De nuevo mis alumnos vuelven a bus... Ya he parido

Escribo este apéndice, porque creo que, si no cuento lo que os voy a poner a continuación, la serie de relatos "De nuevo mis alumnos vuelven a buscarme" quedaría incompleta, Esperanza nos cuenta desde el final del relato anterior hasta la actualidad (abril 2019). Como han transcurrido las cosas, el parto y como actualmente está el tema con sus ex alumnos.

De nuevo mis alumnos vuelven a buscarme. Ya he parido (apéndice al relato)

YA HE PARIDO

He decidido escribir este apéndice al relato que os he contado, titulado: “De nuevo mis alumnos vuelven a buscarme”, con el fin de que todos sepáis como ha acabado la historia. Esta vez no pienso extenderme tanto como en veces anteriores, pues solamente quiero daros a conocer los acontecimientos que han acontecido hasta que he dado a luz y como ha quedado al final la situación, tanto con mis ex alumnos como en mi casa y relación con mi marido y demás personas que de alguna forma u otra han sido protagonistas de lo ocurrido y contado en este relato.

Como recordareis

Tras dar muchas vueltas a mi cabeza y tras consultarlo con Ibra, el pasado día 20 de diciembre pasado, decidí decirle la verdad sobre mi embarazo a mi marido, ya que él creía que era el padre de la criatura que estaba esperando. Dado que quedaba poco tiempo para que todo se supiera, pues estaba segura que la criatura que esperaba sería de raza negra, quise tener todo aclarado y atado antes de que llegara el día en que tendría que parir. Sin trapos calientes le dije a mi marido que la criatura que esperaba era de Ibra (el negro) con toda seguridad y que por tanto tenía muchas posibilidades de que saliera o naciera de raza negra (por la fuerza que tienen los genes de la raza negra sobre la blanca). Como era de esperar se enfadó y me preguntó que como era, que yo conocía o conocí a ese hombre negro. Le conté toda la historia y le enseñé también los videos y pruebas contra él que tenía si optaba por separarse de mi (cosa que es lo que deseaba y esperaba Ignacio que hiciera). Le dije que con esas pruebas poco podría alegar para la separación en el ámbito sexual y de cuernos, dado que él había hecho lo mismo con otras mujeres e incluso en uno de los videos es él mismo el que me ofrece a varios clientes de raza negra (en el piso de Carabanchel) para que me follen y paguen por mis servicios (aunque en ese momento él no sabía que era yo a la que estaba ofreciendo). Por tanto, le acusaría, si se ponía por las malas, de que era él, el que me había obligado a follar, con los negros y por eso estoy embaraza de uno de ellos. Tras varios días de pensárselo, el pasado 23 de diciembre decidió no separarse de mí y asumir sus cuernos, pero el problema era que todo nuestro entorno de conocidos, y en la ciudad donde vivimos, se enterarán que la criatura que naciera era negro y por tanto que él no es el padre, con lo que entonces nuestra buena reputación se iría a pique. Entonces le propuse, algo que ya habíamos pensado mi amante negro Ibra y yo, y no era otra cosa que contratar a Ibra y a su "hermana" para trabajar como internos en nuestra casa.  Una vez contratados, hacer ver a todos que Awa (la hermana de Ibra) estaba embarazada (mentira, la barriga se la simularíamos) del mismo tiempo que lo estaba yo. Cuando llegara la hora de dar a luz, ella también se pondría de parto y volveremos a casa diciendo que yo he perdido lo que esperaba (cosa que no sorprenderá, pues ya he tenido varios embarazos en los que he perdido a mis hijos) y Awa e Ibra volverán un día o dos después a casa con mi hijo/a como si fuera la criatura que habría parido ella. A mi marido, ya asumiendo sus cuernos, no le pareció mal esa estrategia y que sin duda podría funcionar. Estando los dos de acuerdos el día 27 de diciembre, se trasladó Ibra y su hermana Awa a vivir a nuestra casa (sin dejar el piso que tienen en Carabanchel, que como veréis más tarde se le está dando su utilidad). Desde ese día, yo dentro de la casa, hago en todos los sentidos como si fuera la mujer de Ibra, pues desde entonces comencé a dormir y follar con él en nuestra cama de matrimonio. Mi marido puede (con el permiso de Ibra y de Awa), hacer lo mismo si lo desea con Awa.  Hemos presentado los papeles de los dos, adjuntando el contrato de trabajos, para que les den los papeles y puedan vivir sin problemas en España. Mi marido se ha comprometido en hablar con amigos y gentes importante que si quieren en pocas semanas lo tendrán todo arreglado y solucionado. A cambio de todo esto Ibra se comprometió a liberarme del chantaje de Ignacio y de mis ex alumnos, cosa que por ahora ha conseguido con gran astucia y beneficio para él como podréis comprobar más adelante. Durante un tiempo no le dejé a mi marido no solo que follara, sino que siquiera me tocara, simulando seguir enfadada con él. Solo una semana antes de ingresar en el hospital para parir mi marido me pidió y me dijo:

“Por favor Esperanza, porque no dejas esa actitud de enfado y me perdona. Yo ya te he perdonado, todo lo que has hecho e incluso asumo que te hayas quedado preñada de otro hombre y que vayas a tener un hijo negro de él. Además, he permitido que se venga a vivir él y su hermana a nuestra casa y que desde que está aquí en casa haga prácticamente las veces de marido tuyo, sobre todo en el tema sexual”.

Yo le contesto:

“Querido, a m i no tienes que perdonarme nada, ya que lo que he tenido que hacer ha sido porque estaba forzada y chantajeada por mis alumnos. Tú sin embargo lo que has hecho ha sido porque has querido y lo has hecho sin decirme nada al respecto. Pero no quiero ser como tú, pues a pesar de todo sigo amándote y queriéndote con toda mi alma. No quiero que pienses que soy una persona rencorosa, por eso voy a perdonarte, pero aún no voy a permitirte que folles conmigo, al menos hasta que pase un tiempo y siempre que sigas haciendo lo posible porque a Ibra y a Awa les den la nacionalidad española”

Él me contesta:

“Gracias Esperanza, haré todo lo que me pidas, pero quisiera pedirte un favor más, si es posible”

Yo le contesto:

“¿Cuál es ese favor que quieres pedirme?

Y él me contesta:

“No sé cómo decírtelo, me da un poco de vergüenza, por lo que pensaras de mí. Pero ya que me he lanzado a pedírtelo voy a ello: Esperanza me gustaría que me dejara verte follar con Ibra, y si fuera posible poder acariciarte o tocarte mientras lo haces, me encantaría”

Yo callé durante unos instantes y luego le dije:

“Mira, eso que me pides lo tengo que consultar con Ibra, date cuenta que él también participa y no sé si le gustará que estemos follando él y yo y tú estés mirando y tocando mi cuerpo”

Mi marido entonces me contesta:

“Lo comprendo, si tienes razón, pregúntale si accede a mi deseo de veros follar juntos estando yo delante y que pueda acariciarte. Pero por favor haz lo posible porque consienta y diga que sí”.

Yo calle y él se marchó. Poco después estando solos Ibra y yo le dije lo que mi marido me había propuesto y tras hablarlo me dio su consentimiento, pero con una condición:

“Dile que acepto, pero también deberá estar presente Awa y si desea participar ella también lo podrá hacer. Y tú te pondrás los tatuajes que te ponías el tiempo que hiciste de puta mía, quiero que le quede bien claro, a ese cornudo, que la que vio y vendió su cuerpo en el piso de Carabanchel eras tú, pues pienso que todavía tiene la duda de que así sea”.

Fui a buscar a mi marido y le conté lo que mi amante negro me había dicho:

“Cariño, mi amante Ibra, accede a que nos veas follar juntos e incluso que me puedas acariciar y sobarme mientras lo hacemos, pero pone como condición que este también presente su hermana Awa. Ten en cuenta mi estado, pues como sabes me queda muy pocos días para parir y estoy bastante gorda y pesada, de modo que Ibra y yo lo hacemos normalmente cabalgándole yo a él y en otras ocasiones de lado y el detrás de mí, aunque hay veces que lo hace de frente colocándome dos o tres almohadas o cojines en mi cintura y trasero para dejar expuesto todo mi coñito. De todas formas, somos bastante cuidadosos en nuestras folladas para evitar que me pueda hacer él daño a mí y al feto cuando empuja para follarme. Por eso, te tendrás que contentar con verme hacerlo solo de esas formas y en este estado, pues sé que no te excitarías tanto como si me vieras follar con él en mi estado natural, es decir sin estar preñada, como cuando me vendiste en el piso de Carabanchel aquellos hombres negros. Dime ¿estás de acuerdo y aceptas estas condiciones?”.

Mi marido, no se lo pensó siquiera un segundo, rápidamente me dijo:

“Si acepto eso y lo que me hubierais querido poner de condiciones, pues estoy deseando verte follar con ese negro que según tú te ha dejado en ese estado, es decir preñada, pedazo de puta”

Yo mirándole a los ojos y con cara de enfadada durante unos segundos, para cambiar la cara después con una sonrisa le contesto:

“No te pase con tus palabras e insultos, pedazo de calzonazo cornudo y no tientes a tu suerte con eso, que hoy parece que te va de cara, pues no lo voy a tener en cuenta ese insulto (la verdad es que, en realidad, aunque no lo hubiera querido, si me había comportado como una verdadera puta) que me acabas de decir (puta), haré como que no lo he oído. Pues de acuerdo esta noche cuando nos vayamos a acostar puedes venir a nuestro cuarto para verme follar con mi amante”.

Esa tarde - noche ante de cenar, en nuestra habitación de matrimonio, mi amante me colocó los tatuajes, en los mismos lugares donde me los ponía el mes en que estuve entregada a él por mis ex alumnos. Es decir, los dos con el As de pica negro, uno en cada muslo de mi cuerpo y el de la leyenda “ Soy la puta de Ibra y esto es propiedad de él “ como recordareis bajo las últimas letras, salía una flecha señalando, hacía la rajita de mí coñito. Y la leyenda estaba justo donde acaban los pelos de mi coño, es decir entre los pelos y el ombligo (más cerca de los pelos que del ombligo). Luego me puse un vestido cómodo, para mi estado de buena esperanza y me dirigí al comedor para cenar. Allí estaba ya mi marido esperándome y la sirvienta dispuesta a servirnos (Ibra y Awa, comían en una especie de apartamento que les habíamos acondicionados para ellos, con el fin de que el servicio no sospechara nada de la relación entre Ibra y yo). Desde la llegada de Ibra y Awa a nuestra casa, dejamos al servicio (sirvienta y cocinera) que marcharán a sus casas tras cenar nosotros, les dijimos que, al tener a los negros de internos, si necesitábamos algo durante el tiempo que ellas no estuvieran nos servirían ellos, aunque no le bajaríamos el sueldo, aunque durmieran en sus casas.

Tras cenar, fuimos al salón a ver un rato la televisión, con el fin de hacer tiempo hasta que se fueran las sirvientas. Una vez se fueron, vino Ibra al salón con Awa y nos fuimos los cuatro al dormitorio de matrimonio.

A mi marido y a Awa les indiqué que se sentaran en las dos butaquitas que tenemos en el dormitorio diciéndoles:

“Sentaros ahí y cuando deseéis o creáis oportunos podéis acercaros a acariciarme y a mirar como Ibra me posee”

Mientras todo esto Ibra se ha ido desnudando y ya está completamente desnudo a mi lado. Yo me quito la bata que llevo puesta quedando también completamente desnuda ante los ojos de todos. Entonces Ibra dirigiéndose a mi marido le dice:

“Mira el cuerpo de tú mujer, cornudo, ¿Te acuerdas cuando en el piso de Carabanchel me hiciste el favor de ser tú mismo el que vendieras a tu mujer a otros hombres y encima de mi raza para que se la follaran y sin preservativo? ¿Recuerdas los tatuajes que llevaba? ¿Son estos, los que lleva hoy tatuados Esperanza en su cuerpo?”

