De niña a mujer

En este relato os contare como fue mi primera experiencia con un hombre.

DE NIÑA A MUJER

Es la hora de saber que se siente que un miembro masculino entre en lo mas profundo de mi ser.

Si recuerdan mi relato anterior me encontraba con mi hermana y su amiga en casa de un amigo de ellas, habíamos jugado prendas, y bebido algo de licor, incluso llevada por la excitación del momento tuve entre mis labios el pene de dicho sujeto, el cual me había pedido que se lo chupase todo, mientras el ágilmente me hundía sus dedos en mis agujeritos, pero al final el placer de ser penetrada, fue para mi hermana en su ano que lo recibió con gran gusto.

Pasada esta escena de la piscina, Johanna y yo nos sentamos a tomar algo de sol y descanso en el borde viendo como mi hermana, se colocaba de nuevo en posición de perrito pidiendo ser penetrada, dejando ver en sus verdes ojos que quería más. Juan dijo a Johanna que ahora era su turno que metiera en su boca su pene con todo y testículos que quería una buena chupada como solo ella sabia hacerlo, y que yo mientras la lamiese el ano y todo el trasero a mi hermana que le hundiera mi lengua en el ano hasta hacerla venir, que dejara mis dedos entrar en ese hermoso agujerito sin compasión.

Las 2 muy obedientes nos dispusimos a realizar lo que este tipo nos pedía. Tome por las nalgas a mi hermana y me devore cada uno de sus poros hasta llegar a la zona de su ano donde con todo detalle aprecie como se encontraba roja y algo irritada pero de paso muy sensible con solo el roce de mi nariz ella se estremecía, de nuevo volví a tener sentimientos encontrados, el primero de ellos era de temor me imagine que si mi hermana que ya tenia experiencia en el sexo anal con hombres lo tenia así, el mío quedaría destrozado al recibir esa gorda verga, pero del otro lado de ver como con solo unos roces mi hermana lloraba de placer, quería también experimentar esa sensación.

Mientras me deleitaba con su ano, penetrándolo con mi lengua y con mis pequeños dedos, Johanna lamía el ano de Juan, lentamente incluso vi. Como le hundió un par de dedos haciéndolo brincar, lo estaba penetrando, sin quererlo eso estaba produciendo en mi excitación, el tenia los ojos cerrados y se le notaba que gozaba, luego siguió ágilmente lamiendo hacia la cabeza del pene, con la punta de su lengua se la hundió en el hueco por donde se orina. Lamiendo cm. a cm. su gordo pene, cerro también sus ojos ella logro hacer crecer ese pene al máximo, como este creció dentro de su boca al llegar al máximo ella no pudo aguantar mas y lo dejo salir, este como impulsado por un resorte salio fuera, el lo apunto hacía mi, me pido que volteara a ver su pene, y que me abriera de piernas lo que mas pudiera, Diana se volteo y miraba también, el se acerco hacia el lugar donde me encontraba con mis piernas bien abiertas coloco la cabeza de su pene a la orilla de mi vaginita girándolo logro introducir la puntita, por lo gorda no entro con facilidad, lo que me produjo algo de dolor, pero no se los negare mi excitación podía mas y quería probarlo todo, pero este sujeto viéndome a los ojos me dijo que no fuera impaciente que aun no era mi turno que mejor viera como las otras se lo tragaban todo. Diciendo esto se sentó y pidió a Diana que lo cabalgara, siendo así nuevamente el agujerito trasero el receptor de ese pene. Johanna lamió mi ano hasta hacerme orinar de placer. Ágilmente mi hermana se coloco este pene a la entrada de su ano y de un solo golpe se lo ensarto hasta el fondo, brincaba de placer sus ojos brillaban de gusto, así duro como 15 minutos, el la tomaba de sus pechos pellizcando sus pezones hasta ponerlos morados, pero para sorpresa de todas, después de ese lapso de tiempo, su pene seguía durísimo, el lo saco y viendo que el ano de Diana ya esta demasiado enrojecido se alejo de ella, acercándose por detrás a Johanna la ensarto mientras ella, así en 4 patas hacia con mi clítoris lo que quería lo mordía, lo lamía, lo halaba en fin lo que deseaba lo hacia. Mi hermana quedo allí, tendiéndose en el piso, comenzó a masturbarse agitando como loca su clítoris y penetrándose con sus delicados dedos. Johanna brincaba de gusto su casi inexistente y huesudo trasero era embestido con toda la fuerza de Juan quien tomándola por la cintura la empujaba hacia el, ella alcanzo un orgasmo justo en el momento en que el mas impulso tomaba, para penetrarla analmente. A pesar de esto ella no dejo nunca mi clítoris, lo que me tenia casi muerta, y me vine a chorros, mi pobre clítoris estaba rojo incluso diría que morado del dolor, debido la pasión y la furia con que había sido devorado por esta delgada e insaciable niña. Mi hermana perdida por la acción también logro provocarse un orgasmo.

