De nuevo en casa 1
Jorge vuelve a casa después de haber estado estudiando fuera.
Me llamo Jorge tengo 25 años y ahora vivo en España. Toda mi vida he estado de un lugar para otro, pues el trabajo de mi padre nunca nos permitía estar mucho tiempo en el mismo sitio, digamos que soy un ciudadano del mundo. Nací en USA donde estuve hasta los 10 años, luego nos fuimos a Brasil unos 3 años, para luego visitar el viejo continente, concretamente Italia durante 2 años y volver a USA, para definitivamente instalarme en España con mi madre y mi hermana cuando ya contaba con 17 años. Si algo bueno he quitado de todo este paseo por el mundo, es que he madurado a pasos forzados, pues no es nada fácil ir iniciando una nueva vida cada poco tiempo y menos cuando estas en la edad de ir formándote como persona, y que pese a no tener una gran cantidad de amigos, si puedo decir que tengo un montón de conocidos desperdigados por el mundo a los que poder visitar.
Para España, como he dicho antes, nos vinimos mi madre, que se llama Sandra, mi hermana Andrea y yo, quedando mi padre en USA. Mis padres decidieron poner fin a una relación que en los últimos años realmente estaba mas que terminada. Tanto a mi hermana como a mi nos dieron la responsabilidad de decidir con quien queríamos irnos y ambos decidimos quedarnos con nuestra madre, pues realmente era con la que habíamos compartido toda nuestra vida, ya que nuestro padre por su trabajo realmente no había estado mucho con nosotros. Puedo decir que casi era un desconocido tanto para mi hermana como para mi, aunque ahora la cosa ha cambiado radicalmente, y siempre que vamos a visitarlo (al menos un par de veces al año) se coge tantos días de vacaciones como nosotros estemos con el.
Ya instalados en España, mi madre decidió arreglar una antigua casa de su familia y convertirla en un pequeño y acogedor hotelito de solo 8 habitaciones. Pronto consiguió que aquello que solo había empezado como un entretenimiento para ella, se convirtiese en un prospero negocio, donde organizaba todo tipo de eventos, desde fines de semana románticos para parejas, hasta pequeñas bodas de no más de 50 invitados. El hotel está situado en una gran parcela próxima al mar en la que hay un acantilado, donde con la bajamar se forma una preciosa cala a la que para llegar a ella poco más que hay que ser un experto alpinista, pero una vez en allí es como si estuvieses aislado del mundo. Mi madre siempre ha querido hacer algún tipo de acceso, pero por las leyes vigentes nunca ha podido, sin embargo nos las hemos apañado para hacer un pequeño sendero entre las rocas por donde poder bajar a la arena.
Nosotros vivimos en una casa que está independiente del hotel pero en la misma parcela, en la zona más cercana al acantilado, en medio de una pequeña arboleda. La casa consta de dos plantas y una buhardilla, en la planta baja hay un recibidor, la cocina, el salón, un estudio y un amplio baño, en la segunda planta es donde están las habitaciones de mi madre y mi hermana, con sus respectivos baños, la oficina de mi madre y una habitación para las visitas que la utiliza mi hermana como ropero. En la buhardilla está mi habitación con su baño, un estudio donde tengo todas mis cosas y una pequeña terraza. Durante el tiempo que he estado estudiando en la universidad, mi buhardilla la ha estado utilizando mi hermana, pero ahora que regresaba a casa al haber terminado la carrera, Andrea tendría que volver a su antigua habitación.
Mi madre estaba enormemente contenta con mi vuelta, yo no estaba tan entusiasmado, pues la libertad de vivir solo iba a perderla pese a que en mi buhardilla estaba bastante aislado. Para acceder por el interior de la casa a ella, hay que subir por unas escaleras que terminan en una puerta separándola del resto de la casa y que siempre tengo cerrada con llave. Desde el exterior, se accede mediante una escalera situada en la parte trasera de la casa que llega hasta la terraza Después de terminar mis estudios me estaba tomando con bastante calma lo de encontrar trabajo, aunque también era debido a lo parado que estaba el mercado laboral en estos tiempos, así que mi madre me propuso, casi me obligó realmente, a que volviese a casa para ayudarla con el hotel y me encargase de su mantenimiento.
