De puta con mi jefe terminó rompiendo mi culo
Pasé de ser empleada ejemplar a puta personal de mi jefe y me volví viciosa
Este es mi primer relato en la página luego de pasar dos años masturbándome y aumentando mis fantasías con cada relato de aquí. Planeo escribir varios relatos de esta historia
Confieso que tuve que parar de escrbir para masturbarme por acordarme de todo esto.
Me excita pensar en ser la putita de varios maduritos, asi que pueden escribirme a mi mail si les interesa tener una putita viciosa
Paso a describirme.. 19 años, morocha, 1,63 de altura, buen culo y unas tetas de las que me encantaría que estés prendido todo el día. El sexo me gusta demasiado, al punto de volverme viciosa y calentarme con el mínimo roce de algún madurito que me ve como prohibida.
Desde chica me di cuenta de que los hombres de edad me ponen cachondísima, pero nunca me había dejado coger por uno. Siempre permití los roces intencionados y me gustaba exibirme para despues tocarme pensando en como me cogerían... Pero eso cambió hasta que tuve mi primer trabajo en un supermercado y empecé a notar las miradas descaradas de mi jefe.
Oscar es un señor de unos 40 y tantos bien conservado y con una verga que me hace ver las estrellas. Cuando vi que cada vez abría mas paso a la confianza decidí lanzarme a por todo.
Empezó con agarrarme la cintura cuando pasaba por detrás de mi o mirarme descaradamente las tetas cuando me agachaba (situación que por supuesto aprovechaba para mostrarle todavía más mi escote) su siguiente paso fue pedirme que lo acompañara a un viaje de trabajo y con la excusa de conocerme más invitarme a cenar. La pregunta que detonó mi calentura fue si con Juan, el chico con el que tenía algo en ese entonces, tenía buena cama. Haciéndome la inocente le dije "usted sabe, don Oscar, que Juan me deja insatisfecha. Siempre quiero más"
Automáticamente él entendió lo que estaba tratando de hacer y siguió con la charla de la forma más natural posible, hasta que de un momento a otro
+Oscar: Para mi lo que te hace falta es dejar a Juan y salir a buscar un hombre con experiencia que te coja como a vos te gusta
-Se refiere a un hombre como usted, jefe?- saqué provecho de la situación y se lo pregunté con mi mejor voz de puta.
Ese día, el asunto quedó ahí nomás, pero cada vez que iba a trabajar intentaba ponerme lo más puta posible sin alarmar a mis compañeros. Cada vez que iba al almacén él me seguía con la excusa de que tenía que hablar conmigo y yo aprovechaba las oportunidades de agacharme y ponerme en cuatro con el culo respingado con la excusa de que las cajas estaban muy al fondo del estante.
A partir de eso todo se descontroló. El señor Oscar estaba cada vez más convencido de que quería ensartarle la verga a la zorrita de su empleada y cada que podía me acariciaba el culo o mi chochita o me apoyaba cuando me agachaba y yo me hacía la estúpida.
+Uy cami, disculpame. No medí bien las distancias.
-No se preocupe señor.. Pero veo que su mujer goza de una buena verga todas las noches- dije intentando sonar como nena tímida.
Lentamente me fue acorralando contra unas cajas y me agarró la mano al mismo tiempo que preguntaba
+Queres saber por tu propia cuenta como es?
Y yo ni lo dudé. Hacía meses que venía masturbándome todas las noches en su honor. Agarré su gorda verga por encima del pantalón y solté un gemido
+Te gusta? preguntó
No le dije nada, solo fui bajando lentamente mientras desprendía su pantalón hasta que quedé arrodillada delante de esa verga majestuosa que se me hacía agua la boca con solo mirarla.
Lo miré y pregunté si mi lengua podía jugar un rato, a lo que solo asintió y empecé mi trabajo.
