De regreso a Méxic (capítulo 3)

Ileana es una joven mexicana que por cuestiones del destino vivió en Coruña por siete años, tras una decepción amorosa decide volver a México, sin embargo no cuenta con la existencia de Luna, una chica que pondrá su vida de cabeza y la hará dudar entre lo que siente por ella y lo sintió por Lucía.

Estaba parada fuera del centro comercial, a escasos dos metros de la puerta, llevaba un vestido corto, zapatillas de piso y el cabello suelto.

-¡ay cabrón!- Alexa se paró en seco -mira dónde la viniste a encontrar... ¿quieres que nos vayamos?- me preguntó mientras miraba fijo a Luna.

-No- respondí muy segura -¿te pido un favor?- comencé a caminar- ten- le di una hoja doblada- empieza a comprar lo que mis abuelos encargaron- me adelanté uno pasos a Alexa- te alcanzo ¿vale?- me fui sin dejar que me respondiera.

Camine los 10 metros que me faltaba hacia Lona mientras ella estaba escribiendo algo en su celular. De reojo vi que Alexa pasaba hacia la puerta observando todo.

-Hola Luna- traté de hablar de forma tranquila- Luna giró en seguida para mirarme.

-Ileana- pronunció sorprendida- qué gusto- bloqueo su celular y lo guardo en su bolso- ¿qué haces acá?-

-eh...-toda intención de reclamarle por no verle se había ido, me quede como un cachorrito indefenso- ocupo una cosas- logré balbucear- ¿y tú?- la miré directo a los ojos esperando respuesta.

-Estoy comprando algunas cosas, pondré mi consultorio y necesito llevar lo necesario- sonrió

-Luna, necesitaba hablarte, estuve buscándote y no dabas señales de vida- dije desconcertada.

-Lo siento, desde ayer mis papás están aquí, estamos con lo del consultorio y bueno Lisa quiere poner una pequeña clínica, están checando cómo hacerlo- me descolocaba su forma tan tranquila de explicarme las cosas.

-Dale me preocupé un poco, pero qué bueno que todo bien...-no sabía si seguir- Luna, lo que pasó en la Hacienda hace algunos días...-

-Ileana, no pasó nada- me interrumpió, y ahora sí mi corazón cayó al piso.

-Luna- trate de inhalar de forma pausada.

-Ileana, no pasó nada- me miraba a lo ojos- podemos repetirlo cuando gustes- no cabe duda que esta mujer hace que me tiemble hasta el cabello.

-Te refieres a...-mi mente requería aclarar, deseaba más de sus besos.

-Me refiero- dijo pausadamente- a qué podemos vernos, decidir si miramos otra película o hacer algo más...-dudó- y al final puedes robarme un beso como en la secundaria- Sonrío tiernamente

Me quedé sin habla, no sabía cómo interpretar aquello que acababa de escuchar, no sabia si era una invitación a besarla o una advertencia para no hacerlo más.

-¿estás bien?- me preguntó un poco más seria- si quieres podemos omitir lo del beso...- su mirada trataba de descifrar la mía

-O podemos evitar la película- dije relajando mis músculos, esperaba una cachetada o algo así-

-Bueno- sonrió ampliamente mirando hacia su derecha-veremos qué pasa, me tengo que ir- se acercó a darme un beso y lo volví a hacer, me giré para que fuera en los labios, solo que esta vez al separarnos nos miramos fijo-

-¿me darías tu número de móvil?- dije con la respiración entre cortada-

-claro- espero a que tomara mi móvil recién comprado y lo guardara en él-En la Hacienda no tengo internet, la recepción no es buena, pero puedes enviarme mensajes de texto- me explicaba mientras tecleaba algo en su teléfono.

-Claro, tenlo por seguro- trataba de actuar de forma serena, si ella podía contener toda emoción en este juego, yo también.

-Nos vemos Ileana- me acerqué para darle otro beso, esta vez ambas sabíamos que el beso sería en los labios, justo cuando estaba a unos milímetros de besarle, escuché su nombre-

-Luna, vámonos- ambas giramos, era Lisa.

-Lo dejamos pendiente guapa- guiñé un ojo, salude con la mano a Lisa y me metí en el Centro comercial, me sentía abrumada.

Me tarde en encontrar a Alexa, lo hice de forma consciente, quería relajar mis pensamientos. Tomé algunas botella de vino tinto y espumoso, un poco de pastas, luego encontré a Alexa, deje mis cosas en el carrito y nos fuimos hacia la sección de carnes, llevé algunos cortes, un poco de carnes frías y quesos.

Alexa por su parte llevaba lo que nos habían pedido mis abuelos, salimos y cargamos en la camioneta, dejé las carnes en una hielera junto con una bolsa de hielo que Alexa compró para ese fin.