En el hotel trabajan permanentemente 7 personas, está la señora Manuela que se encarga de la cocina. Es una señora de unos 60 años que lleva toda la vida trabajando para la familia de mi madre, cuando regresamos y mi madre decidió montar el hotel, se vino con nosotros para hacerse cargo de la cocina. La señora Manuela tiene como ayúdate a Teresa que es su hija. Teresa tiene 31 años y como su madre lleva con nosotros desde el principio, Teresa también ocupa el puesto de mi madre al frente del hotel, cuando esta tiene que ausentarse. Manuela y Teresa son prácticamente de la familia, al igual que José, o tío Pepe como le llamamos mi hermana y yo, que es el marido de Manuela. José se encarga de todo el tema de jardinería y de mantenimiento, es el quien está pendiente de que todo este bien y en su sitio, arregla las cosas que se van estropeando y no es necesario llamar a un técnico…. Para ayudar a José está Miguel, pero este ha tenido que marcharse con su mujer para cuidar de su suegra, de modo que yo ocuparé su lugar. Mi madre se encarga del restaurante y con ella está de camarera Susana, una preciosidad de 22 años que ya lleva 4 trabajando con nosotros y a la que le tenía unas ganas locas, pero para mi desgracia tiene novio y se ve que le quiere un montón, pues más de una vez y más de 20 le había estado tirando la caña a ver si caía, pero la muy jodida siempre replegaba velas en el momento en que veía que la cosa se le podía ir de las manos. Luego, de servicio de limpieza y de habitaciones, están Carolina y Lizz, de 35 y 28 años respectivamente. Estos trabajan durante todo el año en el hotel, luego en verano solemos contratar a unas 4 personas más, un ayudante de cocina, otro camarero y 2 mas para la limpieza y las habitaciones. Cuando hay un evento un poco mas importante solemos recurrir a una empresa de trabajo temporal que es de unos amigos de mi madre y ellos se encargan de conseguirnos lo necesario.
Mi primer día de vuelta en casa fue de lo más completito. En el hotel había tres habitaciones ocupadas, una por una pareja de alemanes que estaban de visita conociendo el país, y las otras dos por una familia que habían decidido celebrar el cumpleaños de su hija mayor, cumplía 18, de fin de semana en nuestro hotel, así que tenía que preparar el jardín para una comida familiar de unas 15 personas, y también en la piscina que está un poco mas apartada del hotel montar una carpa para que por la noche la chiquilla pudiese celebrarlo como dios manda con sus amigos. Así que nada mas llegar, ni tiempo me dio para descargar el coche, mi madre ya me cogió por banda y ala a currar.
- Sandra: Anda como has tardado hijo, ya pensé que no llegabas.
- Jorge: Si mamá yo también te quiero… (Me acercaba a mi madre con los brazos abiertos tratando de abrazarla), me alegro mucho de verte.
- Sandra: (Frunciendo el ceño y con cara de estar estresada) Déjate de tonterías y vete junto José que esta esperándote para empezar a montar las mesas en el jardín.
- Jorge: Joder mamá……. si ni siquiera he bajado las cosas del coche, dame un minuto que lo descargue y ya me paso donde José.
- Sandra: Ya harás eso luego, ahora vete rápido para allá.
Dándome un abrazo y un beso me mandó directamente donde José. Tío Pepe estaba sacando todo lo necesario para el jardín y con él estaba mi hermana que al verme salió corriendo hacia mí, para de un salto agarrarse a mi cuello y casi tirarme al suelo.
- Andrea: (A grito pelado) ¡Que ganas de que llegases J, como ha ido el viaje!
- Jorge: AAAAAyyyyyyyyy……….Joder nena casi me tiras, salte de encima que ya no eres una niña… (Andrea estaba a horcajadas sobre mí y me abrazaba fuertemente).
