De pendeja, puta (Parte 2)

Avanza mi relato de mi primera vez en el sexo con alguien que jamás pensé que iba ser.

Quienes llegan por primera vez a este relato les recomiendo empezar por la primera parte, así no pierden detalle.

Segunda parte

La semana siguiente, mientras estábamos Pame, la hermana y yo boludeando con la compu Rubén llega de trabajar y les dice a las hijas

-Hijas, después de cambiarme ¿me ayudan a abrirme un MSN?

-Si yo te dije que ya lo tenés!, le dice Pam

-Si? Pero nunca me enseñaste a abrirlo! ahora después te pido ayuda

-Ay, papá qué denso sos!, le grita Pame

Un rato después cae el padre con una notebook y nos pide que vayamos a ayudarlo. Vamos las tres a la habitación que ellos tenían como escritorio y Pame después de abrirle el MSN el padre le pide que le agregue unas direcciones que él tenía anotada en un papel y que era de gente de su trabajo

-Ya está, ahora temes que esperar que ellos te acepten y vas a ver que vas a poder hablar con ellos, le explicaba al padre

-Ah, ok hija. Ahora agréguense ustedes

Pame agrego su cuenta y la de su hermana y al toque Rubén dice

-Y agregate vos, Yani

-Ay, yo la agrego, dejá. Ahora vas a tener que esperar que nos conectemos y te aceptemos, le terminó de explicar Pam.

Cuando nos volvíamos para la habitación, ella me dice, igual no lo va a saber usar, vas a ver.

En esos años no estaba todavía la banda ancha y si me conectaba era a la noche, los fines de semana o si a la tarde después del cole me iba casa porque estaba sola ya que mis papás trabajaban. Una tarde de esas que no fui a la casa de Pame me conecté para boludear y tenía pendiente la solicitud de Rubén. Apenas le di aceptar me saltó el pop up con un mensaje de él que decía "hola Yani, por fin te veo". Obviamente que di click, respondí y empezamos a hablar.

-Hola! Pasó algo?

-No, Yani, solamente me enteré que no estabas en casa.

-Ah, no, me volví a casa

-Te fue a visitar Juanito?

-jajaja y esa pregunta a qué viene?

-Porque el otro día en el auto hablaron mucho y estabas loca por él

-Es que es divino

-Qué suerte que tiene ese flaco

Me sorprendió mucho ese mensaje y cuando voy a responderle veo que ya aparecía desconectado.

Después de ese episodio pasaron dos días que me volví a casa y no fui a la casa de Pam después de clases pese a que me insistía; le expliqué que quería volver a casa porque estaba cansada y además estaba por venirme y quería estar tranquila. Eso la convenció. En parte era cierto pero quería volver para conectarme porque no volví a ver a Rubén conectado y todavía tenía la duda de por qué había escrito eso. Apenas llegué a casa, dejé todo, prendí la compu me hice algo de comer y me senté frente a la compu, conectada al MSN, a esperar a verlo conectado.

Justo estaba conectado Juanito y nos pusimos a hablar; sorpresivamente me preguntó si me pasaba algo porque hacía dos días que no me veía a la salida; le dije que no me sentía bien. Me dijo que le encantó lo del fin de semana en el boliche. Me preguntó si tenía novio; para hacerme la difícil le dije que novio no pero que habían un par dando vueltas. En eso aparece la notificación de que Rubén estaba conectado; mi primera reacción fue hablarle para preguntarle por qué me dijo eso pero lo pensé otra vez por miedo a quedar desubicada y seguí hablando con Juanito.

-Hola Yani. Andás por ahí?, fue el primer mensaje que me escribe el padre de mi amiga.

-Hola. Sí, estoy acá, le respondí. No sé por qué fui tan seca.

-Me dijo Pame que no te sentías bien. ¿Estás bien?

-jajajaj, estoy bien gracias, le respondí, otra vez media secota

-Ojalá te pongas bien pronto, en casa te extrañamos, me escribió.

Como yo tarde en responderle me volvió a escribir

-Bueno, no te molesto. Seguro estarás hablando con el Juanito ese

-Y dale con Juanito, qué te pasa con Juanito que siempre me preguntas, quise saber.

Ahora el que tardó en responder fue él...

-Es que Pame me contó que te gusta y bueno...

-jajaj y bueno qué? sos mi papá acaso?, quise saber

-Yani, sabés que para nosotros sos como una hija y uno a veces se pone celoso de los novios de las hijas.

