De protagonista a voyeurista
Fue una experiencia brutal, no fuí yo el protagonista si no el aterrado observador. Creí que ya había agotado mi capacidad para asombrarme, pero lo que ocurrió fue... mejor lean.
DE PROTAGONISTA A VOYEURISTA
NUEVA EXPERIENCIA EN EL VAPOR
Vacaciones de primavera... días libres de presión y horarios, sin un plan porque en esta época no salgo a la playa como lo hago en julio y diciembre.... en estos días no, los accidentes menudean.
El martes 15 fue una mañana singular: amanecí más caliente que nunca, mi verga estaba dura desde que abrí los ojos, realicé mis abluciones matinales y seguía en posición de "firmes", intenté masturbarme, pero no me acomodaba la idea; abrí internet, leí algunos relatos muy calientes y vaya que hay cada escritor en todas las páginas de relatos, que me excité más todavía, pero mi idea no era terminar en solitario.
Me decidí: tomé un baño, me vestí informalmente, hice mi maleta de "recreo": sandalias, condones, papel higiénico, útiles de aseo personal y me fui a los baños Capri, les recuerdo que vivo en Monterrey, N,L. y que estos baños se localizan a espaldas de la Central de Autobuses; llegué, pagué mi cuota, me registré, recibí mis "sabanitas" y subí emocionado la escalera que me llevaría al paraíso gay por excelencia.
Tomé mi gabinete individual, me desnudé parsimoniosamente en lo que el mozo me servía mi acostumbrada cerveza de lata y yo encendía mi cigarrillo. Enredé una sabanita alrededor de mi cadera y salí a mi rondín de costumbre: un pasillo, el otro y el tercero y último. Nada especial qué ver, muchas puertas abiertas.... y vacías, lo que me indicaba que siendo días feriados, la fiesta iba a ser aburrida; es decir, sin acción.
Aplasté mi cigarrillo en el cenicero de piso y entré a la sala de masajes, dos tipos recibiendo atención, nada del otro mundo, en las regaderas, un señor de muy avanzada edad... me imaginé como él dentro de algunos años, continué mi tour y entré al vapor general: un mozalbete flaco y desgarbado, de no más de 17 años mostraba unas redondas nalguitas morenas y lampiñas, jamás se dejó ver el frente, finalmente se recostó sobre su vientre, colocando sus brazos como almohada, eventualmente subía y bajaba su trasero intentando llamar la atención. Nada especial, al menos para mí. Dos tipos más, con apariencia de "crudos", es decir, sufriendo los efectos de la resaca por la papalina de la noche anterior, muy cubiertos por su sabanita estaban sentados y hieráticos viéndose uno al otro. No más.
Salí de allí y me fui al vapor turco. Dos hombrazos de gym hacían exhibiciones mutuas, desnudos, pero como se acostumbra decir en México, los dos eran "mucho cohete y poca mecha", es decir sus corpazos no coincidían con las diminutas dimensiones de sus verguitas, a medio erectar, pero pequeñitas....
Salí al bar del lobby y pedí otra cerveza, repetí mi recorrido por los pasillos y en uno de los gabinetes privados vi a dos tipos en plena "franela" como dicen mis amigos argentinos, los dos con sus vergas erectas, pero nada especial, cuando yo pasé, cerraron la puerta.
Les juro que me sentí algo así como desechado, olvidado, fuera de sitio; sinceramente, me sentí mal, "yo que fui tormenta, yo que fui tornado, esa mañana me sentí como un volcán apagado", y vamos que mi verga seguía tiesa al máximo.
Después de recorrer los tres pasillos fui a sentarme ante una de las mesas de paladiana en el bar del lobby, intenté concentrarme en la programación de tv, sin nada especial ni de interés qué ver, si acaso algunas breves sobre la guerra Iraq-USA, el pan de cada día.
En eso, veo que se presenta como una aparición "Pie Grande", me refiero a un hombrazo de por lo menos 1.95 m. de estatura, quizá no menos de 90 kg de peso, con el torso desnudo, cubierto de una pelambre que invitaba a tocarle, besarle, lamerle, un diminuto short negro y entallado en el que se delataba un tremendo bulto, algo exagerado y unas nalgas redondas y paraditas..... cabrón, mi verga empezó a latir y mi boca y mi culo a la vez se hicieron agua..... era un hombre 100% apetecible en todos los sentidos...... fue a su vestidor.