Inicié dándole besos por todo el glande y luego por el resto de su pene. Debo admitir que no tenía un olor muy agradable debido a las horas de trabajo, pero eso me puso todavía más caliente y empecé a chuparle la verga como si fuese la última vez que lo haría. Él solo gemía y decía
+Que puta sos cami, me encanta como me la chupas
Yo seguía chupando y pajeandolo al mismo tiempo
-Te la puedo chupar cuando quieras, papi. Pero ahora dame mi lechita
Él no se podía creer las guarradas que estaban saliendo de mi boca. Pero eso lo excitó todavía más y explotó en mi boca con una fuerza que casi hace que me ahogue.
tragué su semen y me dispuse a salir del almacén cuando su mano me detuvo
+A donde vas, zorra. No terminé con vos todavía.
Me tiró del pelo y me puso de espaldas contra unas cajas. Con una velocidad increíble bajó mi polera y mi tanguita para encontrarse con mi rajita bien depilada
+Uy nena. Estuviste preparada todo este tiempo como una buena puta esperando que le den verga
-Si papi. Soy tu puta exclusiva cuando quieras. Pero dame esa verga
+No seas tan ansiosa que conmigo vas a disfrutar
Y dicho esto se agachó y hundió su cara entre mis piernas. Pasaba su lengua desde mi rajita hasta mi culo y yo gemía por too el placer que me estaba causando, más lo caliente que me ponía que pudiera entrar alguno de mis compañeros o su mujer y encontrarnos con sus dedos metidos en mi vagina y su boca saboreando mi culo provocandome varios orgasmos.
-Cogeme, Oscar. Haceme tuya de una puta vez que no aguanto más
Intentar controlar la situación me salió mal porque ni bien terminé de decirle eso me dio una nalgada con toda su fuerza
+Callate. Que las putas hacen lo que se les dice. Y vos no estás más que para cumplirme
Me sentì humillada, pero esa humillación me puso mas caliente todavía y exploté en otro orgasmo que me hizo gritar demasiado fuerte. Pero ya nome importaba ser descubierta.
Después de eso, sacó sus dedos de mi y sin previo aviso me metió su pene que estaba completamente erecto de nuevo arrancándome los gemidos al tiepo que me tiraba del pelo y me nalgueba. Ese señor me tenía a sus pies
Me estuvo cogiendo violentamente 20 minutos hasta que salió de mi interior y dijo
+Abrite bien de piernas y separte las nalgas que te voy a coger el culo
-No jefe, por mi culito no. Soy virgen todavía
+Te dije que te iba a coger el culo. Demasiado me vengo conteniendo de tus provocaciones. O te pensás que no me doy cuenta como te mojas cuano te toco y de lo trolita que te venís vestida para mi. A esas putitas no hay que tenerles consideracón.
Dicho esto, escupió su verga y la fue hundiendo en mi culo lentamente hasta que entró toda de golpe y se me escapó un grito de dolor. Dolor que fue calmando y se fue convirtiendo en placer. Yo cad vez gritaba más fuerte, su pija me sacaba muchos orgasmos
+Silencio, zorra, Nos va a escuchar mi esposa
-No importa- gemí- que se entere como estás cogiendo a esta puta y como disfrutas romperme el culo.
Seguimos sin importar nada hasta que de pronto sentí todo su semen caliente llenando mi culo y su respiración agitada. Fue saliendo lentamente de mi y yo sentía como su leche chorreaba por mis piernas mezclada con mis jugos vaginales. Se cambió y se fue, no sin antes dejarme claro que a partir de ese día sería su puta y me tendría cuando el quisiera.
Cuando terminé de cambiarme iba saliendo del almacén y me crucé con un compañero que casualmente era su sobrino. Me enfrentó y me amenazó con contarle a la mujer de mi jefe, a lo que yo instintivamente le dije que como podía hacer para ganarme su silencio... Sus expresiones me hicieron entender que era lo que quería, pero esa es una historia para otro momento.
Por la pandemia me quedé sin trabajo asi que estoy dispuesta a ofrecer sexo virtual, con fotos y videos.