¿De qué va?

Historia que se irá escribiendo por si sola, esto lo considero como la primera parte.

Y estaba yo recién levantada, con ganas de echar un mañanero,

desnuda como de costumbre, el pijama es una cosa que solo me pongo

cuando hace frío, y dado que me gusta tocarme todas las noches, el pijama es una molestia,

ahora mismo me estoy rozando los pezones y sintiendo la humedad en mis bajos,

tengo tantas ganas de echar un polvo mientras escribo esto, pero bueno estamos a lo que estamos,

luego me pondré a tono después de desahogarme por aquí y disfrutaré de una dosis orgásmica

solo como yo se hacérmelo.

Vistiéndome a prisa y tan bien como pude, me dispuse una vez más

a buscar trabajo, pantalón corto, ya que hacía un sol de playa ahora que lo pienso pero bueno,

y una camisa de manga corta,

con la esperanza de ello salí de casa, cerré la puerta, me di cuenta de que no había cogido los C.v,

así que volví a entrar y volví a salir, y de golpe en el rellano de la

escalera nos cruzamos, hablamos un típico Hola, qué tal como vecinos de toda la vida:

  • Ooh! Qué paso, cómo estás? fijo corriendo, dijo él.

Percatándome de su mirada, me sentí estimulada, joder mirando fijamente mis piernas si es que

solo le quedaba quitarme los pantalones allí mismo, a sus ojos seguro que ya me estaba visualizando

desnuda empotrandome contra la pared, o en la misma puerta, quién no se pone cachonda cuando se la comen

con los ojos, o eso me pareció a mi que también puede ser que me atraiga sexualmente porque el niño no es para menos

y yo la flipase un poco, la verdad no se que pensar.

Bien, después de sentir todo eso, automáticamente a prisas le conteste:

  • Sí, fijo de un lado para otro, venga nos vemos.

Dispuesta a bajar la escalera, algo pasó, resbalón por el escalón, caí de culo y baje par de escalones así,

dolorida, empece a maldecirlo todo:

  • Joder, que ostión , la puta madre que lo parió.

Él que lo había presenciado todo para colmo, vino a socorrerme:

  • ¿Estás bien? Anda que te has dado una buena, ¿te duele?, dijo mientras me devolvía los c.v que habían quedado

esparcidos en algunos escalones.

  • Jajaja, tu que crees, ayúdame a levantar, por favor.

  • Por supuesto, faltaba más, que guapa en la foto del c.v así seguro que consigues trabajo

en un abrir y cerrar de ojos.

No eran cosas mías, después de la miradita y eso ya yo me estaba montando la historia en la cabeza.

  • Que va hay que tener algo más a parte de ser guapa.

  • ¿Sí, cómo el qué? Te veo una chica guapa con cabeza y tienes entusiasmo, y por lo que veo tienes tus estudios,

también experiencia, yo creo que lo tienes hecho si quieres.

  • Bueno, no siempre se consigue todo lo que se quiere.

  • ¿Por qué no? Yo quería encontrarme contigo y así ha sido.

  • ¿Eh? ¿Conmigo? ¿Para qué?

  • Para alegrarme el día un rato, bueno te dejo entonces con lo tuyo, ya hablamos que tengas suerte, dijo guiñándome un ojo y marchándose por las escaleras.

A ver, a ver, ¿qué coño había pasado ahí? Tendría que haberle dicho algo pero se despidió tan rápido después de

lo que me había dicho, ¿yo alegrarle la mañana? y luego coge y se va como si no hubiese dicho nada,

pero y este tío, ¿de qué va?

No lo sé, pero tengo un calentón después de ese día que es difícil, tengo que echarle un polvo,

y quitarme estas ganas. A ver si nos volvemos a cruzar en algún lado, en mi cama o en la suya por ejemplo.

Por cierto, me voy a ir desnudando, con el rato que llevo fantaseando he ido metiendo un dedo tras otro,

los tengo tan empapados, no puedo dejar de pensar en él abriéndome de piernas y penetrando fuerte,

si se puede conseguir lo que se quiere, quiero que aparezca aquí ahora a cuatro patas, quiero

sentir mi flujo resbalando por las piernas, y que me haga gritar como una perra.