De macho a prostituta
Mi esposa se cansó de mis abusos y decíde con la ayuda de su amante, transformarme en lo último que pensé llegar a ser.
ANGELA
Mi historia es un poco extraña, mi nombre es Angel, actualmente tengo 23 años, me casé a los 20, con Alicia, mis padres me heredaron una pequeña fortuna que me hacía llevar una vida sin problemas económicos, siempre fui mujeriego me encantaba salir con una o con otra me daba igual siempre y cuando su cuerpo fuera voluptuoso aunque fuera fea, mi esposa durante el primer año de casados la hice sufrir mis infidelidades y por que no decirlo las humillaciones de la que fue objeto, pues a veces llegaba muy tomado y con alguna mujer la cual algunas veces la invitaba a pasar a la casa, lo cual, bueno, a cualquier mujer no le agrada mucho que digamos ver entrar a su hogar la mujer con la que hace unos minutos se acostó con su marido, la obligaba a que le sirviera algo de tomar o en una ocasión, hasta el baño le preparo, cuando no quería hacerlo, la amenazaba con golpearla y en ocasiones lo hice, en dos ocasiones me acompañaron dos amigos estábamos muy tomados y me dijeron: tu mujer está muy bien, pues a mi ya no me gusta conteste si quieren y les gusta pues hagan lo que quieran con ella no dirá nada de eso me encargo yo, fui a su recamara la saque a rastras y pues ya estaba en paños menores y así se las ofrecí y ellos la tomaron, la verdad ya no me interesaba y me importaba poco que se la tiraran mi cuates además me divertía ver como la violaban, fueron varias veces y Alicia no decía nada.
Mi físico no era impresionante más bien era delgado un poco bajo y con facciones que a las mujeres les gustaba decían que me veía "guapito".
Una noche cuando llegué un poco tomado, por lo aturdido no note que Alicia no se comportaba como todos los días, me dijo que quería jugar como lo hacía con las mujeres con quien yo me divertía, estas loca -le dije-
Tu jamás tendrás la sensualidad de mis amigas, Alicia quería atarme, me dijo que lo había visto en una revista, te va a gustar...vamos y te prometo que jamás te volveré a reclamar o tener problemas por que llegas con alguna de tus amigas, eso me intereso, poder llegar sin tener problemas, estas hablando en serio le pregunte, te lo juro contesto- y lo cumplió nunca volvió a reñirme por llegar tomado o con alguna amiga, claro por razones que entenderán más adelante.
Era tentador, y acepte.
Esta bien quiero ver lo ridícula que te ves tratando de ser erótica, pero cumples o te hago cumplir, ya me conoces - no te preocupes mi amor todo va a cambiar, y de que manera cambio...
me desnudo, me ato a la cama con unas cuerdas y sin darme cuenta me inmovilizo quedando totalmente a su merced, no me di cuenta de lo que esto podría significar pero como me podría imaginar... me dio de tomar de una botella y no me hice del rogar poco a poco casi quedé inconsciente, sorpresivamente me cubrió boca y nariz con algo que olía raro y muy fuerte me dio de vueltas la cabeza quise moverme desatarme pero no pude y perdí el conocimiento.
No sé cuanto tiempo paso, desperté con un tremendo dolor de cabeza pero lo más absurdo era que aún estaba atado pero no en mi cama sino en una especie de mesa que no conocía y en un lugar desconocido, grite, grite por no sé cuanto pero nadie acudió, el tiempo pasó empecé a sentir hambre y sed, empecé a desesperarme no sabía que pensar que había pasado solo recordaba algo de lo que había hablado con Alicia y nada más, fue mucho tiempo el que pasó hasta que oí ruidos y una puerta que se habría vi a Alicia y comencé a amenazarla y gritarle pero ni siquiera se inmuto, que está pasando Alicia de que se trata esto, ella solo me veía con una mirada extraña y por fin dijo: te presento al Dr. Ernesto M... desde ahora mi prometido, un hombre como de unos treinta y tantos años se acerco, hola, como estas, - me dijo - todo era confuso no entendía nada, Alicia, no tienes que cumplir la promesa de la que hablamos, sentí un poco de miedo y quise suavizar las cosas, mi amor me contesto Alicia creo que te debo una explicación, mira las cosas están así, te tengo una buena noticia y una mala, la buena es que: voy a cumplir mi promesa, no volveré a reñirte por llegar con mujeres a casa, tomado, por que me pegues, o por ofrecerme a tus amigos para que me violen, que te parece, y la mala es que no podrás