De nuevo mis alumnos vuelven a buscarme II
Tras recuperarse Esperanza una semana en casa, se incorpora a su trabajo y ese mismo día en que comienza a trabajar, tiene una llamada de sus ex alumnos, citándola para cuando saliera del colegio, esa tarde. Al salir se junta con ellos donde han quedado y van a Carabanchel donde los chicos han alquilado un piso para sus encuentros con ella y allí la cuentan los planes que tienen para hacer con ella. Tras conocer los planes abandonan el piso y deja a los chicos en el mismo lugar donde los ha recogido a excepción de Ignacio, con el que se va a un lugar solitario de la carretera de Burgos donde dan rienda suelta a sus pasiones.
Recordareis como en el relato anterior, de nuevo los ex alumnos de Esperanza, una vez recuperada del parto vuelven a contactar con ella y a chantajearla para poder seguir disfrutando del cuerpo de ella. Esperanza consigue a base de tretas y astucia que durante la cuarentena no la penetren vaginalmente, pero si lo hacen bucal y analmente. Cae enferma y es hospitalizada, ya en el hospital sus ex alumnos dejan de llamarla y tener contacto con ella a excepción de Ignacio, el cual la visita en el hospital y logrando con engaño que el marido de Esperanza salga del hospital durante unas horas, ambos (Esperanza e Ignacio) aprovechan para follar en el servicio o aseo de la habitación del hospital. Ignacio la declara a Esperanza que está enamorado de ella desde que la conoce y que desea vivir con ella, la pide que deje a su marido, pero Esperanza le dice que mientras su marido viva o no la deje o se separe de ella, que ella seguirá viviendo y estando junto a su marido. Ignacio logra convencerla de que firme un pre contrato matrimonial, caso de que alguna vez se dé la circunstancia de que el marido de Esperanza falte o se separe o divorcie de ella. Una vez firmado el contrato lo confirman entregándose cada uno al otro un anillo en la capilla del hospital teniendo a Dios como testigo de su compromiso. Tras darla el alta y salir del hospital, marcha a casa donde antes de volver a comenzar a trabajar, guarda una semana de reposo ordenada por el médico. Durante esta semana es visitada por Ignacio todos los días, con permiso y agradecimiento del marido de Esperanza (que por supuesto no sabe nada de lo que pasa entre su mujer y el chico). Cuando acaba el reposo, Esperanza se reincorpora de nuevo a su trabajo en él y al hacerlo al día siguiente tiene una llamada de Ignacio, diciéndole que esa misma tarde sus amigos y él quieren verla para hablar con ella.
En este punto es donde dejamos el relato anterior, y ahora ya puestos y metido en situación continuamos con el relato:
Tengo que decir que durante los días que estuve en el hospital y los de la semana de reposo que el médico me mando guardar en casa, Ignacio fue cogiendo bastante confianza con mi marido Pepe, e incluso uno o dos días salieron juntos a tomar unas cervezas y a dar una vuelta. Me preguntaron si no me importaba y yo con tal de que mi marido fuera cogiendo confianza y fuera confiando en Ignacio les dije que no, que se fueran sin problemas que yo estaba bien y que si necesitaba algo llamaría al servicio. Nunca me pude imaginar lo que Ignacio estaba planeando al hacer estas salidas con mi marido, un tiempo después lo descubriría.
Esa tarde al salí de clase quedamos en una zona al lado contrario de la ciudad de donde se encuentra el colegio donde trabajo, pues no quería que me viera nadie que nos pudiera conocer con ellos. Al llegar, no me dejaron ni siquiera bajar del coche, esta vez estaban los cuatro, se acercaron y abriendo las puertas del coche se montaron en él. Delante a mi lado se sentó Ignacio y atrás Luis en un lado, Ramón en el medio y Emilio en el otro lado. Al hacerlo me dijo Ignacio:
“Profe, sal a la carretera y cuando llegues a la altura de la M-40 coge dirección Sur, vamos a Carabanchel Alto, para que veas el piso que hemos alquilado para estar mejor que en la casona de la finca de los padres de Ramón y allí hablaremos tranquilo, todo lo que hemos pensado proponerte a ver qué te parece”.
Yo les contesto:
“Pero para que habéis alquilado nada, nos hubiéramos arreglado con la casita de la finca de los padres de Ramón, la teníais bastante bien arreglada. ¿Cuánto os cuesta al mes lo que habéis alquilado?”
Emilio desde atrás contesta:
“Nos cuesta 600 euros más la comunidad, salimos a unos 160 euros cada uno. Al no ser que tú también aportes, entonces nos saldría bastante más barato. Pero no queremos que tú aportes nada, pues estamos seguro que sin aportar nada de dinero, serás la que más colabores a pagarlo y nos pueda salir gratis”
Yo le digo:
“Como os va a salir gratis, ¿quién sino vosotros va a pagar los 600 euros más lo que os corresponda de comunidad, más luz y agua?”
Ellos se ríen y me contesta Ramón:
“Ya se enterará usted de donde sacaremos el dinero, cuando le contemos lo que tenemos pensado. Perdona Esperanza, pero no me acostumbro a no llamarla de usted, han sido tantos años nuestra profesora que no me hago ahora a tutearte”.
Al cabo de 20 minutos llegamos a una calle de Carabanchel Alto, que no diré el nombre para no localizar el sitio exacto donde tienen alquilado el piso, y al entrar en ella me dijo Ignacio:
“Ves buscando donde aparcar, es esta la calle y el portal es aquel, donde entra esa persona de color”.
Pasé un poco más allá del portal y pude encontrar un sitio a unos 10 metros de la puerta donde había visto entrar al hombre negro. Aparque y al hacerlo abrieron las puertas y nos bajamos. Cuando fui a cerrar el coche me dijo Emilio:
“Esperanza ¿no tienes ningún seguro para ponerle en el volante para evitar que te le roben?, esta zona no es muy segura. Yo que tú si le tienes le pondría, por lo menos ahora al principio, hasta que vayas conociendo a la gente de aquí o sepas como está el tema de robo y seguridad en esta zona. Es un barrio y sobre todo esta calle donde viven muchos emigrantes y la mayoría sin recursos, por lo que es posible que se dediquen a robar lo que puedan coger sin mucho esfuerzo“.
Yo vuelvo al coche y sacando un cepo de los antirrobo de los que se ponen en el volante y el pedal del embrague, que llevo bajo la alfombrilla del copiloto, lo pongo y tras esto cierro el coche y les digo:
“¿Y sabiendo cómo es la zona y la gente que vive por aquí, habéis alquilado el piso aquí?, vosotros estáis locos. Yo si no hay seguridad no me vais a ver por aquí más”
Entonces al oírme me contestó Luis:
“Tú, profe vendrás aquí todas las veces que nosotros te digamos o caso contrario ya sabes lo que haremos con los videos y fotos que tenemos tuyas , de la excursión a Francia y otras que te hemos sacado luego ya aquí en España cuando hemos vuelto”
Yo bajo la cabeza y me callo, no le contesto. Entonces Ignacio cogiéndome con su mano derecha de mi barbilla, me levanta mi cara y mirándome a mis ojos me dice:
“Esperanza, no te preocupes, lo tengo todo arreglado, a ti y a nosotros no nos pasará nada físicamente ni en temas de robo ni en nada parecido, confía en mí que lo tengo todo controlado y atado”
Yo le sonrió y muevo afirmativamente mi cabeza y él entonces acerca sus labios a los míos y me da un beso suave en mi boca.
Nos acercamos al portal, el cual la cerradura de la puerta está rota y no hace falta utilizar llave. Entramos los cinco y ya en el portal pregunto:
“¿En qué piso es?
Y Ramón me contesta:
“Es en el 2º puerta D Profe. Quedaba libre otro aquí en el bajo, pero hemos preferido coger el del 2º, al estar la cerradura del portal rota y la puerta por tanto abierta, por más seguridad”
Llegamos al segundo piso y nos dirigimos hacía la puerta que pone sobre el marco de la misma una D, Ignacio saca de su bolsillo unas llaves y abre y da la luz del pasillo y entrada. Entramos todo y el último, Luis, cierra la puerta. Entonces antes de ir a ninguna de la estancia Ignacio me dice:
“Antes de que te contemos y hablemos de lo que hemos pensado hacer, quiero enseñarte el piso, ya que a partir de ahora es aquí donde nos juntaremos y por lo que tenemos pensado no van a ser pocos días ni horas”
Yo le sigo a él y a Ramón quedándome en el medio, pues tras de mí se ponen Luis y Emilio. El piso es viejo y poco cuidado, los muebles son de segunda o tercera mano y muchos de acarreo que hasta pienso que algunos de ellos hayan sido recogidos de algún contenedor o basurero. La ropa de las camas ni las miro pues me imagino como serán. Rápidamente les diré como es el piso. De la entrada sale un pasillo largo en el que hay cuatro puertas (dos a cada lado) al lado derecho de este hay un cuarto de baño y una cocina y al lado izquierdo dos habitaciones una de ellas (la que queda en el medio sin ventilación y para que se ventile han abierto dos huecos en forma de ventana (de 50 x 30 aproximadamente) pero sin cristal ni marco. Esta habitación esta amueblada como si fuera un estudio. La anterior es un dormitorio con una cama de 105 cms. El pasillo termina en un salón bastante grande, pero también con muebles viejos y sucios con dos ventanas que dan a un patio interior. Al lado contrario de las ventanas hay una puerta que da al dormitorio de matrimonio, con una cama vieja de matrimonio de 135 y están todas sus paredes cubiertas de espejos, solo faltan espejos en el techo. Esta habitación tiene un balcón que da a la calle, para evitar ser visto desde las casa de enfrente tiene unos visillos blancos, semis transparentes y dos caídas de cortinas de flores estampadas en tonos granates. No tiene armario y en dos de sus rincones tiene dos descalzadoras o butaquitas y en otro una percha de pie, de esas antiguas que llaman árbol, con varios enganches para colgar la ropa. Completa el mobiliario del mismo dos mesillas viejas y antiguas haciendo juego con el cabecero de la cama. Me doy cuenta que carece de armario y les digo:
“¿No hay armario en la habitación? ¿Y porque tantos espejos? Pues los hay en todas las paredes excepto en el techo”.
