en el campo, me acerco sigilosamente hasta donde está el, lo veo de espaldas y veo que está orinando a la orilla de un árbol. Me acerco más por otro lado para que no me vea. Tiene entre sus manos una hermosa verga, es grande y no está excitada. Se me moja la vagina de ver ese hermoso miembro.

Me marcho para la casa pensando que hago para tenerlo desnudo y culiar con el.

Me baño rápidamente y me busco una minifalda y decido ponérmela sin nada por dentro.

Es la hora de almuerzo y el joven llega a la casa ya que mi hermana le indicó que llegara a comer.

-Pase adelante.

Le digo yo.

Le sirvo el almuerzo y a propósito me olvido de su vaso de fresco de frutas que preparé.

-Ay, disculpe, no le he puesto el fresco.

Tomo un vaso y me dirijo hacia la refrigeradora, la abro y me inclino dejando a su vista mi hermoso trasero desnudo para que el lo aprecie, se observa hasta la entrada de mi vagina, mi monte de venus un poco rasurado.

Cuando me vuelvo hacia el, noto que no despegaba la vista de mi trasero.

Le pongo el vaso de fresco y le digo.

-Te gustó lo que viste, puede ser todo tuyo.

-Qqqquuee, queee li li linda que que e e es u u us usted.

Me lo dice tartamudendo.

Me saco mis tetas y se las enseño.

-Esto también puede ser tuyo para que te las comas.

Me acerco a el y veo que está temblando. Pongo mis tetas cerca de su cara.

-No, no, se...se...señora, yo..yo..yo nu...nunca he es...es...tado con u...u...una mu...mu...mujer a...a...así de...de...desnuda.

-Mi amor, te voy a enseñar lo que es una mujer completamente desnuda.

Me quito toda la ropa y Edgar se queda como embobado observándome.

-Es usted muy linda y he...hermosa.

Me le acerco más y lo beso en la boca, está temblando. Ahí donde esta, sentado, le coloco mis tetas en su boca.

-Mámelas, son todas tuyas, te van a gustar.

Comienza a mamar como bebé, me hala el pezón, me lo muerde un poco. Yo comienzo a buscar su gran verga, la atrapo sobre el pantalón, ya la tiene bien erecta, la saco y comienzo a acariciarla, siento como Edgar se pega más a mis tetas cuando se la acaricio.

-Quítese el pantalón.

Me obedece, lo llevo hasta el sofá. Me acuesto y me abro de piernas.

-Colóquese en medio mío y penétreme, yo lo dirijo.

Se coloca y yo agarro su verga, ahora si la observo bien, es larga y bastante gruesa, como para pasar bien entretenida en la casa.

La coloco en la entrada de mi vagina.

-Ahora vaya metiéndola poco poco.

Lo noto un poco brusco y me la hunde toda.

-Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhh, deeeeeeeeessssssssssssssspaaaaaaaaaciiiiiiiiiooooooooo, uuuuuuuuhhhhhhhhhhh, mmmmeeeeeeee paaaaaaaaarrrrrrrrteeeeeeessssssss tooooooodaaaaaaaaaaaaaa. Muévete despacio, metiendo y sacando y verás que rico es.

Poco a poco va cogiendo el ritmo.

-Es mi primera vez. Jamás pensé que fuera así, con una linda y hermosa mujer.

-Sigue culiándome, no pares.

Me bombea por más de cinco minutos, cuando lo escucho que me dice.

-Aaaahhhhhhhh, me orino, doña Haydee, deeeejeeeemmmmeeee saaacaarrrrlaaaa.

-No mi amor, no te vas a orinar dentro de mi, es que ya me vas a echar toda tu leche dentro de mi vagina.

Se tensa y convulsiona cuando comienza a disparármela dentro de mi, me inunda toda, tuvo una acabada larga, tenía bastante material para darme.

-Disculpe, pero no quería orinarme dentro de su rica vagina.

-No, tonto, no te orinaste, fue tu descarga de semen, revíseme y verá como sale tu leche de ahí dentro.

Me desconecta y se queda observando como se salió por mi vagina una buena cantidad de semen.

-Eso fue lo que me diste, lo que me hizo disfrutar esto.

Nos levantamos y me lo llevo al baño. Ahí se le vuelve a parar su verga. Me coloco de espaldas a el y le acerco mi culo, con la mano coloco de nuevo su verga en la entrada de mi vagina y me inclino un poco, el da comienzo a una nueva penetración, me enviste fuertemente.

Solo se escucha en el baño

-Ja, jaaaaaaaa, uuuuuhhhhhhhh, aaaahhhhhhhh, oooohhhhhhh

-Mmmmmmmaaaaaassssssssssss, mmmmmmmmaaaaaasssssss

-Uuuuuuuuuhhhhhhhhh, noooooo paaaareeeesssssss.