volver a hacerlo, Ernesto es mi amante desde hace casi medio año por eso te he soportado tanto pero ya me canse, así que decidimos vivir juntos nos entendemos muy bien, solo hay un obstáculo, tú, me empezó a entrar pánico, suéltenme grité pero todo era inútil, Alicia siguió hablando, te amé pero nunca pensé que llegaras a hacerme tan desdichada, que me humillaras de la forma que lo has hecho, pero por fin se acabó, desde hoy en adelante todo será diferente y no temas si cooperas la vas a pasar muy bien pero si no, pues... también necesitamos tu dinero, los gastos de tu tratamiento son un poco caro y pues es justo que si tu vas a disfrutar de los beneficios es justo que sea con tu dinero, escucha me firmarás los cheques necesarios y si no, no comes ni bebes, por que supongo que tienes hambre y sed pues no has tomado ni comido desde hace casi 24 horas, era cierto sentía la cabeza pesada y una hambre terrible, me siguió explicando las reglas que tenía que seguir: estarás encerrado todo el día por el tiempo necesario, hasta que obedezcas nuestras órdenes y si piensas que diré por tu desaparición de casa pues diré que me abandonaste levantaré el acta de desaparición dentro de 2 días, y al comprobar que sigues firmando cheques supondrán que te fuiste y que estas en algún lugar con alguna de tus amiguitas, Ernesto conoce a amigos en la policía que le deben favores y pues no será difícil armar tu desaparición, bueno pues manos a la obra, bien ahora te explicaré Ernesto me dio una excelente idea para que nos quedemos con todo y que tú estés de acuerdo, sí, tú estarás de acuerdo, sé que no me crees pero así será, por el momento esta casa será tu hogar seguirás encerrado hasta que ya estés en condiciones de vivir sin la idea de querer salir de aquí, de nada sirvió mis protestas, gritos, amenazas, me habían secuestrado.
Firmé no sé cuantos cheques en blanco, el hambre y la sed son malas y brutales compañeras quise revelarme pero solo conseguía que me dejaran sin comer ni beber por uno o dos días supongo que eran días, por que como no podía ver por alguna ventana no sabía si era de día o noche, me daban de comer bien cuando no daba problemas, la comida sabía un poco rara, pero el hambre era más fuerte. Me tenían en un cuarto de aproximadamente cuatro por cuatro metros un pequeño baño y barrotes bastante fuertes era como una celda de alguna cárcel siempre estaba desnudo solo tenía unos cobertores que me cambiaban cada dos días, me visitaban 2 veces al día para darme de comer y beber, hasta eso no me trataban mal, pero el encierro me estaba volviendo loco, pensaba cosas raras mi mente empezaba a perderse.
Un día los dos sentaron delante de mi celda y me dijeron: ¿quisieras salir de ahí? Claro que sí conteste inmediatamente pasaron ideas de fuga por mi mente, muy bien empezó a hablar Alicia pareces más razonable, Ernesto te explicará en que cosiste las condiciones para que salgas de ahí y no solo de ahí si no de esta casa, escuche atentamente sentí que me dejarían libre ya que por lo que podía calcular la cuenta en el banco debía de estar agotada, mira mi amigo empezó a explicar Ernesto - tu trataste muy mal a Alicia cuando era tu mujer y bueno ella se cansó y me pidió consejo y le sugerí que hiciéramos esto para acabar con tus abusos, la primera parte del plan va bien ahora la segunda es un poco más complicada, tú has abusado de las mujeres y principalmente de Alicia y es justo que ahora tu sientas que es eso, la verdad estaba muy confundido no entendía a donde querían llegar, pero seguí escuchando; tu tratamiento comenzó desde de que llegaste aquí, tu tratamiento de hormonas, en la comida por un tiempo has estado tomando estrógenos, ha llegado el momento de empezar con el resto del tratamiento, y debes empezar a estar de acuerdo, si todo esta bien en unos tres meses podrás salir y andar por la casa libremente, me quedé de una pieza, estos locos me estaban queriendo transformar en un transexual, explote en cólera, están completamente locos grité pegue, grité, sacudí los barrotes, tire el camastro rompí los platos en fin nada sirvió, solo se fueron, esta vez tardaron más en regresar calculo que como dos días, sin tomar agua y sin comer, cuando regresaron, estaba hambriento y muriéndome de sed, me sentía muy débil y dispuesto a hacer lo que fuera por tomar agua y comer lo que fuera.