Mi marido bajando los ojos hacía el suelo, le contesta:

“Si Ibra lo recuerdo y no fui capaz de reconocerla, aunque su cuerpo me era muy familiar. Y recuerdo que llevaba esos mismos tatuajes en su cuerpo desnudo, aunque en aquel entonces no estaba tan gordita como ahora por su embarazo”.

Ibra entonces me coloca a mí de frente a mi marido y apuntando con su dedo a la frase que tengo tatuada sobre mi pubis le dice:

“Lee cornudo lo que pone aquí en el vientre de tu mujer”.

Mi marido mirando donde Ibra tiene su dedo va leyendo:

“Soy la puta de Ibra y esto es propiedad de él”

Entonces mi amante le dice muy serio y mirándole fijamente a sus ojos:

“Quiero que esto lo tengas siempre presente, cuando estés delante de tu mujer o con ella y que si la follas algún día siempre será con mi consentimiento y sabiendo claramente que es mi puta y que donde (en ese caso, si llega) llegarás a entrar tú  pollita es de mi propiedad, ¿entendido?”

Y él muy avergonzado le contesta:

“Sí lo entiendo y me atrevo a decirte que me permitas al menos poder follar con ella de vez en cuando, aunque sé que soy un cornudo por permitir que todo esto ocurra y encima asumirlo sabiendo que la criatura que lleva en su vientre no es mía sino tuya”.

Ibra se acerca a él y dándole dos palmaditas en su cara y mirándole le dice:

“Así me gusta cornudo, que asumas lo que eres y que sepas que, si follas alguna vez con Esperanza, será porque yo te deje. No obstante, me caes bien y por eso te doy permiso para que folles esta noche, si quieres, cuando acabemos Esperanza y yo y os vayáis a vuestros cuartos, con mi hermana. Y hoy no hará falta que ella te dé permiso para hacerlo, pues ya te lo he dado yo y ella acatará lo que yo diga. No obstante, según se dé la cosa igual te dejo que participes más de lleno y te permita que la des por el culo a Esperanza, mientras yo me la follo por su chocha. Estoy seguro que esto la encantaría a esta viciosa y puta que tienes por mujer y que tan feliz y tanto me hace gozar cuando me la follo”.

“Gracias Ibra, por ser tan amable y concederme poder follar con tú hermana después y si lo crees conveniente dejarme participar dando por el culo a tu puta que no es otra que mi mujer”

Ibra entonces les dice a mi marido y a su hermana:

“Ya que vais a estar presentes e inclusos os dejaremos que acariciéis y sobéis a Esperanza y a lo mejor a ti cornudo, te deje que la des por el culo y dado que tanto Esperanza como yo ya estamos desnudo, creo que lo mejor es que vosotros dos también os desnudéis del todo igual que estamos nosotros”

Mi marido rápidamente se despojó de sus ropas, pero Awa se quitó solo la falda, quedándose vestida por la parte de arriba de su cuerpo y de cintura para abajo solo con unas braguitas blancas. Yo dirigí mi mirada hacía el sexo de mi marido y pude comprobar que el muy cornudo ya estaba excitado y con su polla completamente tiesa (mi marido no tiene una polla tan grande y gorda como la de Ibra, pero esta también bien armado poseyendo una herramienta un poco más grande que las medidas normales de la mayoría de los hombres que conozco)

Yo me veo reflejada desnuda en el espejo que tengo en el armario de mi dormitorio de matrimonio (donde estamos ahora los cuatro) y así completamente desnuda como estoy me doy cuenta de lo grande que se me han puesto lo pechos, son enormes, pero los sigo teniendo duros y erguidos al estar llenos de leche ya que me queda una semana o menos para dar parir. Pero con los inmenso que los tengo, miro hacía debajo de mi cuerpo y parecen empequeñecer al lado del inmenso volumen que tiene mi vientre ya que estoy a punto de parir.

Yo entonces para hacerle sufrir y ridiculizarle ante mi amante y su hermana, le digo a mi marido:

“Qué te parece, maridito? ¡mira que barriga le ha hecho este negro a tu esposa del alma! Te gusta que te haya plantado esos cuernos que llevas un negro y encima que puedas pensar que debajo de esta piel mía tan blanca (me acaricio mi barriga) hay una criatura que si es un niño será tan macho como su padre y me imagino, cuando sea un jovencito, como retozará con todas las mujeres que se le crucen quedando embarazadas a tantas mujeres casadas como está dejando su padre Ibra y como ha hecho conmigo. Y si es niña, seguro que con el tiempo será tan puta como soy yo misma, su madre, aunque sea de raza negra en vez de blanca como yo”

Y luego dirigiéndome a Ibra le dije:

“Sabes Ibra que mi marido es un grandísimo cornudo, estoy segura que desde que se ha enterado que la criatura que llevo dentro de mi vientre no es suya, sino tuya lo está gozando mucho más que tú cuando mis ex alumnos te encargaron que me hicieras esta barriga.”

Mi marido, nos mira a los dos a mi amante y a mí y nos sonríe. Entonces yo me acerco a nuestra cama y me siento en uno de sus laterales de la misma. Ibra nos mira a todos quedándose un ratito parando la mirada en mi marido y luego se dirige hacia donde yo estoy colocándose entre mis piernas. Yo entonces alargo mi mano hacía su hermosa polla y comienzo a acariciársela, solo tocársela noto como comienza a endurecerse y crecer. En un momento se pone su herramienta en su pleno esplendor, luce tremendo, resplandeciente, apetitoso, está completamente tieso. Se nota que a Ibra también le excita la situación de estar haciendo esto delante de mi propio marido y encima en su casa y en su habitación de matrimonio. Sus venas se le marcan todo lo largo de su espada, su glande totalmente brillante, lubricado por el líquido pre seminal, su pubis lleno de pelos largos y sin cuidar, sus testículos velludos…  se presenta ante mí la polla más hermosa y deseosa, la polla que ha conseguido preñarme y hacerme esta grandísima barriga que ahora luzco orgullosa ante mi marido sabiendo este que no es él, el que me la ha hecho. Miro hacía mi marido y le hago una señal indicando hacía la herramienta de Ibra y retirándome un poco y dejándola a la vista de mi marido le digo:

“Cornudo mío, mira la polla que gasta Ibra, mira la espada que va a perforar cada centímetro, cada milímetro de cada uno de los agujeros de mi cuerpo, de mi boca, de mi coño de mi culo. Verdad que es hermosa, estoy deseando tenerla dentro, estoy deseando de que veas realmente lo cornudo que eres. Solo de tenerla tan cerca y verla tan hermosa me está poniendo muy caliente y muy salida y estoy deseando de tenerla dentro de mi cuanto antes”

Entonces mi marido me contesta:

“Si, es un buen ejemplar, no sé cómo no te destroza cuando te penetra con ella, no sé si en tú estado será conveniente que te la entre entera pues si lo hace igual puede dañar o hacer daño a la criatura aparte de destrozarte toda por dentro. Pero por el estado en que veo que te encuentras en estos momentos, eso es lo que menos te importa, pues según parece es lo que más deseas ahora, pedazo de puta, con tú calentura. Ibra cuanto te mide, es impresionante, realmente es espectacular, es la mejor polla que podía haber buscado mi querida esposa para convertirme en cornudo, dale fuerte Ibra y fóllatela yaaaaa…de una puñetera vez que me tenéis a cien y estoy deseando que me dejes tocarla y sobarla un poco a esta puta que tengo por mujer”

Ibra le contesta:

“Gracias cornudo, pero mis medidas no te las voy a decir, ya la tienes delante de tus ojos para que tú mismo las calcules y espera un rato, pues todavía no es el momento para que puedas acariciar el delicado cuerpo de tú mujer”.

Yo entonces agarro la polla de Ibra entre mis labios y con mi lengua comienzo a recorrerla de arriba abajo, entreteniéndome al llegar a su glande y después lamiéndole sus gruesas venas, pasando mi lengua por toda su extensión, se la muerdo suavemente. El hermoso miembro de mi amante no para de crecer dentro de mi boca, yo a medida que crece abro cada vez más mis mandíbulas para facilitar todo lo que puedo la entrada del mismo Me lo entro y me lo saco varias veces del interior de mi cavidad bucal y luego mirando hacía mi marido me lo saco de la boca y le digo a este:

“Cornudito mío, has visto que hermosura de polla tiene mi querido Ibra, con esto ya te puedes imaginar, me proporciona tal placer que me hace subir al cielo”.

Me la meto en la boca y la succiono con deseos incontenibles. Dejo que la saliva me resbale por la barbilla para que pueda llegar a la hermosa polla que tengo delante y con ello lubricarla. Esta acción la acompaño con un movimiento de mi mano arriba y abajo y mientras tanto llevo la otra mano a sus gordos y negros huevos que palpo con sumo placer.

Ibra comienza a gemir por el placer que le estoy proporcionando con mi boca, empecé a mamarle la tranca con frenesí, metiéndola y sacándomela cada vez más rápida y más adentro en mi boca hasta que noto como toca mi garganta y comienzo a sentir arcadas. No obstante, continúo chupándosela y succionándosela alternando con movimientos de bombeo de mi mano y succiones fuertes en el glande que provocaban un chasquido en mi boca. La punta de su falo, que tenía forma de corazón, era de un negro brillante por la saliva. Yo seguí chupando y succionando su piel aterciopelada, tragando sus primeros jugos al tiempo que me admiraba de las dimensiones que estaba tomando el agujero de la punta de su polla, se le estaba hinchando aún más, era la primera vez, de todas las que había estado con él, que le veía la polla tan hinchada. Deseaba acelerar la mamada, quería que se viniera en mi boca, quería tragar su cremoso líquido, su ansiado néctar. Estando en esto le oí a Ibra decirle a mi marido:

“Mira cornudo, que bien la chupa tu mujer. ¡Qué bien lo hace! Va a hacer que me corra y la llene la boquita de mamona que tiene de mi leche calentita, que suerte tienes cornudo, da gusto tener una puta así en casa,  y tú tan tonto de ir buscando fuera lo que tienes en casa y que es tan difícil encontrar otra mujer que lo haga mejor que ella ……aaaaaaa…… siiiiiiii…..que placeeeerrrr me voyyyyy a   corrreeeerrr ….sigueeeeeee….mamonaaaa…..no pareeees , enseña a tu marido como se chupa una buena pollaaaaaa….”

Yo estaba tan concentrada en chupar la polla a mi amante que prácticamente me había olvidado de que mi marido y Awa estaban viendo toda la mamada que le estaba haciendo. Al oír a Ibra dirigirse a mi marido y oír lo que le decía volví a darme cuenta que teníamos espectadores, entonces yo de nuevo dirigiéndome de nuevo a mi marido le digo:

“Ummm cornudito mío que hermosura de polla tiene mi querido Ibra, esto sí que es una polla rica de verdad cariño, aunque la tuya tampoco está mal, pero es que la de Ibra es divina ummmmm que ricaaaa……ya te puedes imaginar querido, que con una polla de este calibre mi amante cada vez que me posee me haga subir al cielo.”

Tras esto vuelvo acercar mi boca a la polla de mi negro amante y vuelvo a dedicarme de lleno a la hermosa polla de Ibra, solo deseo chupársela y darle todo el placer que creo se merece. Continuo con la felación con todas mis ganas y deseando que cuanto antes se corra dentro de mi boca, de nuevo me olvido que tengo dos espectadores viendo como se lo hago. Cada vez que se la chupo oigo mis propios ruidos o sonidos guturales, pero cuando más entusiasmada estoy en la mamada, siento como Ibra me da unas palmaditas en mi culo y me dice:

“Túmbate de costado en el centro de la cama y mirando hacia donde está el cornudo de tu marido, hoy vamos a follar en esta postura, ya sabes que tal como estas de gorda y tan avanzado el embarazo, es una de las mejores posiciones en las que nos podemos poner para estar más cómodos y correr el menor peligro para ti y la criatura y de esa forma tanto el cornudo como Awa pueden apreciar perfectamente nuestra follada”.