Siento que de nuevo mi vagina es inundada por un gran torrente de leche, todavía le quedaba bastante.

Me desconecta, bajando por mis piernas un gran hilo de su leche. Nos bañamos juntos y salimos a mudarnos a mi habitación.

-Gracias, doña Haydee, por esta primera vez. No la voy a olvidar nunca.

-Gracias a usted por fijarse en esta veterana mujer.

-Es que usted es muy linda y hermosa.

Me da un gran beso. Se marcha de nuevo para el campo. Quedo contenta y satisfecha. Un nuevo muchachito para mi vagina, me vuelven loca, son vigorosos y me hacen sentir joven.

Por la tarde llega Carlos a visitarme. Va de una vez al grano, me desnuda y comienza a mamarme todas las tetas, mis nalgas, mi vagina, el clítoris. Lo llevo a mi habitación, lo coloco en la cama y me subo a cabalgar su gran verga, la desaparezco toda en mi vagina.

-Ooooohhhh, Carlos que rico que sieeeeeeeeeennnnnnntoooooooo.

Se me olvida que Edgar no se ha ido, cuando escucho que alguien está en la puerta observándome culiar. Le hago señas que se marche a la sala. Me bajo de la verga de Carlos.

-Ya vengo, tengo que despachar al empleado.

Salgo a la sala

-Edgar, yo también lo tengo a el. Ya le di lo suyo.

-Si, está bien, mañana regreso.

Lo beso en la boca.

-Lindo, me tienes que compartir, lo tienes que entender, no soy de un solo hombre. No puedo estar con uno solo.

Se marcha y regreso a mi habitación a seguir culiando. Me vuelvo a subir en la verga de Carlos, la desaparezco toda dentro de mi vagina. El comienza a masajearme las tetas y se levanta un poco para darme una buena mamada. Me abrazo fuerte contra el y así logramos cambiar de posición, ahora el me embiste con fuerza. Me hace gemir.

-Uuuuuuuuuhhhhhhh, uuuuuuuhhhhhhhh, oooohhhhhhhhhh, noooooooooooo paaaaaaaareeeeeeeeeeeeeessssssssssssss.

Estoy llegando al orgasmo y siento que el también está a punto de eyacular. Acabamos juntos en medio de un mar de gritos, gemidos y suspiros.

Se queda quieto sobre mi.

-Carlos ¿sabe que no me ha dicho?

-¿Qué, Haydee?

-¿Es usted casado?

-Si, soy casado, pero mi mujer me abandonó. Se fue con otro hombre hace como dos meses. Desde entonces no he tenido mujer.

-¿Porque ha aguantado tanto?

-Esperando una mujer linda y hermosa como usted.

Nos besamos.

-Yo no puedo quedarme con usted, tengo mis hijos y mi marido que de vez en cuando me usa.

-Lástima, Haydee, pero estoy enamorado de usted.

-Yo le voy a pedir un favor, no se enamore de mi. Podemos culiar pero no quiero compromisos con usted. No puedo ser solo suya.

Estoy preparando el terreno para que no se obsesione por mi, ya que podríamos tener problemas.

Nos bañamos juntos. Me alisto y bajo al pueblo con el. Visito unas amigas. Me regreso sola pasando frente al único bar del pueblo. Encuentro un grupo de jovencitos. Reconozco a uno de ellos, el hijo de una amiga. Me habla.

-Hola, doña Haydee, que gusto verla por el pueblo.

-Hola Mario, como te ha ido, tu madre está bien?

-Si, doña Haydee, pase y se sienta con nosotros.

Me acomodo junto a el y lo abrazo, es un lindo muchacho, los demás se quedan observando con envidia porque solo a el lo abracé.

Le dice uno de ellos.

-Mario, que envidia, porque no nos presentas a tu linda amiga.

El se sonroja.

-Por que tienen envidia, ella es una amiga de mi madre. Les presento a doña Haydee, ella está de visita en el pueblo.

Les digo

-Hola, gusto en conocerlos, podemos hacer una linda amistad. Yo soy amiga de la mamá de Mario, yo soy de este pueblo. Mi mamá vive en las afueras del pueblo.

Se presentan todos. Al último que se presentó lo molestan.

-El no se llama así, nosotros lo llamamos ¨Tres patas¨, pregúntele a el porque es.

Todos se ríen y el se queda serio sin decir nada. Estoy con la duda acerca de su apodo y dejo las cosas para preguntarle cuando esté solo.

-Vamos a celebrar con nuestra invitada. Cerveza para todos.