Me dijeron: ya estas más tranquilo, vas a cooperar o no, esta bien conteste con una voz que ni yo me reconocí, mira si no te adaptas se suspende todo y vuelves a tu vida y no nos vuelves a ver jamás te lo prometo y sabes que cumplo lo que prometo me aseguró Alicia, mi mente estaba a punto de perder la razón, el encierro el hambre, la sed y la desesperación lograron trastornarme, además no podía negarme solo bastaría con dejarme ahí y moriría de hambre y sed y nadie sabría que pasó conmigo. Empezaron dándome unas pastillas tres veces al día, me dieron un gel transparente, que tenía que untármelo en todo el cuerpo después del baño dos veces al día, me conectaron una televisión frente a mi celda, en la cual me exhibían películas porno de transexuales, por las noches dejaban una grabadora con frases como: " me gusta ser mujer", " me encanta mi cuerpo de mujer " " quiero tener senos grandes " " quiero ser una chica dócil " y frases por el estilo, no sé cuanto duro esto, pero mi cabeza estaba totalmente trastornada poco a poco empezaba a aceptar la idea de ser como Alicia, normalmente un heterosexual no aceptaría esta idea pero, el estado de encierro, el hambre, la sed, los kilos de pastillas que tomaba, y las cosas que tomaba y me untaba estaban haciendo su efecto, ahora sé que las hormonas no solo actúan sobre el físico sino también sobre el cerebro haciéndolo tener sensaciones y deseos femeninos, yo mismo ya no sabía que quería o quien era, un día Alicia me dijo desde hoy se agregara a tu tratamiento ampolletas, la verdad mi voluntad para estas alturas ya no existía y no dije nada, por entre los barrotes ponía mi trasero y me inyectaban dos veces diarias, Ernesto me checaba diariamente por la mañana para ver que todo estuviera bien, los días empezaron a pasar y perdí la noción del tiempo pero podía notar algunos cambios en mi físico, ya casi no me rasuraba, el bello era más fino, la piel se sentía más suave, el cabello ya lo tenía un poco crecido me dieron cremas, utensilios para el cuidado de mi cabello y cuerpo, perfumes etc.
También me dieron ropa interior femenina, blusas, faldas y zapatos de tacón alto, me decían que era para que fuera aprendiendo a caminar Y la verdad ya me empezaba a agradar la idea de verme diferente me instalaron un espejo fuera de la celda y me sorprendió la imagen que vi, era una figura casi femenina, mis senos habían empezado a crecer ya hacía tiempo y ahora su tamaño ya era abultado, mis caderas empezaron a hacerse más amplias, me dieron una loción depiladora que cuando me acabé tres frascos casi ya no me crecía el bello de las piernas y el resto del cuerpo, me gustaba verme en el espejo, mi miembro y testículos se hicieron más pequeños casi ya no abultaban y pues yo los escondía entre mis piernas ya no me gustaban, empecé a sentir sentimientos desconocidos pero muy agradables me gustaba tener todo muy arreglado, bañarme y perfumarme, en premio por portarme bien me daban todo lo que les pedía, revistas femeninas, maquillaje, comida que me gustaba, hasta licor, casi me había acostumbrado a estar en esas condiciones, tenía una grabadora, una tv y muchas comodidades. Una mañana Alicia me dijo, creo que es un buen momento de que olvides el nombre de Angel de hoy en adelante tu nombre será Ángela, como podrás ver ya casi no quedan rastros de Ángel, esta bien me gusta conteste muy satisfecha de mi nuevo nombre, desde ese día solo se referían a mí en forma femenina y yo también lo empecé a hacer, sin saber como, mi nueva condición cada día me gustaba más, con los videos que me exhibían de transexuales siendo penetrados, poco a poco me empezó la necesidad de hacerlo igual, y un día me dieron la noticia de que ya había llegado el día de salir de mi encierro, no sabía que decir, en mi cerebro la idea de huir de ahí había desaparecido solo quería seguir cambiando y convertirme en una chica total, el verme en el espejo como una chica cada día más guapa y sensual me excitaba de una forma que mojaba mis pantaletas era morbosamente delicioso, casi me alegraba de que todo esto hubiera ocurrido, la única condición era que me pondrían unos grilletes en mis tobillos para que no pudiera correr, pero la verdad ya en esos momentos, lo había empezado a disfrutar de una manera tan intensa que la idea de huir me parecía absurda, pero por seguridad así lo hicieron, también empecé a hacerme cargo de las labores de la casa, esta pequeña casa, que después supe estaba al fondo del jardín de casa de Ernesto, que era bastante grande, con el tiempo me confesaría que me había utilizado como conejillo de indias, para experimentar que sucedía en un tratamiento de hormonas, como el que me habían aplicado, si era efectivo lo haría de nuevo con otra víctima, y lo hizo varias veces con los resultados similares a mí.