Yo dejo su polla y haciéndole caso me subo a mi cama de matrimonio y me coloco como mi amante me ha dicho, quedando completamente enfrente de donde se encuentra mi marido y Awa. Miro hacía ellos y para excitar y hacerle de rabiar más a mi marido abro mis piernas quedando mi almejita totalmente expuesta a la vista de él y de Awa. Sobresale el rosado fuerte de mis labios vaginales de la espesura de mi negra, larga y poblada pelambrera (pues llevo ya cerca de 10 meses que no me la depilo, haciendo caso a mi amante Ibra. Desde esa posición él puede apreciar con todo tipo de detalle como Ibra me perforará mi coñito. Mi marido se agarra su polla, ya tiesa y comienza a masturbarse como un loco sin apartar su vista de mi cuerpo y sobre todo de mi almejita totalmente abierta y expuesta a la espera de ser taladrada por la polla de mi amante negro y futuro padre de mi hijo/a. Yo ya tengo mi coñito bastante mojado y si les digo la verdad también muy excitada de poder follar con mi amante Ibra delante de mi marido.

Ibra se sube también a la cama y se tumba a mi lado, se acerca a mí y sin darme tiempo a reaccionar cogiendo mi cara comienza a besar mi boca salvajemente, pegando sus gruesos labios negros a los míos y metiéndome toda su lengua dentro de mi cavidad bucal y recorriendo con ella todas las partes de mi boca. Mi lengua tampoco se está quieta y se entrecruza con la de él y también la paseo por el interior de su boca tragándome con sumo gusto su saliva, que me sabe a manjar.

Mientras Ibra lleva sus manos a mis pechos, que acaricia y soba a su voluntad, estas caricias a mí me están provocando una calentura descomunal, me siento caliente super excitada, siento deseos de él y deseo con todas mis fuerzas que comience a follarme. Yo le sigo devolviendo los besos y llevo una de mis manos hacía su vientre, sigo bajando con ella hasta conseguir llegar a tocarle y agarrarle su miembro, le tiene duro como una piedra está muy excitado, no solo soy yo la que está caliente estamos los dos muy excitados. La situación que estamos teniendo y saber que nuestros dos espectadores no pierden atención de lo que hacemos, están causando su efecto tanto en mi querido Ibra como en mí.

Mi negro amante inclina su cabeza hacía abajo llevando sus gordos labios hacía mis gordos y grandes senos, comenzando a degustarlos con mucho cuidado. Yo al sentir su lengua en mis aureolas y como sus labios se cierran alrededor de una de ellas y su pezón, cierro los ojos y comienzo, con mi mano libre, a acariciar su cabeza. Por experiencia sé que mi amante es un expertos en chupar y comer mis pechos y esta vez no iba a ser menos que otras, de modo que rápidamente me hace comenzar a sentir un fino y agradable placer el cual me lleva a no poder reprimirme y comenzar a emitir mis primeros gemidos de placer, a la vez que emito mis suspiros le digo a Ibra (mirando hacia donde se encuentra mi marido y Awa, con el fin de hacerles sufrir un poco y de calentarles aún si es posible más):

“Siiiiiiiii, cómetelos todossssssssss, los pezonesssssssssss, comeme los pezonesssssssss y mis aureolas, sabes que me encanta que lo hagan. Chupa, chupa de ellos, mámalos aprovecha que los tengo llenos de leche y aún no he parido y no tengo que compartirla con nuestro hijo/a pues cuando nazca él o ella tendrán prioridad sobre ti para bebérsela. Bebe mi leche es toda tuya, solo tuya, la he guardado para ti, sabes bien que el cornudo de mi marido no la ha probado, y si no lo crees ahí le tienes presente para preguntárselo, solo es tuya, bebe, mama, siiiiiiiii…..sigueeeee….no pareeesss…mi amoooorrrr….asiiiiii aahhhhhhhh…..como me gustaaaa que placeeeer me produceeeesssss cuando me mamas mis pechooooosss……..”

Entonces Ibra dirigiéndose a mí y mirándo a mi marido me dice:

“Esperanza sabes que tus pechos me vuelven loco y que me gustan muchísimo, son espectaculares, son preciosos, aunque reconozco que aún si fueran un poco más grandes, más me gustarían y espero que sea verdad que los pueda tener siempre entre mis manos o boca, estoy deseando de mamar de ellos y beberme toda la leche que llevan dentro”

Ibra, como buen chico, va obedeciendo lo que yo le voy diciendo y saborea con gran pasión cada uno de mis pechos, a medida que va chupando con más pasión mis pezones y aureolas va perdiendo la tranquilidad y va empezando a perder el control pues noto como va empezando a pasar del cuidado y delicadeza, con que hasta ese momento me ha estado tratado mis pechos, a ser sus manoseos y absorciones más bruscos. Mi amante deja de besar y chupar mis pechos y lleva sus manos a ellos cogiéndolos sin demasiada delicadeza y comienza a sobármelos con fuerza, a apretarlos a ordeñarlos, haciendo que salgan los chorros de mi leche y que impacten en su cara y boca. De nuevo lleva su boca a ellos a la vez que los aprieta y succiona tragándose con sumo placer toda mi leche. Miro a nuestros espectadores (mi marido y Awa) los cuales los dos se están masturbando. Awa ya tiene abierta su blusa y a la vez que se masturba su sexo con la otra mano se acaricia sus pechos, mientras mi marido cada vez se mueve la mano que sostiene su polla para masturbarse con más intensidad, al vernos a mi amante y a mi amarnos y disfrutar como lo estamos haciendo. Se les nota a ambos muy excitados y mi marido con una sonrisa y con un movimiento de asentamiento con su cabeza y mano me apremia a que continuemos y no paremos, se le nota al muy cornudo que está disfrutando viéndome disfrutar en manos de mi amante.

Ibra tras un buen rato sobando mis pechos y pezones, abandona estos y sus manos se van deslizando hacía abajo por todo mi cuerpo , deteniéndose unos segundos en acariciar mi gran barriga,  para llegar posteriormente a mi pubis donde se entretiene a jugar con mis ensortijados y largos pelos que lo cubren para al final llegar a mi coñito que acaricia con una de sus manos llevando la otra a mi culo que soba y acaricia con placer, introduciendo sus dedos en la raja del mismo y jugando con ellos en el agujerito de mi ano, con todas estas caricias y toqueteos, mi negro, está consiguiendo que me vaya excitando cada vez más.

Entonces Ibra deja de tocarme y quitándose de donde estaba se coloca tendido a mi espalda y agarrándome mi pierna derecha por mi tobillo me la levanta hacía arriba consiguiendo con ello dejar mi coñito completamente abierto y en perfecta posición para ser penetrada desde la posición donde se ha colocado Ibra y en esta posición también los dos espectadores pueden apreciar perfectamente como la polla de mi amante me perfora entrando y saliendo de mi coñito. Ya posicionado Ibra me dice:

“Colócate cómodamente Esperanza y abre bien las piernas, voy a comenzar y hacerte disfrutar como nunca el cornudo de tú marido lo ha conseguido. (Dirigiéndose ahora a mi marido le dice) Y tú cornudo si quieres aprender cómo se folla bien follada a una puta como tú mujer acércate y mira como lo hago”.

Mi marido se queda quieto como esperando que yo le diga algo y entonces al verlo yo le hago una indicación con mi dedo índice de la mano derecha para que se acerque. Él se levanta desnudo como esta, pero sin dejar de masturbarse y se acerca al extremo de la cama cerca de mi cara y parte superior de mi cuerpo y entonces le digo:

“Cornudito mío, haz caso a Ibra y fíjate bien como me folla para que aprendas hacerlo como él me lo hace. Ponte de pie aquí mi lado, junto la cabecera de la cama. Además

mientras él comienza puedes tocarme y comerme mis pechos que sé que te gustan bastantes, además ahora que tengo mojadas mis aureolas y pezones con la saliva de mi amante quiero que me los comas tú también y saborees y te tragues los restos de la saliva que ha dejado en ellos Ibra”

Mi marido no espera más, rápidamente siguiendo mis instrucciones se coloca al lado de mi cara y acerca sus manos a mis pechos cogiéndolos y tocándolos, los aprietas y puede comprobar que al hacerlo comienzan a salir chorritos de leche de mis pezones. Tras esto acerca su boca a uno de mis pezones y comienza a chuparlo y succionarlo con todas sus ganas.

Ibra al verlo se sonríe, dándose cuenta de cómo he conseguido llevarme a mi marido al terreno que yo quería que no era otra cosa que humillarle teniendo que soportar que un negro me follara y haciéndole chupar mis pechos con los restos de la saliva de mi amante negro y obligándole a que se tragara los citados restos de saliva del negro. Yo cierro mis ojos al sentir los labios de mi marido chupándome mis aureolas y pezones, sintiendo un placer nuevo, al sentir el placer habitual que siento cuando me soban y chupan mis pezones y sentir por dentro el placer de humillar a mi marido, dejándole chupar mis pechos impregnados de la saliva de mi amante que esta en esos momentos apunto de comenzar a follarme. Yo entonces le digo a Ibra:

“Negro cabrón, comienza ya de una vez a follarme, quiero que me poseas y que mi marido vea como me entrego y me posee un hombre negro delante de él y tan cerca. Quiero que vea como me penetras con esa polla tan grande y gorda y si es posible que me lo hagas por todos los agujeros de mi cuerpo. Quiero que sepa que es todo un cornudo y que te tenga que agradecer encima que le pongas los cuernos y le enseñes como se tiene que follar a una mujer como yo, que me vea y sienta el estado de emputecimiento a donde tú me has llevado y sienta lo puta  que realmente me has vuelto y me has convertido.”

Ibra ayudándose de una de sus manos comienza a pasarme su negra y larga polla por todo lo largo de mi encharcado coño. Yo entonces noto su capullo cuando pasa su hermosa herramienta restregándomela suavemente a lo largo de mi rajita hasta llegar a mi clítoris. El sigue pasándola una y otra vez sobre mi rajita, entonces noto como la punta de su polla (su capullo) insiste en la entrada de mi rajita, como si quisiera buscar entrar en mi interior, poco a poco se va haciendo un huevo en la entrada de mi coñito con más facilidad de lo esperado gracias a lo mojada que yo me encuentro. Él no aprieta, aún no quiere penetrarme, ahora ha subido sus manos también a mis pechos, toca la cara de mi marido, que me los está mamando en ese mismo momento. Respeta la parte que él tiene en su boca, pero el resto de ellos los toca con placer completando y aumentando de esta forma las caricias que con su boca lleva unos instantes prodigando mi marido en ellos. Estas caricias me están produciendo un placer infinito, abro mi boca para que me bese a la vez que le digo:

“Te noto Ibra, noto tu capullo sobre mis nalgas, noto como buscas el interior de mi coñito, estoy deseando que le entres, ¿Por qué no aprietas y me penetras de una puñetera vez negro cabrón?, estoy muy caliente, no puedo más, te deseo, por favor mi amor, métemela ya de una vez por favor? ¿Tú no me deseas o me deseas tanto como yo a ti? Y si es así porque me haces sufrir tanto, porque haces tan larga la espera de estar dentro de mi…mi amor”

Luego dirigiéndose a mi marido le dice:

“Cornudo, ha llegado la hora, voy a penetrar a tu mujer y, quiero que veas bien a tu mujercita follada por un negro, si a esos que nos tienes tanta manía pero que sin tú quererlo te ha hecho uno de ellos, cornudo y encima te la ha preñado, cornudo de mierda. Mira hacia abajo [JL1] , hacia su chocha para que la puedas ver bien penetrada por una polla de verdad, mira bien como hago que tu mujer, se vuelva loca de placer con mi polla. Te aseguro que la voy hacer la más puta de las putas y la más grande de todas las que han pisado la tierra. Te aseguro, cornudo, que a partir de ahora no podrá pasar sin mí y si está contigo es porque yo quiera y la deje que te complazca de vez en cuando "

Mi marido, puede ver en primer término y con todo lujo de detalles como Ibra tiene situada la punta de su bella polla dentro de mis labios mayores y podrá ir viendo como semejante miembro va a ir perforando el coño de su mujer, va a disfrutar en primera fila de sus primeros cuernos consentidos que le pone su mujer con un hombre negro, sabiéndolo él que a la mujer que el negro folla es la suya, no como ocurrió en el piso de Carabanchel que mi marido no sabía que a la que follaban aquellos negros era yo.