Me contesta Emilio, diciéndome:
“El armario que había aquí lo hemos llevado al otro dormitorio. Y los espejos es porque este piso, nos ha dicho el dueño, que hace un año o así estuvo alquilado por una sudamericana que se dedicaba a la prostitución y forró todo el cuarto de espejos. Nos ha dicho, que no los ha quitado, porque están pegados con silicona y es difícil arrancarlos sin romperlos, de modo que prefiere que se queden así y no estropear las paredes. A nosotros nos ha gustado que estén y al faltar espejos solo en el techo hemos pensado ponerlos también. Se lo hemos comentado al dueño y nos ha dado permiso para hacerlo, de modo que mañana viene el cristalero a ponerlos. Con esto Esperanza creo que he contestado tú pregunta. Lo de poner también el espejo en el techo ha sido idea de Ramón, que aunque es el pequeño, es el que tiene la mente más calenturienta de todos, dice que de esa forma cuando estemos contigo podremos ver tu bello cuerpo en todos los ángulos y tú los nuestros igual, ja, ja, ja, ja, buena idea la del peque verdad….”
Yo entonces le contesto:
“Desde luego cuidado que sois morbosos y asquerosos, quién me lo iba a decir a mí cuando os tenía de alumnos que erais así, y menos lo hubiera pensado de Ramón, con lo tímido y calladito que era en mis clases”
Ramón baja la cabeza y no dice nada, entonces Ignacio nos dice a todos:
“Venga venid todos al salón. Esperanza siéntate, te vamos a decir lo que tenemos pensado. Para empezar y que no haya mal entendidos comenzaré recordándote nuestro acuerdo:
Quedamos que una vez acabadas las clases y estuviéramos fuera del colegio seguiríamos teniendo contacto s contigo, unas veces todos juntos y otras individuales con cada uno de nosotros, cuando lo creyéramos oportuno. Siempre que te folláramos lo haríamos a pelo y sin preservativo. Caso contrario si te negabas sacaríamos a la luz los videos que te grabamos y daríamos a conocer todo lo que hicimos contigo en Francia. Tú por tu parte nos dijiste que tenías el análisis del brebaje que te dimos a beber con el que te drogamos y te hicimos perder la voluntad, el cual, si nosotros mostramos los videos tú enseñarás ese análisis como prueba que todo lo que pasó es porque te habíamos drogado. De acuerdo era ese el trato ¿sí o no?”
Yo mirándolos, me quedo un momento callada y le contesto:
“Si ese era el trato y por ahora lo he cumplido y vosotros también, pero esto no puede durar toda la vida”
Entonces Luis me contesta:
“Profe esto durará todo lo que nosotros queramos, no va a ser tú la que nos ponga la duración del acuerdo”.
Yo hago con que me enfado y le contesto:
“Sabéis que estamos en igualdad de condiciones, que yo también puedo romper el acuerdo dando a conocer el resultado del análisis y denunciaros por haberme forzado, pero eso no es lo que quiero que pase. Solo quiero que pongamos un tiempo y después nos entreguemos las pruebas que tenemos cada una de las partes de la otra y acabar con este chantaje”.
Ahora es Ignacio el que me contesta:
“Esperanza, tú no tienes nada contra nosotros. Hemos hecho una consulta con un abogado, diciendo que era el caso de un amigo y nos ha dicho que ese certificado del análisis no tiene valor alguno ante un juez. Dado que no tienes pruebas de haberte obligado nosotros a tomar ese combinado, ni de que el líquido que llevaste a analizar era o no el que nosotros te dimos a beber, por tanto no vale para nada, ante un juez es papel mojado. Sin embargo las pruebas nuestras, es decir los videos son palpables y en ellas se ve perfectamente que eres tú la que te entregas voluntariamente a nosotros y al chico del Pub y sus amigos y además eres la que nos pides que te follemos. Por tanto querida siento decirte que estas en nuestras manos y que de ahora en adelante si no quieres, que estos videos y todo el material audiovisual que tenemos de nuestros encuentros, salga a la luz tendrás que hacer todo lo que nosotros te digamos que hagas”
Yo al oír lo que me acaba de decir Ignacio, me quedo callada, con la cabeza hacia abajo y pienso para mis adentros que tienen toda la razón del mundo y que el certificado del análisis, no me valdría para nada, entonces les digo:
“Sois unos cabrones, hijos de putas, pero veo que tenéis razón y me tenéis por completo en vuestras manos que es lo que queréis entonces de mí. ¿Qué es lo que queréis que haga?, pues no me queda otra que acceder a vuestros caprichos”
Entonces Ignacio como portavoz del grupo me dice:
“Ya veo que te has dado cuenta, que nuestro acuerdo, ya no tiene valor y que ahora los que ponen las normas somos nosotros. Pues bien estas son las condiciones que queremos que cumplas: Seguirás teniendo contactos con nosotros cuatro, unas veces todos juntos y otras individuales con cada uno de nosotros, cuando lo creamos oportunos y siempre que follemos contigo será sin preservativo y sin protección. También si decidimos entregarte a otras personas lo acataras sin protestar. Queremos que de nuevo quedes preñada, para que no nos engañes y aunque lo hagas sin preservativo, estemos seguros que no tomas ni pones ningún medio anticonceptivo cada semana te haremos un análisis para estar seguro que no estas tomando anticonceptivos. Dada tú edad, queremos que mañana vayas a ver a tu ginecólogo (el que te puso el año pasado el tratamiento de fertilidad) para que confirme que el tratamiento sigue haciéndote efecto y que aún puedes tener hijo, para que caso contrario te aumente o te ponga otro tratamiento para que los puedas tener”
Yo le digo:
“No hará falta que vaya, pues sigo teniendo la regla y me he hecho una revisión recientemente para ver si tras perder a mi hija ahora en diciembre pasado podía volver a intentar quedarme preñada y me ha dicho que sí, que sin problema alguno”.
Entonces Ignacio al oír lo que le he dicho continúa diciéndome:
“Pues si es así, de maravilla y entonces hará lo siguiente: De aquí a la próxima vez que te llegue la regla solo follaras con nosotros, ni siquiera lo harás con tu marido, de esta forma sabremos seguro si estas preñada o no y si es nuestro. Si no quedaras preñada en este tiempo comenzarás a follar con otros hombres, no importa la raza, incluido tú marido, hasta que al final quedes preñada. Esta última idea, aunque no te parezca, es tuya pues la hemos cogido de tu relato de tus amigos Fernando y Paloma en la que Manuela folla con un viejo y con negros. Durante este tiempo tampoco lo dejarás de hacer con nosotros, con los que seguirás haciéndolo una vez preñada hasta que deseemos”.
Yo sabía que no podía negarme a nada de ello, si no quería que todo el mundo que me conoce supiera la relación que había tenido con los chicos. Yo me calle y mi silencio fue la mejor prueba de que aceptaba la propuesta forzada que los chicos me acababan de hacer. Al cabo de un rato les dije:
“Está bien, sabéis que me tenéis en vuestras manos y que no puedo negarme hacer lo que me pedís, pues si me niego corro el riesgo de echar por la borda todo lo que he conseguido en esta vida, (posición social, trabajo, amistades, reputación y mi matrimonio) y por otro si quedó preñada y mi marido descubre que no es de él, se irá al trasto mi matrimonio. ¿Es eso lo que queréis?”
Ellos se miran y Ramón, el más pequeño, dice:
“Yo Profe, no deseo eso, solo quiero disfrutar de usted y de su cuerpo, pues sabe de sobra que la he deseado todo el tiempo que he sido su alumno. Pero el que se vaya todo al traste o no dependerá solo de usted, mientras cumpla lo que la hemos dicho que queremos que haga, nosotros no sacaremos a la luz el material e información comprometida que tenemos de usted, perdón, de ti. Y respecto a que se dé cuenta tu marido de que el hijo que lleves en tu barriga no sea suyo, también dependerá de ti de cómo manejes la situación para que piense que es él el que te ha preñado, al menos hasta que hayas parido. Si tienes la mala suerte de que la criatura salga de alguna raza diferente a la nuestra, ya será más difícil que él cornudo de tu marido no se dé cuenta de que no es suyo”.
Luego al terminar Ramón me dice Ignacio:
“Yo Esperanza, te voy a ser sincero, a mí me gustaría que solo fuera tú marido el que se enterará de todo y te dejara, y sabes bien porque lo deseo. Pero como dice Ramón todo dependerá de tú comportamiento hacía nosotros”.
