De princesa a esclava de la BBC - IV
Aquel gran seductor de más de seis pies de alto, me había seducido tan sutilmente, que estaba dispuesta a todo, para no dejar de recibir el inmenso placer que era capaz de ofrecerme y que nunca antes, ningún otro hombre, había logrado con su intensidad y lujuria ..
Capitulo - 4
Como algunos recordaréis del anterior capítulo …., aquel gran seductor de más de seis pies de alto, me había seducido tan sutilmente, que estaba dispuesta a todo, para no dejar de recibir el inmenso placer que era capaz de ofrecerme y que nunca antes, ningún otro hombre, había logrado con su intensidad y lujuria…..
El se pidió un nuevo whisky y para mi, uno corto. Brindamos por la buena suerte para nuestra inusual relación, que acabábamos de sellar.
El abrió la caja, y sacando de ella el anillo de plata que llevaba grabado por dentro My Little Slut y por el exterior, My love, me lo puso en mi dedo anular, junto al de casada.
Diciéndome – “Ahora querida Becka, como puedes ver, perteneces a dos machos, mientras tu lo desees” “es una cosa totalmente compatible” “Uno es tu marido” “Y este nuevo anillo, de tu Amo, que soy yo”
Un sencillo gesto, que me dio mucho morbo, llevar los dos anillos en el mismo dedo, me hacía sentir “doblemente amada”, aunque de distintos modos.
Como éramos viernes y teníamos todo el fin de semana para nosotros dos, Martin me dijo - “Pasaremos por tu apartamento a buscar todo lo que necesites” – añadiendo – “ropa no nos va a hacer falta mucha al menos para complacerme a mi, jaja …., pero coges tus cosas y como “Ya” eres mi esclava sexual, como ya perteneces a un macho de la BBC, iremos a mi casa en esta ocasión”
Añadiendo - “Así conoces la casa de tu nuevo Amo, y además allí podré terminar, aprovechando estos dos días libres, para empezar a mostrarte, lo que quiero que luzcas para mi” – y se levantó sin más, feliz como un adolescente con novia nueva.
¡”Vamos querida”! – me dijo cogiéndome de la mano, y salimos de “Le QueQum” en busca de su coche.
Pasamos por mi apartamento, cogí todas mis productos para la piel y de aseo personal. También algo de ropa y zapatos, pero el “pícaro” no me dejo que metiese ningún sujetador ni bragas o tanga, porque hasta el lunes no podía ponerme ya (y el lunes era algo optativo según el) y no había que llevarse nada que no fuese a necesitar.
Los dos estábamos ilusionados con el inicio de esta nueva aventura, y mucho más después del intenso orgasmo que tan atrevidamente y sutil como solo el era, me había provocado bailando.
El vivía más al sur de la ciudad en la zona de Lambeth.
Cuando llegamos frente a su casa en el 84 de Brixton Hill, era una casa antigua típica de la ciudad.
El edificio era de tres plantas y sótano, y Martin vivía en el primero derecha, del que
también formaba parte el sótano de su amplia vivienda, que estaba rodeada por un descuidado jardín donde solo había hierba.
Entramos y todo su apartamento, tenía esa atmósfera de años pasados, cálido y algo recargado de cosas y recuerdos, totalmente distinto de mi apartamento minimalista, donde todo era cristal, metal y muebles de diseño.
Su casa con ese halo misterioso de las casas londinenses, ofrecía un ambiente más bohemio e invitaba al morbo y los juegos atrevidos.
Llevamos mis cosas a una habitación con una cama individual y al entrar me dijo – “Esta será tu habitación desde ahora” “tu pequeño territorio, que por supuesto yo también tendré acceso a el cuando desee, porque además la puerta no tiene llave”
Me quedé algo sorprendida de que no dijera que íbamos a estar en misma habitación, cuando yo estuviese en su casa, así que le pregunté - ¿”Y tu habitación?” … “¿ no vas a dormir conmigo?” le pregunté extrañada.
“Deja que te cuente como vamos a “funcionar” en casa” “Yo soy tu Amo, pero puedes seguir llamándome, solo de momento Martin, excepto cuando salgamos de fiesta como Amo-Esclava, entonces imperativamente, me llamarás Daddy o Amo, como prefieras y yo te llamaré por un nombre que te pondré nuevo.
“Pero volvamos al funcionamiento mutuo dentro de la casa” …, “Tanto tu, como yo, tendremos nuestra propia habitación, lo que ocurre, es que dormirás conmigo ¡siempre!, que te de permiso para hacerlo, o tu me pidas, meterte en mi cama.
