De regreso a México (capítulo 6)
Besos
Roberto se acercó a ayudarme con las carnes, preparé algunas tortillas con queso y trozos de chistorra ya asada, las coloqué en el asador para que el queso se fundiera y la tortilla se convirtiera en tostada.
Bebí un poco de cerveza mientras volteaba los trozos de carne. Alexa comenzó a servir y Luna bebía mientras platicaba con Lisa y Roberto, me senté a comer frente a Luna solo por joderla, quería que me viera.
Comencé a comer entre risas y platica animada, de vez en cuando miraba a Luna, le sonreía descaradamente tratando que nade más me viera.
Cuando la comida terminó, me decidí a tener una plática con Luna, le pedí que diéramos un paseo por los alrededores y no muy convencida aceptó. Caminamos en silencio algunos metros, después me senté al pie de un árbol cuando ya estaba so fuera de la vista de los chicos, Luna hizo lo mismo a mi lado.
-¿sabes? Me descolocas- comencé- y es que tal vez para ti sea muy común lo que haces, pero dale que me siento extraña...
-¿yo te descoloco?- me interrumpió.
-si- dude un momento - pero dale que no es para que te crezcas- dije invitándola a sentarse a mi lado.
Cuando por fin se sentó a mi lado, la mire fijo a los ojos, sus hermosos ojos brillaban más que en otras ocasiones, lentamente me acerqué a su mejilla, tomé un mechón de su cabello que estaba en su cara y lo lleve detrás de su oreja, me acerqué un poco más a su boca y detecte su aliento cerca de mis labios, peligrosamente cerca.
Sentí algo más, algo se movió en mi interior, algo pasaba en mi vientre, me dejé llevar y la besé lentamente, Luna me correspondió suavemente al beso, pasados unos minutos coloque una mano en su mejilla y otra en su cuello, intensificando un poco más el beso. Decidí llegar solo hasta ahí, disfruté el beso lo más que pude, y después nos separamos buscando respirar. La miré directo a los ojos, claro que me encantaba esa mujer, ahora estaba mas que claro.
-Me pongo como una cría cuando estoy contigo- sentía mis mejillas arder.
-mira, quizá en el asilo me empleen para hacer sentir joven a las personas- la miré fijo, me sentía confundida-es broma.
-¿por qué eres así conmigo?- pregunté seria
-¿por qué eres tan fácil de hacer enojar?- me regaló una hermosa sonrisa- me gusta verte desorientada, te miras tan hermosa- esta vez me quedé callada ante su comentario.
A lo lejos escuché rasgueos en una guitarra y supuse que estarían bebiendo y cantando.
-No me enojo, pero no sé cómo reaccionar, a ratos me besas, otros me ignoras y otros más me dejas claro que no te interesa- trate de sincerarme con ella aunque temía si se burlaría o lo tomaría en serio.
-me gusta besarte, me gusta que me beses, me gusta cómo me miras, nadie me había mirado así antes- la sentí sincera.
-Luna, es muy pronto para poder decir que siento algo, o al menos no lo tengo claro, pero me gustas, me gustas cabrón, me encantas- mi respiración se aceleró.
-¿y si te vas y me quedo aquí con el alma dividida?- la miré, sus hermosos ojos brillaban con gran intensidad, sentía que su mirada me quemaba.
-No planeo irme pronto de aquí, ni planeo que las cosas salgan mal contigo, quizá se pueda dar algo, quizá no, no lo sé, pero déjame conocerte, déjame saber cómo eres realmente- sus labios sobre los míos me impidieron seguir hablando, la tomé del cuello y me dejé llevar.
Pasaron unos minutos en los que nos besábamos, luego nos separábamos, reíamos y nos volvíamos a besar.
Alexa nos buscó y nos pidió que regresáramos con todos, le dije que solo nos diera unos instantes, empezó a caminar y me acerqué a Luna, le di un corto beso en los labios y me levanté de donde estábamos, le ofrecí mi mano para levantarse y ella la tomó, cuando estuvo de pie me besó y caminó por delante mío.
Las seguí absorta en mis pensamientos, tomé una cerveza y me uní a los chicos, cantamos un par de canciones mirando el atardecer, Luna se acercó al asador para prepararse una salchicha, en seguida me paré tras de ella para ayudarle, a contemple con ansias, la detallé lo más que pude buscando dejar una imagen mental de su belleza.
-Luna- hable mientras ella preparaba su salchicha en el plato- te invito al cine mañana- hable rápido- solo y yo-
-¿en domingo?- me quedé viendo, no entendí su pregunta- me refiero, los domingos son algo íntimo, no sé, algo muy tranquilo- exprimió un limón sobre su salchicha -¿qué película veremos?-
-¿eso es un sí?- trate de mantenerme seria.
-Eso creo- acto seguido mordió su salchicha.
La música seguía sonando, ahora me sentía ansiosa por estar a solas con ella al día siguiente, quería acelerar el tiempo. Luna recibió un mensaje de texto, había un problema con un perrito y la estaban esperando, me ofrecí a llevarla a su vas pues Lisa aún no se quería ir, antes de que se bajara de la camioneta y aprovechando la oscuridad le plante un beso en los labios para después verla salir, entró de inmediato a su casa. Regresé con los chicos y cerca de las 10 pm nos retiramos, al llegar a la casa, Alexa comenzó con su interrogatorio.