Agotados todos, Juan pidió que subiéramos nos aseáramos y nos colocásemos unas cosillas que el nos había dejado en una de las habitaciones, mientras el se encargaba de la cena pues ya era hora y teníamos que comer algo para recuperar fuerzas.

En una de las habitaciones que se encontraba abierta, se encontraba un tocador inmenso, y en la cama hallamos 3 vestidos de color negro, eran transparentes de una lycra muy fina, bastante cortos diría yo. Al lado se encontraban ligeros para las 3, además de unos aretes y collares bastante finos, en el tocador se encontraban al menos 6 consoladores de diferentes tamaños y groseros. Al levantar el vestido mas pequeño supongo que era el mío, vimos 3 hilos dentales, que la verdad parecían de mentiras a duras penas cubrían la raya del ano y por el frente un mini triangulito que cubría la zona vaginal. Al verlos me sonrojo y me dio algo de risa pues no imagine que una mujer fuera capaz de usar eso, ni mama usaba cosas tan diminutas.

Nos quedamos hay observando incluso Diana hacia bromas con los consoladores, jugando a que nos penetraba con ellos, unos minutos después nos dirigimos al baño y nos metimos en la tina, entre las 3 nos bañamos acariciando suavemente nuestras cositas, y bajándonos muy cuidadosamente nuestros anitos, pues al parecer seria una larga noche, para ellos.

Al terminar nos dirigimos a la cama a buscar nuestros vestidos, ellas fueron las primeras, en hacerlo, lucían divinas parecían 2 prostitutas, listas para ser devoradas y para venderse a quien mas ofreciera, con aquel vestuario se veían divinas. Por lo ceñido de los vestidos el trasero de mi hermana lucia enorme e imponente, esta bien paradito y redondito se veía jugoso. El encanto de su amiga era que por lo alta y delgada se veía imponente y por lo cortos se veían sus vaginas al menor movimiento, las 2 bien afeitadas con labios rosados y jugosos. Era mi turno me vestía con ayuda de ellas pues obviamente por mi corta edad nunca había lucido dicho tipo de vestuario. Al terminar ellas me observaban sorprendidas y me separaron mis piernas para ver mi hermosa vagina, casi desnuda y a merced de lo que quisieran hacer con ella. Al no tener aun vello se veía como una fruta dorada y jugosa.

Estando peinando nuestros cabellos escuchamos los gritos de Juan que nos pedía que bajáramos que ya estaba la cena lista, que no olvidáramos los juguetes que la sala seria el lugar para la lujuria de esa noche.

Hechas unas diosas las 3 bajamos las escaleras con nuestros atuendos y con zapatos de tacon alto, collares y demás nos dispusimos a tener una noche de sexo sin limites. En ese momento sonó el celular de mi hermana, era mi padre diciendo que nos fuéramos ya para la casa, no eso no dije yo, para mi alegría mi hermana logró convencer a papa que nos dejara quedar allí.

Llegamos al comedor, que estaba lleno de viandas y algunas botellas de champaña, Juan solo vestía un bóxer que le marcaba el trasero haciendo que se viera enorme su pene estaba en reposo, situación que no duraría mucho. Nos pidió que nos sentáramos y que disfrutáramos de la cena. Todo estaba delicioso al terminar hicimos un brindis y nos dirigimos a la sala era la hora del postre.

Ellas se sentaron dejándome en el centro, Juan no estaba dispuesto a esperar demasiado, nos pidió que nos colocáramos de espaldas, apoyadas en unos cojines nos dijo que levantáramos bien nuestros traseros, que quería observarlos mejor. Se acerco a nosotras despojándose de su bóxer, centro su atención en mi, inclinándose hacia mi comenzó a halar el hilo dental con sus dientes lo que me encendía a medida que lo hacia. Luego me lamió mi rayita trasera, quería borrarla, lo hizo con lujuria y pasión, despojándome de dicha prenda se dedico a lamer mi ano, y sin dudarlo me penetro con su dedo mas pequeño, con suaves giros lo hundía todo, luego de un par de minutos metió no solo uno sino esta vez 2 dedos, lo que me hizo tender por completo mi ano no podía, mis ojos se llenaron de lagrimas esos 3 dedos aunque no entraban en su totalidad si me hacían sentir dolor, a lo que mis acompañantes respondieron besándome en mis oídos, y luego en la boca que placer, una a cada lado volteaba para entrelazarme con una lengua, luego con la otra en un leve giro eso era muy pero muy delicioso, casi hacia que olvidara lo que Juan hacia con mi ano.