- José: ¿Qué tal Jorge? Me alegro de verte, llegas justo a tiempo para empezar a montar esto.
- Jorge: Muy bien Pepe ya veo que tienes todo aquí, si lo sé vengo un poco más despacio y seguro que cuando hubiese llegado ya estaba todo listo.
- José: JAJAJAJAJ, no sabes tú nada.
Después de soltarme del abrazo constrictivo de mi hermana y saludar a José, empezamos a montar todo para dejarlo listo antes de ir a comer y así por la tarde empezar con el tinglado de la piscina. Cuando todo estuvo listo nos fuimos a la cocina a tomar una cervecita fresca, y de paso saludar a Manuela. Nada mas entrar y verme, Manuela dejó lo que estaba haciendo y vino a mi encuentro para darme un fuerte achuchón, como ella los llamaba, y empezar a coserme a preguntas.
- Manuela: (Con los brazos abiertos) Ven aquí Jorge…. dame un abrazo. Que delgado estas hijo…. (Manuela me apretaba fuerte contra ella).
- José: Deja al niño tranquilo coño, que acaba de llegar y ya lo estáis martirizando… (Mientras decía esto José abría un par de cervezas).
- Manuela: Estate callado que hace mucho que no lo veo y tengo ganas de achucharlo… (Manuela seguía con su achuchón). Jorge estas muy flaco, con lo fuerte que estabas el verano pasado y mírate ahora… (Mirándome de arriba abajo).
- Jorge: (Sonriendo) Que va Manuela si estoy igual que siempre, además tu me enseñaste a hacer tus guisos de modo que he comido como si estuviese en casa.
- Manuela: Si claro, seguro que por no fregar los cacharros ni siquiera cocinabas en casa, como si no te conociese.
- Jorge: JAJAJAJAJAJAAJA, me tienes calao Manuela, a ti no consigo engañarte JAJAJAJAJA.
Después de estar charlando con Manuela y con José, ponerlos al corriente de todo lo que se podía contar y ellos ponerme al día de como estaban las cosas por aquí, fui hacia casa para poder descargar el coche. Cuando pasaba por el comedor vi a Susana colocando unas botellas de vino. Allí estaba con el uniforme puesto, de puntillas toda estirada intentando colocarlas. Joder como se le marcaba el culo a la cabrona, me tenían loco aquellas perfectas esferas duras como el acero. Me acerque sin hacer ruido y justo cuando estaba detrás de ella me pegué a su espalda, pasé una mano por su cintura y extendí el otro brazo ayudándola a colocar la botella. Pegó un salto al sentirme detrás de ella que casi se carga la estantería entera.
- Susana: (Chillando como una loca) ¡PERO QUE COÑO HACES LOCO! ¡Me has dado un susto de cojones, casi me cargo el botellero entero! ¿Estás tonto o que te pasa?... (La cara que tenía Susana lo decía todo).
- Jorge: Joder Susana perdona tía no pensé que te fueses a asustar de este modo.
- Susana: (Con cara de muy pocos amigos) No claro estoy yo sola aquí y de repente noto como alguien se me pega como una lapa a mi culo y no voy a asustarme no te jode.
- Jorge: Bueno vale perdona… joder solo quería darte una sorpresa.
- Susana: ¿Pues ya está contento el crío, o aún quiere algo más?
- Jorge: Relaja el nervio Susana, joder menudo humor que tenemos hoy bonita.
- Susana: No estoy para tonterías Jorgito, anda déjame terminar esto que ya llegarán los clientes y tengo que prepararles la mesa.
- Jorge: Venga ahí te quedas, y espero que a ellos los trates con mejor humor, que sino igual se les atraganta la comida.
Joder para la Susana con que humor andaba, me di la vuelta y cuando estaba a punto de empezar a andar hacia la puerta…
- Susana: A ver imbécil, ¿te marchas así sin más, ni un beso me das?
Me quedé parado al escucharla, me giré y volví hacia donde estaba ella, que ya tenía su preciosa sonrisa dibujada en la cara como era habitual, pues era de esas chicas que siempre está sonriendo, que cuando las ves aunque tengas un humor de perros este cambia totalmente.