Terminamos bebiendo en mi habitación, le conté lo sucedido y me dijo que le alegraba mucho, esperaba que todo saliera bien, yo también lo deseaba. Nos quedamos dormidas, por la mañana me levante y me di un baño rápido, Alexa se baño después de mí y bajamos a desayunar juntas, estábamos con una hermosa resaca en pleno inicio de primavera, el calor en esa zona ya era abrumante. Alexa se retiró para acomodar sus cosas para volver a clases, por mi parte me fui a mi habitación, escogí un vestido corto, deje mi cabello suelto y me puse zapatos de piso, me maquille ligeramente, me llego un mensaje de luna después de leerlo mi corazón se aceleró nuevamente, me puse un poco de labial y bajé de nuevo, me despedí de mis abuelos y me subí al auto, me dirigí a la Hacienda de Luna.
Luna abrió la puerta de su casa, me acerqué a ella y deje un beso corto en sus labios, me sonrió descaradamente, sabía que sería un día interesante, mi yo interno regocijaba de placer por lo que sentía, ese cúmulo de sensaciones ya olvidadas hacía tiempo, me recordaban mis aventuras juveniles.
Me tomó de la mano y me condujo hasta la cocina de su casa, prácticamente me aventó contra la pared y me besó, me sentía nerviosa por la presencia de su familia, además, ella tenía el control, otro factor de estrés para mi yo controladora.
Nos separamos y en instantes entro su mamá a la cocina, me sentía como una niña,con tantas emociones juntas. Salude a su mamá y nos deseo buen viaje pues sería casi hora y media de viaje, detalle a Luna, traía un vestido un poco más corto que el mío, rojo,
No pude evitar recorrerla de pies a cabeza mientras ella hablaba con si madre, después salimos de ahí y nos subimos al coche.
-Me gusta tu vestido- la escuché decir mientras arrancaba el auto- te va muy bien el azul- descaradamente se giró para observarme, me puse un tanto nerviosa.
-¿Me mirarás todo el camino?- no me incomodaba, pero podría chocar por mis nervios de punta
-Sí, quiero ver tus reacciones al conducir, quiero conocerte más a fondo- tenía una increíble habilidad para hacer con las personas lo que quería.
Puse música y me dispuse a dejarla observarme, podía con eso. Su mirada sobre mi piel me ponía, además, quería ver hasta dónde podíamos llegar. El camino fue ameno, contábamos juntas, de vez en cuando me pasaba una mano por la pierna y yo dejaba de respirar, eso la mataba de risa. Llegando al primer semáforo para entrar a la ciudad, se acercó y me plantó un delicioso beso que terminó hasta que los autos de atrás comenzaron a sonar el claxon, nos separamos y la sensación era alucinante, me miraba y me sonreía coquetamente, le devolvía la sonrisa y en los siguientes semáforos hicimos lo mismo, pretendí que en todos me tocara luz roja y en automático nos acercábamos a besarnos, sonreíamos y nos mirábamos en silencio, era mágica esa conexión.
Al llegar al cine mi temperatura estaba por los cielos, cuando llegamos a la taquilla me pose detrás de ella y le di un beso en el cuello mientras pedía los boletos, ella eligió la película sin siquiera consultármelo, me gustaba, me fascinaba cuando ella tomaba el control, quizá era cierto y su faceta de timidez es solo un escudo para no dejar entrar a las personas en su vida.
Compramos palomitas, dulces y frappes, nos fuimos a la sala y nos sentamos, aun no había gente, aproveche para besarla y esta vez era yo quien quería volverla loca, acomode la charola que me toco llevar en la butaca al lado de la mía y ella hizo lo mismo con la charola que le tocó llevar.
La película comenzó y me limité a darle algunos besos, cuando salimos del cine le propuse ir a comer y me sugirió que fuéramos a un parque, nos sentamos en una pequeña banca y conversamos sobre la vida de cada una, sus metas, mis sueños, fueron casi dos horas de conversación, después fuimos a cenar y luego nos regresamos al pueblo, la lleve a su casa y antes de que se bajara le di un beso en la comisura de los labios. Llegue a la Hacienda y me enteré que Alexa ya se había ido, me fui a mi habitación y encendí la música en mi iPod, pensé en todo lo que había sucedido ese fin de semana, finalmente concluí que Luna era una niña hermosa pero muy loca.
Me quede dormida anhelando que no fuera un sueño, y sobre todo que Luna no amaneciera ignorándome nuevamente.
Perdón por éste capítulo tan corto, he tenido demasiadas ocupaciones entre la universidad y el trabajo, en serio gracias por sus mensajes, emails, etc. He tratado de responder a todos. No quise sólo ponerme a escribir, siento que debía salir de mi corazón este capítulo, y aunque me hubiera gustado enviarlo más grande, me hubiera tardado más. No me culpen, prometo que de este mes no pasa el nuevo :3
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donde aparecen los capítulos más rápido gracias a que no tienen que esperar por ser revisados.
Estaré actualizando más rápido ahí.
Clauxs