De mujeriego a mujer- ya me veo como mujer

En este relato cuento los momentos previos a salir de esa habitación en la que estaba encerrada. Tenía muchas ansias de salir

Han pasado casi seis meses desde que fui secuestrado. Según indica la pagina que solo puedes conectarte en esas redes de la Deep Web, casi llego al puntaje para salir de esa habitación, eso me llenaba de ansias, temor, dudas, mi cabeza era un manojo de ideas confusas; el pasar por mis rutinas de aseo y feminización me mantenían en actividad, pero las noches....oh las noches eran otra historia.

Cada vez que despertaba, al verme en el espejo la imagen que se reflejaba era el de una mujer hermosa: desde mis pies, a la cabeza. cuidando siempre la perfección: uñas, maquillaje, siempre depilada, saber combinar cada elemento, cada toque. Lo que me tomaba horas casi eternas a ahora solo dos o tres, lo aceleró el dispositivo que me implantaron basado en estimulación y castigo, lo que me forzó a superar mis tiempos y mi ojo para siempre lucir atractiva y...apetecible. Como parte de este proceso de transformación era necesario imitar a actrices porno, modelos, cantantes, tenía que reproducir con exactitud todo desde el maquillaje, la poses, las expresiones. Al comienzo me salía muy burdo, se me venía como un hombre amanerado con ropa de mujer, no se me veía como ellas. Pero a los dos meses de seguir esas rutinas ya hacia las cosas de manera más natural. También me era muy difícil bailar como mujer, ser sensual, comencé a odiar que se me viera así, el solo hecho  de que sepa que en cada rincón de mi encierro hubiera ojos que vigilaran y juzgaran cada movimiento era humillante, terrible-oh dios mío como me esforzaba por hacerlo bien y ver que mi puntaje bajaba ya era suficiente penitencia, pues me alejaba cada vez de la libertad.

En la tv pasaba el video de mí mismo bailando, me sentía muy mal cuando se burlaban de mí, que me dijeran maricón feo, o cosas por el estilo, ser juzgado con crueldad y mofa, tener que pasar una hora diaria al final de mi jornada de pie escuchando y si trataba de desviar la mirada, de ignorarlos, el tortuso aparato se activaba; afortunadamente y justo en esos dos meses que les digo los comentarios comenzaron a cambiar poco a poco de esos insultos, a piropos, morbosidades groseras que yo también usaba cuando era mujeriego, y comenzaba a sentir una extraña sensación de orgullo, pues sabia que les empezaba a agradar, que empezaba a superarme, comenzaban a gustarme.

Además en ese sistema de calificación que te permite la página esos comentarios también tenían opciones que iban con calificaciones de persimo, regular, bueno a excelente. Puntajes que me acercaban o me alejaban lo que acercaba a la meta. Entendí rápidamente que si no generaba ese tipo de comentarios era imposible salir de ahí al menos de la habitación. No sabía lo que me esperaba afuera, pero ya no soportaba la soledad, necesitaba socializar con otras personas, necesitaba sentir el tacto, los aromas...las miradas.

Una de las cosas que estuvo en mi mente es que cuando e ponían los videos que tenía que imitar comenzaba a ver a las mujeres de manera diferente, hasta en escenas de sexo extremo que me ponían me fijaba más como se había hecho su maquillaje, sus uñas, me imaginaba como me quedaría su ropa o lencería , y pensaba en que si podría de alguna manera conseguir esos accesorios; lo más extraño es que comenzaba a juzgarlas, que si una era horrible, que si otra no sabía combinar sus ropa, empezando a afirmarme que yo era capaz de verme, hacer y ser mejor, que solo me dieran oportunidad y seria libre al fin.

Mi cuerpo como les conté ya se veía más femenino que masculino, había bajado bastante de peso acostumbrado a la poca comida que me daban, toda de dieta, Mi tutora me dijo  que era alta en fitoestrogenos, también me habían hecho un tratamiento hormonal con la comida, le pregunté a los dos meses  porque notaba vambios en mi cuerpo.

Tutora: En realidad todas las que viven acá tienen que seguir este tratamiento, es mejor para la transición- diciendo esas palabras de manera casi consoladora, como una madre a su hija que esta pasando por la madurez.

Me di cuenta porque me sentía así a veces, tan sensible, eran las hormonas, también porque me sentía débil y delicada,  como si una simple caída me pudiese fracturar un hueso, lo cual me empezó a llenar de miedo, terror a hacer movimientos bruscos, golpearme, pisar el suelo con demasiada fuerza, agradecí entonces las lecciones de movimientos, las poses finas y femeninas, ya entendía que si queria estar sana debía actuar así. Mi testosterona la habían bajado casi al mínimo, mi pene se había hecho bien pequeño igual mi escroto

Tutora: hasta este momento has perdido tu capacidad de producir testosterona, ese cambio ya es irreversible, es necesario que te lo sumistremos por temas de salud, no te preocupes, nosotras cuidamos a nuestras chicas, pero sobre todo vas a tener más estrógeno en tu cuerpo. Tienes suerte, ya vimos cómo son las mujeres de tu familia, son bien tetonas y culonas así que vas a desarrollarte así. Las tetonas y culonas naturales tienen más exito la casona.

Me puse a llorar como mujer, en realidad ya me había salido unas tetas muy pequeñas y mis cuerpo tenía curvas. Mi cuerpo se habia hecho como la de la rapera Iggy Azalea. No la había escuchado, pero  dentro de mi proceso de feminización tuve que imitar muchos de sus videos, desde maquillarme, me daban la ropa exacta que la de los videos. Como las de ella, eran mis tetas, y culo.  Dentro de mi rutina tenía que imitarla sus coreografías, me dijo que teníamos que hacer shows y la música urbana era una de las principales cosas que teníamos que aprender, sobre todo esas de culonas que mueven el trasero. El culo de esa cantante era muy parecido al de mis primas y una hermana mia.

Mi tutora aparecía para ordenarme dormir, despertar, controlaba todo, también sonaba ocasionalmente un silbato y sabía que debía bailar, mostrar que era una bailarina sensual, caliente....ardiente...sin inhibiciones. Por las”noches” mi cerebro era victima de sueños, hombres con miradas lascivas, miradas morbosas, manos gruesas que manoseaban todo mi cuerpo, por eso decía que descansar me era difícil, pues el ardor del deseo empezaba a llenarme y ya no podia desfogarme, ya no podía....oh como quiero terminar,  y despertaba llorando, llorando como una mujercita ansiosa y débil, pues sabía que la única manera de satisfacerme era salir, salir y que un hombre me tomara.

Este relato me ayudo Karoll DF, te lo agradezco nena, me encanto tu aporte. Puedes escribirme a dianalgona@outlook.es