Ingresamos al bar y nos acomodamos en el fondo, en la parte más oscura. Llevo siempre abrazado a Mario, el se pega más a mi. Nos sentamos en una sola rueda. Comenzamos a tomar la primer ronda de cerveza. Comenzamos a hablar de lo que hacen en el pueblo. Los voy conociendo, me hablan de sus novias y de esto ¨Tres patas¨ no dice nada. Yo como nunca tomo, al calor de la segunda cerveza comienzo a hablar de temas sexuales, me siento desinhibida.

-Antes de irme de este pueblo, aquí yo perdí mi virginidad. Era un hombre bien guapo, me conquistó, me tenía loca. Un día me llevó a la orilla del río y ahí me culió. Esa primer penetrada nunca la voy a olvidar. El ya no vive aquí, se casó y se fue del pueblo.

-Y quien era ese dichoso?

-El se hizo profesor y se fue.

Algunos de ellos si habían tenido experiencia con sus novias. ¨Tres patas¨ fue el último en hablar.

-Yo tuve una novia, cuando iba a tener mi primer relación no dejó que la penetrara, porque le podía hacer daño con mi verga. Terminamos, lo he hecho con una mujer que visita el pueblo y el dueño del bar le alquila una cabina para que ella trabaje ahí. Pero como ella cobra solo una vez he venido. Por su experiencia si se la pude meter.

Le digo

-No seas exagerado, las mujeres podemos tener relaciones con cualquiera, es solo ir acomodando las cosas poco a poco.

Me acerco a ¨Tres patas¨ y lo abrazo, pegando mis tetas contra el

-No te preocupes, ya vas a encontrar una mujer que te satisfaga.

Lo beso en la boca, me agarra de mi trasero y me pega a su gran bulto, siento que se le está poniendo duro.

-¨Tres patas¨, aprovechado.

Le gritan sus amigos.

Lo dejo que siga y me saca las tetas para comenzar a mamarlas. Me está poniendo bien mojada mi vagina. Los compañeros no despegan la vista de lo que está sucediendo, también están excitados.

-Tengan cuidado, los pueden observar desde la barra.

-Vamos a mi casa, estoy sola.

Me lo llevo, los demás se quedan solo con lo que pudieron ver. Llegamos a mi casa y lo paso a mi habitación. Estaba dándome la espalda a y con decisión impetuosa, me despojé de mis ropas y quedé tan desnuda como cuando vine al mundo, pero mucho más maravillosa, porque a mis 45 años mi cuerpo era tan perfecto como lo podría haber sido el de la misma diosa Afrodita. Llamé tímidamente a ¨Tres patas¨, quien al voltear y verme desnuda lanzó una exclamación de sorpresa

-Que linda y hermosa es usted, doña Haydee

A mi esa frase, y la manera en que ¨Tres patas¨ la dijo, me pareció deliciosa. Era justo lo que necesitaba para perder toda inhibición, decidida como estaba a conocer la gran verga de ¨Tres patas¨.

Yo me sentía conmovida y excitada. Me acerqué a él, y soplando en su oido, pegando mis hermosísimos senos a su cuerpo, le musité que lo que más quería conocer era esa gran verga que decían que portaba. Al pobre muchacho le temblaban las piernas, mientras yo lo acariciaba lentamente, sintiendo la dureza de los músculos de su espalda y de sus brazos. ¨Tres patas¨ murmuraba:

-Doña Haydee, qué se busca, con mi gran verga le puedo hacer mucho daño a su vagina.

Yo estaba extasiada. El olor que emanaba ¨Tres patas¨ era un olor distinto al de todos los hombres que yo había probado. De repente, sentí cómo el enorme bulto de ¨Tres patas¨ comenzó a cobrar vida… lo sentí en mi entrepierna… ¡Por Dios que era eso algo tremendo! Llevé la mano ahí y quedé todavía más sorprendida… ¡Era impresionante, deliciosamente impresionante! Las piernas de ¨Tres patas¨ seguían temblando, pero su verga descomunal seguía creciendo, lleno de nueva vida, pensé que si lo había hecho con mi externo también podía hacerlo con el, mi vagina se adapta bien al gran tamaño de las vergas, esa era una cualidad que había descubierto en mi..

-Doña Haydee… qué hace usted… no se burle usted de mí.

Le juré al oído que no me burlaba de él, mientras seguía acariciándole la gigantesca verga, que no paraba de crecer, lo que me tenía desconcertada, y hasta ligeramente atemorizada, pues al sentirla, yo no sabía si podría aguantarla, así de grande era.

Como pude, hice que ¨Tres patas¨ se acostara en la cama, y, aunque se dejaba hacer, no dejaba de murmurar:

-Doña Haydee… qué es lo que está usted haciendo… no está bien… qué va a decir su marido.