Yo les contesto:
“Todo lo que habéis dicho tenéis razón y todo dependerá de mí y de la suerte que tenga si otros hombres que no sean de raza blanca me follan. Ya veo que en realidad es lo que tenéis pensado y es lo que más te interesa a ti Ignacio, por lo que los dos sabemos. Está bien me tenéis cogida por todos los lados, de modo que lo único que me queda es ceder a vuestros caprichos y chantaje. Lo que si os pediría es, que dado que las camas y muebles del piso son viejo y usados, al menos las sabanas de la cama que vaya a utilizar que las compréis nueva, pues me da un poco de asco meterme desnuda en esas que os ha dejado el casero”.
Entonces Luis me contesta:
“De acuerdo, pero si no quieres entrarte en esas sabanas, las traes tú de tú casa o si quieres que sean nuevas las compras o nos das el dinero para que lo hagamos, pues a nosotros nos da igual hacerlo en esas o en las que tú traigas”.
Los otros tres se miran y se ríen, pero no dicen nada, entonces yo abro mi bolso y sacando dinero de él, se lo doy a Ignacio y le digo:
“Toma, tú que pareces el cabecilla, 100 euros, por favor compra sabanas nuevas para la cama de matrimonio que hay en donde los espejos, pues supongo que será en esa habitación donde tengáis pensado abusar de mí y forzarme a follar con vosotros o con otros hombres”
Ignacio coge el dinero y se lo guarda y después dice:
“Bueno, dado que estás de acuerdo con lo que te hemos propuesto, vamos a hora a la habitación de los espejos. Allí te quitarás la ropa que llevas puesta, queremos verte en ropa interior, pues aunque hoy no tenemos previsto hacer nada contigo, queremos saber si la ropa interior es la adecuada para nuestras reuniones o no. Y el capricho de hacerlo en esa habitación es porque así todo podemos ver si es tan excitante como nos han dicho el ver reflejado tu cuerpo en varias veces a la vez y poder apreciar desde todos los ángulos las partes de tu cuerpo al reflejarse la imagen en los espejos”.
Yo le miró con una mirada de enfado y me dirijo de nuevo a la habitación de los espejos, ellos me siguen. Ya dentro Emilio y Ramón se sientan en las descalzadoras, Ignacio y Luis se quedan de pie y a mí me dejan en el medio y pegada a la cama. Entonces Emilio me dice:
“Profe, comienza que hace tiempo que no tenemos la suerte de ver esa hermosura de cuerpo maduro que tienes y que tanto nos gusta y por el que tantas pajas nos hemos hecho todos en estos años en que has sido nuestra profesora, sin pensar nunca que pudiéramos gozar de él como hemos hecho desde la excursión de Francia para acá, ja, ja ,ja….”
Yo comienzo a desnudarme, me desabrocho la blusa y me la quito, sin más preámbulo, quedando mi torso desnudo y mis grandes pechos dentro del sujetador. Luego me bajo la cremallera lateral de mi falda y dejo caer esta al suelo, quedándome con las bragas blancas, haciendo juego con el sujetador. Es un conjunto normal, de bragas altas que me llegan por encima de mi vientre quedándose el elástico de las mismas como a dos dedos de mi ombligo. El sujetador es de encaje blanco, pero no transparente dejando bien recogidos mis pechos, de los cuales solo se ve la parte de arriba y el comienzo del canalillo que forman mis tetas. A parte del conjunto interior, aun me quedan puestas las medias, estas son de color negro finas (de las llamadas de cristal) y me llegan hasta medios muslos donde se me sujetan con una blonda de puntillas negras que hacen de liga. No me he quitado mis zapatos, que son también negros y de tacón bajo de un centímetro y medio.
Ignacio se me acerca, me toca por encima del sujetador y recorre con sus manos bajando a lo largo de todo mi cuerpo hasta llegar a mis bragas. Juega con sus dedos en el elástico de las mismas, tirando y soltando de él y luego lleva su mano derecha a mi entrepierna mientras que con la izquierda me toca y soba, siempre por encima de la braga mi culo. Este toqueteo que me está dando Ignacio me está excitando, pero no quiero que los chicos lo noten, aunque Ignacio si puede apreciar como mis bragas están mojadas por ese sitio donde acaba de pasar su mano derecha. Pero él tampoco parece que quiere que sus compañeros lo sepan y solo les dice mirándoles:
“Yo creo amigos, que esta ropa interior no es la apropiada para que sea la que lleve en nuestros encuentros, pues es como la que usan nuestras madres y viéndola así nos puede recordar a ellas y no excitarnos. Por tanto creo que debemos de plantearnos que use conjuntos más excitantes, más pequeños, transparentes o semis transparente, que nos muestren más su anatomía. Es una aberración que un cuerpo tan bello como es el de Esperanza este tapado por conjuntos de ropa interior como el que lleva. Las medias, si la da un aire erótico, por tanto creo que si deberá llevarlas en todas las ocasiones que esté con nosotros, tal como las lleva, hasta medio muslo, pues el contraste con lo blanco de su piel nos excitará. Yo os propongo amigos, que ya que ella nos ha dado dinero, para comprar las sabanas de la cama, nosotros la podíamos comprar la ropa con la que queramos que esté en nuestros encuentros o con los hombres con los que decidamos que este. Y no solo la ropa interior, que es importante, sino que también la compraremos la ropa exterior, por si salimos a la calle, ¿estáis de acuerdo?”
Ellos se miran y tras unos segundos dicen:
“De acuerdo, tienes razón eso haremos”.
Dice Luis en nombre de los otros tres.
Entonces Ignacio les dice:
“Pues si estamos de acuerdo, solo nos falta que tú Esperanza nos des las tallas que usas de cada cosa, no queremos que nos pase lo de Francia que el regalo que te hicimos de ropa , todo te quedaba pequeño. Como lo que más vas a usar es la ropa interior, para comenzar te cogeremos un par de medias y un conjunto cada uno, es decir cuatro conjuntos, al gusto del que compre el conjunto. Y de ropa exterior, que es lo que menos vas a usar al menos en esta primera etapa, te compraremos entre todo un vestido o un conjunto de falda y blusa. Luego en la segunda fase ya irás teniendo más y todo lo que vayas necesitando. Cada día cuando llegues tendrás encima de la cama la ropa que deseamos que te pongas para recibirnos y estar con nosotros, ¿de acuerdo?”
Yo muevo mi cabeza en forma de asentamiento y le voy diciendo las tallas que uso de cada pieza. Al terminar de nuevo Ignacio coge la palabra y sorprendiéndome, pues no lo esperaba me dice:
“Está bien, putita, porque a partir de ahora Profe, eres nuestra putita particular. De esas puertas para dentro serás eso nuestra puta y de los que nosotros queramos y de ahí para fuera cuando acabemos volverás a ser la señora decente, madre y esposa ejemplar y profesora competente como todo tu entorno te conoce y cree que eres en realidad. Eso seguirá siendo así todo el tiempo que tú quieras, pues de ti va a depender que de esas puertas para fuera nadie sepa lo que ocurre aquí o que todos lo sepan. Toma esta llave es la tuya del piso, de la puerta del portal como has visto no te hace falta. De esta forma no hará falta que vengas con nosotros ni que tengamos que esperar unos a los otros. Hoy es miércoles, tienes hasta el domingo para preparar lo que vas a decir a tú marido, pues la semana que viene el lunes te queremos ver aquí al salir de clase. Deberás estar aquí lo más tardar a las 6,15 de la tarde y ves pensando que como será la primera vez y estaremos los cuatro acabaremos tarde, por lo menos a las 10 de la noche, por tanto tienes que inventarte algo para decir a tu marido que estarás ausente hasta las 11 de la noche por lo menos. Y los otros días de la semana tendrás que inventarte también algo, pues son los días que tenemos cada uno individualmente si deseamos para estar contigo y el lunes te diremos que día nos corresponde a cada uno. De esa forma del jueves al domingo nos dará tiempo de preparar mejor el piso y todo lo que falta por hacer en él, como es poner los espejos en el techo de esta habitación, limpieza a fondo, con lejía y desinfectante de todo el piso, luces directas e indirectas, y algo que debes saber: hemos encargado a un profesional que nos instale un circuito cerrado de cámaras y grabación, cuya mesa de control estará en la habitación que hay entre los dos dormitorios”.
Yo cogí la llave y me la guarde en mi bolso y le dije:
“Acepto todo y gracias por darme estos días para preparar algo para que mi marido no sospeche de mi ausencia en casa, pero lo que no acepto es lo del circuito de cámaras, pues volveríais a grabarme y de nuevo estaría y seguiría en vuestras manos”
Entonces es Emilio el que me contesta:
“Esperanza, haya cámaras o no, ya estás en nuestras manos, de modo que eso qué pides no será posible, además de esa forma tendremos también más seguridad evitando que nadie entre al saber que si lo hace quedará grabado”.
Yo me tengo que callar y no digo nada. Entonces me dice de nuevo Ignacio:
“¿Cuándo te toca la regla de nuevo, Esperanza?”
Yo le contesto:
“Dentro de 17 días, pues me vino hace ya 11 días, ¿Por qué me lo preguntas?
Él me contesta:
“Porque a partir del lunes tienes 13 días para quedarte preñada por nosotros o tendremos que abrir el piso a otros hombres para ver si entre todos logramos preñarte cuanto antes. Qué casualidad, el número de días que tienes, 13 puede ser tú número de la suerte como tú número de la mala suerte, ja, ja, ja,….”
