De nuevo a la bisexualidad, pero me gusta
Mi mujer sigue siendo una puta y me arrastra a sus aventuras, es que, no hay de otra...
Hola a todos, estoy todavía contestando correos, y la verdad les agradezco a todos la atención que nos han dado. Hace días que he estado tratando de sentarme a escribir esto, pero en realidad ha sido un poco difícil con el trabajo y todos estos días festivos. Pero por fin, aquí estoy, y espero les guste esto que pasó últimamente (bueno, en realidad es ocurrencia frecuente).
Me han escrito varios amigos, diciendo que lo que pasó ese día lo han estado fantaseando, ó algunos ya hicieron algo como yo. Varios preguntan si es homosexualidad, yo, la verdad, no se. Les diré que cuando ando por la calle no se me ocurre andar viéndole las nalgas a ningún otro hombre, solo a las mujeres. No veo películas donde el protagonista me causa suspiros, la protagonista si pero Ya ven las cosas que hace uno en la cama.
Les habré platicado ya en alguna ocasión, que a veces llego a casa y encuentro a la putita de mi mujer de espaldas en la cama con algún tipo entre sus piernas metiéndole la polla; o a veces ella de rodillas frente a algún afortunado, chupándole la verga. A veces llego y Sara está tumbada de espaldas, la cama un hecha un desastre, y con lefa escurriéndose de su coño. Se sonríe y me dice que la limpie bien con la lengua. Me pone duro en tiempo record. Hace días no fue la excepción, llegué a casa y encontré a Jason follando a Sara. Sara estaba en cuatro y Jason detrás de ella afianzado a sus caderas propinándole una buena cojidota. Entré silencioso al cuarto pero Sara y Jason me vieron en el espejo de la cabecera de la cama. Me senté a un lado a verlos follar, mientras se me ponía la verga a mil. Jason estaba sudando, mi mujer hacía puños con las sábanas, y cerró los ojos, se estaba concentrando, como la conozco bien, supe que estaba al borde del orgasmo. Se concentraba y parecía que estaba a punto de chorrearse, pero por alguna razón se concentraba para aplazar y mantenerse al borde.
Me dice Sarita que cuando aplaza el orgasmo lo más posible, invariablemente cuando por fin ya no se puede contenerse, estalla y ve las estrellas de tan fuerte que se chorrea, ¿Que ve las estrellas? ¡Ve toda la Vía Láctea! Jason estaba haciendo su parte y se la metía durísimo y con bastante rapidez. La puta estaba gimiendo y gritando como una loca, yo estaba a reventar viendo a mi mujer gozando y Jason estaba a punto también de chorrearse.
En eso suena mi celular.
Rápido pero con torpeza quise apagarlo, pero la chingadera seguía repiqueteando hasta que por fin lo pude apagar. Esto le arruinó el rato a mi mujer, pero Jason no se amainó y a los pocos segundos se chorreó arremetiendo una última vez depositando bastante lefa, como siempre hace, dentro de mi mujer. En eso, Kenny salió del cuarto de baño.
-Fóllame otra vez Kenny, rápido.- Sara ordenó. Kenny que estaba ya desnudo y semi-erecto se puso delante de ella, Sara abrió su boca y le dio unas cuantas mamadas, lo suficiente para ponerlo a punto. Una vez duro otra vez, tomó el lugar de Jason y se dispuso a follarla. Después de unos minutos, no pude más y me la saqué para jalármela, cuando Sara me vio, me dijo que me pusiera debajo de ella. Ni tardo ni perezoso me desnudé y me tendí junto a ella, ella se subió acostándose de espaldas sobre mí, sus piernas abiertas hacia fuera. Kenny me ayudó con su mano metiendo mi polla en mi mujer. Ella se empezó a mover mientras yo le masajeaba las tetas. Mientras ella trataba de voltearse para besarme, sentí algo sobre mi polla, era Kenny lamiéndole el clítoris a Sara y de paso me pasaba la lengua por mi polla. La sensación era bastante buena, pero corta, porque Kenny se dispuso a metérsela a Sara también. A si es como le gusta, dos vergas duras entrando y saliendo de su coño al mismo tiempo. Poco tuve que hacer, Kenny se la metía fuerte y al mismo tiempo le besaba, ella se movía también al ritmo con Kenny y mi verga le entraba y salía con mínimo esfuerzo de mi parte. Y la verdad estaba disfrutando tanto como ellos, sentir a mi mujer tan caliente arriba de mí, la polla de Kenny restregándose junto a la mía, al poco tiempo sentí que me chorreaba. Dejé de moverme por completo y me concentré para no venirme. Sara estaba a reventar, Kenny seguía afanado con unas arremetidas bastante fuertes y yo abajo tratando de no chorrearme. Pensé que ya iba a terminar cuando a mi mujer se le ocurre otra cosa. Por eso que la amo, tiene la mente tan sucia al igual que diabólica. Se repuso y nos dijo que nos esperáramos, se quitó a un lado y me dijo que me pusiera otra vez abajo pero al contrario, para que le lamiera el coño mientras ella me chuparía la verga. De inmediato nos pusimos en una sesenta y nueve espectacular.
