De regreso a la puta 4

De la mano del hombre que amaba sigo adelante en ese camino de regreso

Tenía ese sentimiento de frustración al escuchar a Xavier dándome las indicaciones de cómo debía comportarme con su amigo y su novia, y más aún al darme la ropa que me tenía que poner. Una falda de mezclilla muy corta, cubriendo una diminuta tanga de color rojo, sandalias, una blusa rosa muy ajustada, un poco escotada y sin brassiere nuevamente. No entendía que en este tiempo, yo había permitido volver a los mismos patrones de nuestra relación, cuando incluso ya habíamos fantaseado en nuestras relaciones con algún compañero suyo.

A mi niño se lo había llevado mi mamá a una fiesta infantil y se quedaría ese día con ella, por lo cual la cita con Alfonso había sido un poco más tarde que la ocasión anterior, y no había preocupación por el escándalo que pudiéramos hacer.

Alfonso en realidad no me caía mal, me molestaba la actitud de Xavier y pensaba que la de Alfonso era propiciada por mi esposo. Quien si me molestaba era Viviana, me provocaba celos el ver como mi esposo la devoraba con la vista y esos roces entre ellos, los cuales los habían repetido en una reunión a la que habíamos acudido unas dos semanas atrás.

Ese día me apuré a preparar la comida, para evitar estar mucho tiempo con Viviana y sobre todo, tratar de evitar los roces entre mi esposo y ella.

Cuando llegaron, nos saludaron efusivamente, ella venía vestida de la forma que acostumbraba hacerlo, muy provocativa, con faldas cortas ajustadas al igual que sus blusas. Ella tenía en ese entonces 25 años, era morena clara, de mi estatura, aunque se veía más alta con sus zapatos de tacón que siempre acostumbraba usar.

Nos sentamos en la sala a esperar a que se calentara la comida y Alfonso abrió una botella de tequila que había llevado. Nos sirvió a todos y brindamos. Al terminar esa primera copa, nos dispusimos a comer, ayudándome Viviana a servir. Trataba de no mostrarme cortante ni grosera con ella, pues era algo que me había indicado Xavier, y no lo quería hacer enojar. Así que mis molestias cuando Xavier iba a la cocina con cualquier pretexto y se rozaba con Viviana me las tenía que tragar y disimular.

Durante la comida, todo se fue descarando, Xavier y Alfonso hacían bromas y comentaban cosas subidas de tono, seguidos por Viviana, yo trataba de mantenerme indiferente y solo me reía. En ocasiones decía algo presionada por mi esposo. Era una situación un poco incómoda, pero me iba adaptando. Me decía a mi misma que no pasaba nada y que disfrutara la convivencia, así que poco a poco me fui integrando dejando a un lado mi indiferencia. Aunque no podía evitar molestarme cuando Viviana decía algo con alusión a Xavier.

Después de terminar de comer, siguieron los brindis y pasamos nuevamente a la sala. Yo me puse a recoger ayudada por Viviana, mientras los hombres ponían música y seguían platicando. Al regresar con ellos, ya habían abierto otra botella, algo raro, pues no eran de tomar mucho, pero no presté importancia.

Empezó a sonar una canción norteña y Viviana invitó a bailar a Xavier, quien aceptó de inmediato. Alfonso y yo nos quedamos sentados platicando y haciendo bromas de cómo bailaban. No pasaba inadvertido para mí lo pegados que estaban mientras lo hacían, pero trataba de disimular mi malestar. En la siguiente canción, nos paramos los cuatro, cada quien con su pareja y después tomamos un descanso.

Entre brindis y bailes se nos fue pasando el tiempo, hasta que en una de esas, me paré y fui al baño. Al regresar, estaban los tres bailando una canción muy lenta, Viviana en medio de los dos moviéndose muy sensual y ambos acariciándola. Me quedé muda viendo como Xavier pasaba sus manos por las caderas de ella, mientras se le repegaba por detrás, a lo cual ella respondía empujando sus nalgas hacia el dándole besos a Alfonso. Me metí a la cocina y me puse muy molesta a lavar los trastes sucios. No tenía ni un minuto ahí cuando entró Xavier bastante molesto a preguntarme que me pasaba

Que no me pasa nada, le contesté por tercera vez

como que nada, que te pasa a ti, me decía mientras me tomaba por el brazo

que quieres que me pase, si apenas me paré al baño y ya la estabas manoseando!!!!!!!! Me hubiera tardado más y se la hubieran estado cogiendo ahí!!!!!!!!!