Me acabe de vestí muy contra mi voluntad (pues con lo excitada y caliente que el manoseo de Ignacio me había puesto, lo que deseaba en esos momentos era ser poseída y follada por mis cuatro ex alumnos) y salimos del piso, antes de bajar por las escaleras Ignacio, nos dijo:
“Vosotros tres id bajando y nos esperáis abajo, tú Esperanza quédate conmigo, quiero que conozcas al vecino de al lado y que él te conozca, pues es el que se encargará de nuestra seguridad”
Dicho esto, los otros tres chicos bajaron hasta la calle donde nos esperaron al lado del coche. Entonces Ignacio llamó a la puerta C, también del 2º piso. Abrió un hombre alto y de complexión fuerte y atlética, de color de piel negra, pero no como los dominicanos, sino negro, negro muy negro, Ignacio dirigiéndose a mí me dijo:
“Mira Esperanza este es Ibra, es de Senegal y se ha ofrecido a cuidarnos mientras estemos en el barrio, tanto a nosotros como a tu coche y al piso. A cambio le daremos una gratificación. Dale las gracias por cuidarte, Profe”.
Yo no sé porque, pero por la forma de hablar de Ignacio y la forma de mirarme Ibra, no pude por menos pensar que parte de esa gratificación seguramente sería yo o mis servicios, pero no me dio tiempo de pensarlo mucho tiempo, pues el hombre, que tendría unos 30 o 35 años, me acercó su mano para saludarme y yo le ofrecí la mía, y con una sonrisa en mi cara le dije:
“Gracias y muy agradecida por haberse ofrecido a protegernos y ayudarnos, mientras estemos por el barrio”.
Él mirándome de arriba abajo me soltó tras unos segundos la mano y me dijo en un español que se le veía que le costaba hablarle:
“No se preocupe señora, no permitiré que le pase nada y sobre todo a usted, espero que este por aquí mucho tiempo y que podamos disfrutar todos los que vivimos en este barrio de su persona y presencia”.
Y tras decirme esto, dirigiéndose a Ignacio y dándole la mano, como si estuvieran cerrados un trato le dijo:
“Me parece bien lo que hablamos y las condiciones por mi servicio, tras ver lo que me quedaba pendiente para decidir si aceptaba protegeros o no, te digo que acepto el compromiso. No olvides tú promesa amigo y tendréis la protección que necesitáis y nadie os molestará ni se meterá con vosotros en el barrio, siempre que cumplas lo pactado”.
Cerró la puerta y nosotros bajamos a la calle, donde nos esperaban los otros chicos. Montamos en el coche y al hacerlo les dije:
“Donde os dejo”
Ellos me dijeron:
“Pues donde nos has recogido”
Nos dirigimos hacia allí y al llegar, se bajaron todos menos Ignacio, el cual les dijo:
“Bien, chavales, mañana nos vemos en el piso a la hora que hemos quedado, queda mucho por hacer y el cristalero ha quedado en estar allí para poner los espejos del techo a las 10 de la mañana. Yo me quedo, que tengo que hablar unas cosas con la Profe que no la he dicho en el piso y son importantes, ya me entendéis, ¿verdad?”
Ellos le contestan:
“Si, si, de acuerdo, mañana nos vemos, adiós”.
Diciendo esto se marcharon, entonces Ignacio me dijo:
“Coge dirección a la carretera de Burgos y ya te diré yo donde te tienes que apartar”
Pero Ignacio, son ya las 8 de la tarde y no me puedo entretener mucho, Pepe, mi marido no sabe nada ni le he dicho que tardaría. Entonces sacando mi móvil de mi bolso, marco el número de mi casa y me dijo:
“Día a tu marido que estas en una reunión y que tardarás en llegar, que no te espere antes de las 10 de la noche”
Al coger el teléfono mi marido, le dije lo que me había dicho Ignacio y él me dijo:
“No te preocupes Esperanza, incluso me viene hasta bien, me he traído un poco de trabajo atrasado que tenía en la oficina y estoy con ello. Si cuando acabe no has regresado me acostaré, pues estoy un poco cansado, perdona si no te espero, te quiero, un beso”.
Encaré hacía donde me había dicho y un poco más allá de San Sebastian de los Reyes, me hizo salirme de la autovía y meterme por la carretera antigua, llegando a un camino me dijo que entrará por el hasta una casa que había. Al llegar a ella, me hizo dar una media vuelta a la misma y ponerme en la parte de atrás de ella con el coche y que le parará. Luego me dijo:
“Esperanza, lo que te he dicho en el piso de que hemos consultado a un abogado sobre si era legal o tenía fuerte base lo de tú certificado del análisis de la sustancia que te dimos en Francia , es verdad, no puedes hacernos nada con lo que tienes. Lo que no quiero es que me veas como que te obligo hacer todo lo que vas hacer con nosotros. Tú sabes que estoy enamorado de ti y te quiero y me da igual que hayas estado o estés con otros hombres, mientras te conviertas en mi mujer. Tanto tú como yo sabemos que eres una puta y te gusta ser poseída por mis amigos y por mí y que te entreguemos a otros para que hagan lo mismo. Sé que ante tus amistades y en el círculo que te mueves no deseas que se sepa esto y quieres seguir pareciendo una mujer decente. Yo vigilaré para que todo esto siga siendo así y estate segura que ninguno de mis amigos se irá de la lengua. También te diré que si quedas preñada y al final tu marido se entera que no es suyo y te repudia o separa de ti y entonces cumpliendo nuestro acuerdo te convertirás en mi mujer. Yo daré mis apellidos y reconoceré a la criatura, sea blanca o negra o de la raza que sea, como hijo mío y en ese momento se acabará el chantaje. Esto se cumplirá porque mis amigos saben nuestro acuerdo y lo que hay entre tú y yo y saben que si no lo cumplen tengo suficiente material de ellos como para hundir sus vidas y la de su familia. Por eso te digo y no quiero que lo tomes a mal que haré todo lo posible porque tú marido te deje, por eso lo de darte estos 13 días para que quedes preñada de uno de nosotros y la criatura sea blanca y tengas la oportunidad de engañar a tú marido haciéndole creer que es suyo. Si en este tiempo no te preñamos, pasaré a ser yo el que tenga la oportunidad de poder hacer lo posible porque tu marido te deje y se separe de ti. Por eso a partir de la siguiente regla follaras con todo los hombres que nosotros te digamos sin importar raza de los mismos y tras la presentación de nuestro vecino del piso que hemos alquilado, ya te puedes imaginar por donde irán los tiros. Perdona si te soy tan sincero, te quiero y deseo que seas mi mujer, pero tampoco quiero tener bajo mi conciencia el haber sido yo el causante de la separación de tú marido y para que esto no suceda es por la que te damos estos 13 primeros días para quedar preñada de nosotros”.
Yo le miro y le digo:
“Eres un cabrón y un hijo de puta, al final vas a conseguir que mi marido se separe de mí y tirar por tierra todos estos años que llevamos los dos juntos. Pero también tienes razón y solo tú eres capaz de sacar la puta que llevo dentro y sabes que no me disgusta poner los cuernos a mi marido con vosotros, pero de eso hacerme follar con personas de otras razas para que me queden preñada y de esa forma no poder tener ninguna salida ante mi marido es una putada aunque para ti sea un triunfo y con ello consigas lo que quieres. Sabes que estoy enamorada también de ti y que si no hubiera sido así no hubiera firmado el acuerdo pre matrimonial que hemos firmado y resellado ante Dios en la capilla del hospital, pero me duele tanto hacer sufrir a mi marido. Si esto ocurre me dejará y no podré reclamarle nada, quedándome en la calle y si es bueno conmigo no hará un escándalo para que pueda conservar mi empleo, pero no tendremos otro modo de vida ni ingreso que no sea mi trabajo, ¿lo sabes no?”
Él me contesta:
“Todo eso lo sé y no te preocupes, que lo tengo todo estudiado y no será de esa forma. Tranquila, si llega ese momento ya verás como sí que en la separación económicamente saldrás tú ganando con respecto a él y el cornudo tampoco irá dando a conocer lo que ha pasado y cuál ha sido el motivo de vuestra separación”
Diciendo esto se acerca a mí me coge con sus dos manos mi cara y acercando su boca a la mía nos fundimos en un beso a la vez que me dice:
“Déjame comerte esa boca de cerda y puta que tienes, ven que voy a volver a saborear esa boquita de putita que tienes”.
Yo fuera de mí le devuelvo y me fundo en el beso con toda mi pasión, aprovechando él para morrearme con más fuerza si cabe. Él suelta sus manos de mi cara y comienza a buscar el escote de mi blusa, lo encuentra y metiendo una de sus manos en él, saca uno de mis pechos y llevando a él su boca, se mete uno de mis pezones en ella, me los succionaba, me pasa su lengua por mi pecho, me está volviendo loca, ha dado con una de mis partes débiles, de un pecho pasaba al otro, me tiene fuera de mí. Yo llevo mi mano derecha a su bragueta se la abro, le desato el botón de su pantalón y bajándole el calzoncillo, logro sacar su ya tiesa polla al exterior. Comienzo a tocársela y acariciársela, palpo su grosor, la suavidad de su piel. Él con una de sus manos me abre de un tirón mi blusa, rompiéndola los botones y quedando de esta forma mi torso con el sostén y mi barriga al aire. Yo me pego a él para notar el calor de su cuerpo y con mi mano llevo su polla a mi barriga, me pego a él y siento su polla toda tiesa. En nuestros movimientos por besarnos y tocarnos, noto como la punta de su espléndido instrumento me roza mi ombligo, se aprieta a mi como si me quisiera taladrar por él, yo me estoy derritiendo de placer, que cabrón como me lame y me come mis pechos, mis pezones y yo entonces le digo:
“Ignacio no pares, apriétame bien las tetas, sobamelaaaasss asiiiiii siiii…..tú no pares, aaaahhhhhhhh…… que placeeeeerrrr……sigue comiéndote mis tetas, son tuyas , chupa, chupa, no pares siiiiiiii….aaaaahhhh que placer…...”
