De mi amigo Carlos

Esto es lo que me va contando mi amigo Carlos de experiencias con su padre

Esto me lo contó mi amigo Carlos que ahora tiene 48 años :

Una de las últimas veces que le duchó su padre sería cuando tendría unos 15 años; ésta vez en el campo, después de recoger cosas en el garaje y comenzar a tirar el falso techo en mal estado para luego rehacerlo.

Les habia caido encima todo tipo de porquería, así que se quitaron toda la ropa excepto los slips y se sacudieron lo más gordo, y luego entraron al baño, se sacaron los slips y entraron juntos en la ducha juntos para lavarse. Como costumbre, el padre de Carlos le lavó el pelo, le enjabonó todo el cuerpo y luego se enjabonó él. Como habían sudado mucho el padre de Carlos se lavó bien el prepucio dejandolo bien a la vista, y con la intriga Carlos le miraba fijamente a lo que su padre le explicaba la importancia de hacerlo bien, que a él ya le tocaría cuando “le crezca” la suya…pero la curiosidad fuá más grande y le pidió si podia hacerselo a él para ver como era.

Dudo un poco, pero le dijo : “va, rápido” y Carlos le bajó la piel y dejó a la vista el prepucio, le lo tocó y pasó la mano alrededor, y luego le subió otra vez la piel pero apenas le cubría porque ya el padre la tenía morcillona… le acarició las bolas y el padre  comenzó a echar agua para enjuagarse los dos. Carlos se daba la vuelta para enjuagarse bien y sentía la polla morcillona de su padre rozarle, y al salir de la ducha le dijo que gracias por enseñarle cosas de hombres.

Cuando Carlos tendría unos 16 años, estaba toda la familia disfrutando las vacaciones en la casa de campo, después de hacer cosas como siempre hay algo para arreglar, Carlos termina de recoger mientras su padre se va a duchar. Al cabo de un rato entra Carlos al baño y le pregunta a su padre si le falta mucho, y aunque estaba acabando se mete en la ducha con su padre y le dice “total, ya nos hemos duchado más de una vez juntos…”. El padre de Carlos no dijo nada, como sorprendido porque de eso hacían muchos años y su hijo ya era un tío! Pero Carlos comenzó a echarse champú y enjabonarse el cuerpo salpicando a propósito a su padre por lo que comenzaron a jugar con ello, y cuando su padre le dijo “bueno, ya! Que la tienes morcillona…y no quiero…”  Carlos le recordó :”a ti también se te puso morcillona cuando me enseñastes a lavámela… “, le cogió su polla suavemente, le bajó la piel dejando aparecer el prepucio, le enjabonó bien toda la zona bajando hasta los testículos acariciando con la otra mano toda la polla ya en erección. Su padre estaba en éxtasis por la cara que tenía. Le agarró su polla e hizo igual, acariciandola entera, conociéndo aquella polla tan diferente de lo que recordaba del niño, y terminaron en una buena paja.

Después de aquella experiencia, Carlos se hizo muchas pajas, algunas con su padre, sea con alguna pelicula o simplemente por diversión.

Ya no se cortaba delante de su padre cuando le apetecía y una vez con un amigo-colega de pajeo que alucinó con la maestría del padre para dar placer… Terminaron probando el 69, follándose al padre quien fué el unico que lograron penetrar y descargaron toda la leche sobre su vientre.

Quedaron las pajas entre padre e hijo, siempre tiernas y emotivas, y llenas de recuerdos agradables… Ya de mayor, cuando Carlos visitaba a su padre se tomaban un momento de diversón entre los dos.