- Jorge: (Sonriendo y acercándome a ella) Joder tía pensé que te habías enfadado y todo, menuda bronca que me has echado.
- Susana: Tampoco ha sido para tanto no exageres.
- Jorge: Anda que no.
- Susana: Además si que me has pegado un susto del copón y yo con una botella de vino de a saber lo que vale en las manos, como para que se me cayese.
- Jorge: Lo tenia todo controlado Susy, todo menos el arranque de mala leche.
- Susana: JAJAJAJAJ, anda ven aquí tonto y dame un abrazo.
Me acerqué a Susana y la abrace contra mi pecho, yo soy mas alto que ella, mido 175 cm, y su cabeza me queda a la altura de mi pecho, le di un beso en la frente y con mis manos le acariciaba la espalda, ella pasó sus manos por mi cintura, las posó sobre mi espalda y me abrazó fuertemente apretándose contra mí. Fue un abrazo realmente interesante que ella cortó como siempre en el momento oportuno, cuando mis manos lentamente comenzaron a descender por su espalda hacia su precioso culo.
- Susana: Esas manos George, que se te escapan… (Sujetaba mis manos e impedía que continuasen su descenso hacia su culo)
- Jorge: JAJAJAJAJA, joder Susy, solo quiero comprobar que todo sigue en su sitio.
- Susana: Si ya sé que lo haces por mi, pero no te preocupes que yo ya me miro todos los días en el espejo de mi cuarto cuando salgo de la ducha para comprobar que todo esta en su sitio… (Mientras me decía esto Susana se separaba lentamente de mi)
- Jorge: La leche Susana no me digas esas cosas que me pones enfermo.
- Susana: ¿El que, que todas las mañanas me paso una media hora delante del espejo comprobando que estoy en perfecto estado?... (Se contorneaba como si estuviese posando ante el maldito espejo)
- Jorge: Tú no estás en perfecto estado, estás más que eso. ¿Cuándo vas a dejar que esté presente en una de esas sesiones de control de calidad?
- Susana: Cuando realmente te portes bien y te lo merezcas.
- Jorge: Susana, mira que a partir de hoy seré un santo, que van a tener que ir haciéndome un hueco en la iglesia del pueblo.
- Susana: Jejejejeje….mira que eres payaso.
Se acercó de nuevo a mi, agarro mi cabeza con las dos manos y me dio un par de besos en las mejillas. Como me conocía la jodida, sabía que si no me sujetaba la cabeza, en el momento justo la movería para plantarle un beso en la boca.
Después de eso me despedí de ella y me fui hacia mi coche para empezar a bajar mis cosas, iba imaginándome como Susana recién salida de la ducha, posaba totalmente desnuda delante de ese envidiado espejo que todas las mañanas podía apreciar su hermoso cuerpo desnudo. Solo con imaginármelo me estaba poniendo todo bruto. No era para menos pues Susana es una mujer realmente hermosa, con un cuerpo milimétricamente diseñado. Además de su culazo, Susana tiene unas tetas perfectas que desafían a la ley de la gravedad, una cintura de lo más sugerente y que decir de su preciosa cara. Susana era una de las pocas mujeres que me harían sentar la cabeza, en la actualidad solo conocía a dos y una de ellas era Susana.
De camino a mi coche me crucé con los alemanes que estaban hospedados en el hotel. Eran una pareja joven de unos 26 años él, y 23 años ella. Venían de dar un paseo por la finca y por la dirección que traían y los gestos parecía que venían del acantilado. Al cruzarme con ellos les salude en inglés y ellos me devolvieron el saludo…
- Jorge: Hola buenos días.
- Alemanes: Buenos días.
- Jorge: Me llamo Jorge, soy el hijo de Sandra.
- Chico: Encantado Jorge, yo soy Fred y ella es mi novia Anna…(Los salude con un apretón de manos al chico y un par de besos a la chica)
- Jorge: Un placer chicos, espero que os lo paséis bien por aquí. Si necesitáis algo no dudéis en hablar conmigo.