Él animado por mis palabras, agarrando mis pechos con sus manos me los soba con más fuerza. Se los mete en su boca y me los succionaba fuerte, con sus manos los aprieta y coge mis pezones tirando de ellos y jugando también con ellos a la vez que de vez en cuando arrimando su boca me come todos mis pechos. Ahora uno luego otro a la vez que aprieta con sus manos mis pechos como queriendo ordeñarme, consiguiendo que comience a salir leche de ellos, los chupa y traga la leche de ellos con ganas y mientras se pasa de un pezón al otro y me decía:
“Joder Esperanza…! vaya tetas! ¡Te voy a arrancar esos pezones, puta que rica esta tu lecheeee siiiiiii oooohhhhh gluuubbb glooobbbb…”
Él traga con ansía mi néctar, me succiona los pezones con tal pasión que parece como si quisiera arrancármelo de verdad. Entonces yo excitadísima le digo:
“Chúpalos y succiónalos puedes beber mi leche, que tanto yo como mis pechos te damos gustosos mi amor. Ignacio, mi niño, chúpamelos, chúpamelos, ordéñame mis tetas como si fuera tu vaca favorita, quiero que bebas la leche de mis pechos, quiero dártela como demostración de mi amor y deseo hacía ti, te quiero Ignacio, te quiero…. tú no pares, tú no pares, aaaahhhhhhhh…… que placeeeeerrrr……sigue comiéndote mis tetas, son tuyas, chupa, chupa, no pares siiiiiiii….aaaaahhhh que placer…...”
Él hace lo que le digo y sus caricias y mamadas y succiones de mis pechos me están volviendo loca,(no olvidéis que es una de las partes más sensibles que tengo y que cuando me las tocan más caliente me ponen) él lo está haciendo de maravilla. Yo mientras llevo mi mano a su pene y comienzo a acariciárselo y a masturbarle, cada vez con más fuerza. Estoy muy excitada, no sé qué es lo que me pasa con Ignacio, pero en cuanto me toca por poco que sea, me excita y me pone a tope. Al sentir el calor de su polla en mi mano y la excitación que me produce su comida de tetas está consiguiendo que me entren unas ganas locas de sentir su polla dentro de mí , la deseo, deseo ser poseída por él lo deseo con ganas y se lo digo:
“Ignacio, cabrón, sé que no te lo mereces, pero estoy muy excita y quiero que me folles, mi amor, lo quiero y lo necesito por favor fóllame, quiero esta maravilla dentro de mi coño, por favor…..”
Él entonces mete unas de sus manos por debajo de mi falda y llega a mis bragas que nota completamente empapadas. Separa el elástico de una de las pateras de ellas y como puede entra por completo su mano dentro de la blanca prenda interior llegando con sus dedos a tocar mis mojados labios vaginales y al notar mi chochito todo lleno de líquidos vaginales me dice:
“Bien putita, ya veo que estás bien mojadita, ja, ja, ja ya estas lista, te voy hacer subir a la gloria de placer, joder como estas, si tu coño parece un plato de sopa de lo caliente y mojado que estas… pídemelo, pídeme que te folle, dime que quieres que ser mía, dime que quieres que te preñe pedazo de puta dímelo, sabes que me gusta oírtelo decir…. Si quiere que te folle pídemelo….zorra….dímelo”
Y yo ya fuera de mí le digo a gritos y suplicándole:
“Si fóllame, quiero ser tuya, quiero que te corras dentro de mí, quiero que me preñes cabrón y hazme tú ese hijo que queréis que tengaaaa…., fóllame por favor, lo necesito no puedo aguantar más, no ves cómo me tienes….por favoooorrr……”
Y él me contesta:
” Eso, eso es lo que voy hacer, prepárate para sentir una polla de verdad, dentro de ti y no la mierda que debe de tener tu marido…..”
Suelta mis pechos, vuelve a tirar de mi blusa rajándola esta vez de arriba abajo y tirando de ella me la saca de mi cuerpo. Luego hace lo mismo de la falda tirando de ella y rajándola una buena raja por la parte de la cremallera de la misma. Tras esto agarrando con todas sus fuerzas de mis bragas tira y las rajas dejando mi chorreante chocho palpitando y pidiéndole a gritos ser penetrado. Echa el asiento donde yo estoy para atrás y me hace tumbar de espalda en él y cogiendo mis piernas por mis tobillos me las levanta y las apoya, cada una de ellas, en una de las ventanillas delanteras del coche, que se encuentran bajada. La escena que yo debía mostrar debía de ser excitante y pornográfica por completo para cualquiera que en esos momentos pudiera contemplarla, pero a mí me daba igual como me había tratado para desnudarme y si me había hecho tiras mi ropa. Todo me daba en esos momentos igual solo deseaba ser penetrada por ese macho que en esos momentos me dominaba, ese macho que bien podía ser, por la edad mi propio hijo. Pero mi excitación no me dejaba pensar solo deseaba ser penetrada por esa espada erecta y tiesa que tenía delante de mí.
Ignacio me miró y me sonrió, se quitó todas sus ropas rápidamente, quedándose completamente desnudo. Se posiciono un poco mejor y bajo con una de sus manos y cogiéndose su polla la llevo a la altura del centro de mi raja y me dijo:
“Ábrete bien de piernas que te va hacer falta”
Se colocó de rodilla en el suelo del coche, en la parte que quedaba libre entre el asiento y el salpicadero, se agarró a mis muslos y me atrajo hacía él hasta que la punta de su pene toco mis labios vaginales. Mi mirada estaba fija en su polla, me tenía extasiada y estaba deseando que diera el empujón y me penetrara, me tenía totalmente hipnotizada y deseosa de se taladrada por su polla, pero el muy cabrón se hacía espera y seguía diciéndome:
“Prepárate para gozar , mi amor, mi guarrilla… mi putita, yo también estoy deseando desde que te he visto en el piso en ropa interior, el verte con las medias negras hasta medio muslo, me ha puesto a cien y desde entonces no se me ha bajado mi polla ni un instante. Mira, mira como la tengo, me muero por entrarla de nuevo en tú tu chochito y reventártelo bien de una puñetera vez. ¿Quieres que lo haga?, aún estas a tiempo, me voy a correr dentro de ti, ¿quieres querida, si o no?, quieres que te preñe ¿verdad? Di, dime que te la meta, pídemelo, quiero oírlo, dime fóllame, fóllame, siiiiii quiero oirloooooo…..”.
Yo le contestaba:
“Siiiiii…..quiero que me la metas de una puñetera vez cabrón….no me tengas más tiempo asíiiii hijo de putaaaa…….. métemela , preñameeee de una veeeeezzzz ¿no es eso lo que quereiiiissss? la quierooooo ya dentroooooooooo de miiiiiii…..”
Él entonces suelta mis muslos y sube una de sus manos a mis caderas y con la otra guia de nuevo su espada hacía mi sexo y comenzando a presionar sobre él, me dice:
“Te va a gustar mucho, veras como me sientes mi amor, una polla como la mía la tienes que sentir bien. Verás cómo dentro de poco vas a aullar de placer putita mía cuando me sientas como descargo toda mi leche dentro de ti cerdilla, que eres una cerda viciosa, y nadie lo sabe , solo tú y yo mi amor. Tengo que llenarte ese coñito que tanto me gusta, y que durante tantos años he deseado, cuantas pajas me has sacado Profe cuando eras mi profesora pensando en hacerte esto que ahora hacemos, quiero recuperar esta tarde-noche el tiempo perdido, mi amor, te quierooooo….te voy a inundar ese coñito de leche …...”
Esto me lo va diciendo mientras se pone sobre mí atrayéndome todo lo que puede hacía él con la mano que tiene en mi cadera y con la otra seguía sosteniendo su polla a la vez que la presionaba contra mi chocho. Yo también empujaba mi cuerpo hacía él, quería ser penetrada cuanto antes y que llegara lo más profundo que pudiera dentro de mí. De pronto Ignacio da un empujón con sus caderas logrando atravesar con su punta la entrada de mi coñito, yo entonces no pudo reprimir emitir un pequeño gruñido de placer:
“Gmmmmm, aaaahhhhh que gustoooooooo, gmmmmm”
Yo entonces al sentir como se va introduciendo dentro de mí, noto rozar su polla poco a poco a medida que me va penetrando y no pudiendo aguantar más, pues lo quiero sentir todo dentro de mí, llevo mis manos a su culo desnudo y agarrándole con fuerza le empujo hacía mí consiguiendo de esta forma que se introduzca un poco más dentro de mí vagina. Entonces él, al ver mi maniobra da otro empujón, esta vez sin miramiento, (que me cogió desprevenida) y me la entra del todo. Al tenerla toda dentro me siento llena, las paredes de mi coño estan tan apretadas a su polla que no cabe ni un pelo. Se queda un momento quieto, para acoplarse bien y después comienza a mover la polla adelante y atrás y noto como sus gordos huevos tocan la parte inferior de mi rajita, me siento llena, me siento feliz, yo comienzo a gemir y le digo:
“Aah, aaaa, ah,…asíiiii, asiiiiii, sigueee, sigueeee mi amooor es todo tuyoooo… sigueee, más deprisa no pareeees quiero sentirte dentroooo, empuja, empuja más adentrooooooo quiero que me llegues hasta mi úterooooooo….”
