De rebajas (2)

Mi mujer sigue enseñando y cree que no se nada.

Después de la primera vez que observé que mi esposa le gustaba que la vieran desnuda fui observando otros detalles.

Un día que estaba solo me puse a trabajar en el ordenador de casa que nunca utilizo ya que trabajo desde el portátil que tengo porque me resulta mucho más cómodo.

El ordenador de la casa lo utiliza mi señora y empiezo a observar las carpetas que hay en él y una de ellas me llama la atención ya que pone VISIONES, abro la carpeta y me la encuentro llena de relatos de exhibicionistas y voyeour, otra sorpresa a mi mujer le gusta leer esa clase de relatos y nunca me había dicho nada, de ahí comprendí las cosas que cada vez hacia mas mi esposa.

La segunda vez que observe a mi esposa de exhibirse fue en un viaje por placer, en la playa, un hotel moderno en que la mayor parte de las habitaciones son como pequeños bungalow y el nuestro era de esa forma.

Cuando llegamos y observo que el bungaló tienen un gran salón donde dan las puertas de las habitaciones y del cuarto de baño y un gran ventanal a ras de calle por donde pasan otros huéspedes del hotel. Para que entre claridad abro las cortinas del ventanal y le comento a mi esposa que cuando sea necesario hay que cerrarlas para que no nos vean de la calle, pero siempre pensando en que a ella le gusta exhibirse pero nunca me ha dicho nada.

Estamos un rato en la habitación y nos cambiamos de ropa para irnos a la playa, mi esposa se coloca un bañador muy decente, porque nunca se había puesto bikini, y eso que yo le he insistido muchas veces.

Una vez en la playa nos tendemos al sol y cerca nuestra se encuentra un matrimonio con dos hijos, el marido estaba atento a los niños y la mujer estaba tomando el sol, yo me encontraba medio adormilado cuando me doy cuenta que mi esposa aprovechando la situación, tumbada boca abajo se pone en marcha y se desabrocha el bañador por detrás y las tirantas del cuello, cada vez hacia unos movimientos mas exagerados para que al moverse en la toalla como si se acomodara el otro hombre pudiera verles los pezones, que los tenia de punta porque estaba muy caliente, yo sin decir nada solo observaba con los ojos medio cerrados, porque me estaba poniendo a cien viendo que el otro no le quitaba los ojos de encima, disimulando para que su mujer no se diera cuenta, y se estaba empalmando, llego la hora de irnos para el hotel y yo iba a reventar, pensando en mi mujer como le gustaba calentar y sabiendo que era una calienta poyas

.

En el hotel nos bañamos y decidimos salir a comprar, anduvimos por tiendas y llegamos a una donde vendían bañadores lo que le dije que se comprara un bikini, lo cual acepto diciendo que como allí no la conocía nadie no le importaba y me dejo muy sorprendido, entremos en la tienda y había varias dependientas y dependientes, atendiendo al publico, cogió un par de bikinis y entró en el probador, se quito la ropa y se puso el primero pero le quedaba un poco ancho, en ese momento me pidió que le buscara una talla menor, y eso hice, pero con la sorpresa para ella que se lo encargué a uno de los dependientes de la tienda y a ella le dije que ahora se lo traían que yo iba a ver un bañador para mi, pero lo que hice realmente fue meterme en el probador de enfrente, para observar, a eso que viene el dependiente con el bikini y ella le abre la cortina para cogerlo y al ver el dependiente le dice:

Como me queda la parte de arriba, porque yo la veo un poco grande.

el dependiente: entra en el probador y no se corto un pelo le dijo

Este le va a quedar mejor

y se coloca detrás y yo viéndolos a través de las cortinas, le ayuda a quitarle el sujetador y cuando se lo va a quitar desliza las manos por encima de los pezones los cuales saltan como por resorte poniéndose tiesos y yo enfrente, cogen el otro sujetador y ayuda a ponérselo y con esa excusa le coge los pechos descaradamente como para colocárselos bien dentro del sujetador incluso le pellizca los pezones a lo que mi mujer le dice:

por favor márchese que mi marido puede venir.

Pero el dependiente no para de tocarle las tetas y la besa en el cuello y ella insiste pero con poco convencimiento

Por favor déjame que va a llegar mi marido.

Tú lo que eres es una calienta poya que solo buscas calentar a los tíos mientras el cornudo de tu marido no te ve, so puta y voy a llamar a mis compañeros para que vean este par de tetas que tienes y las toquen, por puta, tu marido estar{a dando vueltas buscando un bañador mientras tu te dejas magrear.

En ese momento decidí salir del probador y haciéndome el que no sabia nada la llame, y salió del probador el dependiente con una gran sonrisa diciéndome:

Creo que su señora ya esta casi servida con la nueva talla y se marcho.

Miro a mi mujer y la veo roja como un tomate y le pregunto:

Que hacia el dependiente dentro del probador?

Me ha traído este bikini y me estaba dando su opinión sobre como me quedaba.

Le dije que estaba muy guapa, se compro un bikini que no llegaba a ser pequeño pero que dejaba ver bastante.

Durante el trayecto al hotel no deja de hablar de lo bien que le quedaba, y que no comprendía como las demás podían ponerse los tangas y quedarse en toples en la playa, y yo solo pensaba en lo puta que era y las ganas que tenia de fallármela.

Cuando llegamos al hotel nos metimos en la habitación y sin decirle nada me tire como una fiera en busca de ella para follármela y le metí la mano entre las piernas viendo que estaba chorreando, sin quitarse la ropa le di la vuelta y la apoye contra la mesa, bajándole las bragas y metiéndole la poya de un golpe a lo que ella respondió con un suspiro, mientras s le bombeaba le dije

tienes el chocho chorreando, que pasa te a puesto caliente el dependiente de la tienda

por favor no me digas eso

entonces que te ocurre, porque estas tan calentorra y con el coño ardiendo deseando que te folle, te han puesto bien en la tienda.

No , no nada solo me ha dado el bikini.

Me pareces que lo que eres es una verdadera guarra y que te gusta que te follen y te traten como a una guarra.

No, no ah... ah....

Si, si, puta que te gusta que los tíos te miren.

No, si, bueno si, me gusta, me gusta, que me miren y me magreen fóllame , soy una guarra, fóllame cabrón, no pares, por favor no pares ah....ah...

Y tuvo el mayor orgasmo que le he escuchado jamás y seguido me corrí de una forma exagerada disfrutando como nunca de un polvo.

Nos sentamos los dos en el sofá extenuados y sin hablar, nos quedamos los dormidos.

A partir de ese momento cambio nuestra vida sexual lo cual contaré mas adelante.

Ozu5@hotmail.com