Luego, el negro, vuelve a pasar su ariete una vez más por mi rajita y cuando menos lo espero da un pequeño empujón con su pelvis sobre mi culo haciendo que la punta de su polla atraviese mis labios vaginales y sea taladrada una vez más por esa hermosa, larga, gruesa y dura barra negra de carne que posee mi amante.

Entonces él dirigiéndose a mí y con su gorda y larga polla, introducida su punta en la entrada de mi almejita tapando sus primeros centímetros de polla mis labios mayores, él aprieta mis pechos con fuerzas con sus manos a la vez que dando un golpe de caderas aprieta introduciéndome su polla un poco más adentro, quedando dentro de mi sexo más de la mitad de su negra espada, a la vez que me dice:

“Ahora te voy a pegar una buena follada, voy a hacer que te corras como una

loca, va a ser una follada que nunca olvidarás, por dos razones: la primera por ser esta la primera vez que un hombre negro te folla delante de tu marido (sabiendo él claramente que a la que me follo eres tú, su esposa) y la segunda porque nunca nadie te habrá follado como yo lo haré esta noche ni habrás disfrutado tanto en tu vida”

Yo le digo:

“Por favor Ibra con cuidado no vayas hacer daño a la criatura que llevo dentro, que ya falta poco para que llegue el día de parí y tengo miedo que por una negligencia nuestra vuelva a perder a mi hijo/a como las veces anteriores”

Él me contesta:

“Tu tranquila, lo haré con cuidado, poco a poco y no llegaré a metértela entera para no tocar a la criatura, pero tranquila, si no te pones nerviosa ya verás como la vas a disfrutar. Déjame a mí que yo sé cómo entrártela sin que te duela a ti ni a nuestro hijo. Pero tranquila disfruta de este momento, mira con que atención mira el cornudo, no estés tensa por miedo a que le pueda hacer daño a la criatura que llevas dentro y no te preocupes que no la pasará nada.”

Ibra comienza a apretar poco a poco y yo noto como su polla me va entrando poco a poco, despacio y con cuidado, comienzo a sentir mucho placer y deseo que me folle como él sabe hacerlo, como lo ha hecho otras veces y para animarle a ello le digo:

“Aaaahhhhhh diosssssss, que placer, como noto como me va entrando mi amor, asiii, asiiiii….la noto enormeeeeeeee, pero me gusta, muévete mi amor, muévete quiero que me folles ya, entrámela y sácamela, con cuidado no del todo para no hacer daño al niño/a, pero moviéndote a buen ritmo hacía dentro y hacía fuera y el cornudo que vea como me entra y me sale tu hermosa polla negra dentro y fuera de mi coñito, siiii de este coño de su mujer que desde ahora es tu puta como pone por cima de mi pelambrera. Ahhhhh asiiiiii siiiiii asiiiiiii me gustaaa , me gustaaaaaa sigueeeee mi amoooorrr…..”

Ibra al oír mis palabras comienza a coger un ritmo más rápido en su mete y saca, pero con cuidado de no introducirme todo su miembro. Yo entonces para facilitarle su labor comienzo a mover también mi culo adelante y hacía atrás hasta tocas sus nalgas. Siento mucho placer y miro a mi marido con cara de viciosa y veo que esta como hipnotizado mirando mi coño , viendo la polla de mi amante entrar y salir de él, tiene uno de mis pezones en su boca pero no chupa ni lame ni succiona de él y yo quiero que lo haga, quiero sentir el placer que me producen mis pechos cuando un hombre me los chupa y mama, quiero que me saque mi leche de ellos y se la trague y beba, por eso dirigiéndome a él (mi marido) le digo:

“Joder cornudo de mierda, si quiere sigue mirando como Ibra me folla pero no dejes de chuparme y mamar de mis pechos cabrón Siiiiiiiii, sigueeeee comiendotelosssss  no dejes de hacerlooooo  cómetelos todossssssssss, los pezonesssssssssss, cómeme los pezonesssssssss, chupa de ellos, trágate su leche chupa y lame mis aureolas, estrújame y aprieta mis pechos, ordéñame, quiero que bebas mi leche, cornudo por ahora es lo único que vas a poder hacer conmigo, al no ser que mi amante te deje hacerme otras cosas, pero hazlo despacio…sin prisas no aprietes, trátalos con cariño con delicadeza, como tú sabes y has hecho otras veces. Ten cuidado cabrón, sabes que son muy sensibles….aaaaaaahhhhhhh como me gusta que me los chupeeeesss y te los comaaaassss….– uhmmmmmmm uhmmmmmm, siiiiii, diosssss, me gustaaaaaaaa, me gustaaaa, vas a conseguir que me exploten los pechos de los duro que los tengooooooo, siiiiiii siiiiiiii.”

El obedecía mis órdenes y no le importaba que le insultara, fue saboreando intensamente cada pecho, cada pezón, succionaba con fuerza y extraía mi leche, la cual se tragaba con deleite.

Ibra me hace volver la cabeza hacía él y une sus labios a los míos fundiéndonos en un beso espectacular, nos mordemos nuestros labios, nos bebemos nuestras abundantes salivas que nos intercambiamos y mezclamos. Las manos que están en mis pechos muy cerca de los labios de mi marido, aprietan con fuerza los mismos facilitando con ello la salida de chorros de leche que mi marido traga con placer. Ibra hace todo esto sin dejar de follarme cada vez con más ganas y fuerza con un mete y saca rápido violento espectacular que hace que yo vibre y no pueda reprimir decirle:

“¡Qué bien me follas! ¡Cómo me gusta tu polla! ¡Sigue así, Ibra! ¡Fóllame, negro mío, soy tu puta!, ¡eres mi dueño! Te quierooooo….siiiiii….sigueeee. “

Ibra gira su cuello y su mirada hacía su hermana Awa y la dice:

“Awa, quítate ya de una vez la poca ropa que llevas y quédate como los demás. Estas tan caliente como nosotros tres, ven acércate y mámale al cornudo su polla, pues quiero que se le mantenga tiesa y bien humedecida para lo que le espera y tengo pensado que haga”

Awa hace caso a lo que le dice su hermano y poniéndose de rodilla junto a mi marido le coge con sus manos su polla, que ya la tiene bien erecta y dura y metiéndosela en su boca se la entra hasta su garganta, comenzando a entrársela y sacársela como si se follara con ella su boca y llenándosela toda con su saliva.

Yo desde mi posición puedo ver a la joven negra como se la chupa a mi marido y eso aún me excita más y sin poder contenerme animo a mi negro amante a que continúe follándome como lo está haciendo, con estas palabras:

“Ibra, mi amor, sigue…sigueeee follandomeeee…no pares, no pareeeessss….mira cornudo de mierda como me folla un hombre de verdad. Él sí que sabe follarme…ahhhhh…..me vuelve locaaaaa….siiiiiii….”.

A Ibra parece gustarle que le diga eso y continúa follándome, si es posible con más fuerza, me está volviendo loca de gusto, me está haciendo vibrar, noto que se me acerca un orgasmo, y de nuevo le animo a que sigua diciéndole:

“AAAAhhhhyyyyyy miiii amooooor, me..meeee….vieeeneeeeee….voy a corrermeeeee…sigueeee…sigueee, no pareeesss…sigueeeee…, siiiiiii siiiiiiii destrozameeee, follameeeee, me corro cabrón, me corro cabrón, la quiero todaaaaa todaaaaa…..”

Pero cuando iba a llegar el deja de moverse y de un golpe me la saca, dejándome sin acabar, yo entonces le digo:

“Ibra por favor, continua, no pares ahora, estaba ya que me venía, por favor, continua…lo necesito quiero correrme estoy a punto.”

Entonces Ibra acerca su boca a mi culo y abriéndomele un poco mete su lengua en mi raja hasta llegar con ella a tocar el agujero de mi ano, llenándomele de su saliva. Luego saca su lengua de mi raja anal y continúa pasándola a lo largo de todo mi muslo y de vez en cuando con sus gordos labios me le besa también, yo estoy muy caliente y estoy muy salida pues estaba a punto de alcanzar el orgasmo cundo sacó de mi coño su deseada polla, entonces le vuelvo a decir:

“Sigue follándome por favor, sigue no me dejes asiiiiii…….”

Y él me dice:

“Tranquila que ahora seguimos, pero ven ponte a mi lado “

Yo hago lo que me dice, y entonces dirigiéndose a mi marido le dice:

“Cornudo, súbete a la cama y túmbate boca arriba a lo ancho, cierra las piernas y sujétate con una de tus manos la polla, pues he decidido por lo bien que te has portado darte de premio el que puedas follar por el culo a mi puta (tu mujer) mientras yo me la follo por su chocha de nuevo. Así, de esa forma nos valdrás de cojín para elevar el cuerpo de mi puta (tú esposa) y a la vez podrás disfrutar de entrársela por su culo y con un poco de suerte correrte dentro de ella”·

Y ahora dirigiéndose a mí me dice:

“Esperanza ponte dando la espalda al cornudo, en cuclillas sobre la cara de tu marido, pero sin tocársela”

Y luego dirigiéndose de nuevo a mi marido le dice:

“Cornudo, ahora cómela bien su culo, mete tu lengua dentro y mójaselo bien, luego introdúcela primero uno, después dos y así hasta que consigas meterla tres o cuatro dedos en el agujero de su culo, y no dejes de chupárselo y mojárselo, quiero que la prepares bien para que reciba tú polla por él”

Mi marido, sin decir nada y obedeciéndole, se pone mano a la masa con la tareas que Ibra le ha encomendado y noto su lengua en mi culito, la pasa una y otra vez llenándome mi agujerito de saliva, yo noto un placer indescriptible con esa caricia bucal que en esos momentos me hace mi marido. Relajo mis esfínteres y sin querer se me desprende un pedo cuando él me está lamiendo con su lengua todo el orificio de mi ano. Me rio y él tiene que aguantar el olor que mi pedo desprende. Luego comienza a meterme un dedo, luego dos y al final consigue tener tres metidos, entonces le digo:

“Espera un poco no los saque, espera a que mis esfínteres se acoplen y se hagan a ellos, cuando yo te haga una señal, comienza despacio a entrar y sacar los tres a la vez “

Él hace lo que le digo y cuando lleva un rato sin mover sus dedos le hago una señal con mi mano y comienza a metérmelos y sacármelos como si estuviera fallándome, cuando más placer me está proporcionando, Ibra al ver mi cara de gozo le dice:

“Muy bien cornudo, ahora para, y sácala los dedos despacio y por favor, parece que mi puta ya tiene su culo preparado para follarte por su culo. Si, si va a ser ella la que te folle a ti con su culo, no tú a ella”.

Después dirigiéndose a mí me dice:

“Tú puta, levántate y sitúate a la altura de su polla, pero mirando hacía a mí y después ves bajando y metiéndote bien metida toda su polla en tu culo. Cuando tengas toda su polla bien metida dentro de tú culo y toques con él sus huevos túmbate hacía atrás de tal forma que tu cabeza toque la cama y una vez en esta posición comienza a moverte hacía arriba y hacía abajo para que le folles a él con ese hermoso culo que tienes, mi amor.”

Yo comienzo a hacer lo que mi amante me ha dicho, noto como mi marido este super excitado y él busca con su erecta polla el agujerito negro de mi ano, que poco a poco va bajando hasta que consigo tocar con mi ano la punta de la tiesa polla de mi marido. Al notar su polla me dejo caer de golpe introduciéndome la mayor parte de la espada de mi cornudo marido en mi culo. Luego me tiro hacía atrás hasta que toco con mi cabeza el colchón de la cama en que estamos los tres subidos. Después comienzo a moverme, como Ibra me ha dicho, pero con gran dificultad debido a mi estado y avanzado embarazo. En esta posición mi marido estaba justo debajo de mí (haciendo las veces de como si me hubiera puesto una almohada o cojín bajo mi culo, para elevar mi pelvis) y penetrada analmente por él. Con lo que de esta forma quedaba completamente expuesta mi vagina a mi amante negro, el cual tenía su miembro enorme y brillante, por mis propios jugos vaginales, como consecuencia de la follada que me acababa de dar hacía unos minutos.