- Anna: Muy amable. Oye, nos gustaría poder bajar a la playa del acantilado.
- Jorge: Ah ok… (me quede pensando un momento) creo que esta tarde no habrá problema, cuando baje la marea, si queréis en torno a las 17:30 podre acompañaros.
- Fred: Sería fantástico, muchas gracias Jorge.
- Jorge: No hay de que chicos, hasta la tarde entonces.
- Alemanes: Hasta luego y muchas gracias de nuevo.
Despidiéndome de ellos, continué mi camino. Eran la 13:30 y aún tenía al menos un par de horas hasta la comida. No tenemos una hora concreta para comer, eso depende de los clientes que están en el hotel. Normalmente esperamos a que todos hayan comido y luego lo hacemos nosotros, pero nunca es mas tarde de las cuatro. Hasta que vinieron a avisarme para ir a comer estuve descargando el coche, colocando mis cosas en la buhardilla, conectando el ordenador y revisando el correo… Tenía unos cuantos mails de los amigos que sabían que hoy llegaba, uno de mi padre preguntándome que tal estaba todo por aquí, y poco más. Me quite la ropa, me quede en calzoncillos y me tumbé en la cama, cogí mi teléfono y lo encendí. Lo había apagado el jueves cuando conseguí escaparme de la cena de despedida que me habían organizado los compañeros de la universidad. Al encenderlo empezaron a llegarme un montón de llamadas, mensajes y whatsapp de todos ellos cuando se dieron cuenta que había desaparecido, y más cuando descubrieron que Verónica poco tardó en escapárseles también.
Verónica es una chica del grupo de amigos con la que de vez en cuando tenía algún que otro encuentro sexual. Nos llevamos muy bien y es una de las personas que mejor me conoce. Es una tía que tiene bastante éxito con los chicos, es rubia con el pelo largo y rizado, unos bonitos ojos castaños muy claritos y uno de los principales motivos de su éxito son las enormes, duras y firmes tetas que tiene. Hubo un tiempo en el que todos pensaban que estábamos saliendo, hasta que un día vieron como entre los dos nos hicimos una apuesta para ver quien se liaba antes con unos Erasmus que estaban en el bar al que solíamos ir a tomar cervezas y cenar antes de salir. Por supuesto gano ella, en este tipo de apuestas ellas siempre salen victoriosas. Así tumbado en la cama me quede adormecido recordando la pasada noche con Verónica…..
Después de escaparme de la discoteca sin que nadie se enterase, me fui directo a casa. Entré y dejé el portal no del todo cerrado, me puse cómodo, (para mi estar cómodo en casa es estar en calzoncillos o con pantalones cortos y en camiseta o sin nada) cogí un vaso ancho, eche tres piedras de hielo y un poco de whisky y me fui al salón donde me tumbe en el sofá. A los 10 minutos más o menos, cuando casi ya había terminado el whisky oí como se cerraba el portal de la entrada y al momento como tocaban a la puerta. Me incorpore y despacio me acerqué para abrirla.
- Jorge: ¿Te ha costado escaparte Vero?
- Verónica: (Con una mirada traviesa) No demasiado, ya sabes que en eso soy rápida.
- Jorge: JAJAJA, es cierto había olvidado lo rápido que te mueves cuando algo te interesa.
- Verónica: (Con un tono socarrón) Si claro, sabes que el whisky que tienes me encanta.
- Jorge: No seas boba y vente para dentro que te voy yo a dar a ti de mi whisky.
La cogí de una mano y tiré de ella para que entrara en casa, ella aprovechó el impulso para saltar sobre mí y abrazarme con sus piernas y su otro brazo, a la vez que empezaba a comerme la boca como una loba. Yo la agarré fuertemente por el culo y la sostuve, me giré y cerré la puerta de una patada a la vez que caminaba hacia el salón. En el camino al salón nos comimos la boca desaforadamente, la lengua de Verónica se movía desesperada en mi boca buscando la mía y cuando la encontró las dos se fundieron en una sola. Mis manos apretaban su culo fuertemente masajeándolo y a la vez poco a poco iban subiendo la falda que llevaba puesta. Ella me subía la camiseta y comenzaba a jugar con mis pezones entre sus dedos, apretándolos y estirándolos, lo que hacía que pequeñas descargas recorriesen todo mi cuerpo y fuesen a concentrarse en mi polla que empezaba aponerse dura.