Te dije claramente que no quería nada de estas escenas

Y tu sabes lo que me molesta esa pinche vieja sea así

Pues son mis amigos y te aguantas

No, son tus amigos!!!!!!!!!!! Le decía tratando de no gritar

Ok, pero esta es mi casa y los tratas bien, así que sales, pero ya y de buena cara, me dijo soltándome y saliendo, sin dejarme decir nada

Estuve unos minutos respirando profundamente, limpiando las lágrimas que me habían salido y terminando de lavar los trastes para tranquilizarme un poco.

Llegué a la sala y me senté nuevamente, tomando de un solo trago mi tequila y tratando de sonreír, viéndolos bailar a los tres, un poco más separados que hacía un rato. Alfonso le metía mano a su novia descaradamente y le levantaba la falda, a lo cual Xavier solo reía y me volteaba a ver con esa mirada amenazadora.

Al sentarse, Viviana se sentó en las piernas de Alfonso, el cual la comenzó a besar y acariciar las piernas. Xavier también se sentó a un lado mío y me besó, intenté moverme, pero me tomó por el brazo y me lo apretó, aparte de dirigirme una mirada muy pesada, por lo cual tuve que responder su beso y dejar que me acariciara las piernas.

Por la posición, estaba de frente a la otra pareja, la cual en un descuido, pude ver como Alfonso le comía los pechos ya descubiertos. Me impactó esa imagen y me quedé sorprendida, al tiempo que Xavier besaba mi cuello. Viviana tenía la cabeza echada hacia atrás, cuando en una de esas volteó y me vio, solo me sonrió y cerró un ojo. Yo cerré los míos e intenté hacer a un lado a Xavier, pero solo obtuve como respuesta que el metiera su mano dentro de mi falda y me volviera a besar. Nuevamente esa mezcla de emociones, frustración, ansiedad, miedo, excitación, todo de un solo golpe. Xavier ya había sacado su mano de mi falda y ahora la tenía dentro de mi blusa, la cual levantó y comenzó a besar mis senos, eché mi cabeza hacia atrás y me abandoné a sus caricias sin pensar en nada, lo empezaba a disfrutar, cuando volteé al frente y me topé con la otra pareja nuevamente.

Ahora era Viviana la que me veía a mi, cuando yo también la vi, no hizo nada, solo abrió mas sus piernas y pude ver como su tanga estaba echa a un lado y Alfonso le metía sus dedos, mientras le chupaba las tetas, lo mismo que hacía Xavier conmigo, solo que en ese momento dejé de sentir sus caricias y percibí algo de burla en la sonrisa que me regaló Viviana, quien en seguida se levantó de su posición y se hincó delante de Alfonso. El, abandonado a todo, solo levantó un poco sus caderas y desabrochó su pantalón, se volvió a sentar y echó su cabeza hacia atrás. Viviana se encargó de descubrir su pene, y en seguida lo empezó a chupar. Comencé a escuchar los jadeos de el, hasta que ella se detuvo un poco solo para voltear a verme. El volteó a verla y después dirigió su mirada hacia mí, que estaba estupefacta viéndolos. Me dedicó una sonrisa también y me mandó un beso, para en seguida tomarla de los cabellos e indicarle con sus manos, que siguiera con esa mamada.

Inmediatamente reaccioné e hice a un lado a Xavier, me levanté bajando mi blusa para cubrir mis pechos y acomodé mi falda, me dirigí a la recamara, pero no pude alcanzar a cerrar por que en seguida entró Xavier y tomándome del brazo con fuerza me hizo voltear hacia el.

que te dije Marlene

y que te dije yo, no se que pretendas Xavier

si bien que lo estabas disfrutando, me contestó

si, hasta que me di cuenta que ahí había otra pareja y que me sonreían burlonamente

por Dios Marlene, cuantas veces no hemos hablado sobre todo eso

si Xavier, muchas, pero una cosa son fantasías y otras llevarlas a cabo

ahora no me vengas con que eres una santa

no lo soy, pero solo contigo, al menos me deberías de consultar lo que quieres hacer para ver si yo también

ahora resulta que hasta permiso te debo pedir

no es permiso, es mi aprobación… seguramente ya hasta te la cogiste, pero pregúntame que quiero yo

y si así es que… además que te haces la santurrona, como si nunca hubieras hecho algo así

que dices Xavier?!!!!!