En ese momento Ibra nos dice a mi marido y a mí:

“Parad un momento, el juego vuelve a empezar”

Diciendo esto apuntó su polla a mi raja vaginal y con cuidado me va introduciendo poco a poco toda su dura, larga y gorda espada de carne negra, hasta que con su punta toca las paredes de mi vagina y la bolsa donde se encuentra nuestro hijo/a. Yo no sé porque, quizás por precaución o miedo de que pudiera causar daños al feto emito un gemido:

“!Aaahhhhhhhggggg……con cuidado por favor Ibraaaa…. No vayamos hacer daño a la criatura”

Entonces mi amante dice a mi marido:

“Cornudo, quiero que a partir de ahora seas tú el que folles el culo de la puta de tu mujer en vez de ser ella la que te folle con su culo. La vamos a follar los dos a la vez, yo por su chocha y tú por su culo, por tanto, tendremos que ponernos de acuerdo en el mete y saca de cada uno de estos dos agujeros de esta puta. Para que todo salga bien sigue mi ritmo, acompasa tus movimientos con los míos, tú sigue mis ordenes, cuando yo te diga que la entres la entras tú y yo me retiro hacía fuera y cuando yo empuje tu te retiraras hacía fuera así hasta que cojamos el ritmo y hagamos disfrutar a Esperanza hasta que no pueda más, , comienza el baile, Esperanza”

Mi amante negro comenzó su lenta pero imparable entrada a mi vagina, y yo entonces sin poderlo reprimir emitir un:

“!Ooohhh!”

Ibra entonces me dice:

“Vessssssss como voy con cuidadoooo, la notaaaaaaassssss cariñooooo  ya ha empezado a entrar, tienes que tranquilizarte no vamos hacer daño a la criatura, tú tranquila y veras como ahora vas a empezar a gozar, siii mi amooorrr siiiii”

Yo le respondo:

”Siiiiiiiii siiiiiiiii joderrrrrrrr si la notoooooooo, la notoooooooo y la disfrutooooooo, joderrrr que pollonnnnnnn, como me pones mi amooooorrrr, que gustoooo , que gustooooooo me dassssssssss…sigueeee…..sigueeee empujandooooo….entramela todaaaa…..siiiii la quiero toda dentrooooo….siiiiii…ahhhhhhh…..que gustoooooo….. asiiiiiii….asiiiiiii….quiero sentirme llenaaaa……como la notoooooo..asiiiii….noto como roza mis paredes vaginales mi amoooooorrrr….(y dirigiéndome a mi marido le digo también) Y tú cabrón no la saques que también quiero sentirme llena por mi culo, y sigue las instrucciones que te diga mi negro, que él sí que sabe cómo se me hace gozar cabrón.”

Ibra avanzaba inexorablemente hacía mí interior produciéndome un gran placer. Va dando ordenes a mi marido, de cuando debe uno y otro empujar. Poco a poco se van acompasando y cogiendo ritmo, lo que hace que a mi me hagan sentir aún más placer que lo que siento. Me siento completamente llena y pletórica de placer y comienzo a gritar:

“¡Fóllame bien, vamos! ¡Méteme ese pollazo hasta el fondo! ¡Fuerte que no me rompo! ¡Vuélveme loca! ¡Síííííííííííííííí Ibraaaaaa….. y tú cornudo haz lo mismoooooo…..siiiii me gustaaaa cvomo me lo estais haciendoooo…….”

Así continuamos un rato hasta que mi marido le dice a Ibra gritándole y muy excitado:

“Joder negro de mierda, no hagas tanta presión sobre mi polla, pues con la tuya casi ocupas todo y el poco espacio que me quedas a mi poco a poco me le vas quitando y yo también la quiero gozar a mi mujer, jodeeerrr…..que gusto estoy sintiendoooooo…y más viendo a esta puta follada por un negro a la vez que yo la doy bien dada por su culo….aaahhhhhh….”

Entonces Ibra sin decir nada aprieta más hacía dentro, haciendo una presión tan grande sobre la polla de mi marido que consiguió hacer que su polla saliera expulsada de mi culo y entonces le dice a mi marido:

“Si no estas a gusto y no te gusta como lo estamos haciendo, entonces fuera, se acabó tú premio, fuera del culo de mi puta y ahora dedícate a mirar y observar cómo me follo a tú mujer, es decir a mi puta y como gozamos los dos, mientras tú sigues haciéndonos de cojín o almohada”

Tras esto, continúa follándome con ganas y ya sin tener que tener cuidado de acompasarse con mi marido. Unos segundos después hace un gesto con su mano, para que se acerque su hermana Awa, que no ha dejado de masturbarse en todo el tiempo que yo he estado penetrada por los dos hombres y la dice:

“Ven acércate y súbete tú también a la cama y ponte sobre la cara de Esperanza para que con su lengua y boca calme esa calentura que llevas encima y que ni siquiera masturbándote como estas haciendo eres capaz de calmarte. Veras que pronto en cuanto comience a comerte tu coño mi puta, (como te lo ha hecho en otras ocasiones) y con la pericia que ella sabe te corres en poco tiempo sobre su cara y su boca. Además, así puede ver el cornudo que a la puta de su mujer también la gusta estar con mujeres y chuparlas sus chochas y culos”

Awa hace rápidamente lo que le dice su hermano y colocándose de rodillas, quedando mi cara entre sus piernas, se deja caer poco a poco hasta que nota mi aliento en su negro coño con sus brillantes y rojos labios vaginales (debidos a su calentura). Entonces se abre con sus manos más su coño y baja de esta forma hasta que consigue que mi boca quede tocando sus labios vaginales. Yo entonces, (también muy excitada por la follada que en esos momentos me esta dando su hermano y por la situación, pues va a ser la primera vez que mi marido me va a ver comiéndome el coño de otra mujer, y encima negra, a la vez que otro hombre que no es él me está follando), comienzo a jugar con mi lengua en los pliegues de esos rojos labios vaginales que acaban de llegar a mi boca. Al sentir mi lengua en ellos Awa, no puede reprimir su placer y emite un suspiro de placer:

“!Aaahhhhhhhh…..siiiiiiiiiii…..cómo me gustaaaaaaa que me comaaaaassss mi coñooooooo…Eperanzaaaaaa…..me vuelves loca de gustooooooo….siiiiiiiii¡”

Mi marido observaba con mucha atención, y tocándose su polla con la mano, toda la operación, tanto como yo era follada por mi amante negro, así como yo lamía y comía con ganas el sexo de la negra Awa. Para entonces Ibra ya había conseguido meter por completo su larga y gruesa polla dentro de mi y me estaba bombeando con ella cada vez más rápido, yo la sentía en mi interior de mi coñito y en el exterior del mismo notaba y sentía como los gordos testículos de mi negro amante me golpeaban en cada una de sus embestidas golpeaban en mis glúteos. Yo en ese momento le digo a Ibra:

“Mii amor, mi macho de azabache ¡Dale! muéstrale al calzonazo cornudo de mi marido como se hace para preñar a una mujer y hacerla una barriga tan grande como la que tú me has hecho y como se la deja convertida en una vaca bien preñada, que es lo que yo parezco ahora. A ver si ahora que estas tan atento a cómo me folla aprende hacerlo de una vez y es capaz de conseguir ponerme como tú has hecho”.

Diciendo esto y mientras el negro me sigue follando salvajemente, alargo una de mis manos hacía mi marido, le cojo una de las suyas y la llevo hacía mi vientre y le hago que me acaricie con ella toda mi barrigona, brillante y tersa por lo gordísima que la tengo, y le digo:

“Mira mi cornudo, como crece el hijo/a que Ibra a plantado en mis entrañas! Aprende cornudo tú tienes gran parte de culpa de que este así, y por eso ahora estas pagando esa culpa”

Tras decir esto me afano con todo mi interés en hacer correrse a Awa, cuanto antes en mi boca y cara, pues al final lo que quiero es entregarme por completo a Ibra y solo prestar mi interés en la follada que mi negro me esta metiendo en esos momentos. No tardo ni un minuto en conseguir que Awa se corra como una fuente en mi boca y cara. Cuando lo consigue se baja de mi cara y se tumba junto mi marido al que le agarra su polla y se entretiene en acariciárselo, para mantenérselo erecto, pero cuando mi marido esta a punto de correrse, le aprieta sus testículos y evita que lo consiga, para tras dejar de acariciar su sexo durante unos segundos continua, así una y otra vez.

Mientras todo esto ocurre y a medida que aumenta la frecuencia de la follada, tanto mi amante como yo cada vez estamos más excitado y caliente y sin darnos cuenta vamos dejando de cuidar los modales y nuestras lenguas convirtiéndonos en verdaderos animales salidos por el gran placer que estamos sintiendo. Mi coñito después de estos meses follando con Ibra ya se ha adaptado y acostumbrado perfectamente a su tamaño y grosor y ahora me hace gozar muchísimo con cada envestida que me da, lejos estan esas primeras veces que tanto daño (aunque también placer) me producía cada vez que me penetraba con su hermosa polla. Yo estaba a punto de llegar una vez más esa noche al orgasmo y no podía dejar de gritar:

“Ibra, dame fuerte, da fuerte a tu yegua, aaahhhhhh que placeeeeerrr me estas produciendoooooo siiiiiii noooo pareeees sigueeee, sigueeeeee aaahhhhhhhh siento que me está llegando …aahhhhhhhhh…..siiiiiii…..siiiiiii me voy a correeeerrr……ahhhhhh que grandeeee es estooooooo siiiiiiiiiiiiii…..negro cabróóóónnnnn quiero que me hagas siempre tuyaaaaa asiiiiii y que me vuelvas a preñar una y otra vez……y tú cornudito mío prepárate para ayudarme a llevar cuantos vientres, tan grandes o más que este , quiera hacerme este negro cabrón que es mi querido Ibra……..me corroooooo……me corrooooooo……siiiiiiiiii…..siiiiiiiiiii”

Ibra no decía nada solo empujaba y me follaba cada vez con más fuerza hasta  que finalmente , no pudiendo aguantar más alcanzó su orgasmo sintiendo yo su inmensa y caliente corrida dentro de mi vagina, a la vez que con sus primeras descarga hizo que al fin me llegara a mi el orgasmo tan esperado, corriéndome con tanta intensidad que mi vagina comenzó a producir una gran cantidad de líquidos, que cualquiera que pudiera ver en el interior de mi vagina parecería el nacimiento de un rio de flujos mezclados con la gran cantidad de semen que mi negro amante estaba echando en mi interior en esos momentos”

Ibra entonces le dice a mi marido:

“¿Ves cómo se corre tu mujer? ¡Como una perra, joder! !Aprende cornudo a follar a una mujer y hacerla vibrar de placer….que mujer tienes es una maravilla ….que ….maravilla es la mujer mejor del mundo la más caliente , la puta que todo hombre quiere tener en casa y poseerla, y ahora es MIAAAAAA…CORNUDOOOOO...TODA MIIIIAAAAA….Y ENCIMA LA TENGO PREÑADA……SI PREÑADA DE MI, DE UN NEGRO Y SEGURO QUE LO QUE NAZCA SERA TAMBIEN DE MI RAZA ES DECIR NEGRO/A…….”