Llegamos al salón y lentamente la deposite sobre el sofá, ella terminó por quitarme la camiseta y me miró fijamente con unos ojos de deseo que la delataban por completo. Una vez se deshizo de mi camiseta poso sus manos sobre mi culo e hizo que me acercase a ella, acercó su cara a mi abdomen y comenzó a besarlo y lamerlo lentamente hasta llegar a mi ombligo donde introdujo su lengua y comenzó a juguetear con ella. Mi polla que ya había empezado a reaccionar en la puerta cuando empezó a comerme la boca, con esto ya pugnaba por reventar los calzoncillos y ganar su libertad.
Lentamente comenzó a bajarme los calzoncillos a la vez que su lengua descendía por cada centímetro que poco a poco iba descubriendo, hasta que de repente mi polla saltó como un resorte al sentirse liberada de su prisión golpeando el mentón de Verónica. Ella se separó ligeramente para poder ver mi herramienta en todo su esplendor y dejo que mis calzoncillos cayesen por completo al suelo. Mirándola fijamente acercó sus labios y suavemente deposito un beso en mi reluciente glande. Pasó una de sus manos por mis testículos y empezó a masajearlos a la vez que empezaba a lamerme la polla, recorriéndola totalmente y humedeciéndola por completo. Comenzó a succionar sobre el glande metiéndolo solo a él en la boca a la vez que con su otra mano empezaba a pajearme muy despacio, así estuvo una eternidad a mi parecer. Mi cuerpo se estremecía con el roce de su lengua en mi polla y por mi boca empezaban a surgir pequeños jadeos de placer.
Continuó con su tratamiento sobre mi polla y empezó a metérsela cada vez más profundo en su boca a la vez que empezaba a moverse un poco más rápido, hasta que consiguió engullirla por completo hasta tocar con su nariz en mi pelvis. Mi polla había desaparecido por completo dentro de su boca, se detuvo un instante con toda mi herramienta incrustada y giró levemente su cabeza para poder mirarme a los ojos. Sabía que esto me ponía loquísimo, ver como mientras me comían la polla me miraban a los ojos. Después de esto cerré los ojos y me abandone totalmente al placer que me estaba dando, dejando que Verónica continuase con el perfecto trabajo que estaba haciendo.
Así estuvo mamándome y pajeándome no más de 5 minutos cuando empezó a sentir como mi polla empezaba a realizar las pequeñas contracciones que indican que pronto me iba a correr. En ese instante empezó a acelerar considerablemente sus movimientos y con sus uñas empezó a rasgarme los testículos, lo que hizo que mi corrida, con la que me encontraba en una lucha titánica tratando de retrasarla lo más posible, saliese victoriosa y acabase por explotar en un intenso orgasmo inundando de semen la garganta de Verónica. Mi polla disparo ingentes cantidades de corrida haciendo que comenzase a salírsele por la comisura de su boca. Verónica se tragó toda la leche como si de una gata sedienta se tratase mientras no quitaba su mirada de la mía. La mamada que me había regalado había sido realmente grandiosa, haciendo que el orgasmo que había producido hiciese que me tuviese que apoyar en sus hombros para no caer en el suelo…
- Jorge: (Acercando mi boca a su oído) Joder nena eres…. Buuuuufffffffffff………..
- Verónica: Tenía unas ganas locas de tener tu pollón de nuevo en mi boca nene.
- Jorge: Pequeña hoy no solo vas a tenerla en tu boca…mmmmm…. (Nos volvíamos a comer la boca con furia)… Vas a correrte hasta que no queden más líquidos en tu coño.