“Eso es para marcar unas líneas de estatus, entre Amo y esclava” y es muy excitante que sea así”
“Por el contrario, yo podré meterme en tu cama, si no estamos juntos, sin pedirte permiso, porque eres mi esclava” Entiendes becka?
En principio si, pero tendré que acostumbrarme a esas “normas”. “Tranquila, poco a poco te las iré explicando, porque son básicas, para que no seamos solo una pareja de amantes, entiendes? …., queremos y me apetece que seamos Amo y esclava, porque es mucho más excitante, porque yo podré dominarte en el juego, y tu te sentirás como inferior (en el juego, se entiende) porque eres una maravilla de mujer, pero el ¡Juego es así” si queremos gozarlo al máximo!” “Verás como te gusta y excita”
“Alguna vez te he decepcionado en los dos juegos de seducirte y follarte, hasta ahora? “……, a que no? ….. has gozado como nunca de mis travesuras, se sincera. Jaja….., verás como te gusta, tu obedece y haz TODO lo que yo te ordene. Si?
“De acuerdo, lo intentaré, Amo” jaja
“En primer lugar, hay que ponerte un nuevo nombre, Becka para una perra blanca, no es adecuado” ….,
“Estuve pensando con que nombre podía bautizarte como perra-esclava, evidentemente un nombre africano, porque eres la perra de un africano, así que el que he elegido para ti, es” ….., Safara, y ese nombre lo haré grabar en tu collar.
¿Safara? Pregunte yo, “porqué Safara?” me respondió el “Safara en el Senegal, significa “fuego” y tu, tienes mucho fuego dentro de ti”
Empecemos a acostumbrarnos pues ya aquí en casa, yo seré Daddy o Amo, y tu Safara”, igual que cuando representes el rol de perra-esclava mía.
De acuerdo “Amo” le respondí, haciéndole una reverencia a modo de burla, jaja
“otra cosa a la que debes acostumbrarte, es que dentro de la casa, llevaras puesto, lo que yo te ordene” …. , y que puede ser, incluso, que te quiera desnuda, solo con zapatos de tacón” “¡Entendido Amo!” le respondí
El rol que iba a representar, no sabía si me gustaría, pero de momento, me excitaba mucho el juego …., Ummmm …., Safara, la perra del Amo! No estaba nada mal…..
“Bueno como queda mucho que hacer todavía para que seas una perra a mi gusto Safara, empieza desnudándote, pero déjate los zapatos puestos.”
Mientras yo me quitaba el vestido y lo dejaba sobre ¡mi! Cama, pues no tenía que quitarme nada más para estar desnuda como el Amo deseaba, salí en seguida y el Amo, se había despojado del pantalón y se masturbaba esa hermosa polla negra que yo tanto amaba.
Fui frente a el, y me dijo “!Arrodíllate perra!” yo sin decir nada, me arrodille frente a el, que seguía poniendo dura su polla.
“Para que no me interrumpas, mientras te digo las tareas que tenemos para mañana y los siguientes días” …., y porque te conozco “perra” y se que me interrumpirías” … mientras te lo explico ¡Empieza a chuparme la polla despacio, pero sin sacarla de tu boca de mamona!
Aquello se ponía excitante, así que cogiendo con mis dos manos, aquella dura y negra polla de casi 8 pulgadas, y me la metí en la boca, mientras que con mis manos, acariciaba y daba un sensual masaje a sus bolas.
Para asegurarse de que no iba a poder interrumpirle, me cogió del pelo, para evitar que pusiese despegar mi boca de su polla.
Empezó diciéndome “Ver a una hermosa y caliente perra blanca como tu, con la boca llena de polla, es uno de los mejores espectáculos, que un macho goza contemplar!”
“Pero vamos ya con las tareas para mañana” ….., “como propiedad de un macho de la BBC, debes ir “marcada como tal” …, así que mañana, un tatuador de confianza, vendrá aquí para ¡marcarte! “
Como el imaginaba, yo le hubiese interrumpido al oír eso, de ahí la posición que había elegido para decirme lo que esperaba hacer conmigo. A mi intento de sacarme su polla de la boca, para protestar, el que me sujetaba fuerte del pelo, me la hundió más, sobre su polla, metiéndomela más profunda hasta casi ahogarme, advirtiéndome – “Te he avisado de que NO me puedes interrumpir, las perras no hablan, solo obedecen chupan la polla!”