Ibra una vez que se corrió dentro de mi vagina, quedo tumbado, todo sudado y jadeando sobre mi gran barriga de preñada que él mismo me había hecho. Yo también sudada y fatigada y olvidándome por completo de mi marido y Awa, comencé a acariciar su cabeza y cara que tenia apoyada sobre mí, entonces no sé qué impulso me dio, que le dije con toda la sinceridad del mundo a Ibra:

“¡Cuando dé a luz a tu hijo/a Ibra, quiero que me preñes de nuevo, y que me pongas más gorda todavía que ahora me tienes! Quiero que muestres a mi marido lo que es un verdadero hombre, y aunque anteriormente de conocerte no tragaba a los negros, puedo decirte que ahora los adoro y sobre todo como follan y que al que más deseo y adoro de todos ellos es a ti.  Quiero que mientras quieras estar junto a mí, me mantengas siempre bien preñada, hasta tal punto que el cornudo se olvide de la época en que tenía una mujer sin preñar y mis pechos dos o tres tallas menos que las que ahora tengo. Quiero tener siempre un vientre lleno del fruto de las semillas que mi hombre (tú Ibra) hayas plantado en mí y unos pechos llenos de leche tan grandes o más como los tengo ahora (o si aún te gustan más grandes, haré lo que sea por tenerlos más grandes, como a ti te gusten). Y tras parir volver a tener mi coño, pubis y axilas llenos de una poblada y buena pelambrera como a ti tanto te gusta que los tenga. Quiero tener siempre tu semilla dentro de mí dando frutos, mi semental, mi corcel negro, te quiero Ibra”

Diciendo esto le atraigo su cabeza hacía mi boca y me fundo en él dándole un fuerte beso en sus gruesos labios negros.

Cuando acabamos de besarnos, Ibra se levanta de encima de mí y se va a sentar a una de las dos butaquitas que tenemos en nuestra habitación, en donde antes ha estado sentado mi marido y se queda mirándonos a los tres que estamos en la cama. Entonces invita a su hermana a que vaya a sentarse en la otra butaquita y me mira a mí fijamente a mis ojos esperando a que yo diga o tome alguna decisión. Yo mirando a mi marido que permanece bajo mi culo, me levanto de encima de él y sentándome bien abierta de piernas en nuestra cama y recostando mi espalda a la cabecera de la cama. Estoy completamente mojada por mi sudor y por el de Ibra, por el canalillo de mis tetas cae un reguero de sudor que hace que mi pecho brille, me miro mis pezones y los veo tiesos y duros por el placer y la calentura que aún me queda (a pesar de la follada que Ibra me acaba de dar), parece que se fueran a reventar. Mi gran panza de embarazada, también brilla por el sudor. Comienzo a notar como va saliendo de mi coño un gran reguero de mis propios jugos y flujos mezclados con el semen de mi amante negro, me sale líquidos por todas partes. Entonces mirando a mi marido y haciéndole un gesto con mi dedo índice de la mano derecha y guiñándole un ojo para que se incorpore y se acerque le digo:

“¿Es esto, cabrón, lo que querías? ¿Querías ver como follo con otros? ¿Te gusta ver cómo me folla un hombre? ¿Verdad? ¿Te pone? Y además veo que aún más si el que me folla es un negro, cosa que nunca hubieras pensado que pasaría y más que me haya quedado preñada de él ¿te pone eso cachondo cornudo de mierda?  Seguro que serás un padrazo, ¿eh cornudo? con el hijo que tú corneador negro me ha hecho ¡Un padrazo de primera, cornudo!”

Él baja la cabeza y afirma con ella, yo entonces para humillarle un poco más le digo:

“Querido límpiame mi coñito, me está chorreando del semen de Ibra, este hermoso negro que me ha preñado y que ya acabas de ver cómo me folla”

Él se fue a dirigir hacía el cuarto de baño para coger papel para limpiármele y entonces le paré y le dije:

“No, no querido, de papel nada, quiero que me limpies bien todo el coño y lo que me resbala al culo de semen con tu lengüecita. Yo sé que a ti siempre te ha gustado comerme el coño y ahora tienes la oportunidad de limpiármele y tragarte mis jugos y el semen de tu corneador, de un negro, del hombre que me ha poseído y follado hace un instante delante de ti, y que hace nueve meses me ha dejado preñada y del que voy a tener dentro de unos días un hijo/a y que tú criarás, aunque él lo reconozca junto conmigo, ven mi amor, se bueno y quédamele bien limpito.”

Él muy caliente y excitado por la situación, no solo no protesta, sino que se mete entre mis piernas arrima su boca a mi almejita muy mojada y que no para de echar líquidos y comienza a succionar, lamer y con su lengua va limpiando todo lo que sale de mi coño, tragándoselo sin dejar que ni una gota se escape. Continuando chupándome y mamando mi coño sube una de sus manos a mis pechos que comienza a tocar y sobar a placer hasta que consigue de nuevo sacarme leche de ellos. A mi con su comida de coño y sobeteo en mis pechos de nuevo me esta subiendo la calentura. La mano que tiene sujetándome mi muslo, para mantenerlo abierto y tener mejor acceso a mi coño, se la moja y llevándola a mi clítoris comienza a masturbarme. Esto hace que mi clítoris se me excite al máximo, se me ha salido completamente de mi prepucio (la tela que habitualmente le cubre), el al tocarlo y ve mi movimiento reflejo por la excitación que me produce, sabe que me esta excitando con su caricia tanto bucal como manual. Entonces quita su mano de mi clítoris y la lleva al otro pecho que esta libre de las caricias de mi otra mano, me aprieta con fuerza los dos pechos haciendo que salgan chorros de leche de los mismos. A la vez lleva su lengua hasta la

parte superior de mi raja y comienza a jugar con ella sobre mi clítoris, esto hace que me dé como un calambre y levanto en un acto reflejo mi pubis hacía su boca. Él me le chupa más fuerte y me le presiona haciendo fuerza con su boca hacia mi pelvi y comienza a mover su lengua rápidamente y a succionar fuerte mi botoncito, mi perla del placer, esto hace que mis piernas se tensen y comiencen a temblar. No sé si voy a poder aguantar más, estoy a punto de correrme me va a llegar el orgasmo. Pero él no para de chuparme y de manosear mi pechos, parece como si no se diera cuenta y entonces coge y colocando sus labios formando como una O toma todo mi clítoris de nuevo con su boca y comienza a chuparme muy suave, me mira a mi cara, el cornudo cabrón quiere ver mi cara de placer y de perra salida que debo de estar poniendo. Al ver la cara que pongo comienza a chuparme más fuerte, yo no aguanto más y comienzo a correrme como una puta, dando gritos y soltando palabras soeces como fruto de la excitación que estoy sufriendo. Subo mi pelvis hacía arriba cuando me llega el orgasmo y él acompaña su boca a mis movimientos, no me deja de chupar con ganas y de tragarse todo lo que estoy echando en esos momentos por mi coño, a la vez sigue apretando y ordeñando mis pechos yo no aguantando más y le grito:

“!NO PARES!, ¡NO PARES! ,NO PARES!, ¡NO PARES NUNCA! CORNUDO DE MIERDA…..SIGUEEE.. …..SIGUEEEEEEE……SIGUEEEEEEE…….ME MATAAAASSS, NO PAREEES AHORA ……ME CORROOOOOO……...CORNUDOOOO COMO ME LO ESTAS COMIENDO…..ES UNA DE LAS COSAS QUE MEJOR HACEEESSSS  CORNUDO MIOOOOOO COMO ME COMEEES MI COÑOOOOO….VAS AHACERMEEEE CORRRER DE NUEVOOOOOO Y NO HACEEEEE NADA ME HE CORRIDO MUCHISIMO CON ESE NEGRO CABRON QUE TENGO COMO AMANTEEEE…..HAS CONSEGUIDO  HACERMEEEEE … COOOORRRREEEEERRRR A AAAAAAAHHHHHHH….UUUUMMMMMMM QUE PLACEEEERRRR…..ME ESTOYYYYY CORRIENDOOOOOO… SIIIIIIII…….ME CORROOOOOOO…ME ESTOYYYY….CORRIENDOOOOOO….SIGUEEEE…..SIGUEEEE…CHUPANDOMEEEEEE….TRAGATEEETODAAAAAASSSSS  MISSSS CORREDURAAAAASSSS…. MIIISSS JUGOOOOOSSSS….EL SEMEENNNNN DE MI NAMANTE ,TU CORNEADORRR…….SIIIIIIIIIIIIII AAAAAHHHHHHHHH:”

Pero él aun viendo mi orgasmo no deja de chuparme y comerme mi clítoris, sigue castigándomele, como si quisiera vengarse de las humillaciones que yo le he hecho con Ibra. Ahora presiona su lengua contra el lado inferior de mi clítoris cubriendo con sus labios la parte superior, y mete su lengua moviéndola hacia dentro y hacía fuera de mi coño.  De nuevo me provoca otro orgasmo, y otro así me tiene un buen rato sin apartarse de mi sexo haciendo que enlace un orgasmo tras otro y él se va tragando todos mis flujos y líquidos que en ese momento estoy echando como si fuera un grifo, no puedo más y sigo gritando de placer:

“¡Qué bien me lo comeeeee! ¡Jodeeeeer, cornudoooooo!, mi amor, nunca antes me lo habías comido asiiiiiii…..si sigueeees asiiiiiiiiii voy a tener que perdonarte y volver a jodeeeeer contigooooooo si me deja Ibraaaaa….., donde has aprendido a comer coños de esta formaaa….si antes no lo haciaaaassss asiiiiii…..eres una  máquina con la lengua! ¡Cornudo miooooooo como me estas comiendo el coñoooooo, cabróóónnnnnn! ¡Ahhhh! ¡Mmmm! Qué bieeeennnn me lo comeeeeessss..¡Joder, paraaaaaaa……paraaaaaaa…..no puedo maaaaaassss ¡Me matas! ¡Dios mío! ¡Me estás destrozandooooo!”

Él entonces va bajando poco a poco el ritmo de su mamada y con sumo cuidado va tragándose todos mis jugos, hasta que consigue que yo me vaya calmando y quede completamente destrozada tumbada en la cama. Entonces él se aparta y saliendo de entre mis piernas se echa a mi lado, sonriente, se pasa la lengua alrededor de sus labios y boca, para limpiarse los restos que tiene en sus labios de haber limpiado mi coño.

Luego se levanta, se baja de la cama y dirigiéndose hacia donde esta Ibra y Awa le dice a mi amante:

“¿Sigue en pie, lo que me dijiste antes de empezar esta fiesta, de que podía follar a tu hermana esta noche?”

Ibra le contesta:

“Si, yo siempre cumplo lo que digo y sobre todo prometo. Además, ya he comprobado que disfrutas siendo cornudo y me has confirmado esta noche eso de que es verdad de que un cornudo es plenamente cornudo cuando su corneador queda preñada a su puta- en este caso tú mujer- y carga con el hijo, (cosa que harás dentro de muy poco). Pues hasta ahora, aun sabiendo que tú mujer te ponía los cuernos con otros hombres, eras solo un cornudo aficionado, pero ahora preñada y cuando dentro de pocos días dé a luz a la criatura que lleva dentro mía, serás verdaderamente lo que te gusta tanto ser UN CORNUDO, ja, ja, ja,… Toma puedes follar a Awa, ella también lo está deseando y necesitando tanto como tú, solo hay que miraros y ver como estáis de excitados”

Mi marido se acerca a Awa, la da la mano y ella se la coge y tirando hacía él la atrae hasta pegarla a su cuerpo y acercando su boca a la de la chica negra la da un beso en sus labios y la dice:

“Vamos Awa, te deseo y sé que tú también necesitas liberarte de esa calentura que todo esto que hemos visto nos ha producido”

Awa se agacha para recoger sus ropas y entonces su hermano la dice:

“No necesitas tus ropas, y menos para que dentro de unos segundos tengas que volver a quitártelas, déjalas ahí y ya mañana las recoge. Y ahora no perdáis más tiempo e iros a follar los dos al cuarto de ese cornudo de una puñetera vez”

Esa noche Ibra y yo seguimos amándonos y durmiendo en mi dormitorio de matrimonio mientras mi marido y Awa hacían lo mismo en el cuarto de invitados (que desde que Ibra y su hermana habían llegado a nuestra casa, era el dormitorio de mi cornudo), debieron de pasarlo bastante bien, por el ruido y bullicio que estuvimos oyendo durante toda la noche.

Como todos los días, antes de que llegara el servicio, tanto Ibra como Awa abandonaron nuestras habitaciones y se fueron a las dependencias que como internos les tenemos asignadas.