Nos fuimos a otro centro comercial y esta vez busqué ropa, me compre algunos vestidos cortos, unos shorts, playeras y zapatos. Después fuimos por un helado, ya más calmadas le conté a Alexa lo que había sucedido con Luna, desde luego ella pensaba que estaba jugando con fuego pues no Sabina ciencia cierta si sus reacciones eran positivas en cuanto a mi interés en ella, pero de igual forma Alexa sabía que me la jugaría.

Regresamos por la tarde noche a la Hacienda, le pedí a Alexa que se quedara conmigo, teníamos mucho de que platicar, las anécdotas eran bastantes. Aviso a sus papás y a eso de las 9pm comenzamos a cocinar, Alexa al igual que yo disfrutaba bastante de una buena comida.

Preparamos spaguetti a la boloñesa y de tomar me llevé una botella de vino espumoso, nos fuimos a mi habitación y pusimos un poco de música, ahí si, hablamos de todo.

Pude detectar que Alexa sentía algo más por la chica en cuestión, no era solo un calentón, pero vamos, ella tenía que darse cuenta pos sí sola, le conté con lujo de detalle cada cosa que sucedió con Lucía, como incluso me hacía el amor, eso era algo que le quedaba bien.

Pasaron las horas, bebimos whisky, ron y cerveza, cuando ya estábamos más que ebrias, apostamos una vuelta al rededor de la Hacienda a las 6am la que no se animara a enviarle un mensaje a su chica en cuestión, tomé el celular y comencé a teclear.

"No sé qué pueda suceder mañana, solo sé que hoy eres la mirada más hermosa que haya podido contemplar"

Pulsé enviar y seguí bebiendo, pronto me sentía muy mareada, me quedé dormida sin más.

La luz que entraba por la ventana hizo que mi cuerpo reaccionara de la forma más natural. Cuando abrí los ojos sentí un enorme golpe de luz en los ojos, por instinto los cerré y me llevé las manos a la cara para tapar la entrada de luz.

Cundo mi vista se normalizó, me di cuenta que Alexa estaba al lado mío, ambas estábamos bajo una cobija y Alexa abrazada a mi cuerpo. Cerré los ojos y la abracé, volví a quedarme dormida.

A eso de mediodía entró alguien a la habitación, abrí los ojos y noté que Alexa y yo estábamos abrazadas en pijama. Alexa estaba despertando, en el marco de la puerta estaba Roberto, el hermano de Alexa.

-Chicas, buen día- nos miraba fijo- saben que yo respeto, pero Alexa, ocupamos que firmes unos contratos de la destiladora- ella lo miraba fijo- Dijo mi padre que le vas a ceder las responsabilidades a Ileana- Alexa se separó de mi-

Yo estaba más que dormida, sentía un profundo dolor de cabeza, era la resaca fenomenal que traía. Alexa intentó salir d ella cama pero solo consiguió caer al piso.

-Tienen quince minutos para bajar-la expresión de Roberto era dura- Ileana, bienvenida a casa- Cerró la puerta.

-Al menos me dio la bienvenida- me senté el borde de la cama- ¡yo también te extrañé Rob!- comencé a buscar ropa

-ya cállate y vístete- decía Alexa.

Se metió a bañar y salió en menos de cinco minutos, después me bañé e hice lo mismo, ambas traíamos una resaca enorme, quizá aún ebrias.  Para ese entonces ya me estaba excediendo pues no era común que bebiera, en España a lo mucho bebía una vez por mes.

Bajamos aún adormiladas, mi abuela nos esperaba con comida, antes de ir a las firmas desayunamos.

Luego de la forma de cesión de responsabilidades de la destiladora, y con el entendido que regresé a México para quedarme, nos fuimos a comer al pueblo, caminamos un rato y compramos un helado. Por la tarde regresamos a la Hacienda, subí a mi habitación decidida a armar un restirador que había comprado para instalarlo ahí.

Me recargué en el marco de la puerta al vestidor y analicé dónde lo pondría, del otro lado de la cama había un amplio espacio sin utilizar, de hecho cabía perfectamente un sillón y una mesita de centro. Comencé a armar el mueble y en eso recordé el mensaje que me envié a Luna la noche anterior.

Con calma terminé el restirador, fui hasta el servibar, tomé el teléfono de encima de éste y descubrí que no tenía batería, entonces lo conecté al toma corriente y esperé a que encendiera.

Había un mensaje de Luna, con cierto grado de temor lo abrí.

"Nada se compara con tu voz y el cálido aliento que sale de tu boca"

Una sonrisa amplia se dibujó en mi rostro.

Gracias por los comentarios, también gracias a quienes me contactaron por correo, prometo ya no ausentarme tanto. Gracias también a mis amigos por sus comentarios desde que se estaba gestando esta idea y ahora que revisan la historia antes de ser publicada.

Los invito a leerme también a través de Wattpad  www.wattpad.com/user/ClaudiaGmez968  donde aparecen los capítulos más rápido gracias a que no tienen que esperar por ser revisados. Estaré actualizando más rápido ahí.

Clauxs