“Vas a llevar tatuadas (de momento) dos “Reinas de Espadas” y yo, tu Amo, voy a tener la condescendencia hacia ti, de que ambos tatuajes, te sean hechos, no donde más lógico sería que los llevases, uno en cada tobillo, para que todo el que te viese, se diese cuenta de que eras propiedad de la BBC, pero como tienes otra vida donde debes pasar discretamente, considero, que se te tatúe uno en tu nalga izquierda y la otra en tu pecho derecho”.
“Esos dos tatuajes, si deseas que otras personas de fuera del entorno sexual en que nos movemos, vean que los llevas, puedes llevarlos ocultos por la ropa”
“Esa es una muestra de cómo te está empezando a cuidar tu Amo, desde el primer día”
A mi solo me quedaba la posibilidad de escuchar y seguir chupando aquella jugosa polla que tanto me gustaba mamar y sentir como entraba en mi” “Ummmm…, ¡Ummm.,
“Otro asunto pendiente” …”Como Amo tuyo, deseo que lleves unos sensuales piercings en tus hermosos pezones…” - yo me revolví de nuevo, pero el me tenía bien sujeta y callada con mi boca llena con su gruesa polla - “Tus hermosas tetas las deseo ver luciendo un piercing, en cada pezón “ … “y es una ORDEN no discutible ¡los llevarás!” ….. “y punto!”
“Te llevaré a uno de los mejores especialistas en piercings de Londres. Ya reservé cita para el domingo” “ te vestirás ya como mi perra, y te llevaré Creek Rd, donde esta uno de los mejores en piercing y tatuajes Shiva Body Piercing & Tattoo Studio, te acompañaré y estaré contigo allí, mientras te los hacen.” …. , son los mejores no te dolerá nada, y estarás guapísima” “cuando vean tus tetas balanceándose adornadas por un bonitos piercings largos, vas a causar sensación, mi hermosa esclava y yo estaré orgulloso de ser tu Amo!”
“Ya solo queda otra sorpresa que también te pondrán en “Shiva”, es un piercing vaginal, algo que toda esclava debe llevar para que quien vea tu hermoso coño, separa que tiene un orgulloso propietario.”
Con cada nueva “sorpresa” de taladrar mi cuerpo, me revolvía a pesar de estar presa entre su polla y que me sujetaba por el pelo.
Cuando terminó de darme TODAS esas, dolorosas noticias, me preguntó ¡Si me prometes no protestar, gritar o enfadarte, te soltaré la cabeza, para que estés libre y cómoda, para llevar tu sola la iniciativa de esa maravillosa mamada que me estas haciendo! ….., al cabo de medio minuto, me volvió a preguntar
“¿Me lo prometes!, mi perra caliente”, porque si me engañas, tendré que castigarte”
Martin fue soltándome el pelo y deslizo sus manos a mis tetas que estaba deseando sobar y gozar de ellas.
Estuve a punto de romper mi promesa, pero comprendí que debía demostrarle que podía confiar en mi palabra, así que mientras el me pellizcaba los pezones y me apretaba las tetas, empecé a subir y bajar mi cabeza sobre tu cada vez más dura polla y después de correrme yo, sentí como se ponía rígido antes de derramar su caliente miel en mi boca, así que me la metí todo lo profunda que pude, para sentir como sus lechazos se estrellaban en mi garganta y se deslizaban cuello abajo hacia mi barriga, sin dejar que ni una gota se desperdiciase.
Cuando termino de eyacular, me la saqué de la boca, le lamí la polla y sus afeitadas bolas, dejándole limpio como un bebe, tras lo cuan, apoye mi cabeza entre sus piernas, el se recostó satisfecho en el sillón, mientras me acariciaba cariñosamente complacido mi espalda y así estuvimos como quince minutos, acurrucados y satisfechos los dos……., y yo no mencioné ni una sola palabra ni queja de lo que pensaba hacerme el sábado y el domingo, pero temerosa de que me doliese……., aunque algo me decía, que esa relación Amo-esclava iba a ser ardiente y de lo más ardiente y atrevido, que había experimentado hasta entonces en el sexo.
Pasados unos minutos, mientras me observaba recostada y desnuda sobre el, me dijo. “Vamos Safara” …., tráeme el collar y la correa que quiere enseñarte el sótano, pero, quiero que andes a cuatro patas desde ahora, si no te ordeno lo contrario!” jaja …., “las perras no andan de otra forma”
Como me había ordenado, a cuatro patas mientras el se deleitaba viendo moverse mi culo al alejarme, regrese con el collar y la correa.