Él entonces me dice:
“¡Pssssshh, calla, mi amor, goza de ella! Relájate que ya está dentro y ahora empieza lo bueno. Vas a gozar como no lo has hecho hasta ahora. Parece mentira que con los años que llevas casada y lo que abras follado con tu marido y seguramente con otros y que hayas parido tres o cuatro veces y siguas teniendo un coñito así de estrecho, ¿he?, joder sí parece que está sin usar, que placer me daaaaaassss……”.
El saca un poquito su polla de mi coño, pero sin sacarla del todo, quiere que mi vagina se vaya acoplando a su instrumento, yo en mientras le contesto:
“Si, aún con todas las pollas que ya me han entrado, sigo manteniéndolo estrecho, debido a que hago bastante ejercicio y en una consulta que fuimos mi marido y yo a un sexólogo me dio una tabla de ejercicios para conservarlo así y para que se me mantenga estrecho y no se me dé de sí ni se me agrande demasiado por el uso”
Y él vuelve de nuevo a introducir su miembro dentro de mi coñito y comienza otra vez con su movimiento de meter y sacar a la vez que me dice:
” Joder, como sabía que te iba a gustar cariño ¿disfrutas, mi amor?, tienes un chochito increíble, tu coño me vuelve loco es tan apretadito, joder sí parece mentira que hayas parido, joder que rico”
Él una vez que ha cogido de nuevo el ritmo, se tira encima de mi cuerpo y agarrando mis pechos con sus manos comienza a sobármelos. Se los mete en su boca y me los succiona fuerte, con sus manos los aprieta y coge mis pezones y tira de ellos y jugando también con ellos a la vez que de vez en cuando arrimando su boca me come todo mi pecho. Yo toda excitada y fuera de mí acariciándole su culo y empujando hacía mí le digo:
“Aaaahhh..aaaaa, sigue , cabrón sigue aprieta mis tetas y sácame la leche de ellas, quiero que me las chupes y te tragues mi leche cabrón, chupa, chupaaaa ….que gusto me daaaa …aaaassss vas a conseguiiiiir que me corraaaaa de gustooooooo, aaaaa, siguee eeee, no pares cabrón no pares , sigueeeee ….me corro, me corro”.
Él a oírme continúa con más fuerza follándome y comiéndose mis pechos, estos a la vez que los chupa los aprieta con sus manos, me los muerde, pero a mí me da igual me está llevando al éxtasis, y me sigo corriendo a la vez que él no para de follarme y me dice:
“Si Esperanza, disfruta de tu verga, porque sí es tuya, solo tuya, que maravilla de coñito que tienes putita mía, te gusta, te gusta cómo te follo ¿verdad?, ¡he guarra, he! Eres toda una puta y una cerda Profeeeee sigue corriéndote putitaaa, disfruta cerda, disfruta mi amoooorrr…..”.
Yo le decía:
“Si mi amor, si me gustaaaaa lo que me estaaaas haciendoooooo siiiiii, aahaahhh, nunca he sentido algo igual, me corro de nuevo, no paro de tener orgasmos, tú no pares, tú no pares, aaaahhhhhhhh…… que placeeeeerrrr……sigue comiéndote mis tetas, son tuyas , chupa, chupa, no pares de follarme siiiiiiii….aaaaahhhh que placer…...”
Él también se le veía fuera de sí y estaba como poseído por una fuerza especial que hacía que no parara de follarme, con sus impulsos sobre mi coño me llegaba hasta tocar mi útero y al sentirlo la sensación que yo sentía me hacía enloquecer de placer. Yo entonces comienzo a jugar con mis músculos vaginales haciendo presión con ellos, apretándolos y aflojándolos, sobre su polla , esto parece que le gusta y le vuelve loco, y totalmente excitado me dice:
“!Ohoooooohhhhh, Esperanzaaaaa eso que me estás haciendo es formidableeeeeee que placeeeer me estaaaaassss dandooooooo es la primera vez que alguieeeennnnn me lo haceeeeee me proporcionas un placeeeeer que como siguaaaaaas vas hacer que me corraaaaa ahora mismooooooo…..oooooohhhhh…..”
Yo sigo haciéndole esta caricia muscular con mi vagina, y él sigue moviéndose sin parar haciéndome enlazar un orgasmo con otro, no sé cuántos llevaba ya, había perdido la cuenta, ya no podía más cuando noté que Ignacio se tensa y noto como se corre dentro de mi vagina, un calor agradable me inunda mis entrañas que hacen que de nuevo encadene otra serie de orgasmos. Mi joven amante comienza a gritar de nuevo diciendo:
“Siiiiii, siiiiiiiiiii me corrrooooooooo que bieeeennnnn me lo haceeeeeeessss Esperanzaaaaaa , no puedo maaaaaassss me corrooooooooooo, tomaaaa toda mi corrridaaaaaaaa dentroooooo de tiiiiiiiiii…… siiiiiiiiiii….. aaaahhhhhhh…….ooooohhhhhh………”
Yo a la vez corriéndome le contesto:
“Siiiiii, mi amoooorrr lo sieentooo , lo siento como me bañas con tu caliente lecheeeeeee todas mis entrañaaaaasssss aaaaaahhhhhhhhh queeee placeeeeerrrr , que buenoooooooo me mataaaaassss de gustoooooooo, siiiiii , siiiiiii inúndame toda con tu semeeeen cabróooooon, quiero sentirlo todo dentrooooooooo de miiiiii como si ahogaras mi vagina con él, siiiiii asiiiiiiiii, aaaahhhhhh…..uuuuuhhh….ooooohhhhhh me corrrrooooooo de nuevo cabrón yo tambieeeeen……….”
Ignacio se deja caer sobre mí, sin sacarme la polla de dentro de mí, yo acabo también de correrme y noto su esperma caliente dentro de mis entrañas. Él acerca su boca a la mía dándome en esta ocasión un beso en mi boca, me abraza y me aprieta contra su cuerpo y me dice:
“¿As disfrutado, te ha gustado profe?, a mí me has hecho ver las estrellas, y sobre todo cuando me la has apretado y aflojado mi polla con tus músculos vaginales. Es la primera vez que me lo hacen y me vuelve loco de placer, te quiero Esperanza, que bien lo haces mi amor”
Yo le contesto:
“Si mi niño he disfrutado muchísimo, y esta tarde cuando dijiste en el piso que nos fuéramos y que no haríamos nada, me quedé un poco fría y decepcionada, pues esperaba que me follarais. Cuando me pasaste tus manos por mi cuerpo, cuando me hiciste desnudarme, me excitaste muchísimo y desde entonces tenía unas ganas locas de estar contigo, de que me follaras y al decir eso pensé que hoy me quedaría con las ganas siendo en ese momento lo que más deseaba, ser poseída por ti. Y después al dejar a tus amigos y ver que tú te quedabas solo conmigo, sentí una alegría inmensa en mi interior, aunque traté de no manifestarla, pues sabía con toda seguridad que acabaríamos como estamos ahora, mi amor. Pero por favor no te salgas aún de mí quiero que estés metido dentro de mí. Quiero que me vayas sobando y acariciando por todo mi cuerpo, mis pechos, chúpalos y succionarlos y al hacerlo bebe mi leche, que es toda para ti esta noche. Mi niño, chúpamelos, chúpamelos, ordéñame mis tetas como si fuera tu vaca favorita, quiero que bebas la leche de mis pechos, quiero dártela como demostración de mi amor y deseo hacía ti, te quiero Ignacio, te quiero….”
Él entonces, tras oír lo que le he dicho me contesta:
“Si, si quiero beber tu leche. No te preocupes no sacaré mi polla de tu coño hasta que tú quieras y para que los dos estemos más cómodos vamos a cambiar de postura, pero con cuidado para que mi polla no se salga de ti”
Se incorpora un poco y procura no sacarme su polla, y agarrándome con cuidado por mi espalda, logra que nos demos la vuelta y sea yo ahora la que quede sobre él. Me siento sobre sus piernas, con su polla dentro, pasando cada una de mis piernas a cada lado de cada uno de sus costados. Yo en esta posición noto su instrumento perfectamente dentro de mi vagina y esto me hace la mujer más feliz del mundo. Él acerca su boca a mis pechos y cogiendo uno de ellos se lleva mi pezón a su boca y comienza a chuparlo a succionarlo, yo con una de mis manos cojo este mismo pecho y comienzo a apretar como si me ordeñara, y le digo:
“Mi amor, tú solo chupa y succiona este pezón, que yo me aprieto mi pecho para que salga la leche como si me estuviera ordeñando, y con tus manos cojéeme mi otro pecho. Con una me acaricias toda la teta y con la otra juegas, pellizcas y acaricias el pezón para que se vaya excitando y le vaya subiendo la leche. Cuando ya te hayas bebido la leche de este que tienes ahora en tu boca , puedes continuar con la leche del otro y darte un buen festín de mamar de las ubres de tu vaquita putita ……Sigue chupándome los pechos, mi amor, no pares, no pares me gusta, me vuelve loca que me los chupes y succiones, me encanta que me ordeñes quiero darte toda la leche de mis cantaros, es mi regalo, esto tú no lo esperabas, ¿verdad?”