Al día siguiente por la mañana mi marido vino a mi dormitorio y le pregunté:

“Querido, ahora que estamos más tranquilos me gustaría saber varias cosas sobre lo que pasó y vivimos los cuatro anoche, ¿te atreves a contestármelas con sinceridad? Primero y principal, ¿lo pasaste bien anoche?, ¿te excitó verme follar con mi amante negro? ¿Qué sentiste al ver cómo me entrega a un hombre negro, delante de ti, y como gozaba entre sus brazos entregándome por completo a él y tratando de humillarte con ello al máximo? Y no te pregunto si lo pasaste bien o mal con Awa, pues por lo que oímos desde nuestro cuarto estoy segura que los dos disfrutasteis muchísimo”.

Entonces él acercándose a mí, me dio un beso y un abrazo y me dijo:

“Si Esperanza, he disfrutado muchísimo, y es una experiencia que no me importaría volverla a repetir. Respecto al segundo punto que me preguntas no hace falta que te conteste, pues con mi primera respuesta te he contestado también esta, disfrute y sé que tú lo notaste que lo hacía. Me excitó verte como eras follada por él y sobre todo el contracte que hacía tu piel blanca con la suya tan negra. Si hace unos meses me hubieran dicho que te vería follar con un negro y que yo lo consentiría, al que me lo hubiera dicho le contestaría que estaba loco, pero ahora ya ves, lo has hecho y encima me ha excitado. Y sobre que es lo que sentía al verte con el negro, te diré que era una sensación muy rara pues a la vez disfruta y deseaba que siguiera poseyéndote Ibra pero a la vez sentía mucha rabia en mi interior por consentirlo, pero la mezcla de todo ello me producía una extraña sensación de placer, que hace que desee de nuevo verte entregada a él y no me importa que te vuelva a preñar tras el parto, como le dijiste que deseabas. Creo que es esa sensación la que hace que un cornudo consienta y desee ver a su mujer follada por otro, aunque le duela y no lo pueda ni quiera evitar e incluso asumir y consentir que la dejen preñada como Ibra ha hecho contigo. Y con Awa es verdad que lo pasamos muy bien y creo que ella también y anoche era la séptima vez que estamos juntos desde que vinieron ella y su hermana a casa y no me importaría volver a tenerla entre mis brazos con el consentimiento de Ibra o sin él, siempre que ella lo desee. Lo que sí te pido mi amor es a ver si puedes dejar ya esa actitud de castigo hacía mí y me perdonas y de esa forma acabar con tú enfado. Yo ya te he perdonado a ti y creo que con lo que pasó anoche y con lo que me humillasteis los dos (aunque te reitero que disfruté y sufrí a la vez con ello) y el aceptar  cuidar y si es necesario dar mis apellidos a la criatura que llevas en tu vientre, aunque sea negro, y todas nuestras amistades y conocidos sepan con ello que soy un cornudo, creo que es suficiente para que me perdones, no crees Esperanza”

Le dejé que se subiera a mi cama, donde yo estaba aún desnuda (como me había dejado esa mañana temprano Ibra antes de marcharse a sus dependencias), se colocó de rodillas entre mis piernas y se acercó hacía mi cuerpo dándome un beso en mis labios que yo se lo devolví con ternura y con todo mi amor, pues pase o haya pasado lo que haya pasado yo sigo amando y queriendo a mí marido. Luego, con sus manos bajó hasta mis pechos los cuales comenzó a acariciármelos muy delicadamente. Bajó su boca a mis pechos y me chupo por un momento muy breve cada pezón y cada aureola. Deja de chupar y succionar mis pechos, pero sigue sobándomelos con sus manos, va bajando con su lengua y boca hasta mi hinchado vientre que besa una y otra vez con cariño, para acabar en mi ombligo, donde se entretiene un momento chupándomele y besándomele. Yo entonces le acaricio su cabeza y le digo:

“Si mi amor, mi cornudito, creo que ha llegado la hora de perdonarte y acabar tú castigo, pero todavía no dormirás conmigo en mi cama, cosa que seguirá haciendo mi amante Ibra, ahora y posteriormente hasta que de nuevo me preñe. Pero lo que sí te dejaré es que al menos alguna vez, si lo deseas puedas follarme, pero siempre con la autorización de Ibra, como te dijo anoche él y puedes leerlo aquí en este tatuaje que llevo sobre mi pubis, soy SU PUTA y por tanto tengo si lo hago tiene que ser con su consentimiento. Lo que sí podrás hacer siempre que quieras es comerme mi coño tras follar con tu corneador negro, mi amante Ibra, siempre que prometas hacérmelo como me lo hiciste anoche”.

Él al oír esto, baja hasta mi almeja y comienza a lamer mis labios vaginales y a chupar mi clítoris y con sus manos comienza a estrujar mis pechos como si me estuviera ordeñando hasta que consigue hacer salir mi leche de ellos, con finos chorros que él trata de dirigirlos hacía mi cara. Yo comienzo a excitarme, pero no quiero que continúe, pues el servicio ya esta en casa y no quiero que nos vean en esa situación, a parte de que si continua con esas caricias en mi coñito y en mis pechos acabará consiguiendo que de nuevo pierda mi cabeza y no sé cómo podría acabar todo. Le aparto con gran pena de mi coño, pues estoy ya muy excitada y caliente y le digo:

“Cariño, ya que hemos aclarado todo esto y tienes mi perdón, será mejor que nos levantemos y dejemos lo que estamos haciendo pues no es el mejor momento para hacerlo, dado que ya ha llegado el servicio e Ibra también podía vernos y podía enfadarse y no quiero que ocurra esto”.

Él me hace caso, deja mis pechos y se baja de la cama y mirándome con una sonrisa me contesta:

“Tienes razón Esperanza, no es el momento de esto, aunque sé que a los dos nos estaba gustando y que lo deseábamos”.

Me da un beso en mi cara y sale de la habitación. Yo entonces con la calentura que me ha hecho coger no puedo reprimirme y tengo que masturbarme hasta que consigo llegar a tener un orgasmo. Luego tendida en la cama, cubierta por las sabanas me alegro de haber perdonado y hecho las paces con mi marido. Yo, aunque le haya castigado y humillado nunca me separaré de él, al no ser que sea él el que lo haga, pues le quiero y le amo tanto o más que el primer día. Sé que Ibra tarde o temprano se cansará de mí y me dejará de lado y mi marido siempre ha demostrado quererme y estar ahí, incluso sabiéndose cornudo.  Ahora pensamos todos, incluso mi marido (ahora que ha tenido tiempo de recapacitar sobre el tema) que trayendo a vivir a los dos hermanos negros a casa y fingir el embarazo de Awa hemos optado por la mejor opción para los dos, pues hemos evitado la separación y por lo pronto mantener nuestra buena reputación ante nuestras amistades, conocidos y en la ciudad donde vivimos. Por ahora desde esa noche no follo con mi marido, pero sí me ha comido mi sexo cada vez que Ibra se vacía dentro de mi vagina (aunque con la hermosa polla de Ibra, follándome a diario, no le echo nada de menos en la cama a mi marido), aunque sé que cuando pase un tiempo volveré a estar con él en la cama, aunque siga o no con Ibra.

A mediados de febrero, días antes de todo esto que os he contado, fuimos mi marido, Ibra, Awa  y yo a una clínica privada de Madrid, solicitamos hablar con el director de la clínica, al que le contamos la situación del caso y dijimos toda la verdad y como  queríamos  solucionarlo para que nadie supiera , ( caso de nacer la criatura de raza negra), fuera de nosotros cuatro el director de la clínica y el equipo médico que me atendiera, que era mío aunque en el registro civil si figurará como hijo mío y de Ibra. Tras ofrecerles una buena cantidad de dinero por su silencio y complicidad, aceptaron y firmaron un acuerdo de confidencialidad impidiéndoles dar a conocer si la criatura es de raza negra que la madre soy yo, y diciendo a todos los que pregunten (excepto en registro civil y en el registro de nacimientos de la clinica) que la que ha parido a esa criatura es Awa. Contratamos para esto, dos habitaciones que estuvieran juntas, en una figuraría de paciente yo y en la otra Awa. Tras firmar todo esto le pregunté al doctor que me atendería en el parto, si tras parir, podían restaurarme mi sexo, para quedármele más estrecho que ahora le tenía (pues desde que Ibra me estaba follando, se me había dado bastante de sí y quería volver a tenerle estrechito como le tenía antes), el doctor me dijo que no habría inconveniente y que tras parir bien en el mismo paritorio o al día siguiente en otra intervención me lo harían y constaría como si hubiera sido los puntos que dan a todas las mujeres cuando paren al rajárselas su sexo al salir la criatura. para que nadie supiera nada.

El sábado 23 de febrero comienzo a tener contracciones, entonces se lo digo a Ibra a mi marido y a Awa. Y después a la hermana de mi amante la pido que me afeite, pues no quiero ir con mi pelambrera en mi pubis ya que en las clínicas te las afeitan a prisa y no quiero que me corten sin querer en una zona tan delicada y sensible como es mi coñito y pubis. Después la pido también que me ayude a quitarme los tatuajes (que desde esa noche en que Ibra me poseyó ante mi marido) no me los he quitado. Quiero ir al hospital depilada, al menos mi sexo y pubis, desde casa, pero las axilas no me las depilo para seguir satisfaciendo con ello a Ibra, que le gusta que las tenga también poblada de pelos. Las contracciones a medida que va pasando el día van siendo más a menudo y más fuertes y a eso de las 8 de la tarde salimos hacía la clínica privada (donde ya tengo todo hablado), me acompaña al hospital mi marido. Sobre las 11 de la noche llega también Ibra y Awa (han hecho ver a la servidumbre y vecinos, de que Awa está también de parto, para no levantar sospechas).

La madrugada del domingo 24 de febrero a las 2,38 horas parí un hermoso niño negro, que pesó 4,100kg. Al ser tan grande me costó bastante echarlo, ha salido al padre en lo grande y en lo bien armado, pues tiene una buena polla, para ser un recién nacido. La restauración de mi sexo, me la hicieron en el mismo paritorio, dejándome mi coñito igual o quizás más estrecho que le tenía antes de comenzar a ser follada por Ibra.

Mi marido, el domingo por la mañana ya informo (diciendo una mentira) a la familia y conocidos que yo de nuevo había perdido la criatura. Les dijo que había pasado lo mismo que la vez anterior, que había nacido viva pero que a las pocas horas había muerto y que el parto había sido muy duro y estaría uno o dos días más en la clínica recuperándome.

El lunes fueron Ibra y Pepe a dar de alta en el juzgado a mi hijo, le he puesto de nombre Pedro, y le he registrado como hijo mío y de Ibra, de esa forma será más fácil que Ibra tenga los papeles y le den la nacionalidad española. El niño al ser mío y haber nacido en España ya la tiene al nacer. De modo que legalmente el niño está registrado como hijo mío y del negro Ibra, aunque ante las amistades y sociedad digamos que es hijo de Ibra y de Awa. Al estar ellos viviendo en casa y fingiendo ser nuestros criados, de esa forma podré amamantar y estar constantemente con mi hijo.

El martes me dieron el alta y marchamos a casa solo mi marido y yo sin el niño, que se ha quedado con su tía Awa (hermana de Ibra, el padre), y esa misma tarde, volvieron a casa los dos hermanos (Ibra y Awa), simulando que ella había dado a luz a mi hijo, para que los vecinos y conocidos no sospecharan en nada de que el niño sea negro. Pero Antes de salir, esa mañana yo de la clínica, me saqué tres biberones de leche para que Awa se los diera a mi hijo cuando tuviera hambre hasta que llegasen esa tarde a casa. A la semana de estar en casa y ya más recuperada del parto hemos ido los cuatro al notario para hacer un documento en el que diga que si Ibra, deja de estar a nuestro servicio o quiere volver a su país o en definitiva me deja, el niño se quedará conmigo y será adoptado y recibirá el apellido de mí marido. Se lo expuse así a Ibra en la clínica, antes de que mi marido fuera al registro civil para dar de alta a mi hijo y le ha parecido bien.