Sentí el calor de su boca mientras sus labios recorrían mi polla, al mismo tiempo, me dispuse a meterle la lengua lo mas profundo que pudiera lamiendo lo que quedaba de la leche que Jason le había dejado, y al mismo tiempo la agarré de las nalgas separándola lo mas que pudiera. Despacio, Kenny se incorporó otra vez de rodillas detrás de Sara y volvió a meterle la verga. Esta vez estando mi cara tan cerca, sus testículos me pegaban en la nariz con cada arremetida. Le lamía la polla de entrada y de salida al igual que el clítoris de Sara, quien estaba ya otra vez gimiendo y moviéndose como la perra puta que es. Su coño estaba bien mojado. Kenny seguía follándola fuerte y me di cuenta que mi esposa estaba al borde del orgasmo, seguí lamiendo su coño y sentí la cara de Sara en mis piernas, se había olvidado de mi polla en anticipación a la chorreada que le estábamos provocando. Pero la cabrona dejó de moverse, y aplastó su pelvis todo lo que pudo sofocándome, obligándome a volver mi cabeza a un lado para poder respirar.
Sara gritó de placer y sentí su coño humedecerse bastante, se estaba viniendo. Nada mejor que una mujer se corra en tu cara, y mejor aún cuando una verga está entrando y saliendo de su coño. Sara seguía chorreándose y seguía gimiendo y había dejado de moverse, pero Kenny seguía arremetiendo duro, con bastante fuerza y bastante rapidez, hasta que se chorreó llenando a mi mujer con su lefa.
Kenny se quedó unos cuantos minutos enterrado, jadeando, sobre mi mujer, yo debajo de los dos soportando el peso, hasta que le pedí a Kenny que se quitara. Despacio, se levantó, y su polla salió llena de su leche y de las secreciones de Sara. Yo me puse de inmediato a chupar a Sara.
Sara se recuperó pocos minutos después y comenzó a chupármela, pocos minutos después tuve que dejar de lamerle el coño, pero sin dejar de apretarle las nalgas, me concentré en sus labios calientes recorriendo mi polla de arriba abajo, hasta que no pude mas y solté mi leche en su boca. Anteriormente le avisaba cuando me chorreaba, pero desde que ahora, tanto ella como yo, nos tragamos la leche de sus amantes, ya no era necesario y Sara se tragó hasta la última gota.
Pero no era el fin de esa tarde. Jason se había puesto duro otra vez y forzó a Sara a ponerse de espaldas, nos es que Sara hubiera puesto resistencia, solo que simplemente subió una rodilla a la cama y empujó a Sara quitándomela de encima. Se puso entre sus piernas y volvió a meterle la polla hasta que con un gruñido se volvió a chorrear. La besó en los labios y se puso de pie dejándola en la cama con las piernas abierta. Kenny hizo un esfuerzo y le metió su polla semi-flácida, semi-erecta y lo único que consiguió fue llenarse la polla de leche. Mientras Sara se la limpiaba con la boca, me di a la tarea de limpiar a Sara con la mía. Así acabamos esa tarde.
Jason Kenny y yo nos vestimos y nos salimos a tomas una cerveza, Sara se quedó tumbada con las piernas abiertas. Jason se despidió y se fue a su casa dejándonos a Kenny y mí en el bar. De regreso Kenny, como siempre, volvió a follarla y yo limpié a los dos, primero a Kenny, lamiendo su polla de arriba abajo y luego a Sara.
Pero los dejo ya, Kenny es joven y tiene una energía tremenda y les aseguro que puede estar toda la noche follando, es uno de los pocos que ha logrado cansar a mi mujer. Esto que les acabo de relatar es cosa que ha sucedido muy seguido y la verdad es algo que hemos estado platicando y debatiendo. A Kenny le importa poco y se declara bisexual, creo, yo tendré que hacer lo mismo. Mi mujer se ríe, puta cabrona, y me dice que le gusta verme con la polla de sus amantes sen mi boca. La verdad, a mi también me gusta.
Espero sus correos y de antemano les agradezco su atención.