Discretamente me levanté, fui por otro cigarrillo, mis piernas temblaban, acomodé dos condones en el borde de mi toalla alrededor de mi cadera, pensé una y mil cosas, me conformaría con ver y tocar, quizá mamar esa tranca que se advertía a través del short de aquel hombretón.... pasé por su puerta, estaba ya desnudo, mostrando sus dos ricas nalgas sumamente peludas, pero regresé y jamás se volvió a mostrar su paquete frontal. Por discreción no volví a pasar. Me senté de nuevo ante la mesa y lo ví entrar a las salas de vapor.
Después de unos minutos que consideré prudentes, le seguí. Entré al vapor general y lo ví sentado, cubierto con su sábana pero mostrando una tienda de campaña enorme..... yo sentía que de mi verga escurrían hilillos abundantes de líquido preeyaculatorio, ¡Qué forma de excitar de un cabrón como aquél!
No había nadie más que el muchachito flaco de nalgas redondas y lampiñas que continuaba en la posición que lo había visto media hora antes. Todo en calma. Dirigí mi mirada al hombrazo y no me dedicó la menor atención; yo jugaba con mi verga, retraía y volvía el prepucio que mostraba y ocultaba mi enorme glande, sin conseguir una mirada.
Acepto que me molesté, me sentí mal, pensé haber perdido la capacidad de excitar a alguien, pero me fui al vapor turco.... allí seguían los dos gimnastas anteriores y el hombre mayor, el resto de la gente había desaparecido.
Decidí retirarme y salí al lobby. El mozo me vio y me trajo otra cerveza. Me quedé a beberla. Fui por otro cigarrillo y fue en ese momento que vi pasar a Pie Grande.... entonces vi precisamente sus pies, desgraciado, cuando menos usa zapatos del doce, patón el individuo, sus piernas como hercúleas columas cubiertas de pelos abundantes y largos le daban una apariencia de superhombre; se dirigió hacia su vestidor y cuando yo estaba a punto de levantarme para seguirlo, (estaba más caliente aún y desesperado), pasa el mozalbete flaco y nalgoncillo, va por el mismo pasillo.
Ya entrado en calentura, pido otra cerveza, voy por otro cigarro y me decido a husmear en el susodicho pasillo...... paso por la puerta abierta, regreso y veo que el muchachito está sentado tratando de darle espacio en su boca a una enorme vergota...... cabrón, Pie Grande tenía no menos de 30 cem. de reata, venuda, durísima y babeante, el chamaco pujaba, gemía y parecía que iba a gritar cuando aquel cabrón le embestía con furia en la boca.....
Yo sentí que mi verga expelía chorros más intensos de precum, estaba a punto de terminar, pero di unos pasos más y me regresé, la puerta continuaba abierta y entonces, el muchachito estaba sobre la banqueta de paladiana con sus tobillos en los peludos pectorales de Pie Grande y éste, intentaba introducir su vergota en el orificio rojo del chamaquito..... quien con sus ojos muy abiertos le decía: "Por favor, con mucho cuidado", "Por favor".
Me paré descaradamente enfrente de su puerta, de pronto, el enorme cabrón le enterró de un solo empellón aquella tremenda verga al muchachito que no contuvo un grito ensordecedor..... yo me asusté muchísimo, todavía tengo esa capacidad, a mis años.... el personal del lugar acudieron corriendo, preguntaban qué pasó y el niño lloraba escandalosamente, era obvio que sufría y entonces el tremendo hombrazo se retiró sacando de aquel culito, quizá virgen, una masa sanguinolenta que era su vergota gorda y mucho muy larga, riendo como un estúpido.
Alguien llamó a la policía y a una ambulancia..... aquello fue un caos, yo me retiré lo más discretamente que pude y me fui a la mesa del bar, los policías esposaron al cabrón, lo cubrieron con una manta y los camilleros pusieron al muchacho sobre unas angarillas, el pobre niño tenía vuelto sobre sí el tubo rectal, todo era sangre y desde luego, iba inconsciente.
Fue una experiencia brutal..... no esperaba jamás esa situación. Fue terrible. Huelga decir que mi verga se aplacó al instante y que llegué a mi casa a orar por el muchacho tan bestialmente culeado.
Julián
Espero sus comentarios.