De pies a cabeza 1

Después de romper con mi novia, mi amigo gay me muestra que se puede pasar aún mejor...

De pies a cabeza

Soy un tío de 32 años que hasta hace 2 días se consideraba un hombre heterosexual. Soy alto, de ojos verdes y pelo oscuro, puedo decir que soy guapo y me va bastante bien con las chicas. Hace un mes lo he dejado con mi novia y comencé un periodo de cierta abstinencia sexual, no quedé muy bien anímicamente y la verdad es que me dediqué más al curro.

Pero hace dos días tuve la experiencia sexual más intensa de mi vida. Debo reconocer que nunca he sentido rechazo por la idea de la homosexualidad y tengo algunos amigos gay a los que aprecio mucho, pero no sé si por tener novia o porque nunca había sentido mayor curiosidad, no había pensado nunca en llegar a tener sexo con un hombre. Sin embargo hace dos días mi amigo Julián me mostró lo bien que se puede pasar...

Julián era un hombre de 1, 75cm, 28 años, delgado, de rostro anguloso, pelo oscuro y barba de 3 días. Era muy masculino y cuando lo conocí hace ya casi un año en el cumpleaños de mi novia no pensé que fuera gay.  Luego de que Lucía y yo nos separamos Julián se acercó mucho a mí, en un comienzo lo vi como algo normal, pues habíamos empezado a vincularnos por motivos de trabajo. Precisamente por eso quedamos el viernes en su tienda una vez que ya había cerrado, comenzamos a hablar de nuestros planes para esa noche, y yo le dije que no tenía nada que hacer. Entonces, como ya habíamos hablado varias veces del tema, él comenzó a recomendarme que me divirtiera, que lo pasara bien, y de a poco fue saliendo el tema del sexo y le dije que desde que lo había dejado con Lucía que no mojaba, pero que tampoco me llamaba la atención salir a ligar con tías todavía. Entonces él medio en broma medio en serio, me dijo que ligara con tíos entonces.

-          Vamos, vente conmigo a una disco gay y así se te sube la autoestima jajaja

-          Hombre no, que me da corte- le dije- además si vas conmigo el que no podrá ligar eres tú.

-          Te lo digo porque voy con Luis, y la verdad es que ese tío está como loca por ligar, y ya sabes que a mí no me gusta nada, entonces vamos los tres, nos echamos unas copas, unas risas y cuando Luis ligue, pues no piramos …

La verdad es que me pareció una idea graciosa y me dio un poco de curiosidad conocer un sitio así. Lo que no pensé fue en lo de las copas… al poco rato ya estaba un poco pedo y me reía de todo, no me di cuenta cuando Luis ya había desaparecido y quedamos Julián y yo hablando, recuerdo que empezamos a hablar de Lucía y poco a poco fuimos pasando al tema de mi abstinencia sexual, y luego Julián me hizo la pregunta clave. “¿nunca has pensado en tener sexo con un tío?”. Me quedé pensando y al parecer con eso a Julián le bastó. Comenzó a decirme que le parecía un hombre muy atractivo y que si yo quisiera él me haría disfrutar mucho. Al oírlo sentí que la polla se me ponía un poco dura, y le sonreí,  y le seguí el juego.

-En serio? Qué te gustaría hacer conmigo?

-Mmm, pues te lamería todo el cuerpo, desde los pies a la cabeza.

  • La sola imagen de Julián lamiéndome los pies me puso aún más caliente y impulsivamente me acerqué a él y lo besé.

Julián, sin pensárselo dos veces y sin perder el tiempo, antes de que yo pudiera arrepentirme me tomó del brazo y nos fuimos a su piso que estaba a pocas calles de ahí. Mientras caminábamos yo sentía una corriente de adrenalina en el cuerpo, estaba muy cachondo y miraba al tío con el que iba tener sexo y me parecía muy guapo. Casi ni hablamos hasta llegar a su piso. Entramos y apenas cerró la puerta se quitó la camisa que llevaba, tenía un cuerpo marcado y con muy poco vello. Yo no sabía muy bien qué hacer, pero no era necesario que supiera, él se encargó de todo. Me besó y sin soltarme me llevó hasta el sofá, hizo que me sentara y él se arrodilló, me quitó los zapatos y los calcetines, comenzó a lamer mis pies, metiendo su lengua entre mis dedos. Yo no pensé que eso me iba a excitar tanto, pero me puso a tope, mi polla presionaba y no tardé en liberarla, me desabroché el pantalón, la saqué y comencé a masturbarme. Julián dejó entonces mis pies y se abalanzó sobre mi miembro de 18 cms  y comenzó a lamerlo desde los huevos hasta la punta. Yo gemía de placer, era la mejor mamada que había recibido nunca y estaba disfrutando mucho. Comencé a desabotonarme la camisa y Julián lamío mi abdomen y mis tetillas dándoles un pequeño mordisco, luego me besó apasionadamente. Sentí su lengua entrar en mi boca aún con el sabor de mi polla y eso me puso aún más caliente si es que era posible. Luego el tío me quitó los pantalones dejándome totalmente desnudo.

-Te voy a lamer entero- me dijo…

Comenzó otra vez a lamer mis pies, y mientras lo hacía me miraba seductoramente y yo manoseaba mi polla sin querer hacerlo muy fuerte, no quería acabar antes de tiempo. Estaba disfrutando mucho. Luego el tío subió sin despegar su lengua por mi pierna hasta llegar a mi miembro erecto y lo metió en su boca hasta el fondo, estuvo así algunos minutos y luego comenzó con mis testículos, al rato levantó un poco mis piernas para llegar con su lengua hasta mi culo. Todo eso ya me tenía al borde de la eyaculación, pero él previendo que eso podía pasar se retiró. El aún tenía puesto sus pantalones y su calzado, se sacó del bolsillo un condón y me lo lanzó diciéndome que me lo pusiera. Él se desnudó completamente y luego se puso a horcajadas sobre mí. Yo lo tomé de su cintura, veía todo su hermoso cuerpo ante mis ojos y me pareció increíblemente atractivo. Tomó mi polla por detrás y se sentó en ella, sentí como mi polla se abría camino por sus entrañas y la sensación me pareció sublime, él gemía de placer y yo lo acompañaba con  mis gemidos también. Entonces el comenzó un movimiento rítmico que yo acompañé con mis caderas, metiendo y sacando mi polla de su culo. Mientras tanto mis manos recorrían su cuerpo sudoroso que se movía sobre mí. Unos minutos después Julián se retiró y se puso en el sillón con los brazos en el respaldo, dándome la espalda ofreciéndome su culo, sin que me dijera nada y ya entendiendo que debía hacer, me puse detrás de él y lo penetré hasta el fondo mientras él me pedía que le diera fuerte. Yo obedecí y comencé a darle con fuerza, lo sujetaba de las caderas y embestía con mi polla dura y gruesa en su culo tragón. Julián gritaba de placer sin mucha preocupación por que nos oyeran sus vecinos, yo gemía y disfrutaba lo que estaba pasando, a ratos me abrazaba a su torso y tocaba su cuerpo fibrado y besaba su cuello lamiendo su sudor salado. Cuando estaba a punto de eyacular sentí como el culo de Julián se contraía, y su polla desparramaba su semen sobre el sillón, yo  unas pocas embestidas más  expulsé mi leche dentro de su culo acompañando el orgasmo con un grito de satisfacción y placer.

-¿qué tal te lo has pasado me preguntó cuando recuperamos la respiración?

  • La verdad es que lo he disfrutado mogollón- contesté..

-Bueno, aún es pronto…

Y lo que sigue lo cuento en el próximo relato…