Martin me puso el collar bastante apretado y engancho la correa a el. Después termino de desnudarse y me llevó hacia el sótano, tirando de la correa.
Abrió la puerta que daba a unas escaleras de madera y bajamos en semioscuridad por ellas, solo con la luz que entraba por la puerta abierta.
Al llegar abajo, encendió la luz. Eran unas luces tenues y rojas, y pude ver lo gran cantidad de material que tenía allí para gozar y entrenas a sus esclavas.
El se dio cuenta de que no me esperaba encontrar tantas cosas para el Bondaje y la Dominación allí abajo y me dijo “A que te gusta lo que ves, perra!! “ yo le respondí – “Si mi Amo, me gusta mucho su sótano”
“Bien! – dijo tirando de mi correa – “Será mejor que te guste, porque aquí vas a pasar muchas horas, dándome placer y recibiendo el que te merezcas como perra!”
Mi Amo Martin, me llevó de la correa hasta un robusto caballete, atornillado por un extremo a la pared.
Una vez delante del caballete me ordenó que me recostase boca abajo sobre el y una vez tumbada a lo largo del caballete que me llagaba a la altura de la pelvis, así tumbada me ató las dos manos juntas alrededor de la madera, impidiendo que pudiera incorporarme.
Mi correa seguí colgando de mi collar y al ver mi culo ofrecido al otro extremo del caballete, me propinó varios azotes con el cuero de la correa.
No eres muy fuertes, pero algo dolían ¡Ahhh…, Ahhh, ¡Ahhhh,
Después con dos cuerdas, y abriéndome las piernas para colocarlas en paralelo al abierto caballete, me las ató por separado, dejándome boca abajo y con mi culo y coño ofrecidos para ser usados.
“¡Bien perrita Safara” “ya es momento de que empiece a usarte como esclava” – añadiendo- “recuerda …., no puedes hablar bajo ningún motivo sin mi permiso!”
Pude ver, a pesar de estar atada, podía mover la cabeza, como se acercaba a uno de los estantes y cogía un plug anal que terminaba como una cola de zorra.
De un bote de lubricante al agua, roció en el plug metálico un poco de lubricante y lo extendió. Acto seguido, vino hacia mi con la cola de zorra y mientras me decía “! Te faltaba un “detalle” para ser una verdadera zorra, jaja, pero aquí tengo de todo” … tras lo cual, abrió mis nalgas y pude sentir el frío metal, empezando a llenar mi culo.
Bien lubricado como estaba, a pesar de ser de una buena medida, entró sin ningún esfuerzo ¡Ahhgg!, y note como se quedaba mirando lo morbosamente perra que parecía mi culo, con la cola de zorra.
Me pasó la peluda cola de zorra por los muslos, hasta que finalmente, la levantó con una mano hacia arriba, mientras con su otra mano, colocaba su hinchado glande a la entrada de mi hinchado y mojado coño.
“! Caliente Safara, te voy a follar por primera vez, como esclava de mi propiedad” …, “es un momento importante, no lo olvides!” y sin más preámbulos, me la metió de una sola embestida, como hacen los perros con las perras que montan … ¡Ahhhh, gemí al ser penetrada con brusquedad, pero el no se detuvo, adoptó un rápido ritmo, como si fuese mi perro semental y mientras decía en voz alta “! Date por preñada perra ¡!..... y con rápidos y enérgicos golpes de cadera, no bajo su ritmo de follada, hasta que al ver como mi coño se contraía con los espasmos de mi orgasmo…., el también empezó a descargar todo su caliente semen con sus semillas, a lo más profundo de mi coño.
Sentí como su esperma penetraba en mi, y se deslizaba hacia mi útero, llenándomelo como si de verdad desease preñarme….., una vez terminó, se quedó quieto y mantuvo su polla dentro de mi, mientras recuperaba el aliento como un perro después de la cópula, por el ritmo frenético que había impreso mientras me follaba.
Tras medió minuto recostado sobre mi culo y espalda, sin decir una sola palabra, se dio la vuelta y cruzando el sótano, se marchó por las escaleras, cerrando la puerta al salir, pero dejándome la luz encendida ¿ eso me sorprendió? ¿se había marchado así, tal cual? ……,
No había preguntado nada, para mantener mi prohibición de hablar, pero si pensaba dejarme toda la noche, así, atada sobre el caballete y se iba a dormir tras follarme, era un mal comienzo para mi.