-Pero Juanito no es mi novio ni yo soy tu hija, le respondí

-Ya lo sé y menos mal que no lo sos, escribió dejándome helada, me recorrió una especie de sensación rara. Qué me quería decir con esas cosas.

-Porque si fueras mi hija lo sacaría a tiros si está cerca tuyo. Otra vez la misma sensación, cada vez entendía menos al tiempo que sí iba cayendo en la cuenta.

Otra vez, cuando iba a responderle veo que aparece desconectado.

De verdad me sentía mal ese día. Cerré todo, dejando al pobre Juanito colgado incluso, y me tiré en la cama y en mi cabeza daba vueltas este tipo que, atando, cabos estaba tirándome indirectas todo el tiempo. Yo jamás lo miré con segundas intenciones ni como hombre. Para mí era el padre de mi amiga, amigo de mis viejos y nada más. Me dormí. Habrán pasado una dos horas cuando me levanté, todavía faltaba para que mi viejos volvieran. Había traspirado un montón. Fui a buscar un vaso de bebida a la heladera y me fui a dar un baño. Como estaba sola aproveche a llenar la bañera y me di un baño de inmersión; cuando estoy en esos días me ayuda un montón eso. No me podía sacar de la cabeza la idea de que un tipo que podría ser mi papá estuviera tirándome onda. Bah, en verdad era más joven que mi papá. Era gerente en una empresa importante, tenía una facha relativa. Facha que me di cuenta a raíz de todo esto por eso, casi inconscientemente, mientras estaba en la bañera mi mano derecha fue a mi concha y me empecé a frotar el clítoris sabiéndome deseada por dos hombre bien distintos: Juanito y el padre de mi amiga. A medida que aumentaba la excitación las imágenes de ellos dos se me empezaron a mezclar me veía chapando con mi compañero de escuela y me pensaba pajeando al padre de mi amiga e imaginando el placer que podría llegar a darle yo, una chica de 18 años que podría ser su hija y al que tantas veces, inocentemente abrace, me senté en su falda... pensando en él, acabé.

Pasó una semana para que volviera a la casa de Pame, ella y su hermana me insistieron para que fuese. No pude decirles que no. Almorzamos, boludeamos con era de costumbre, vinieron otras chicas y merendamos. Cerca de las cuatro de la tarde llega Rubén. Al verlo me pongo nerviosa, por suerte el saludo a todas en general. Después se me pasó, como que me olvidé de su presencia. Hasta que en un momento suena el teléfono. Atiende Pame y eran mi vieja, quería hablar conmigo para avisarme que no iban a poder pasarme a buscar porque tenía una reunión e iban a volver tarde y que si los padres de Pam podrían llevarme de vuelta a casa. Le pregunté a mi amiga y dijo "ay, yani, obvio, te llevamos". Me quedé con ellos a cenar, hablábamos de que el próximo año teníamos el viaje de egresados y empezaban las reuniones para definir qué empresas íbamos contratar; para mi tranquilidad no hubieron comentarios raros de parte de Rubén, tal vez porque su esposa Amalia estaba ahí.

Terminó la cena y Pame le recuerda a su papá que me tenía que llevar de vuelta a casa. En eso suena el teléfono de la casa, atiende Rubén y le dice a su hija que la llamaba un tal Tomi (el chico que le gusta) Pame le saca el teléfono de la mano y se va a hablar, yo me quedo con Rubén, su esposa y la hermana de Pamela sobre boludeces. Pasan los minutos y mi amiga seguía hablando por teléfono; a mí se me hacía tarde entonces me acerqué y le dije que se apurara así me acompañaba ella también. Dejó el pibe hablando solo y me dice

-Yani, no te enojás? no le quiero cortar, porfa. Mi papá te lleva ¿sí?, me dijo casi suplicándome.

Le dije que estaba todo bien y se acercó a la madre para decirle lo mismo que a mí y volviendo a subir a su cuarto me dijo "te quiero amiga". Amalia me dijo

-Te lleva Rubén, no te preocupes, viste cómo es Pame. Yo me reí y se empezó a notar mis nervios. Rubén se estaba poniendo una camera y agarrando las llaves del auto dice, delante de todos

-¿Estás bien, Yani? Tenés cara rara...

-Es que ya son casi las once, Rubén, mañana arrancan a las seis las chicas, respondió Amalia. Eso me ayudó a salir del apuro. Saludé a la madre y a la hermana de Pame y me fui con Rubén.