Que que digo??? Sabes lo que digo

No Xavier, que es lo que dices

Cuantas veces no hiciste lo mismo con tus amigos, peor que esto y ahora me vienes con esto

Que que??

Crees que no lo se que eras una puta de primera???

Pero ya no Xavier, eso fue antes de conocerte

Las putas como tu nunca cambian, así que no me vengas con santurronadas ahora

Que poca madre tienes Xavier

Yo???? Si tu eres la que me quieres ver la cara

Nunca te la he querido ver, eso fue hace mucho, ni te conocía

Si bien que te encantaba y ahora me sales con esto

Que es lo que quieres entonces Xavier

Que no te hagas la santa

Ok, quieres que vaya y me revuelque con Alfonso??? Y con todos tus amigos???? Solo dímelo. Le decía llorando del coraje

Si es lo que quiero, ver como gozas con otro

Me senté sobre la cama y me cubrí la cara llorando, no era posible, yo tanto que había pedido por dejar mi vida anterior y ahora me estaba pasando esto.

que esperas zorra, quiero que vayas y te revuelques con Alfonso, mientras yo me revuelco con Viviana

trataba de ignorarlo y simplemente le empujaba las manos cuando trataba de agarrarme

ahora me sales con que eres una santurrona, si tus amigas lo han dicho lo puta que eras

YAAAA!!!!!!!!!!!!!!! Es lo que quieres???? Adelante, veras a la puta que tienes por mujer

Salí a toda prisa y en el sillón, estaba Viviana encima de Alfonso de frente a el cabalgándolo, ambos completamente desnudos. Ella se levantó y se me quedó viendo, le devolví la mirada y me hinqué delante de Alfonso y en seguida me metí su verga en la boca. Estaba hinchada del glande, dura, mojada con los jugos de Viviana. Era mas grande que la de Xavier, la chupé con fuerza varias veces, con los ojos cerrados, hasta que el me tomó suavemente por los cabellos y me levantó. Me hizo subirme al sillón de rodillas y recargarme en el respaldo, dándole a el la espalda. Volteé a ver y en el sillón de al lado, Xavier tenía Viviana con las piernas en sus hombros.

Alfonso subió mi falda por completo y mi tanga solo la hizo a un lado para en seguida clavarme hasta el fondo su enorme verga haciéndome gemir, hasta ese momento reparé que estaba muy mojada.

no sabes cuanto tiempo había esperado meterte la verga, me decía al tiempo que comenzaba a arremeter contra mi

AHHHHHHHHHHH AHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!

Que ricas nalgas tienes MMMMMMMM, me decía mientras me las apretaba con fuerza

AHHHHHHHHHH NO PARES!!!!!!!!!!!! Le contestaba yo casi gritando, en parte por querer que Xavier escuchara y por que me estaba gustando en verdad

Después de unas cuantas embestidas, se salió de mi y con sus manos me indicó que me parara, se sentó en el sillón y yo aproveché para desvestirme por completo, me jaló hacia el dándole yo la espalda, abrió sus piernas y me puse entre ellas, busque con mis manos su verga y la dirigí a mi vagina, mientras el me iba guiando con sus manos sobre mis nalgas. Cuando sentí la punta entrar, me dejé caer clavándome por completo en su miembro. Todo dentro de mí comencé a mover mis caderas, guiada por sus manos. Lo estaba disfrutando en verdad y no paraba de jadear. Abrí los ojos atraída por los gritos de Viviana y me quedé viendo como mi esposo se la cogía con fuerza. Continuaban en la misma posición y tenía a Xavier de perfil, viendo como su verga entraba una y otra vez en Viviana.