Tras venir del notario y estando los cuatro juntos, mi marido, los dos hermanos y yo, en la dependencia que les hemos asignado a Ibra y Awa y con mi hijo en los brazos les dije:

“Estoy deseando que pase la cuarentena para que tú mi amor, mi negro Ibra, vuelvas a follarme y que seas el primero en estrenar y disfrutar de cómo me ha quedado mi coñito y quedar preñada de ti cuanto antes”

Y dirigiéndome a mi marido continúo diciendo:

“Si cornudo, tenemos que aprovechar que aún puedo quedar preñada para hacerlo, pues sé que dentro de poco de nuevo ya no podré y no sé si cuando esto llegue tendré ganas de volver a someterme otra vez a un nuevo tratamiento de fertilidad, pues a medida que voy siendo más mayor el peligro, tanto para mí como para la criatura, para que todo salga bien es mayor. Te gusta la idea mi cornudo de verme otra vez preñada de este negro e ir viendo como se me va haciendo día a día cada vez más grande mi vientre. Si, sí sé que te gusta, solo hay que ver como te brillan tus ojos y esa sonrisa pícara en tu cara”.

Tras oír esto, ahora es Ibra el que agarrando a su hermana nos dice:

“Awa y yo tenemos que deciros algo”

Calla durante unos segundos mirándonos a mi marido y a mí y continúa diciéndonos:

“Awa y yo no somos hermanos, sino marido y mujer, no os lo hemos querido decir antes por si tú Esperanza, al saber que era mi mujer no hubieras querido seguir siendo mi amante. Pero creo que ahora esto no va a suceder y…..”

Mi marido me mira y yo entonces le digo:

“Pero, si no es tú hermana, los papeles que hemos presentado para que os den los papeles y posteriormente la nacionalidad española, no valen, pues en ellos Awa figura con los mismos apellidos que tú Ibra”

Ibra entonces riéndose me contesta:

“No Esperanza, en esos papeles que hemos presentado, igual que en el contrato de trabajo de cada uno que nos habéis hecho, figuran sus apellidos reales de soltera, lo que sí tendremos que hacer y perdonad por las molestias es adjuntar a esos papeles el certificado de matrimonio, que además es español pues nos casamos aquí ahora hace un año y tres meses”.

Ahora es mi marido el que dice:

“No te preocupes, no habrá problemas, si es verdad que en los papeles que ya hemos presentado figuran sus verdaderos apellidos. El certificado de matrimonio vuestro, se lo daré a un amigo (que es el que esta moviendo todo para tener todo en regla cuanto antes) y no tendremos ningún problema”

Entonces Ibra, hace una propuesta a mi marido que ni él ni yo nos esperábamos:

“Creo Esperanza que como se esta portando tú marido con todo esto se ha ganado un premio y ese premio no es otro, que proponeros a los dos una cosa”

Yo entonces le digo:

“Que cosa es esa”

Y él nos dice:

“Ya que tú deseas que yo te vuelva a quedar preñada cuanto antes una vez que acabes la cuarentena, y creo que tú marido se ha ganado también, cuando acabes tú la cuarentena trate de preñar a mi mujer Awa. De esa forma si lo con sigue las dos quedareis preñadas en el mismo tiempo y podréis parir en la misma fecha, lo que no sé es como si salen las dos criaturas negras como vais hacer para que vuestras amistades y conocidos no sospechen nada. Creo que de esa forma tanto tú marido como yo estaremos en paz, pues los dos nos convertiremos realmente en cornudos consentidos, por tanto si os parece bien….. ”

Yo me quedo callado, pero mi marido rápidamente contesta:

“Por mi de acuerdo y si las criaturas salen las dos de tú raza, ya veremos como salvamos los bártulos cuando esto ocurra”

Entonces Ibra le contesta:

“ Awa  durante ese mes será como si fuera solo tú mujer, pues solo la follaras tú para estar seguros que si la preñas y que la barriga que la hagas será tuya y no mía o de otro. Después de quedar preñada, podrás seguir follando con ella cuanto quieras como si realmente fuera tu mujer (lo mismo que yo con Esperanza) pero yo podre follar también a mi mujer Awa cada vez que yo quiera, cosa que tú no podrás hacer con Esperanza pues sigue siendo mi puta y solo follarás con ella cuando yo te deje hacerlo. Además si quieres que esto que os he propuesto se vuelva realidad, tendrás que consentir cornudo que una vez estén preñadas, tú mujer como la mía tendrán que prostituirse en el piso de Carabanchel, como Awa ha estado haciendo cuando vivíamos allí y como hacen ahora las antiguas compañeras de Esperanza, las amantes de sus ex alumnos, al menos una o dos veces semanales, al no ser que ellas quieran hacerlo más veces y llevar puestos los tatuajes que tú mujer ha llevado puesto  y que ya conoces”

Yo fui a dar mi opinión, pero Ibra me mando callar diciéndome:

“No esperanza, ni tú ni Awa, podéis opinar esto es una cosa entre nosotros los hombres y vosotras solo podéis hacer lo que nosotros decidamos, caso contrario hoy mismo abandonamos esta casa tanto mi mujer como yo”

Yo por miedo a que se fuera Ibra y perder el placer que me espera con su hermosa polla en los meses que vienen, rápidamente le dije:

“Tienes razón, Ibra, por mi parte haré todo lo que tú quieras que haga, aunque mi marido no quiera o diga que no lo haga. Pero no sé qué será lo que os pasa a los dos para que consintáis y os guste tanto saber e incluso ver follar a vuestras mujeres con otros hombres (aunque paguen por ello, al prostituirnos por complaceros) e incluso dejar que nos dejen preñadas.”

Al oír esto mi marido contesto:

“Pues si mi mujer dice eso, por mí no tengo ningún inconveniente en hacer lo que me has propuesto”

Desde ese día prácticamente todas las noches Awa dormía con mi marido y yo seguí durmiendo con Ibra. Mi amante y yo solamente nos conformábamos con caricias y masturbaciones, unas veces a solas y otras uno masturbaba a la otra y lo que sí practicamos en varias ocasiones fue follarme Ibra por mi culito. Y ha sido habitual la práctica del 69. Para que Awa no quedará preñada antes de tiempo, y esperar a que yo acabara la cuarentena, Ibra la hacía beber el brebaje que me dio a mi en el piso de Carabanchel para que no me quedara preñada.

El pasado día 4 de Abril, es decir hace pocos días, cumplí la cuarentena y desde entonces todos los días las dos mujeres somo folladas con ganas por el marido de la otra y para asegurar que quedemos preñada estamos tomando las dos el brebaje que favorece la preñez y que tan buen resultado dio en mí cuando comencé a follar con Ibra en el piso de Carabanchel. Estoy segura que pronto estaré de nuevo preñada de mi querido amante negro y que mi marido también conseguirá quedar preñada a Awa y de esa forma hará realmente cornudo a Ibra.

Antes de acabar quiero daros a conocer que ha pasado con mis ex alumnos y mis amigas o compañeras de chantaje, sus amantes.

Pues bien, Lourdes, como sabéis quedó preñada, en la misma fecha que quedé yo, lo que no se sabía es si la criatura sería blanca o negra (pues mi ex alumno Emilio, que era su amante) ya que había sido follada por todos los chicos e incluso mi marido y aquella tarde noche en que mi marido (sin saberlo) me “vendió” prostituyéndome a varios hombres negros, estuvo una hora y pico con Ibra. Pues bien, Lourdes pario también a finales de febrero y tubo la mala suerte de que la criatura que nació fuera una niña negra, es decir hija de Ibra. Su marido al ver el color de la niña, no quiso saber nada de ella y cuando la dieron el alta en la clínica, no la dejo volver a casa y actualmente andan en tramites de divorcio. El día que parió me llamó Ibra desde la clínica contándome lo que había pasado y entonces hable con Lourdes y la invite a que se viniera, por lo menos durante la cuarentena a mi casa. Ella acepto, pero solo estuvo dos semanas, luego se fue a una casa de su propiedad que tiene en la sierra en una ciudad cercana a la nuestra. Os recuerdo que Lourdes, no necesita del dinero de su marido para vivir, pues tiene quizás más capital y haciendas que él. Referente al chantaje a la que la tenía sometida Emilio y mis ex alumnos, se encargó Ibra hace ya cuatro meses (a petición mía) de solucionarlo con ellos y tanto a ella como a mi han dejado de chantajearnos y molestarnos y según Ibra no volverán hacerlo por la cuenta que les tiene. Estos días de cuarentena Ibra me ha comentado que le gustaría si ella quisiera volver ha esta alguna vez con ella y si ella quisiera le gustaría dejarla de nuevo preñada, para ello me ha pedido mi ayuda para hablar con ella y que se lo plantee. Ibra no quiere forzarla a ello ni chantajearla con nada, pues solo estará con ella si ella quiere por propia voluntad.

Referente a los chicos Luis sigue siendo amante de su madre y actualmente esta preñada y han hecho creer a su marido que es suyo, esto al menos hasta que dé a luz y ver si tiene suerte y la criatura no es negra. Y Ana Belén sigue siendo la amante de Ramón y ha dejado a su marido. Como recordareis tanto Luis como Ramón llegaron a un acuerdo con Ibra, siguiendo los pasos que Ignacio hizo conmigo, le propusieron también el que quedará preñada a ambas mujeres y que si él no las quedaba podía entregarlas a otros hombres negro para que lo hicieran, bien sin cobra o prostituyéndolas. Parece ser que a la siguiente regla ambas mujeres estaban preñadas, pero los chicos no fueron capaces de esperar a ese día para follar con las dos mujeres y a la vez que eran folladas por Ibra, en ese tiempo también fueron folladas por mis ex alumnos y sin usar preservativos. Al ver Ibra lo caliente que eran ambas mujeres, tras saber que la dos estaban preñadas, les propuso un nuevo trato y no era otro que pudiera prostituirlas bien en el piso que los chicos tenían en Carabanchel o bien en el de él, donde ya lo hacía Awa. Luis puso algunas pegas y tardó en decidirse, pero al final convencido por Ignacio, Ramón y Emilio todos ellos decidieron ceder a su amante a Ibra para que practicaran la prostitución. Yo le dije a Ignacio que no lo haría y me amenazo con lo de siempre, entonces hable y convencí a Ibra en seguir siendo su amante en secreto sin que lo supiera Ignacio con la condición de que me librara de él y que si aceptaba alguna vez que otra podía prostituirme también (cosa que hasta que me los lleve a mi casa hacía al menos una vez a la semana). El trato que hicieron con Ibra era que él se encargaría de todo llevándose el 60 por ciento de lo que pagaran por los servicios los clientes y que el otro 40 sería par los gastos del piso y para los chicos.

Este acuerdo sigue así para Ana Belén (que de esas ganancias es de lo que viven ella y Ramón) que se vende a diario y para la madre de Luis que lo hace al menos tres veces a la semana. Lourdes hace ya cuatro mese que pudo librarse de Emilio y desde entonces solo ha acudido dos veces al mes para agradecer de alguna forma la ayuda prestada a Ibra.

Por tanto, lo que os decía al principio del relato, ya sabéis para lo que han quedado los dos pisos de Carabanchel, son la sede del prostíbulo que Ibra tiene montado con las amantes de mis ex alumnos, y con 4 mujeres más que él ha contratado junto con su propia mujer Awa y esporádicamente hemos estado acudiendo también Lourdes y yo hasta que hace ya tres mese al tener las barrigas tan grandes dejamos de ir.

Y así están actualmente las cosas, yo voy conociendo a Ibra y sé que no tardando mucho se quitará de encima a mis ex alumnos y que Ana Belén y la madre de Luis, una vez que hayan parido seguirán acudiendo a prostituirse sin tener que rendir cuentas a mis ex alumnos, pues de ellos se ocupara mi negro, quedando liberadas del chantaje de los chicos.

Cornoturga.

Si queréis comentarme algo de este relato u otra cosa podéis contacta como siempre conmigo en el correo: j.trujicornudo@hotmail.com

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