De pendeja, puta (Parte 1)
Todas las chicas nos acordamos de nuestra primera vez en el sexo. En mi caso por haber sido con la persona menos pensada.
Estaba promediando el cuarto año del colegio secundario. Mi vida era estudiar, salir con mis amigas y nada más. No existían, por suerte otro tipo de preocupaciones. Pasaba mucho tiempo con ellas, tanto las del colegio como las de mi barrio.
En esa etapa de mi vida Pamela era mi mejor amiga. Estábamos en el mismo curso desde que empezamos la primaria y casi todos los días, después de clase, me iba a su casa y me quedaba con ella hasta que mis papás me venían a buscar o, antes que anochezca, me volvia en colectivo. Muchísimas veces me quedaba a dormir también. Pamela vivía con su papás y una hermana un año menor; o sea que siempre estábamos juntas las tres.
Mis papás veían con buenos ojos que puediera estar ahí porque era un lugar seguro y además eran amigos de los padres de Pamela; salían a comer y tenían una vida social activa con ellos. Incluso ellos se turnaban para irnos a buscar a los boliches y llevarnos a cada una de nosotros a nuestras casas.
Uno de los tantos sábados que salimos a bailar lo hicimos desde la casa de Pamela, vinieron varias chicas más del grupo, como era costumbre y la charla mientras cómiamos algo en el living era a quién nos encontraríamos allá y a quien nos íbamos a tranzar.
Yo contaba que esperaba encontrar a Juanito, un chico del quinto año que me encantaba y con quien después de la clase de gimnasia me quedbaa charlando. Mientras yo comentaba eso y todas quería que contara más de él, Rubén (el padre de Pamela) viene a dejarnos más pizzas que habia hecho y tira para todas un "espero que se porten bien hoy, eh" y todas nos cagamos de risa. A mí me daba mucho pudor contar no por mis amigas sino porque en la cocina estaban mis viejos cenando con los padres de Pame.
Llegada la hora preparnos, nos fuimos todas a la habitacion de Pame y nos cambiamos, nos maquillabamos y planchábamos el pelo. Yo siempre iba a cara lavada o con algun labial muy suave que me dejaba poner por insistencia de mis amigas. Es que era la más tranqui de todas: no me gustaba mucho el maquillarme y siempre y en jean y con remeras a veces escotadas y otras algunas mas trasparentes. Ese día llevaba una remera bien escotada que dejaba ver mis bastante mis tetas un jean negro bien chupin y el pelo planchado. Salí del cuarto de Pame para ir al baño y mientras llego veo que sale Rubén de ahi. Él me ve y me dice
-Qué suertudo Juanito, va a disfrutar verte así.
Yo me sonrojé y le dije
-Ay, rubén, pará, no digas así y me reía nerviosa.
Él siguió para la cocina. Jamás me imaginaba que ese comentario iba con una segunda intención.
Antes de irnos todas pasamos a saludar, obviamente pasé a pedirle algo mas de guita a mis viejos y Pamela le dijo al padre
-Pa, venis vos a buscarnos?
-Sí, no tengo drama yo. Además los padres de Yani fueron la otra vez.
-Genio, Pa! Gracias
Cuando saludo a Rubén él me dice "Saludalo a Juanito de mi parte" y yo me reí y nos fuimos todas.
La noche pasó como todas las que salia a bailar, tomamos algunos tragos, nos quedabamos juntas hasta que todas se iban con algun pibe y siempre treminabamos dos otros que nos quedabamos jodiendo entre nosotras. Esa noche sí aparecio Juanito con con su grupo de amigos. El nos vio y todos se acercaron y charlamos hasta que nos fuimos a bailar Juanito y yo y terminamos chapando en un rincon del boliche como dos animales en celo. En ese lugar y en ese momento fue la primera vez que deje que un chico metira su mano en mi remera corriera el corpiño y jugara con mis tetas. Yo le correspondí bajando el cierre de su jean y haciéndole una paja con su acabada me salpicó un poco el pantalón; menos mal que era negro
Era muy común que cuando ya nos íbamos teníamos que estar esperando siempre a alguna que se quedaba tranzando con algun pibe; en general yo era de las que estaba en el grupo de las que esperaban pero esa noche todas estaban en la puerta esperando por mi. Salimos del boliche con Juanito abrazados, veo a lo lejos que estaban las chicas esperándome y se despide con un terrible beso. Yo estaba enamorada. Cuando me acerco a las chicas, todas querían saber qué había pasado y mientras íbamos a donde nos esperaba el padre de Pame les fui contando. Una vez en el auto, Pamela se sentó adelante con su papá y yo fui atrás con las otras tres chicas. Pame se sentó mirando para el medio, donde estaba yo, mientras no paraba de preguntar cosas
-Y que te dijo Juan? Se van a volver a ver?, preguntaba
-Si quedamos en eso, igual nos vemos los martes y jueves despues de gimansia pero me paso su MSN para seguir hablando, expliqué
-Se ve que te tiene muchas ganas porque te dejó terrible chupón
Yo ni me había dado cuenta, me toqué y me puse colorada, porque estaba el padre de ella ahí. Miré hacia el espejo y note que Rubén me miraba por el retrovisor y me guiño un ojo. Me quería morir de la vergüenza. Seguimos charlando, cada una iba bajando en su casa y yo siempre era la última; los salude a los dos con un beso y a dormir; no sin antes escribir en un pequeño cuadernito, que usaba a modo de diario, lo lindo que la habia pasado.
Continuará...