AHHHHHHHHHHH!!!!!! QUE RICO!!!!!! MMMMMMMMM!!!!!! Gritaba yo como loca, confundiendo mis gritos con los de Viviana, que estaba teniendo su orgasmo

Cuando Viviana se tranquilizó, Xavier se salió de ella y se puso frente a mí. Lo miré a los ojos y tenía una cara desconocida, llena de excitación, su fantasía se estaba cumpliendo. No hizo falta que dijera nada, sin dejar de mover mis caderas, comencé a chuparle la verga.

ASÍ!!!!! MUEVE EL CULO!!!!! ASÍ!!!!! RICO!!!!!! Me decía Alfonso apretándome las nalgas

QUE RICO!!!!! CHUPAMELA ASÍ!!!!! YA VIENE!!!!! Me decía Xavier

Mis gritos se ahogaban por la verga de Xavier. Viviana estaba hincada a un lado de Xavier apretándome los pechos. Yo con una mano masturbaba la verga de mi esposo por la base y con la otra dirigía los movimientos de la mano de Viviana en mis tetas. Me movía de arriba hacia abajo sobre Alfonso, quien también hacía lo mismo, hasta que con sus manos, me levantó por las nalgas, sacando su verga de mi y empezó a salpicarme con su leche, la vagina, las nalgas, las piernas. Me quedé quieta recibiendo esa descarga, pero sin dejar de mamarle la verga a Xavier.

Cuando terminó, me volvió a meter su verga y me senté por completo en ella, empezando a moverme otra vez. Sentí como Viviana se metía entre Xavier y yo y comenzaba con su lengua a limpiar la leche de Alfonso que me había salpicado, primero la de las piernas y después la de mi vello, cuando llegó a mi clítoris, apenas aguanté que pasara dos veces su lengua cuando me llegó mi orgasmo. Apreté mis nalgas contra Alfonso para sentirlo más. Viviana se quitó de ahí y Xavier sacó su verga de mi boca, por lo cual empecé a gritar y jadear como loca. Xavier disparó su leche en mi cara y mis pechos ayudado por la mano de Viviana. Apenas terminó de disparar su leche, se la empecé a chupar otra vez, limpiándola de la leche que se le había escurrido, pero esta vez ayudada por Viviana, no me importó en nada que nuestras lenguas se rozaran. Seguí lamiendo la verga de mi esposo, y Viviana se dedicó a limpiar con su lengua mis pechos, lamiendo mis pezones y chupándolos, después mi cara la limpió y al sacarme la verga de Xavier, me besó en la boca. Se había ido todo sentimiento de enemistad hacia ella.

Cuando vino la calma, me levanté un poco y Alfonso, que ya se había salido de mí, se hizo a un lado y me senté en el sillón. Viviana se quedó recostada en el suelo y Xavier se fue a sentar sobre el brazo del sillón donde yo estaba, quedando al lado mío.

Se acercó y me besó

esta es la puta que querías ver?? Le dije al oído

esta es la fantasía que quería cumplir, me contestó

Después de un rato, nos metimos a bañar los cuatro por propuesta de Xavier, nos bañamos los unos a los otros y nos volvieron a coger a las 2, primero nuestras parejas y después intercambiamos.

Fuimos a la recámara y nos recostamos los cuatro en la cama. Estuvimos platicando de cosas sin importancia, para después empezar nuevamente con el ritual. Hicimos de todo, los dos nos cogieron, intercambiamos parejas nuevamente. Nos hicieron hacer un 69 a Viviana y a mi, mientras cada uno se la metía a una de nosotras, así que le lamíamos la vagina a la otra y a su vez, también la verga que le estaban metiendo a la otra.

Al despertar, nos volvimos a bañar los cuatro y saliendo, fuimos a desayunar fuera y cada quien agarró su lado.

Por la noche, Xavier y yo estuvimos hablando de lo ocurrido, me pidió perdón por las ofensas y acordamos no hablar mas sobre lo que había pasado.

No me daba cuenta, pero ya estaba dentro del círculo, y el camino de regreso a la puta, ya lo había empezado, de la mano de la persona que me había dado una nueva oportunidad y ya no había vuelta atrás