Él hace lo que le digo y se agarra a mi teta hasta que consigue comenzar a sacarme leche de uno de ellos, cuando ve que en este ya no sale más leche pasa al otro y sus caricias y mamadas y succiones de mis pechos me están volviendo loca, no olvidéis que es una de las partes más sensibles y que cuando me las tocan más caliente me pone. Yo mientras de vez en cuando le hago caricias en su pene con los músculos de mi vagina y noto que esto le gusta, cuando llevamos unos seis o siete minutos comienzo a notar en el interior de mi coño, como su polla de nuevo se va agrandando y endureciendo, esto me pone muy alegre, pues es síntoma que dentro de poco otra vez estará en forma y de nuevo me podrá follar y meterme una cogida igual o mayor que la anteriore e inundarme de nuevo mi caliente coño con su corrida. Entonces le digo:
“Ignacio, ahora que estamos a sola y no están tus amigos delante, quiero decirte algo sobre lo que me has dicho esta tarde que tendré que hacer. Sé que no me queda otra que cumplir y hacer todo lo que me decís que tengo que hacer, y que lo acepto, pero como me gustan las cosas claras quiero que sepas que no me gusta eso de que me entreguéis a otros hombres y menos que sean de otra raza y me tratéis como una furcia cualquiera. Sé que con lo que te acabo de decir no voy a impedir que lo hagáis, pero al menos quiero que tú sepas que no me gusta, pues de los cuatro eres el único que me importa que lo sepas
Él deja por un momento de mamar mis grandes pechos y me contesta:
“Ya que quieres las cosas claras, te diré que eso que acabas de decir lo sé. Y sé que con los días que quedan para que te llegue la regla y que ya has pasado tus días fértiles ( que sé que en una mujer esos días suelen ser los 10 o 12 primeros después de la regla) será difícil que te quedes preñada de nosotros y más produciendo leche aún tus pechos ( pues es sabido que es difícil que una mujer quede preñada mientras esté amamantando y lo que tú haces de sacarte la leche para mantener que tu cuerpo siga produciendo leche, es lo mismo que si estuvieras amamantado a una criatura). Por eso a instancias mías mis amigos y yo hemos puesto lo de entregarte a otros hombres sean de la raza que sean. Mi idea es entregarte a partir de la siguiente regla, al menos en tus días fértiles a Ibran y a otros negros amigos suyos (esa es una de las partes del acuerdo por cuidar de nuestra seguridad). Sé que de esta forma, casi con toda seguridad, quedarás preñada de alguno de ellos y cuando des a luz y salga la criatura negra tú marido te repudiará y se separará de ti, pudiendo entonces cumplir nuestro acuerdo pre matrimonial”
Yo al oír lo que me ha dicho me levanto sacándome su polla de dentro de mí, enfadada, y al hacerlo comienza a salir gran cantidad de semen y jugos vaginales por mi rajita manchando sus piernas y el asiento de mi coche. Al hacerlo no puedo por menos que mirar su inhiesta y tiesa polla, pero mi enfado me hace decirle:
“Eres un cabrón y un sinvergüenza, lo que vas hacer es una canallada y vas a conseguir que se me vaya por la borda todos mis años de matrimonio. ¿Estás seguro, de verdad de que quieres que sea tu mujer sabiendo que me he acostado con otros hombres, a los cuales tú y tus amigos me habéis entregado? ¿Estás seguro querer ser mi marido y que tus amigos sepan que eres un cornudo y se rían de ti e incluso te puedan en su día chantajear con ello?”
Él me da un guantazo y me hace callar, pues no lo esperaba y menos que un alumno, bueno mejor ex alumno, se atreviera a pegarme, y me dice:
“Si eso te parezco, si soy un cabrón e incluso si quieres hasta piensa que soy un hijo de puta, pero te quiero y es la mejor manera de conseguir tenerte y que seas mía. Respecto a lo que dices si lo he pensado y a pesar de todo quiero ser tu marido y que seas mi mujer con todas las consecuencias. Y respecto a mis amigos, como te he dicho antes, no te preocupes no harán nada y cuando seas mi mujer se olvidarán de todo por la cuenta que les tienes, pues saben que si intentan o dicen algo tengo material y pruebas de cada uno de ellos que les puede costar caro el que intenten o hagan algo contra mí y de paso contra ti, por eso admiten y están de acuerdo con todo lo que yo propongo, aunque no les guste”.
Diciendo esto, me empuja para que me levante de encima de él, se levanta y saliendo del coche tira de mí y desnuda como estoy me saca del mismo y cierra la puerta del coche sin subir la ventanilla de la misma. Me coge y me empuja contra la puerta que ha cerrado y me hace meter la cabeza dentro, al hacerlo me roza mi culo con su polla tiesa (pues él también está desnudo). Luego dándome varios azotes en mis nalgas y culo, se acerca a mí y ayudándose con sus pies, me hace abrir mis piernas. Yo noto chocar su tiesa polla contra la rajita de mi culo. Luego con su mano derecha se coge su miembro y me lo hace pasar por toda la raja de mi culo, continuando hacía abajo lo hace llegar a la rajita de mi chochito, la cual acaricia con él unas cuantas de veces, comenzando de nuevo con esta caricia a provocar mi excitación. Así está un rato hasta que nota que la excitación que me produce con sus caricias va haciendo que poco a poco vaya olvidando mi enfado y me vaya entregando a él. El muy cabrón, para ser tan joven sabe cómo tratarme y me tiene cogida mi medida. Cuando la caricia de su pene, más gusto me está dando, sin previo aviso empujó y me la metió casi entera. Del empujón que dio aplastó mis melones contra la chapa fría del coche, al sentir el frio de la chapa en mis carnes me recorre un escalofrío que hace que mis pezones y aureolas se me endurezcan. Esa sensación agudizan aún más mi excitación y de nuevo me entran unas ganas locas de que me folle y que me haga suya. Luego él me agarra fuertemente por la cintura y empieza un mete y saca, al principio lento, entrando solamente la mitad de su pene (yo calculo que tendré dentro de mi vagina unos 10 o 12 centímetros) luego va acelerando poco a poco sus acometidas y metiendo cada vez más su polla en mi vagina hasta que consigue tenerla toda dentro, tocándome con sus huevos mis glúteos. Después sin dejar de moverse coge cada una de mis tetas y me las pone encima de donde empieza la ventanilla de la puerta y dando otro empujón fuerte hace que entren estas en el interior del coche haciendo el cabestrillo de la ventana como un sujetador improvisado. Luego coge su mano derecha y llevándola a mi clítoris comienza, a la vez que sigue con su follada, a masturbarme y con la otra mano me agarra de nuevo mi cintura. Vuelve con más fuerza y rapidez a seguir con el ritmo de la follada. A mí , de esta forma que me folla y me trata, como si fuera una propiedad suya, una puta y el hecho de estar haciéndolo allí en medio de un camino por el que podía pasar cualquier persona y descubrirnos, me está haciendo sentir un placer y un morbo especial – quizás por el miedo a ser descubiertos y el lugar donde lo estábamos haciendolo- esto hace que comience a salir líquidos y jugos vaginales (mezclados con el semen que tengo en el interior de mi coño de la corrida de mi ex alumno de hace unos minutos), es tal la cantidad que me da la sensación de cómo si me meara del gusto que me proporciona. Él al ver que ya estoy totalmente vencida y entregada acelera sus movimientos, tanto de follada como con su mano en mi clítoris, consiguiendo y haciendo que me llegue un orgasmo tras otro, me estoy corriendo como un posesa y mis jugos salen como si mi coño fuera una fuente. No pudiendo aguantar más me empiezo a moverme como una loca, mis tetas con esos movimientos dan una y otra vez cada una de ellas contra el volante y la puerta del coche entonces comienzo a dar gritos de placer y gusto diciendo:
“Si, si, si mi amor asiiiii, quiero que sigas asiiiiii, hare todo lo que quieraaaasss , pero sigueeeee mi amooooor ooooooohhhhh que gustooooooo, si quiereeeees que me follen los negros lo hareeee siiiiii sigueeee sigueeeee hare lo que quieraaaassss mi vida pero no pareeeessss no pareeeessss sigueeee sigueeeee follandomeeee por favoooororrr oooohhh que gustooooo, no pareeeeess siguueeee eesss , ahhhhh, me partes en doosss , como me gustaaaaaa, cuanto lo estoy disfruntandooooo mi vidaaaa aahhhhhhh, siiiiii…..aaaaaahhhhhhhhhh……..aaassiiiiiiii,….meeeee corroooo…ooohhh……aaahhhhahhhhhhhhh, no pueeedoooooooo, no puedoooooooo, aaaaaaaahhh me corrooooooooo, quieroooooooque que tú también te corraaaaassss dentro de miiiiiiiiiiii, por favoooooor correteeeeeeeeee. Aaaaaahhhhhhhh………quiero volver de nuevo a sentir el calor de tu lecheeeee correteeeeee cabróóóóónnnn”
Yo me quedo recostada sobre la ventanilla del coche como estoy, ha sido una cadena de orgasmos tras orgasmos la que estoy sintiendo hasta que llego por fin al orgasmo final que es brutal. Él en mientras sigue follándome con fuerza y con dureza durante al menos uno o dos minutos más dándome caña y sin dejar de tocarme el clítoris, que de tanto placer ya me duele. De pronto me da un golpe fuerte y tensándose al máximo siento como comienza a derramar su leche en mi interior, yo siento su calidez como me inunda, mientras él acaba sacándola de mi coño y derramando sus últimos chorros sobre mi espalda gritando y diciendo:
“¿sAsiiiii, asiiiii te gustaaaa, era así como quieres que te trate pedazo de zorraaaa… te gusta sentirte como realmente eres una putaaaa y que yo te trate como tal , es esto lo que queriasssss mi putitaaaaaa?, veras cuando tengas la polla de los negros en este puto coño que tienes te le van a destrozar de lo grande y gordas que seguro las tienen seeee que te vaaaa agustaaaaa hacerlooooo con elllooooos y que acabaraaaas preñada de alguno de ellosssss pedazo de zorraaaaaa aunque luego te arrepientaaaaassss……. oooooohhhhh, como me gustaaaaaaa hacerteloooooo, te quieroooooooo, eres mi guarrraaaaa, mi putaaaa sumisaaaaaaa, muévete tu tambieeeennnn, pórtate como una verdadera zorraaaa y putaaaaa como a miiii me gustaaasssss, asiiiiiiii, aahhhhhhh….que placeeerrrr, sigueeeee moviendoteeeeee, que me corroooooo ooohhhhooooo aaaaahhhhhh………tomaaaaaaa mi lecheeeeee…..tomalaaaa todaaaaaaa aaaahhhhhh…………”
Él tras su orgasmo y correrse se queda un rato derrotado echado sobre mi impidiéndome moverme y haciendo por su peso que se me clave el borde de la ventanilla sobre mis tetas. Cuando se repone se levanta y yo saco mi cuerpo desnudo del interior del coche, teniendo todos mis pechos marcados por el borde de la ventanilla. El cogiendo mis dos pechos con sus manos me los dio un masaje por donde tenía las marcas y cogiendo del interior del coche los restos de mi blusa me limpia con ellos los restos de esperma que ha dejado en mi espalda. Luego acercándome los restos de mi blusa, manchada con su semen a mi boca, me dice:
“Putita, chupa mi corrida no es bueno que una leche tan buena se pierda, y así te vas preparando para cuando los negros te hagan beber la suya……”
Y yo acercando mi boca y lengua lo chupo y me lo trago con un gusto, mientras él me lo refriega por toda mi cara. Luego le digo:
“Eres un cabrón Ignacio, y sabes cómo tratarme para llagar a anularme por completo y hacerme hacer todo lo que deseas, parece mentira que un chiquillo como tú, que prácticamente aún eres un niño, sepas tratar y manejar a una mujer madura como yo como lo haces. Me has hecho disfrutar muchísimo, más quizás que hace un rato y eso ya era difícil de superar. Aunque has sido un poco brusco conmigo no dejo de reconocer y a la vez me sorprendo yo misma, que me hayas hecho disfrutar de esta manera tratando como me has tratado. Eres un verdadero hijo de puta, mi amor, pero te quiero y ahora puedo decirte que si aceptaré lo que tú quieras que haga. Quiero que me prometas que si realmente llegamos a estar alguna vez casados o juntos me prometes que seguirás haciéndome disfrutar tanto o más como lo acabas de hacer ahora”.
Tras esto él recogió sus ropas y se vistió y yo fui a recoger la mía, y lo único que no estaba rajado ni roto era mi sujetador y las medias que tenía puestas ( aunque estas tenían algún agujero que otro que en el bregar que habíamos tenido se habían hecho), las bragas estaban completamente rajadas, no pudiéndomelas ni siquiera poner, la blusa estaba partida en dos grandes trozos y todos los botones quitados, por tanto la espalda me quedaba medio tapada, pero por la parte de delante estaba rota por una de las mangas y no me la podía cerrar, quedando mi pecho y vientre al descubierto, menos mal que me pude poner el sujetador y evitar con ello que se me vieran las aureolas y pezones de mis pechos. La falda estaba con una gran raja continuando hacía abajo por la zona donde estaba la cremallera, solo quedaba como una cuarta para haber quedado totalmente rajada, como pude me la puse. Entonces él al verme me dijo:
“Estas preciosa, pero reconozco que así no puedes ir a tu casa y que tú marido te vea, pues si te ve así lo primero que te preguntará es que te ha pasado y donde has estado. Pero tampoco tenemos ropa de repuesto para ponerte. No obstante para arreglarlo un poco y para que la falda no se te caiga toma mi cinturón y sujétatela con él. Aprovecha ya que va a estar ajustada la falda a la cintura de meterte y colocarte como puedas la blusa también en la cintura, para que se te pueda cerrar lo más posible y así al menos evitar que se te vea tanto el vientre y tus pechos. Pero a mí me estas excitando un montón al verte con esos harapos puesto, porque es tarde y porque acabamos de follar dos veces seguida ahora mismo, sino de nuevo te volvía a follar aquí esta vez encima del capó del coche. Pero será mejor que me olvide de esto y nos vayamos para casa, pues son ya cerca de las 10 de la noche y tú marido debe de haber acabado hace tiempo el trabajo que te ha dicho que se ha traído para hacer a casa. Igual tienes suerte y cuando llegues ya está acostado y no ve la pinta con la que llegas, ja, ja, ja,ja…..”
Tras esto nos metimos en el coche y antes de arrancar le dije:
“Ignacio, haré, como te he dicho, lo que me habéis dicho que queréis que haga, pero si solo fuera contigo no te lo pediría, porque es por el único que siento algo especial, pero para poder hacerlo con los otros tres y posteriormente con los hombres que queráis, voy a necesitar que me proporciones el brebaje que me disteis en Francia, que me anulaba mi voluntad y además llevaba mezclado los afrodisiacos, pues sino no sé si seré capaz de aguantar todo lo que me espera, por favor me lo podrás tú suministrar sin que lo sepa nadie más?”
Él dándome un beso en mis labios me dice:
“Si es lo que quieres, te lo proporcionaré, pero sabes que no debes de abusar de él, pues ya vistes como te ponías y que prácticamente no eras capaz de decir no a nada e incluso era tal tú excitación que aun no pudiendo nosotros nos pedías más y más e incluso tenías que masturbarte para calmar el furor uterino que este brebaje te proporcionaba. Y espero que no lo lleves a analizar ni con los resultados actúes contra mí. Pues si lo hago es porque tú me lo pides , no porque yo te lo quiera dar”
Ahora fui yo la que dándole las gracias, le devolví en sus labios el beso diciéndole:
“Gracias mi amor, sabes que eso no ocurrirá, y menos siendo tú, pero es verdad que lo voy a necesitar y ya que lo tengo que hacer al menos que no me sienta culpable y que disfrute con ello. Si quieres el lunes a la hora de la comida quedamos, yo salgo del colegio y ese día me lo llevas y comemos juntos, para que luego por la tarde cuando tenga que ir al piso para estar con vosotros haya podido ya tomármelo”
Ignacio me dice:
“De acuerdo, el lunes a mediodía te lo llevo y comemos. Pero lo que te dije antes del análisis era una broma, ya sé que no lo ibas hacer ni que tomarías ninguna represalia o venganza sobre mí, te conozco o creo conocerte bien y sé que eres demasiada buena persona para hacerme una jugarreta de esa índole”.
Al acabar de decirme esto, le miro sonriéndole y poniendo el coche en marcha nos dirigimos de vuelta a casa. Me desvié por donde me dijo Ignacio para dejarle en su casa y yo después me encamine hacia la ciudad donde resido. Cuando llegue a casa, metí mi coche en el garaje y antes de salir del mismo me aseguré que no hubiera ningún vecino en él. Tras estar segura de ello me encaminé rápido hacía el ascensor, me entré en él, y una vez dentro marque mi piso y al llegar salí lo más deprisa que pude y abriendo rápidamente la puerta entré en mi casa. Estaba todo apagado, lo que me confirmo, por suerte, que mi marido se había cansado de esperarme y se había acostado. Me fui derecha al cuarto de baño, me quité los restos de ropa que llevaba y haciéndolo un montón los dejé en el suelo y después me metí en la ducha para quitarme todos los restos de semen que pudieran quedar en mi cuerpo. Al acabar me miré al espejo y pude ver que mis pechos estaban marcados por los dientes de Ignacio y por los pellizcos y apretones que me los había dado, la verdad es que tras haberse pasado el periodo de excitación y pasión me dolían los dos pechos bastante, la verdad es que habían sido, esa tarde bien, aprovechados por mi joven amante. Luego desnuda y liada a la toalla de baño, recogí los restos de la ropa, fui a la cocina y cogiendo una bolsa de basura los metí en ella, la cerré y para que mi marido no la viera, la metí dentro del armario que tenemos en la habitación de invitados, para al día siguiente cuando me levantara tirarla directamente a la basura. Luego fui a mi cuarto y me puse un camisón sin nada debajo, pues la zona de mi sexo estaba también bastante dolorida por las dos brutales folladas que Ignacio me había proporcionado esa tarde noche. Luego fui a la cocina y comí algo, pues la verdad es que el ejercicio hecho esa tarde noche, me había abierto un poco de hambre. Después recogí un poco la cocina y me dirigí a mi dormitorio y procurando no hacer ruido me metí en la cama, donde estaba mi marido dormido. El cansancio hizo que rápidamente me quedara dormida, prácticamente sin darme cuenta de ello.