Fueron pasando los minutos, cinco, diez, quince, por un viejo reloj que había en la pared y con la tenue luz, podía ver sus manecillas.
Fuera del sótano, silencio total, no oía sus pasos, eso podía suponer, bueno, estaba bastante convencida, de que significaba que pensaba dejarme toda la noche allí atada.
Empecé a maldecir el momento en que acepté el juego que me había propuesto Martin.
El reloj que además hacía ruido a cada movimiento del segundero, me indicaba que ya llevaba allí sola unos 20 minutos, y empezaba a dolerme el cuerpo, apoyado en aquella dura madera y atada sin poder moverme para ponerme un poco más cómoda.
Empezaba a sentirme engañada por aquel gran seductor, yo que me creía inteligente, había sucumbido como una estúpida a los encantos de aquel experto seductor.
Enfrascada en mis pensamientos, incómoda y especialmente enfadada, de pronto oí la cerradura de la puerta del sótano abrirse.
Giré cuanto pude mi cabeza, para ver si era Martin, ¡quien más podía ser? Y le vi bajar la escalera sonriente.
Inmediatamente se dio cuenta de que iba a empezar a maldecir, por la cara de enfado que me vio, al mirarle y poniendo un dedo frente a sus labios, sin abandonar su sonrisa, me hizo señal de no hablar. Apreté los puños, pues me estaba costando, no soltar por mi boca algún insulto y todo mi enfado, pero conseguí contenerme.
Una vez a mi lado, me miró complacido y me dijo “! Has aguantado la prueba de que te dejase sola y tirada, perfectamente, y me siento totalmente satisfecho de tu obediencia hacia mi, esclava Safara”
Tras decir eso, con una insoportable parsimonia, empezó a desatar mis piernas, y después desató mis manos del potro de follar, tras lo cual, me dijo con voy autoritaria “!Ponte de pie ¡perra!”
Haciendo un gran esfuerzo por no explotar, hice lo que me decía y me puse de pié frente a el.
Antes de que pudiese reaccionar, me tomó en brazos y me dijo “Vamos hermosa perrita, vámonos los dos a mi cama, allí dormirás junto a tu Amo y descansarás” …., “Te lo has ganado con creces Safara!”
Aquello era otra cosa, entre sus fuertes brazos como una chiquilla, desnudos los dos, me llevaba a la cama para “dormir”,…., no me lo terminaba de creer” …, pero así ocurrió.
Me depositó sobre la parte izquierda de la cama, y el dando la vuelta a la ancha y cómoda cama, se tumbó a la “derecha” y tras decirme “! Vamos duérmete ya, mañana tenemos muchas cosas que hacer ¡” y tras un par de caricias me dio la espalda, para que yo pusiese dormir.
Estaba muerta, así que en unos minutos y todavía sorprendida de ¡que! Estaba haciendo allí en la cama con aquel gran macho y seductor negro, cuando Bernhard i marido, debía pensar que estaba sola en mi apartamento como una buena esposa, me quedé dormida como una niña ……zzzzzzzzzzz
El sábado por la mañana, cuando me desperté, Martin ya no estaba. Había dormido como un cielo, pero cuando fui a incorporarme, noté que tenía algo en el cuello, lo toqué y era una gruesa argolla de hierro.
El primero instante fue de sorpresa, pero después imaginé que era algún juego de los de Martin, miré bien el collar de grueso hierro, cerrado con un candado, que estaba unido a una gruesa cadena, atornillada a una chapa en el suelo.
El no me había dicho nada de aquello, así que mi primera reacción fue de sorpresa.
Le llamé “!Martinnn …n! …. Martinnn…!” pero nada, ni se oía ningún ruido en la casa, ni el me respondió.
Pensé que estaba haciéndose el interesante y quería simular que no estaba. Volví a llamarle al cabo de un momento, pero no obtuve respuesta ……, así que decidí esperar que aquel cabrón bromista, diera señales de vida.
La suerte es que la cadena, era larga y podía moverme por la habitación e ir al baño, pero me tenía totalmente desnuda al margen del grillete de hierro en mi cuello enganchado a la cadena……, empezaba a estar de nuevo enfadada y mucho con Martin.
En cuanto apareciese, y me soltase, se habría terminado todo. No pensaba seguir jugando a “sus” juegos”, aunque tenía que reconocer que cuando me follaba o me introducía en una de sus travesuras, me hacía gozar como nunca en mi vida había hecho otro hombre.