De maltratador a buen hijo
Un maltratador separado y condenado a terapia psicológica y exiliado de su ciudad, vuelve a vivir con su madre. Allí acudirá al tratamiento médico impuesto por la jueza
La sentencia fue relativamente benévola para todo lo que hice en mi matrimonio, ahora reconozco que quizás mi condición de hijo único y tener todos mis caprichos, me llevo a maltratar a mi esposa con la que me casé muy joven.
Laura era mi novia de toda la vida, y aunque ella me quería, finalmente y con todo lo que me sobrepasé, me denunció y fui condenado. La sentencia eran dos años de cárcel o tratamiento sicológico que me hiciera ordenar mi carácter y dejar de ser un misógino en toda su palabra.
Perdí mi casa y a Laura, ahora en la distancia la echo de menos, era ella bajita, morena muy guapa, no tuvimos hijos y conserva la línea muy bien, un buen cuerpo que me atraía y follaba cada vez que quería, obligándola si era preciso, pero quiero dejar atrás esos episodios y aunque en ocasiones me masturbo pensando en ella, no me puedo acercar a verla
Es por eso, que sin casa y donde ir, tuve que regresar a casa de mi madre, a bastantes kilómetros. Dejar la capital fue duro, tener que regresar a la ciudad de provincias donde me crie, aún mas. Nunca tuve buena fama en el barrio, mi carácter caprichoso y a veces violento se guardaba en la memoria de todos
Cuando baje del autobús nadie me esperaba, así que caminé bastante hasta llegar a mi casa, un pequeño edificio linde con las vías del tren, una casa muy modesta, donde mi madre y mi abuela vivían con su pensión.
Mi madre me recibió con cariño pero con un poco de miedo, sabiendo de mis arranques violentos. Yo lo comprendo y solo de pensar que podía ir a la cárcel, procuraba contenerme en todo momento.
Recuerdo cuando al no tener el almuerzo que me apetecía, rompía todo a mi paso, incluso llegue a pegarla alguna vez, como le quitaba el dinero o no hacia absolutamente nada tirado todo el día en el salón, hasta la culpaba de ser lampiño y calvo desde muy joven, tengo un cuerpo aniñado que nunca he podido mejorar.
Mi madre todos la llaman Tina, tiene 55 años ella es de estatura alta para ser una mujer, no tiene apenas pechos pero tiene un culo muy grande y ancho, siempre la comparé con sus vecinas y mas de una vez la llamé planeta y otras lindeces, y que no me extrañaba que mi padre le pusiera los cuernos, etc,… todo inventado pero todo para hacerle daño. Ahora es viuda y hace una vida recogida.
Mi abuela Yaya, esta bastante bien para sus 74 años, todavía tiene figura y es igual de alta que mi madre, no tan culona, pero sin con algo de pecho que a su edad todavía se le nota. Ella es de mucho genio, muy mandona, quizás yo herede mi carácter de ella.
Como dije pase la tarde en el salón conversando de cosas sin importancia, ninguna quería decirme nada y ni se atrevían, sabían que como no me gustara la conversación me alteraría.
Mañana tenía mi primera cita con el sicólogo, así que me acosté temprano y di un repaso a muchas cosas.
Me levanté temprano y ya tenía el desayuno puesto en la mesa y mi madre sentada al lado, no me decía nada, yo simplemente lo tomé y me despedí, no tenía nada de que hablar y ya me hartaba estar allí, sin poder estar a mis anchas, pero era lo que me esperaba, no tenía a donde ir
Tome al autobús y llegue a la consulta en un barrio al otro lado de la ciudad, no lo podía creer, me tenía que aguantar que encima la terapia fuera con una doctora, estaba seguro que el juez o quien fuera lo había hecho adrede, de hecho fue una jueza la que me condenó, gracias a la denuncia de mi esposa y del centro de defensa de los derechos de la mujer o así, otra mujer.
O sea que todas las mujeres no hacían más que joderme la vida y eso me irritaba bastante, serán putas, pensaba yo…
Dra. Araceli Sánchez, (terapia familiar y problemas de comportamiento)
Sin ninguna gana, toque en la puerta y me abrió una señorita, bastante fea por cierto, ya entrada en años que me acompañó a una pequeña sala de espera. Yo entregue la documentación y espere.
