De Madre a Hija

De Madre a Hija.

Hola a todos y a todas los lectores, me llamo Carolina, tengo 43 años, soy casada desde hace 22 años y soy abogada,. Tengo dos hijos un hijo de 22 años y una hija de 19. Mi cuerpo es normal, tengo unos senos normales duros y redondos, unas piernas gruesas y bien torneadas, que hacen juego con un trasero redondito, paradito y bien firme, en fin mis medidas son 89-65-92. Siempre he sido una mujer seria, tímida y rescatada. Mi historia comienza así era un sábado por la mañana mi esposo emprendería un viaje para una investigación de su trabajo así que estaría fuera de casa por casi un mes. El lunes por la mañana comenzó mi día normalmente mis hijos se fueron a la escuela y yo me dedique a mis labores domesticas. Por la tarde me dirigí hacia el gimnasio a donde acudo todas las tardes para mantenerme en forma. A pesar de los años que tengo he notado que muchos hombres se me quedan viendo de pies a cabeza y eso me molesta mucho, en fin ese día me dedique a mis actividades.

Habían pasado un par de horas cuando de repente un joven se acerco hacia a mi y me entrego mi bolsa de trabajo, en donde traía mi toalla y otras cosas, diciéndome que la había olvidado, en la cancha en donde voy a correr. Le di las gracias y nos pusimos a platicar un rato. El tenia 27 años era alto de piel clara, ojos claros y un buen cuerpo ya que se notaba que iba constantemente al gimnasio en fin era muy guapo, se llamaba Héctor.

Conforme fueron pasando los días nos fuimos conociendo mas y el se ofreció a ser mi instructor yo como novata en el gimnasio acepte para que no fuera a cometer ningún error y así aprovechar el gimnasio al máximo. Así fueron pasando los días y cada día notaba que el era mas amable conmigo y aprovechaba cada ocasión para arrimarme su cuerpo, al cual yo respondía alejándome de el. Un día mi hija quedo en pasar por mi al gimnasio, estaba saliendo del gimnasio cuando mi hija llegó, enseguida le presente a Héctor y se saludaron normalmente. Cuando fuimos a casa mi hija comenzó a hacer bromas con respecto a Héctor y solo nos reíamos.

Así fueron pasando los días y conforme estos pasaban el se atrevía a tocarme mas y yo rápidamente me separaba. Un día nos quedamos hasta tarde, solo quedábamos el y yo en el gimnasio cuando le dije que me dirigía a las duchas a cambiarme el se ofreció a esperarme, cuando me estaba yo cambiando sentí que alguien me agarro por atrás, inmediatamente me di la vuelta y era Héctor quien se había metido a la ducha de mujeres, por suerte no estaba desnuda, me agarro y me empujo contra la pared y dirigió sus labios contra los míos yo trataba de safarme pero no podía ante la fuerza de el. El continua besándome el cuello y diciendo cosas como: "que rica esta mami, estas bien buena quiero cogerte hacerte sentir mujer como nunca te lo han hecho sentir", mientras yo seguí tratando de safarme de el. En una de esas mis intentos al fin vencieron y salí corriendo de gimnasio y me fui a mi casa.

Al día siguiente no fui al gimnasio, me metí a bañar, la casa estaba sola y comencé a recordar aquel suceso, sin querer poco a poco me fue excitando aquella situación no podía creer que un joven me deseara tanto. Me seguía bañando cuando tocaron a la puerta pensé que era mi hija me envolví una toalla y fui a abrir la puerta, al abrir me sorprendió era Héctor, este se quedo mudo al verme solamente en toalla, le pregunte que se le ofrecía y me respondió tartamudeando que venia a pedirme disculpas por lo sucedió aquella noche, lo invite a pasar mientras me cambiaba para platicar mejor de la situación. Le dije que me esperara en la sala mientras iba a mi recamara a cambiarme; estando en mi recamara, me estaba empezando a quitarme la toalla cuando mi puerta de la recamara se abrió era el, me sorprendí y le dije: Héctor ¿que haces aquí? El me respondió vine para ayudarte a cambiarte en seguida se abalanzo sobre mi y me quito la toalla quedando completamente desnuda, en ese momento estaba excitada ya que estaba recordando aquella noche en el baño, el se sorprendió al verme desnuda, mientras decía: mujer que rica estas y me tiro a la cama me comenzó a comerse mis tetas como un loco mordía mis pezones, así llego hasta mi vagina que también comenzó a comer, que rico era una sensación única, se desvistió dejando ver una gran verga gruesa y larga, la cual apunto a mi vagina para penetrarme, así fue me penetro, yo daba unos gemidos de autentico placer, solo sentida como la gran verga salía y entraba de mi vagina, a los pocos minutos se vació dentro de mi, saco su verga llena de leche y me la puso en la boca, le limpie con mi boca todos los residuos de su leche pero su verga no perdía erección al contrario mas dura se ponía, agarró su verga y se empezó a masturbar cuando estaba a punto de venirse me dijo que abriera la boca y descargo su leche en mi boca, la cual me trague toda, seguido pensé que hasta allí iba a acabar, pero sorpresa aun tenia pila para al rato, me puso boca a bajo en la cama y apunto su verga hacia mis nalgas, sentí su enorme verga entre mis nalgas tratando de penetrarme analmente hasta que lo logro, sentía un dolor inmenso pero placentero, sentía como su verga salía y entraba lentamente, algunas veces se le salía toda y su verga chocaba con mis nalgas, así me estuvo embistiendo hasta que derramo su leche en mis nalgas, me puso de frente contra el y comencé de nuevo a mamarle la verga como una loca, mientras se la mamaba, la puerta de mi recamara se abrió era mi hija que acaba de llegar.