Mientras, yo ya lo había despojado de sus pantalones, y ahí estaba… ¡Ese verga era la cosa más grande que yo había visto en mi vida! Sentí una enorme necesidad de mamarlo, como nunca antes me había sucedido en mi vida.

Su glande apenas cabía en mi boca… y palpitaba impetuoso, como si fuera un animal vivo, independiente del muchacho; como si tuviera vida propia… y el olor que emanaba… jamás había probado algo más delicioso. Lo recorría con la lengua y los labios de abajo a arriba, de arriba abajo, como comiéndome un helado, en una sinfonía erótica que me enloquecía y que enloquecía también a ¨Tres patas¨, que gruñía como oso, como jaguar, como fiera en celo, con su verga descomunal entrando y saliendo de mi boca. Lo mamé y lo mamé, hasta que esa enorme verga casi gruñía por sí mismo y comenzó a palpitar, como si estuviera sucediendo un terremoto. Una impetuosa descarga de semen me inundó toda la boca… era increíble… nadie, en toda la vida y mi experiencia se había venido así de esa manera.

Pero ni con esa tremenda venida la verga se rindió; cierto es que disminuyó un tanto su original dureza, pero ahí estaba, erguido y palpitante, esperando la culminación de la batalla. Los ojos de ¨Tres patas¨ brillaban ahora lúbricos y lujuriosos… mi vagina chorreaba anhelosa, a raudales, exigiéndole su sacrificio.

¨Tres patas¨ no aguantó más y tomó ahora la iniciativa; con una rara mezcla de rudeza y amabilidad, me volteó, me puso en cuatro patas y comenzó a penetrarme por detrás, dirigiendo esa punta gigantesca directo a mi vagina… El dolor que sentí al ser penetrada era horriblemente placentero… era como ser poseída por un burro. ¨Tres patas¨ actuaba como un fauno mitológico… estaba plenamente conciente de su dominio, del enorme poder de su gran verga, que poco a poco, me iba penetrando distendiendo al máximo todos los músculos de mi vagina.

Jamás, jamás, jamás, había sufrido y disfrutado algo igual… el joven era un brujo, una bestia, un hechicero, venido de otra dimensión o de otro mundo. Ambos resoplábamos, gruñíamos, gemíamos y sudábamos a chorros. Yo sentía mi vagina llena al máximo… sentía que la iba a reventar, a destrozar, pero estaba encantada con esa mezcla de sensaciones… La intensidad del placer era infinita… la dimensión del tiempo se había borrado, de verdad que me sentía como una yegua que estaba siendo culiada por un burro. ¨Tres patas¨ bufaba y gruñía… Yo aullaba de dolor y placer entremezclados… el ritmo de sus movimientos se intensificaban y se precipitaba al desenlace. Las manos de ¨Tres patas¨ apretaban con sabia fuerza mis tetas y mis pezones, que estaban tan duros, que parecían a punto de estallar… Me mordía en la nuca, me daba sabias nalgadas… y ambos gruñíamos… hasta que por fin, llegó lo inevitable, aunque a mi me hubiera gustado que nunca llegara… ambos estallamos en un orgasmo simultáneo, apoteótico, único, más universal que el universo mismo. Nunca había sentido tal luminosidad, tal conjunto de sensaciones únicas e inenarrables… era como estar en medio de una erupción… ambos quedamos exhaustos y abatidos. Mi vagina emanaba semen por todos lados a pesar de que todavía me tenía conectada la verga, todavía le había quedado bastante a pesar de que ya había tenido una eyaculación en mi boca.

Yo no quise volver a ver a ¨Tres patas¨, solo sentí un plof cuando me sacó su verga y mi vagina quedó palpitante, me sentía cansada, era la primer vez que quedaba rendida ante un hombre, ni se despidió de mi cuando se marcho. Sabía que si lo volvía a ver, nunca jamás saldría ya de ese pueblo.

Descansé toda la noche, pasé en mi casa todo el día, no salí a ningún lado ni por la noche, necesitaba recuperarme después de la buena cogida que me dio ¨ Tres patas¨. Al día siguiente me levanté tarde de la mañana, Me sentía cansada, me bañé y desayuné quedándome todo el día desnuda en la casa. Por la noche fui de nuevo al pueblo, me encontré al grupo de jóvenes frente al bar.

-Hola, donde está ¨Tres patas¨.

Me contesta Mario.

-Se fue del pueblo en la mañana, dijo que se iba para la capital en busca de un sueño que aquí nunca lo podrá alcanzar.

Me dejó pensativa, se fue huyendo de mi, el quería que fuera solo de el, por mi naturaleza yo no puedo ser de un solo hombre, casi me estaba convirtiendo en la puta que visita el pueblo.

Continuará

Haydee.