- Verónica: (Con un tono de excitación máxima) A que esperas cabrooonnnn..., estoy totalmente encharcada, mira como me tienes el coño.
Verónica cogió una de mis manos y la condujo entre sus pierdas, haciendo que pudiese constatar por mi mismo lo encharcado que tenía su coño. Me incliné sobre ella y sin dejar de manosear su entrepierna empecé a morderle y a chuparle el cuello, mientras poco a poco la recostaba en el sofá. Cuando ya estaba totalmente echada y nuestras bocas volvían a devorarse la una a la otra, empecé a soltar los botones de su camisa hasta abrirla totalmente. Pronto mi boca se separo de la suya y comenzó un viaje por toda su cara, descendiendo poco a poco a la vez que mis manos se deshacían por completo de su camisa y empezaban a quitarle el sujetador. Me detuve en su cuello demorándome más de la cuenta mordiéndoselo y chupándoselo, mientras mis manos ya habían conseguido liberar aquellos dos monumentos que estaban ocultos bajo el sujetador.
Continué mi viaje por el cuerpo de Verónica y mi boca se dirigió hacia una de sus tetas apoderándose de inmediato de su enorme y rosado pezón. Mi mano la apretaba fuertemente mientras mi lengua jugueteaba traviesa con el pezón que al sentir su roce se puso duro como el acero al instante, lo que me permitió comenzar a mordérselo ligeramente.
- Verónica: …….. MMMMMMMMMMMMe estás matando Jorgeeeeeeee………., me encanta como me comes las tetasssssssssss…………
Conocía a Verónica perfectamente y sabía que le encantaba que le comiesen bien las tetas. Más de una vez había conseguido que se corriese mientras me aplicaba intensamente sobre sus pezones. Así que comencé a trabajarle los pezones duramente, uno se lo mordía y lo estiraba para soltarlo y volver a chuparlo con fuerza, mientras el otro lo apretaba entre mis dedos y de la misma forma lo estiraba y lo soltaba. Así estuve alternado entre los dos pezones dándole un duro correctivo cada vez más intenso. Verónica gemía sonoramente, su respiración se agitaba a cada contacto de mi lengua con sus pezones, de su boca no paraban de salir palabras entrecortadas que me decían que no parase. Seguí chupando y rasgando sus pezones hasta que su respiración ya era incontrolable así que le di el golpe de gracia, me alejé ligeramente y comencé a soplar muy suavemente sobre ellos, estos al captar la brisa sobre ellos hicieron que Verónica explotase en un estruendoso orgasmo. Su cuerpo se convulsionaba mientras liberaba un gran chorro de fluidos que rápidamente trate de saborear incrustándome entre sus piernas. El coño de Verónica palpitaba de placer y continuaba liberando su corrida.
- Verónica: (Jadeando y con la voz entrecortada) ¡Dios que corrida cabrón! ¡Quiero que me folles Jorge, quiero tu polla dentro!
- Jorge: Deja que saboree mi zumo putita….MMMMMMM…
- Verónica: ¡….AAAAHHHHHGGGG…….cccccómeme el coñoooooooo……..MMMMMMM!
El coño de Verónica estaba totalmente encharcado y yo con voracidad lo recorría de arriba abajo con mi lengua para saborear sus flujos. Comencé a succionar sus labios con fuerza y a morderlos con mis dientes a la vez que uno de mis dedos se incrustaba en su interior y se movía con rapidez. Pronto Verónica volvía a jadear como si la estuviesen matando, pero matando de placer, pues no paraba de repetir que no parase que continuase. Mi boca rápidamente se apoderó de su clítoris y comenzó a chuparlo con fuerza, como queriendo arrancárselo. Sus manos apretaban mi cabeza contra su coño tratando de que la fricción fuese más y más intensa. Cuando comencé a mordisquear su clítoris Verónica comenzó a chillar sonoramente lo que me hacía ver que pronto le arrancaría otro intenso orgasmo, con lo que de inmediato introduje un dedo más en su coño y comencé a penetrarla bruscamente y con fuerza, martilleando su coño como si quisiese introducir toda mi mano. Verónica ya no paraba de chillar y cerraba las piernas atrapando mi cabeza, yo seguía penetrándola con fuerza hasta que después de unos intensos minutos volvía a abandonarse en otro sonoro orgasmo que resonaba en todo el salón. La corrida volvió a ser abundante, mojando completamente mi boca y Verónica se desplomo sobre el sofá quedando totalmente derrotada.