El viaje hasta mi casa, en auto, no son más de 10 minutos. De modo que íbamos a llegar rápido. Es que estaba nerviosa, no sabía cómo enfrentar cualquier situación o cosa que él me dijera. Era todo una mezcla rada de sensaciones porque, además de todo eso, su perfume me atraía, su presencia me empezaba a resultar atractiva ahora que lo tenía frente a mí. Lo primero que me pregunta es si estoy bien. Le respondo que sí. Me habla de Pame y de si yo conocía a Tomi. Le digo que sí, que es de un curso más grande que el nuestro y que es lindo.

-¿Más lindo que Juanito? me pregunta

-Nooo, Juan es más lindo jajaja, me reía como para hacerme la tranquila y que no se me notaran los nervios

-Uy, Yani te molesta si pasamos un minuto por la Shell así cargo nafta porque estoy casi en reserva, me preguntó

Obviamente le dije que no me molestaba. Además la estación esa quedaba de camino a casa. El se baja mientras el playero cargaba nafta y veo que se va shop de la estación y vuelve con cigarrillos y unos chocolates. Le paga al playero y se sube al auto. "Para vos, Yani", me dice mientras me da un chocolate Milka; le agradezco y mientras retomamos el viaje me dice

-Y ese Juanito te gusta mucho?

-Sí, es re lindo y es re bueno, le respondí

-¿Y ya hicieron algo o todavía nada?

-Jajaa, no sé si se cuentan esas cosas... Un par de besos..., le respondí mientras un calor mezclado con nervios me recorría

-Habrá sido más que un par de besos, Yani, porque el otro día te había dejado un chupón impresionante, dijo mientras giraba la cabeza para mirarme. Es que fue en el lado izquierdo de mi cuello y él lo tenía a la vista. Yo no entendía nada a dónde iría a parar esa conversación que no era la habitual con el padre de mi amiga.

-Y por qué preguntás tanto por Juanito, preguntá por Tomi, le dije

-No, no importa ese Tomi. Pasa que el chico este, Juanito, tiene muchísima suerte, me dice siempre mirando hacia adelante.

-¿Por qué pensás eso? Siempre me decís lo mismo

-Te molesta que lo pregunte? Perdón si es así, pregunta haciéndose el inocente

-No, es raro que el padre de mi amiga me diga esas cosas.

-Pero te lo pregunto como si fueras mi hija..., quiso intentar una respuesta

-Sí, pero yo no soy tu hija

-Menos mal que no sos mi hija, me contestó.

Otra vez la misma respuesta que me dio en el chat días atrás. Mi cabeza no sabía cómo reaccionar, mi cuerpo me provocaba calor pero mis manos estaban heladas.

-Porque yo a vos no puedo verte como a una hija; si sos hermosa..., dijo mientras su mano se apoyó sobre mi pierna izquierda y él no dejaba de mirar hacia el frente. Yo cerré los ojos. Estaba en una ebullición de sensaciones, todas contradictorias. No faltaba mucho para llegar a mi casa, el paró su auto a un costado de la avenida por la que íbamos puso las balizas y me dijo.

-Perdón por eso que te dije. No correspondía. Soy un boludo... Me confundí...

-Está bien, no pasa nada... es raro porque a mí también me empezaron a pasar cosas, le dije mirándolo a los ojos al tiempo que le agarré la mano y se la puse en mi pierna. Vi que él cerró sus ojos. Yo aproveché y le di un beso en los labios al que él correspondió. Nos separamos, el me agarró la mano y mirándome me dijo

-Sos muy hermosa, Yani...

Con su mano derecha me agarro de la cabeza hacia él y me beso, ahora más caliente aún. Yo le correspondí. Nos besábamos con ganas, yo lo hacía como si estuviese besando a Juanito. Su otra mano se posa en mi teta izquierda, la acaricia, y empieza a recorrerme hasta llegar a mi pierna y de ahí toma mi entrepierna. Yo lanzo un gemido contenido por los besos

-Está calentita la zona, me dijo terminándome de besar.

Yo le agarre la mano y le dije

-Por favor no. Ahora no... Llevame a casa por favor, le pedí en un rapto de conciencia.

El siguió manejando hasta mi casa, como no había lugar en la puerta estacionó un poco más adelante. Paró el auto y me miró

-Yani..., me dijo

Yo no dejé que siguiera hablando, tomé impulso y lo besé. Nos besamos otra vez salvajemente. No pude contenerme y lleve mi mano su entrepierna. Se sentía dura.

-Así lo besé y toqué a Juanito esa noche, le dije mientras me separaba. Él no reaccionaba. Agarré mi mochila del piso del auto, me bajé y me fui corriendo a mi casa.

Continuará...