Llegue a ser una excelente sirvienta, aprendí a cocinar, lavar, planchar, en fin ya tenían sirvienta gratis y sumisa, pues mi papel no solo era de sirvienta sino de esclava, pues los atendía a cualquier hora del día, a cambio me daban mi ración de hormonas, mis pechos habían crecido de una manera espectacular eran ya más grandes que los de Alicia, mis caderas y nalgas habían crecido y ya se veían voluptuosas, mi cabello ya había crecido casi hasta los hombros mis piernas eran firmes y voluminosas pues todas las mañanas tenía un programa de ejercicio de piernas y nalgas, así me veía y me gustaba sentirme así, mi uniforme de esclava era un top color blanco con los hombros desnudos, una minifalda de lickra color negro, medias color natural o negras zapatos de tacón como de 15 cms. ropa interior color negro, liguero negro y pantaletas color rosa a Ernesto le gustaba verme así, Alicia le gustaba humillarme, como el limpiar sus zapatos cuando los tenía puestos, me llamaba perrita, ensuciaba el piso con algo y de inmediato tenía que limpiar, etc. Ella vivía en esta casa se había mudado, y yo era su criada, aún no comprendo por que llego a agradarme tanto comportarme así pero lo disfrutaba, me gustaba ser humillada y maltratada, debo de decir que había algo más, antes de que me quitaran los grilletes, inicio mi tratamiento de esclava sexual, esto consistió en que todas las noches tenía que usar vibradores cada vez más grandes hasta que termine usando el más grande 24 cms. de largo por 7 cms. de diámetro ya casi entraba sin esfuerzo, cuando esto se logró, Ernesto me explicaba que me convertirían en una prostituta para alquilarme a hombres que les gustaran los transexuales, y que yo tendría todo el placer que quisiera, la verdad la idea me empezó a fascinar, el imaginarme siendo penetrada por muchos hombres me hacía excitarme de tal manera que a veces eyaculaba un poco, porque mi miembro casi ya no se notaba era de unos 6 o 7 cms. los videos que vi por casi medio año me habían desarrollado el deseo de ser una prostituta, ahora era mi sueño, y me esforzaba por seguir las instrucciones de Ernesto, un día que Alicia no estaba me confesó que le había empezado a gustar más que Alicia y que quería adiestrarme en ser penetrada por un hombre, hasta ese día solo había
usado vibradores y la idea me gustó, y le conteste por favor conviérteme en una mujer completa termina tu obra, y me llevo a la recamara me sentó en la cama y se saco su miembro vaya que ahora entendía por Alicia le gusto era enorme grueso y jugoso, me lo metió en la boca y sentí su sabor no podía describirlo pero era delicioso, estuve succionando un buen rato, me dijo: ahora mi querida Angelita como te has portado como una buena niña, me volteo me inclino en la cama y empezó a introducir su dedo, me gustaba sentir aquello, y se detuvo me quede esperando y de pronto sentí algo enorme que me empezó a penetrar me dolió un poco pero mi adiestramiento daba resultado entro hasta el tope sentí golpear mis nalgas por sus testículos y empezó a entrar y salir creo que en mi vida nunca me había sentido tan plena me sentía toda una mujer siendo utilizada por un hombre cumpliendo con mi deber como mujer hacia mi hombre, cada vez lo hacía más y más rápido me tomo firmemente de mi cadera y se volvió una penetración casi animal como lo había visto en los videos, estaba como en trance, solo deseaba seguir y seguir siendo penetrada por él, ya nada me importaba en el mundo que no fuera aquella sensación tan fuerte y excitante, en ese momento supe que jamás dejaría de hacerlo por el resto de mi vida, sentía el morbo de ser una sirvienta que es penetrada por su amo y señor, cuando él así lo quisiera y de hecho así llego a ser, desde ese día fui solo su esclava sexual me cogía cada vez que quería en la cocina, en el baño, hasta en el jardín era maravilloso vivir así, Alicia cada vez se ausentaba más seguido llegamos a pensar que tenía algún amante, un día ya no regresó más tenía suficiente dinero que me quitaron, y la vida para mí se volvió un sueño eróticamente masoquista, por las noches Ernesto me visitaba en la que ahora era mi casa y disfrutábamos de una relación sadomasoquista me ataba a la cama me penetraba me azotaba las nalgas con un cinturón hasta que el dolor se confundía con placer, y antes de eyacular me metía en la boca su miembro y se vaciaba después con una cinta adhesiva me cubría la boca y me decía: mañana por la mañana debes tener mi semen aún en la boca por que si no, me voy a enojar mucho y así me quede varias noches atada y con la boca llena de semen de Ernesto, decía que esto era para que me hiciera adicta al semen y solo quisiera tener en mi boca algún miembro con mucha leche, y parece que esto dio resultado pues cada vez necesitaba más y más tener un miembro en la boca y en mi trasero, cuando esto era ya una adicción, Ernesto me dijo: bueno mi niña a llegado la hora de que hagas tu debut como prostituta, ¿te parece bien? Que si me parecía bien, si eso lo único que deseaba hacer ser usada por todos los hombres que pudiera tener, y así el sábado siguiente empecé mi vida de prostituta.