Como a la media hora salió la doctora a recibirme, era una mujer de unos cuarenta y largos, rellenita, con el pelo largo, recogido en un moño alto, gafas bifocales y 3 grandes lunares que en línea recta iban desde su ojo izquierdo hasta el mentón.
Vestía una suéter escotado y una bata blanca, y falda (que puta pensé yo, como lo hacía de todas las mujeres y le miraba con descaro el escote). Su habla era de tono muy autoritario como si se las supiera todas.
Ella sin viso de darse cuenta me invitó a pasar y me indico que me tumbara en un diván.
- Bien, veamos, su nombre es Jano Stone ¿es usted inglés?
- No, mi padre lo era, yo soy de aquí
- Entiendo, ¿sabe porque está aquí? Ha tenido un grave problema y por orden judicial debe usted estar en esta terapia. Por mi parte vamos a tratar sus problemas e intentar solucionarlos, pero debe usted poner de su parte
- Yo no tengo ningún problema
- ¿Entonces que hace aquí?
- Yo,..esto…
La gorda doctora esta, me estaba arrinconando, una mujer, que se había creído, mi genio estaba a punto de explotar, pero me aguante, recordé de inmediato la sentencia
- Está bien, que debo hacer
- Por lo pronto, relajarse, le noto tenso y poco receptivo, es importante que se deje llevar y sea sincero. Debe saber que mis métodos son un poco ortodoxos pero de resultados excelentes, le aseguro, que vamos a solucionar lo que le ha traído hasta aquí y que será un hombre nuevo (¡que razón tenía!)
L a sesión duró más de una hora, y convinimos sesiones en días alternos incluido fines de semana, yo supuse que con lo fea que es mi doctora, pues normal quien iba a salir con esa mujer
Las sesiones se iban repitiendo y se notificaban al juzgado, en ese aspecto estaba tranquilo. En mi casa todo el día echado o salía a perder la tarde por ahí, las vecinas procuraba no saludarme, (vivo en un edificio ya viejo y todos los vecinos lo son, casi todas viudas o separadas, o sea que casi todo mujeres)
Ya en mi casa no tardó en salirme el genio y protestaba por no estar el agua caliente, por no tener la cena que me gustaba, discutía con mi madre y con mi abuela que me replicaba pero la mandaba a callar. Hacía mucho calor en la casa, da el sol de tarde, así que siempre estaba en slip, sin ningún pudor, ellas me decían que me vistiera pero yo no hacia ni caso.
Paso un mes, y la doctora me indico que una vez explorado lo que necesitaba empezaría de verdad el tratamiento, así que debía tomarme una pastilla en cada sesión, me dijo que simplemente era un relajante muscular
Accedí y me la tome, pero al acabar la sesión no recordaba nada de lo hablado.
Ese día al llegar a casa mi madre, no discutí, simplemente vi la televisión y me acosté. A la siguiente sesión ocurrió lo mismo, no recordaba nada, y al llegar a casa nada, solamente ver la televisión y me acosté
Así pasaron varias semanas, yo notaba a mi madre algo cambiada, estaba más habladora, la notaba como feliz y mi abuela me sonreía al verme entrar.
Por mi parte no notaba nada especial, solamente yo mismo me preparaba el desayuno, pues me levantaba últimamente más temprano y no pasaba nada por hacérmelo
Continuaba visitando a la doctora la cual le gustaba siempre vestir suéter, yo me fijaba en cada uno de ellos y en su escote que me parecía precioso, pensaba que si se quitaba el moño debería estar muy follable, pero… que digo, con esos lunares, no…, estoy idiota
- ¿Cómo va todo Jano?
- Pues igual supongo, no sé
- ¿Has tenido ataques de ansiedad o cambios de carácter?
- Pues ahora que lo dice, no, creo que no
- Estupendo, vas muy bien, tomate la pastilla por favor
Así lo hice, cuando era consciente ya estaba de vuelta en casa de mi madre, fui directo a ducharme y tendí la toalla y puse la ropa en el cubo para lavar. Fui al salón y me senté, me di cuenta que era muy temprano, ya ni siquiera salía a la calle, hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Tampoco me apetecía, así que me quede viendo la televisión, programa de cotilleos que miraba mi abuela pero no cambie el canal, simplemente me quede allí con ellas dos viéndolo.
Al anochecer mi madre preparo la cena que tome sin protesta y me fui a dormir, incluso di las buenas noches. Me pareció ver a mi madre cambiada en algo, no sabía, creo que era su peinado, el caso es que la veía mas feliz cada día, ella me sonreía siempre.