Yo muerta de vergüenza solo me la quede viendo con la mitad dela verga de Héctor en mi boca. En ese momento sentí que me moría: mi hija al ver tal acto me dijo: ¡mamá que estas haciendo!, yo me quede callada, pensé que mi hija mi odiaría por esto toda su vida, pero oh! Fue mi sorpresa cuando dijo: ¡mamá que estas haciendo y por que no me invitas a disfrutar con ustedes!, mi cara se lleno de asombro igual que la de Héctor, en seguida yo le respondí: ¡ven hija, ven con mami!. Sin pensarlo dos veces mi hija cerró la puerta de la recamara y se comenzó a desvestir, cabe mencionar que mi hija es muy guapa, tiene un buen cuerpo, tiene unas tetas duras y redondas, un abdomen plano, y un culo firme y redondito tiene unas piernas bien gruesas y torneadas como las de su madre.

Cuando terminó de desvestirse se dirigió hacia la cama y me arrebato la verga de entre mis manos y se la llevo a su boca, el solo hecho de ver como esa enorme verga desaparecía al entrar en la boca de mi hija, me excitaba mucho, Héctor se dedico a penetrar a mi hija por el culo como me lo había hecho a mi mientras yo me masturbaba a un lado mientras veía como mi hija era penetrada con una enorme verga y como ella lo disfrutaba, al final Héctor se despidió de nosotras y se fue, dejando a mi hija y a mi bien calientes, mi hija me miro con una mirada tentadora y me dijo: ¡ven mami necesito de tu compañía!, me acerque a ella y comencé a besar su cuello lentamente, baje hacia sus tetas y con la punta de mi lengua les rodee sus pezones los cuales se encontraban muy duros, con la punta de mi lengua húmeda, seguí recorriéndole las tetas, le mordía los pezones mientras ella gemía de placer.

Mientras me dedicaba a chuparle las tetas la penetraba con una mano al cual ella respondía con grandes gemido, fui bajando hacia su vagina la cual esta bien depilada, y comencé a morderle los labios superiores, con mi lengua recorría todo su contorno, luego con la punta de mi lengua la fui penetrando y comencé a comerle su vagina, mordía su clítoris y ella gemía mas de placer, con mis manos me ayudaba hasta que ella se vino en mis labios, enseguida ella agarro y comenzó a besarme en la boca para limpiarme sus jugos, después de eso, se dirigió hacia mi vagina y la cubrió de besos suaves me comenzó a penetrar con sus dedos, poco a poco introducía cada vez un dedo mas hasta que logro penetrarme con su puño, solo veía como su puño salía y entraba de mi vagina, mi vagina ya estaba roja y me dolía pero no le decía que parará ya que me gustaba mucho, a rato me viene en su puño y comenzó a chuparse la mano con mis jugos, en seguida nos abrazamos y nos besamos, mientras me decía: "mami si hubiera sabido que cogías bien rico, te hubiera pedido que me cogieras desde hace mucho tiempo atrás". Así abrazadas nos quedamos dormidas, luego nos despertamos y nos bañamos juntas. En ocasiones mi hija aprovecha que no hay nadie en casa mas que ella y yo y me comienza a coquetear para que me la coja.

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