Poco a poco fui subiendo por el cuerpo de Verónica hasta llegar a su cara y tiernamente comencé a besarla, desde su mentón hasta sus ojos y desde estos hasta su boca. Estuvimos besándonos y acariciándonos mientras Verónica recuperaba el aliento. Mis manos se apoderaban de sus tetas y las masajeaban delicadamente tratando de que su cuerpo volviese a reaccionar. Mientras ella tomaba mi polla y lentamente comenzaba a masturbarme. Pronto Verónica volvía a gemir, entrelazó sus manos en mi nuca y comenzó a lamer el lóbulo de una de mis orejas. Yo me acomodé entre sus piernas dejando mi pene en la entrada de su coño y empecé a moverme haciendo que este se deslizase sobre sus labios, frotándose contra ellos pero sin penetrarla.
- Verónica: Jorge métemela por diosssssssssss….mmmmmmmm…….. la quiero dentrooo…..aaaaaaammmmmmmmmm…..
- Jorge: ¿Quieres que te folle zorrita, quieres que mi polla te llene el coño?
- Verónica: Si cabrón follameeee….metemela toda, la quiero toda dentro….mmmmmm….
Sin dejar de comernos la boca nos movimos de forma que mi glande quedó perfectamente enfrentado a su entrada, poco a poco comencé a ejercer una ligera presión que hacía que este empezase a abrirse camino. Pero a penas al haber empezado mi polla a introducirse en su coño, volvía sobre mis pasos y esta se salía para volver al estado inicial. Ese quiero entrar pero no me atrevo la martirizaba.
- Verónica: Me matas Jorge….fffóllame, FFFóllame, ¡FFFOLLAME!
Continué torturándola durante un tiempo, haciendo que desease cada vez más que la penetrase. Ella no paraba de suplicármelo hasta que de repente con un fuerte golpe de riñón, le enterré mi ardiente mástil en su coño, haciendo que mis testículos chocasen contra su perineo. Ella soltó un alarido de placer y clavó sus uñas en mi espalda, su cara se congestionó de dolor por la brutal embestida pero su boca me pedía que la perforase con fuerza. Comencé a martillear profunda e intensamente, con fuerza y rudeza, su coño no paraba de chorrear, haciendo que la penetración fuese cada vez más profunda, cerraba sus ojos y mordía su labio inferior ahogando los quejidos que salían de su boca. Yo seguía penetrándola con furia haciendo que mi glande golpease contra su útero, las paredes de su vagina apretaban mi polla como queriendo arrancármela. Así estuvimos hasta que Verónica comenzó a temblar y su voz a quebrarse anunciando su enésima corrida, con lo que yo aceleré mis embestidas haciendo que mi leche comenzase a pelear por derramarse en el interior de Verónica. Este acelerón de mis embestidas terminó por hacer que Verónica rompiese en otro orgasmo descomunal, haciendo que su coño expulsase hasta la última gota de su néctar e inundase mis testículos, su coño comenzó a masajear de tal forma mi polla con las vibraciones de aquel formidable orgasmo, que en ese mismo instante mi polla comenzó a expulsar torrentes de semen en el interior de su coño llenándolo totalmente. Seguí martilleando mientras mi polla se derramaba hasta que rendido me desplome sobre el pecho de Verónica. Así nos quedamos, yo sobre ella, con mi polla aún en su interior, y nuestras respiraciones aceleradas, hasta que los dos nos sumimos en un placentero sueño.
CONTINUARA
P D. Este es el primer relato que he publicado aquí, espero que os guste, y si es así continuaré con la historia.
Gracias a todos, espero que lo disfrutéis.