El siguiente mes, seguía con la terapia, en esta ocasión además de la pastilla debía redactar diferentes cuestiones que se me planteaban, pero era incapaz de recordar posteriormente lo que había escrito.
Llegué a casa de mi madre y solté unas bolsas, me quede mirándolas (¿Cómo ..?) en el bolsillo tenia un papel escrito por mi madre con una lista de cosas que hacían falta. Y yo las había traído e incluso me fijé que había puesto la vuelta encima de la mesa
Mi madre entro en la cocina y me dijo
- Que bueno, muchas gracias cariño, gracias por haber ayudado a tu madre, yo no podía
No lo podía explicar pero al ori esa frase, noté una erección en mi polla, ¿Qué tenia que ver una cosa con la otra?. Yo la miré y le dije de nada y me fui a mi cuarto, me tendí un rato y las palabras que dijo mi madre las repetía una y otra vez “que bueno, gracias por haber ayudado…”, y me sentía realmente bien, a gusto
Ya era hora de almorzar, fui a la cocina y puse la mesa y los cubiertos, mi abuela desde la puerta me miraba y sonreía
- Hola Yaya
- Hola cariño, ¡Qué buen nieto, poniendo la mesa, como se agradece!
- Bueno no es nada que….(y noté que me empalmaba otra vez, notaba mis orejas rojas, estaba como cortado, me puse de espaldas a ella, se notaba mi polla erguida por el slip)
- ¿Dónde, donde está mi madre?
- Fue a comprar no se qué, que enseguida volvía
- Vale pues la esperamos
- Tranquilo ya la espero yo
- De eso nada Yaya, los dos
- Pues será la primera vez que esperas tu por algo
Si, la verdad que me quede cortado mirándola, yo diciendo de esperar, no era propio de mi, pero bueno tampoco importaba demasiado, me acerque a mi Yaya y…
- ¿Y tú bastón? Ven te ayudo a sentarte
- Oh gracias Jano, que bueno eres
Y volví a empalmarme, esta vez tuvo que darse cuenta, pues fue justo cuando ella se sentaba y yo estaba a su frente
- Vaya no recordaba que ,…desde que eras pequeño…vamos que…¿estás bien?
- Yo estoy todo lo bien que tú quieras que este
- ¿Cómo dices?
No sabía que me pasaba por momentos, contestaba sin pensar, pero luego recapacitaba y no sabía porque lo había dicho, algo me ocurría, de hecho seguía frente a mi abuela en slips muy empalmado y sin querer moverme, era como una satisfacción estar así, me sentía bien
- Es increíble como a tu edad, Jano no tienes ningún pelo en tu cuerpo, a ver, date la vuelta
- Si Yaya
- Y por la espalda tampoco, eres …acércate a ver que es esto
Y yo me acerqué de espaldas, mi Yaya se puso a pasar su mano por la espalda acariciando todos mis lunares, yo tuve que intentar bajar mi polla con la mano, pues estaba totalmente tiesa, era mi abuela, pero yo sentía manos de mujer y me gustaba mucho
- A ver los lunares de frente Jano
- No, abuela ahora no
- Es un momento nada mas, ¡gírate!
En mi cabeza sonó como una orden, que no podía eludir, tenia que cumplirla y me gire, con mi mano tapaba mi polla erecta. Mi abuela iba revisando mi pecho y barriga, tocando mis lunares, yo me sentía cada vez mas nervioso y excitado, notaba como sus manos me encendían, quería que siguiera, deseaba quitarme los slips y dejar brotar mi polla, que se estirara.
- Yaya por favor
- Es un momento nada, mas quiero revisar bien los lunares, a ver quita los brazos
- No Yaya, por favor….no…mmmfff (que me pasaba estaba muy excitado y no me podía controlar estaba a punto de…)
- Que quites los brazos te digo
Yo cambié miraba para su escote desde arriba y estaba tan caliente que y ano razonaba, separé mis brazos y como un degenerado me bajé los slips y…
- Si Yaya, mirame bien, mirame bien, por favor, hazlo mmmm
- Jano, por favor ¿Qué haces?,…pues si….que …..vaya bien dotado si que estas. Bueno creo que ya esta bien
- ¿Estas segura Yaya, yo coreo que no, mirame anda por favor mirame?