Ninguna noto como el pene de Juan ya estaba totalmente erecto, y sin pensarlo dos veces lo coloco en mi orificio anal, se arrodillo lo lamió y escupiendo dentro se puso en pie y lo empujo, al comienzo mi ano no lo dejaba entrar a lo que el presiono con mas fuerza y ya no puede mas me deje caer, entro todo, sus 17 CMS me hacían suya, el dolor y el calor que sentía era muy fuertes, Diana intento voltear a mirar pero el con un fuerte grito les dijo que no. Tomándome por la cintura me lo hundía mas el dolor seguía pero ya mi ano recibía a ese extraño con mas facilidad, ellas meneaban sus traseros y lo único que podían hacer era mirarse entre ellas, cuando sentía que mis delgadas piernas se doblaban me alzo con sus fuertes brazos, me dio la vuelta y quedando cara a cara nos besamos, pero el no estaba para miraditas, nuevamente me hundió sin compasión su pene, esta vez al entrar no dolió tanto como la primera. Mi ano y su pene ya se sentían uno, colocándome de frente y en sus brazos por instinto brincaba con todas mis fuerzas

Lo que provoco que el terminara viniéndose con un chorro de semen en mi ano y yo la vez producto del dolor orine con todas mis fuerzas sobre sus piernas.

El sonrió y me dejo caer rendida en el sofá, mi vestido se mojo todo, a lo que el pido a Diana y a Johanna que me desnudaran por completo. Así lo hicieron, cuando ellas lo hacían me abalanza a los brazos de mi hermana, y la bese con profunda pasión, mi ano me dolia muchísimo, pero igual ya no era hora de arrepentimientos, Juan quería mas pido Diana que se la pusiera dura que aun faltaba un agujerito por probar.

Así fue con fuertes lenguetazos de nuevo ese pene estaba listo, ahora mi vagina seria su victima, mientras Johanna con agilidad y con la ayuda de un consolador preparaba mi vagina para el pene de Juan, ayudada con la lengua de mi hermana que devoraba en si totalidad mi clítoris hasta provocarme fuertes espasmos. Tomándome de mi traserito de nuevo me levanto y suavemente con la ayuda de mis amigas de aventuras quienes separaban mis labios vaginales, su pene entro con facilidad en mi vagina, por instinto moví mi pelvis hacia delante para que me penetrara con más profundidad y facilidad. Para mi sorpresa hay brincando como loca de placer, pensé que su pene ya estaba todo dentro pero no era así, de un salto fuerte que di, me hundí esta vez todo su pene, ahora si sentí dolor intente escapar de ahí pero no pude, el me dijo que descansara un poco, que no había ningún afán. Mientras observamos como Diana y su amiga se despojaron de todo la ropa menos del liguero, Diana tomo a su amiga con fuerza abalanzándola contra el sofá en que se encontraban, le separo sus piernas y se dispuso a darle lengua a ese rico clítoris que se le presentaba a su disposición para hacer con el lo que fuera.

Tomo en sus manos un consolador no muy gordo pero si bastante largo y sin piedad lo hundía en la vagina de Jhoanna quien se lo gozaba entero, en un par de minutos como 20 cm. de consolador estaban dentro y mi hermana no dejaba de hundirlo dándole vueltas, sacándolo y volviéndolo a meter.

Excitado por esto Juan tomo de nuevo el ritmo de la acción y recostándome en el piso sobre la alfombra, se dispuso nuevamente a penetrarme, así fue mi vagina después de no se cuento de ser penetrada ya no daba mas, pude prevenir que estaba por venirse, y de repente saco su pene y me pidió que abriera mi boca, para recibir un fuerte chorro de semen, esta vez el sabor no fue tan desagradable.

Asi fue mi primera vez con un hombre, la noche siguió con sexo para todas por igual después de descansar Juan lo hizo con Diana y con Jhoanna y ellas conmigo, fue una noche cargada de sexo, a eso de las 12 PM caimos todos rendidos y dormimos profundos hasta el nuevo dia.

Espero sus comentarios, esta la proxima. Laurita.