No me reconocía estaba tan caliente, que no razonaba, una sensación de vergüenza y excitación recorría mi cuerpo, me abalance sobre la mesa de la cocina y me incliné separando mis piernas, cogi la de mi abuela y la puse en mi nalga para que mirara mi piel
Ella bien por miedo y no contradecirme o por curiosidad, lo hizo y me acaricio todo mi culo, ella seguía y no se atrevía a parar pues me oia gemir hasta que…
La puerta de la casa estaba siendo abierta, sin duda era mi madre que volvia, yo desperté como de un sueño y al verme asi, me puse los slips y fui a mi cuarto corriendo a ponerme unos pantalones.
En la comida apenas hablamos, yo no sabia que decir y mi abuela callada pero sin dejar de mirarme, aunque me pareció que sonreía de vez en cuando para ella misma.
Cuando acabamos, me puse a hacer café y serví 3 tazas sin que nadie me lo pidiera, la sorpresa de mi madre fue mayúscula y…
- Que sorpresa, que hijo tan bueno tengo
Fue oir esa frase y sentir como me venia un ardor interno que me excitaba otra vez, si, me sentía muy bien y a gusto, no sabia que relación tenia pero me volvía a empalmar además me daba por contestar alguna frase educada
- Es por las dos Mama y Yaya, que menos, teniendo a estas…dos…bellezas en casa
Me sonrojé ¿Qué me pasaba?
- Jajaja, vaya pues muchas gracias, estamos muy contentas las dos
- Mmmmfff, y trataba de contenerme y miraba la taza, pero estaba muy empalmado otra vez (oir que estaban contentas por mi me excitaba sobremanera, mi polla latia fuerte)
- ¿Estas bien Jano? Mi madre me toco el brazo
- Yo…mmmmfff….s…si…uum
- De verdad cariño? Te noto nervioso (y me acarició la oreja)
Algo se activo que perdí otra vez mi pudor, me levante de inmediato y sin poder evitarlo, me quite los pantalones y el slips, y totalmente con la polla levantada me puse delante de mi madre y…
- Si mama, estoy bien, y feliz,….porque tu lo estas
- Pero Jano? Ay por favor,… que haces? (mi madre se tapaba la cara con las manos pero sin dejar de mirar a través de ellas
- No lo sé,….simplemente quiero enseñarte lo bien que estoy aquí
Mi abuela solo sonreía y mascullaba que “sensacional, esto es sensacional”. Mi madre por otro lado estaba sorprendida pero su cara sonriente y el que no se moviera del sitio, sino que siguiera hablándome me hizo pensar que tan sorprendida no estaba
- Bueno Jano, esta bien, esta bien, ¿tan alegre estas de estar aquí?
- Sssiiii, (yo era como un autómata, no se porque no lo podía evitar y mi excitación iba en aumento?
- Nostras también estamos felices de tenerte
- MMmmmm de tenerme….¿tenerme mama?...mmm (yo pasaba la mano por mi polla y me la acariciabas para volver a mi posición firme pero de frente a mi madre a la que no dejaba de mirar)
Ella cada vez que me hablaba me parecía mas guapa, mas bella, yo me centraba en sus anchas caderas que sobre salian por la silla, sus piernas cruzadas y su tono de voz que cada vez me llenaba mas, me hacia perder todo mi pudor y aunque era mi madre, yo sentía placer de estar ante estas mujeres, tenia que contestar y tenia que estar allí con ellas
- Estas siendo muy buen niño
- Ohhh,…mmm…¿si?...mmff
- Ya lo creo cariño y la Yaya también lo cree
- S..s…siii? mfff mama yo…
- ¿Qué cariño, dime?
- Yo no se que me…pasa….estoy muy ….ca…caliente (y me puse a masturbarme delante de mi madre)
- Lo sé cariño por eso escúchame bien
- Siii….ohhh
- Córrete, quiero que te corras aquí y ahora delante de la Yaya y yo
Como un poseso me masturbe con ganas delante de mi madre, eyaculando a los pocos segundos y derramando toda mi lefa en sus piernas
Cuando hube terminado poco a poco recupere mi sentido, dándome cuenta de lo sucedido y muerto de vergüenza y sin poder explicarlo, limpié todo con servilletas de la mejor forma que pude y sin mirarlas a la cara
Mañana tengo médico, me tiene que aclarar que me esta pasando